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El cañón “Hercules”

Este cañón fue fundido en la ciudad belga de Meclinien (Malinas en español) por
Remigio de Halut en 1547, el mismo año que nació Cervantes, por encargo del
marqués de Veere, Maximilien de Bourgogne. De a 36, que equivale a un calibre de
175 mm, el peso es de 74 quintales (3.400 Kg.) y la longitud del cañón es de 468,5 cm.

El diseño exterior del cañón es un adelanto de lo que será la artillería del s. XVIII pues
está dividido en 3 cuerpos y lsaa fajas que los separan están bellamente cinceladas
imitando los famosos encajes de Malinas igual que la lámpara y el cascabel. En la faja
alta se lee Anno 1547 entre esta y el fogón aparece el nombre del fundidor y la ciudad:
Opus Remigy de Halut Meclinien. En el primer cuerpo está el escudo de armas del
señor de Bourgogne. En el segundo cuerpo, dos asas con delfines esculpidos y los
muñones centrados sin ninguna inscripción. En la caña o tercer cuerpo, escudo con
las armas de la ciudad de Veere, que es la que debió encargar el cañón. Por último la
boca del cañón con la tulipa bellamente esculpida.

El “Hércules” fue adquirido por el Cabildo de Tenerife en 1566, actuando de


intermediario el flamenco avecindado en La Laguna Julio Usodimar. Al llegar a la isla
fue probado por el lombardero valenciano Gaspar Diego con dos disparos, uno de
ellos con más carga de la habitual y se dio por bueno. El cañón permaneció primero en
la Fortaleza Vieja y, a partir de 1577, en el Castillo de San Cristóbal donde estuvo de
dotación durante más de tres siglos. Interviniendo en dos batallas, contra Blake en
1657 y contra Jennings en 1706, lo que le convierte en el cañón más valioso y rentable
de cuantos han estado de dotación en las islas Canarias

Durante el ataque del contralmirante Horacio Nelson a Tenerife el 25 de julio de 1797,


el "Hércules" ya estaba descabalgado y en situación de retiro al vibrar en demasía
cuando era disparado de forma continuada. Aún así, después del fracaso británico por
tomar la plaza, el cañón fue de nuevo montado sobre su cureña y situado en tronera
por su carácter disuasorio.

En 1840 pasó a formar parte de los fondos del Museo de Artillería de Madrid. En 2004,
el Presidente del Cabildo Insular y Senador D. Ricardo Melchior Navarro solicitó el
regreso del Cañón “Hércules” a Tenerife en atención a su relevante vinculación a la
historia de la isla. Finalmente, el Ministerio de Defensa autorizó su traslado, y desde el
25 de mayo de 2005 está depositado en el Museo Histórico Militar de Canarias, en el
Castillo de Almeida de Santa Cruz de Tenerife

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