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A Ñ O II. D O M I N G O 6 D E M A Y O D E i8GO. KÜM. 26.

Coa arreglo á la ley de propiedad líleraría y convenios existentes, qnetla frohiUda ¡a reprodticciim de los graliai'ei ¡/ ¡a tradueeion de loi arliculoí de tñle periódico.

S U M A R I O . GrobadoR.—Dcfí^nsa Jel parqucilc Miin- Merla A calinlloa] mnnilixkl Comncl I). Jacntio Cil ilc Abnllc.en T e x t n , KI2 de msj-D do 18flS.—La guerra de África.—Crd-
IcoD el dtn^iloniayoilc íSOa.—l)Biif|i]olD itmln jinr los (lilclale^ la acc.inn ik'l 4 <lo febrero de 1B60.—Champaii cíicliincliíiiíi afirc- Dlca de la semana. —Isla de FrrnaDdfi ['¿o.—A Filipinas por el
de ArcUlorla ilcl ijulrito (lepartamcnlo A sus compañeras ilcl Kjcr- Milo por nuestrn marina en las ngoas de TuraiiB.—Costumbres del Cabo.—Hí^ludio sobro el movimiento de la Dnluralcia.—fJuriOílda-
citDilc Africa,cl(lb!GiIu nlirll de ISCO.'ül rub^imicritodc .VrLt- carujianientn: la caminera. des.—Correspoüdeocia.—Coudleiones de ía sus'iricion.

D e f e n s a d e l p n r q u e d e M o n l e o n el d i u 2 d e iriEtyo d e 1 8 0 8 .
206 ELi MUNDO M I L I T A R .

cuyos rostros lívidos y desencajados se manifiesta espaciosa calle de Alcalá y Carrera de San Geróui-
EL 2 DE MAYO DE 1BQ8. la ira de que se hallaban poseídos, recorren las ca- mo, y las limpian á melrallazos; los lancei-os pola-
lles de Madrid , comunicándose unos á otros en voz cos y el escuadrón de mamelucos se ensañan en la
baja sus temores y recelos, y se encaminan con paso apiñada muchedumbre. Las tropas españolas bra-
trémulo y febril hacía la morada de los Royes. La man de ira encerradas en sus cuarteles por orden
>DLa terrible, lleno de gloria,
Llena de luto, lleno rie horror, plaza de la Annería se cuaja de gente. del Capitán general D. Francisco Javier Negrele;
Nunca te apartes üe In memoria El reloj, con su pausado y lúgubre sonido, anun- los soldados arrojan por las ventanas sus armns á los
Ue los que tloDcn patria y honor.»
AnnuzJu.
cia las nueve de la mañana. Tres coches de camino paisanos para que se deliendan. Los paisanos aco-
se ven enganchados á las puertas del Palacio. En metidos y acuchillados por todas partes por nume-
aquella hora la Reina de Elruria con sus hijos mon- rosas fuerzas enemigas, que por momentos se au-
ta en uno de los can-uajcs, y seguida de una escolla mentan, conlinúan batiéndose desesperados, ya pa-
de caballería francesa, parte para Francia. El pue- rapetándose detrás de las esquinas, ya muriendo
blo no se opone á su marcha; la considera extran- como buenos vendiendo caras sus vidas.
INCUENTA Y DOS ANOS han jera y la aborrece con fundados motivos. Los otros En oí parque de artillci-ia habia algunos cajones
pasado desde que amaneció dos coches se dice que estaban destinados para los de j'usiles y un coi-lo número de piezas en estado de
aquel infausto y glorioso Infantes D. Antonio y D. Francisco, el primero tío, hacer uso de ellas; las municiones eran muy esca-
día en que el amor patrio, y el segundo, nitio á la sazón de pocos años, her- sas. El pueblo se dirige al Parque pidiendo armas.
comprim ¡do en el pecho de los mano de D. Fernando Vil, tilLimas personas de la Los Oficíales de artilleria D. Pedro Vclardc y don
españoles, estalló de súbito familia Real que quedaban en España. El pueblo se Luis Daoíz distribuyen las armas y municiones que
con Linta fuerza y energía que asombró a la cons- enardece al ver confirmadas sus sospechas y pror- tenían á los paisanos; sacan algunas piezas y las
ternada y abatida Europa. rumpe en un sordo murmullo, á manera de los leja- colocan convenientemente enfilando las calles próxi-
El águila imperial, nacida de las cenizas de la nos truenos, precursores de las grandes borrascas. mas y se preparan á defenderse y á rechazar la
revolución francesa, estendiendo su rápido vuelo por Algunos criados de Palacio salen á la plaza y dicen Fuerza con la fuerza. Al corto número de artilleros
encima de los nevados Alpes, por las risueñas y que el Infanle niño llora y se resiste á abandonar su que habia en el Parque, inválidos la mayor parte de
fértiles llanuras de Italia, por los bosques y flores- querida patria. Las mujeres prorrumpen en sollozos ellos , se uncu los paisanos armados y unos cuantos
tas de la Alemania y las heladas orillas del Niemen, y gemidos. En aquellos momentos de aflicción y soldados de infantería mandados por el Oficial Ruiz
en parle alguna habia encontrado obstáculos ú su desconsuelo se presenta entre la multitud un Oficial de !a misma arma.
ambicioso deseo: las montañas, barreras naturales francés muy conocido del jjueblo, Mr, Augusto La- ?ío tarda en presentarse una columna francesa,
levantadas por la mano det Hacedor Supremo entre grange, Ayudante de Cíimpo del Generalísimo Murat, y es rechazada dejando en poder de los valientes
ios diforeiiLes pueblos de lii tierra, liabiaii abierto puso que, alojado en el Palacio Benavente, á pocos pasos deTensores del Parque algunos prisioneras; pero
franco á sus victoriosas legiones; los lios mas cauda- del Palacio Real, sobre la cuesta de la Vega, pudo oir poco después, el General Lcfranc á la cabeza de to-
losos no liabian perturbado sus mansas corrientes al aíjuellos crecientes rumores de la muchediuiibre; y lo do el quinto regimiento de inluntcría provisional
sentir el peso de los inmensos puentes que traslada- habia enviado para qrie se informase de lo que pasaba francés, destacado del convento de San Bernardino
ban de una á otra orilla los disciplinados y numerosos y para saber si la inquietud popular amenazaba con- donde se hallaba acuartelado, avanza decidido á
guerreros del atrevido Capitán; las dinasLias secu- vertirse en grave conmoción. El pueblo, al verlo, se apoderarse á lodo trance del edificio que tan valien-
lares hablan inclinado sumisas sus testas coronadas persuade de que va encargado de hacer marchar por te resistencia oponía ; la lucha es encarnizada y san-
ante el fundador de una nueva dinastía. Y como la fuerza á los Principes, y ya no es dueño de contener grienta durante nn brrjvc rato; las calles y el patio
ambición de los hombres jamás so ve saciada, aquel su furor; y al grito de una mujerzuela: (¡ue nos los del I^arque se cubren de cadáveres españoles y fran-
hijo del furor y de las batallas se creyó incontras- llevan! enviste al Ayudante del Generalísimo; un ceses; las municiones se agotan á los primeros;
table, y concibió la formación de un nuevo impe- Oficial de guardias walonas, D. Miguel Dcsmaisie- mueren los Oficiales Ruiz, Vclardc y Daoíz; y los
rio de Occidenle. res y Florez, acude en su auxilio; poro los dos hu- soldados exlranjei-os se apoderan del edificio. Du-
Fijó su mirada do águila sobre la Península ibé- bieran sido muertos y atropellados por el pueblo sin rante la refriega, en las cidles de .Madrid hubo es-
rica; quiso ser dueño de ella en breves días; y se el pronto socorro de una patrulla francesa. Murat, cenas crueles y grandes rasgos de generosidad por
forjó la ilusión de que el pueblo español se entrega- que por lo cerca que tenia su alojamiento de Palacio, una y otra parte.
ría á su voluntad si lograba aiTancarle sus Reyes y sabia por minutos lo que en la plaza de la Armería Los Ministros Ofarril y Azanza, con el objeto de
todos los miembros de la augusta familia. En lugar pasaba, dio orden para que un batallón do infante- reslabIcGcr la tranquilidad, fueron á suplicar á Mu-
de emplear la fuerza do las armas y el superior en- ría, con dos piezas de artillería, fuesen á despejar- rat que mandase suspender el fuego, y que ellos re-
lendimicnto de que la natui'aleza le habia dotado la; llega esta fuerza á la plaza, y sin hacer ninguna cori-erian las calles acompañados de los Generales
para el arte tej-riblc de la guerra, puso en juego la intimación á la muchedumbre, hace sobre ella varias franceses que designara para calmar los ánimos irri-
astucia, el l'mudc, la peifidia y el engaño. Sus som- descargas horrorosas. La muchedumbre se desbanda tados con tan sangrientas escenas. Murat consintió
brías maquinaciones hicieron gci-ininar en los pe- y dispersa dando rugidos de indignación, y en un en ello y de su orden el General Harispe acompañó
chos es]>aüoies el recelo, la zozobra, las negras momento, como una chispa eléctrica, se divulga á los dos mencionados personajes.
sospechas, la enconada iracundia. por toda la población tan espantosa noticia, y la po- Los madrileños comenzaron á retirarse á sus
Los españoles habían visLo en el mes de abril blación entera acude á las armas. Los puestos de casas llenos de la mas honda pena, y los france-
con sombrío temor y despecho reconcentrado á sus guardia franceses, los so'dados franceses que transi- ses fueron ocupando los puntos principales de la
amados Reyes atravesar los Pirineos é internarse tan por las calles y que van a reunirse á sus cuerpos, población situando en lugares convenientes muchos
en el vecino imperio. El dia 1." de mayo circulan los ordenanzas y Ayudantes que circulan trasmi- cañones, y centinelas en Cíisi todas las bocas calles.
siniestros rumores por el pueblo madrileño; aquella tiendo órdenes, todos son acometidos y sacrificados A las tres de la larde circula, helando de espanto
tarde numerosos grupos reunidos en la espaciosa al justo furor del pueblo. los corazones, una noticia siniestra ; ciudadanos pa-
Puerta del Sol reciben al Gran Duque de Berg, Joa- Mural, para obrar con mas desembarazo y po- cíficos é indefensos habían sido arcabuceados inhu-
quín ¡Vlurat, con una silva espantosa. La noche pasa der comunicar órdenes mas fdcilmenle á las tropas manamente junto á la fuente de la puerla del Sol y
en terrible desasosiego: todos los habitantes de Ma- francesas de dentro y fuera de la población, se sitúa, la iglesia de la Soledad. Así era en electo; un ban-
drid sienten su corazón angustiado, oprimido, sobro- acoínpañado del Mariscal Moncey y de su Estado do atroíi;, digno de Alila, como lo ha calificado per-
cojído de un vago temor y de un malestar incsplica- Mayor general, fuera de puertas en lo alto de la fectamente el ¡lustre historiador Conde de Torciio,
bles. Apenas comienza á lucir la aurora del siguiente cuesta de San Vicente. Dos fueríes colunmas de in- dictado por Mural, aunque no se fijó en las esqui-
dia, numerosos grupos de hombres y mujeres, en fantería, artillería y caballería desembocan por la nas hasla la mañana del dia 3 , fué puesteen ejecu-
P A N O R A M A UNIVERSAL.. W7

clon desde aqLiclki hora. Los españoles que eran oportunas para que las tropas que debieran volver La comitiva que llevaban era la siguiente; pri-
hallados en las calles se los somclia á un escrupuloso ú la Península se fueran embarcando, así como el mero y en pos de los Plenipotenciarios iba un moro
registro, y el llevar un üorLa[jluuias, unas tijeras, material do guerra que ya no era necesario. de caballería con espingarda sin fimda, al frenle de
aigUQa pequeña navaja, era Jo bástanle para que El Principe IVIuley-el-Abbas estableció grandes otros cuatro que las llevaban también en la misma
fueran arcabuceados sin piedad. Toda aquella Lar- destacamentos de moros de Rey en lugares conve- forma; estos cinco moros vestían lujosas dalmáticas
de, la nocbe de aquel IrisLísinio día y la madrugada nientes para evitar que los kabilas atacaran nues- ó ropones de color de naranja uno, rojo otro, azul y
del sifjuienle fueron empicadas por los franceses cu tros campamentos y cometieran los robos y asesina- verde los restantes. A corta dislancia de ellos mar-
aquellas injustas, traidoras, inliumanas é infames tos de que hemos hablado en otros artículos; y de- chaba otro moro do caballería seguido por ocho ne-
ejecuciones, que jamás so borj-aran de la memoria bemos dejar consignado en esta concisa crónica en gros vestidos con túnicas blanquísimas, cada uno de
de los españoles: el Prado, el Reliro y la Montaña honor de lá verdad, que los moros de Rey asi como los cuales llevaba del diestro un hermoso caballo, y
del Príncipe Pío, quedaron empapados en sangre sus Jefes, se han conducido en el cumplimiento de para impedir que nadie so acercase á ellos iba detrás
inoconLe, de ancianos, sacerdotes, ciudadanos paci- sus deberes y en su trato con nuestros Oficiales y otro moro de caballería. A alguna distancia seguían
ficos é inofensivas mujeres; pero el calor de aque- soldados, como lo hubiesen hecho los hombres oclio ó diez acémilas cargadas, al parecer, algunas
lla sangre hizo brotar millares de héroes, que llenos mas civilizados. con cajas cuadradas, cubiertas todas ellas con ri-
del santo fuego de la independencia nacional, des- A consecuencia de la paz se suspendieron en cas alfombras; iban después tres moros á caballo,
pertaron ú los demás pueblos de Em-opa del leUu'go Tctuan las obras interiores comenzadas; pei'O no las vestidos con ricos trajes y hermosos turljantes; y
en que se hallaban sumidos, y les enseñaron á ata- de fortificación, necesarias para la defensa de la por último, cerraba la marcha una sección de nues-
jar en su carrera de devastación y de perfidia á los guarnición que ha de quedar en dicha plaza hasta el tra brigada de lanceros. Al llegar al campamento, se
tiranos y usurpadores ambiciosos. definitivo pago de la indemnización por los gastos dirigieron á la tienda del General Prim, y pocos
JOSÉ Sipiio v SURCA. de la guci'm. momentos después marcharon para el cuartel ge-
La Semana Santa fué celebrada en Tetuau por neral.
nuestros religiosos soldados de una manera solemne El dia siguiente comenzaron las conferencias; el
y notable, y digna por lo tanto de que quede con- dia 24 el General en Jefe fué á inspeccionar por sí
LHUERRA DE ÁFRICA. sigrwda en estos artículos. El Domingo de Ramos mismo la demarcación de los nuevos limites de Ceu-
hubo la bendición y procesión de las palmas en el ta; y el 25 celebró una conferencia de cinco horas
templo católico de Tetuan. Las tinieblas y dem;is con Muley-el-Abbas, en la cual quedó ajustado de-
E[ dia 25 de marzo, después do firmados los oficios divinos que se celebran desde el iWiéi-cotes finitivamente el tratado de paz; consignando la cláu-
preliminares de la paz, el General en Jefe dio á las Santo por la larde hasta el Domingo de Pascua in- sula de que seguirá abierta al culto católico la igle-
valientes tropas de su mando la orden gonoral si- clusive, se cantaron á toda orquesta por la música sia consagrada en Tetuan y que será propiedad de
guiente : del regimiento de Iberia y los capellanes del Ejér- España el cementerio donde descansan los restos
ÓR0EN GENERAL DEL 2 5 DE MAnZO DE 1 8 6 0 EN EL
cito, invitados por los misioneros encargados del mortales de nuestros hermanos fallecidos en las re-
CAMPAMENTO DE BENISIDER.
culto de dicho templo. Se improvisó un vistoso mo- giones africanas.
numento; el Cabildo de ia catedral de Cádiz regaló Los ocho hermosos caballos enviados por el Em-
«Soldados : La campaña de África, que tantoha el Sagrario, y la Excma. Sra. Duquesa de Tctuan perador de Marruecos y traídos por los Plenipoten-
elevado la gloria y el renombre del EjérclLo español, costeó la mayor parle de la cora; los judíos presta- ciarios, se distribuyeron de la manera siguiente:
ha terminado hoy; los resultados déla batalla de! 23 ron las colgaduras para adornar la iglesia; y el Al- dos al General en Jefe; uno á ciidii uno do los Ge-
han Iiecíio conocer á lo.g niai-roquícs que la lucha no calde moro facilitó dos cojines de terciopelo carme- nerales Prim, García, Üstariz y Rios; uno al señor
era ya posible. Han pedido la paz aceptando lascon- sí recamados de oro para el reclinatorio que debia de Ligues y Bardaji, y el último al intérjjrcle, señor
dicioncs antes recliazadas. JVInley-cl-Abbas, Prínci- ocupar el General en Jefe. En una de las tiendas de Aníbal líinaldy, por encargo especial del Principe
pe imperial y Gcnei-alísimo, ha venido á nuesti'o campaña del campamento los soldados improvisa- Muley-el-Abbas.
campo á firmar las bases preliminares de ella. ron lambieu un sencillo monumento alumbrado con Al comenzar el calor primaveral en África, don-
Todas las dificultades que nos han opuesto, un algunas velas de cera y adornado con sus escapula- de se deja sentir en esla estación con demasiada fuer-
país inhospitalario, sin camijios, sin población, sin rios. En aquellos dias que la Iglesia católica con- za, el colera hizo algunos estragos en nuestras tro-
recursos de ninguna especie, en medio de uno de sagra lodos los años á la memoria del inmenso sa- pas, teniendo que lamentar la pérdida de algunos
los mas duros inviernos, y cuando el terrible azote crificio del Redentor de los hombres, los Jefes, Ofi- valientes y jóvenes Oficiales, y la del virtuosísimo
del cólera venia á aumentar las penalidades y á dis- ciales y soldados de nuestro sufrido y \'alie]ite Ejér- y sabio Prefecto de nuestras misiones en aquel con-
minuir nuestras filas, no han abatido vuestra cons- cito demostraron toda la fé que abrigan en sus cris- tinente, el P. Sabaler; pero ya, gracias a la Divina
tancia , y os he encontrado siempre contentos y dis- tianos corazones. Providencia, ha desaparecido casi del lodo el teriú-
puestos á llenar la noble misión que la Reina y la En los preliminares se consignó que el tratado riblc azote, y imestros soldados disfrutan de un es-
patria nos Jiabian confiado. de paz quedaría ajustado en el lérmino de íiO dias. tado de salud bastante satisfactorio.
. Esta queda cumplida. Dos batallas y veinte y S. iVL la Reina se dignó nombrar Plenipotenciarios JOSÉ Sinno Y SÜBGA.

tres combales, en los que siempre habéis sido ven- para llevar á cabo esta importantísima negociación
cedores de rm enemigo numeroso, valiente y faná- diplomática, al General García y al Sr, de Ligues y
lico, lomándole su artillería, tiendas, jnunicioncs y Bardaji, Director de política en el Ministerio de Es- CRÓNICA DE LA SEMANA.
bagajes, han vengado el ultraje hecho al pabellón tado. El plazo vencia el dia 25 de abril próximo pa-
EXTERIOR.
español. siido. Los dos Plenipotenciarios del Emperador de
A consecuencia del viaje de Lorü Cowley 4 Lóadres, pa-
Las indemnÍKíCiones que en terreno y en dinero Marruecos no llegaron á Tetuan hasta el dia 20 de
rece que e! Gabiaele de esla nación lia dado nuevo rumbo k
Be obliga á darnos el Gobierno marroquí, compen- dicho mes. A las dos de la larde hicieron su entra- sus disposiciones iioliticas. Viéndose obligado por la aclilud
san los sacrificios que la patria ha hecho para ven- da, precedidos de dos batidores de nuestra caballe- tie la Rusia, á desislir de sus lenUlivas de oposición, ha he-
gar la ofensa recibida. ría; marchaban con su característica gravedad; el clio virtud de la necesidad y se lia colocado en el mismo ter-
Soldados: Siempre recordaré con noble orgullo uno de eUos era ya conocido en nuestro Ejército, por reno que aquella. Lord Cowley al regresar i París da iraido.
según dicen, la adhesión del Gabinete briLAnico A lo que el
los rasgos de valor y de heroísmo de que be si- haber venido antes en lodas las comisiones enviadas
de las Tunerías baga en lo locante á la Confercnciit.
do testigo, y en todos tiempos contad con el sin- por el Príncipe africano; el otro era el Bajá de Mo-
También de Berlin se asegura ser cosa decidida la reu-
cero afecto de vuestro General en Jefe.—Leopoldo gador, anciano venerable, i'icamente vestido con nión de una Conferencia, siendo muy breve el plazo que
0-Donuell.B una xilaba de extraordinaria blancura; y á los dos p.ra estas se asigna: puede, sin embargo . dudarse que se
Inmediatamente se tomaron las disposiciones acompañaba un Ayudante de! General Prim. llegue A realizar.
^as EL, MUNDO M I L I T A R .

En In Argelia ¡icuha de ocurrir una


nueva liinliilivii de insurrección que el
Monileur clelail!» de este modo:
KEU medio de la mas profunda calma,
cuando las Irilms de llodna gozaban de
lodos los beneficios de la paz, ha estallado
súbitamente una iusurreccioii entre loa
Oulcd Amarde la snbdivisiou de Balna.
Ha sido esta insnrreccion fomentada por la
presencia de un tal Si-Mohammed-bcn-bou
Klirentecli (jue inlitulfmdose enviado dtíl
Jerife de So«s-cl-Aksa, designado por las
profecías como encargado de libertar el
país del yugo de los cristianos , consiguió
en pocos días ejercer poderosa influencia
a sol>re las ardientes imaginaciones do aque-
a llas tribus guerreras, y hacerles tomar las
a
armas coiilra los franceses.
Habiéndose establecido ese impostor á
cierta distancia de la gran cordillera de
Bou-Taleb, veía aumentarse por momentos
el número de fanáticos y propagarse rápi-
damente el espíritu de insurrección entre
las tribus vecinas.
Advertidos con oportunidad loa Gober-
nadores de las subdivisiones de Batnn y
Stítiff se pusieron inmediatamente cada
uno á la cabeza de una columna ligera, y
llegaron el 25 de marzo en frente del cam-
pamento de los insurrectos que ya dispo-
tiian de 1,S0Ü fusiles.
El campamento se componía de dos
P
grandes grupos de 800 tiendas, situados,
uno en la míirgen derecha y otro en la
izquierda del Oued-Drael-Baida.
El General Dcsmarets que fué el pri-
mero que llegíj ii vista del enemigo, no
queriendo dar A los indígenas que traia á
su servicio, tiempo para vacilar, mandó
en ol acto principiar el ataque, vorifi-
cándolo con parle de s\i caballería bácia
el Sur, al mismo tiempo que con el resto
de su columna atacaba por el Norle, El
octavo de cazadores diú pruebas de la maa
brillante bizarría. Atravesó el grupo prin-
cipal de tiendas en toda su longitud, re-
íliaKundo á los que intentaban defenderlo
y persiguiéndolos basta la cima de las
escarpadas colinas donde solo las quebra-
dtu'as del terreno pudieron contenerlos.
Entonces una considerable masa de insur-
P- rectos, alentados por el mas salvaje fana-
tismo , se dejó caer sobre el escuadrón y
sobre algunas comiiafdas de zuavos que
habían venido á apoyar el movimiento:
trabóse un combate personal con ul mas
cbslinado encarnizamiento.
Teniendo el rcsulludo de luia Uicba
sostenida en medio de las tiendas donde
se ocultaban enemigos que hacían fuego A
quema-ropa; el General mandó replegar
sus soldados á las reservas; rompió el fue-
go la sección de oliuses, y así que apare-
ció al Este la columna de Datna avanzó
nuevamente sobre el enemigo, Al impulso
de este movimiento combinado quedó su-
o perada prontamente la resistencia, y el
enemigo protegido por las insuperables
malezas del terreno buyo en el mayor
desurden, dejando en manos de los ven-
cedores al Jerife SÍ-Moliammed-ben-bou
Krentech, cinco banderas, sus muertos y
lieridos, juntamente con todas aus tiendas
y rebaños.
Esta victoria ha costado al Ejército
francés28 muertos» entre ellos 3 Oficíalos,)»

Queila reprimida en Sicilia la insurrec-


ción según itecian de Ñapóles con fcclia 21
PANORAMA UNIVERSAL. im

del [lasado; pero ].i tranqiiiliduil y la confianza lardaríiri nin- En tanto que S. M, el Iley, dicen de Tupin con fecha 37, de Guias. La artillería se compone de cuatro regimientos
cbo tíüinpo en restablecerse. El Gobierno si^uc lomaitclo me- csli recorriendo las ciudades de Liorna, Siena, Pisa y Luca, dos de campaña, uno de plaza y otro de obreros. Hay ade-
didas ii Rn de bailarse en disposición de biicev freiile á las Wr. Cavour estudia con la mayor atención el medio de repo- mas un regimiento de zapadores, otro lilnlado Carabineros
evenluatiíiades cjue podriaii sut'gir de ¡njuel lorreno sembra- ner, es decip-, crear la marina nacional. .\segúrase que es Reales del Continente y de Cermeña, el cuerpo del tren, el de
do, digünioslo así, de aniíiiosiilados j resenlimieiUos. cosa resuelta la construcción de odio fragatas de vapor. Administración militar, el de cazadores francos, el de Estado
Las noticias recibidas de Mesina son saLisfactorias. Toüa El Presidente del Consejo, en su paso por Oénova, lia po- Mayor, el de Sanidad, la casa Real de inválidos y veteranos,
la insurrección, de ((HÜ lauto se ha liahliido, ha <juedado re- dido enterarse del mal estado de los diques, de los cuales las escuelas de caballería é infantería y los reclutas de los
dncida ü unos cuantos disparos de fusil en la calle Temando. solo Itay uno que se halle en disposición de sernr. guardias Reales del palacio.
Este suceso, desmetitulo por alfjuiios, lia ilado, sin embargo,
Ingar íi duras i-ein-esalias por parte de la tropa. De día y de Compóneso el Ejército piamontés de28 brigadas sin con- El Ejército que con rara actividad lia organizado el Ge-
noclie se lian estado oyendo descargas een-adas y nuñoiiazos tar la tle cazadores de los Alpes, á la cual ¥a 6 agregarse un neral Lamoriciere en Roma, dicen que solo atenderá á la de-
cuyo único objeto seria acaso el alerrori/.ar la población. batallón de tiradores de Valtolina. Todas estas tropas eslAn fensa de las Homanías y de ninguna manera !i la agresión.
Desgraciadamente, auui|ue es de suponer que esos disparos en el continente, y en Cerdeiía no existen mas que dos bata- No falta, sin embargo, quien supone existir grandes proba-
se baciaii al aire, no lian dejado de producir algunas vicli- llones de depósito. A estas fuerzas hay que añadir 27 bata- bilidades de que aquellos armamentos amenazan al Pía-
mag. La ciudad (inodó declarada en estatlo üe sitio y una llones de tiradores; una división de cahalleria, conqniesta de monte,
proclama de su Gobernador militar el General Ilusso , acabó cuatro reglmiiMitos de coraceros; !G de cahalleria ligera , el
do consLcniar á la población. regiuiieuto de Víctor Maituel, el de húsares de Plasencia y el Un acontecimiento trágico, la muerte repentina del Mi-

Hl r e g i m i e n t o de A r t i l l e r l n á c a b a l l o al m a n d o del C o r o n e l D . J a c o b o G i l de A b a l l e , e n la .noción dol 4 de febrero de 1B60.


(Kcmiliiio por D. J. M. de C.)

nistro do nacienda, M. de nnik llenó de consternación S la Aseguran que el General en Jefe Siongclin-Sin , es, aun- había amortecido el varonil vigor que nuestros padres DOS
capital del imperio austriaco. que cliiiio, hombre de alguna energía y de cierto talento mi- legaron.
Aunipie una a|iopIegia l'ulminanLe es la causa evidente de litar, sobresiilicíido parlioulanncnle en conocimientos del Como para dar realcen esta purisimn ofrenda que los ven-
esta desgracia se susurra que lia tenido laminen gran parle ramo de artillería y fortificaciones, adquiridos siu duda du- cedores de Itks Castillejos, Tetuan y de Gualdras, ofrecían á
en ella el disgusto tle saber que el Emporatlor habia acep- rante su permanencia entre los rusos en la guerra del Cíiu- los mártires de la Independencia, acababa nuestra adoi-aüa
tado su dimisión. caso. Reina de consumar un acto de magnanimidad no menos
INTERIOR. grandioso que la abnegación de aquellos por quienes se cele-
Segnn últimas noticias de la China segtiian haciéndose braba la rúnebre ceremonia. Doña Isabel II pagaba con am-
grandes preparativos de defensa, do los cuales se podía in- La piadosa ceremonia con que el pueblo do Madrid re- plio perdón el alentado (|uc contra su trono se acababa de
ferir lo poco dispuestos que so hallan los indígenas íi dar cuerda la imperecedera gloria de los que el dia 9 de mayo cometer. Los que habían intentado levantar bandera contra
la satisfacción exigida por los aliados. llien-Fonng se halla al de IROS dieron su vida por la independencia de la patria, se sus imprescriptibles derechos, tenían que confesarse venci-
frente de un Ejército de 70,0(10 homl)res dispuesto A arrojar ha verilicado este año con no menor pompa que ios anterio- dos por la lealtad que los rechazaba, y mas que vencidos,
al mar los bíirbaros de Occidente que se atreviesen i^ desem- res, y con la feji/. circunstancia de ser esta la primera ve?, postrados, anonadados, con el rasgo de clemencia con que
barcar á viva fuerza eu las sagradas playas del Celeste impe- que desde aquel glorioso suceso son coronadas las tumbas la augusta señora perdonaba la visionaria ingratitud que los
rio. Se han hecho en Tient-Sin respelaliles fortiticaciones , y en que reposan sus venerandas cenizas con laureles honrosa babia impelido h nuestras |>lay.is.
se dice que los chinos procurarin atraer sobre este punto el y legitímanienlc ganados, combatiendo contra extranjeros Dia verdaderanientc grandioso ha sido el 2 de mayo dol
combate. que .se atrevieron á pensar que en los españoles [kcchos se año IftOn. Como ora de esperar, los que tan varonilmente
910 E L MUNDO MILITAR.

han sabido sufrir IJB mil penalidades de iinii jíuerra lieelia on cuando ocurren muchas muertes en poco tiempo en algún ligión y serian muy buenos cristianos, sino fuera por esa fu-
un país híipbai'oy bajo ol azote de las etiidemias y las Iciu- punto, pues entonces creen que el espíritu malo se lia apo- nesta costumbre; pues a(|uell03 isleños son de carácter muy
pestjde.^, no liallaii al i-eyíesur á lu Península, mas (jiie [lal- derado de aquel parage. Tienen también la costumbre deen- apacible, benéficos, hospitalarios, ohedienlcs y enemigos de
mas, coronas y mci-ccidas y simpálicas demostraciones de teri'arios cadáveres en sus mismas casas dejándoles descu- hacer daño á nadie, y crian á sus hijos con toda la ternura
afecto. bierta la cabe/.a, y ya sea el horror que les inspire el cadá- de que es capaz un salvaje, imbuyéndolos en las máximas
La feeepcinn f[U(! se les ha hcelio en Valencia, en Alic;;in- ver, ya sea que no puedan sufrir la ]julrefaccion del mismo, que ellos mismos profesan de amor y respeto á sus seme-
le y en lodos los pueblos del tránsito, y la que se les tn'ejjara es lo cierto que durante algún tiempo abandonan aquellas jantes.
en todas las demás capitales, exigirían descripciones cuyos moradas convertidas en sepulcros. (SeeoiilÍ7iuar6.j
liiiiiles no caben en los de nuestro periódico. Por esta razón Todos los pueblos, por salvajes quesean, tienen Ideas de J. S.
tendremos que eoncfelarnos á ir reproducienLlo al^^unos de- religión y de gobiernn; y |)or cierto que es una maravilla en
talles ilustrados, eomo hoy lo hacenios, del buu<]iieteeoiii|ne el siglo XIX en que parece que liemos llegado al limite de la A F:LIPINA3'POR EL CABO.
la Olieialidad del quinto departamento de Arlilleiia ol)sequ¡ó civilización, ver tantos pueblos en que la sociedad se lialIa Ennbnrque.
eu la tat'de del 26 á sus compañeros procedentes de Afnca. en su infancia. £n religión los indígenas de Fernando Póo Ya no nos encontramos en los tiempos del galeón de Aca-
Tuvo lugar este grato suceso en los espaciosos salones son idólatras, como lo han sido todos los pueblos en su ori- pulcü, y un viaje de España á Filipinas está muy lejos de ser
del tídihcio üajnado de Op^l'^nes, decorados con aquel de- gen, escei)toel pueblo de Dios; la idolatría (jue pi'ofesan es- in lo (¡ne era hace algunos años.
licado gusto y esmero que el cuerpo de Artillería ostenta en presa el estado de ignorancia cu que se encuentran unidos á ¡Me voyá las ludias! ¡Qué frase tan retumbante, en loa
todos sus actos. la sencillez de su corazón; adoran una serpiente, un árbol ú oidos de nuestros abuelos, y aun de nuestros padres!
Conmovidos los que asistieron á este banquete |)oi' la una piedra; admiten la existencia de dos gt!inios, uno bueno
La ardiente imaginación de los meridionales formaba
cordial e&[ianston de afecto que en todos dominaba, apenas y otro malo; creen en la vida futura y hasta creen cu la tras-
con ella sola una completf?iima novela, saliiicada de tempes-
fijaron la atención en la esplendidez del servicio, ni en lo migración de las almas. Ko se encuentra el menor vestigio
tades, naufragios, serpientes boas, palacios de ámbar con
esquisilo de ios manjares. Dejando aparte la multitud de de que liavan conocido la i'eligion católica antes de las mi-
chapiteles ile jdata, abundanles minas de onzas de oro, acu-
entusiastas brindis con ([ue terminó este iVatern;]! banquete, siones establecidas últimamente.
ñadas y contrastadas en las entrañas de la tierra; suponíeu-
uos concretaremos A reproducir el del señor Brigadier don El gobierno de los indígenas de la isla puede llamarse do como natural desenlace, una aventura parecida á la de
Eari(|ue del P0/.0, porque en él se describe de un modo monárquico hereditario; el Coi'ococo ó Rey gobierna patrlar- Jonás, en caso de desgracia, ó el feliz retorno á Asturias del
gráfico la venerable persona <iue presidia aquella festividad. calmente auxiliado por el couseju délos ancianos de la tri- opulento indiano, oscureciendo con su bo.ilo al mas estirado
Después de mencionar en su hrindls el señor Bi'tyadier, el bu; cada tribu lione su Corococo; la autoridad de este es Creso del concejo.
Ejército de África y los arlillei'us c|ne á él lian jierleneciilo, obedecida ciegamente, liasta el punto de que sus subordina- Sí levantase la cabeza mi venerable abuelo, tal como un
dejando el nombre del Cuerpo á la altura que supo elevarse, dos son mas bien esclavos que vasallos suyos; el Corococo retrato de cuei'po entero le representa, con su casacon cua-
y que siempre ba conservado, dijo diriifíéndose al respetable dispone á su antojo de los bienes y personas de sus subdi- jado de bordados y lentejuelas, ajioyando sobre la mesa su
General D. Juan Mantilla : tos. Como la guerra es una de las plagas que alligen á la hu- diestra junto á la ineviíahle carta á él dirigida, y que al mis-
nA V. E., mi íüeueral, decano del Cucr[io, histona viva manidad en todas las regiones de la tierra, también los apa- mo tiem[m que da á conocer su nomhi'e y calirlad, atestigua
de sus glorias en el presente síi^lo, desde la guerra de la In- cibles fernandinus tienen idea de ella y ariLian ejércitos ; el la modesta desconriany-a del iiinlor; sí mover imdíera sus ma-
dependencia, en la que tan Imen renombre conquistaron eit Corococo escojo entre los jóvenes de su tribu los que le jestuosos ojos, fijándolos en el inapa-mundi que sirve do
loda Europa, hasta el dia; á V. E. tengo la honra de dirigir- place para que le sirvan de soldados, y los licencia termi- adorno á la macixii ¡japeiera, y le dijesen t[uc su nieto es-
me, suplicAndole sea intérprete fiel de mis sentimientos para nada la guerra que emprendiera con alguno de sus vecinos taba en ¡Oochinchina! estoy seguro de queá semejante gol[m
con aquellos de nuestros compañeros ausentes, de los que ó en defensa del lerrílorio que ocupa. Los saldados reciben se dejaría caer sin aliento en el ancho sillón de vertical res-
muchos sellaron con su sangre los princi])íos nunca desmen- del Corococo el armamento, que consiste en unas lanzas de paldo, forrado de terciopelo cannesí y agít:u-ía convulso la
tidos de honor y patriotismo, combatiendo lodos gloriosa- madera, surainuente delgadas y lijaras, de punía muy aguda campanilla de la escribanía, pliliendo para serenarse un vaso
mente por la Reina y por la patria.» y con tales corladuras, que las heridas qtte hacen son siem- de agua azucarada ó aloja, ([ue le gustaba en estremo. Des-
El General Mantilla de los Ríos, el mas antiguo de los pre de gravedad y moríales la mayor parte de las veces; sol- pués de esta primera y necesaria operación , se encasqueta-
Oflciales de Artillería, brillando en sus venerables facciones dados veteranos, por encargo del Corococo, enseñan á los ría el asorbetado sombrero de tres picos, cojeria el bastón,
el esplendor de las glorias que representa, dijo en medio de nuevos soldados el manejo de estas lerribles armas. Muchos y saldría en busca del prior de la Merced ó de la Victoria,
tm profundo silencio y con voz conmovida por el mas noble europeos de los que lian visitado la isla hablan del cuadro con quienes se holgaba mucho de platicar, les encargaría
entusiasmo, lo siguiente: capriehosn, al par que grotesco, t[ue representaban los gru- una novena y algunas docenas de misas, y se dirigiría á la
oSeñores: puesto á la cabeza del cuei'[io de Artillería, [lu jios de KlCÍ ó 200 soldados fernaiLdinos ejercitándose á la galería de San l'"elipe Neri jiara aclquirir noticias de la guer-
por mis raeroctraientos, sino por mi antigüedad, y represen- voz de sus caudillos en las maniobras militares, acompañan- ra, con año y medio de relraso.
tándole en esta ocasión, brindo en nomhre de todos los arti- do sus marchas y movimientos con cantares cadenciosos.
Ahora, feliz 6 desgraciadamente, las cosas ban variado.
lleros, por nuestra amada Reina doña Isabel 11, por su réyio En las guerras que con frecuencia se hacen entre sí los Co-
Las playas de la Península estjín viendo llegar todos los
esposo y Iteal familia; brindo |ior el ilustre caudillo que ha rococos, vence el que tiene mayor número y mas robustos,
días muchos indianos con las manos en los bolsillos y ñopo-
sabido enaltecer las glorias del Ejército, renovando las de valientes y disciplinados soldados, asi es que lo <iue mas
eos, lo que es peor, con ellas en la cabeza.
los célebres tercios de Flandes; y brindo por nuestros com- [n'cycu[Ki l:i atención del Corococo es el Ejército. Las guer-
No es raro encontrar, entre los amigos que se reúnen en
pañeros de armas , que con su celo y amor á la gloria han ras suelen ser promovidas entre ellos por el rapto de muje-
el Sui/o á lomar café alrededor de la misma mesa , alguno
sostenido y aumentado el crédito de la Artillería española.» res, y, ó terminan amislosamenle, ó suelen ensañarse ios
í[ue haya doblado media docena de veces el Cabo de Buena
vencedores de tal manera que dan muerte inhumanamen-
El banquete lerminú á las diez de la noche , dejando los Esperanza, sin que tanta ración de leguas marinas le hayan
te á todos los vencidos, lo cual sucede pocas veces, por-
mas gratos recuerdos en cuantos tuvieron el gusto de asistir impreso el menor aire lie ca[Mtalisla, ni de hombre notable
que siempre que ilegan á oídos del Gobernador de la isla
áél. en ningún concepto, .salvo la costumbre de llamar pesos á
tales disidencias, l;is reprime [lOr medio de sus comisiona-
os escasos napoleones, que procura hacer sonar, siempre
dos. El Corococo tiene mejor habitación que sus subditos,
Los mortales ilcspojos del ilustre, sabio y Genei-al de Ma- <!uose presenta ocasión, en sus desaltiuilados bolsillos.
mayor número de mujeres, y sus vasallos cuidan de que no
rina español, D. Gabriel de Ciscar, que habiendo fallecido en No ha lugar, por lo tanto, á los ensueños fabulosos do
le falte ñame, |)esca(to, tabaco y agnai'diente. A la muerte
Gibraltar, reposaban desde el 1829 en el cementerio católico Oriente, al hacer la maleta para Cádi/,, ni al arrellanarse en
del Corococo, hereda el mando de la tribu el mayor de sus
de a(|uella pla/.a, han sido feli/menle devueltos á su patria. un wagón de primera clase del l'erro-carril de Temblequa
hijos varones; si todavía no hubiese cumplido los veinte años,
En el numero próximo daremos amplios detalles sobre los ancianos nombran qiiiun regente la autoridad real hasta con rumbo á las lejanas posesiones de Asia.
este suceso, ilustrados con los dibujos cjue BOS ban re- que el joven líey pueda encargarse del Gobierno; y si el Co- Los peligros del viaje todavía purcccn algo tierra aden-
mitido. tro, porque gracias á la dificullad de comunicaciones cómo-
rococo muriese sin hijos varones, lo cual sucede rara vez,
por el gran número de mujeres que poseen, los mismos an- das y baratas, que ha habido hasta el dia, existen en el inte-
cianos pasan á otra familia la autoridad su])rema de la tribu. rior de España muchísimas personas de regular posición,
I S L A DE FER:NAiSrDO PÓO. (jue no han visto mas agua reunida que cuan<lo llueve , ó
La poligamia está en uso éntrelos indígenas de l'ernando cuando mas en el eslaníjue del Retiro ó en el mar del Iteal
Póo como en todos los pueblos do la parte central y meri- sitio de San Ildefonso.
vni. dional de África; cada hombre tiene tantas mujeres como Para tales gentes; eso de no verse la tierra les intimida
puede mantener; y como las mujeres, mas bien que compa- y cuatro ó seis meses de situación tan comprometida , supo-
Los indrgeuaa de Femando Póo habitan en chozas hechas ñeras, se consideran esclavas del hombre, no hay entre ellas nen en sus cálculos, veinticuatro tempestades , una por se-
de estacas y ramas y cnbíci'tas de tierra; un agujero sirve al reyertas ni ilispulas. Los matrimonios se celebran ajusfando mana, lo cual es muy bastante para d;ir escalofríos á ios que
mismo tiempo de puerta y ventana, y son tan bajas de techo delante de testigos lacantidaddetabaco, ñame, pólvora, etc., no saben nadar.
que apenas tíeíiejj cuatro pií-s de altura, j)or lo cual el entrar que el novio ha de dar por su futura al padre de ella; desimes En tos jjuertos se desvanece, ó disminuye á lo menos, la
en ellas es sumamente dilicil ó incómodo y exhalan un olor de lo cual la mujer jura guardar lidclidad alliombre y este ¡dea de tan formidables percances; allí se sabe que un nau-
feudo y nauseabundo. Como el hacer estas habitaciones no mantener y defender á la mujer. La poligamia es el mayor fragio en la segurísima carrera de Manila, es un aconteci-
les cuesta mucho trabajo, trasladan sus viviendas con la ma- obstáculo en África para la propagación del cristianismo; los miento poco común; se echa la cuenta, según la monzón, de
yor íacilidad de un punto á otro de la isla. Esto lo hacen de Feí liando Póo abrazarían seguramente todos nuestra re- la duiacion y dirección de cada uno de los vientos que bai|
PANORAMA UNIVERSAL. 111

de cjiípujar Ja iinvc, }• se iltduce jior último, yiiü mi Imeii ga , los de la Groenlandia, y hasta los de la Noruega y de lamente en la superticie de la tierra, lü» el siglo xvni el vid-
Capiíaii coDoce los desitírlos del OccéanotiUG va íi atravesar, la Suecia se pusieron en movimiento avanzando algún tanto can de Jorullo subió A una altura de 1,o80 metros en las
como nosotros los rincones de iiiieslro cuarto. hacia las regiones del Sur, Esos macizos y pesados vian- llanui-as de Méjico. También posee sus montañas volcánicas
¡A Dios la [>ocsía! |A Dios las iliisionea du los que suspi- dantes se estacionaron después en los desiertos arenales que el Vesubio, que brotan á veces de sus profundas concavi-
ran [lor lo muravilIoHO y exLvaonliiiario! se estienden entre el Asia y el Norte de Europa. Algunas dades. La isla de Santorío, que en 1810 se encontraba aun
El peiisarnionto, sin emliargo, iW. i]ai¡ va A cambiarse depeñas, las mas voluminosas, se ostentan allí, con sus flan- sumergida dcnlro del agua, ya en 1830 estaba á algunos
país, de gijnero de viili», y al{;iiiias veces de posición aoeial, cos desnudos y calva la frente como los j¡g;inles de la mito- pies de altura sobre el nivel de las mismas. Tiene la forma
contribuye casi Lanío coíiio la distancia que se traspone, ü logía. Otras mas ligeras rocas rodaron por la falda de los de un ]iico cscar[iado y se abre en la cima un cráter, del que
cit-Tta indiferencia por cuanto nos rodea, unida íi un secreto montes y se dis|iersaron por las llanuras de la Eurojia y la emanan torbellinos de vapores ieido-sulfnrosos. SlromlMili
afán de a|>urar antes del emhiirque lodos ar[uellos goces de Siberia. Los sabios las designan con el nombre <ie cnnít'ras ba salido del mismo modo del fondo del mar ¡ara ocupar un
que se presiente la iirivacinu futura. errantes, y el pueblo, en su lenguaje familiar, fñjos ¡wr/ii- iniesto entre las islas del Mediterráneo.
IngenioHa lia sido l:t idea de eslaldecer el puerto de Cá- f/íJ.í, por aquello de que, á semejanza de hijos estraviados, Asombrosas, tanto por sus fuerzas como por su magni^
dis como punto de reunión, casi general, de los (pie so diri- pertenecen á otras regiones y á otras razas dtferenlos de las tud, esas eruiiciones no pueden por su continuidad ser com-
gen á Filipinas, Cuba, Piierlo-Itico é islas de Fernando l'óo, que las circundan. ¿Cuándo se pusieron en camino? No se paradas con el regular movimiento imperceptible casi de las
porque esta sabe. Probablemente sería cu los tiempos i[ue el Océano partículas de arena. Enormes canteras de granito, masas de
lilanca doncella,.icoslada Septentrional so cstendia todavía liastji el corazón de unes- greda, espuestas en las cimas de las montañas á la ¡níluen-
Sobre la espuma del mar> Iro continente. Otras canteras han sido arrojadas violenla- cia del calor y del frió, de la lluvia y de la nieve, disuélve-
no se sabe qne baya negado á iiiiignn emiyi-anle el IJCSO de nientc y arrastradas entre enonnes témpanos y montes de se y se reducen á granos de arena. El viento , la borrasca,
despedida. nieve. Islotes de hielo se desprendieron de resullas de un los tórrenles, los llevan de valle en valle, los arrojan sobre
Llega el dia lijado, y ya están sobre la cubierta del bo- espantoso cataclismo de las cosías de la Scandinavia. El la coslji y amontonan en el Océano. Asf, de edad en edad,
cine dos mamas tic mediana edad, ti-es niñas c^isadcras , otro bori-aseosL» mar l'ué el ipie las trasportó .irrebatadas en sus las mas elevadas cimas son hechas pedazos y absorbidas por
pimpollo (jiii; liiice pinitos, una nube de uiiliiareti y emplea- corrienles; Ilutaron con i'umbo al Sur, acarreando sobre la mar. Allí, por su propio peso, y por la presión de las
dos, algún futuro comertiiinte y presente nioKO de tienda, sus robustos lomos etiormes rocas desgajadas do sus monta- aguas, se comprimen, forman nuevas rocas que no puede
dos criadas, una nodriza y una plaga de cluqnillos que em- ñas septentrionales. A esas islas les tocó zozobi'ar en pla- discernir el ojo del hombre, y que antes de mulares de años
piezan íi incomodar desde el primor momento. yas extranjeras, y derritiéndose al calor de otro clima, sus no lian de reaparecer fuera del agua. Bien se vé que si por
Complela el cuadro la llegada de dos fainas hencliidas iiidas masas anegaron el suelo. Esas emigraciones, que un lado el Océano se traga las montañas, estas en cambio
de soldados de artillería y cabos ile infantería , destinados íi se remoniau á unii época que no se puede lijar, no por eso se desquitan poco á poco, y por un insensible procedimieii-
los rejíiiiiientos de las islas que se se])ai-an alegremente de se ban i:on<duido. De año en año aun se ven canteras rodar lo, aunque seguro, llenan el Océano- Tal es el poder de las
Hu patria rasgueando In capacterislica bandurria. desde las alturas de las regiones glaciales en el Atlántico, ó cosas pequeñas en el universo. Poder sorprendente que se
Todo es moviinento y animación. abordar t¡ la embocadura ilel Sau Lorenzo. Si alguna vez nota sobre lodo en los depósitos que los ríos arrastran en
El Capitán y los pilotos están deseando levar para que se sobre los bancos de Terra-Nova fuese dable el que se queda- sus ondas. Esos depósitos vertidos al borde del Océano
marchen las personas qne lian acudido .'i denir ¡A Dios! á los se íi seco el fondo del mar, en él se liallarian rocas proce- constituyen las barras, Jiancos que inlei-ceplan el curso de
pasagonis, y para que estos mismos se mareen y tengan que dentes de Groenlandia. las mismas aguas <iuo los aeairearou. De ahí resultan las in-
buscar [lor fuerza sm respectivos camarotes, desembarazan- Otras rocas lian sido concebidas dentro del mar mismo. terceptaciones de las embutiduras del Illiin y del Danubio;
do el puente. Cuando se repara en la estructura de ciertas montañas, cu- y sabido os de que el Nilo, por medio de uu trabajo seme-
La maniobra empieza, la situación no puede prolongarse. yas cimas eslían coronadas de nievo y rodeadas de nubes, os jante, e s t o e s , por la acumulación de sus inontecítos do
tos llantos, los semi-desmayos, losataques de nervios y los eviilcute que fueron un tiempo preeipiladas al fondo del arena movediza, ba formado el Bajo-Egipto, á través de la
apretones de mano , aenmpañados de lánguidas miradas de Océano; esas canteras de granito que forman boy elevados cual lia sido preciso practicar un canal para volverse á re-
los verdaderainenle afecladus, sirven para diversión y luirla montes , en cuyas cadenas se alzan árboles jiganlescos don- unir al Medilerránen, En su embocadura es tan lento el
de los indiferentes; y algunos minutos después una fresca de las aves anidan. no eran en otros tiempos mas que gra- Mississipí y lan débil, que no puede en adelante sostener á
brisa iu)s de arena esparcidos en las profinuliflades de los mares. flote los inmensos vegetales procedentes de las lejanas re-
Pero las peripecias siguientes corresponden al viage, y Uállanse eíitremezcladas con una inmensa cantidad de con- giones do donde toma origen su curso. Esos despojos de los
bosques caen derribados al suelo; la arena y el fango llenan
encontrarán sulugar en otro articulo, si hay tiempo y liumor chas y mariscos, osamentas de pescado y otros fi-agmentos
para escribirle. pertenecientes .'i las capas de su cuna primitiva. Por otra sus intersticios, y allí, como en la embocadura de todí) gran-
OLABE. [«irle , anchurosos espacios, invisibles en la actualidad, fue- de rio, levántase nna tierra nueva. El Ganges, obrando en ma-
ron autiguameiile espuestos al airo y á la luz, alaviados de yor escala, iirccipltasc á lo lejos dentro del mar. Comoquiera
ESTUDIO una lujosa vegetación ; luego ha venido la mar á sumergir- que el agua dulce es mas ligera que la salada, sus manai_-
los en los abismos, por cuanto el Océano iníinito no es boy tiales corren algún tiempo por entre las amargas ondas del
sonitE lo (pie ayer fuó, pues cambió de ílsonnmta y de becbíu'a co- Océano; empero pronto dan con las rompientes que detie-
SL h ¿WIO DE LA MTüRALEZA mo lodas las cosas de la tierra, líl interior del globo está nen su depósito de fango y de arena, y á despecho de una
incesantemente en movimiento. Piedras fundidas en los hor- luertlsiraa marea se ba ido formando allí paulatinamente una
nillos subterráneos Huyen litpiidas del cráter de los volca- isla de.inas de i200 millas de longitud.
Á SU Jimrlre ¡a señm-a ihHit CoHrciieio»
Torres de l*plexí/i<í. nes, desparramándose en torrentes de arena , luego se soli-
KL AuTfln. difican y convierten en una capa de terreno fértil. n.
I.
Aun ahora las rocas mudan de silib poco n poco, efecto El movimiento de locomoción no se opera únicamcnle
Durante muebisimo tiempo se ha creído en la lije/.a é in- de iiucslros poderosos témpanos de bielo. Dicho movimien- por la acción del fuego y del agua. Sin el efecto de los vol-
nintabilidad de la tierra: esta cr<;encia constituyó por es- to verdad (^ que se opera do un modo lento, pero seguro. canes, sin la menor apareide convulsión , territorios de mi-
pacio de un periodo muy largo uno de los errores populares Las neveras de Grindehviild no [.rngrcsan mas (jue de 2;í jiiés llares do millas de ostensión cuadradas, le levantan y se
[uas arraigados. en un año; empero se ha podido notar que la de Unterbad deprimen, cambiando de este modo materiairaenle la faz
La apárenle calma en que parece postrada nueslra ma- se habia adelaidado cerca de 1,000 pies en el mismo espacio lie nuestro globo. Se ba dicho que hay pocos países que
ilru la tierra , es ilusoria. de tiempo. Las piedras llevadas sobre las crestas de las ne- permanezcan (vor mucho tiempo en reposo. Como solamente
-Nada iiay irmióvil en hi niituraleza. veras tiescienden tlesde IIL cumbre de Ins Alpes liasla su ba- Inglaterra cuenta Sfw temblores de tierra, es iácit coin]iren-
La luna gira en derredor de la tierra, la cual d su vez se, formando al ]dé de sus moiitaüas á manera ile murallas der que :'i cada inslanle se efecCúan aquí y allá conmociones
jíira en derredor del sol, el sol alrededor de otros gi-andcs elevadas y pintorescos grupos, que se alzan diseminados del mismo género imperceptibles á nuestros sentidos, pero
planetas, y el conjunto colectivo de lodos los cuerpos ce- por la llanura como otras tantas pirümides colosales de SUy- fáciles de hacer constar con el auxilio de los instrumentos
IcslCB en contorno del trono do Dios. nebcnge. de la ciencia. Los cambios á que aludimos son con todo de-
En su propia órbita, la tierra se agita también, y eslo Su sistema de locomoción no se asemeja á ningún olro, masiado considerables piíra poder .ser esplicados por las
se conoce sensiblemeiilc, de tiempo cu tiempo, hasta en siendí* lan misterioso que la ciencia humana no ba alcanzado conmociones locales. En casi todos los territorios de nues-
sus mismos cimientos, ])ori[ue por señales exleriores mani- aun á profundizarlo. tro globo puede observarse una sublevación, y una humilla-
liesla la vida que anima al vasto globo. Aerobias desprendi- Si bien las rocas descienden de esa conformidad por con- ción gradual y continua. La geología nos enseña que no es
dos de esferas lejanas é ¡grullas nos revelan el movimienln ducto de las neveras, efectúan con menos lentitud el movi- un hecho aecidcnlal por cnanto que ese movimiento miste-
que se opera en los espacios desconocidos á la imaginación niioutn inver,so , el de ascensión. Los mismos elementos en rioso tuvo siempre lugar, solo que por causa de su lentitud
del hombre. Las rocas vi.ijan lo mismo que los cuerpos ani- (]ue el vulgo no reconoce la violencia sino en la superiicie es muy difícil do notarse, del modo mismo que no es difícil
mados; no solo eso, sino que son las mas antiguas viajeras. del globo, obr.nn impetuosamente en sus recónditas entra- ir siguiendo la marcha de la a¡juja sobre la esfera de un re-
No se crea tampoco que las montañas permanezcan cons- ñas. Strabon y Panonio nos enseñan que 300 años antes de loj, y con todo, pasado cierto intervalo bien claramente
tantemente clavadas sobre su misma base, tii es el mar Jesucristo, el monte Mellion surgió sobre la Peninsida de distinguimos el camino que ha adelantado. Si le fuese dado
eternamente el mismo, Hiibrá como un millón de años que Trócenla, También retiere Ovidio en hermosos versos cómo al hombre recorrer lodo el espacio de una mirada , y si pu-
las rocas esperimenlaron mi sacudimiento y Irastorno en los se elevó una Srida colina de repente sobre un hermoso Ma- diese penetrar en las edades anlignaa como en los futuroa
hielos de las regiones polares. Los peñascales de Spitzber- no. A cada época se han visto rocas y collados erigirse súbi- siglos, veria nuestro continente alzarse y bajarse como las
212 E L MUNDO M I L I T A R .

frlgerante y abundoso rocío. En su vagabunda carrera seña-


lan de diferentes maneras su paso al deslizarse sobre la su-
perficie de los litjuidos espacios ; los unos solo la rizan leve
y graciosamente; otros, la imprimen profundos surcos ó
alzan henchidas olas, ocultando sus jiganles frentes en mer
üio de espesísimos torbellinos de blanquísima espuma.
• *" •• {Se continuará.)
PEDRO DE PUADO Y TORRES. '
I r. •

CURIOSIDADES.
C7ífl«í;)flftllaman los indo-chinoH á esc buque, cuyo di-
bujo, copiado de uno qué se cogió en las aguas de Tnrana,
nos ha sido enviado por nuestro corresponsal. La pesadez de
sus foimas da desdo luego ',i conocer la poca importancia de
sus cualidades marineras; y en electo, su destino es úni-
camente ir bordeando las costas y ser en cierto modo na
almacén flotante de enormes dimensiones. Los brillantes
colores de que suelen pintorretearlo, los ojos que algunos
ostentan en vez de mascaron, la liguru del reptil que atra-
vesado en lo alto de los palos sostiene con su cola l.as flámu-
las, bastarían, sin el paliellon imperial que tlola en la popa,
para revelar á primera vista la nacionalidad á que pertenece.

COnnESl'OKllEKCIA. !'A.nTlGl)l,A[l.
Sr. n. J. M. S.—¿ríríd^a. —noci- Sr. n. U. D.—;'íj/;iia (¿e Ma/(or-
blün su reincnn. C(t.—lli!CÍbullí Rii rriiii^an.
Sr. D. JI. íl.—rerj'iJÍ'.—Id. Sr. ll. I'", n.—Miado 'l'ormes.—
Sr. I). D. C.— CaatciCon.—lü. Iilnm.
Sr, D, A. C.^Mo»<>rca.—\i\, Sr. n. J. C. Q.—Fcrriii.—U.
Sr. D. .1.11, V.—Mcdimtdol Gam- Sr, D. E . V.—1*oiileviidra.—1ú.
• jifj.—líí, Sr. U. A. C — S . far-niindo.—lá..
Sr. 11.-31. S. ^l.—And!>jar.—lá. Sr. D. II. S.—íruji.—Id.
Sr. 0 . E. B.^C<iría//e7¡a.—M. Sr. Ü. Z. 1'. S.~JfrtAp».—Id.
¡ár. D. E A.—SílflOílifl.—Id. Sr. D. G. h.—hngrofío.—U.
Sr. D. A. C. — Can/pamenío del Sr. 0 . V. F . V.—lino».—M.
'ÍK SerraUa.—\ú. Sr. 0 . F . SV.—lluros de l'rdvia.
Sr. n. I'. M.—S. fcrJinndo.—Id. —Ídem.
Sr. D. F. M,—//«6((n(i.—Id. Sr. D. F . V.—Pamp¿ona.—Íá.
Sr. D. F. h. V.—Cartagena.—\CL. Sr. O. G. C.—f'if/aríci'íí.—1(1.
C h a m p a n c o c h i n c h i n o s p r e s n d o p o r n u e s t r . ) m n r l n n en Ine ngucie de T u r a n f i , Sr. D. I. H. | t . — S . Sebastian.— Sr. 1). V. S.-~Fcrro(.~lii.
incmiLiilo por nuestro corresponsal I), S. da Olahe.) Idcm. Sr. i). h.V.-Casas Viajas.—li.
Sr. I). 3. V. — Puer(o de Sania Sr. ¡i. B. i].— P<mpiana.—hl.
Haría.—Id. El Ádm., J . GAKDÍstniOí.
Algunas aldeas del Sur de la Suooia se encuentran en la
actualidad á 5(10 |»és mas próximas al náltíco que en tiempo
de LinneOf quien midió hahrá un siylo dicha distancia. Ese EL MUNDO M1LITAI\,
misterioso movíníiento del continente consta por testimo-
BALB TODOS LOS DOMLNGOS
nios [dstóricco , y de ello se ve la pruel>a evidente en varios
puntos de las costas de Noruega y de ínglatcrra.
La mar, como llevamos indicado, sufre oscilaciones de Con olijcl* (In ficiniar mnjni'ln nilijiiiilülnn <lc Míe pulillcnrrlon J
llar una jiniclin di; at;rniJe<InilDntn & lus xiiicliot >ii<crllDTCB que t\a
igual género. El fondo del Océano Pacifico se alza y baja •crin lia la Gactla lo htin liffhnnl MIIHDD, IB Dlreeüloii lin «llspuMia
^uc dcailG I.' ilcl ano cnrrlimle IOB ID n . «ii TGI do II •! ¡irccla ii
con regulari<lad. Lo mismo se repara en la costa de Chi- las no lUECrlIorcí i la Gacela Jfitílar.
le. De suerte que todo se mueve en derredor de la tierra, En EspoSai
sobre la tierra y en las entrañas de la tierra. ¡Por ventu- Para lor tUMcrlloTit i la GIOKTX
Mii.iTiiii. Para toi no iiucrltorct.
ra el sol no es por sí solo una causa de movimiento per-
I mes, . . . H rentes. I moa. . . . 10 realei.
pútuo? Desde el seno del Océano suspende las aguas por 3 1(1. . . . 31 3 1(1. . . . SO
los aires para c|ue rieguen luego amljos mundos. Las nubes 6 iit. . . . M a iil. . . . B7
I orlo as i ano.... ÍDO
que trasportan diclias aguas de región en región , viajan ba- En la Habana y Pucrto-Ríao.
jo toda suerte de formas capricbosas y fantásticas. A veces 0 tucscí {00 runlet,
se ofrecen á los ojos del observador desplegadas en la bóve- 1 ano lan
C ü s t u m b r s e del c a m p a m e n t o : la a a n t i n s r a . En Filipinas y el extraojero.
ÍRcmitldo por oaestro correaponsal D. H. M. Jiménez.) da coleste á guisa de regios mantos de oro y púrpura ; mas
D mCMK *K realai.
allá, se alzan cual jígantescos edificios y góticos templos; ) uno too
olas del mar, bajo el impulso de la tempestad. Toda la eos aquí, inundan los montes Lrasformúndose en liquiíios tor- S(!»iiurlLiccnMnilrli]t!nla AilmliilBli'.iclan,cn1lB dn Biui aernnnU-
nn.nrtrn. 7 ; y nn Ine lllinjrlíia ile Muro, l'ilfirln ilel Sul; Duran, callo
ta del Asia menor, desde Tyro hasta Alejandría, se ha ido rentes; mas allá riegan los desecados valles con una ligera lie In Viuiiirin ; KaUlH-llailllcre , cnllodel ITIncipo; ¿ p p M , ealtedot
eürinfii, y l^'ninetiitl, pliiiiiRU ik t'oiilcjoii.
hundiendo desde fines del romano Imperio. Por el contra- lluvia equivalente á un generoso y beneficioso roclo ; ora se Kii firiiviricins cu cain dn los Srci. tiulillílailoa dn loa cuerpo*, j en
la» <IÍ: toa cnrr<»|iiin!nluB dii la Cácela ItílHitr.
río , la Rusia septentrional es la que se ha ido elevando mas condensan en una nubo cristalina, ora se convierten en go- MUTA. V.n pruvliiclaa na au nilnille EiiBcricion par menot da Irc»
mnKt,
y mas sobre el nivel deJ Océano glacial, en la tpie se halla- tas de rocío, diáfanas como perlas. Y maguer lo caprichoso OTU*. KO II! ¡arilrfi stiscriclon nigiinu, lilcn <OD iincliadlroclaineji-
to, lilcn pur nifldiu do los corresiionanleí, t cuya avIio na lo ocampD-
ba anegada desde la época en que criaba sus Jigantescos que parece el cometido de las nubes, no por eso deja cada ÜD vi importe.

mamonths, que so encuentran allá conservados en unos hie- una délas regiones del globo de recibir durante el año su Loi números ÍUDIIO» ao venderán fi 4 rc.ilca.

los eternos, para proveer al alimento de inlinito número de parte de beneficio.


criaturas hambrientas, y regalar al mundo minas extraordi- Cada rio llena su ítlveo, cada náyade sa concha. ¡ Y qué RE&AL32 k IOS i:aCCP.IT0:^E3.
Un ninitiiiilr.0 miigia ilc arnn tninaHu dul iuipRrlu ile Murruncoa , c t -
narias de marfil. Cerca de Puzzoia existen los restos ruino- viajeros tan aetivos no son los vientos! Nosotros los oimos lampado cu pnpcl du iiipurlar CIUBU , fl lodas los itiia to siiicríliun. en
loa mrses ila iliniombru y unnro.
sos de un templo egipcio consagrado al Dios Serapis , y cu- zumljar y sUhar, pero ni sabemos decir do dónde vienen ni Slurnprc i|)Ja lascIrcunsLDiKlnHy olijaloa lorcuiiiuroa , lo darln oti
liaJnB BuelLns pliinoa y nmetiilloBii Iñmlnaa lilORrntlndntá colorci.
ya antigua magnilicencia aun atestiguan tres hermosisimas á dónde van ; alegre vida traen esos peregrinos de los espa- El ni'imero l.'anljd ul illa l.t da tinvlumliro.
columnas que han iiuedado de pié. Venecía , la ciudad ve- cios etéreos; ya van ahuyentando á las nubes do oro de la NOTA I M P O R T A N T E .
nerable de los Dusc se va humillando de cada vez mas l.nsaiiFcriílonni aa Ginpüiarin ¡I eontnrdiíiile *l din 13 de novIoM-
bóveda cerúlea, ya juguetean con las copas de los jígantes- liro,y i-^dn BÜIB maii'i BO rurmurit un loma, parn lo cual le Tapar-
y mas, como p.ira ocultar su vergüenza y su infortunio en cos. pinares de las regiones septentrionales; imprimen fan- IfrA 11 un liiiulla fiiliLerln.
LoaaGnuri^aaiKi^rlIoro.iquD hayan pnifndo linstn fin da enera ú r 3 -
el seno del Adriático. En otros diversos puntos de Italia se tásticas ondulaciones ít las grandes siluetas ; despiertan los lOTí du ít r s . , au las nlioiuiri lo illfaruritia ile loa 3 rs. de enere
por» el IriniBatte Ininedlnto.
notan huellas de alteraciones análogas, como asimismo en adormidos ecos y recogen los balsámicos perfumes de las La> niicvuB aaflares lu.ioHlorca que no lo aann d In Gacela y qua
lo Teriliqíien con Ui condlclnnea cUailna mas arrllin , piBorln 19 realoa
Francia é Inglaterra. En Suecia también se han hecho ob- lloridas campiñas y odoríferos prados. Hoy liarán ondular porlaamcaes ile novlurnlire y ilícicmlire, y 10 ileadu ouero p r í i l m o .
servaciones muy curiosas en este sentido. Los sií)ios de como alas del mar los campos sembrados de doradas mic- Por lodo lo no Itrmndo. el Su crol» rio. D. PniriciBoo MíniNA-VEYT!*.

Seandinavia, por ejemplo , han demostrado que al Norte de ses; mañana se deslizarán por entre los árboles fruíales 6 Dirrclnr y i)ru[ilülarii>, D . M . P E R E I DE CASTRO.
la provincia de Scanié, el territorio de la Suecia se elevaba arrebatai'án las hojas de las agostadas florestas. En los calu- Edifiir rüspoiisablc, ¡>. Jaciiilo Rodríguez.
de 3 á 5 pies por cada siglo, mientras que al Sur de esa mis- rosos dias del estío batiaránse los vientos en la humedad del
Madrid: I m p . ; LiloeTalla militar del A T L A S , á carso do J . Húitrlsaei*
ma línea se humilla en proporción. Océano, regalando después 6 la tierra desecada con un re- calle de San DernardiM, nüm. 7.

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