Está en la página 1de 1

ÉTICA DE HABERMAS

Una ética dialógica y precidimental


Contexto
Jürgen Habermas nació en 1929 en Düsseldorf. Durante su juventud, vivió la opresión del régimen
nazi y la Segunda Guerra Mundial. Estudió filosofía, sociología, historia y psicología en la
Universidad de Gotinga y más tarde se convirtió en discípulo de Theodor Adorno en la Escuela de
Frankfurt. Su obra se desarrolla en el marco del capitalismo avanzado y en el contexto socipolítico
y cultural posterior a la Segunda Guerra Mundial. Heredero de la Escuela de Frankfurt, Habermas
efectuará un análisis crítico del mundo actual. Sus principales influencias son Adorno, Horkhaimer,
Kant, Marx y Freud. Sus obras más destacadas son: "Conocimiento e interés" (1968) y "Teoría de
la acción comunicativa" (1981).
Ética
La ética de Habermas se basa en la idea de una racionalidad discursiva basada en el diálogo y los
procedimientos racionales de argumentación. Si su ética se basa en el discurso es porque otorga un
papel fundamental al lenguaje, que es anterior al individuo y es utilizado para orientar el
entendimiento y recomponer la comunicación en situaciones de incomunicación y violencia.
La ética de Habermas busca consenso y huir del dogmantismo y el relativismo. Su enfoque ético se
asemeja al método científico, buscando contenidos contingentes con pretensión de
universalidad.En la ética dialógica de Habermas, no hay evidencias concluyentes ni argumentos
definitivos. La calidad del procedimiento utilizado para alcanzar consensos es lo que fundamenta la
expectativa de disponer de las mejores razones en el discurso.
La ética dialógica se origina en la diversidad de comunidades sociales con culturas y normas
morales diferentes. Para lograr acuerdos sobre normas morales, se requiere que las personas
adopten una actitud crítica hacia las conductas y normas vigentes en su comunidad,
proporcionando razones y escuchando las razones de los demás en condiciones de igualdad.
La ética dialógica de Habermas es universalista pero sensible a las diferencias. No impone
contenidos morales universales de manera dogmática, sino que se basa en procedimientos
universales que involucran a personas con diferentes puntos de vista.
La ética dialógica se fundamenta en valores como la igualdad de todos los seres humanos y la
imparcialidad. La moralidad es esencial para la sociabilidad humana y requiere la consideración
imparcial de todos los participantes en el diálogo.
Según Habermas, las acciones comunicativas no se limitan a alcanzar objetivos, sino que coordinan
los proyectos de acción de las personas a través de actos de comprensión. Esto implica que
podemos entendernos y coincidir en nuestros proyectos vitales.

En resumen, la ética de Habermas se basa en la razón dialógica y procedimental. Promueve la


inclusión, la igualdad y la imparcialidad, y busca normas morales universales aceptadas por un
público amplio. El lenguaje desempeña un papel central en su teoría, siendo fundamental para el
entendimiento y la recomposición de la comunicación.

También podría gustarte