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Bibliografía:
Goldfarb, Ruth. En Fernández Moya, Jorge y colaboradores. “En busca de resultados, una introducción
a las Terapias Sistémicas. III Edición. Tomo I. Capítulo 7. Editorial Universidad delAconcagua. Mendoza.
2010.
Cuando la consulta la realiza una persona, una pareja, una familia y/o una organización (escuelas,
juzgados, trabajos, etc.)
Bibliografía
Fernández Moya, Jorge y colaboradores. “En busca de resultados, una introducción a las Terapias
Sistémicas”. III Edición. Tomo I. Capítulo 12. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
Concepto. Discriminación self – objeto. Murray Bowen y la teoría de los sistemas familiares. Salvador
Minuchin y la teoría familiar estructural. Patología de las fronteras, de las alianzas, de los triángulos y de las
jerarquías. Crisis evolutivas normales no resueltas.
Bibliografía
Sabah, Beatriz. En Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, una introducción a las Terapias
Sistémicas. III Edición. Capítulo 11. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
Velazquez Herrera Florencia
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La familia como matriz de identidad. Concepto de estructura, límites, holones o subsistemas, mapas,
reglas, desarrollo, evolución. Características de la familia según ciclo vital. Espontaneidad del terapeuta,
coparticipación, planificación y cambio. Cuestionando del síntoma, de la estructura y/o de la realidad.
Bibliografía:
Sabah, Beatriz. En Fernández Moya, Jorge y colaboradores. “En busca de resultados, modelos clínicos
de abordaje”. III Edición. Tomo II. Capítulo 17. Editorial Universidad del Aconcagua. Mendoza. 2010.
Definición. El modelo MRI. Supuestos básicos. Formación de problemas (más de lo mismo, terribles
simplificaciones, síndrome de utopía, paradojas). Cómo se resuelven los problemas (cambio de primer y
segundo orden). Los conceptos centrales de la propuesta del MRI. Maniobrabilidad. Motivación. El marco
del tratamiento. La postura del paciente. El consultante y su contexto. Elección del sistema para trabajar. La
primera entrevista. Las entrevistas de proceso.
Bibliografía:
Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, modelos clínicos de abordaje”. III Edición. Tomo II.
Capítulo 13. Editorial Universidad del Aconcagua. Mendoza. 2010.
Fernández Moya, Jorge. “Después de la pérdida. Una propuesta terapéutica para el abordaje de los
duelos”. 2º Edición. Editorial Universidad del Aconcagua. Mendoza. 2012.
El modelo de la Terapia centrada en soluciones. Origen. Criterios para construir metas. Guía para
elecciones terapéuticas. Caminos para construir soluciones.
Bibliografía
Fernández Moya, Jorge y colaboradores. “En busca de resultados, modelos clínicos de abordaje”. III
Edición. Tomo II. Capítulos 15 y 19. Editorial Universidad del Aconcagua. Mendoza. 2010.
Los modelos más empleados. Los fundamentos básicos de cada uno. Las semejanzas y las diferencias.
Las ventajas y las desventajas de los distintos modelos. Porqué y para qué establecer las diferencias.
Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, modelos clínicos de abordaje”. III Edición. Tomo II.
Capítulo 21. Editorial Universidad del Aconcagua. Mendoza. 2010.
Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, Modelos clínicos de abordaje”. Capítulos 14. Tomo
II. III Edición. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
Unidad 2: Intervenciones o maniobras de la Terapia Estructural.
Bibliografía:
Fernández Moya, Jorge y Sabah, Beatriz. “En busca de resultados, Modelos clínicos de abordaje”.
Capítulos 18. Tomo II. III Edición. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
Unidad 3: Intervenciones de la Terapia centrada en soluciones.
Bibliografía:
Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, Modelos clínicos de abordaje”. Capítulos 16. Tomo
II. III Edición. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
Unidad 4: Intervenciones de la Terapia narrativa.
Bibliografía:
Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, Modelos clínicos de abordaje”. Capítulos 20. Tomo
II. III Edición. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
Unidad 5: Resultados y Ética.
Resultados en psicoterapia. ¿Por qué? ¿Para qué? Síntesis. La ética. Criterios para una teoría de la
terapia. Ética y responsabilidad. Los derechos de los pacientes en psicoterapia.
Bibliografía:
Fernández Moya, Jorge. “En busca de resultados, Modelos clínicos de abordaje”. Capítulos 24 y 25.
Tomo II. III Edición. Editorial UDA. Mendoza. 2010.
La Familia
Definición de Familia.
“La familia es un sistema organizado cuyos miembros unidos por relaciones de alianza y/o
consanguinidad sustentan un modo peculiar y compartido de leer y ordenar la realidad, utilizando
información de adentro y fuera del sistema y la experiencia actual-histórica de cada uno de sus
miembros”.
La diferencia entre familia funcional y disfuncional se advierte cuando de hace foco en:
Virginia Satir afirma que las familias que funcionan bien resuelven los problemas con diverso grado de
éxito, evitan paralizar o fijar sus procesos interacciónales. Los conflictos ejercen un efecto positivo, ya que
estimulan los cambios de desarrollo necesarios. No hace falta un chivo emisario que con sus síntomas resulte
el portavoz denunciante de la disfunción existente. John Weakland, refiere que son aquellas capaces de
abandonar las conductas que les han resultado ineficaces, y formularse creativamente nuevas estrategias,
registrar y aprender del fracaso. En una familia funcional, la estabilidad y la flexibilidad están equilibradas y
tienen que ser constantemente renegociables.
Tres esferas de tereas en las cuales una familia funcional tiene la posibilidad de funcionar con eficacia:
Virginia Satir propuso algunas reglas de comunicación que garantizan la funcionalidad de la familia:
Tipos de familias.
En todos los sistemas, por lo tanto en todas las familias, se lleva a cabo un intercambio constante de
mensajes relacionales, que tienden a mantener una cierta estabilidad, constancia y permanencia por lo tanto
es probable que pueda caracterizarse una familia por las acciones o maniobras que emplea, para definir la
relación. Jackson clasifico a las familias o las relaciones de estas en cuatro tipos sobre la base de las cuales
son las transacciones empleadas para definir la naturaleza de la relación. Estas cuatro categorías son:
Una relación satisfactoria estable: puede definirse como una relación en la que ambas partes llegan al
acuerdo explícito de que una o la otra controla la relación o áreas de la relación. Se dice que una persona
controla la relación cuando es la que inicia la acción, decide que acción ha de iniciarse o establece que
áreas de la relación serán controladas por la otra persona.
Una relación satisfactoria inestable: aparece cuando dos personas definen su relación durante un
periodo en que las fuerzas internas y externas propician o estabilizan un periodo de inestabilidad y el
acuerdo se establece, considerando esta falta de estabilidad. Estos periodos son lo bastante frecuentes
como para que la relación sea inestable, a pesar de lo cual, los periodos estables son satisfactorios para
ambas partes. Es una característica de cualquier relación nueva o modificada ya que las partes deben
definirla progresivamente hasta llegar a una definición compartida de la relación.
Una relación insatisfactoria inestable no se llega a un acuerdo implícito-explicito acerca de quién
controla la relación o que áreas dentro de ella. Se caracteriza por la necesidad de redefinir la relación en
cuanto se llega a definirla, de modo que los periodos estables son breves y los inestables prolongados.
Una relación insatisfactoria estable: las partes han acordado no discutir sobre quien está a cargo de la
relación, no se atreven a expresar su insatisfacción con respecto a la relación, ni a reconoces esas señales
en la otra parte. La relación es estable porque los problemas que podrían hacerla inestable se evitan y es
insatisfactoria porque muy poco es lo que se da o se recibe. Se trata de una relación retraída y distante.
Según el modelo circumplejo de Olson: son tres dimensiones de la conducta familiar que surgieron para
describir la dinámica familiar.
ö Familia de Pas de Deux: familia con la emancipación de algunos hijos o por el fallecimiento, también
matrimonio sin hijos en las últimas etapas de la vida o hermanos solos. Llevan una vida en la que la
dependencia de cada uno de ellos respecto del otro es sumamente intensa.
ö De tres generaciones: constitución por la existencia de abuelos, padres y nietos o por la inclusión de tíos.
ö Con soporte: cuando los padres salen a trabajar y permanecen muchas horas fuera de la casa, es preciso
delegar autoridad, por ejemplo: pedirle a un hijo que en ausencia de sus padres se haga cargo.
ö Acordeón: cuando uno de los progenitores permanece alejado del hogar por lapsos prolongados de
tiempo. La familia crea y mantiene, un doble juego de reglas según esté o no incorporado ese miembro.
ö Cambiantes: aquellas familias que pierden el sistema de apoyo del contexto amplio el cual desarrollan su
vida diaria. Por ejemplo cambian constantemente de domicilio.
ö Huéspedes: cuando los sistemas judiciales de asistencia a menores permiten que un niño pase a formar
parte de una familia para su cuidado, durante un determinado periodo, el niño es un miembro temporario,
como también la familia adquiere una estructura temporal. Otro caso un estudiante de intercambio.
ö Con padrastro o madrastra: un padre adoptivo puede no integrarse a la nueva familia con un
compromiso pleno o la unidad original puede mantenerlo en una posición periférica.
ö Con un fantasma: la familia que ha sufrido una muerte o un abandono puede tropezar con problemas
para reasignar las tareas del miembro que falta. Se trata en familias en transición.
ö Familia psicosomática: uno de sus miembros puede presentar un desorden primario como disfunción
biológica (diabetes, asma, etc.) El componente psicosomático radica en la irritación emocional del
síntoma ya existente. En cambio se trata de un desorden secundario cuando no es posible demostrar una
disfunción desde la predisposición física. El elemento psicosomático aparece por la transformación de
conflictos emocionales en síntomas somáticos.
ö Familias descontroladas: cuando no se pueden aceptar las diferencias o la autoridad, no se respetan las
reglas y la tolerancia es mínima, no se hace experiencia del compromiso, pueden manifestarse en los
hijos como trastornos de conducta y en la pareja como maltrato en cualquiera de sus formas.
Los cambios en los sistemas familiares pueden ser: estructurales (familias extensas a nuclear);
evolutivos (de familia nuclear a uniparental); o conductuales (crisis adolescentes)
La adaptabilidad de una familia depende de su capacidad para crear un equilibrio flexible entre una
situación excesivamente cambiante que se traduce en sistemas caóticos y una situación excesivamente estable
que se presenta como sistemas rígidos.
La funcionalidad familiar se define por la manera en que la familia se adapta a los cambios.
La comunicación es matriz de la organización y por ende hace la estructura de un sistema. Por lo tanto
es facilitadora de las posibilidades de cambio y de aceptación al medio.
ö El periodo de galanteo
homeostasis es la combinación de dos tendencias propias de los sistemas que resultan necesarias para la
supervivencia. Se trata de la tendencia a mantenerse en un estado estacionario, al mismo que se plantea de
manera complementaria la tendencia a la transformación o cambio, lo que hace al equilibrio del sistema. Es
el estado interno relativamente constante de un sistema que se mantiene mediante la autoregulación, en otras
palabras es, cambio relativamente constante del sistema.
Crisis familiares.
Llamamos crisis a una situación de cambio inminente, una situación que se encuentra en un punto, en
una instancia en la cual el cambio es inevitable, y que dependiendo de cómo transcurran los acontecimientos,
se podrá mejorar o empeorar la situación original.
Pittman III: cada crisis es única, se puede agrupar en categorías, basadas en la naturaleza del estrés:
ö Crisis de cuidado
ö Crisis estructurales: familias con un miembro alcohólico, violento, adúltero. Que siempre amenaza al
sistema. Estas familias funcionan de esta manera de vez en cuando, en respuesta a misteriosas fuerzas.
La familia es un elemento activo, que nunca permanece estacionario, sino que va pasando de una
forma inferior a otro superior a medida que la sociedad va evolucionando.
Morgan reconstituyendo llagó a concluir que existió un estado primitivo de promiscuidad sexual en el
cual cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombre y todos los hombres pertenecían igualmente a
todas las mujeres. La humanidad salió del estado de promiscuidad en una época muy temprana y atravesó 4
estadios antes de llegar a la familia monogámica.
ö La familia consanguínea: el matrimonio se producía entre hermanos y hermanas, todos los que
pertenecían a la misma generación eran, por eso, esposos y esposas. Quedaban excluidos ascendientes y
descendientes. (salvajismo)
ö La familia punalua: hermanas (incluidas primas hasta de 3º) eran esposas de un grupo de
hermanos, todos se llamaban hermanos: punalua, “compañero íntimo”. Luego la prohibición del comercio
sexual entre hermanos. A partir de acá nació la gens, se constituía por un grupo cerrado de parientes
consanguíneos por línea materna que no podían casarse unos con otros. (salvajismo)
ö La familia sindiásmica: el hombre tenía una mujer principal y era para ella el esposo principal,
pero sin cohabitación exclusiva. Aparecen entre el límite del salvajismo (apropiación de elementos de la
naturaleza ya hechos) y la barbarie (aparece la ganadería y la agricultura; aprenden a producir a partir de la
naturaleza). La descendencia se contaba por línea femenina, ya que no había exclusividad no se podía
determinar el padre. Al hombre le correspondía brindar los alimentos y los instrumentos de trabajo.
A medida que aumentaba la producción de bienes, nació la idea de riqueza y el deseo de heredarlo. Al
hombre le daba una posición mayor. Entonces nació el derecho paterno, el hombre necesitaba asegurarse de
la paternidad para poder transmitir los bienes y con esto perdían el derecho inmemorial de poseer a todas las
mujeres. La mujer se vio degradada, convertida en servidora, esclava de lujuria.
Fines del siglo 18, principios del 19 aparece la familia como un acuerdo entre hombre y mujer. Emerge
la elección de la pareja y el sentimiento como valor social, nace el amor romántico. El amor y el sexo
tomaron rumbos diferentes. El oleaje de sentimientos se produjo en tres áreas: el amor romántico, el amor
materno y la domesticidad. Sigue siendo productora y reproductora, con vínculo indisoluble, características
patriarcales. Ahora se privilegia el bienestar afectivo y material de los hijos. La idea de la familia como
unidad y como unida se convierte en un valor principal.
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Otros cambios más adelante fueron: flexibilidad en los roles, los hombres participan en la crianza de
los hijos, las madres salen a trabajar; ahora el valor, la dicha esta en el desarrollo y crecimiento personal de
todos los miembros. Desdibujamiento de los límites generacionales, generando acercamiento peligroso entre
padre e hijos.
Debemos considerar:
ö Familia de origen: la familia en la que han crecido y se han educado cada uno de los miembros.
ö Familia adoptante
ö Familias uniparentales
ö Familia homosexual.
ö Familias mixtas: profesan diferentes religiones, son de distintas razas, o diferentes ambientes
sociales.
FAMILIA DISFUNCIONAL
La familia disfuncional tiene serias dificultades para resolver problemas. Sus procesos interaccionales
se encuentran paralizados y fijos. Se sitúa los problemas existentes en un individuo. Se evitan los conflictos.
Se niega que exista problema alguno. Repiten estrategias de resolución de conflictos que resultan ineficaces.
Culpan a alguien. De esta manera dichos conflictos no estimulan el desarrollo y la transformación de la
familia, sino su rigidez y poca capacidad de cambio. Se observa con regularidad un desdibujamiento de las
fronteras generacionales, la suspensión de la organización jerárquica y la formación de una triangulación
patológica. Alteración comunicativa. Los síntomas son reacción de un organismo (sistema sometido a
tensión). Estabilizan a la familia y denuncian su disfunción.
Discriminación self-objeto.
Concepto de identidad: en el transcurso del desarrollo vital de cada persona, se formula un concepto de
self (sí mismo) que posibilita diferenciar la identidad de los individuos y la propia autonomía.
El self se definiría, en este sentido, como el conjunto de todas las ideas y percepciones del propio ser,
producidas en el transcurso del desarrollo individual, e integradas relativamente en un todo funcional que se
percibe como tal.
Murray habla de la masa indiferenciada perceptible entre el self y el objeto y menciona que la identidad
de un individuo se suprime, en pro de evitar un conflicto colectivo.
Minuchin se refiere al apego excesivo (dificultad para definir roles y funciones e incapacidad para
estructurar sus relaciones.) y al desapego excesivo familiar excesivo (marcando aislamiento entre los
miembros de la familia, carencia de una estructura jerárquica y una demarcación demasiado fuerte de los
limites individuales).
Elaboro y reformulo ocho conceptos separados que incorporó en una teoría familiar. Define a la
enfermedad como un desorden del sistema emocional. Algunos de los conceptos son:
ö Diferenciación del self: implica que la conducta está determinada por el sistema intelectual.
ö Triángulos los sistemas de dos personas en momentos de estrés se hace inestables y la tendencia es
intentar incorporar una tercera persona.
ö El corte emocional, tienen que ver con la relación entre la pareja y sus familiares de origen.
La teoría se basa en una serie de premisas y de prioridades conceptuales claramente definidas. Son tres
supuestos principales.
El hombre no es el amo de su propio destino, opera dentro de un contexto social, y es el contexto el que
define las restricciones dentro de las que la conducta individual debe existir.
La vida psíquica del individuo no es enteramente un proceso interno. En lugar de ello, hay una
integración sin fin entre individuo y contexto.
ö características organizacionales: como se organizan los sub-sistemas, estos no solo son definidos por
sus miembros sino también por su función. Además los limites que protegen la diferenciación del
sistema. La organización se afirma sobre la libertad de cada subsistema de la interferencia de otros
subsistemas.
ö el modelado de las transacciones a través del tiempo como una medida del desarrollo interno del
sistema
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ö la respuesta del sistema al estrés: dos intentos de adaptación, una que lleva al encaje, la otra al
aumento de rigidez. El énfasis esta puesto sobre las partes que encajan juntas en un modelo
organizacional particular. Lo patológico es en aquellas familias que frente al estrés incrementan
rigidez de sus pautas de transacción y de sus fronteras y evitan explorar alternativas, o son renuentes a
hacerlo.
Patologías
ö De las fronteras: Las perturbaciones en los sistemas se generan cuando las conductas de fronteras de
quienes participan en los subsistemas se vuelven inadecuadamente rígidas o débiles y de este modo,
estorban un intercambio de información con los sistemas circundantes.
ö Patología de alianza: puede definirse a las alianzas como una desviación de conflictos o designaciones
del chivo expiatorio y coaliciones intergeneracionales inadecuadas. Ejemplo, los padres que manifiestan
ausencia de conflicto entre ellos, pero están unidos contra un hijo o subsistema.
triangulación (dos progenitores en conflicto intentan ganar apoyo o simpatía del hijo contra el
otro)
las tríadas desviadoras (los padres tomas al hijo como chivo emisario, los padres se asocian para
gobernarlo)
Presiones evolutivas contemporáneas: detectar puntos de inestabilidad porque son momentos en los que
las reglas estructurales de la familia no se sostienen. “Las fluctuaciones creadas por las presiones
evolutivas pueden dar lugar a un estado disipante, que es formado y mantenido por condiciones de falta
de equilibrio conducentes a una nueva estructuras”. Cuando surge el síntoma, esta familia queda atascada
y organizada en torno al síntoma, de modo tal que los miembros de la familia no pueden satisfacer las
necesidades de su propio desarrollo. La importancia de la primera dimensión es que la misma le informa
al terapeuta sobre las tareas de desarrollo con las que las familias están luchando con este conocimiento.
El terapeuta puede diseñar y conducir el tratamiento necesario para ayudar a la familia a lograr sus metas
evolutivas.
La historia: del sistema, los antecedentes individuales y familiares que pueden aportar una información
esencial respecto de las opciones para la terapia. Procura comprender la historia del problema
presentando las medidas que ha tomado la familia para tratar de resolverlo, la intervención presente y las
pasadas y las condiciones orgánicas y clínicas.
El proceso: la búsqueda de patrones de interacción en el sistema. Hay dos tipos de patrones: los que el
terapeuta ve operar dentro del sistema y los propios patrones de respuestas del terapeuta. Los primeros
consisten en patrones tales como la intrincación o la dispersión del conflicto, que el terapeuta observa.
Los segundos incluyen el ámbito más complejo de las respuestas subjetivas del propio terapueta, tanto al
intervenir en el sistema como al distanciarse de este. También debe evaluar la influencia que tiene sobre
su propio contexto profesional y familiar.
Mientras el terapeuta escucha cuáles, evalúan múltiples situaciones. Al mismo tiempo que reconocen
las características más destacadas de los participantes, los circuitos que mantienen el “problema”, el nivel de
motivación de cada uno de ellos, las características de la atención de los más motivados (estilo y proceso de
elaboración), también de manera simultánea reconocen la “gravedad” del “motivo de consulta”.
La/s persona/s con motivación para consultar por sí misma o por otro las reconocemos como
consultantes. Cuando están preocupados por los inconvenientes, la conducta o el estado de otra persona
miembro de la familia o no, a dicho sujeto lo llamaremos paciente identificado.
En muchos casos todos se encuentran preocupados por un mismo motivo, tienen una preocupación
definida y descripta de manera compartida pero es muy frecuente, sobre todo cuando la consulta es por niños,
por púberes o por adolecentes que nos encontremos ante dos problemas diferentes, uno, el definido por los
adultos y otro, el que define el adolescente.
Cuando una persona desea realizar una consulta es conveniente obtener información que además de sus
datos, tales como: apellido y nombre, edad, sexo, estado civil, domicilio, con quien o quienes convive, nivel
de educación alcanzado y actividad que realiza. Nos permite saber que la consulta se realiza por propia
iniciativa, o bien por consejo de familiares o amigos y/o ha sido un profesional quien realizó la derivación.
¿Quién llamó para pedir la entrevista?, ¿quiénes son citados?, ¿quiénes concurren a la entrevista? Son
preguntas con las cuales podemos conocer quién es la persona con mayor motivación, o preocupación por la
solución del problema. Con la información obtenida en la pre-entrevista, nos encontramos en mejores
condiciones, y más preparados para iniciar el primer contacto con quienes asistan a la consulta.
Al conocer la edad de los miembros que la componen, podremos identificar cuál ha sido la última crisis
evolutiva por la que han atravesado, y cómo ha sido resuelta. Al identificar las edades podremos suponer en
qué etapa de la socialización de los hijos se encuentra la familia, al advertir el género y la distribución en la
fratría podremos pensar en algunas características de la relación entre los miembros.
La entrevista inicial.
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HALEY propone algunas etapas por las que debería atravesar una primera entrevista para que el
proceso resulte completo:
Etapa social
Etapa de planteo del problema
Etapa de las interacciones de los consultantes
Etapa en la cual se definen los cambios deseados
Etapa de cierre
Etapa de conclusiones
Para FISH el objetivo principal de esta primera entrevista consiste en la colección de una completa y
adecuada información sobre los factores que resultan esenciales para comprender cómo funciona el sistema
del consultante. Debemos recabar información sobre:
¿Cuál es el problema
La naturaleza de la enfermedad o problema
¿Cómo se está intentando solucionar dicho problema?
¿Cuáles son los objetivos mínimos del consultante?
¿Cuál es la actitud y lenguaje del mismo?
¿Cuáles son los valores, las creencias y la cultura del/los consultante/s y/o del paciente?
La información debe ser descriptiva de las conductas, de manera que se pueda realizar una evaluación
conductual, para establecer con la mayor precisión posible y de manera consensuada en qué contextos, ante
qué situaciones, a partir de qué estímulos, con qué intensidad de éstos, con qué frecuencia se presentan, qué
tipos de conductas (motoras, fisiológicas y cognitivas), relacionadas con qué otras variables del organismo y
cuáles son los cambios que pueden ocurrir en todas las oportunidades en que se presentan.
A todos los conocimientos sobre los consultantes y sus problemas, sobre los recursos y sus
potencialidades los podemos incluir en la evaluación o diagnóstico. Necesitamos ser mucho más que el
nombre de una enfermedad (diagnóstico etiológico) para definir el “problema” y contribuir a su resolución.
La evaluación o diagnóstico debe ser siempre el resultado de un proceso.
ZEIGG postula que la palabra diagnóstico le resulta peyorativa, ya que le infiere la presencia de una
patología y/o debilidad; en cambio el término “evaluación” es más amplio, pues incluye tanto los puntos
fuertes como débiles.
CASABIANCA refiere que entiende el diagnóstico como una herramienta evaluativa del operador, que
es dable utilizar en distintos momentos del proceso de cambio terapéutico. El diagnóstico son hipótesis que
construyen entre el terapeuta y paciente/consultante, a partir de datos aportados e interpretados por ambos.
HIRSCH Refiere:
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1° - Los diagnósticos están respaldados por mucha investigación y se han convertido en el lenguaje
creciente universal en que son comunicadas las investigaciones sobre eficacia.
2° - la asistencia a problemas "psíquicos" ha pasado muy rápidamente de ser una cuestión bastante
privada entre consultantes y terapeuta a ser un tema de salud pública. Si la asistencia es vista solamente como
una prestación médica, en el sentido de que s cubierta por el sistema de salud, aparece la pregunta de cuáles
son las enfermedades curadas, mejoradas o evitadas mediante la intervención profesional. Surge la pregunta
acerca de cuál es el tratamiento más eficaz. Se hace inevitable tener un sistema de clasificación de las
perturbaciones que permita a su vez comparar las intervenciones con el fin de ver cuál de ellas es más eficaz.
Tenemos que contar con un sistema de clasificación de los problemas, enfermedades, constelaciones, etc. que
justifique nuestra intervención y nos habilite para aplicar el procedimiento más adecuado; esto vuelve al
diagnóstico inevitable.
3° - Es necesario tener establecido el procedimiento más eficaz para atender una problemática
determinada que atienda a los consultantes.
1) La gente consulta por problemas. Los problemas no son tan clasificables como las patologías, pero
se trata de un orden conceptual diferente, más complejo y que permite sistematizar mejor las posibilidades de
abordaje.
3) Hay problemas que no dependen de patologías, pero pueden dar lugar a ellas si no se resuelven.
4) La organización por problemas permite articular las acciones interdisciplinarias: la formulación del
problema guía la secuencia, jerarquía e interacción de las intervenciones de las diferentes disciplinas.
CUADRO CLÍNICO: conj. de síntomas y signos que permiten caracterizar una enfermedad o un síndrome.
SÍNDROME: conj. de síntomas y signos que se presentan de manera simultánea y caracterizan clínicamente
un estado morboso.
El "diagnóstico sistémico" siempre será parte de un proceso; puede y debe ir cambiando hacia la
solución de un problema. La evaluación de todos y cada uno de los puntos que vamos a desarrollar se
realizan de manera simultánea, lo que plantea una dificultad que se resuelve con estudio, responsabilidad,
entrenamiento y perseverancia.
Dado que co-construye con los consultantes, sus observaciones, sus intervenciones siempre están
sujetas a la aceptación de los consultantes. Si éstos no reconocen como válidos nuestros aportes, debemos
desandar camino y reorientarnos en búsqueda de otro que resulte aceptable para nuestros consultantes.
2. Diagnóstico Funcional: Resulta de considerar el diagnóstico etiológico y los recursos con que
cuenta o dispone cada paciente, su familia y la red social a la que pertenece. En el área de potencialidades es
de suma importancia, para ser reconocidas y desarrollarlas y/o estimularlas que pasen a ser el objeto de la
rehabilitación que se desea realizar. Entendemos por potencialidad no desarrollada a la presencia de algunas
características de las personas que resultan facilitadoras (motivación, interés necesidad, perseverancia, etc.)
de un mejor futuro.
1 - Una descripción de los circuitos de interacción que mantienen el síntoma y que se destacan como
indicadores precisos que sirven como señales claras del camino a seguir.
2 - Un reconocimiento de los recursos del Consultante, del Paciente Identificado y del Terapeuta, ya
que se trata de trabajar construyendo sobre las potencialidades que todos ellos poseen.
3 - Implica además poseer un plan, una estrategia acerca de cómo resolver la queja y/o el motivo de
consulta, considerando la motivación existente y la maniobrabilidad.
La mayoría de los recursos son aprendidos en las interacciones familiares, nuestro trabajo debe
contemplar la inclusión de aquellos más significativos. Es importante conocer y realizar un diagnóstico de los
recursos del paciente, de la familia y/o de la red social. Se trata de todas aquellas capacidades que pueden
utilizar para lograr el cambio deseado.
Los problemas serán entonces el resultado de tratar de resolver una dificultad con intentos de solución
que fallan o fracasan. Hay 3 maneras o mecanismos por los cuales las dificultades se transforman en
problemas:
¿Cómo definir (diagnosticar) consecuentemente un problema? Cuando los pacientes se comunican para
solicitar una entrevista y ofrecen una mínima información, “sus primeras verbalizaciones”, lo llamaremos:
queja inicial. Conocida la queja indagaremos por qué realizan la consulta ahora, en este momento. Deseamos
conocer cuánto ha sido el tiempo transcurrido desde que se iniciaron el/los problema/s y el momento de la
consulta. Periodos cortos de tiempo nos dicen que la motivación existente, de la preocupación por la
búsqueda de una salida, una solución. Largos periodos nos indican lo contrario, además indican tiempo de
sufrimiento y malestar.
Es muy importante conocer cuál es la historia del problema y también cuál es la circunstancia actual
que los llevó a tomar la decisión de que debían consulta lo antes posible. En el intercambio de opiniones y
pareceres entre el terapeuta y el consultante, nuestras preguntas se van a orientar hacia las soluciones
intentadas todo aquello que pensaron, hicieron para contribuir a la resolución de la dificultad ahora
transformada en problema. También será de suma importancia conocer cuáles con las actitudes y las
opiniones de las personas significativas que se vinculan con quien tiene un problema.
Las conductas de todos los participantes tendientes a resolver “el problema”, constituyen una cadena de
interacciones, que se llevan a cabo de manera sucesiva o simultánea por el propio afectado y/o por todos
aquellos que están involucradas, que observadas y comprendidas de manera integradas la llamamos circuito.
Este circuito está formado por conductas del sufriente (P.I.) y de aquellos que se encuentran a su alrededor
(familia, amigos) todos con la intención y el deseo de resolver el problema.
Cuando nos referimos a interacción, hablamos de la “acción entre personas, se pone énfasis en procesos
observables de acción recíproca en el aquí y ahora, por lo cual el comportamiento del individuo adquiere
forma y significado”.
Es un proceso normal, habitual, que tiene por objeto darle un sentido a todo cuanto sucede. Todas las
personas y de manera permanente intentamos encontrar explicaciones a los acontecimientos. Hacemos
atribuciones acerca de las cosas o acerca de quienes participan en ellas, también adjudicamos significados a
esas acciones o a la falta de ellas.
Las atribuciones y los significados son exclusivos de quien los piensa y siente. No necesita contar con
el consenso de las otras personas, protagonistas pasivos de este circuito intrapsíquico; la posibilidad de
diferencias y desacuerdos será muy grande.
En este circuito se puede incluir a otras personas; si las preguntas están dirigidas a esos otros, se puede
incluso dialogar “mentalmente”, se pueden hacer preguntas acerca de lo que se desea saber, pero el problema
es que también se imaginan las respuestas que ese otro “imaginario” nos podría ofrecer.
No necesitamos su opinión, nos alcanza con la opinión que le hemos adjudicado. Hemos logrado
“adivinar” el pensamiento. El “Síndrome del Eco” ha quedado instalado; se formulan preguntas, y se
construyen sus respuestas, también se imaginan los resultados. Síndrome del Eco: situación por la cual una
persona prescinde de las opiniones que no coinciden con su propia visión de las cosas. Sólo necesita escuchar
su propia voz (eco) para saber que las cosas son tal como las piensa.
7. Diagnóstico de las relaciones familiares: Sea una consulta individual, de pareja, o de familia es
muy importante conocer cuál es el contexto mínimo del que proviene nuestro/s consultante/s. Será importante
conocer quiénes son los miembros que conviven en el domicilio, etc. Estos datos nos permitirán formularnos
algunas hipótesis que deberemos constatar con nuestros consultantes. Con los datos obtenidos en la pre-
entrevista, complementados con los aportados por los consultantes podremos conocer cuál es la etapa del
ciclo vital de la familia por la que se encuentra transitando. Evaluaremos en la familia, que cosas no han
posibilitado realizar el cambio; también si se trata de una “crisis x” o es una “crisis y”.
LA POSICIÓN Y EL LENGUAJE:
I. Forma del consultante de considerarse a sí mismo. Puede considerarse víctima de lo que el otro hace o
deja de hacer, a quien designa como P. I. Se ubica en una posición de dependencia o de complementariedad
inferior. O por el contrario puede considerarse el “hacedor y ejecutor” de todas las acciones en su mundo y
que los demás esperan cómodamente que el piense, haga y/o deshaga.
II. Valores. Al tiempo que verbaliza cómo se considera a sí mismo, muestra sus “valores”, las
capacidades o condiciones que poseen las “cosas” importantes, admirables, para él. O bien las cualidades y/o
características de lo que le resulta prescindible, criticable, desechable.
III. Creencias. Ligada a los valores, son los fundamentos en y con los cuáles ha construido sus valores.
IV. Visión del mundo. Como vemos el mundo es diferente para cada persona, estas diferencias se apoyan
en los aprendizajes realizados en el proceso de socialización. Los hay optimistas y los hay pesimistas.
ESTILO DE ATENCIÓN DEL CONSULTANTE Y/O DEL P.I: Será importante que podamos
reconocer si la atención está orientada hacia lo externo (el mundo circundante, lo que los demás dicen o
hacen, lo que se encuentra de moda, etc.) o bien la atención está dirigida hacia lo interno (sus propias ideas,
propios pensamientos, propios sentimientos, propias vivencias.
Un consultante puede ser lineal, cuando procesa la información de un dato por vez, lo hace en
secuencia lineal, necesita definir que es primero, que va segundo y continúa en tercer lugar y así
indefinidamente. O puede procesar la información en mosaico, considera los datos provenientes de
diferentes fuentes y en un orden indistinto, procesa la información tomando datos de aquí y de allá sin ningún
orden previo.
El estilo de procesar la información puede ser amplificador, usando expresiones como todo, nada,
siempre, nunca, etc. O reductor, minimiza sentimientos, sensaciones y/o las explicaciones o comentarios que
ofrecen los otros.
Intrapunitivo o Extrapunitivo:
Intrapunitivo: persona que asume como propias todas las responsabilidades de una situación o un
problema cualquiera, siempre dice “es mi culpa” cuando algo sale mal.
Extrapunitivo: persona que no asume ninguna responsabilidad sobre los acontecimientos, debido a la
seguridad que tiene de que es otro el responsable que ocasiona y/o mantiene el/los problema/s. Siempre la
culpa es de otro.
Receptor/Absorbedor o Emisor/Dador:
Receptor/Absorbedor: persona que vive de lo que otro produce, de lo que otro genera; personas
dependientes de las decisiones u opiniones de otros.
Emisor/Dador: es aquel que en forma permanente se encarga de generar energía, buenas ondas,
trabajos, ideas, proyectos.
Buscador/Explorador o Retractor/Evitador:
Buscador/Explorador: anda tras la solución, no descansa hasta no encontrar una alternativa razonable a
su problema.
¿A qué? Y relacionar la motivación con los objetivos posibles, considerando los recursos
existentes, las potencialidades y los tiempos disponibles y necesarios para que el cambio se
produzca.
¿Qué objetivos busca al consultar? Existe una relación entre lso objetivos y la motivación
necesaria.
¿para que cree que servirá la terapia? Conocer la relación de la fantasia del proceso y la utilidad
de lo que cree que va obtener.
11. Diagnostico del nivel de Distress: se denomina distress al grado o nivel de sufrimiento mental,
que puede tener origen en propios conflictos o en los conflictos de seres queridos. Y que se puede expresar
como ansiedad, angustia, depresión, llanto, desesperanza o desdicha. Deberemos discriminar cuáles son las
variables que dependen de propios recursos y cuales son las que dependen de los recursos de otros; lo que
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nos permite relacionar de manera directa la cantidad y la calidad de la motivación disponible. Este chequeo
también será posible realizar cuando investiguemos cuáles han sido las soluciones intentadas, y a cargo de
quien han estado dichos intentos, por qué han fracasado, durante cuánto tiempo se mantuvieron exitosas y
con qué intensidad se practicaron.
12. Diagnostico de la gravedad de una situación : se debe considerar, y esto será posible si
consideramos:
Severidad: índice de impedimento agudo (indica cuán bien los métodos de afrontamiento mantienen la
ansiedad y el malestar apartados para que no incapaciten a una persona de su funcionamiento social y
personal) se priorizan los problemas de acuerdo al grado de interferencia en su vida cotidiana.
Complejidad: se refiere a una conducta que se mantiene com patrón a lo largo de situaciones no
relacionadas y disimiles. Los ciclos conductuales se mantienen en ausencia de reforzadores visibles y
cuyas consecuencias son de malestar ansiedad, culpa, aislamiento social.
13. Diagnostico del momento de la consulta y etapa de cambio : cuando se realiza la consulta,
quienes asisten a la misma pueden encontrarse en diferentes momentos personales de la necesidad de
cambiar.
14. Diagnostico social: un modo de ampliar la comprensión del comportamiento humano sobre el
que se focaliza una distinción, identificando vínculos y relaciones entre las conductas individuales t sus co-
relatos familiares, comunitarios y culturales. El ejercicio de considerar la mutación de las condiciones de vida
de las personas y la integración de estas a su complejo medio de interacciones, ha de abrir las posibilidades
de impacto positivo en la calidad de vida de la gente. Por lo que la actitud de integrar el diagnostico social a
cualquier apreciación de la conducta de un individuo puede considerarse una práctica no solo responsable,
sino una herramienta eficaz para promover el bienestar de las personas.
El cambio puede ser el producto de poseer gran motivación, en segunda instancia tener necesidad de
que el cambio se produzca, y por ultimo será sentir desesperación por lograr que algo de lo que importa
cambie.
El diamante de Ericsson, está formado por cuatro aristas y por el punto que resulta del cruce de sus ejes
o diagonales, dando lugar a cinco principios.
1. Utilización: se trata de un concepto central, significa que los terapeutas debemos utilizar lo que trae
el consultante.
2. Meta, un para qué: el consultante debe traer un fin lo que posibilitará dirigir el proceso terapéutico
hacia la meta elegida. Tener metas nos indicara cuanto y de qué manera nos aproximamos y por
supuesto si hemos llegado a ella.
3. Cortar a la medida: la meta debe ser cortada a la medida de quien consulta, debe encajar con su
estilo particular
4. Envolver como regalo: la solución ofrecida, para lo cual se puede emplear una metáfora, una
anécdota.
5. Proceso: una vez cortada y envuelta la propuesta se debe establecer un proceso en el tiempo para el
que se necesita cierta ceremonia o ritual que tenga más sentido.
Llamamos así a todas las variables que deben ser consideradas por quienes propones y llevan a cabo un
tratamiento psicoterapéutico, que están condicionadas por múltiples circunstancias, por ejemplo: el lugar en
el que se realiza la práctica, el acuerdo explicito o no de quien se debe someter a dicho tratamiento, el
momento en que se lleva a cabo, etc.
El terapeuta siempre define el marco de la terapia. No necesariamente significa que lo más indicado
sean sesiones de terapia familiar conjunta, sino que se debe trabajar con el circuito interaccional que le dé al
terapeuta una mayor capacidad de maniobrabilidad para conducir el tratamiento. El terapeuta elegirá trabajar
considerando el subsistema de impacto en primer lugar y de ser posible, citará a toda la familia conviviente,
como una forma de lograr la mayor información necesaria y definir con precisión el circuito interaccional
mínimo que sostienen el problema y con el cual se debe trabajar.
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Terapia Estratégica
La terapia familiar debe ser considerada una herramienta para abordar e intentar contribuir a la
resolución de los problemas por los que somos consultados.
Un sistema es dinámico porque puede ser descrito de forma tal que refleje la naturaleza funcional del
sistema real. Que expresada como una descripción posible, que realiza un observador-operador, que resulta
arbitraria, en tanto y en cuanto se trata de una entre tantas posibles.
Definiciones y alcances.
El terapeuta escucha la queja o primeras verbalizaciones y siempre debe ofrecer algunas respuestas
acerca de cuánto ha comprendido a quienes consultan. Los terapeutas seremos considerados veraces, críbles
cuando nuestras propuestas sean aceptadas y convalidadas por quienes han venido a la consulta. Es probable
que uno no admita algunas definiciones propuestas.
Nuestro trabajo consiste, por lo tanto, en co-construir la mayor cantidad de opciones posibles que
posibiliten la resolución del problema planteado en la consulta. La tarea del terapeuta es ofrecer alternativas
que permitan solucionar o resolver lo que preocupa y/u ocupa a nuestros consultantes.
El terapeuta comienza escuchando las quejas, luego se indaga acerca de por qué consultan en ese
preciso momento. Así, se comienza a co-construir un motivo de consulta que, debe ser consensuado. De la
misma manera, se acuerdan o construyen las metas (que serán los logros a obtener) de la terapia y se
comienza el trabajo sobre las soluciones posibles.
La queja si es dinámica, descriptiva, nos sugeriría que estamos pensando en términos funcionales, lo
cual nos permitirá plantear interacciones alternativas que modifiquen la conducta; a estas interacciones
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tendientes a modificar el comportamiento las llamamos estrategias. El clínico co-construye con quienes lo
consultan desde el inicio del tratamiento y diseña con ellos un enfoque particular, una solución a la medida
de cada problema. Los terapeutas influyen sobre el sistema interpersonal con el objeto de producir cambios
positivos; hacen hincapié en la teoría del cambio y en los medios para inducirlo, de modo que, como el
trabajo se realiza de manera conjunta, se disminuya la resistencia que pudieran tener quienes consultan,
quienes pueden, además, sostener los cambios producidos, ya que se trata de un cambio propio.
ESTRATEGIA: red de operaciones cognitivas del sistema terapéutico que tiene en cuenta los recursos
disponibles del sistema consultante, evalúa los efectos de las acciones, anticipa las posibles consecuencias de
las diversas alternativas y da lugar a la toma de decisiones que conducen al logro del objetivo terapéutico al
menor costo.
El síntoma es visto como salida, como un intento de solución posible. Pero cuando no es exitoso, nos
damos cuenta de que se transforma en una trampa, ya que el portador del síntoma se encuentra en el marco
(dentro) de una secuencia interaccional con personas significativas y le cuesta o no puede dejar de actuar
manifestando su queja. Eso lleva a que las otras personas, que se defienden o justifican, mantengan sus
conductas, lo cual crea un circuito cerrado que representa más de lo mismo para todos. El recorte de la
realidad que sostiene la conducta de ese momento impide modificar la secuencia de interacciones sin recurrir
al síntoma. Este le resulta útil al portador, ya que con el logra mantener una interacción, aunque ello implique
permanecer enfermo.
La TE de Jay Haley
Propone 5 teorias a partir de las cuales se puede co-construir un argumento básico para el diálogo, una
escenografía o un telón de fondo para que los consultantes visualicen la cotidianeidad de sus vidas, y
represente un marco de referencia para la construcción de consenso con los consultantes. Tanto para definir
el problema que los aflige, de una meta posible de ser alcanzada y de la solución esperada. Argumento o
guion, escenarios claramente definidos, para que allí se desarrolle el proceso terapéutico.
Teoría del ciclo vital: las familias se vuelven disfuncionales cuando no pueden desarrollar nuevas
reglas que resulten adaptativas al nuevo estado en que se encuentran. El terapeuta junto a los consultantes
puede co-construir nuevas reglas o nuevos modos de funcionar, lo que instala normas consensuadas que
hacen a un funcionamiento diferente por todos aceptado.
Teoría de las jerarquías: los sistemas son estructural y funcionalmente jerarquizados, hay síntoma
cuando la jerarquía es difusa. Si es posible se deberá citar al grupo conviviente. Al terapeuta se le otorga una
posición de jerarquía, de experto. Se trata de una capacidad otorgada por los consultantes, que nos puede ser
retirada cada vez que no damos muestra de cuánto y cómo comprendemos la circunstancia por la que pasan
quienes consultan. Cualquier fallo terapéutico genera una decepción, una desconfianza en el consultante.
Teoría de los triángulos: cuando las interacciones que definen la queja se piensan en un circuito
integrado por tres o más personas, aparecen uno o más triángulos. Estas interacciones pueden ser reales o
virtuales. Por lo tanto, los actores y las relaciones de nuestra escenografía se amplia y, por ende, las analogías
posibles facilitaran que se mantengan o no ciertas conductas.
Teoría del síntoma como protección: en el problema hay involucrada una intención de cuidar, de
proteger a alguna persona de la familia; es conocido y aceptado que los miembros de una familia se cuidan,
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se protegen entre sí, hacen diversos sacrificios y renuncias. La construcción (el síntoma como cuidado)
puede resultar incongruente en sí misma. Pero semejante lealtad es generalmente aceptada y para el terapeuta
es una oportunidad que da pie para proponer una redefinición que, de ser aceptada, pone en evidencia el
circuito en el que está instalado el síntoma y modifica la concepción que se tiene del problema y/o de las
acciones que se llevan a cabo para solucionarlo, aunque solo mantienen el problema.
Teoría de la estabilidad: explica las razones por las cuales un problema se mantiene en el tiempo y
como el sistema actúa para mantener dicha estabilidad, como no cambiar a pesar de la necesidad, o como la
existencia de un problema en el sistema contribuye a estabilizar muchas o todas las variables de ser
modificadas. Nos permite describir y entender, de manera circular, como se forma y como se mantiene un
problema.
MRI plantean que el cambio es la aparición de una desviación con respecto de alguna norma. El
cambio resulta necesario para restablecer la norma. El cambio deseado se verifica mediante la aplicación de
lo contrario de lo que produjo la desviación. Si esta acción es correcta resulta insuficiente, la aplicación de
“más de lo mismo” da lugar al efecto deseado.
La familia y/o amigos por sentido común tratan de “contagiar” optimismo, haciendo esfuerzos
para que el afectado vea las cosas con optimismo, con alegría
Esta ayuda genera una exigencia: que el afectado tenga sentimientos positivos de alegría y no
de tristeza y pesimismo que en ese momento son propios y adecuados. Pero...
… la ayuda no consigue aliviarlo; más bien aumentan la tristeza original, que se mezcla con:
Este cuadro ejemplifica lo que sucede cuando alguien se deprime. También se hace visible el circuito
interaccional y el circuito intrapsíquico mantenedores de la depresión.
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La misma complicación puede visualizarse en la génesis de numerosos problemas humanos, en los que
el sentido común indicaría que el modo de contrarrestar un hecho doloroso o perturbador pasa por introducir
su contrario en la situación.
Las dificultades son un estado de cosas indeseables que se intenta resolver mediante algún acto de
sentido común. Son situaciones de la vida, indeseables, pero por lo general corriente, con respecto a la cual
no existe solución conocida y que hay que saber conllevar durante cierto tiempo.
Los problemas son pensados, creados y mantenidos como la resultante de enfocar mal (concebir de
manera equivocada el origen de la dificultad), o de actuar de una manera inadecuada en el intento de resolver
las dificultades. Llamamos, entonces PROBLEMA, a la situación que resulta de querer resolver una
dificultad con más de una solución intentada y fallida. No existen en la realidad, ya que la salida es por donde
hemos entrado y sólo es necesario retroceder o andar en la dirección opuesta. Puede tratarse o bien de
situaciones que se presentan como insolubles, o bien de crisis, entre otras.
ö Síndrome de utopía: La posibilidad de ver e intentar aplicar una solución donde no hay ningún problema
real. Tres modos: introyectiva (objetivo utópico > fracaso ineptitud), aforismo (sueños/esperanza > no
llevan a cabo un cambio o no llegan a puerto), y proyectiva (encontrada la verdad > cambiar el mundo).
ö Paradoja: la acción que es emprendida para resolver el problema se lleva a cabo en un nivel equivocado.
Estructura análoga.
La mayor parte de las dificultades que se presentan se resuelven de manera espontanea. Pero cuando no
son exitosos, la dificultas se transformará en un autentico problema. Los sistemas tienen dos modos de
cambiar:
Cambio de primer orden: cuando los parámetros individuales varían de manera continúa y la estructura
del sistema no se altera. Cambio dentro de la misma estructura. EJ: En una pesadilla se hacen muchas cosas
dentro del sueño, pero ningún cambio dentro del sueño podrá finalizar la pesadilla. Son fluctuaciones
menores de un estado a otro, dentro de los límites de un comportamiento que ya están fijos. (Sentido común)
Cambio de segundo orden: cuando el sistema cambia cualitativamente y de una manera discontinua.
Cambio del cambio. EJ: despertarnos de la pesadilla, no constituye ya parte del sueño, sino que se trata de un
cambio a un estado completamente distinto. Refijar las reglas, transformar los límites. (Problemas)
2. Subsistemas de intervención o de impacto : persona o grupo que tiene mayor motivación o necesidad de
que se produzca un cambio, es importante incluir a la persona que pide la consulta. La TE nos permite
trabajar con el subsistema más afectado, más motivado, teniendo en cuenta el principio de totalidad, que
establece que el cambio de uno de los subsistemas implica siempre y necesariamente un cambio en el
resto del sistema.
4. Supuesto de potencialidad no desarrollada: la tarea del terapeuta consiste en crear en forma conjunta un
contexto tal que permita a los pacientes lograr acceso a sus capacidades y recursos no usados hasta ahora.
5. Organización estratégica: serie de conceptos y recursos que debe poseer y considerar el terapeuta cuando
comienza el proceso conjunto con el sistema consultante y que posibilitará construir sobre bases firmes el
sistema terapéutico, cuya meta será obtener el objetivo acordado.
Consultante Terapeuta
Co-construcción de la meta: con el terapeuta pueden percibir y acordar como leve mejoría, alcanzable
en plazo determinado (cognitivo), satisfacción con los probables logros (afectivo), la meta se convierte
en directriz (conativo).
Co-construcción de las soluciones: es un producto del trabajo realizado entre los miembros del sistema
terapéutico. El subsistema de impacto, por ser el que mayor motivación posee, se transforma en el
operador válido de las propuestas del terapeuta. El terapeuta debe ser capaz de desbloquear las
acciones y trabajar desde las potencialidades a través de: persuadiéndolo de realizar conductas
diferentes (conativo) incrementando la dificultad de acción, de manera tal que el propio sistema
imagine, piense en poner acción otras alternativas (cognitivo) y modificando la percepción misma del
problema, en el sentido de las repercusión afectiva, y que en consecuencia, modifique las acciones
tendientes a resolverlo. (afectivo)
Pacientes difíciles
Los pacientes que inician un tratamiento por coacción a partir de la derivación: comprador fingido.
Los pacientes que tratan de imponer condiciones que resultan inaceptables para la terapia: restrictivos
La motivación del terapeuta está relacionada con: El marco teórico, circunstancias personales, y
características del paciente.
Etapas de entrevista
Etapas por las que debería atravesar las primeras entrevistas para que el proceso resulte completo:
La tercera entrevista: mantiene la dirección establecida por el acuerdo entre los consultantes y el
terapeuta.
Entrevista final: el objeto, cuando el tratamiento a sido un éxito, es consolidar los logros obtenidos y
prevenir recaídas en los viejos intentos de solucionar las dificultades que se tendían a mantenerlas o
agudizarlas. Si el proceso fracasó es necesario realizar un cierre que permita que el paciente pueda en el
futuro intentar una nueva consulta.
La entrevista control: lo ético es comunicarse para conocer la evolución, y no para citar y/o generar una
nueva consulta que haga posible pensar en el deseo de que el terapeuta se quiere ganar una consulta, lo cual
generaría resistencia.
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Intervenciones
Técnica, el conjunto de procedimientos y recursos del que se sirve una ciencia, arte o habilidad. Posee
conocimientos teóricos y prácticos para desarrollar cierta actividad. Las acciones del terapeuta (técnica) por
las cuales propone y propicia el cambio hacia quienes lo consultan, las llamamos intervenciones o maniobras.
Se llama maniobras a todas aquellas acciones que realiza el terapeuta y que están dotadas de un
claro propósito. Pueden ser descriptas, tienen una razón, tienen un para qué; por lo tanto se pueden
explicar. Estas acciones se realizan o llevan a cabo desde el primer contacto que los consultantes
mantienen con el terapeuta, ya sea una conversación personal o un llamado telefónico.
Las maniobras están dirigidas a la modificación de las conductas, definidas como el problema que se
desea modificar y que en general son motivo de la queja o consulta. Se trata de alcanzar un acuerdo mínimo
sobre el cambio desea, que debe ser especifico, concreto y observable como conducta. El terapeuta se asume
y reconoce como directivo. Debiendo aceptar la cosmovisión del mundo y el recorte de la realidad que hace/n
el/los consultante/s. las acciones representan el modo en que los terapeutas nos unimos a los consultantes con
el objeto de construir de manera conjunta un diagnostico sobre el cual asentar una propuesta terapéutica.
Una descripción de los circuitos de interacción que mantiene el síntoma, y destacan los indicadores que
sirven como señales del camino a seguir
Un reconocimiento de los recursos del consultante, se trata de trabajar construyendo sobre las
potencialidades que ellos poseen.
Poseer un plan, acerca de cómo resolver la queja y/o el motivo de consulta, considerando la motivación
existente y la maniobrabilidad.
Una propuesta destinada a alterar la homeostasis, debe generar una crisis que lleve a la familia a elaborar
una organización diferente para mejor funcionamiento.
Realinea las estructuras significativas con el propósito de producir cambios en el sistema como un todo.
Cuando evoca a la terapia existencia: lo hace para cuestionar la realidad de la familia con una orientación
al crecimiento.
El diagnostico en la terapia centrada en soluciones será terapéutico cuando consideremos los criterios
para construir metas definidas, que deben ser:
Todo comportamiento programado del terapeuta debe ser considerado una intervención; los
comportamientos que no son programados también influyen en quienes consultan. Por ello, se debe ser tan
cuidadoso con todo lo que se dice y también con lo que se deja de decir.
Maniobras generales
Las acciones a desplegar por un terapeuta estarán dirigidas a encontrar un tema para poder co-construir
el problema, las metas y las soluciones. Las maniobras generales son aquellas que se emplean cuando el
terapeuta desea comunicar alguna postura de tipo general, con el objeto de preparar el terreno para una
maniobra posterior más específica. Estas pueden sintetizarse:
No apresurarse: no aceptar como mal el síntoma, la queja deber ser precisada, recortada y redefinida.
Tomarse todo el tiempo que sea necesario para conocer el sistema. Luego de haber transformado la queja
en problema, de haber acordado las metas y de haber trabajado en una redefinición que ha cambiado el
marco en el cual fue originalmente descripto el problema. Se emplea generalmente en la primera sesión y
es, por lo tanto, una maniobra general de comienzo.
Los peligros de una mejoría: se debe pensar en los riesgos que representan los cambios que desea
realizar. Se trabaja sobre los riesgos del cambio, preguntándole al paciente si se halla en condiciones de
reconocer los peligros inherentes a la solución de su problema. Puede ser definida como connotación
positiva del síntoma. Se formula cuando el terapeuta ha redefinido el marco del problema y ha pasado a
ser parte de como ellos piensan que son las cosas.
Como empeorar el problema: tener conciencia acerca de como, cuando y de que manera el paciente y el
subsistema de impacto mantienen el síntoma dentro de un circuito de interacciones, resulta de utilidad
para registrar lo que no se debería mantener. Por lo tanto, se trata de una maniobra general de
finalización, que el paciente deberán recordar como lo que no se debe realizar, si se desea evitar el
resultado insatisfactorio. Se emplea cuando el cliente, se ha resistido a anteriores sugerencias o se ha
mostrado reticente a probar algo nuevo. Como consecuencia, los elementos contrarios (aquellos que el
terapeuta espera que haga) resultan más fáciles de captar y de seguir. Ya no se le dice al paciente lo que
hay que hacer o dejar de hacer, solo se menciona de manera implícita.
Reflejar y responder con empatía explicita a lo que el paciente o los consultantes comunican en forma
verbal y preverbal.
Determinar con exactitud las variables que hacen a un encuadre óptimo para cada consultante.
La alianza terapéutica se realice con quien o quienes nos garanticen la continuidad del proceso
terapéutico y del cambio. Propiedad llamada totalidad.
Se debe tratar de que los consultantes sean muy precisos en sus descripciones y/o relatos, mientras que el
terapeuta tratar de ser amplio, general y lo más ambiguo posible, no arriesgando conceptos que lo puedan
comprometer en su maniobrabilidad.
Antes de intentar cualquier maniobra se debe conocer cuál es para nosotros el circuito interaccional.
Pero también debemos identificar y verbalizar cual es el circuito intrapsíquico, que cada uno de los miembros
tiene para sí y que sostiene la conducta disfuncional.
Con nuestras acciones facilitaremos la expresión de las ideas, pensamientos, fantasías, ilusiones
(cogniciones), de las emociones y los sentimientos de cada uno de los consultantes y también de las
conductas y los comportamientos que se relacionan de manera directa o indirecta con el problema por el que
consultan. Para las diferentes etapas, deferente maniobras; para distintos objetivos, distintas acciones. Por lo
tanto, hay maniobras para recolectar información, para precisar objetivos, para proponer los cambios, para
trabajar con quienes sintonizan rápidamente con las pautas a modificar, para quienes poseen una marcada
resistencia.
Dos tipos de maniobras con nombre: cuando las verbalizaciones del terapeuta propone o promueven
pensamientos, sentimientos y/o acciones diferentes en la sesión, las llamamos DIRECTIVAS. Por el
contrario, cundo intenta que estos pensamientos, sentimientos y/o acciones se produzcan en el periodo entre
una sesión y la siguiente, se las llama TAREAS. En ambos casos implica una acción que debe ser llevada a
cabo, o bien acciones que serán rechazadas o evitadas.
1. Directivas
Llamamos así a las verbalizaciones del terapeuta tendientes a que el consultante desarrolle ciertas
clases específicas de acciones que directa o indirectamente impliquen una incomodidad con la persistencia de
la solución intentada. En casi todos los casos se apoyan en reformulaciones o redefiniciones. A través de
estas el terapeuta solicita información acerca del problema, de las metas, trabaja en soluciones.
Directivas imperativas: una directiva formulada en tono imperativo puede resultar una orden, cuya
aceptación será posible si la construimos y verbalizamos, además, con firmeza y calidez. Para ello
debe encontrarse colocado por los consultantes en una clara posición de complementariedad
superior. (“usted debe hacer lo siguiente…”)
Directivas dubitativas: el terapeuta tiene una certeza, pero sabe que si la plantea como tal genera
resistencia, por lo tanto la plantea como una duda. La certeza debe ponerla el paciente. (“ alguna
gente aconsejaría que en su caso… no sé si ello es lo más adecuado”
Directivas cuando se destacan solo ciertos comportamientos: el terapeuta exaltar con sus
verbalizaciones aquellas conductas que considera positiva. (“que bn!, ¿cómo se le ocurrió eso?...”)
Directivas cuando se desafía al consultante: para emplearla debemos tener certeza de que el
paciente es proclive a desafiar las propuestas. (“en casos así, siempre que la gente tenga recursos, lo
que no sé si es su caso, lo conveniente podría ser..”)
Directivas cuando se cuentan historias o anécdotas: todos los relatos, todas las historias nos
permiten rescatar alguna relación interaccional.
Directivas cuando se hace una propuesta negociadora: hace propuestas para co-construir, pero no
todas las proposiciones que realiza son tomadas al pie de la letra. Estas permiten lograr que los
consultantes acepten algunas de sus propuestas como resultado de desechar otras.
Directivas cuando recurrimos a la paradoja: pensada y muy bien elaborada, la intención es que el
paciente no pase a la acción de las cosas que siente o piensa. Es decir no los transforme en una
conducta.
Directivas, el silencio: en un sentido analógico, el silencio puede dar lugar a que nuestro
interlocutor piense, sienta y/o lleve a cabo acciones, con el valor agregado de ser propio producto,
ya que al no haber sido verbalizado, no será posible resistencia alguna de parte de quien consulta.
Seguramente generaremos mayor expectativa, una mejor atención, una mayor concentración y hasta
motivación ante la verbalización. El silencio y una actitud de comprensión les ofrece a los pacientes
confianza y son una forma de transmitir respeto, consideración, confirmación. Puede también ser
dado como una tarea pidiendo que no se hable de x tema.
El terapeuta prepara con propuestas generales (directivas) el cambio para un referencia especial que
llamamos redefinición, y que al cumplir su objetivo se denomina reestructuración. Realizada esta (cambian
las conductas en los consultantes), le seguiremos apoyando con mas directivas para consolidar la nueva
visión de nuestros consultantes cuando se cierra el proceso terapéutico y en las sesiones de control.
2. Redefinición-reestructuración-reencuadre-desencuadre:
Cuando el paciente acepta este nuevo sentido, experimenta un cambio en la vida del problema en
cuanto a la pena, el dolor, el fastidio o la agresión. Se experimenta así, una reestructuración.
Reestructuración (reencuadre) significa cambiar el propio marco conceptual o emocional en el cual se
experimenta una situación, y situarlo dentro de otra estructura que aborda los hechos correspondientes a la
misma situación concreta, igualmente bien o inclusive mejor, cambiando así el sentido de los mismos. Lo que
cambia es el sentido atribuido a la situación y no los hechos correspondientes a esta. Desencuadre: cuando
se anula o arrojan dudas sobre los marcos de referencia o significados atribuidos a una situación preocupante
hasta ahora.
La metáfora constituye unos de los métodos más ingeniosos y agradables para redefinir, reformular,
desencuadrar o reencuadrar la concepción del problema y las soluciones intentadas que traen los pacientes.
La observación y el chequeo de la interacción disfuncional básica permitirán encontrar un símil, una
metáfora de lo que los consultantes plantean como problema. Tres formas pueden emplearse: analogías
(cuando algo se asemeja a otra cosa, abordamos las cosa cuando el algo genera resistencia). Encuadre
metafórico (explicación con otros términos y con otro tema) y metáfora (se narra una historia que tiene
implícita la imagen que queremos que el paciente haga propia, esta historia se caracteriza por la descripción
de una acción que tiene principio, medio y final. Con ello se ofrece una comprensión de su situación y se le
formula una propuesta de solución al motivo de consulta). Cuando utilizamos metáforas, proponemos dos
acciones, una maniobra general (adquirir y mantener la credibilidad, la confianza) y la maniobra especifica
(metáfora)
3. Connotación positiva.
Al hacer una evaluación positiva de lo que la situación permite, el terapeuta construye con la familia el
sentido que ha tenido el síntoma o la conducta disfuncional, considerada patológica. La connotación positiva
del síntoma tiende a modificar el sistema de valores de la familia, de los consultantes y por consiguiente su
modelo de mundo. Cuando el significado y la evaluación de una conducta cambian, los miembros de la
familia deben reaccionar necesariamente de un modo diferente con respecto a esta conducta.
Si del resultado de una primera entrevista hemos podido consensuar con los consultantes de cuánto y
cómo el síntoma forma parte habitual, cotidiana y normal de las interacciones del sistema, seguramente
podremos convenir que no cambiar “por ahora” es conveniente, con dicha verbalización estaremos
contradiciendo su propia epistemología; es decir, la concepción que tienen y traen del problema que los
aqueja. Si asi sucede, hemos estado trabajando desde directivas paradójicas. Pero como se elaboran con el
objeto de modificar la epistemología del paciente identificado y de su familia, se transforma en una
redefinición.
El terapeuta prescribe, insta, promueve a la familia y/o al paciente individual a que continúe haciendo
exactamente lo que consideran sintomático. Prescribir con éxito significa que el terapeuta se anticipa a lo que
sucederá. Por lo tanto, si quienes reciben la prescripción están preparados y/o conocen lo que va a suceder,
obviamente se modificará el contexto y también la configuración familiar.
La prescripción puede ser parcial, y esto implica un pedido explicito de que se mantenga o exagere una
conducta identificada como problema. Para prescripción del síntoma debemos valernos de componentes:
afectivo (se le pide que se deprima), cognitivo, conativo, significativo-simbólico (debe tender a bloquear una
posible interpretación que mantenga o agrave el síntoma) y, contextual (la prescripción se hace teniendo en
cuenta el contexto del paciente.
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5. Tareas.
Se reconoce como tareas aquellas actividades concretas que el terapeuta solicita u ordena. Se asigna
para promover el cambio, vale decir, para activar nuevas pautas de transacción. Son deberes para hacer en la
casa, se deben alcanzar en el periodo que transcurre entre una sesión y la siguiente.
El objetivo de las tareas será sostener la intensidad de las intervenciones o directivas realizadas durante
la sesión. Representan la posibilidad y la oportunidad de que las energias cognitivas, afectivas y conativas se
canalicen de un modo coherente con el desarrollo de las entrevistas realizadas y de las nuevas alternativas
que estas generen a partir de las directivas y/o redefiniciones ofrecidas, es decir las reestructuraciones para
los consultantes. Las finalidades es que la gente se comporte de manera diferente, identificar la relación
terapeuta-paciente y extender la relación fuera del consultorio, y obtener información.
Se deben dar tareas cuando: el problema es muy focal, es muy difuso, el problema es de entrenamiento,
hay estrés, hay miedos-obsesiones, hacen falta pautas para niños.
Las tareas se dan según la respuesta del paciente, la misma se evalúa en la primera sesión:
Directas: su cumplimiento lleva al logro del objetivo buscado. Se imparten cuando el consultante expresa
control sobre el problema.
Indirectas: se solicitan con la esperanza de que, al ser llevadas a cabo, generen a su vez el
comportamiento necesario para resolver el problema.
Metafóricas: llevan a un cambio de conducta en un área relacionada simbólicamente con la queja. Son
útiles cuando el paciente está muy motivado, pero necesita animarse con logros solapados, incluidos para
sí mismo.
Ordalías: requieren gran motivación; la premisa fundamental es lograr que el síntoma resulte más difícil
de mantener que de abandonar. La tarea del terapeuta consiste en construir una ordalía adecuada al
problema, que a la vez resulte más severa que el problema mismo. Requisitos: que provoque una zozobra
igual o mayor que el problema, que beneficie a la persona, debe ser algo que la persona pueda ejecutar,
no debe causar daño.
Las terapias centradas en las soluciones deben ser consideradas propuestas provenientes de los modelos
derivados del constructivismo.
La TCS tiene como premisa básica el hecho de que las personas son saludables. Las personas tienen la
capacidad para construir soluciones que pueden mejorar sus vidas; premisas que se relacionan con el
concepto de potencialidad no desarrollada. Por lo tanto la terapia ayuda a mejorar la vida de las personas
focalizándose en las soluciones y no en el problema.
No podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos cambiar nuestras metas. Dado que las personas
pueden estar estancadas repitiendo patrones pasados a causa de que centran demasiado tiempo y energía en
sus problemas, la meta de la terapia es cambiar el foco tan prontamente como se pueda hacia soluciones en el
presente que van a sostener metas más saludables y felices en el futuro. Hablar del problema mantiene el foco
en el problema, de modo que el cambio terapéutico implique un cambio a hablar de soluciones.
Elige abordar cada sesión como si fuera la última. El cambio comienza ahora, no la semana próxima.
Foco en la excepción
Elecciones o espontaneidad
La maniobra que representa la mejor expresión del modelo, se trata de la pregunta del milagro que se
plantea: “Bien supongamos… que sucediera un milagro..” Imagine que esta noche sucede un milagro y que
mientras usted duerme, el problema que lo ha traído a la consulta se resuelve:
¿Cómo lo sabría?
Se trata de una pregunta, que como maniobra se realiza en la primera entrevista con el objeto de
contribuir a que el consultante y el terapeuta a entender que genero de soluciones pueden ser aptas para ellos,
dadas las expectativas de los consultantes. Podemos decir que se trata de una maniobra general de comienzo,
ya que las respuestas darán las bases sobre las cuales podremos co-construir el problema y las soluciones.
Ubica al cambio en el futuro.la esperanza es mayor, siempre y cuando se realicen las acciones necesarias y
adecuadas para que los milagros se produzcan. Otra intervención en la TCS son las tareas de formula (llave
maestras)
Terapia Estructural
La terapia estructural se ocupa desde sus inicios en las pautas, en los aspectos de la relación que
mantienen el síntoma (psicopatología), más que de las causas que pudieron haberlo originado. Pensando que
lo puede cambiar son los factores contemporáneos, interpersonales que mantienen el cuadro psicopatológico,
se concentra en trabajar sobre las estructuras familiares disfuncionales.
Es única en su énfasis en el proceso que hemos llamado “liberación social”, proceso por el cual un
sistema social es cambiado de una manera tal, como para crear alternativas que permitan responder en forma
saludable. Mientras más alternativas haya en un sistema, mayor será la libertad individual para elegir
respuestas que conduzcan a su propio crecimiento.
Familia: “un sistema abierto en transformación, es decir que constantemente recibe y envía descargas
de y desde el medio extrafamiliar y se adapta a las diferentes demandas de las etapas del desarrollo que
enfrenta”. Funciones básicas de la flia:
Las familias representan sistemas abiertos que continuamente enfrentan demandas de cambio. Cuando
un miembro de la familia desarrollo un síntoma: paciente identificado, la meta terapéutica será reestructurar a
la familia para liberar a los miembros, de tal modo que crezcan y se relacionen con pautas no patológicas.
La estructura familiar: “conjunto de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan
los miembros de una flia". Las pautas de interacción son configuradas en la búsqueda de la satisfacción de las
demandas de cada miembro de la flia configuran un modo de funcionamiento familiar, “así se hacen las
cosas”. Los límites permiten la delimitación de funciones. Al modificar un modo desacoplado de
funcionamiento familiar con personas desconectadas girando en sus orbitas individuales, estas empiezan a
relacionarse, a integrarse; cada individuo del grupo podrá ser más atento a como las personas están
interrelacionadas.
Reestructurar significa modificar las reglas de la relación, lo que implica modificar las fronteras o
límites de los subsistemas, que de rígidos o difusos deberán pasar a ser claros, modifican el enmarañamiento
o desapego familiar. O sea, que se trabaja para que las cercanías y/o distancias dentro del sistema familiar y
el manejo de la información con el contexto de la familia se funcional.
Hay una estructura familiar saludable cuando la flia. se organiza de manera apropiada, por lo que sus
fronteras serán claramente marcadas. El sistema familiar como un todo regulará la frontera que los circunda,
Velazquez Herrera Florencia
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según los factores sociales, culturales y económicos. Las fronteras de los subsistemas están delimitadas por
las reglas que definen quien participa en el subsistema y como. La flia necesita de una estructura viable para
desarrollar sus tareas esenciales: poyar la individualización, al mismo tiempo que proporciona un sentimiento
de pertenencia.
ö Captar las pautas transaccionales de la flia: puede utilizar la técnica dramatización, la flia actúa alguna
forma en la que resuelven los conflictos.
ö Recrear canales d comunicaº: reconducir a un miembro a que hable con el otro, en vez de acerca de él.
ö Señalamiento de los límites: negociación entre miembros y subsistemas sobre autonomía e
independencia.
ö Acrecentamiento del estrés: frente al conflicto el terapeuta bloquea las pautas transaccionales preferidas
desarrollando el conflicto implícito.
ö Utilización de los síntomas: se combate la tendencia fliar a centralizarse en el portador del síntoma.
ö Asignación de tareas: con tareas los miembros pueden desenvolverse y actualizan el área que necesitan
desarrollar.
ö Manipulación del humor: pista de lo admisible en un flia, ya que acompaña sus transacciones.
ö Apoyo, educación y guía: el terapeuta las estimula y las instrumenta.
ö Es activo y directivo, guía el cambio y crea crisis tratando de modificar el equilibrio familiar.
ö Reencuadra los síntomas como parte integral del funcionamiento familiar.
ö En las puestas en acto, el terapeuta dirige explícitamente a los miembros de la flia a involucrarse en una
actividad particular.
ö Se relaciona con empatía, calidez y cuidado. La confianza en el terapeuta es de vital importancia.
ö Es líder dirigido a metas, proyectando objetivos y defiende el beneficio de cada uno de los miembros
contra el sistema estructurado destructivamente, para demoler un conjunto de reglas que impiden a los
miembros relacionarse.
ö Desafía, confronta, bloquea, usando técnicas que causan desequilibrio, permite al grupo movilizar sus
recursos subutilizados y mejorar su habilidad para enfrentarse con el estrés y el conflicto.
ö Analiza el campo transaccional en el que se relaciona con ella
ö Elaborando hipótesis sobre las pautas y diseñando un mapa de la flia. “Un mapa familiar es un esquema
organizativo, no representa la riqueza de las transacciones de la flia. Es estático, mientras que la flia. está
en constante movimiento. Pero el mapa constituye un dispositivo útil que le permite al terapeuta
organizar el material de diverso tipo que obtiene. El mapa le permite formular hipótesis acerca de las
Velazquez Herrera Florencia
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áreas, en el seno de la flia, que funcionan correctamente y acerca de otras áreas donde no ocurre lo
mismo. También le ayuda a determinar los objetivos terapéuticos”.
ö Obtiene datos y diagnostica experimentalmente en el proceso de asociarse con la flia.
ö la única estructura familiar inmediatamente accesible al terapeuta es la estructura disfuncional. Una de las
tareas que enfrentará será la explorar las áreas de posible flexibilidad y cambio, como así también las
alternativas estructurales que han permanecido inactivas y que pueden ser activadas por las preguntas del
terapeuta.
ö Acompaña en la crisis.
ö Reconoce el predominio de determinados temas familiares y participa conjuntamente con los integrantes
en su exploración; siguiendo los caminos de la comunicación, descubriendo cuales están abiertos y cuáles
son bloqueados. Cuando traspasa los umbrales familiares debe estar alerta ante los mecanismos de
estabilidad del sistema.
1. Se cuestiona la homeostasis.
2. Provocando una crisis que desencadena conductas nuevas.
3. Habilitando las conductas
4. Se producen cambios en el estado de ánimo y la imaginería de las personas.
5. Posibilitación.
6. Se crean secuencias interactivas nuevas
7. Morfoestasis.
Limites
Alianza
Sobreinvolucración
Afiliación débil
Conflicto ………………….
Unión y acomodación son los términos en que se desenvuelve el mismo proceso. La unión se utiliza
cuando se pone el acento en las acciones que realiza el terapeuta, tendientes a relacionarse con los miembros
de la flia, el acomodamiento enfatiza las adaptaciones del terapeuta tendientes a lograr la alianza.
La terapia no puede lograrse sin la unión, pero ésta no tendrá éxito sin la reestructuración. La unión
puede utilizarse como una técnica reestructurante. En estas, el terapeuta se convierte en actor de la obra fliar.
En la reestructuración, opera como director y como actor. Crea escenarios, esclarece temas y lleva a los
miembros de la flia a improvisar, dentro del marco de los límites impuestos por el drama fliar.
La asociación es el proceso por el cual se establece el sistema terapéutico, sin el cual la reestructuración
no puede producirse y todo intento de alcanzar objetivos fracasará.
El rastreo, técnica de asociación, consiste en el planteamiento de preguntas que puedan clarificar lo que
está en juego, la realización de comentarios aprobados, o estimular para que pueda amplificar un punto. El
terapeuta se ubica como parte interesada y pregunta.
Mimetismo, utilizado para acomodarse a un estilo familiar y/o sus modalidades afectivas, por medio
de distintas operaciones implícitas y espontaneas, como la similitud de posturas, de expresiones, de
experiencias, que pueden ser utilizadas con finalidades especificas.
El diagnostico es una hipótesis de trabajo desarrollada por el terapeuta a partir de sus experiencias y
observaciones relacionadas con el proceso de asociación con la flia. y con la respuesta de la flia al terapeuta.
Al evaluar, el terapeuta toma en cuenta seis áreas:
El diagnóstico interaccional recopila información de significados del material presentado, lo que dice la
flia y como lo dice, su tono de voz, las relaciones frecuentes, etc. Posibilita la captación de pautas repetitivas
y alternativas, y se modifica constantemente a medida que la flia va asimilando al terapeuta, se acomoda a él
y reestructura o resiste las intervenciones reestructurantes. Es inseparable de la prognosis (conocimiento
anticipado del acontecimiento de un hecho)
Velazquez Herrera Florencia
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Generalmente, las flias desean que el problema se resuelva sin interferencia con sus pautas
transaccionales. Consecuentemente, los acuerdos sobre la naturaleza del problema y los objetivos del cambio
en un primer momento estarán limitados pero los cambios esperados en el paciente serán mostrados como
dependientes de la modificación fliar.
Holón es el término con el que se denomina a la unidad de intervención, que siempre es un holón
(individuo, la flia nuclear, flia extensa y la comunidad): es un todo y una parte al mismo tiempo.
El holón individual incluye el concepto del sí mismo en contexto, contiene los determinantes
personales e históricos del individuo, como así también los aportes del contexto social.
El holón conyugal se constituye con la unión de las personas con un proyecto compartido de formar
una flia. Las pautas de interacción que se van elaborando suelen ser implícitas y, una vez establecidas,
gobiernan el modo en que cada uno de los cónyuges se experimenta a sí mismo y experimenta al compañero
dentro del contexto matrimonial.
El holón parental incluye la crianza de los hijos y las funciones de socialización. Los adultos tienen la
responsabilidad de cuidar, proteger y socializar a los niños; pero también poseen derecho a tomar decisiones
que atañen a la supervivencia del sistema total. Este subsistema se modifica a medida que el niño crece y sus
necesidades cambian.
El holón fraterno constituye para un niño el primer grupo de iguales en el que participa. Los hijos se
apoyan entre sí, se divierten, se atacan, elaboran sus propias pautas de interacción para negociar, competir y
cooperar. Promueve, por un lado, sentimiento de pertenencia al grupo, y por otro lado, su individualidad,
vivenciada en el acto de elegir y de optar por una alternativa dentro de un sistema.
Las maniobras generales de comienzo son aquellas que orientan y facilitan la relación con los
consultantes.
La terapia familiar consiste en entrar en co-participación con la familia, experimentar la realidad como
sus miembros la viven y envolverse en las interacciones repetidas que dan forma a la estructura familiar y
plasman el pensamiento y la conducta personal. Esta coparticipación debe ser instrumentada para poder
convertirse en un agente de cambio que obre dentro de las reglas del sistema familiar. El terapeuta asume el
liderazgo de la entrevista y del proceso terapéutico.
Co-participación: acuerdos más o menos explícitos para librar de síntomas a quien es su portador en la
familia, reducir el conflicto y la tensión para la familia como un todo y aprender nuevos modos de superar
dificultades. Entran en coparticipación dos sistemas sociales para un propósito específico y por un plazo
determinado. Resulta equivalente a la co-construcción del problema, las metas y las soluciones.
El terapeuta asume como directivo, por lo que queda a cargo de conducir el proceso, es un líder
autoritario. Debe ser visto y considerado como instrumento de cambio de los modos de interacción. Co-
participar con una familia es hacer saber a sus miembros que el terapeuta los comprende y trabaja con ellos y
para ellos. La co-participación se puede realizar desde tres posiciones:
De cercanía: desde esta posición el terapeuta realiza una intervención de manera constante confirma
todos los aspectos posibles de ser confirmados. Y se ocupa de que todos los miembros presentes reciban esta
confirmación, necesaria para sobrellevar la pena, el dolor, la tristeza y hasta el enojo que produce una
situación difícil de soportar. Entienden la confirmación como redefiniciones que inevitablemente modifican
el marco conceptual que los miembros de la familia poseen hacia el paciente, o bien hacia su conducta, o
hacia las motivaciones que subyacen a estas. Confirmar, significa devolverle a otro la imagen que tiene de sí
mismo, privilegiando aquellos aspectos en los que es posible que sean considerados de alguna otra manera
posible.
Intermedia: el terapeuta co-participa como un oyente activo, neutral. Asiste a la gente para que le
cuente lo que le pasa. Esta se llama rastreo.
Distante: hace papel de director. En muchas ocasiones las familias, pero más frecuentemente las
parejas que consultan, asisten con el deseo de que el terapeuta funcione como arbitro de sus diferencias.
2. Planificación.
Los terapeutas deben hacer algunas consideraciones desde el momento en que recibimos los primeros
datos de una familia. En ese momento inevitablemente pensaremos hipótesis considerando la clasificación de
la familia: según composición, el estado de desarrollo, u otros tipos.
4. Utiliza el síntoma
5. Asigna tareas
6. Manipula el humor
Maniobras específicas
Transformar la estructura familiar, la intervención del terapeuta puede desequilibrar el sistema por
medio de tres tipos de cuestionamientos: del síntoma, de la estructura y de la realidad.
Observación de las
Escenificación (busca interacciones
La flia ha
que la flia interactúe
individualizado a un Organización interaccionales
para ver la realidad
miembro como fuente
como ellos la ven) Propone interacciones
del problema. Relatan
las soluciones alternativas
intentadas y los
Enfoque (el T selecciona y organiza los datos entro de un
fracasos. EL PROB.
esquema que les otorga sentido, elabora un foco y una
EN LAS PAUTAS DE
meta, lo que incluye la estrategia para lograrlo)
INTERACCION. La
Síntoma: tarea del T es Repetición del mensaje
REENCUADRAMIENTO cuestionar la
definición del Repetición de acciones
problema que tiene la isomorfas
flia. Reencuadrar la
concepción, moviendo Logro de intensidad Modificación del tiempo
(permanencia de una interacción)
a los miembros a (¿Cómo hacer llegar el
buscar respuestas mensaje) Cambio de la distancia
diferentes. (cambiando la posición de ellos)
Resistencia a la presión de la
flia. (el no hacer lo que la flia quiere,
no ser absorbido por el sistema)
Enseñanza de la
complementariedad (se Cuestiona el problema (problema individualizado por
cuestiona la idea integral interaccional), el control lineal (y el modo de recortar los
de la jerarquía, la secesos.
epistemología)
Insistencia en los lados fuertes de la familia. (Toda flia tiene elementos positivos,
sondear estos recursos es esencial, mostrarlo a la flia puede ser una modificación en
la visión de la realidad.) se observa las respuestas del paciente, lo positivo
individualizado y se muestran alternativas de interacciones.
La supervisión.
Se le inquiere al terapeuta acerca de lo que hizo, de lo que pensó que hizo y del grado en que lo que
hizo fue o no útil para la familia, de tal manera que esto es un dialogo experimental que demanda aprender a
controlarse en su condición personal como instrumento terapéutico.
Intervenciones contextuales.
Conceptos básicos:
5. Terminar la terapia
Con respecto al contexto laboral, se ayuda al paciente a establecer límites apropiados entre el trabajo y
la vida privada. Además, es básico tener en cuenta si existe un isomorfismo entre el contexto familiar y el
laboral, por ej: la evitación del conflicto.
Fogarty, en toda relación una persona tiene tres opciones de movimiento: puede acercarse a la otra
persona, alejarse de ella o quedarse inmóvil. Lo que causa el movimiento es el incremento del nivel de
excitación emocional ante el comportamiento de la otra persona o ante su percepción del estado emocional de
la otra persona. La excitación emocional del individuo, justo con el movimiento reactivo que suscita,
constituye el combustible que alimenta la activación de los triángulos. De hecho, cada vez que existe tensión
en una diada empiezan a operar las fuerzas emocionales de un modo tal que se produce un triangulo
relacional estabilizador.
Los triángulos son un mecanismo de evitación cuyo propósito es eludir la incomodidad. EJ: comienzo
matrimonial, primer hijo, las esposas son más madres que esposas, entonces el marido, maneja la perdida
entregándose al trabajo.
4. Bloquean la evolución funcional de una relación en el tiempo, detienen la evolución del ciclo vital.
La psicoterapia pretende descubrir los hilos vulnerables y dañados de los individuos y sus relaciones,
desenredarlos de las marañas de sus triángulos entrelazados y volver a tejerlos entre sí, con relaciones más
fuertes entre individuos que funcionan mejor y son mas autónomos. También busca complejizar el modelo,
convirtiendo la terapia en un enrejado donde el foco se desplaza libremente hacia atrás y hacia delante entre
las vidas interiores de los individuos, las relaciones personales diádicas en las que esos individuos están
involucrados, y los triángulos relacionados que rodean y complican esas diadas.
Autoexamen
Los triángulos son diferentes a las triadas. Un grupo de tres no es necesariamente un triangulo. En una
triada cada miembro se siente libre sin dejarse determinar por los otros. Pueden los tres interactuar de uno a
uno dependiendo de la situación. La relación puede ser distante o intensamente comprometida. Cada uno
puede asumir una posición personal sin imponerla a los demás.
El hecho de estar en un triangulo ( y no en una triada) se experimenta internamente como una sensación
de ansiedad, una interrupción del fácil fluir de la conversación, un preguntarse constantemente que decir o
silencio incomodo. El flujo de movimiento de avances y retrocesos tiende a ser limitado; el clima emocional
es rígido y con frecuencia muy intenso. El verdadero problema consiste en estar en un triangulo, no es
reconocerlo y permanecer en él por tiempo indefinido.
Las personas tienen necesidad de autonomía y conexión, cuya motivación configura el espacio
relacional interpersonal. Así, el proceso emocional interpersonal esta constituido por varios elementos:
1. Los estados individuales de excitación emocional, la vulnerabilidad, puede aumentar o disminuir según el
motivo de la vida.
2. Las diferencias individuales en la capacidad de las personas para controlar su excitación emocional.
¿Cómo el T puede reconocer las señales de que puede ser aprisionado en un triangulo?
Terapia Narrativa
La terapia narrativa se centra en lo atípico: esto es, en lo que la persona ve como atípico. Nos mueve a
examinar lo atípico minuciosamente: porque por medio de lo poco común las personas pueden escapar de las
historias que determinan sus percepciones y, por ende sus vidas. Cuando las descripciones estereotipadas de
la experiencia son reexaminadas en busca de nuevos detalles, devienen menos influyentes, seguras y estables.
La terapia narrativa fomenta la emergencia de narrativas ricas a partir de descripciones aisladas o
incompatibles, que no son consideradas erróneas ni limitadas sino pobres o raras.
Los T narrativos afirman que los clientes construyen su pasado mediante historias que ellos cuentan en
el presente. No hay realidad; sino historias que nosotros contamos de la realidad. Una de las maravillas de las
narraciones es que son abiertas, en curso, no terminando nuca. Así como nuestra historia cambia, igual
cambiamos nosotros.
La narrativa es un sistema constituido por actores o personajes, guion y contextos, ligados entre sí por
la trama narrativa, es decir, por un conjunto de conectores lógicos explícitos o implícitos que establece la
relación entre actores, guion y contexto de modo tal que todo cambio en los actores cambia el guion, todo
cambio en el contexto cambia la naturaleza del guion y los actores. A su vez, este conjunto (actores, guion,
contexto y trama) posees colorolarios morales, interpersonales y comportamentales. Estos colorarios, a su
vez reconstituyen, reconfirman, solidifican, la historia, y forman, por lo tanto, parte del sistema “narrativa”.
El pensamiento se caracteriza por buenas historias que ganan la credibilidad gracias a su realismo. Por
la superficie narrativa se produce el contacto con el exterior mediante procesos comunicacionales que
constituyen la relación y, de esa forma, el núcleo de la identidad puede modificarse incorporando nuevos
elementos o desprendiéndose de otros. El tiempo interviene de un nodo decisivo: en etapas tempranas de la
vida la identidad posee una permeabilidad que luego pierde. La narrativa mantiene casi inalterada su
capacidad de modificarse, sin perder su condición de espacio flexible, abierto a toda clase de transacciones.
No es infrecuente considerar la identidad como el último baluarte del individuo, su más solidad defensa y la
mejor garantía de su supervivencia.
Mientras más grave es la patología, más implicada esta en ella la identidad y más pobre resulta la
correspondiente narrativa.
Las narrativas tanto desde la narrativa como desde su núcleo de identidad, participan de un sustrato
emocional común, así como de un mismo troquelado epistemológico y de una verificación pragmática
mutuamente coherente.
Las personas generalmente adscriben significado a su vida convirtiendo sus vivencias en relatos, y que
esos relatos dan forma a sus vidas y a sus relaciones. También afirmamos que la mayoría de las
conversaciones con uno mismo, se ajustan al menos a los requisitos más elementales de un relato: tiene
planteamiento, nudo y desenlace. Por lo tanto la narrativa no se limita a los textos literarios.
4. Estimula la polisemia y uso del lenguaje coloquial, poético y pintoresco en la descripción de vivencias y
en el intento de construir nuevos relatos.
5. Invita a adoptar una postura reflexiva a apreciar la participación de cada uno en los actos interpretativos.
6. Fomenta el sentido de autoría y la re-autoría de la propia vida y de las relaciones de cada persona al
contar y volver a contar la propia historia.
7. Reconoce que las historias se coproducen e intenta establecer condiciones en las que el objeto se
convierta en autor privilegiado.
Para que toda esta tarea resulte, los T deberán construir narraciones terapéuticas construidas como
historias liberadoras. Para esto debe recurrir a la desconstrucción de nuestras viejas historias y la
construcción de unas nuevas. La narrativa alienta a los clientes a experimentar un sentido de autoría en su re-
contar las historias de sus vidas, sino también les permite protagonizar sus narrativas nuevamente
construidos.
Cuando nuestras narraciones están fuertemente impregnadas por el problema solemos cometer el sesgo
de elegir mayormente aspectos que lo perpetúan, personalizan y rigidizan, maximizándolo y minimizando
Velazquez Herrera Florencia
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nuestra capacidad de elegir otros que faciliten un relato diferente, en el cual lograremos una puntuación de
los hechos distinta, contrapuesta a las puntuaciones dominantes propias de la descripción saturada por el
problema.
La tarea del terapeuta consiste en facilitar la generación de nuevos significados a partir de estos
acontecimientos extraordinarios, los cuales pasaran a formar parte de la nueva narración. Lo cual se realiza
formulando dos tipos de preguntas, preguntas de influencia relativa.
Aquellas que apuntan a describir la influencia del problema en la vida de los sujetos.
Aquellas que apuntan a describir la influencia de las personas y sus cercanos, en la vida del problema.
1. Hacer preguntas de conjunción para conocer a las personas que se han presentado en la terapia como
elementos separados del problema y para definir sus competencias.
2. Hacer preguntas relativas al problema y a la experiencia del cliente al respecto, poniendo atención en la
externalización del problema, hablando de él como si se tratara de una cosa que está separada del cliente
y de su vida.
3. Hacer preguntas con influencia relativa, que tienen el fin de externalizar el problema, esto es, llevar a los
miembros de la familia a vivir el problema como externo a ellos en cuanto personas. Algo externo que
influencia fuertemente en sus vidas.
4. Hacer preguntas que revelen los resultados únicos, es decir, que busquen episodios en los que el
problema no ha podido influir en la vida de las personas de la familia. Los resultados únicos son los
episodios de vida que contradicen (pasado real) la descripción saturada del problema ( la historia
dominante), o que no pueden ser previstos a partir de la lectura de la historia dominante (futuro
imaginario).
5. Construcciones de historias alternativas, que tienen como objetivo de construir un nuevo paisaje de la
conciencia, sobre la base de los resultados únicos presentes en el paisaje de las acciones.
La práctica se inicia cuando el terapeuta escucha con respetuosa atención a la persona. Con esta
propuesta del T es posible que el consultante realice su relato.
Intervenciones generales.
Con el cual el problema sea considerado como una consecuencia o un efecto producido por algún
aspecto de la vida cotidiana. El objetivo es que la persona se distancie de sus problemas y ayudar a
concebirlos como producto de las circunstancias no de su personalidad o psicología.
Considerar estos aspectos ofrece importantes y conocidos ejemplos de que los abusos se encuentran
insertos en las paradojas del poder social lo que le permitirá a las personas liberarse de la culpa y la
autocensura.
Apuntan a: la influencia que el problema ha tenido y tiene en la vida de la persona. Y la influencia que
la persona ha tenido y tiene en la vida del problema.
Conocidas las excepciones, el T debe visualizar la posibilidad de ampliarlas, que a partir de ahora,
deberían pasar a ser posibles, reales, frecuentes.
Cuando ha llegado a este momento, representa una encrucijada para el consultante. Debe asumir la
postura de mantener aquello que lo ha venido preocupando o, desde ahora le dará lugar a la excepción, que es
una alternativa posible, porque ya ha sido experimentada.
Documentos escritos, de su propia autoría o creados por el consultante. Se trata de tareas que propone
el T para apoyar la postura asumida. La confección o la lectura de: memorandos, cartas, declaraciones, listas,
ensayos, contratos o certificados. Se utiliza para consolidar el progreso porque la palabra escrita es más
permanente que la hablada y porque, en la sociedad occidental, goza de mayor autoridad.
Para aumentar el compromiso es necesario un público, ya sea familia, otro paciente o escribiendo un
libro o diario personal.
10. Re-membrar.
Velazquez Herrera Florencia
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La idea es que puedan volver a ser miembros de grupos de familiares o amigos con los que habían
dejado de frecuentar.
11. La terminación de la terapia se produce cuando el consultante decide que su relato de sí mismo es
suficientemente rico para abarcar su futuro.
Se construye conjuntamente entre terapeuta y familia un relato alternativo, plausible, usando elementos
de una o más historias que la familia trajo consigo al venir a terapia. Cada relato o narrativa alternativa se
estructura alrededor de un mito o tema culturalmente disponible. Al mismo tiempo que las narrativas se
transforman, la historia original que contiene el problema pierde su predominio, y el problema se redefine; se
convierte en un no-problema o incluso en una bendición encubierta. El problema en una nueva presentación
se vuelve accesible a soluciones, o deja de ser el foco; se disuelve.
El objetivo del terapeuta es facilitar tal cambio en relatos específicos o en la relación entre ellos. Los
terapeutas intentaran generar un clima de conservación que facilite cambios de consenso: mantendrán una
actitud de empatía al sufrimiento y las dificultades de la familia y de interés y curiosidad sobre sus ideas;
favorecerán una postura optimista de connotaciones positivas; y contribuirán activamente a guiar la
conservación terapéutica hacia cambios en la narración colectiva.
Encuadrar el encuentro
Las transformaciones o cambios, son el producto de redefinir la concepción que los consultantes tienen
de aquello que los aflige y/o de las soluciones intentadas para resolverlo, y que se pueden evidenciar como
quejas, lamentos, síntomas o cambios de conducta.
Las transformaciones pueden ser un producto del cuestionamiento del síntoma, y/o de la estructura y/o
de la realidad.
El problema que se ha traído a la consulta puede vivenciado y relatado como interno (propio problema)
o externo (de los demás, o por algo que piensan, sienten o hacen)
Simultáneamente la gestión (las acciones posibles y necesarias de llevar a cabo para la solución del
problema) pueden reconocerse como propias acciones o como acciones que deben ser emprendidas por otros,
razón por la cual los problemas pueden quedar sin resolver y/o ser resueltos de otra manera, obteniendo otros
resultados viables, pero no como esa persona deseaba que fuera resuelto el problema.
En la disfunción de la familia,
Como se organiza la
en la alteración de jerarquías, El relato, sobretodo
Proceso de interacción que Se centra en las familia y como
Foco de análisis dificultad para generar reglas la descripción del
mantienen los consultantes. soluciones establecen y mantienen
acordes y funcionales para el problema
las jerarquías.
ciclo que transitan.
Modificar el circuito
Pensar en primera Modificar la estructura Modificar la
mantenedor del problema,
Posibilitar y promover que la instancia nuevas familiar, para que la narrativa dominante,
Objeto de cambio redefinir la concepción que
organización sea funcional. soluciones y luego misma vuelva a la creando relatos
se tiene del mismo, o las
actuar. funcionalidad alternativos.
soluciones intentadas.
Lugar del cambio En el ámbito natural Fuera de la sesión Periodo entre sesiones En la sesión En la cotidianeidad
Distribución de
aprox 10, inter variable. - de 10, inter variable. No es terapia breve
sesiones
Función del cambio El T busca y mantiene el Desde una postura de baja El cambio será el El cambio está Que se modifique el
máximo control intensidad, sugiriendo, busca resultado de destinado a que la flia relato de manera
administrativo, énfasis en el logro de cambios mínimos búsquedas de no requiera del síntoma que sea
suficientemente rico
para su nueva manera
hacer explicito lo implícito. y progresivos. alternativas. para abarcar el
de funcionar.
futuro.
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Ética y psicoterapia
Las ciencias del comportamiento abordan el bien y el mal desde la teoría de la personalidad. Las tres
teorías que más han influido son: el aprendizaje social, el desarrollo cognitivo y la teoría psicoanalítica.
La teoría del aprendizaje social: se basa en como aprendemos procesos complejos de conducta social.
La persona moral es la que simplemente se ajusta a las normas culturales y ha absorbido las normas de la
sociedad y de sus padres. La mejor manera de estudiar la moral es observar las técnicas de refuerzo que se
han usado, los tipos de castigo y los modelos que se usan o se han empleado.
La teoría del desarrollo cognitivo: hay tres etapas del desarrollo del juicio moral:
1. Restricción moral: en niños menores de 7 u 8 años. Los valores son absolutos, hay cosas correctas e
incorrectas y el castigo es el resultado cuando alguien ha sido malo: realismo moral.
2. A partir de los 8 años y dura hasta los 12, el niño es más independiente y se preocupa por la justicia del
castigo.
3. Desde los 12 años, relativismo moral: la lealtad es hacia los padres. Se escucha otros puntos de vistas.
Ética, moral y responsabilidad son dos condiciones que nunca debe dejar de lado un terapeuta que es
consultado para iniciar, continuar o acelerar un proceso de cambio. También para resolver, reconducir, una
crisis a veces inevitable, como las crisis vitales o accidentales.
1. Un intercambio justo.
2. Control de la información