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INTRODUCCIÓN
Los casos con síntomas más leves son muy frecuentes y entran en un cuadro
inflamatorio inespecífico que ha tenido muchas denominaciones. Los alemanes
lo denominan vejiga irritable, en Estados Unidos se ha descrito como síndrome
uretral y otros lo llaman cistalgias con orinas claras. La expresión anátomo
patológica o endoscópica es una uretrotrigonitis crónica.
Instilación vesical
Algunas personas con cistitis intersticial encuentran alivio después de un
tratamiento en el que el médico coloca una pequeña cantidad de medicamento
líquido en la vejiga, lo que se conoce como instilación vesical o lavado o baño de
la vejiga. El médico desliza un tubo (catéter) dentro de la vejiga del paciente y
agrega lentamente un líquido que alivia la irritación de la pared de la vejiga.
Se le pedirá al paciente que mantenga el líquido en la vejiga durante unos 15
minutos y luego lo libere. El paciente puede recibir este tratamiento una vez por
semana o cada dos semanas durante 1 o 2 meses. Es posible que el paciente no
sienta mejoría sino hasta el tercer o cuarto tratamiento.
2. ANTECEDENTES
Hace más de 100 años que se conocen las características patológicas del epitelio
de la vejiga y los daños relacionados con los vasos sanguíneos en ausencia de
infección, pero esta entidad clínica sigue siendo desconcertante, ya que muchos
pacientes tienen síntomas, pero no presentan signos cistoscópicos concluyentes.
Los síntomas pueden simular los del cáncer de vejiga, las enfermedades de
transmisión sexual, la endometriosis, las infecciones vaginales o urinarias, la
prostatitis, la hiperactividad vesical farmacológica o neurológica.
Los pacientes tienen más probabilidad de tener otras comorbilidades 100 veces
más probabilidades de tener síndrome de intestino irritable y 30 veces más
probabilidades de tener lupus eritematoso sistémico. Otras enfermedades crónicas
asociadas son la migraña, el asma, la fibromialgia, la incontinencia, el síndrome de
fatiga crónica y la vulvodinia.
Es más, son numerosos los trabajos posteriores que demuestran la utilidad del
DMSO como agente de transporte tras dérmica por lo que sólo vamos a citar uno
de los primeros. Nos referimos al artículo de síntesis que los doctores D.C Wood y
J. Wood de la St. Lewis University School of Medicine, publicaron en 1975 en
annals of the New York Academy of Sciences en el que se exponen diversos
ejemplos que qué demuestran tanto su capacidad para transportar todo tipo de
sustancias a través de la piel como las enormes posibilidades de este mecanismo
para acelerar y ajustar el acceso directo de sustancias terapéuticas a zonas
concretas del organismo.
Tres años después en 1978, los doctores S.W Shirle, B.H. Stewart y S. Mirelman
publicaron en urology, los resultados de un amplio estudio con 213 pacientes con
problemas de cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa demostrando que la
instilación (irrigación) intravesical ( por medio de un catéter que penetra por la
uretra hasta la vejiga) de una solución de DMSO diluida en agua lograba un
significado alivio del dolor en el 70% de los pacientes que no respondían ya a los
tratamientos analgésicos habituales.
Una experiencia pionera Que fue seguida por muchos médicos corroborando en
1994 el doctor S.J. Childs de la Universidad de Alabama Tuscaloosa (EEUU). Con
otros pacientes que sufrían el mismo problema – el trabajo se publicó en Urologic
Clinic of Norteamérica– Que el procedimiento carece de efectos secundarios
negativos. Lo que refrendarian los 300 pacientes con esa dolencia tratados por los
doctores J Parking, C. Shea y G.R. Sant en el England Medical Center de Boston
(EEUU) según explican en 1997 en Urology.
Es importante recordar que la cistitis intersticial está considerada una enfermedad
idiopática, es decir, de causa desconocida y crónica que tienen los mismos
síntomas de la cistitis común, pero no está provocada por una infección bacteriana
y provoca la alteración o destrucción parcial o total de la mucosa que tapiza las
paredes de la vejiga, lo que ocasiona una irritación constante de su epitelio, un
deseo continuo de orinar y un dolor agudo a veces insoportable. Si bien, era una
enfermedad rara en Occidente ha ido aumentando en el último medio siglo
habiéndose detectado en 2010 en una de cada mil mujeres y en uno de cada dos
mil hombres de hecho el tratamiento de la cistitis intersticial con DMSO es el único
uso terapéutico que la FDA autoriza para esta sustancia, bastando aplicarlo una
vez a la semana durante 6 seguidas Hasta que remita el dolor; pudiendo aplicarse
de nuevos, si reaparecen los síntomas. Aún no se sabe con seguridad cómo actúa
en este caso, pero se sospecha que impide la desgranulación de los mastocitos
liberadores de histamina y otras citoquinas proinflamatorias y aumenta el umbral
del dolor en las terminaciones nerviosas del epitelio de vejiga.
4. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
Evaluar los efectos del DMSO como terapia Ortomolecular, aplicado por instilación
en procesos patológicos como cistitis intersticial en mujeres de 15 a 55 años de
edad.
5. JUSTIFICACION
La infección urinaria se mantiene hasta la fecha dentro de las principales
enfermedades de origen infeccioso que afectan a mujeres de entre 15 a 55 años
de edad.
El diagnóstico a tiempo de una ITU y su tratamiento adecuado pueden prevenir
complicaciones a corto plazo como una pielonefritis o sepsis de origen urinario, así
como secuelas a largo plazo que incluyen cicatrices renales, hipertensión arterial y
por último insuficiencia renal crónica y necesidad de trasplante.
Muy pocos estudios han evaluado factores de riesgo para ITU recurrente tanto a
nivel de América Latina como en nuestro medio.