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a) Comparación errónea (“relación equivoca” 359, 14) de las ciencias y las artes
y luego transferido a la diversidad irreductible de estos( “ un solo hombre no
puede aprender simultáneamente todas las artes” 359,14-15) a las ciencias ( así
también en las ciencias” 360,3-4).
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Suma Contra Gentiles, I, 48 y Suma Teologica I-II, q. 65°.1 ad.3. Cassirer comenta esto de la siguiente
manera:” el entendimiento gira tanto hacia un objeto como hacia otro y es el genero del objeto que deter-
mina cuanto de luz el espíritu puede recibir”
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Ver Maritein Los tres reformadores.
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372, 2) “ si el metodo explica correctamente el uso que hay que hacer de la intuicion int-
electual para no caer en error contrario a la verdad, y como se deben hallar las deduc-
ciones para llegar al conocimiento de las cosas” ( 372, 11-14) . el metodo es siempre
cierto, porque produce certeza.- Pero tambien , el metodo precede a las cosas tanto
como a las ciencias; el metodo aparece, de hecho, mas necesario a la busqueda de las
cosas que a estas cosas mismas (371, 2-3).
El metodo se define pues en funcion de la certeza y de la condicion previa a los objetos
de toda experiencia cierta.
Ahora bien, es justamente esta dos caracterisitcas que nos lleva del metodo cartesiano al
metodo aristotelico, puesto que una escrupulosa contradiccion los une extrañamente, . Y
en primer lugar el metodo no precede de ninguna manrera lo que el conoce;no se trata
de “seguir el metodo” (DM 4, 7-8; tambien: “ siguendo el metodo que me habia pre-
scripto” 27, 11)que lleva ciertamente a conocer ( o ignorar)tal objeto, sino de descubrir
al mismo tiempo y tanto como la cosa misma:” el metodo es llevado aqui, para nosotros,
por la naturaleza. Efectivamente lejos de que el ego epistemologico pueda asegurarle la
minima anterioridad- “ yo forme un metodo...” (DM 3, 6-7 ver tambien 29, 20-21; 22,
14-15)- es “ la cosa misma que le hace (abre) un camino (hodopoiesen) y los obliga a la
busqueda”8; el fundamento ultimo de la busqueda permanece esto mismo que es nece-
sario encontrar, y no la exigencia previa de una certeza anterior a toda consideracion , y
pues a todo termino apuntado.Aristoteles comprende siempre el metodo a partir del sim-
ple camino , que nace bajo los pasos, y no revela nunca mas que el suelo inmediata-
mente pisado. Es que el camino nace de la cosa misma, y no le precede, ni lo encierra en
una prolepsis de certeza.
La empresa de Descartes no consiste pues tanto en promover el metodo cuanto a inter-
pretar el metodo segun la certeza, y pues como productor de certeza, desde antes que la
cosa misma. Inmediatamente deviene visible el vinculo que une IV-A, 371, 4-25 a IV-
B., 374, 16-375, 22. Esta seccion propone remontar de las ciencias matematicas co-
munes a la matematicidad que los define como ciencias rigurozas. Efectivamente,
Descartes procede, en su analisis de las matematicas comunes, en dos tiempos. Primero
reconoce la experientia cierta ( 375, 4-5), conforme a los terminos de la reglas prece-
dentes ; pero es para, en segundo lugar, constatar su futilidad (375, 13-22 = DM 7,
24/30 ). Observemos inmediatamente que esta futilidad(cosa de poca o escasa importan-
cia) se puede comprender de dos maneras, opuestas< o bien en términos aristotélicos,
las matemáticas proceden por abstracción, su simplicidad (= 374, 9) supone precisamen-
te la perdida de la cosa “física” como tal, de tal manera que al mismo tiempo que un ni-
ño sin experiencia lo logra en eso, pero que ninguna sabiduría ni conocimiento “físico”
aparece allí jamás9 ; la futilidad deriva aquí de la certeza abstracta, y pues de una falla
del objeto. O bien, y estas son las razones cartesianas, la futilidad de las matemáticas
comunes viene de una falla del proceso de abstracción: sin duda , la abstracción mate-
mática permite una experiencia puntual, pero queda mas acá de la puesta en juego de la
verdad- determinar los medios y los motivos de una tal experiencia; en una palabra, la
falla esta menos en el estudio de los términos abstractos ( ocupándose de números sim-
ples y figuras imaginarias), 375, 14-15) que en la incapacidad de distinguir las razones
de la certeza (“…mas frecuentemente por la fortuna que por el arte”, 375, 17); menos en
el divorcio de la fisis que en la incapacidad de rendir cuenta. De allí la transposición
cartesiana de la exigencia de una iniciación matemática ( ageometretos= 375, 24=25) :
no se trata tanto de introducirse en el mundo de las matemáticas cuanto de introducirse
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Metafísica A, 3, 984 a 18-19
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Ver Ética a Nicomaco VI, 9, 1142 a 11 y siguiente y Platón, Leyes VII, 819 b. Las matemáticas no son
más que chiquilladas, pues ellas hacen abstracción de la fisis; también los niños lo lograrían ciertamente.
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