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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ
SEDE DE POSGRADO – CARACAS
ÁREA: CIENCIAS ADMINISTRATIVAS. MAESTRÍA EN GERENCIA PUBLICA
1ER TRIMESTRE. SECCIÓN A

FACILITADORA: PARTICIPANTES:

PROF. ROSA BELLO ALMAO JOSÉ 16.157.178


URUETA JOHANDRES
29.553.72
CABRILES JENIFER 16.357.150
Caracas, noviembre del 2023
ÍNDICE PAG.

INTRODUCCIÓN------------------------------------------------------------------------------------ 3
DESARROLLO:
Bioética ------------------------------------------------------------------------------------------------ 4
Principios de la Bioética-------------------------------------------------------------------------- 5-
7
Dilemas éticos relacionados a la Bioética ------------------------------------------------- 8-
10
Derechos y deberes --------------------------------------------------------------------------- 11-
17
Aspectos generales de la responsabilidad medica------------------------------------- 17-
20
Bioética y la personalidad humana--------------------------------------------------------- 20-
21
CONCLUSIÓN---------------------------------------------------------------------------------------22
BIBLIOGRAFÍA--------------------------------------------------------------------------------------23

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INTRODUCCIÓN
La ética es la base de la ciencia médica. Es imposible ser un buen
funcionario de la salud si no se tiene una brújula moral efectiva que permita
marcar el camino como profesional de la salud, debido a la responsabilidad que
cae en las manos de los que ejercen esta noble profesión.
Desde escritos en rocas, juramentos de filósofos, documentos almacenados
en grandes bibliotecas, libros, códigos, normas, y hasta escritos en línea, la
trasmisión de la ética médica siempre ha corrido a lo largo de la historia,
evolucionando su forma de mantenerse en las acciones de practicantes del arte de
la “vigilancia” de la salud humana, como dijimos anteriormente desde escritos en
roca hasta su existencia en el internet, siempre han existido documentos que
dictaminan el buen actuar del médico.
Un ejemplo claro por nombrar una parte de la historia universal, en la época
nazi hubo demasiadas torturas y actos de lesa humanidad, violación de derechos
humanos y crímenes contra la integridad humana, debido a que no se tomaron en
cuenta estas normas que han regido la práctica de la medicina durante siglos,
siendo más precisos desde que se practica el arte de “curar” a las personas.
Es muy importante esta catedra, pues nos enseña cómo debemos actuar
durante nuestra carrera que apenas iniciamos, pero es de aquí, desde este punto,
donde debemos empezar a establecer una línea personal entre el buen actuar, lo
que dicta la norma y lo que nos parece justo, razón por la cual en el momento que
nos sintamos invalidados en lo personal ante una situación que pretende alterar
nuestro buen juicio, debemos acudir a la brújula que rige esta hermosa carrera:
“códigos, juramentos, derechos y deberes” que rigen esta noble tarea,

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permitiéndonos no salirnos de los límites establecidos por la sociedad a lo largo
del tiempo.

BIOÉTICA
La Bioética es una disciplina que surge a mediados del siglo XX como
respuesta al desarrollo tecnocientífico sobre la vida. Su finalidad es elaborar un
pensamiento fundamentado en la ética, que responda a deliberaciones
sustentadas en la razón, a fin de ofrecer criterios éticos a la hora de tomar
decisiones que afecten a la vida.

Una de las primeras formulaciones de la bioética hace referencia al sentido


más global de la supervivencia de la humanidad en la tierra, donde queda definida
como "un llamamiento a la responsabilidad de preservar el medio ambiente, la
atmósfera y la biodiversidad".

Pero es en el campo de la investigación y de la actividad asistencial donde


se ha desarrollado más, surgiendo, por un lado, de la necesidad de regular la ética
de la investigación con sujetos humanos, después de la experiencia trágica
durante la II Guerra Mundial, a la vez que por el contexto clínico ante las
dificultades de los profesionales de tomar ciertas decisiones donde se planteaban
conflictos de valores (recursos limitados, decisiones al final de la vida, etc.). La
bioética ofrece respuestas, proponiendo un diálogo entre las diversas disciplinas
de las ciencias y las humanidades para poder encontrar soluciones a los posibles
conflictos éticos de su día a día. Así, la bioética reflexiona de manera global sobre
cuestiones sociales que tienen que ver con la salud de las personas y, por tanto,
que interesan a todo el mundo.

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PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA.

Se puede decir que la Bioética es el eje o la brújula principal de conducta


de todo médico o profesional de la salud. La ética profesional va de la mano con la
moral, los valores y las buenas costumbres, de allí nacen los principios de la
Bioética que permitirá definir la conducta y desenvolvimiento del médico tratante o
de todo aquel personal de la salud.

No olvidemos que sin normas estaríamos en una anarquía total en la


relación médico – paciente.

Partiendo de esta idea es necesario nombrar los 4 principios básicos de la


Bioética:

1.1. Respeto de la autonomía

La palabra «autonomía» proviene del griego y significa «autogobierno». Se


usa por primera vez para referirse a la capacidad de autogobierno de las
ciudades-estado griegas independientes.

Para Beauchamp y Childress (1979- Principios de Ética Biomédica):


“El individuo o persona tiene su propio albedrío el individuo autónomo es el que
«actúa libremente de acuerdo con un plan autoescogido»4. Según afirman estos
autores, todas las teorías de la autonomía están de acuerdo en dos condiciones
esenciales:

a) La libertad, entendida como la independencia de influencias que


controlen

b) La agencia, es decir, la capacidad para la acción intencional.”

Para ser más explícito toda persona tiene derecho a tomar sus
propias decisiones, no sin antes mencionar que no todas estas pueden ser
favorables hacia su propia persona, es decir el alcohólico decide ingerir bebidas
alcohólicas a tal punto de causar daño a su organismo, el suicida atenta contra su
propia existencia, el enfermo terminal puede decidir terminar con su sufrimiento y
recurre a la eutanasia… en fin aunque el principio de autonomía se basa en el

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respeto del médico hacia al paciente sobre sus propias decisiones, es necesario
acotar que a mi parecer en algunas oportunidades prevalece por encima de este el
principio de no maleficencia, el cual veremos más adelante

1.2. No-maleficencia

El principio de no-maleficencia hace referencia a la obligación de no infringir


daño intencionadamente. Este principio se inscribe en la tradición de la máxima
clásica primum non nocere (lo primero no dañar). Aunque la máxima como tal no
se encuentra en los tratados hipocráticos, sí que existe una obligación de no
maleficencia expresada en el juramento hipocrático. Así, sobre el uso del régimen
para el beneficio de los pacientes, este juramento dice: «si es para su daño (...) lo
impediré.

Algunos filósofos consideran sinónimos o con el mismo fundamento


la no maleficencia y la benevolencia. Aunque claramente para otros como
Beauchamp y Childress la obligación de no quitar una vida o de no atentar contra
esta o no hacer daño a un paciente es claramente distinta a proteger los intereses
personales o promover el bienestar común a terceros.

Personalmente este principio es básico, incluso en el mismo sentido


de la existencia de la humanidad debido a desde que nacemos se nos enseña a
no hacer el mal, ayudar a otros, razón por la cual es muy importante la empatía en
el médico y el compromiso moral hacia sus pacientes e incluso dentro de la
sociedad. La máxima de este principio es “No dañar ni causar daño al prójimo”

1.3. Beneficencia

Si la no-maleficencia consiste en no causar daño a otros, la beneficencia


consiste en prevenir el daño, eliminar el daño o hacer el bien a otros. Mientras que
la no-maleficencia implica la ausencia de acción, la beneficencia incluye siempre
la acción. Beauchamp y Childress distinguen dos tipos de beneficencia: la
beneficencia positiva y la utilidad.

A.1. La beneficencia positiva: requiere la provisión de beneficios.

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B.1. La utilidad: requiere un balance entre los beneficios y los daños.

Es necesario mencionar los dos tipos de beneficencia y aunque van de la


mano es el punto decisivo en las acciones que pudiese tener un médico con su
paciente. El principio de no maleficencia te indica que no dañes, pero el de
beneficencia te indica lo contrario, debes tomar decisiones para evitar un daño
particular, debes anticiparte al daño y detenerlo y por último la utilidad debe crear
o permitir ese equilibrio entre un daño causado para optar a un bien común, por
ejemplo, amputar una extremidad de un paciente diabético (daño) para salvar la
vida de un paciente (beneficio).

1.4. Justicia

Este principio a pesar de que habla de justicia se puede decir que es justo
más prevalece la desigualdad y atenta contra el bien común y el derecho universal
a la vida o a la equidad social.

En gobiernos tanto socialistas como capitalistas existen centros de salud o


programas de salud privados donde se atienden a las personas de acuerdo a su
nivel económico y aunque en ambos sistemas de gobierno existen centros
comunitarios o sin costos para pacientes de bajos recursos económicos la
atención siempre va a estar privilegiada hacia aquellos con poder económico
capaces de poder costear los distintos tratamientos para las enfermedades que
padecen.

La máxima clásica de Ulpiano dice: la justicia consiste en “dar a cada uno


lo suyo”. De un modo similar, Beauchamp y Childress: entienden que la justicia es
el tratamiento equitativo y apropiado a la luz de lo que es debido a una persona.

Una injusticia se produce cuando se le niega a una persona el bien al que


tiene derecho o no se distribuyen las cargas equitativamente.

Las desigualdades en el acceso al cuidado de la salud y el incremento de


los costes de estos cuidados han ocasionado en el ámbito de la sanidad el debate
sobre la justicia social.

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Norman Daniel (un filósofo político estadounidense y filósofo de la ciencia,
teórico político, ético y bioético en la Universidad de Harvard y Harvard T.H.
Escuela Chan de Salud Pública) gran defensor de la salud pública nos indica que
la sociedad o los gobiernos son los responsables de la salud de sus ciudadanos y
no debería la salud publica estar controlada por los grandes conglomerados
privados regentes de esta.

DILEMAS ÉTICOS RELACIONADOS A LA BIOÉTICA

Dilemas Éticos Al Comienzo De La Vida Humana

En la actualidad el comienzo de la vida humana, lo mismo que el final de la


vida, en el extremo opuesto del proceso vital, constituyen materia fundamental en
el campo de la bioética por razones que lucen obvias. Los hallazgos
biológicos, genéticos y de otra índole, aisladamente, no han resuelto el problema
de cuándo comienza la vida humana. El juicio definitivo hasta el momento lo
consideran algunos de orden filosófico, lo cual no implica dejar de conferirle
significado al aspecto biológico y a otros elementos. Para Charles Curran profesor
de teología moral, las opiniones acerca del comienzo de la vida humana abarcan
desde el momento de la fecundación hasta los diversos estados del desarrollo
fetal, viabilidad, nacimiento y algún tiempo después de producirse este último.

Cuando se refieren a dilemas éticos al inicio de la vida, inmediatamente se


relaciona el tema con el aborto, el aborto es muy evidente porque hay un mal
moral severo al quitar la vida a una persona inocente que no tiene manera de
defenderse. Hoy hay situaciones como la selección de embriones por
características genéticas de salud, por ejemplo, enfermedades. Una nota
publicada del John Hopkins Hospital, dice que el 3% de los diagnósticos pre-
implantarios o selección embrionaria, son para buscar enfermedades que generan
algún tipo de discapacidad en el recién nacido. La selección embrionaria por sexo
también es muy común.

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La mayoría de estas discusiones parten de desacuerdos sobre cuándo
inicia la vida humana. ¿Cuáles son las posturas más difundidas? Está la posición
que contempla el Personalismo ontológico que considera que el inicio de la vida es
el mismo momento de la fecundación cuando se unen las dos membranas, del
óvulo y el espermatozoide, porque ya se desencadenan en ese momento cambios
químicos específicos en la cadena de activación y desactivación de genes, que es
propia del embrión y no ocurre en otro momento de la vida. Entonces un nuevo ser
comienza su vida. Es el mismo ser que se va desarrollando en distintas etapas,
por ello requiere el mismo respeto que merece la vida humana adulta, Sin duda, la
nueva vida humana inicia en el momento de la fecundación. Y esto se ve en
cualquier artículo científico, desde el punto de vista biológico el concepto de inicio
de la vida es muy claro Para las pre-personas y las ex-personas se tiene un deber
de beneficencia, de elegir qué es mejor para ellos, y lo hace la sociedad y la
persona que esté a cargo legalmente. En el caso de las personas, hay que
respetar su autonomía moral. Esto se ve mucho en países como Estados Unidos,
Europa, países sajones, Cuba, países donde están autorizados el aborto y la
eutanasia. Donde el aborto es aplicable para las pre- personas y la eutanasia para
las ex-personas.

Dilemas Éticos A lo Largo De La Vida Humana

El dilema ético surge cuando el profesional se enfrenta a dos o más alternativas


de actuación posibles y válidas, e incluye principios éticos y valores. En el dilema
ético, la cuestión es de carácter moral, es decir, asegurar el respeto a los
principios fundamentales, que son los que favorecen la toma de decisiones en
momentos determinados, dado que exige de las personas la reflexión, el análisis,
pensar lo que es mejor para la persona. De ahí la importancia de la actualización
permanente que debe recibir el personal de enfermería, para que ante un dilema
ético tenga las herramientas necesarias al analizar la situación, argumentarla y
poder darles diferentes soluciones.

Dilemas Éticos Al Final De La Vida Humana

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Vamos a hablar de una de las cuestiones que –junto al valor del embrión
humano y al aborto- constituye uno de los temas más interesantes, debatidos y
estelares de esa disciplina conocida con el nombre de Bioética. Lo que pretendía
Potter es establecer un puente entre dos disciplinas que parecían muy distantes,
la disciplina de las ciencias biológicas y la disciplina de las humanidades. Diego
Gracia, pionero de la reflexión bioética en España, sintetiza muy bien el sentido de
la nueva disciplina cuando dice que de lo que trata es de reflexionar sobre dos
mundos distintos, pero interrelacionados entre sí, como son el mundo de los
hechos y el mundo de los valores.

Es muy importante tener esto en cuenta porque cuando hablamos de


eutanasia, por ejemplo, hablamos de problemas que se plantean porque hemos
avanzado mucho en el terreno de los hechos, de la ciencia, y ello nos lleva a que
surjan nuevos valores y a que estos entren en conflicto. Ocurre cuando se trata el
problema del aborto, donde puede suceder que el valor de la vida de la madre
entre en conflicto con el valor de la vida del feto, y hay que ver a qué valor damos
prioridad en un momento determinado porque a lo mejor no podemos realizar
todos los valores al mismo tiempo. Es el caso contemplado bajo el supuesto del
aborto terapéutico. Personas que hoy reanimamos artificialmente hace doscientos
años probablemente se morirían, al igual que quien se quedara en coma, quien se
rompiera la médula, es decir, que las cuestiones referentes al final de la vida son
un problema porque los avances técnicos han permitido prolongar la vida hasta
extremos no hace mucho impensables y que, además, aún hoy se dan tan sólo en
contextos técnicamente avanzados.

Cuando se acerca para una persona el final de su vida, se producen


muchas situaciones diferentes en su entorno, que en su mayor parte están
vertebradas por enormes dosis de dolor y sufrimiento y en las que los valores y
creencias personales adquieren un papel muy destacado. ¿Qué hacer en ese
momento? ¿Cómo acompañar y dar esperanza a un ser querido que sufre?
¿Existe el derecho a morir? El objetivo de este ensayo, que tiene en cuenta la
evolución histórica del concepto, el derecho, la teología y la bioética, es tratar

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algunas de las situaciones más relevantes que rodean el final de la vida humana
con la convicción de que se trata de un proceso complejo, en el cual no se puede
olvidar nunca la centralidad de la persona para que ese último viaje sea también
un lugar propicio de auténtica humanidad.

DERECHOS Y DEBERES

El Derecho A La Vida

El derecho a la vida se define como el derecho que tiene todo ser humano a
no ser privado de la vida y su dignidad de manera alguna, es decir, es el derecho
universal de vivir la propia vida. El derecho a la vida está consagrado en el artículo
3º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos promulgada en 1948, el
cual dictamina que: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la
seguridad. Se supone que los Estados y las diversas instituciones sociales tienen
el deber de proteger, respetar y garantizar la vida de los seres humanos en toda
circunstancia. Esto no se limita solo a evitar la muerte y el asesinato, sino a
fomentar condiciones óptimas para el desarrollo de una vida digna. En virtud de
esto, se considera una violación del derecho a la vida todo intento deliberado por
dañar, lastimar o privar de la vida a una persona. El derecho a la vida ha inspirado
y fundamentado la mayor parte de tratados internacionales y constituciones del
mundo desde su promulgación, ya que tiene implicaciones diversas.

Entre ellas:

● El derecho a la libertad;

● El derecho a la seguridad;

● El derecho a la supervivencia y

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● El derecho al desarrollo pleno.

Entre algunos ejemplos concretos de protección del derecho a la vida


podemos mencionar:

● Abolición de la pena de muerte;

● Leyes para la protección de los ciudadanos, especialmente los más


vulnerables: Leyes para la protección de niños y adolescentes, Leyes para la
protección de la mujer; entre otras.

● Derecho al asilo (para refugiados) Importancia del derecho a la vida.

En torno a la justificación del derecho a la vida se reconocen principios


filosóficos, sociológicos, antropológicos, éticos, biológicos, políticos y religiosos (la
vida como don sagrado). Sin embargo, el espíritu inicial que acompañó la
formulación del derecho a la vida en 1948 fue el de contener y poner fin a la
represión y el abuso del aparato estatal y gubernamental en contra de la vida de
los civiles, que había alcanzado niveles monstruosos en la Segunda Guerra
Mundial. Tanto el Holocausto como otros desastres de la guerra pusieron en
evidencia la urgente necesidad de proteger a las personas frente a la pena de
muerte y las políticas de exterminio acometidas por los gobiernos. Así las cosas, el
derecho a la vida se hace condición fundamental e indispensable para que pueda
darse el disfrute de la libertad, la seguridad y el desarrollo pleno de la persona en
un ambiente de garantías sociales.

El Derecho A La Salud

La salud tiene una importancia vital para todos los seres humanos. Una
persona con mala salud no podrá estudiar o trabajar adecuadamente y no podrá
disfrutar completamente de su vida. Por lo tanto, el derecho a la salud constituye
un derecho fundamental de todos los seres humanos. Principales características
del derecho a la salud La salud es un estado de completo bienestar físico, mental
y social, y no consiste únicamente en la ausencia de enfermedad o discapacidad

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(«Constitución de la Organización Mundial de la Salud», aprobada en 1946). El
derecho a la salud, por lo tanto, está estrechamente ligado a otros derechos
humanos fundamentales y su materialización depende de la realización de estos
otros, especialmente el derecho a al agua (que incluye el derecho al acceso al
agua potable y a saneamiento adecuado) y el derecho a la alimentación. La
obligación del Estado de proporcionar un sistema de protección sanitaria El
derecho a la salud otorga a las personas el derecho a acceder a los servicios de
cuidado médico. Sin embargo, el derecho a la salud no significa el derecho a estar
sano. El derecho a tener buena salud supondría que los países deberían asegurar
una buena salud a todas las personas (obligación de resultado). Esta hipótesis es
inconcebible en la medida en que una buena salud depende, principalmente, de
factores biológicos y socioeconómicos que son independientes de la voluntad de
los países o de las personas.

El derecho a la salud obliga al Estado a garantizar a los ciudadanos la


posibilidad de poder disfrutar del mejor estado de salud que posible. Esto significa
que el estado de salud dependerá de cada y que el Estado deben asegurar el
mismo acceso a la atención médicos al conjunto de su población (obligación de
medio).

De este modo, el derecho a la salud se divide en varios derechos


específicos que los países deben asegurar:

● El derecho a un sistema de protección de la salud.

● El derecho a la prevención y a tratamientos preventivos para luchar


contra la propagación de enfermedades.

● El derecho al acceso a los medicamentos esenciales.

● La promoción de la salud materna e infantil.

● El derecho al acceso a los servicios de salud apropiados.

● Por último, la educación y la concienciación sobre la salud.

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Además, la materialización del derecho a la salud supone que los países
establezcan servicios de salud que estén disponibles en cualquier circunstancia,
accesibles para todos, de buena calidad y aceptables (es decir, que se ajusten a la
ética médica y sean respetuosos con las diferencias biológicas y culturales).

El Derecho A La Integridad Personal

El derecho a la integridad personal es aquel derecho humano fundamental


y absoluto que tiene su origen en el respeto debido a la vida y sano desarrollo de
ésta. Es el derecho al resguardo de la persona, en toda su extensión, bien sea en
su aspecto físico como mental. El ser humano por el hecho de ser tal tiene
derecho a mantener y conservar su integridad física, psíquica y moral. La
Integridad física implica la preservación de todas las partes y tejidos del cuerpo, lo
que conlleva al estado de salud de las personas. La integridad psíquica es la
conservación de todas las habilidades motrices, emocionales e intelectuales. La
integridad moral hace referencia al derecho de cada ser humano a desarrollar su
vida de acuerdo a sus convicciones.

El reconocimiento de este derecho implica, que nadie puede ser lesionado


o agredido físicamente, ni ser víctima de daños mentales o morales que le impidan
conservar su estabilidad psicológica.

Este derecho se encuentra consagrado en el derecho internacional desde el


Estatuto del Tribunal Militar de Núremberg de 1945, la Declaración Universal de
Derechos Humanos de 1948 (artículo 5), los Convenios de Ginebra de 1949
relativos a los conflictos armados (protocolo II, artículo 4). No es sino hasta
mediados de los años 60, cuando tienen origen los tratados generales de
derechos humanos como el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos
de 1966 (artículo 7) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto
de San José de Costa Rica" de 1968 (artículo 5), que este derecho pasará a tener
un mayor desarrollo legislativo internacional.

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Debido a la preocupación de la comunidad internacional considerando la
importancia de este derecho y lo reiterado de las prácticas mundiales atentatorias
de este derecho, es aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas la
Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles Inhumanos o Degradantes,
que entró en vigor el 25/06/1987, tras haber sido ratificada por 20 países. Para el
año 2001 contaba con 124 Estados partes.

Igualmente, en el ámbito del sistema interamericano de protección de los


derechos humanos se suscribe en Cartagena de Indias, Colombia, el 9 de
diciembre de 1985 en el decimoquinto período ordinario de sesiones de la
Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, la Convención
Interamericana para prevenir y sancionar la Tortura, que entra en vigor el 28 de
febrero de 1987.

En Venezuela este derecho se encuentra establecido en el artículo 46 de


nuestra Carta Fundamental así: "Artículo 46. Toda persona tiene derecho a que se
respete su integridad física, psíquica y moral, en consecuencia:

1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles,


inhumanos o degradantes.

2. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado


o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación.

3. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la


dignidad inherente al ser humano.

4. Ninguna persona será sometida sin su libre consentimiento a


experimentos científicos, o a exámenes médicos o de laboratorio, excepto cuando
se encontrare en peligro su vida o por otras circunstancias que determine la ley.

5. Todo funcionario público o funcionaria pública que, en razón de su cargo,


infiera maltratos o sufrimientos físicos o mentales a cualquier persona, o que

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instigue o tolere este tipo de tratos, será sancionado o sancionada de acuerdo con
la ley"

Conflictos Entre Derechos y Deberes de la Relación Médico Paciente.

En el que hacer de la salud es frecuente que se presenten conflictos entre


los derechos y los deberes de los pacientes y los del médico.

En estos casos es necesario establecer cuál es el valor involucrado de un


determinado derecho que tiene mayor precedencia sobre otro.

● Violación al secreto médico: Es lo que sucede por ejemplo cuando el


paciente tiene una enfermedad contagiosa y este solicita al médico que no sea
revelada al cónyuge; o cuando el paciente le revela al médico una intención
suicida, presentándole así un dilema de revelar o no esta información a quien
pudiera evitar que el paciente evitar que el paciente atentara contra su vida.

● Conflictos entre deberes de los Médicos: Los conflictos entre distintos


deberes de los médicos, también representan difíciles dilemas éticos que ameritan
reflexión y análisis; son casos en los q se presentan principios básicos, pues el
cumplimiento de uno ocasiona el cumplimiento de otro, aunque no es infrecuente
que estos dilemas sean más aparentes que reales, puesto que en todos ellos debe
prevalecer el interés del paciente, su autonomía para decidir y para rehusar, y el
respeto a su dignidad.

● La Responsabilidad Médica: Toda persona autorizada para prestar un


servicio a la comunidad mediante la práctica de una profesión u oficio reconocido,
es responsable de los efectos causados por su actuación sobre las personas y las
cosas. Generalmente el término “responsabilidad” se refiere a los efectos
negativos o a los daños causados como consecuencia de una actuación
profesional. En el caso de la responsabilidad medica se hablaría de la
complicación del paciente o su muerte, mas no de su recuperación o curación. Es
por esto que la responsabilidad del médico implica responsabilidad moral y
responsabilidad legal implícita o explícita, ya que el médico va mucho más allá del

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simple cuidado de sus pacientes, pues un médico no debe ser tan solo alguien
que cura enfermedades, sino un profesional que promueve la salud y previene la
enfermedad.

● Responsabilidad Civil: Se refiere a la obligación de indemnizar el


prejuicio ocasionado por el daño imputable al incumplimiento de obligaciones
preestablecidas, de tal forma que el objetivo de la responsabilidad civil es el de
compensar a la víctima por el daño sufrido, sea este material o moral. La
responsabilidad civil está contemplada en el código civil venezolano, pues la Ley
de la Medicina no contempla la responsabilidad civil como tal, aunque en el
artículo 118 de esta de esta ley considera sanciones administrativas: multas desde
Bs1.000 a Bs 5.000 y suspensión del ejercicio

ASPECTOS GENERALES DE LA RESPONSABILIDAD MEDICA

La deficiente prestación de un servicio médico a un paciente puede


responsabilizar tanto a los profesionales que lo trataron como al centro médico (sea
privado o público), cuando las deficiencias se producen dentro del círculo de los
médicos, personal sanitario, centros y medios concertados o contratados a efectos
de su realización.

La información previa o "consentimiento informado" que debe darse al


paciente para obtener válidamente su consentimiento a la intervención médica,
incluye el diagnóstico, pronóstico y alternativas terapéuticas, con sus riesgos y
beneficios. Ese deber de información previa se incluye dentro del concepto de "lex
artis ad hoc" del profesional médico, como obligación de máxima entidad entre éste
y el paciente.

La obligación del médico y, en general, del profesional sanitario, no es una


obligación de resultado, sino una obligación de medios. Esto significa que el
facultativo no se obliga a obtener en todo caso la recuperación del enfermo. Y es
que, aunque el fin perseguido por la actuación del mismo es efectivamente la
curación del paciente, tal fin permanece fuera de su obligación por no poder

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garantizar, por cuanto en su actividad se halla siempre presente un elemento
aleatorio, en el sentido de que el resultado buscado no depende exclusivamente de
su proceder, sino también de otros factores, endógenos y exógenos a su actuación,
que escapan de su control. Pero sí debe procurar al enfermo todos los cuidados que
requiera según el estado de la ciencia y la denominada "lex artis ad hoc", que es
como actualmente se denomina a lo que tradicionalmente se ha conocido como
técnicas, procedimientos y saberes de la profesión, módulo rector de todo arte
médico, consistente en el criterio valorativo de la corrección del concreto acto
médico ejecutado por el profesional de la medicina -ciencia o arte médica- que tiene
en cuenta las especiales características de su autor, de la profesión, de la
complejidad y trascendencia vital del paciente y, en su caso, la influencia de otros
factores endógenos -estado e intervención del enfermo, de sus familiares o de la
misma organización sanitaria- para calificar dicho acto conforme o no a la técnica
normal requerida.

Responsabilidad Ético-Moral.

La responsabilidad y la ética son actos morales para ser mejores ciudadanos


en la polis, y para estar al servicio de la humanidad; lo anterior, se da no solamente
a través del Juramento de Hipócrates (compromiso moral entre médicos) o del
Código de Núremberg (conjunto de reglas internacionales que relacionan la Ética
Médica y los Derechos Humanos), sino también por medio de la Declaración de la
Asociación Médica Mundial que proclama como principio esencial que hombres y
mujeres no pueden ser únicamente objetos de la ciencia. Al realizar un análisis
cuidadoso de la relación entre ética y medicina se pueden determinar los principios
fundamentales: la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia (no hacer daño), la
confidencialidad, la transparencia y la justicia. Todos ellos están a favor de disminuir
las desigualdades entre los individuos, asunto humano que es defendido por la
telemedicina, en cuanto a que su uso pretende ampliar la cobertura en el sistema de
salud, de tal manera que se reduzca la pobreza y que el derecho a la sanidad no sea
el privilegio de unos pocos. Todos los seres humanos, sean ricos o pobres, que en
un momento de sus vidas se conviertan en pacientes, tienen los mismos derechos al

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consentimiento informado, al respeto a su voluntad y a la información, más aún, a
una vida sana como Derecho Fundamental y función social.

La Responsabilidad Civil Médica

Como el deber que tiene el médico de reparar los daños y perjuicios


ocasionados a su paciente derivado de sus actos, omisiones y errores voluntarios
o involuntarios realizados en el ejercicio de su profesión.

Responsabilidad penal médica: Se genera esta responsabilidad personal del


profesional médico que ocasiona el daño cuando su acción u omisión lesiva está
tipificada en el Código Penal como constitutiva de un delito o de una falta.

Responsabilidad administrativa médica: En la actualidad, la responsabilidad


administrativa del médico como servidor público por el ejercicio de su profesión
tiene como un punto importante de referencia el crecimiento de la población que
atiende, así como los problemas de trámites administrativos que muchas veces
lejos de ayudarle a brindar una atención médica con calidad y calidez generan un
punto de riesgo al que diariamente se pueden enfrentar el paciente y el médico.

Responsabilidad disciplinaria administrativa: La responsabilidad disciplinaria


del profesional de la salud ante la administración del estará sujeta a las normas.
Los casos en que el vínculo contractual sea el contrato individual de trabajo
(aunque el hospital en cuestión forme parte del Servicio Nacional de Salud y
corresponda a una persona jurídica de derecho público, como es el caso de las
Entidades Empresariales Públicas).

Malapraxis

Existirá mala praxis médica cuando se provoque daño en el cuerpo o en la


salud de una persona física, sea este daño parcial o total, limitado en el tiempo o
permanente, como consecuencia de una acción profesional realizada con
imprudencia, negligencia o impericia en su profesión, o por no observar las
normas de los deberes a su cargo, apartándose de la normativa legal aplicable.

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Iatrogenia

Es un daño no deseado ni buscado en la salud, causado o provocado,


como efecto secundario inevitable, por un acto médico legítimo y avalado,
destinado a curar o mejorar una patología determinada. Puede ser producido por
una droga o medicamento o un procedimiento médico o quirúrgico, recetado o
realizado por algún profesional vinculado a las ciencias de la salud, ya sea
médico, terapeuta, psicólogo, farmacéutico, enfermero, dentista, matrón, etcétera,
efectuados dentro una indicación correcta, llevados a cabo con pericia, prudencia
y diligencia.

Iatrolalia

Comentarios imprudentes en la ronda hospitalaria en la propia cabecera del


enfermo que afectan la autoestima o causa angustia al paciente. En los hospitales
docentes la disquisición clínica imprudente del profesor con sus alumnos delante
del paciente.

Pero también, ¿Es impericia?

Se dice que alguien tiene impericia en relación con una actividad cuando es
especialmente torpe en su ejecución, cuando carece de la suficiente experiencia o
bien en aquellos casos en los que no se presta la suficiente atención. En español
abundan los términos sinónimos, tales como ineptitud, incompetencia o torpeza.

BIOÉTICA Y LA PERSONALIDAD HUMANA.

Un ser humano, el hombre, que por definición tiene sentido propio, propias
decisiones, libre albedrío, conoce y entiende perfectamente la diferencia entre el
bien y el mal a partir de cierto grado de madurez mental.

Sin citar en particular algún autor puedo decir que no es más que la esencia
misma de la humanidad, de la civilización y el sentido que da vida y sentido a la

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propia existencia, partiendo de lo cognitivo hasta lo científicamente comprobado,
por ejemplo, su evolución física y cultural dentro de la historia.

El ser humano por definición y por sentido común es ético por naturaleza. Si
bien es cierto existe el mal hacia otros, desde que nacemos tenemos ese sentido
empático de no dañar a otros. Claro está existen personas carentes de este
sentimiento y desde temprana edad causan malestar y daño a otras personas o
cosas por así decirlo.

El médico debe ser una persona que siga las normas de la sociedad, con
valores humanos, con un interés en ayudar a los demás, siempre y cuando siga
los principios básicos y los estándares éticos para el desarrollo y desempeño de
su profesión.

Una persona sin ética no puede desempeñar esta profesión debido a que
chocaría contra una pared ya que esta está basada en el arte de aprender a usar
nuestros dones y estudios médicos para ayudar al prójimo, al enfermo y es allí
donde la Bioética nos ofrece ese conjunto de normas que nos permiten obtener la
brújula moral que necesitamos para nuca perder el norte en esta profesión.

La bioética no es otra cosa que como dijimos anteriormente ese paradigma


que nos guia entre el bien y el mal ya que no necesariamente hay que obrar con
mala fe para causar un daño o viceversa. En el caso médico en su relación con el
paciente debe tener muy en claro los valores y los principios éticos que lo lleven o
permitan que se cuestione si las acciones que realiza son correctas o no.

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CONCLUSIÓN

Sin ética es imposible practicar la medicina. Esta noble carrera muchas


veces nos presenta dilemas éticos que están entre un sentido humano y un
conjunto de normas establecidos muchos años atrás, por ejemplo, seria humano
practicar la eutanasia a un paciente terminal, para evitar su dolor, pero éticamente
es un procedimiento prohibido, es en esta parte donde el medico se desempeña o
camina en una muy delgada entre el sentimiento humano y empatía por el prójimo
y las leyes y normas que rigen la medicina.

La Bioética nace como esa ciencia capaz de estudiar las normas y leyes
que establecen la brújula moral necesaria que debe tener todo profesional de la
salud, es una ciencia importante para todo aquel que relacione su profesión con
seres vivos, incluso científicos se rigen por la Bioética, pues esta establece los
límites que no deben cruzarse jamás.

Aunque parezca que nos salimos del tema, es importante resaltar que este
es el último trabajo de nuestro primer año de carrera en medicina, fue un año muy
educativo, un paso gigantesco en nuestras vidas pues empezamos un nuevo reto

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de la mano con nuestros guias (profesores) que nos indicaran un camino ya
transitado por ellos.

Para finalizar es importante resaltar que no todo es responsabilidad,


también los practicantes de la salud tienen derechos establecidos en las normas,
leyes y reglamentos, igualmente los pacientes también tienen deberes que
cumplir, evitando así una posible anarquía entre ambas partes.

BIBLIOGRAFÍA

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