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LITERATURA LATINOAMERICANA I

PROFESORA: ROSA JAISULLY DURÁN MUÑOZ


ESTUDIANTES: DANIELA RAMÍREZ- ALEJANDRA ESPINOSA- KÁTHERIN SIERRA

En el siguiente escrito presentaremos un análisis de las crónicas “El gato informante” del
autor Francisco Javier Vergara Cuéllar, y “El vendedor de hamburguesas” del libro
“¿Cuánto cuesta matar a un hombre?” del autor José Alejandro Castaño. Para lo anterior
nos basaremos en el texto “Niveles y Modalidades de Focalización, una propuesta
Narratológica” de Félix J. Ríos y en las diapositivas abordadas en la sesión del 27 de marzo
“Crónica latinoamericana y recursos”.

La crónica “El gato informante” nos habla de un hombre llamado Anselmo Cruz,
comúnmente conocido como “el gato”, cuyo trabajo diario se basa en informar a los
conductores de buses de la ciudad de Cali cuanto tiempo les lleva la ruta que va por delante
de ellos; en esta, los focalizadores nos cuentan la historia de este personaje y los motivos
que lo llevaron a este trabajo.

Esta crónica, es del tipo Nuevo Periodismo o Periodismo Narrativo, ya que dentro de la
narración el cronista le da una voz a un personaje que suele ser invisibilizado ante la
sociedad, en este caso, el autor le da el protagonismo a Anselmo Cruz. Esta crónica nos
habla de acontecimientos actuales de impacto social, como el desempleo y la drogadicción.
Tiene un nivel de focalización interna, pues el focalizador es un sujeto funcional dentro del
relato, la cual consiste en cederle la voz de la narración a Anselmo para que cuente a través
de un diálogo realista, la historia de cómo se convirtió en el gato informante; y de
focalización variable, ya que el narrador alterna el relato entre los diálogos de Anselmo y su
narración como tal.

En esta crónica también logramos inferir, según de las diferentes modalidades de


percepción, que tiene un componente espacial panorámico, pues el narrador tiene una visión
general de los hechos desde el principio hasta el fin, gracias a su acción investigativa y
periodística al entrevistar a Anselmo. Su componente temporal es sincrónico, porque al
tener la crónica una variación en el focalizador, cediendo la voz al protagonista, el
componente temporal también la tiene, ya que estos dos se complementan. La modalidad
psicológica del relato es de componente emotivo, pues contiene acontecimientos externos a
partir de los cuales el focalizador permite que se deduzcan las emociones del protagonista.
El uso del diálogo del relato es realista, ya que se utilizan diferentes palabras y modismos
que permiten ubicarse en el texto de forma espacial y temporal. Las escenas están creadas
con un orden cronológico, el narrador le permite al personaje contar su vida y lo que le ha
sucedido en tiempos específicos, dentro de una escena que es la misma y no tiende a variar.

Otro recurso importante es la descripción significativa que se le hace al personaje principal,


nos presentan sus rasgos físicos pero también sus rasgos psicológicos, esto nos permite
crear una idea acerca del comportamiento y la manera en la cual este personaje se
desenvuelve en la sociedad. La estructura textual de esta crónica es lineal, partiendo desde
la forma en la que nos presentan los hechos en la historia, tiene un desarrollo cronológico
como se mencionaba anteriormente. Pero, cuanto a la temporalización, es claro que hay una
ruptura de la linealidad cronológica, donde el personaje realiza un salto hacia el pasado
(analepsis) “Me acuerdo que hace más o menos dos años, estaba en el centro
rebuscándome un camello para poder llevar comida a donde tenía mis pelados” en esta
ruptura de tiempo, el personaje empieza a recordar escenas de su vida para contárselas al
cronista.
El tiempo discursivo del narrador y los acontecimientos mencionados en la crónica, son
intercalados, pues combina la narración ulterior (narrada en pasado) y simultánea (narrada
en presente o mientras están ocurriendo los hechos), dentro de la cual se permite el uso de
analepsis o prolepsis; lo anterior, debido a que la historia está contada en fragmentos en
donde el focalizador también le cede la voz al protagonista para darle paso a sus diálogos
realistas, intercalando así el tiempo discursivo del relato. En la velocidad del tiempo
discursivo de esta crónica, encontramos una elipsis cuando se suspende algún
acontecimiento dentro de la linealidad temporal del relato, para pasar a recordar un suceso
anterior, y algunas pausas con detenciones temporales en donde los focalizadores hacen
descripciones o algunas digresiones reflexivas. También contiene escenas de diálogos
realistas, donde el personaje principal narra algunas anécdotas de su vida consecuentes a su
realidad actual.

Este relato presenta también dentro de sus modalidad discursiva, un diálogo abruptivo
constante, donde se alternan los discursos del personaje al narrador sin introducción
explicativa, creando así un ritmo vivo y un efecto de cercanía del lector con la crónica,
tomamos como ejemplo el inicio de esta:
“-Gato, Gato ¿a cuánto me llevan? -pregunta un chofer de la Coomoepal.
-Lo llevan a cuatro minutos, la 325, y a él lo llevan a seis, la 422. Quédese un rato yo le
lleno ese cajón. "Directo Pasoancho, Calle 13, Ermita, Centro, Terminal, Tercera norte,
Sameco, Los Álamos".
Frente a lo anterior, es claro que la crónica inicia con un discurso directo del personaje con
respecto al narrador, lo cual hace que el lector reduzca su distancia y se compagine más con
la historia. La caracterización de los personajes es muy marcada, ya que al describir sus
rasgos físicos y morales se ubica además a la narración en un contexto y una temporalidad;
cuando se referencian sus aspectos psicológicos también se evidencia dicha caracterización.
Una ejemplo de lo anterior, es cuando Anselmo afirma no creer en Dios pues sólo cree en él
mismo y también cuando dice que cree en el horóscopo; en cuanto a su apariencia física,
cuando mencionan que es un hombre de mediana estatura y medio obeso; y de sus aspectos
psicológicos cuando resaltan que nunca ha podido salir de las drogas. Se cumple también
con una autocaracterización o heterocaracterización, pues el personaje principal y el
focalizador hacen referencia a cualidades que identifican al protagonista, es decir que él
mismo se da esas atribuciones también; y una caracterización indirecta, pues a través de la
inferencia, el lector también podrá construir una identidad en los focalizadores.

La crónica “El vendedor de hamburguesas” nos habla sobre un hombre llamado Jesús
Amado, quien antes de tener su puesto de hamburguesas solía tener un trabajo de sicario y
era conocido bajo el apodo de “Rambo”. En esta crónica el focalizador nos cuenta los
acontecimientos que lo llevaron a buscar el primer trabajo y los que lo llevan a cambiarlo.
Esta crónica, como la anterior, también hace parte del Nuevo periodismo o Periodismo
Narrativo, ya que, de nuevo, el cronista le da voz a alguien que no suele tenerla y que es
invisibilizado ante la sociedad, introduciéndonos a lo largo de esta en las problemáticas
actuales que afectan nuestra sociedad como lo son la pobreza, el robo y el sicariato. Tiene
un nivel de focalización externa ya que la historia se desarrolla y se narra a partir de la
visión del focalizador, quien no participa en el relato como actor o personaje; siendo
también fija, ya que el focalizador no varía en torno al desarrollo de la historia.

Según las modalidades de percepción, esta crónica cuenta con un componente espacial de
visión panorámica, porque se produce una focalización simultánea de situaciones que
ocurren en distintos lugares y el narrador tiene conocimiento de estas. Su componente
temporal es pancrónico, ya que el focalizador dispone como le parece de las dimensiones
temporales de la historia, un claro ejemplo de ambos componentes es cuando el cronista se
toma el tiempo de indagar más allá de lo que le cuenta el protagonista y hace una
investigación periodística sobre la vida de un personaje muy significativo para Jesús
Amado: su madre. La modalidad psicológica del relato es de carácter emotivo; podemos
conocer el personaje por medio del narrador y las investigaciones que realiza, dejando que
las emociones sean deducidas por el lector ya que el cronista debe tener una voz objetiva y
neutral.

En esta crónica podemos ver como se resaltan los diálogos realistas y el uso que se le da al
lenguaje para ubicarnos en un plano de la historia y a los personajes que están en ella,
también hay una construcción de cada escena, lo que le permite al lector conocer los
detalles de la vida del personaje; estas escenas se han construido llevando un tiempo y una
secuencia para que la narración tenga un sentido y la crónica sea clara. Un elemento muy
importante que nos permite introducirnos con profundidad en la crónica es la descripción
significativa, el cronista ha utilizado diferentes elementos para darle vida a los personajes,
tanto a Jesús Amado, como a su madre, pues no solo nos lleva a conocerlos físicamente por
medio de las descripciones que él nos brinda, sino que además nos cuenta lo que hacen y el
porqué de sus acciones. Lo anterior permite que quien lea o escuche la crónica pueda
conocer más a fondo a los personajes gracias al proceso investigativo del cronista.

La estructura del texto es escalonada, la crónica inicia contando un hecho del pasado del
personaje, y a medida que avanza la narración podemos descubrir cómo el cronista nos
muestra diferentes planos en diferentes tiempos: la preparación de este personaje para ser
un asesino a sueldo, la primera vez que Jesús Amado mató a alguien, la forma en la que
robó a su propia familia, como entró y salió de la cárcel involucrando a su madre e
incluyéndola en el tiempo de la narración.

En este relato los hechos están organizados de forma cronológica, sin embargo el cronista
nos muestra una anacronía en el texto, presentando un juego de tiempos y espacios, donde
la historia va del pasado, al presente y del presente al pasado, esto le permite una
participación mucho más activa del lector. El cronista ha manejado muy bien este recurso y
a través de él, nos permite mantener el hilo de la historia, sin caer en la confusión por los
hechos y el tiempo en el que se presentan. El tiempo discursivo del narrador de la crónica
vendría siendo intercalado, ya que la posición temporal de la instancia narrativa se cuenta
de esta manera, mezclando los momentos temporales de la acción, lo cual lo podemos ver
con claridad en los saltos de tiempo que suele hacer el cronista para contar los encuentros
con la muerte de Jesús Amado y el trabajo que tiene su madre. La velocidad del tiempo
discursivo en esta crónica, contiene elipsis por los diálogos que se ven en el texto, también
se resaltan unas pausas que utiliza el cronista para comparar la vida pasada y actual del
protagonista. El cronista también reflexiona mucho sobre los actos que ahora marcan la
diferencia en Jesús Amado, este elemento o recurso también lo implementa su madre,
cuando nos muestra lo que ella hacía para ganarse la vida y los sacrificios por su hijo que
estaba en la cárcel. Lo anterior le permite al lector tener una perspectiva de las situaciones
que allí se presentan, y le da a la lectura un enfoque más crítico.

El cronista, dentro de sus modalidades discursivas, utiliza en el relato el diálogo abruptivo,


pues alterna su discurso, con el de los personajes para darle paso a los diálogos realistas y a
las concepciones de estos, llegando así a permitir un discurso directo de los personajes.
Podemos referir un ejemplo de esto a la focalización ideológica de Jesús Amado, al
convertirse en cristiano devoto luego de su último encuentro con la muerte y por influencia
del pastor que conoció en el hospital, cuando se fracturó sus brazos y piernas.

Esta crónica también presenta un enfoque en la caracterización de los personajes, ya que


nos hablan del paso de creencias que tuvo Jesús Armando; inicialmente no creía en Dios,
pero las situaciones que vivió y el cambio de trabajo trajo consigo la fe, también está
marcado en el aspecto físico porque mencionan que cuando el protagonista era Rambo, era
delgado y con el cabello corto, pero cuando cambia de trabajo empieza a usar el pelo largo
y tiene barba, también mencionan unos tatuajes que se hizo cuando estuvo en la cárcel y era
sicario, cuando renuncia a ese estilo de vida comenzó a cubrirlos. La caracterización de los
aspectos psicológicos, son la muerte de su madre y el haber sobrevivido a un accidente, lo
cual contribuyó a que decidiera dejar aquel trabajo y con la fe en Dios a salir de las drogas.
La caracterización es realizada por el cronista, así que esta vendría siendo una
heterocaracterización.

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