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El e ntusiasmo se atenúa
Barranquilla y el mafioso chino que nos. Los datos sobre los gérmenes del cuando descubrimos que en medio de
los administraba. Del baúl saJen las naciente tráfico de coca son evidente- la cantidad, la calidad no se corres-
fundas para cubrir las patas desnu- mente relevantes. ponde. Este fenómeno se evidencia
das de Jos pianos que parecen ser de Hay así en las casi doscientas pági- con el ascenso del llamado "m ercado
una sexualidad escandalosa, y sur- nas del libro una profusión de infor- de prescripción" (la venta de literatu-
gen además Pepito Grillo (un evi- mación circunstancial. Los hitos de ra infantil en Jos colegios) que refleja,
dente anacronism o), trucos para de- la trama pasan a ser entonces un per- sin duda alguna, el interés porque los
pilarse, un manual de La costeña chero. El novelista no escatima proli- niños y jóvenes lean más en el ámbito
elegante de Conchita Cotes y los pri- jas descripciones y listados: escolar. Sin embargo, este cambio se
meros embarques de coca hacia En el sitio, discretamente ilumina- está dando en un marco poco crítico,
Inglaterra. do por una lámpara, había muchos li- fruto de la presión de las editoriales
bros en todos los lugares y rincones: y las limitaciones de los mediadores
sobre estantes, sillas, sillones, mesitas principales (los docentes) para distin-
esquineras, equipales, baúles decora- guir entre libros de gran calidad esté-
dos, también montones de discos, e tica y refritos con mucha mercadotec-
infinidad de adornos, ídolos, artesa- nia y contenido nulo.
nías de barro y madera, dioses ma- En 2010 apareció, publicada por
yas, aztecas, zapotecas, diablos pin- Sudamericana, sello perteneciente a
gones medievales, budas beatíficos, Random House Mondadori, una muy
" batiks" representando aventuras interesante colección de literatura in-
del dios Rama, una cabeza. de Nefer- fantil y juvenil compuesta por auto-
titi y una reproducción de la barca de res e ilustradores colombianos 2 , de la
Osiris. [pág. 175] que queremos destacar dos tftulos: La
muda, novela de Francisco Montaña
De este modo, al embarcarse el lec- y A la una la laguna, una selección de
tor en La mujer barbuda, un centenar poemas del reconocido compositor y
de quiebravistas y de estímulos que cantautor caucano Jairo Ojeda.
salen del baúl lo acompaiían -o Lo dis-
No es gratuito q ue este autor sa- traen- en su camino hasta descubrir
mario también ventile el tema de las por fin qué sucedió, y quién o qué es
drogas. Sabemos que la institutriz de en realidad lo que naufraga.
las muchachas había luchado ya con-
tra sus dependencias en Europa; y Mr. Ignacio Zuleta Lleras
Cow no podía vivir sin sus sustancias,
así que cuando llega a América pre-
tende también vivir de ellas. Mr. Cow
anota en sus libretas: Nuevas voces en la
Uno de los fuertes de nP.estro ne-
gocio, titulado La Nevada (pues deci- literatura infantil
dí ser socio y puse en el negocio casi colombiana
todos mis ahorros) es la cantidad de
hojas de coca que se vende a una far-
maceuta. Al parecer este fabrica la La muda
cocaína para el consumo local. Has- FRANCISCO MONTAÑA l.BÁÑEZ
ta ahora la droga se emplea como un Daniel Rabanal (ilus.) Francisco Montaña Ibáñez (Bo-
medicamento más, pero por los lados Sudamericana, Bogotá, Colección gotá, 1966), escritor, cineasta y guio-
del barrio chino, que se está forman- La biblioteca., 2010, 104 págs., il. nista de televisión, forma parte del
do, la consumen las rameras y los último grupo de narradores de lite-
malandrines. El consumo crece, pues A la una la laguna 1 ratura infant il y juvenil que, usando
leí estos días en El Rigoletto, el diario JAIRO OJEDA /
principal de la ciudad, cómo se aler- Cynthía Bustillos (ilus.) t . Luis Bernardo Yepes Osorio, "Los escritores
taba a los padres de la juventud do- Sudamericana, Bogotá, Colección colombianos de LIJ colombiana de los ocheora
rada sobre los peligros de ese hábito. La biblioteca, 2010, s6 págs.. il. y los noventa hoy". en Nuevas hojas de
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cosas. JJep-etidas en el tiempo, escritas res, programas de animación lectora editora María Femanda Paz-Casrillo.
[228] BOLE'I'I N CULT UR.AL Y SIBLIClGR Á FICO. VOL. ·!(LVII , NÚM . '8~ , 1201;11
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
de los niños. No hay derecho a tanta Ese perfeccionamiento consciente cancioneros y la mus1ca para los ni-
injusticia cometida contra el futuro y le permite arriesgarse a innovar con ños, que en Colombia ha tenido de-
lo más humano de lo que pretende- nuevas formas líricas: coplas ("El ca- fensores y divulgadores como Pilar
mos ser. ballito llanero"), cuentos versi·fica- Posada, Oiga Lucía Jiménez, Tita Ma-
dos ("Ramona"). baladas ("¿Quién ya, Jorge Ve! osa. María del Sol Peral-
traerá el aroma?"), letrillas ("Ojito ta, entre otros9.
de agua se secó''), trabalenguas ("La Con gran razón el psicólogo co-
cocodrflica"), retahflas ("¡Qué gato lombiano, residenciado en Francia,
tan alto!"). Además se consolida e n Evelio Cabrejo Parra ha señalado la
lo que es fuerte -las canciones-, cuya importancia del lenguaje lírico en la
mejor muestra es "Hola chiripitola", formación lingüística de los niños:
un poema ya musicalizado de gran Los cantos de cuna, las nanas, los
reconocimiento. arrullos son propiedades de toda len-
Todos Jos poemas, temáticamente, gua. Una lengua sin nanas ni cantos
están marcados por la esperanza, el de cuna no sería una lengua. Estos
humor, e l juego verbal y, a su vez, por pequeños cantos, arrullos y poemas
Uamar La atención de los niños hac.ia son la primera literatura que todo ser
nuestra riqueza natural y crear una humano encuentra en la cultura que
actitud de conciencia por el valor del lo trae al mundo. Este tipo de litera-
agua, los árboles, los animales nativos. tura constituye una experiencia hu-
En los poemas de A la una la lagu- mana que se transmite de generación
A la una la laguna, de Jairo Ojeda na el autor se permite la ironía (co- en generación y que es absolutamen-
(Mercaderes, Cauca, 1948), en cam- mo en "Ramona", la vaca inteligente te necesaria para alimentar y acom-
bio, es un canto a la reconciliación que todos creen tonta), la dulzura en pañar el desarrollo mental de los be-
con lo más lindo del país, de sus gen- el símil (eri " Mamá torcaza", un ave bés en toda cultura 10•
tes y paisajes. Son catorce poemas es- recursiva hace su nido contra viento y
critos para los niños, acompañados marea), el humor explícito (en "La co-
por las ilustraciones de Cynthia Bus- codrílica'', que ingenuamente se pre-
tillos. La antología recoge trabajos gunta por qué no la quieren los otros
posteriores a Todos podemos cantar: animales) e incluso la denuncia con-
cuentos y canciones, su libro y álbum tra la explotación minera ("Ojito de
musical de mediados de los años agua se secó").
ochenta del siglo pasado, que incluye Algunos versos invitan a cantarlos
canciones ya clásicas, oídas y recita- inmediatamente, como e l estribillo
das por los niños en las escuelas y en del joropo "Caballito llanero":
los jardines infantiles como "Chonta- Corre por aquí,
duro maduro vende el negrito Artu- corre por allá.
ro", "La sombra", "El ciempiés que Que no te vaya a alcanzar
no sabía contar". ese toro bravo.
Ojeda, enA la una la laguna, ha de- [pág. 24]
purado su talento de cantor popular
y se evidencia que ha trabajado co- La poesía infantil colombiana, sin
mo orfebre cada verso. Los poemas duda alguna, se enriquece con A la
tienen una autonomía verbal mani- una la lagunas. Esta antología se su- Estas palabras no deberían olvi-
fiesta y demuestran menos dependen- ma a los clásicos Cuentos pintados pa- dársenos a los mediadores de lectura
cia del acompañamiento musical. Lo- ra niños de Pombo, A la sombra del (padres, docentes, bibliotecarios, pro-
gra, entonces, una meta que se había alero de. Víctor Eduardo Caro, La ale- motores) al momento de organizar
impuesto: grfa de querer de Jairo AnJbal Niño, programas para los niños en la prime-
Acaricio las palabras y las "tras- Conjuros y sortilegios de Irene Vasco ra infancia.
teo" de un lugar a otro para que sue- y Palabras q.u e me g~stan de Clarisa
nen y recojan la acentuación rítmica Ruiz. 1 Carlos Sánchez Lozano
·y melódica que ellas mismas me su- Igualmente, el libr.o es una invita-
gieren. Mi reto es lograr que resulten ción a revalorar la importancia de los
un todo armónico?,
'
8. Quisiera llamar la atenci¿n sobre un aspecto
7· Jairo Ojeda, "Respuesta a la pregunta editorial. Al libro le faltó un prólogo o un 9· Maria del Sol Peralta hace una detallada
'¿Cómo se aproxima a ·la palabra.cuando epOogo en que Ojeda o la editara presentaran bibliogra[fa de este material e n Mrísica y
la antologfa,la época en que fueron escritos literatura infantil colombiolltt. págs. 102- 107.
compone?", en Música :y literatura i.n fanti/
los poemas y, no sobra, las razones que los 10. Evelio Cabrejo Parra, "Música de la lengua ,
colómbiana, Cuadernos de literatura infantil
colof!lbiana, Serie temas, mlm. 1, Bogotá, suscitaron, al igual que precisar que varios literatura y organizacíón sfquica del bebé", en
tienen acompañamiento musical. Música y literowra .•. , pág. 6.
Biblioteca Na~ióllal tle Colombia, 2008, pág. 40.
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