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Año XVII No.

81 s Bogotá, Colombia s Enero - Marzo 2022

José Ramón Mercado


(1937 - 2021)
Editorial

J
osé Ramón Mercado hacía parte de La ignorancia ( o mala fe) que se tie-
los escritores costeños nacidos en ne de nuestros autores se evidencia en Magazín del Caribe
la década del treinta (1930-1939), Quién es quién en la poesía colombiana Periódico cultural No. 81
de los que sobreviven los narradores (1998), voluminoso libro de biografías Enero - Marzo 2022
Eduardo Arango Piñeres (1931), Indale- preparado por Rogelio Echeverría, don-
cio Camacho (1932), Iver Pernet (1936) de sus datos aparecen confundidos con Director: Álvaro Morales Aguilar
y Álvaro Morales Aguilar (1939), y los los de su hermano Jairo.Obviamente no tigremorales@gmail.com
poetas José Manuel Vergara (1934) y aparece en la Antología de la poesía
Editor: Roberto Montes Mathieu
Giovanny Quessep (1939). Último de colombiana (1991), también de Echeve-
romonthieu@hotmail.com
los escritores del grupo donde esta- rría, ni en la de Andrés Holguín (donde
ban Felix Turbay (1930-2013), Vicente tampoco está Héctor Rojas Herazo) ni
Trezza (1931-2012), Homero Mercado en los dos tomos de Obra en marcha de Dirección: Cra. 85 No. 88 - 05
(1931.2011), José Stevenson (1932- Colcultura que hizo Cobo Borda.Pero si Bloque 3. Apto. 301
2913), Hernando Santos Rodríguez en todas las antologías publicadas en el Tel: (601) 388 2555
(1932-2001), Germán Espinosa (1938- país costeño. Cels: 314 228 0644 - 316 753 4875
2007), Ramón Illán Bacca (1938-2021), Bogotá, Colombia, S.A.
Marvel Moreno (1939-1995) y Carlos JRM era el escritor que con su obra
Villalba Bustillo (1939-2018). Una ge- identifica mejor el Caribe colombiano
en su geografía, lenguaje, idiosincracia, Las opiniones y juicicios
neración que, salvo contadas excepcio-
costumbres, de manera universal, sin expresados son responsabiblidad de
nes, tuvo poca atención en los medios
complejos provincianos ni costumbris- sus autores
nacionales, acceso negado a antologías
y -algo preocupante ahora-a participar mo barato, siempre comprometido con
la vida y superando obstáculos. Así lo- El material de este periódico
en comisiones oficiales al exterior para
gró lo que hizo, que fue bastante. puede ser reproducido citando
representar “la cultura nacional”. Nunca
la fuente y el autor.
en ninguna parte se les mencionó (in-
No estaría completo este homenaje sin
sistimos, salvo excepciones) como es-
mencionar los amigos que estuvieron Colaboración Solicitada
critores pertenecientes a esa década ni
en el origen de su formación, los com-
como partícipes en ninguna delegación,
pañeros de colegio en Corozal: Henry
esto ha sido siempre para la “rosca”. ASECARIBE
Lara, Ándres Salcedo Ramos, Fidel Sa-
De todos ellos -junto con Espinosa- el ballet, Jairo Mercado y, sobre todo, Ar- NIT. 830130014-1
escritor más prolífico era José Ramón turo Sebá Rodríguez precoz conocedor
Mercado con catorce libros de poesía, de la poesía universal y gran declama- Nos Apoyan
tres de cuentos, una novela, un cd con dor que no tuvo perjuicios para compar-
dieciseis composiciones de su autoría tir sus avanzados conocimientos litera-
rios con los hermanos recién salidos del Martiniano Acosta Acosta
y seis obras de teatro. Participó en la
creación de asociaciones de escritores, monte, incluyendo la forma majestuosa Oswaldo Karo Amaya
como Punto Rojo y la Unión Nacional de de entrar al escenario. Sebá se desta- Eunaldo Amaya Loiza
Escritores, UNE,en Bogotá, Asociación caría después como profesor y rector Francisco Atencia Gómez
de Escritores de la Costa, Parlamento de su propio colegio en Sincelejo. Era Miriam Castillo Mendoza
Internacional de Escritores en Cartage- también la persona que le corregía sus
escritos, cuando les daba el visto bueno
Ariel Castillo Mier
na (fue presidente y mimbro de la junta
era garantía de que se podían publicar. Álvaro Del Valle Oviedo
directiva), y de la Asociación de Escrito-
res de Sucre, y en 1967 coordinó con el Lo demás está en sus libros, los multi- José Luis Díaz-Granados
profesor Santiago Colorado y Franklin ples aportes a nuestras letras y todo lo Rafael Hernández Urueta
Howard, la página literaria de El Univer- demás que lo conviertierón en un poeta Santiago Jiménez Trespalacios
sal, Espacio, Hombre y Tiempo. mayor.
Manuel Guillermo Ortega
Clímaco Pérez Camargo
Ignacio Verbel Vergara
Contenido
J.R.M. otro amigo y complice................................................................ 3
Conversación con J.R.M....................................................................... 7
Algunas remembranzas...................................................................... 11
Un recorrido entre paisajes, memoria y linaje..................................... 14
La noche del K.O................................................................................. 17 Diseño e Impresión:
Los cuentos de J.R.M.......................................................................... 18 Kualis Servicios Gráficos
Novela de J.R.M.................................................................................. 19 www.kualis.com.co
Poesías de José Mercado Ricardo..................................................... 20 Bogotá, D.C.

2
Homenaje

José Ramón Mercado,


otro Amigo y Cómplice*
Roberto Montes Mathieu

publicado No solo poemas (1970)


que me entregó en plena vía públi-
ca. En la contracarátula una foto en
claroscuro del poeta en fondo blan-
co y una nota que informaba que
hasta la fecha había escrito “por lo
menos media docena de obras (La
mala racha, A Luisana no le gus-
taba el hambre, Obra negra, Los
seres anónimos, Los caimaneros),
todas inéditas…” Miré bien la foto
y le dije seriamente que se parecía
a Alci Acosta. Arrugó la cara, miró
detenidamente el libro, luego a mí
y soltó una carcajada que rubricó
la nueva amistad que —como con
Roberto Montes Mathieu José Ramón Mercado
Jairo— fue una verdadera compli-

U
cidad que se extendería por más
na crisis en el Liceo de Bo- de cincuenta años, consagrada en presiva, conversacional, novedosa
lívar de Cartagena en 1970 gran medida a las letras (hablába- en la incorporación del lenguaje
que terminó en disturbios mos mucho de libros y escritores), oral, desprovista de ornamentos in-
contra el rector, fue la causa de que la música, los deportes identitarios útiles, palabras desgastadas y tras-
José Ramón Mercado (JRM) —que de la Costa, los amigos y lo que nochado lirismo, con un elemento
había estudiado en la Universidad se nos ocurriera en un ambiente poco trabajado porque no todos lo
Nacional— regresara a Bogotá vin- eutrapélico que siempre nos dis- tienen: el humor, el más eficiente
culado a la Oficina Administrativa tinguía. Le mencioné enseguida a desmitificador. Podría resumir esta
Activa Para Programas Educativos, Nicanor Parra que no conocía y le poesía con poética, de Manuel Ban-
OAPEC, del Ministerio de Educa- presté una plaquette con una selec- deira (1886-1969), puntal de los
ción. Si bien fue uno de los profeso- ción de sus obras que leyó no sé modernistas brasileños de los años
res afectados (se solidarizó con el cuántas veces. De Parra se sabía veinte:
líder del movimiento, el reconocido poco o casi nada, una crónica de
y apreciado Simón Almanza Cas- Mario Benedetti en Letras del con- Estoy harto del lirismo comedido
tillo), por sus reconocidos méritos tinente mestizo (1967). Después
intelectuales no podían prescindir Del lirismo bien educado
otros poetas que tampoco conocía,
de sus conocimientos y probada salvo Jacques Prevert, los nortea-
eficiencia. El insuceso permitió que Del lirismo funcionario público
mericanos: e.e. cumings, William con cuaderno de notas expedien-
nos conociéramos a través de su Carlos Williams, Ezra Pound, Edgar
hermano Jairo en un encuentro sal- te protocolo y palabras de apre-
Lee Masters, Vachel Lindsay, Hart cio al Sr. Director
picado de humor en plena carrera Crane, Robert Lowell y después los
Séptima con calle 20 —cerca de beatnick: Allen Ginsberg, Lawrence Estoy harto del lirismo que se de-
donde venden el mejor chocolate Ferlinghetti, Gregory Corso, Jack tiene y va a averiguar en el dic-
santafereño—. De su maletín de Keruac, junto con otros que incluye
profesor (lo hacía parecer un visi- cionario el carácter vernáculo de
Margaret Randall en su selección,. un vocablo.
tador médico) sacó su libro recién Estas lecturas empezaron a verse
en su segundo libro El cielo que me ¡Abajo los puristas!
tienes prometido (1983), prologado
* Con título similar, el autor publicó una crónica por el cronista, una poesía más ex-
sobre Jairo Mercado en el MC N. 36 marzo-abril
2013.

3
Homenaje
BOGOTÁ OTRA VEZ
Su segunda época en Bogotá fue
más fructífera por la intensa activi-
dad literaria que tuvo, aprovechan-
do más el tiempo. El cargo que te-
nía en la OAPEC le permitía estar
siempre leyendo y escribiendo (el
poeta Hernando Santos decía que
era el único escritor profesional en
Colombia), así sus lecturas fue-
ron variadas y abundantes, hubo
nuevos autores, tertulias, amista-
des, participación en conferencias
y congresos y en la creación de
Punto Rojo, asociación pretendida-
mente cultural pero esencialmente
Roberto Montes Matheieu, José Ramón Mercado, Edgar Sierra y política impulsada por Arturo Alape
Jaime Arturo Martínez como trabajo impuesto por el par-
tido comunista al que pertenecía.
INFORMACIÓN que JRM se perfeccionara como Nunca se habló de literatura, salvo
compositor. Los Universitarios pu- la vez que se dedicó toda la reu-
Su infancia y adolescencia transcu- blicaron su primer álbum que fue nión a despotricar contra Borges
rrieron en Naranjal, Ovejas y Coro- un éxito, La muerte del comisario, dentro de la campaña continental
zal (estudió bachillerato en el Liceo sobre la remoción de Pedro García difamatoria contra el genial escritor.
Carmelo Percy y Jairo en la Escue- como comisario en una estación de Fue la época de la publicación del
la Normal) como lo he contado en policía por estar más interesado en libro de Isaías Peña Gutiérrez La
otra parte . El viaje a Bogotá a estu- las parrandas que en aplicar el có- generación del bloqueo y del esta-
diar en la Facultad de Educación de digo de convivencia. do de sitio (1973) y de un plegable
la Universidad Nacional, lo puso en que devino en revista del grupo que
contacto con una realidad diferente: EL PROFESOR alcanzó seis números. Hubo otra,
la inevitable actividad política es- verdaderamente gremial y cultural
tudiantil y sindical, el conocimiento Después del pregrado estudió ad- que surgió por sugerencia de los
académico avanzado y actividades ministración pública en la ESAP, hermanos Orlando y Jorge Eliecer
culturales permanentes no conoci- viajó a Magangué, Bolívar, frente Pardo en el encuentro de escritores
das o no imaginadas: conferencias al río Magdalena, donde desempe- en Ibagué en 1980: la Unión Nacio-
de todo tipo, lanzamientos de libros, ñó su primer trabajo como profesor
cursos variados, cinematecas, mu- en el colegio Joaquín F. Vélez. Su
seos, actividad teatral (fue actor y discípulo y abogado el poeta Arge-
amigo de reconocidos directores), miro Menco Mendoza, colaborador
galerías, tertulias que lo conectaron del MC, lo recuerda como profesor
con otros que como él empezaban idóneo y responsable, cercano a
a escribir y algunos consagrados, sus estudiantes, organizador de ac-
revistas y plegables, concursos, y lo tividades culturales como de grupos
placentero para un caribe: intermi- juveniles de teatro que montaban
nables parrandas, y algo poco co- obras del repertorio universal y de
nocido: fue activo miembro de Los su autoría , como Velorio de un niño
Universitarios, primera agrupación que se ahogó en el río y Papá Malú.
vallenata integrada por profesiona- También llevó al colegio a escrito-
les como Pedro García, Esteban res como el dramaturgo y novelista
Salas y Pablo López (abogados) y Régulo Ahumada Surbarán y su
una docena más entre los que esta- grupo, y al actor de cine y director
ban Víctor Soto (acordeón), Nazario Luis Enrique Pachón, abriendo el
Zabarain y él haciendo coros y can- colegio a otros expositores.
tando como “pinjiter” del titular. El
conjunto —conocido entre los ami- Al poco tiempo lo trasladaron a Car-
gos como “muñeca e burro”— se tagena, al Liceo de Bolívar, de don-
presentó en emisoras y programas de volvió a Bogotá.
de televisión y fue una escuela para

4
Homenaje
manera corriente de contar la his- nuncia a su gloria para poder ganar
toria. más dinero cuando pierde, Y Mai
broder, de gran experimentación
A mí me gustaba que la señora me lingüística, cuento que nació inopi-
llamara vuelamasquelviento, care- nadamente al empezar una carta
ce de signos de puntuación, salvo el dirigida al escritor tolimense Rober-
punto seguido que se insinúa cuan- to Ruiz Rojas, sobre las barriadas
do utiliza mayúsculas, en oraciones cartageneras.
cortas muy precisas, sin vacíos ni
crear confusiones (menos complejo Su otro libro de cuentos que inex-
que Un rato de tenmeayá de Cabre- plicablemente ha tenido poca difu-
ra Infante). Historia de un extraño, sión es La casa del Conde (2018),
señor que medía los cadáveres con once relatos identificados por el po-
el ojo, es más formal, dividido en ca- der del lenguaje poético, cotidiano
pítulos numerados (utiliza este sis- y descriptivo que nos vuelve a su
tema en varios cuentos). La Cache- microcosmos literarios presente en
gua, una prostituta que cuenta sus los anteriores, y a la familia cuyos
momentos en el burdel, soliloquio recuerdos constituyen un rico uni-
en pequeñas o cortas expresiones verso, entre ellos el que da nombre
de frases en mayúsculas para dife- al libro, entre fantástico y realista:
renciarlas del relato en tercera per- un sueño con su hermano Jairo, la
sona, dos niveles narrativos hábil- evocación del Purgatorio de Dante
mente manejados. El libro ganó el y ritos religiosos en latín. El erotis-
concurso José Eustasio Rivera de mo que por el significado que tiene
nal de Escritores, UNE, que tuvo de cuento convocado por el Instituto entre nosotros la frase que acom-
presidente al gran escritor santan- de Cultura Huilense como homena- paña al titulo, no es desbordado,
dereano Pedro Gómez Valderrama. je al cincuentenario de la aparición más bien contenido o sutil.
En el comité directivo estaban Ger- de La vorágine (1924-1974) .
mán Espinosa, Jaime Mejía Duque, SU MUNDO LITERARIO
En 1978 Perros de presa, finalista
Jairo Mercado y quien esto escribe. en el concurso Casa de las Améri-
Las actividades fueron numerosas, Además de compartir la sangre de
cas de Cuba, despojado del primer sus padres, los Mercado Romero
todas de índole cultural, hasta una puesto en un concurso organizado
reunión con el entonces presidente también compartieron el espacio y
por la Universidad del Tolima por- los personajes de sus obras con sus
de la República Belisario Betancur, que al manuscrito le faltaban dos
donde al margen de lo que había páginas para cumplir con los requi-
sido el objeto de la misma, el cro- sitos del certamen. Para Jacques
nista le preguntó sobre las traduc- Gilard representa “un paso nuevo
ciones de Kavafis que aparecen en del escritor, y un paso sumamente
su libro El viajero sobre la tierra — novedoso”, destacando en ellos el
en aquel momento cumplía veinte predominio de la memoria “que ac-
años de publicado—, mismo título túa en el seno mismo de la ficción
de una novela de Julién Green. venciendo el tiempo perdido y res-
catándolo”.
EL CUENTISTA
El que sirve de título señala la lle-
Esencialmente poeta, uno de los gada de la violencia al pueblo en la
mejores del Caribe con voz propia figura de la policía que mata los pe-
y original, es también destacado rros callejeros para amedrentar la
cuentista que resalta la identidad población. Tiempo de fiesta, de los
costeña, la idiosincrasia, el lengua- primeros en exaltar literariamente
je y su rica vitalidad, sin complejos la música de acordeón y su instru-
y visión universal. El primero de los mento, homenaje a Alejo Durán con
libros de cuentos lo publicó en aso- el fondo de una corraleja y sus ex-
cio de su hermano Jairo, Las mis- cesos. Drama de amor y de dolor
mas historias (1974), diez cuentos más intenso que la propia vida, de
de los cuales los suyos se identifi- la mujer que identifica su vida has-
can por la estructura innovadora, ta confundirla con las radionovelas
cambios infrecuentes en la narrati- que escucha. La noche del nock-
va de aquel momento rompiendo la out, tragedia del boxeador que re-

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Homenaje
lló en la curva y otros juglares y volvió a la univer-
de La Santa y sidad a hacer una especialización
explotó por los en lingüística y literatura. Siguió
bidones en que deleitando a sus amigos con sus
transportaba ga- hiperbólicas narraciones orales y
solina, casi todos recitando (también), especialmente
los ocupantes unas poesías de Félix B. Caignet,
murieron que- el autor de El derecho de nacer,
mados. Los her- Americano, con todo su histrionis-
manos, que se mo o “aguaje”: ¡Americano!, mira
encontraban lle- americano como tongó el bongó,
vando un caballo pla cuplá cuplá, recibiéndonos para
al corral, con el tomar café y comer pasteles de cer-
ruido de la explo- do y gallina en el parque de Bolívar
sión y la intensa y algo que nos emociona: hacien-
nube de humo do aportes para que el Magazín del
que oscureció Caribe pudiera existir.
el día, montaron
en el animal y se Todas las semanas hablábamos por
dirigieron al si- celular. La última (días antes de su
tio del accidente muerte ocurrida el 12 de junio) del
para horrorizarse lanzamiento que tenía pendiente de
con el espectá- la antología de su obra poética para
vivencias comunes. JRM lo confir- culo de muertos regados por la ca- cuando pasara la pandemia, del
mó siempre en varias entrevistas, rretera y heridos que pedían agua libro que le dedicó Adalberto Bola-
lo mismo que Jairo, presentándose a los vecinos que los auxiliaban. La ños Sandoval: La memoria conmo-
inclusive casos en los que cada uno letra de la canción que Jairo nece- vida. Caminos hacia la poesía de
por su lado escribió la misma histo- sitaba la compuso el guajiro Carlos José Ramón Mercado (2019). Un
ria sin haberlo acordado, la sorpre- Araque que vivía en el pueblo y te- libro inédito de minicuentos que me
sa era cuando lo descubrían. Dos nía un conjunto. Se la dicté: iba a mandar para que lo revisara:
años antes de morir Jairo estaba Buchipluma Na Má. Y la posibilidad
escribiendo una novela donde ha- En el siniestro de Ovejas/hasta los de que escribiera sus memorias
bía un capítulo dedicado al sinies- santos lloraron/del recuerdo solo mediante una larga entrevista que
tro de Ovejas que tuvo ocurrencia quedan/aquellos que se quemaron/ estaba preparando la poeta e inves-
el 1 de febrero de 1950 (JRM tenía Dónde estabas Carlos/Dónde esta- tigadora Mirian Castillo Mendoza.
13 años y Jairo 9) cuando la chiva ba Araque/lleno de tristeza/ por esa Todo quedó así, porque se presentó
de pasajeros La Ciudad se estre- tragedia. la muerte que como dijo Tagore, es
el último complemento de la vida.
Cuando días después le conté a
JRM brincó, ¡cómo así, si eso lo
estoy escribiendo yo!, dijo. Lástima
que ninguno de los dos la terminó.

CARTAGENA SIEMPRE
De regreso a Cartagena fue nom-
brado vicerrector del Instituto Edu-
cativo José Rodríguez Torices,
INEM, y luego rector permanecien-
do en el cargo 27 años, escribien-
do, publicando libros, organizando
actividades curriculares y cultura-
les, participando en encuentros de
escritores en toda la región, com-
poniendo canciones y cantando en
reuniones de amigos (Felipe Pater-
nina le grabó un cd con sus can-
ciones). Como rector concedió el
honoris causa a Pacho Rada, Luis
Enrique Martínez, Abel Antonio Villa

6
Homenaje

Conversación con
José Ramón Mercado*
Redacción Magazín del Caribe

amigo. Pero desde allí arranca mi ni para leer el periódico. A esto, se


profunda vocación por el teatro. sumaba la falta de tiempo real y que
proliferaban los problemas a toda
2. Desde esa primera mani- hora. Creo que a veces los conflictos
festación literaria hasta hoy eran adrede o de aposta. Siempre
que han transcurrido tantos han escaseado las oportunidades
años, ¿qué satisfacciones te para publicar. Los estímulos han sido
mezquinos e inexistentes, a veces.
ha dado la literatura?
Los concursos siempre han resulta-
Desde entonces hasta hoy he gana- do tramposos, como aquel de la Uni-
do algunas satisfacciones metidas versidad del Tolima, que agenciaba
entre la literatura y la vida, la poesía César Valencia Solanilla, el jurado
y el humor, de manera inalterables. me concedió el premio, pero él me
Pero las grandes satisfacciones han lo negó, alegando que faltaban 2 ó
estado repartidas, casi por igual en- 3 páginas. Eso es ya historia. Ahora
tre una lectura fecunda por las obras los concursos en el país se han vuel-
clásicas de la literatura, asomar las to más tramposos. Los jurados se
narices en las exposiciones, consu- los conceden a sus amigos íntimos.
mir –arte teatral–, gustar la música A quienes comparten labores en el
clásica, el jazz, y la música folklóri- mismo taller literario. Igual a quienes
ca. Han sido satisfacciones íntimas. publican en una misma editorial. Por
Pues, el resto ha sido quijotismo ini- eso se acabaron. De los concursos
maginable. Satisfacciones espiritua- internacionales ni se hable. Antes
1. ¿Qué fue lo primero que hi- de fallarlos ya tienen nombre propio.
ciste literariamente? les.
Los concursos se convirtieron en

L
o primero que hice fue una obra 3. ¿Y en cuanto problemas una farsa y en una burla para los es-
de teatro sobre los amores ilíci- que hayas tenido que afron- critores. Incluso, se habla que dentro
tos de un compañero de interna- tar? de ellos mismos se reparten los pre-
do con su lavandera, que era de una mios. Observe usted que los jurados
fealdad sensorial impresionante. La Los problemas han sido pródigos son siempre los mismos.
dramatizamos en el patio con los in- conmigo. Me botaron del puesto de
maestro por el montaje de una obra 4. Ante todo eres poeta, tienes
ternos del colegio. La siguiente esce-
na de esa misma pieza fue una pelea de teatro. Creían que iba a tumbar publicado 8 libros de poesía
dura dramatizada en dos horas en el al gobierno con una obra deletérea, y otro de cuentos. ¿Cómo te
cementerio de Corozal, el protago- una farsa teatral, que contrastaba la sientes en la prosa narrativa?
nista me estaba ahorcando, pues lucha de los estudiantes y los am-
no soportó las burlas en público: De bientes poéticos que hacíamos de Nos asume la poesía. Hemos publi-
cómo un joven estudiante pretende aquellos montajes panfletarios. Otro cado: No sólo poemas, 1970, El Cie-
desvirgara una lavandera de oficio. problema fue el mutismo que tuve lo que me tienes prometido, 1983,
Ese era el título de dicha obra. La que adoptar a raíz del cargo de rec- Agua de Alondra, 1991, Agua del
puesta en escena fue en 1957. Se tor del INEM de Cartagena durante Tiempo Muerto 1996, La Noche del
hizo una edición manuscrita. El más 27 años. Los quejosos beligerantes Nocaut, 1996, Árbol de Levas, 1996,
alto, el más flaco y el más feo hizo de creían incompatible el ejercicio de Los días de la Ciudad, 2004, Agua
lavandera. Los profesores y alumnos la administración, con el de escritor. Erótica, 2005. De cuentos sólo he
se orinaban de la risa. La edición lle- Abdiqué prácticamente a la literatu- publicado un libro. Perros de Presa
gó al internado de las monjas. Y por ra por ese tiempo. Sólo los alumnos en 1978 (primera edición). La segun-
ello fue la bravura de aquel don Juan se alegraban de mis escritos en los da es del 2000. El otro: Las Mismas
periódicos. Lo único cierto de todo Historias es un libro que compar-
aquello es que en un colegio de timos con Jairo, mi hermano. Hay
* Publicado en el Magazín del Caribe No. 4 de 4.000 alumnos no te queda tiempo otro Ad portas, La Casa del Conde,
junio 2005.

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Homenaje
En esa época, ambos vivíamos en una plusvalía de los desperdicios.
Bogotá. Era el fulgor de los años 70 Eran personajes que nadie reco-
el despegue de nuestra “generación nocía en esos pueblos. Como que
del bloqueo y del estado de sitio”, nadie quiere la “basura humana”,
donde nacieron a la literatura Jairo en donde verdaderamente reside la
Mercado, Arturo Alape, Isaías Peña, profunda valoración de la literatura. A
Joaquín Peña, Luis Ernesto Lasso, eso llegamos. Todo era como un te-
Germán Santamaría, Roberto Mon- soro que nos repartíamos entre am-
tes, Humberto Vélez Coronado, Ro- bos, sin inventario. No es sino tomar
berto Ruiz, Guillermo Tedio, Álvaro nuestros libros. Nunca publicábamos
Medina, Benhur Sánchez, César nada antes, sin enjuiciar los trabajos.
Valencia, y tantos otros. Se supone A veces dudábamos de esas críticas.
que todo lo procesábamos en el mo- Después me llamaba y me concedía
lino del corazón y la memoria. Nos la razón. Y yo hacía lo mismo. Le leía
leíamos los cuentos. Los criticába- el texto en cuestión y él se satisfacía.
mos sin concesiones ni rivalidades, Yo también ganaba. Tenía una con-
aprendíamos ese oficio tan difícil fianza que habíamos aprendido en la
como canibalesco en nuestro medio. infancia y en el trabajo compartido.
En donde no existe crítica literaria Su desaparición me cortó los bra-
consagrada, sino comentaristas de zos, la voluntad y el arresto de mos-
solapa. Y todo ello, porque este ofi- trar estos nuevos libros publicados.
cio requiere una preparación cientí- Siempre íbamos por los pueblos de
fica y técnica que no se ofrece en la las sabanas propiciando el cuento de
universidad. la literatura. Y aprendiendo de esa
inmensa riqueza que es la oralidad
De modo que Jairo me invitó a con- r que nosotros devolvíamos en actos
formar este libro de 10 cuentos, cin- creativos de valoración poética. De
que busca editor. Creo que es un li- co cada uno, y que ya teníamos es- Jairo no había que hablar en la bre-
bro con el rigor del oficio literario. En crito por separado. Sólo que le dimos vedad de una entrevista. Él no deja
la prosa somos como un pez en el una diagramación cronológica según de ser excelente cuentista después
agua. Hay grandes deseos de con- la edad de sus protagonistas. En el del boom de Iberoamérica de me-
vertir la narrativa en una serie de his- título coincidimos en que debería ser diados de los años 70. Su esplendor
torias que se han represado, por la un homenaje a papá: Las mismas literario lo dirá el tiempo. Así ha sido
carencia del tiempo. Ya están siendo historias. El libro se publicó en 1973 siempre.
metidas en cuentos de largo aliento, en Bogotá, por parte del Instituto de
“son a no dudarlo como dice el poeta Cultura del Huila, como resultado de
José Manuel Vergara, —auténticas que así mismo ganáramos el primer
novelas cortas donde todo acontece premio del concurso José Eustasio
con su riguroso devenir”. La diferen- Rivera, con otro muy buen libro, El
cia que me sume en el poema en re- viaje de Roberto Ruiz.
lación al cuento es la brevedad, que
sublimiza el momento. La Inmersión 6. Tanto Jairo como tú trabaja-
en la metáfora de manera infaltable. ban con el mismo mundo lite-
La multiplicación de las imágenes, rario, incluso con los mismos
la austeridad de lenguaje, amén de personajes y el pueblo en mu-
que toda la atmósfera del poema chos casos. ¿Qué representa
debe estar contaminada de poesía.
En el cuento nadie se conforma con para ti ese acercamiento con
la porción de realidad por lo demás a tu hermano y la lamentable e
veces tediosa, ordinaria, vulgar, que inesperada desaparición de
a la mayoría de los escritores nos ha él?
tocado vivir y contar, por supuesto.
El cuento es brevedad, velocidad, Sí. Es cierto. Pero eso nunca nos
originalidad en la historia que se perturbó en lo más mínimo. Antes
cuenta, debe haber brillo y energía nos esforzábamos de manera increí-
de estilo, verdad interior, imagina- ble. Yo he tenido buena memoria,
ción y juego de sorpresas, además Jairo me lo decía. Pero la de él era
de una atmósfera mágica infaltable. inmejorable. Él recreó más los per-
sonajes de Corozal, yo los de Ove-
5. El primer libro de cuentos lo jas. Ambos estudiamos internos en
hiciste con tu hermano Jairo, Corozal, él en la Normal de Varones,
¿Cómo fue ese trabajo? yo en el Liceo Carmelo Percy. Era

8
Homenaje
continuos. Talleres de cuentos y ra, una atmósfera en la praxis, tanto
poesía. Festivales de canción inédi- inalienable como verosímil que se
ta. Creación de grupos de danzas y refleje en su obra creativa. De lo con-
festivales regionales. Apoyo del cole- trario, nada podrá surgir con vigor y
gio al grupo de danzas contemporá- magia e imaginación.
neas de Álvaro Restrepo, que nació
en la entraña del INEM. Promoción 10. Entre tu obra inédita hay
del deporte masivo en la institución. una saga familiar. ¿Cierras
Recitales de poesía de docentes, con ella el ciclo relacionado
exposiciones de pintura, pintura de con Naranjal y Ovejas?
murales, construcción de un teatrino.
Fomento de la lectura mediante la Es cierto. Con esta obra La casa
climatización de la biblioteca, crea- entre los árboles creo que podré ce-
ción del periódico diario: El pájaro rrar el ciclo cosmogónico de Naran-
Madrugador. Grupos de Jazz y Ban- jal-Ovejas. Pero queda pendiente la
da Popular, periódicos murales, gru- culminación de la novela inconclusa
pos científicos, salas de informática de Jairo. La cual parte de un cuarteto
climatizadas, recitales a la ciudad, que le propuse en una carta de 28
monumento a Luis Carlos López, páginas cuando él vivía en Shangai.
Creación de los Viernes de Poesía Incluso he pensado en la carta como
en el parque, constituimos al INEM un cuento largo. Pero eso es solo un
como una Escuela Alegre, creación proyecto. A Jairo, le seducía muchí-
de una conciencia e identidad por simo La casa entre los árboles. Me lo
7. Hace tiempo cuando regre- la institución, conciertos de música manifestó muchas veces. Nunca le
popular en el colegio por los grupos pregunté las razones. Pera cuando
saste a Cartagena a dirigir el propios. Conjunto de gaiteros de mi leía uno de esos textos se le salta-
INEM, anunciaste a tus ami- pueblo y de música de acordeón. ban las lágrimas.
gos la idea de escribir una
novela que se titularía Media 9. Has vivido en Ovejas, Bo- 11. Tú eres uno de los pocos
Luna, restaurante y bar. ¿Qué gotá y Cartagena, ¿Cómo han autores que exalta el mundo
pasó con ella? influido estas ciudades en ti y caribe con sus personajes
tu obra? propios, como el boxeador, el
Aunque tú no lo creas, acabo de en-
contrar la planeación de los módulos músico de pueblo, el bacán y
Ovejas, a donde llegué a la edad de 8
o bloques que había concebido para años, cerró la brecha del desarraigo su paisaje, donde está presen-
la escritura de ese proyecto de no- que sufrí con la salida de Naranjal. te el mar; tu poesía es más de
vela: Media Luna restaurante y bar. Allí encontré el tono de mi poesía y
Esto fue en 1975. Estoy renovando de mis narraciones posteriores. Este
los ánimos. En el tiempo anterior es un pueblo distinto a los demás
descrito, no hubiera podido lograr- pueblos de las sabanas porque el
lo. Una novela exige la entrega total principio de su economía básica era
del tiempo, los cinco sentidos plenos el tabaco, y allí laboraban miles de
y la libertad de toda la imaginación mujeres en las fábricas y fabriquines
posible. Eso renueva mi alegría por en épocas de cosecha. Nunca me he
incursionar en la novela como he ido de Ovejas. Allí están gran parte
querido desde hace mucho tiempo. de mis personajes.
Ahora más que ayer siento una ur-
gencia de llegar a la novela. Bogotá fue el epicentro de mi forma-
ción profesional y cultural. Es una
8. En el tiempo que estuviste especie de madre entrañable. Los
al frente del INEM de Cartage- poetas amamos a las ciudades de
na como rector ¿desarrollaste un modo diferente. A Bogotá la ex-
alguna labor cultural? traño todos los días. En Cartagena
vivo en la actualidad. Todo el mundo
Desde la rectoría del INEM me per- me conoce. En calidad de rector gra-
mití, desde el primer momento, crear dué a más de 12.000 bachilleres en
y desarrollar una red cultural, depor- 27 años. De aquí tomo los elemen-
tiva y humanística. Formalizamos la tos lingüísticos, semióticos, mágicos,
creación de orquestas tropicales que vocabulares, metafóricos y el univer-
llegaron a muchas ciudades del país. so de las imágenes que requiere un
Grupos teatrales durante veinte años escritor para construir una estructu-

9
Homenaje
El subjetivismo de mi poesía está El teatro es otro cuento. Un cuento
más en las metáforas y las imágenes mayor de mucho respeto. Es el fruto
que en la confesión del poema. Sin de mi formación teatral en el teatro
embargo, no es excluyente lo uno de de la Universidad Nacional con los
lo otro. maestros Santiago García, Fausto
Cabrera, Carlos José Reyes, Mónica
Aunque algunos críticos no acceden Silva, Carlos Perozzo, Carlos Duplat,
a esas diferencias de las dos cultu- Luis Eduardo Torres, Álvaro Morales
ras: Caribe y Andina, este fenóme- y otros tantos alumnos, en el colecti-
no merece un estudio más preciso, vo de los años 60, que se acabó por
pues es innegable, y en ello radica, la exageración de la crisis universi-
además de una enorme diferen- taria de siempre. Tengo que recoger
cia, una extraordinaria riqueza que esas piezas, que deben funcionar
va desde lo lingüístico hasta lo se- mejor como lecciones de teatro ex-
miótico. Desde lo subjetivo hasta lo perimental.
onanista, pasando por lo paisajístico
y lo psicológico, sin demeritar lo ho- 14. ¿Cuáles son los autores
lístico. de los que has aprendido?
En este mismo orden hemos apren- Mi agradecimiento es eterno con
dido que uno es lo que come. Y no cada autor que leo. Siempre me
sé si para bien o para mal, de esa dejan una enseñanza: Juan Ramón
misma manera uno es lo que pien- Jiménez, Machado, la generación
exteriores que onanista; más sa. Todo esto tiene sus variables del 27, Silva, Barba Jacob, Bécquer,
comunicativa que subjetiva. comprensibles dentro de lo que ex- Cervantes, Víctor Hugo, Rubén Da-
¿Significa esto que nuestra presa la antropología cultural, las cir- río, Dostoievsky, Balzac, Hemin-
cultura caribe rompe con la cunstancias políticas e ideológicas y gway, Stevenson, Guimaraes, Rulfo,
las influencias de la Polis. Han sido Chejov, Melville, Lowry, Carpentier,
del interior del país? muchos los poetas del caribe colom- Guillén, Regino Pedrozo, Palés Ma-
Es una enorme pregunta que te res- biano que engrosan estas filas de la tos. Y los poetas y escritores nortea-
pondo con un esfuerzo de síntesis. expresión telúrica, pero es Héctor mericanos del siglo XX, incluyendo
Es un aprendizaje de la literatura Rojas Herazo, uno de los de mejor a los Beatnick. Igual Nicanor Parra,
norteamericana del siglo pasado. consistencia y logro ejemplares. León de Greiff, Rogelio Echevarría,
Que G.G.M. pone de moda entre Héctor Rojas Herazo, y los jóvenes
nosotros. Pero también, Carpentier, 12. Una faceta tuya descono- contemporáneos sin menoscabar al-
Quiroga, Guimaraes, Rulfo y otros. cida es la de compositor... guno.
En ellos el medio es vital y definiti-
Tienes razón. Pienso a veces que lo 15. ¿Cuál es la situación ac-
vo. Sin el espacio no puede haber
que mejor me hubiera podido ocu-
tiempo, y sin éste no puede haber tual del escritor costeño?
rrir es que debí haber sido un viejo
vida. Tus personajes pueden tener
juglar, al estilo de Pacho Rada, No- De un país en crisis no se puede es-
una identidad. Era lo que hacían los
lasco Mendoza, Samuel Martínez, perar alguna contemplación para los
griegos. Y esa atmósfera mágica se
Antonio Salas, Leandro Díaz, José escritores. Ni para sus poetas, como
aprende y no la puedes dejar de uti-
María Gómez, Lorenzo Morales, para el resto de sus artistas. Hay una
lizar, porque tus personajes se pier-
Luis Enrique Martínez o Alejo Durán. alteración de los valores. No se les
den en un caos que no es de nadie.
Para solo citar unos pocos. Y can- tiene en cuenta para nada. Es como
Por eso, ahí están los boxeadores
tar por los pueblos, canciones como llover sobre lo mojado. Se cubren
groguis, los músicos que identifican
los antiguos rapsodas. Por supues- algunas salidas de sus obras, sin
el tiempo histórico por las piezas que
to ha habido piezas grabadas. Pero planeación, ni sistematicidad, por el
ejecutan, los bacanes de estrato uno,
es innegable el calor de los amigos prurito de algunas recomendaciones
en las ciudades del caribe, el mar in-
cuando se cantan a capela incluso, de camarillas que tienen algún cum-
faltable como un animal prehistórico
unas de esas composiciones que se plimiento tardío por parte de la clase
que se queja. Y así como es la vida,
grabarán algún día para mayor con- de gobernantes de turno.
es mi poesía, dentro del conglomera-
suelo en mi senectud. Creo que esas
do humano, y la fuerza antropológica
piezas podrían ser un complemento Todo lo que se hace a nivel de litera-
del ser, y el ámbito telúrico de este
de la nostalgia. La semiosis del can- tura y de desarrollo cultural, tiene un
hombre que pasa más tiempo de su
to y la alegría. cubrimiento muy pobre y asistemáti-
tiempo contemplando su paisaje ex-
co. Lo cual no llega a las bases am-
terior, que agoniza dentro del infierno 13. ¿Y el teatro? ¿Por qué no plias del pueblo, ni de sus comunida-
de su casa ahogada en ese calor de
verano permanente.
has recogido tus obras en li- des conformadas en los barrios que
bro? son las células vivas de la sociedad.

10
Homenaje

Algunas Remembranzas en
torno a José Ramón Mercado
Ignacio Verbel Vergara*

su palabra vestida de gemidos, de rante horas a Pedro Crisólogo deci-


susurros y jadeos que hacían sus dimos pasar la tarde frente al mar,
relatos y declamaciones más vívi- sentados sobre un muro que deli-
dos. En la albarrada momposina, mitaba la calle de la playa y cerca
además cantó, bailó, brindó, fijó del cual se estrellaban las olas. Ese
criterios críticos acerca de la exis- día José Ramón dejó que la brisa
tente literatura caribeña y el papel le alborotara la cabellera, se quitó
que debía desempeñar dentro de los zapatos, caminó por la arena
la literatura nacional. Era el prime- y acompañado del murmullo de la
ro en levantarse y en recorrer los brisa recitó varios de sus poemas,
distintos aposentos en que sabía al tiempo que brindábamos con vo-
estaban sus amigos más cercanos dka, que era la bebida preferida de
y con la taza de café llevaba los Jairo.
poemas que acababa de escribir y
que leía en voz alta, con entusias- Después, era común encontrarlo
Ignacio Verbel Vergara* mo y dramatismo. Fue en aquel En- en todos los festivales, encuentros,
cuentro donde conocí uno de sus jornadas, conversatorios y otros

C
onocí a José Ramón Mer- mejores libros y uno de los poema- certámenes que se celebraran en
cado en junio de 1984, en rios más propositivos y libres de la el Caribe colombiano, en los que
Mompox, Bolívar, durante la lírica caribeña: El cielo que me tie- siempre cumplía un papel protagó-
celebración del IV Encuentro de Es- nes prometido: suma de inteligente nico dentro o fuera del programa
critores de la Costa, que tuvo como irreverencia, de frescura en el decir, oficial. Enamoraba al auditorio con
sede principal el amable, fresco y de humor grácil y a la vez urticante. su palabra fácil, con sus gestos tea-
amplio Hostal Doña Manuela. El Desde esa oportunidad nos ami- trales, con los cambios de voz, con
evento se caracterizó por ser un ho- gamos y empezamos a compartir las disimiles formas que adquiría su
menaje al poeta Candelario Obeso textos, libros, ideas. Por ahí tengo rostro, de acuerdo con lo que narra-
y contó con la asistencia de escrito- aún muchas de sus cartas, escritas
res y poetas de todos los departa- con una caligrafía precisa, estética,
mentos de la Costa Atlántica colom- abundosa en pequeñas curvas que
biana y estaba coordinado por Joce parecían ondas de un mar metafí-
Daniels y Ricardo Vélez Pareja en- sico.
tre otros, con el respaldo de Miguel
Facio Lince (médico, escritor, poeta La segunda vez que compartí con
y político nacido en la Ciudad vale- él, fue en Tolú. Llegó en compañía
rosa), y de algunas empresas que de su hermano Jairo y me pidió que
para la época todavía colaboraban los condujera a casa del octogena-
para que la cultura pudiera mani- rio Pedro Crisólogo González He-
festarse. Fue un escenario en que razo, (personaje de En noviembre
reinaron la camaradería, la tertulia llega el arzobispo y de otros textos
productiva, las muestras literarias de Héctor Rojas Herazo). Jairo, por
altamente significativas. José Ra- aquellas calendas, adelantaba una
món brilló por su histrionismo, por investigación cerca de la literatura
oral del Caribe colombiano y nece-
sitaba que González le contase mu-
chas de aquellas historias del acer-
vo popular que deseaba incluir en el
* Poeta, novelista y profesor de Literatura y Filo-
libro resultante de la investigación.
sofía. Ese día, después de entrevistar du-

11
Homenaje
pegajoso, así que te va a tocar es-
perarme como diez minutos más,
mientras me libro de esta vaina tan
grasosa. Lo tranquilicé, le dije que
se tomara el tiempo que necesita-
ra, salí a esperar en un pequeño
zaguán. Quince minutos después,
el poeta salía contento, envuelto en
una toalla bermeja y me dijo: Pue-
des entrar, pero no te eches mucho
champú, es el champú más seboso
que he usado en mi vida. Cuando
nos reunimos para iniciar la velada,
lo encontré vestido de blanco impe-
cable, luciendo un vistoso sombrero
que le confería un porte distinguido,
mientras sonreía cual personaje bí-
blico que se prepara a compartir un
sermón y me preguntaba: Ajá, ¿y
cómo te fue con el champú?
La penúltima vez que nos vimos
fue el 26 de diciembre de 2015 en
ra o recitara. Para mí es inolvidable el Festival Cultural que se adelantó suceso en que los acomodadores
la ocasión en que el poeta José en Corozal, Sucre, como homenaje de la Unión de Escritores determi-
Manuel Vergara, en 1989, realizó a Turcios, un corozalero que figura naron que compartiéramos la mis-
una fiesta cultural en Planeta Rica, entre los mejores caricaturistas de ma habitación. Pese a tal circuns-
su tierra natal e invitó a gran parte Latinoamérica. Ese día estaba más tancia, no conversamos mucho
de los literatos de la Costa, celebra- exultante que nunca. He cumplido porque generalmente cuando yo
ción aquella en que el rey vallenato mi sueño, Ignacio- me dijo. He esta- salía, él llegaba, y viceversa. Pero,
Alejandro Durán Díaz, como home- do en Grecia, he pasado por Roma recuerdo que de manera fugaz
naje al Chema y a todos sus invita- la histórica. Mis pies han hollado las intercambiamos alguna información
dos brindó un soberbio e inolvidable mismas tierras que alguna vez pisa- acerca de amigos comunes que no
concierto, teniendo como escenario ran Homero, Hesíodo y Anacreonte. estaban en ese evento, sobre lo úl-
un inmenso caserón sin paredes en Mira, (y me extendió una hoja tama- timo que estábamos escribiendo,
el que los invitados, de pie, ocupá- ño oficio en que con un trasfondo de sobre el calor y sobre gastrono-
bamos todo el derredor del mismo, paisaje griego de la época antigua
en nutrida circundancia, al tiempo a todo color, estaba, a dos colum-
que brindábamos y disfrutábamos nas un texto de apreciable exten-
de las melodías interpretadas por el sión) he escrito un poema acerca
juglar inmortal. Pues, bien, los con- de ese suceso tan significativo para
vocados a aquel festejo llegamos mi vida. Llévatelo. Léelo. Divúlgalo,
por la tarde y se nos alojó en una si quieres. Tienes mi anuencia para
inmensa casa, creo que propiedad que lo policopies y lo regales y para
de una hermana de José Manuel que lo utilices como material para
en la que se nos ofreció una mara- tus clases de literatura. Ese día,
villosa hospitalidad, pero llegó un él participaría en un conversatorio
momento en que todos quienes ha- acerca de cultura regional al cual
bíamos llegado de otras regiones, no lo pude acompañar porque lue-
queríamos acicalarnos y se nos dijo go de mi intervención en torno al
que podíamos ducharnos en unos valor artístico de la obra de Turcios
baños anexos a la vivienda; tuvi- debí retornar con premura al puerto
mos que turnarnos y, cuando me de Tolú. Luego, hablamos algunas
tocó el turno, ingresé al baño cre- veces por teléfono, sobre todo des-
yéndolo vacío, pero no, ahí estaba pués de las diez de la noche que
José Ramón, quien apenas me vio, era la hora en que más le gustaba
me dijo: No hay jabón, no hay ja- conversar.
bón, toca usar champú, pero abre Urna con las cenizas y el som-
el ojo, tengo casi un cuarto de hora La última vez que lo vi fue en el XI brero de José Ramón Mercado
de estármelo sacando y nada, sigo Encuentro de Escritores de Sucre,

12
Homenaje

Iglesía de Ovejas, departamento de Súcre.

mía. La premura de ambos no fue el covid está atacando también las ra y frescor de los patios, al goteo
obstáculo para que, también, me redes telefónicas. Después, como del verano, a la angustia provocada
refiriera algunas anécdotas pro- seis meses antes de su muerte, le por la guerra, al agua que se fuga, a
pias y ajenas, matizándolas como dijo al escritor e investigador Rober- la elementalidad y belleza de la flora
siempre, con sus gestos y dicción to Montes Mathieu que me llamaría, (escobillas, matarratones, tomillos,
teatrales. Después, ya no lo vi más, pero nunca recibí su llamada. campanillas) y de la fauna (sangre-
personalmente. Se vino el infeliz toros, paujiles, canarios, garroche-
acontecimiento de la pandemia por El día 11 de junio de 2021 dejó de
ros), a los recovecos de la memo-
covid-19, a comienzos de la cual cantarle al paisaje de su infancia, a
ria, a aquellos manjares femeninos
me hizo una llamada desde su ce- la niña Pacha, su primera maestra,
sabrosos como un queso y a todos
lular, pero había interferencias: yo a sus parientes cercanos y lejanos,
los espacios, hechos y personajes
escuchaba lo que él decía, pero él al amor, a los deleites carnales, a
que salieron a su paso, configuran-
no oía lo que decía yo. Ignacio-oí los personajes anónimos que se hi-
do su etapa vital y el universo de su
que dijo- yo no te oigo, no sé si tú cieron inmortales en sus cuentos, a
poiesis. El covid-19, cruel y letal, le
me oyes, ¡qué vaina!, parece que las debacles de la patria, a la verdu-
ganó la partida.

INEM de Cartagena

13
Homenaje

José Ramón Mercado:


un recorrido entre paisaje,
memoria y linaje
Adalberto Bolaño Sandoval*

también ha sido una poesía que re-


vela una visión del paisaje del Ca-
ribe colombiano, y con ella una es-
tructura de sentimientos (según el
concepto de Raymond Williams) y
sentidos, con lo cual se conjugando
una versión interpretativa del Cari-
be compleja, una hermenéutica líri-
ca relevante y novedosa.

Mercado tiene muchos poemarios


escritos: No solo poemas (1970),
El cielo que me tienes prometido
(1983), Agua de alondra (1991),
Retrato del guerrero (1993), Árbol
de levas (1996), La noche del no-
caut- y otros rounds (1996), Agua
del tiempo muerto (1996), Los días
de la ciudad (2004), Agua erótica
El poeta y Adalberto Bolaño Sandoval (2005), La casa entre los árboles
(2006), Poemas y canciones recu-

E
n la obra poética de José Ra- Hablándole a las begonias //Y flore- rrentes que a simple vista revelan
món Romero Mercado, con- ciendo los gladiolos (La casa entre la ruina del alma de la ciudad y la
formada por 14 poemarios, se los árboles). pobreza de los barrios de estratos
observan muchas temáticas entre- bajos (2008), Tratado de soledad
lazadas, pero debieran destacarse Esta autoficción habla del pasado (2009), Pájaro amargo (2013), Ves-
tres que logran mostrar un pasaje propio, de ficcionalizar, de inven- tigios del naufragio (2016) y sus
atractivo: paisaje, memoria e iden- tar el propio pasado del autor, con poemas recogidos en Anatomía del
tidad. Estas hacen confluir también lo cual se entronca también con la regreso (2021).
otras más: tales como espacio, po- poesía del linaje, de lo familiar.
der, autoficción, escritura. Un ejem- Digamos de entrada que en la poe-
La poesía de Mercado Romero sía de José Ramón Mercado des-
plo lo constituye el final del poema
(1937- ) recorre un largo camino cuellan las huellas de la poesía del
“La tía Josefa” (2006): Iba mutan-
desde 1970, cuando publica su pri- Caribe todo: la oralidad, el neo-
do como las ilusiones pasajeras /
mer libro, No solo poemas, hasta rrealismo, lo cotidiano, el lenguaje
/ Como el color del paisaje de los
el año 2013, cuando edita Pájaro transparente, el compromiso ideo-
días / Por ahí andará ahora reco-
amargo, una especie de compendio logizante, el prosaísmo, la historia,
gida en el cielo / Hecha memoria y
en el que se cruzan sus preocupa- la sociedad, la desmitificación del
ternura en los espejos / Caminando
ciones iniciales: poesía del linaje, de poeta. Se cruzan, además, con las
entre lirios y rosas su desvarío / /
la familia, pero también una preocu- anteriores temáticas que van desde
pación social, y política, en otra. Su la cultura popular, lo urbano, la vio-
* Barranquillero, profesor, crítico de cine y ensa- obra poética conlleva una acepción lencia en Colombia, la poesía eró-
yista, especialista en literatura del Caribe. To- en la que se conjuntan lo espacial, tica y una poesía simbólica en uno
mado de El Universal, Cartagena, 28 de junio la moral, la ética y la política. Pero
de 2021. de sus libros (Agua de alondra).

14
Homenaje
Este cruce de la antipoesía, de la do, que universaliza un tiempo y un
poesía política y de la imagen, a espacio, se constituye en una poe-
José Ramón Mercado lo constitu- sía de resistencia, una poesía en la
ye también la poesía narrativa, en que la denuncia del dolor (Tratado
la que juegan una actitud vitalista, de soledad) y la puesta en escena
instalándose en la realidad de su del recuerdo familiar en Agua del
entorno, reconstruyendo su propia tiempo muerto y La casa entre los
experiencia, rehuyendo muchas árboles se comportan como una
veces de las abstracciones, de los catarsis moral, una reflexión ética,
símbolos, sustituyéndolos por la pero a la vez de la memoria y de la
ternura, la nostalgia y el asombro. identidad desplegadas en continuo
Mercado exalta la infancia y la ado- movimiento nostálgico y crítico.
lescencia bajo una mirada límpida;
recrea referencias locales (ciuda- También se observa una poesía de
des y lugares concretos) y revela la terredad, de lo terrígeno, en el
lo anecdótico: pequeñas historias, sentido de lo real, pero, cómo no de
sensaciones, narradas, escenifica- lo neorreogional y lo latinoamerica-
das, como lo revela en los poema- no, de los nuevos héroes, en Retra-
rios, entre otros, Agua del tiempo to del guerrero (1993), en el que re-
muerto, La casa entre los árboles y toma cuatro personajes históricos:
Tratado de soledad. Benkos Biohos, Simón Bolívar, el
Che y Camilo Torres, para apuntar
Pero también ha sido un “poeta a una “poesía cívica”, según las pa-
En cuanto a lo político, no solo en de la imagen”, como en Agua de labras del prólogo de Jairo Romero,
sus dos primeros libros (No solo alondra y en la mayor parte de sus una poesía en la que se expande
poemas y El cielo que me tienes poemas, centrados en la metáfo- una noción de recuperación de la
prometido) muestra una postura ra, la disyunción y superposición historia latinoamericana, que tras-
abiertamente crítica, política, ello de planos, la imagen dislocada y ciende fronteras políticas.
aún más en Poemas recurrentes la contraposición de elementos de
que a simple vista revelan la ruina diversas procedencias, de cierto Quizá La casa entre los árboles es
del alma de la ciudad y la pobreza surrealismo y de un manejo de lo el poemario más logrado en cuanto
de los barrios de estratos bajos. Allí heteróclito y desarticulado. refleja más unidad en los poema-
no solo readapta todos los tics de rios escritos por Mercado. Asumir la
la poesía latinoamericana de los Desde No solo poemas, esta poé- vida, la memoria, revitalizar y revivir
años 60s sino que observa una lí- tica ha dialogado constantemente una saga familiar a través de “bio-
nea “dura” y de arenga política, sino entre sí. Estos primeros poemas de grafemas”—en el lenguaje de Ro-
que agrega aires de didactismo la primera parte conversan con los land Barthes—construidas a través
y un tono épico. Trasluce así una versos de Agua del tiempo muerto, de los detalles, gustos, inflexiones,
sensibilidad que planea y plantea La casa entre los árboles y Tratado fragmentos, relacionados con un
entre lo colectivo y lo individual un de soledad. Esa intratextualidad se arte de la vida y la muerte, de me-
desgarramiento y una perplejidad vuelve más patente cuando aborda mento mori, de un con la nostalgi-
expresados en la poesía como ins- temas como la memoria y el olvido, zación de la memoria, “de una evo-
trumento de reflexión desde la reali- pero como recuperación de los re- cación del otro que ya no es”, pero
dad en la que un tono desgarrado o cuerdos de un hablante lírico ideal a las que Mercado les da una vuelta
de desesperación se dibuja a través que cuela en su exposición la me- de tuerca a través de la revivifica-
de personajes marginados. Merca- moria familiar, la poética del linaje, ción de los sentidos y los sentimien-
do asume en sus primeros libros la en la que se revelan los vínculos tos en tanto memoria narrativa y de
tendencia esencialista, en el senti- familiares del poeta con su estirpe. la experiencia. En ese poemario se
do de que representa, por su par- revela que “Toda biografía es una
ticipación militante de los años 70 Se nota un hablante que se yergue novela que no quiere decir su nom-
y tragicidad, una poesía reflexiva, con un estilo, con un tono propios bre”, según palabras de Barthes.
metalingüística, crítica y de denun- que permiten vislumbrar, especial-
cia, pero al mismo tiempo revelado- mente los tres poemarios mencio- En Tratado de soledad (2009) se
ra de la interrogación del ser. Ello nados, como obras dignas de inte- prolongan los dos poemarios men-
da cuenta de elementos tales como grar el canon nacional y continental, cionados, sin embargo, ahora le
la oralidad, lo prosaico y lo narrativo pues ellos rescatan con plasticidad, agrega un sesgo nuevo: una poesía
dando así su estilo conversacional elegancia, con estética profunda el testimonial, en la que un hablante
y coloquial, así como la asunción lar, el paisaje, en contra de una poé- lírico entrega su voz a las víctimas
de contar una anécdota o un tema a tica con aires “universalizantes”. Al de la violencia surgida en el país,
través de una narración. mismo tiempo, la poética de Merca- y en algunas zonas de la región de

15
Homenaje
los familiares hacen parte de su eje Encontramos, entonces, en sus
fundamental, mencionada ya La casi cincuenta y cinco poemas
casa entre los árboles. Este poe- publicados, un retorno más enjun-
mario representa un giro hermoso dioso a algunos de sus temáticas
acerca de lo filial, pero al mismo anteriores, pero ahora, como su
tiempo una censura amorosa. Mu- título lo enuncia, se canta desde
chos de los textos habían aparecido una posición aparentemente menos
en poemarios anteriores y más de optimista, más testamentaria si se
la mitad fueron recogidos para esta quiere. Acaso la visión que traslucía
edición. Mercado Romero se delineaba en-
tre un universo externo que se caía
La poesía del libro Pájaro amargo y otro que buscaba el reencuentro,
presenta aparentes rasgos de la ar- a la idealización mítica del universo
quetipificación de la carta kafkiana, familiar. Ahora, en este texto, más
que aparentemente no guarda el que digamos que en Tratado de so-
equilibrio, la rabia, el dolor y la pa- ledad, pero mucho menos que en
sión; no obstante, bajo un discurso La casa entre los árboles, se extre-
poético consistente, macerado, el ma el homenaje a la casa, a los lu-
la costa Caribe colombiana, sitas poemario se enmarca en un más allá gares del retorno. En el poema con
en Sucre, Córdoba y Bolívar espe- artístico, que universaliza el lamen- que abre el libro, “Inventario de la
cialmente. Esta se constituye en to, que retrata la memoria y busca casa” se encuentra el espacio edé-
una poesía (especialmente los seis no “derramar una lágrima frente al nico de la infancia: “La casa éramos
poemas dedicados a las masacres recuerdo”. El poemario pone en es- nosotros y su sombra / —Los árbo-
de Macayepo, Chengue, El Salado, cena un “retrato familiar” freudiano les y los recuerdos— / Sin embargo
Los Montes de María y los de un y una poesía de la experiencia fami- hacía falta todo / Menos la ternura
pueblo innombrado, que representa liar, que va de lo íntimo a lo público, de mi madre” (p. 25).
a toda Colombia) resumen de todas de lo familiar a las experiencias dra-
las muertes que ya había retratado máticas o trágicas, bajo una poética Hagamos, finalmente, otra cavila-
Mercado en otros poemarios y en de lo infausto y lo patriarcal, en la ción: el poeta refleja su espectro
los cuentos de Perros de presa, en que el padre asume un papel dra- escéptico, su evolución hacia el
el que recoge los diversos tipos de máticamente fuerte, de una rudeza naufragio en que se ha transforma-
violencia suscitados en Ovejas, Su- que obsede todos sus actos. Desde do el mundo, quizá de manera más
cre y otros departamentos del Cari- la óptica socio-económica y políti- ostensiva. El hablante del poema
be colombiano. ca, el padre es el representante de “Soliloquio de un hombre pertur-
un patriarcado descomunal y tiene bado”, declara: “Habito la vida so-
En el poema “Los caídos de El Sa- el poder del guía de la familia pode- litaria como casa arruinada /Vivo
lado”, teje un recorrido por ese te- roso y transgresor. Acerca de ello, un destierro de fantasmas” (p. 41).
rritorio del departamento: recodo de Ximena Pachón (2007) ha indicado Tiempo de los descuentos, el exilio
Martín Alonso, vereda de San An- que el papel preponderante de la de sí mismo, la perplejidad y el des-
drés, La Sierrita, El Salado: existe autoridad del padre y esposo en la encanto asuelan y la poesía, que
una geografía de lo ominoso, de la familia colombiana, se conjuga con se revela a sí misma como preo-
sevicia. Y nuevamente, el hablante funciones definidas en espacios ex- cupación, se asume como un ges-
cede la voz a los otros: “Los col- tradomésticos como la política, los to cada vez más aprensivo. Existe
garon como pavos en diciembre” negocios, el trabajo, desplegando una finalidad, quizá: la conversión
dicen / “Les cercenaron los brazos su poder en la familia, mientras que del hablante que ahora es un náu-
las manos y los dedos” / “Les cor- en la esfera doméstica era la madre frago de sí mismo y de la nada. La
taron los muslos les trozaron las quien lo asumía. sensación de que el mundo, vano,
rodillas” / El pene vergonzante los más que desaparecido o despare-
escrotos vulnerables” / “Destazaron En su último libro, Vestigios del ciéndolo, lo deja. El verso final del
sus cuellos como cráteres” / “Por úl- náufrago (2016), la poesía de José poema “Incongruencias” puede ce-
timo /Jugaron fútbol con su cabezas Ramón Mercado da vuelta a su rrar esa visión escéptica, pues allí
asombradas” [...] p. 66). espíritu conclusivo, en el sentido este hablante descreído discurre
de que despliega la sabiduría y el como un Descartes contra el mun-
También se encuentra el poemario abordaje sentimental de quien ha do capitalista, un Descartes posmo-
número 13, Pájaro amargo (2013), sabido pensar y repensar su obra, derno, que, abochornado porque su
su penúltima producción poética, dándole trascendencia a los cierres, mundo se encuentra abandonado,
que redefine su estética y la acer- a la mirada que admite especie de cierra posiblemente los ojos y da
ca aún más a la poesía del linaje, finales, pero que no apuntan a una una despedida ideal.
relacionada esta con textos donde despedida.

16
Homenaje

La noche del knock-out u


otros rounds
Andrés Salcedo*

En ese mundo estrecho de provin- Fue un trabajo de años. ¿Cuántos?


cia, José Ramón Mercado, catcher Desde que se embasó con ese ma-
del equipo del liceo, estafador de chucón a la izquierda del guante del
bases, bateador consistente y cam- Jubilaso Pájaro. Un trabajo que fue
peón del medio fondo con los zapa- madurando a medida que recorría
tos rotos era un ideal inalcanzable las bases.
para nosotros, los sedentarios y de-
primidos lectores de Balzac. Hablan estos versos de triunfos y
fracasos.En el ring, en el fumade-
Su hermano Jairo y yo lo veíamos ro de basuco.Aquí están todos los
batirse el cobre en la plaza de are- que él admiró y compadeció.No fue
na batida por los cascos del caballo como soplar y llenar las bases.Fue
de Carmito Viloria y los spikes de madurando, con voz de locutor de
Cosme Jubilao Pájaro, short stop ring side esta crónica que va del tri-
de Canapote, grandes ligas del bey de Curtis Hardaway en el cierre
hambre. del noveno hasta el día que Ximena
Restrepo venció al viento.
A veces, José Ramón se acerca-
Andrés Salcedo ba a nosotros para recriminarnos Aquí están todos los héroes y to-
por nuestra indolencia crónica,por das las víctimas.Con los estadios
Corozal, 1955.Años de internado. nuestra falta de ambición, con su llenos.Con las tribunas vacías.Por
De dura lucha de gato de tejado por voz, que era de hombre antes de eso es fácil percibir que está él tam-
el mínimo hábitat donde cabían una tiempo.Una vez lo vimos robarse bién, que corrió más rápido que el
cama de esprín con esterilla y una el home con la bola dentro del in- olvido.
tula sin candado.Años de quemar field.Otra vez,reventó a todos
las naves de la niñez en el puerto sus rivales en la maratón de Los
sin capitanía de la adolescencia. Palmitos, a pesar de que era el
único que no calzaba zapatos
Sabíamos que, en el futuro, la mate- Grulla.
ria prima de nuestros afanes serían
las palabras.Pero las clases de cas- Lo que no sabíamos era que por
tellano de Cabarquita invitaban a la las noches de sus días de glo-
siesta. Y las del profesor Curi, las ria deportiva escribía poemas y
pocas veces que iba, no bastaban oía a Marcos Pérez.Por la radio
para despertar a Rimbaud oculto. seguía los combates de Machila
y Caraballo, el trabajo de tapón
Fuera de las aulas la vida era me- de Nakamura, las hazañas de
nos gris:los clásicos Aguilar de la bi- Cochise.
blioteca, los partidos de béisbol en
la plaza, el encuentro furtivo bajo un Todo ese pasado de soñador
soportal. de triple plays, de oyente de
combates de boxeo y partidos
de béisbol, de asistente a los
estadios “más emocionado que
un gorrión” y con la piel erizada,
está aquí en estos versos que,
* Periodista y escritor, conocido por sus progra-
como lo confiesa no fue fácil es-
mas de radio y televisión. cribir.

17
Homenaje

Los Cuentos de José Ramón


Álvaro Morales Aguilar
bos señala el crítico francés Jac- Los Palmitos, de donde se traslada-
ques Gillard en el prólogo del libro ron a los cuatro año a Ovejas, sus
de José Ramón (Ediciones Caba- cuentos están signados y urgidos,
llito de Mar). Veamos el asunto en obviamente, por la inmediatez, por
detalle; “Los cuentos de Perros de el afán de la escritura de no dejar
presa retoman más o menos la lí- pasar desapercibidos esos momen-
nea de los que José Ramón Merca- tos contradictorios, confusos, con-
do incluyó (…) en el volumen que flictivos de sus existencias..
firmó en unión de su hermano Jairo,
Las mismas historias. A nivel for- Pero resulta que un día de estos
mal, volvemos a encontrar la misma y de esos fulguró la estrella de J.L.
preferencia por el personaje narra- Borges en el cielo literario america-
dor; otra vez se trata de relatos si- no y colombiano, y a nuestros escri-
tuados en un ambiente que va des- tores los cautivó su técnica narrati-
de el villorrio de la ciudad costeña va de armar sus cuentos--ensayos
(Cartagena siempre), con la misma desde la memoria, del recuerdo, de
Álvaro Morales Aguilar excepción—que, en mi opinión, es la nostalgia, de lo que posiblemen-

E
marginal y tiene que serlo cada vez te aconteciera y no de lo que real-
l 24 de abril del 2000, la Edi- mente supusiera el narrador, como
más—de los relatos del monte, de
torial Lealón, de Medellín, ter- bien se percibe en su asombroso
los relatos de guerrilla” (p.9).
minó la impresión del libro relato Emma Zunz.
Perros de Presa, del escritor colom- Sin embargo, en Perros de presa
bo-sucreño José Ramón Mercado algo es diferente, según Gillard, Y por fortuna JRM cayó en esa
Romero, destacado narrador, poe- pues si se comparan, digo yo, es- “buena” trampa para brindarnos los
ta, dramaturgo y director de teatro, tos cuentos con los que del mismo cuentos de su libro Perros de Pre-
bien conocido en el mundo literario José Ramón acompañaron los de sa, muy bien “trampeados, con una
del país y de América Latina. El li- su hermano en Las mismas histo- aclaración pertinente que pienso
bro enlaza diez buenas historias rias, éstos están escritos desde la bien vale la pena y es que podemos
que en el momento de su aparición inmediatez, precisa Gillard, mien- discernir en ellos dos tipos de me-
(1978), se pasearon exitosas por tras que los prologados por el crí- moria, una inmediata que le sirve
importantes concursos literarios tico lo han sido desde la memoria, al escritor, al decir de Gillard, para
nacionales (Cartagena, Neiva), ha- desde la mediatez, podemos aña- recuperar sus vivencias infantiles o
ciéndose acreedor de una Mención dir. Para el crítico invitado se tra- adolecentes y convertirlas en lite-
de Honor de la Casa de las Améri- ta de un gran paso en la escritura ratura ”. Y otra, la mediata, que yo
cas en 1976. de JRM , de un “paso sumamente llamaría trascendental, que “frágil,
novedoso…de la aparición-casi
Los cuentos son diez: Los perros de
aparatosa- de una perspectiva tem-
presa, El bobo de la yuca, Torodo-
poral particularmente profunda, ahí
mado, El extraño visitante ,Tiempo
donde antes había imperado la in-
de fiesta ,Un drama de amor y de
mediatez.
dolor más intenso que la propia vida,
El día menos pensado, La noche El asunto es que como los cuentos
del nock-out, Mai broder y El cerco. las raíces natales, infantiles y juve-
Se hace constar que el libro en co- niles de José Ramón y Jairo provie-
mento fue publicado solo por José nen de un medio semirural y semiur-
Ramón, mientras que Las mismas bano, en el departamento de Sucre,
historias (1974), fue escrito a dos donde ambos recibieron, cuando ni-
alientos por él y su hermano Jairo, ños y un poco jóvenes, una crianza
también reconocido cuentista. bucólica en medio de sus padres y
familiares, a la vez que otra (ya de
Aquellos que pudieren leer los dos
jóvenes ), asediada por la plaga pa-
libros, hallarán las acertadas simi-
ramilitar y guerrillera en la tierra na-
litudes y diferencias que entre am-
tal, Naranjal, vereda del municipio

18
Homenaje
sutil y esencial” (Gillard), “bracea y a la vez por medio de la alquimia de Acabo mis disgresiones, es posible
se sumerge, en el seno de la ficción una nostalgia redentora. que desacertadas, sobre Perros
(AMA) “venciendo el tiempo perdido de Presa, notable libro de cuentos
y rescatándolo” (Gillard). “Con ese delicado oficio de recor- del apenas fallecido y apreciado a
dar, el personaje-narrador no solo migo, el escritor José Ramón Mer-
Y esa memoria, acaba de explicar se redime a sí mismo, sino que le cado Romero, permanentemente
Gillard, “que actúa en el relato ins- aporta la salvación a toda la comu- vivo en nuestro recuerdo porque la
taura distancias verdaderas y poéti- nidad” (Prólogo, contracarátula del verdadera muerte es el olvido.
cas, midiéndolas y magnificándolas libro Perros de Presa, Ediciones
Caballito de Mar,)

Novela de
José Ramón Mercado
Redacción Cultural El Universal

El narrador y poeta ha logrado en el Premio Casa de las Américas,


su intensa travesía creadora reve- 1976. Es autor del libro de cuentos
larnos su universo personal, desde inéditos La casa del Conde, y de los
el solar de Naranjal, en Ovejas (Su- poemarios La casa entre los árbo-
cre), con la convicción de que las les, El cielo que me tienes prome-
historias de los patios son las mis- tido y Poemas eróticos y una can-
mas e incluso más impredecibles ción sosegada, entre una veintena
que las historias de las grandes de libros de poesía. Participan en el
metrópolis. La tierna y conmovedo- acto de hoy René Arrieta, Adalberto
ra historia de Bolaño, Eduardo García Martínez y
Gustavo Tatis.
Vuelamásquelviento, el muchacho
desamparado que la vida parece Comentario
negarle todo en un corazón se-
diento por hacer suyo los dramas “Contar la memoria, contar los re-
propios y los que lo circundan. Es cuerdos. De eso trata esta hermosa
un retrato forjado a pulso, con una novela de José Ramón Mercado:
alta poesía y una escritura diáfana y evocar hermosamente una infancia
erizada como los ojos de agua y la y una adolescencia desolada. La
inocencia a menazada de una ge- historia de Rubén Darío, el niño con
neración que creció en medio de los aspiración sacerdotal, desde los
milagros, la pobreza, la orfandad, el espacios finamente rememorados,
esplendor de las intemperies y el da cuenta de un paraíso perdido,

S
regazo de las almas solidarias. La de dos mundos: uno, urbano rural,
e presenta a las 5 de esta
memoria del escritor atrapa colores, familiar, lleno de pájaros y doloro-
tarde en la Tertulia del Teatro
sabores, sonidos, palabras que el sos recuerdos, y otro, citadino, con
Adolfo Mejía, la novela A mi
viento ha sumergido en el oleaje del el béisbol, el carnaval, el equipo de
me gustaba que la señora me lla-
tiempo, como quien teje y desteje fútbol preferido, la música popular,
mara Vuelamásquelviento, del na-
una filigrana forjada de epifanías al que han tenido a desaparecer en el
rrador y poeta José Ramón Merca-
pie de la tierra. Caribe colombiano, y en cualquier
do Romero (Ovejas, Sucre).
zona latinoamericana”, apunta el
La aparición de la novela publicada Mercado Romero es el autor del crítico Adalberto Bolaño Sandoval,
por Collage Editores, es un sorpre- libro de cuentos Perros de presa, quien tiene una tesis laureada so-
sa que la literatura del Caribe y el que ganó el Primer Puesto en el bre la obra poética de José Ramón
país estaban esperando desde ha- Concurso Nacional de Cuento de Mercado.
cía tres décadas. la Universidad Surcolombiana, Nei-
va, 1975, y Mención de Honor en

19
Homenaje

Poesías de
José Mercado Ricardo*
Y su magia

Y su bruma

La que enterró tu dolor

Ramón
José tuvo la paciencia de quien madura los sueños

De quien esculpe cada golpe del destino a tu


imagen y semejanza

Ramón fue el mar que regresó el río hasta la cima de


tus aguas
Presagio
Padre,
Padre,
Eres alquimia de dos almas que en tu cuerpo se
No llegué a tu libre fundieron sin dolor
Nací de tu aliento en el barro que construyó tu poesía

Sabes,

Que nunca llegará a ti la muerte ni su estío

No se apagará la agonía con tus sueños que no cesan.

Sendero de sombras
El olvido caminó cansado entre las sombras de la no-
che

No fue la distancis que te separó de tu estancia

Ni el tiempo muerto entre tus espejos rotos

Ni las ruinas del asombro de todas las auroras que vis-


te florecer

Fue la poesía

* Poemas dedicados a su padre José Ramón Mercado

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