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En la ciudad de La Plata, a doce de marzo de dos mil catorce, habiéndose establecido, de

conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente


orden de votación: doctores Kogan, Genoud, Negri, De Lázzari, se reúnen los señores
jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia
definitiva en la causa C. 116.525, "Gallegos de Sandoni, Clorinda del Carmen y otra contra
Provincia de Buenos Aires y otros s/ Cumplimiento de contrato".

ANTECEDENTES

La Cámara Segunda de Apelación en lo Civil y Comercial -Sala II- del Departamento Judicial
de La Plata confirmó el pronunciamiento anterior que había estimado la demanda
promovida (fs. 1254/1260 vta.).

Se interpuso, por la codemandada Municipalidad de Chascomús, recurso extraordinario


de inaplicabilidad de ley (fs. 1268/1271 vta.) y, por el apoderado de las Asociaciones
Cooperadoras de las Escuelas Rurales de Chascomús n° 15 y 39 -a su vez codemandadas-,
recursos extraordinarios de nulidad e inaplicabilidad de ley (fs. 1280/1288 vta.).

Oído el señor Subprocurador General (fs. 1330/1331 vta.), dictada la providencia de autos
y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió
plantear y votar las siguientes

CUESTIONES

1ª) ¿Es fundado el recurso extraordinario de nulidad?

Caso negativo:

2ª) ¿Lo es el de inaplicabilidad de ley de fs. 1280/1288 vta.?

En su caso:

3ª) ¿Lo es el de inaplicabilidad de ley de fs. 1268/1271 vta.?

VOTACIÓN

A la primera cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo:

I. El Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial n° 27 departamental hizo lugar a


la acción entablada por las señoras Sonia Della Vedova de Godoy y Clorinda del Carmen
Gallegos de Sandoni por cumplimiento de contrato aleatorio de rifa -cuyo primer premio
consistió en la adjudicación dominial de un campo de 327 has., ubicado sobre camino a La
Horqueta, Barrancas de Cobo, a 5 kms. de la ruta 57 (pavimentada), en el partido de
Chascomús, Provincia de Buenos Aires-, correspondiente al sorteo navideño de Lotería
Nacional del año 1996. Consecuentemente, condenó a la Provincia de Buenos Aires -
Consejo Provincial de Educación-, a las Asociaciones Cooperadoras de las Escuelas n° 15,
20 y 39 del Partido de Chascomús y al señor Jorge Naqued, a otorgar en favor de las
actoras la correspondiente escritura traslativa de dominio de las parcelas objeto de la rifa.
Asimismo, y para el caso de tornarse dicha prestación de cumplimiento imposible, dispuso
que la Municipalidad de Chascomús habría de responder en la etapa de ejecución de
sentencia en los términos de los arts. 510 y 511 del Código Procesal Civil y Comercial (fs.
1159/1168).

Según se anticipara, la alzada confirmó esa decisión (fs. 1254/1260 vta.).

II. Por la vía de nulidad extraordinaria prevista en el art. 296 del Código Procesal Civil y
Comercial, el apoderado de las Asociaciones Cooperadoras de las Escuelas Rurales de
Chascomús n° 15 y 39, denuncia que el pronunciamiento infringe los arts. 168 y 171 de la
Constitución provincial.

Aduce, en suma, que el tribunal omitió tratar una cuestión esencial sometida a su
conocimiento, a saber: que la condena impuesta en su contra constituye una "obligación
jurídicamente imposible" pues su parte, amén de no haber resultado ser el organizador de
la rifa, no ha sido nunca propietaria de las fracciones de campo en cuestión (fs. 1286
vta./1287).

III. Tal como lo señala el señor Subprocurador General en su dictamen (fs. 1331), estimo
que la temática que se dice omitida no constituye en rigor una cuestión esencial en los
términos del citado art. 168 de la Constitución local, sino un simple argumento de la parte
recurrente.

En tal sentido, conviene recordar que son cuestiones esenciales aquéllas que hacen a la
estructura de la traba de la litis y que conforman el esquema jurídico que la sentencia
debe atender para la solución, y no las que las partes consideren como tales (conf. doct. C.
102.149, sent. del 13-V-2009; C. 89.963, sent. del 23-III-2011; C. 103.206, sent. del 14-IX-
2011).
No debe confundirse la omisión de tratar una cuestión esencial con la falta de
consideración de un argumento, ya que los argumentos de hecho o de derecho en que las
partes sustentan sus pretensiones no revisten el carácter de cuestión esencial (conf. doct.
C. 85.246, sent. del 3-III-2010; C. 113.171, resol. del 10-XI-2010; C. 102.195, sent. del 14-
IX-2011; C. 106.338, sent. del 14-IX-2011).

Tal es lo que aquí acontece y sella la suerte adversa del planteo esgrimido (conf. doct. art.
296, C.P.C.C.).

De otro lado, tampoco merece atención la denunciada violación del art. 171 de la
Constitución provincial, ya que la falta de desarrollo argumental al respecto impide su
tratamiento (conf. doct. C. 100.435, sent. del 11-III-2009).

IV. Por lo brevemente expuesto, que estimo suficiente para dar respuesta a la cuestión
planteada, de conformidad con lo dictaminado por el señor Subprocurador General, no
habiéndose constatado las infracciones constitucionales denunciadas (art. 296, C.P.C.C.),
corresponde desestimar el recurso extraordinario de nulidad interpuesto. Con costas a las
recurrentes vencidas (arts. 68 y 298, C.P.C.C.).

Voto por la negativa.

Los señores jueces doctores Genoud, Negri y de Lázzari, por los mismos fundamentos de
la señora Jueza doctora Kogan, votaron la primera cuestión también por la negativa.

A la segunda cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo:

I. En respuesta a la apelación deducida por las referidas Asociaciones Cooperadoras, la


Cámara señaló que en el fallo anterior se había tenido por probado que las aquí
recurrentes habían solicitado y conseguido autorización para la organización de una rifa.
Fundó tal opinión en el intercambio epistolar y en la absolución de posiciones de aquéllas
(fs. 764/765), oportunidad en que su apoderado reconoció como cierto que se "peticionó
a la Municipalidad de Chascomús, autorización para organizar una rifa", "que esa rifa se
efectuó con la participación de otras asociaciones cooperadoras de escuelas rurales", "que
el premio mayor era un campo de más de 300 hectáreas" y que "fue el Consejo Escolar de
Chascomús el que sugirió e impulsó a esa asociación cooperadora, para que organizara
junto con otras la realización de esa rifa" (fs. 1258 y vta.).
A renglón seguido, aseveró el tribunal que "... Sobre esta premisa no se formula crítica
alguna en la expresión de agravios, motivo por el cual resultan estériles los restantes
argumentos mediante los cuales se pretende desconocer la realidad de las circunstancias
que han sido admitidas en la prueba confesional..." (fs. 1258 vta.).

Explicó luego que "... Es que la confesión judicial expresa constituye plena prueba. No
habiendo invocado los recurrentes, ni configurándose en autos, alguna de las excepciones
a tal regla que consagran los incisos 1 a 3 del artículo 421 del Código Procesal Civil y
Comercial, no cabe apartarse de la fuerza probatoria de este medio..." (fs. 1258
vta./1259).

Dedujo finalmente que "... Consecuentemente, cabe concluir que los agravios que trae el
apoderado de las Cooperadoras de las Escuelas Rural Número 15 y Rural Número 39
resultan insuficientes para conmover el decisorio apelado, que también en este aspecto
propongo a la colega sea confirmado..." (fs. 1259 vta.).

II. Contra esta decisión se alzan dichas Asociaciones Cooperadoras de las Escuelas Rurales
n° 15 y 39 mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que denuncian
la violación del inc. 3 del art. 421 del Código Procesal Civil y Comercial y absurdo en la
labor de ponderación probatoria llevada a cabo por el sentenciante, formulando asimismo
reserva de la cuestión federal (fs. 1280/1288 vta.).

Alegan, en suma, que se ha incurrido en absurdo al dar por probado que las Asociaciones
Cooperadoras participaron en la organización de la rifa, desconociendo a la vez la Cámara
la excepción prevista en el inc. 3 del art. 421 del Código de rito al otorgar valor de plena
prueba a la absolución de posiciones rendida por su parte, en desmedro de los restantes
elementos de análisis obrantes en autos (fs. 1283).

Al respecto, opinan que se debieron compulsar diversos instrumentos subsumibles en


dicha excepción -decreto 1053/1995 del intendente municipal de Chascomús; informe de
la Dirección Técnico, Legal y Administrativa de la comuna obrante a fs. 32/35 de la causa
penal "Fernandino, Norberto Aníbal. Denuncia inf. a los arts. 172, 173 y 174 del Código
Penal en representación de la Municipalidad de Chascomús" agregada por cuerda;
declaraciones en los mismos autos penales del codemandado Naqued (fs. 128/130), del
señor De Castro (fs. 191/192) y de la tesorera de la Escuela n° 15, señora Amalia Cristina
Roldán (fs. 176)- (fs. 1283 vta./1284 vta.), deduciendo de ello que "... La resolución en
crisis al darle preferencia sin más a la prueba confesoria, implica renunciar a la
averiguación de los hechos controvertidos. Implica alejarse de las reglas de apreciación de
la ‘sana crítica’..." (fs. 1285).

En aras de justificar la denunciada configuración de absurdo -formal y material- pues "... la


realidad de los hechos dista mucho de aquella que se ha tenido por acreditada en la
sentencia..." (fs. 1285 vta.), exponen finalmente argumentos de hecho y de derecho
tendientes a acreditar que fueron víctimas de un engaño orquestado por los verdaderos
organizadores y responsables de la rifa: La Provincia de Buenos Aires -Consejo de
Educación-, la Municipalidad de Chascomús y el señor Jorge Naqued (fs. 1285 vta./1286
vta.). Afirman las quejosas que "... esta parte ha sido burlada en su buena fe, se la ha
pretendido usar de su buen nombre para concretar ‘un negocio’ del que ha sido
totalmente ajeno, debiendo aplicarse al presente la doctrina del abuso del derecho..." (fs.
1286 vta.).

III. Liminarmente, es necesario tener presente que no es de buena técnica judicial afirmar
la insuficiencia de un recurso y, luego, adentrarse en el conocimiento de los agravios
vertidos (conf. doct. Ac. 90.049, sent. del 20-IX-2006; C. 104.769, sent. del 29-VI-2011).

Nótese en tal sentido que la Cámara desestimó la apelación por considerarla insuficiente
(v. fs. 1259, cit.) -no obstante no citar expresamente el art. 260 del Código Procesal Civil y
Comercial que así lo prevé para el caso en que los agravios vertidos no contengan una
crítica concreta y razonada de los fundamentos del fallo que el apelante considere
equivocados-, calificando a la vez de "estériles" los argumentos tendientes a desacreditar
aquellas circunstancias admitidas en la señalada prueba confesional, cuyo pleno valor de
convicción asimismo enfatizó, habida cuenta de la falta de alegación -o configuración- en
autos de alguna de las excepciones previstas en los incs. 1 a 3 del respectivo precepto
ritual (art. 421, C.P.C.C.; fs. 1258 vta./1259).

Con ello, el sentenciante no hizo otra cosa que valorar la tarea del juez de la instancia
anterior en torno a la conducta asumida por las coaccionadas, sopesando a tal fin el
intercambio epistolar habido entre las partes y, sobre todo, la referida confesión judicial
expresa, ingresando de esta manera al estudio de los agravios de las Asociaciones
Cooperadoras apelantes.

IV. Sentado lo anterior, y abordando ya la impugnación deducida, adelanto que la misma


no puede prosperar, en tanto no logran las recurrentes demostrar la configuración de las
infracciones normativas o el absurdo que denuncian (conf. doct. art. 279, C.P.C.C.).
1) Ante todo, cabe acotar que la verificación de los requisitos o presupuestos
configurativos de la eventual responsabilidad de alguna de las partes del proceso, en todo
caso, importa la evaluación de cuestiones de hecho y prueba, tarea en principio reservada
a los jueces de grado y, por tanto, exenta de contralor en sede extraordinaria, salvo que se
alegue y demuestre el vicio de absurdo.

Conviene al respecto recordar que absurdo es el error grave y ostensible que se comete
en la conceptuación, juicio o raciocinio al analizar, interpretar o valorar las pruebas o los
hechos susceptibles de llegar a serlo, con tergiversación de las reglas de la sana crítica en
violación de las normas procesales aplicables, de todo lo cual resulta una conclusión
contradictoria o incoherente en el orden lógico-formal, e insostenible en la discriminación
axiológica (conf. doct. C. 103.013, sent. del 22-XII-2010; C. 100.812, sent. del 2-III-2011; C.
107.765, sent. del 10-VIII-2011; C. 100.002, sent. del 14-IX-2011).

2) Ahora bien, en la especie, la acreditada participación de las Cooperadoras demandadas


en el pedido de autorización y organización de la rifa de marras, conducta atrapante de su
responsabilidad frente a las actoras beneficiarias del sorteo, no logra ser enervada
mediante la contraposición de un criterio de apreciación probatoria meramente
discordante.

Efectivamente, el aludido contrapunto epistolar y las respuestas a las posiciones que para
la Cámara -recogiendo la opinión del sentenciante anterior- dieron cuenta suficiente del
respectivo pedido de autorización para organizar el aludido sorteo, no logran ser
contrastadas mediante el mero relato personal de lo acontecido. Relato en el que las
recurrentes se presentan como involuntarias víctimas de un engaño perpetrado por
terceros que, aprovechándose de su buen nombre y buena fe, habrían llevado a cabo un
"negocio" particular que les fue totalmente ajeno.

Por otro lado, las simples referencias documentales efectuadas por las recurrentes a fs.
1283 vta./1284 vta., cuya ponderación habría sido omitida en el fallo, no logran abastecer
la crítica en torno a la falta de oportuna alegación o configuración -señaladas por la
Cámara- de alguna de las aludidas excepciones a la plena eficacia probatoria de la
confesión judicial expresa prevista en los incs. 1 a 3 del art. 421 del Código Procesal Civil y
Comercial (v. memorial de agravios de fs. 1215/1219 vta.).

Reiteradamente ha dicho esta Corte que disentir con lo resuelto por la Cámara no es base
idónea de agravios, ni configura absurdo que dé lugar al recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley, pues dicha anomalía queda configurada sólo cuando media cabal
demostración de su existencia. Es así que cuando se pretenden impugnar las conclusiones
de un pronunciamiento sobre las cuestiones fácticas de la litis, no basta con presentar la
propia versión sobre el mérito de las mismas, sino que es necesario realizar un juicio
crítico de los razonamientos desarrollados por el sentenciante y demostrar cabalmente
que padecen de un error grave, trascendente y fundamental (conf. doct. C. 89.895, sent.
del 11-XI-2009; C. 97.868, sent. del 18-V-2011; C. 106.542, sent. del 22-VI-2011; C.
108.319, sent. del 16-V-2012), carga demostrativa que, según se ha expuesto, no logran
las recurrentes abastecer, sellándose así la suerte adversa de la impugnación.

V. No habiéndose acreditado las infracciones normativas o el absurdo alegados (conf.


doct. art. 279, C.P.C.C.), corresponde desestimar el recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley interpuesto. Con costas de esta instancia a las recurrentes vencidas
(arts. 68 y 289, C.P.C.C.).

Voto por la negativa.

Los señores jueces doctores Genoud, Negri y de Lázzari, por los mismos fundamentos de
la señora Jueza doctora Kogan, votaron la segunda cuestión también por la negativa.

A la tercera cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo:

I. Con criterio similar al advertido al tratar la cuestión anterior, la Cámara consideró


insuficiente el remedio apelatorio oportunamente entablado por la Municipalidad de
Chascomús (fs. 1258), a tenor de la falta de crítica puntual y concreta de la premisa
fundamental expuesta en la sentencia de primera instancia, esto es, que en la autorización
municipal para la realización de la rifa, entre otras irregularidades, no se acreditó la
titularidad del inmueble ofrecido como premio ni se acompañó un poder irrevocable de
escrituración por tiempo determinado, otorgado por el titular dominial, situación que hizo
incurrir a la comuna en una clara infracción del art. 1 inc. 4 "a" de la ordenanza dictada
por la misma Municipalidad de Chascomús, donde se establecieron los requisitos para el
otorgamiento de autorizaciones de este tipo (fs. 352; fs. 1256 vta./1257).

No obstante ello, explicó la alzada que "... En tal normativa se indica que, cuando el
premio sea un bien inmueble, la entidad organizadora debe acreditar en forma fehaciente
la propiedad a través del título pertinente, presentando un poder irrevocable por tiempo
determinado para escriturar, otorgado por la persona que figure como propietario para el
caso en que el inmueble no estuviera escriturado a favor de la entidad organizadora y,
además, deberá presentar certificado de dominio del inmueble, juntamente con el
certificado de anotaciones personales e inhibición del titular del bien..." (fs. 1257).

Seguidamente, ponderó que "... Esta omisión guarda relación de causalidad adecuada con
el incumplimiento de la obligación de escriturar a favor de las actoras, derivada de la
adquisición del número premiado correspondiente a la rifa que motiva estas actuaciones.
Tal obligación no ha sido cumplida por no encontrarse en condiciones de escriturar el bien
objeto del primer premio, individualizado en oportunidad de conferir la comuna la
pertinente autorización (ver fs. 317 [rectius: 357])..." (fs. 1257 y vta.).

Dedujo finalmente que "... Sobre la base de tales circunstancias no controvertidas por el
apelante, cabe por tanto coincidir con el sentenciante en cuanto la referida codemandada
ha incurrido en responsabilidad de carácter extracontractual, que la hace pasible de la
condena que le ha sido impuesta, con sustento en la norma que contiene el artículo 1112
del Código Civil..." (fs. 1257 vta.).

II. De su lado, la Municipalidad recurrente alega como violados los arts. 15, 31 y 161 inc. 3
de la Constitución provincial; 330, 354, 375 y concs. del Código Procesal Civil y Comercial;
1198, 1199, 1161, 1162, 503, 506, concs. y subsiguientes del Código Civil. Denuncia,
asimismo, violación de doctrina legal de esta Corte y absurdo en la labor de ponderación
del sentenciante (fs. 1268/1271 vta.).

III. La impugnación debe ser rechazada, en razón de su manifiesta insuficiencia técnica


(conf. doct. art. 279, C.P.C.C.).

En efecto, y según se ha apuntado, la Cámara convalidó el compromiso de la


responsabilidad del municipio, atendiendo a las verificadas irregularidades del acto
aprobatorio de la rifa -particularmente la falta de cumplimiento de los requisitos fijados
en el art. 1 inc. 4 ap. "a" de la ordenanza municipal 2422 dictada el 5 de Julio de 1993 (fs.
352/356)- que guardaron relación causal con la frustración del acto escriturario de los
inmuebles objeto del sorteo, importando ello la responsabilidad estadual de naturaleza
extracontractual con base en el art. 1112 del Código Civil.

Ahora bien, sin perjuicio de la validez o invalidez sustancial que pudiera ponderarse
respecto de los breves argumentos de embate que se ensayan (fs. 1270/1271), lo cierto es
que la violación o errónea aplicación de las referidas normas sobre las que la Cámara
apoyó la desestimación del respectivo remedio apelatorio, siquiera son denunciadas por la
recurrente, quien tampoco hace mención alguna de los incumplidos recaudos de
autorización de la rifa señalados por el Tribunal, ni a la relación causal que uniría a esta
irregular omisión con la imposibilidad de escriturar los inmuebles en favor de las
reclamantes.

En tal situación, el escueto desarrollo argumental bosquejado, que transita por carriles
diversos a los del fallo, resulta ineficaz para enervar lo decidido, toda vez que soslaya -
dejando incólumes- aquellos fundamentos esenciales expuestos por la alzada.

Reiteradamente ha dicho esta Corte que es insuficiente el recurso de inaplicabilidad de ley


que no rebate los argumentos del sentenciante ni menciona como violadas las normas
actuadas en el fallo (conf. doct. Ac. 34.527, sent. del 2-VII-1985; Ac. 44.771, sent. del 4-VI-
1991; C. 101.722, sent. del 23-III-2011, entre otros).

IV. Por lo expuesto, no habiéndose configurado las infracciones normativas o el absurdo


denunciados (conf. doct. art. 279, C.P.C.C.), corresponde rechazar el presente remedio
extraordinario. Con costas de esta instancia a la recurrente vencida (arts. 68 y 289,
C.P.C.C.).

Voto por la negativa.

Los señores jueces doctores Genoud, Negri y de Lázzari, por los mismos fundamentos de
la señora Jueza doctora Kogan, votaron la tercera cuestión también por la negativa.

Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente

SENTENCIA

Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, de conformidad con lo dictaminado por el


señor Subprocurador General en lo concerniente (fs. 1330/1331 vta.), se rechazan los
recursos extraordinarios de nulidad e inaplicabilidad de ley interpuestos por las
Asociaciones Cooperadoras de las Escuelas Rurales n° 15 y 39 de Chascomús y el recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley deducido por la Municipalidad de Chascomús.

Las costas de esta instancia extraordinaria se imponen, en cada caso, a las respectivas
recurrentes vencidas (arts. 68, 289 y 298, C.P.C.C.).

Notifíquese y devuélvase.
HECTOR NEGRI

LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN

EDUARDO NESTOR DE LAZZARI

CARLOS E. CAMPS

Secretario

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