Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN
1
LOISY, A., L´evangile et l´eglise, Paris 1903, 155
Iglesia, sacramentos y moral
afirmar que toda la vida pública de Jesús se presenta dirigida a formar una Comunidad
que llevará a cabo la obra iniciada por él. Es decir, la fundación de la Iglesia se produce
a lo largo de toda la actividad de Jesús.
Procedemos ahora a enumerar el desarrollo y las etapas que articulan este
proceso constitutivo.
A) Nombre
La palabra “Iglesia” viene del griego “ekkesía” que designaba la asamblea
plenaria de los ciudadanos en plenitud de derechos de la polis. Se trataba, por tanto, de
una asamblea de ciudadanos libres. Es de destacar, pues, que los primeros cristianos
para designarse a sí mismos eligieron esta palabra que remitía a una institución
participativa y comunitaria.
2
Iglesia, sacramentos y moral
Por otra parte, es también importante tener en cuenta que la palabra ekkesía se
utiliza para traducir la palabra hebrea qahal, que significa el pueblo o, más exactamente,
la asamblea del pueblo reunida (Nm 16, 33; Dt. 9, 10; 10, 4).
Por tanto, la Iglesia en su significado más original nos remite a dos ideas:
▪ En primer lugar, la idea de “pueblo de Dios”, es decir, se trata del nuevo
pueblo congregado por Cristo para la salvación y liberación del os
hombres.
▪ En segundo lugar, la idea de asamblea o comunidad.
B) Imágenes
La Iglesia también se ha definido a sí misma por medio de figuras, imágenes o
metáforas tomadas de la Sagrada Escritura. El Concilio Vaticano II ofrece el siguiente
elenco (LG 6):
▪ La Iglesia es el redil cuya puerta única y necesaria es Cristo (Jn 10,1-10).
▪ Es también el rebaño cuyo pastor será el mismo Dios (Is 40,11; Ez 34,11
16; Jn 10,11-15; 1 Pe 5,4).
▪ Es labranza o campo de Dios (1 Cor 3,9).
▪ Es viña selecta (Is 5,1-7; Mt 21,33-43).
▪ Es asimismo llamada casa de Dios (1 Tim 3,15) en la que habita su
familia (Ef 2,19-22).
▪ Es tienda de Dios con los hombres (Ap 21,3).
▪ Es, sobre todo, templo santo (1 Pe 2,5; Ap 21,1-2).
▪ La Iglesia también recibe el nombre de la Jerusalén de arriba y nuestra
madre (Gál 4,26; Ap 12,17).
▪ Y se la describe como la esposa del Cordero (Ap 19,7; 21,2.9; 22,17).
3
Iglesia, sacramentos y moral
▪ Que la Iglesia es un pueblo reunido por la unidad del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo (L.G. 4).
4
Iglesia, sacramentos y moral
5
Iglesia, sacramentos y moral
Así pues, a partir de estos datos fundamentales (dos grupos de fieles, tres
formas de vida eclesial), podemos elaborar el siguiente esquema:
6
Iglesia, sacramentos y moral
a) Laicado
El capítulo IV de la constitución conciliar Lumen Gentium («De laicis») está
dedicado íntegramente a los laicos (LG 30-38; cf. CIC 897-913). En su texto central, el
texto ofrece esta descripción de lo que es un laico, con sus dos notas características:
Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del
orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son, pues, los cristianos
que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que
participan de las funciones de Cristo: Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su
condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo.
El carácter secular es lo propio y peculiar de los laicos. […] Los laicos tienen
como vocación propia el buscar el Reino de Dios ocupándose de las realidades temporales
y ordenándolas según Dios.
b) Ministerio pastoral
El capítulo III de la constitución Lumen Gentium está dedicado a los «clérigos»
o «pastores» (LG 18-29; cf. CIC 874-896), que son quienes «están al servicio de sus
hermanos» (LG 18a), es decir, al servicio de la comunidad eclesial. Por eso, a los
clérigos o pastores también se les llama «ministros» y a su tarea se le denomina
«ministerio»2.
Según la estructura jerárquica propia de la Iglesia, este ministerio está
desempeñado por el Papa, obispo de Roma y sucesor de san Pedro. A él está unido el
Colegio episcopal, constituido por los obispos de todo el mundo y cuya cabeza es el
Papa. Cada uno de los obispos, por su parte, ejerce su ministerio pastoral en su diócesis,
ayudado por los presbíteros y los diáconos.
c) Vida consagrada
El capítulo VI de la constitución Lumen Gentium está dedicado a la vida
consagrada (LG43-47; cf. CIC 914-933), una forma de vida eclesial que consiste en la
profesión de los llamados consejos evangélicos: castidad, pobreza y obediencia. No es
un estado intermedio o independiente entre el clero y los laicos, sino que es una opción
tomada por algunos cristianos de ambos grupos (cf. LG 43b).
2
En latín, minister significa «criado, siervo, servidor» y mĭnisterium «oficio del que sirve». El par
opuesto es magister («presidente, maestro») y magisterium («prefectura, presidencia, enseñanza del
maestro»). Parece que ambos grupos léxicos se formaron a partir de la antítesis entre minus y magis
(«menos» y «más»).
7
Iglesia, sacramentos y moral
Para Pablo la Iglesia es un cuerpo, pero el cuerpo del que él habla es un cuerpo
comunitario. La idea de Pablo al hablar de la Iglesia como cuerpo de Cristo se refiere,
ante todo, a la unidad, y quiere expresar que las relaciones de unos creyentes para con
los otros deben ser de servicio y de orden. De tal manera que, en estos dos conceptos, el
servicio y el orden, se contiene la profunda idea que Pablo se hace de lo que debe ser la
Iglesia: una comunidad en la que cada uno está siempre al servicio de los demás; y una
comunidad en la que cada uno ocupa su puesto, según el carisma que Dios le ha
concedido.
En la carta a los Efesios aparece claro el concepto de cuerpo de Cristo como
cuerpo de la Iglesia de Cristo. Cristo es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia (Ef. 4, 15-
16). San Pablo tiene en cuenta aquí la función que se atribuye a la cabeza en el mundo
helénico (principio de animación de todo el cuerpo a través de articulaciones, nervios,
músculos y ligamentos). Pero también parte de la concepción semita de la cabeza que
no se le consideraba como principio de vida, sino más bien al corazón. Para ellos la
cabeza era sinónimo de lo primero, lo más elevado, lo mejor, de ahí que significara la
autoridad, ya de la familia (Ex. 6, 14) o del ejército (Jue. 11, 8) o de la nación (Is.8, 7).
Pablo reúne en una sola imagen los dos significados: Cristo, cabeza de la Iglesia
en virtud de su influjo vital y de su dominio sobre ella.
En este pasaje, por otra parte, aparece claramente la insistencia de Pablo en la
unión indisoluble de la cabeza con el cuerpo, que se unen mutuamente en un todo
mediante el amor.
Así obtiene la Iglesia su lugar en el mundo. El cuerpo de Cristo es la Iglesia
precisamente como lugar donde Cristo habita en el mundo. De esta manera podemos
decir que la Iglesia es la presencia visible de Cristo en el mundo. La Iglesia hace visible
al Mesías mediante su cuerpo, que es la comunidad de los creyentes.
8
Iglesia, sacramentos y moral
¿Cuál es la misión específica de la Iglesia? Jesús quiso la Iglesia para que fuera
signo visible y eficaz del Reino de Dios. En palabras del Concilio, «la Iglesia constituye
el germen y el comienzo de este Reino en la tierra»; «su misión consiste en anunciar y
establecer en todos los pueblos el Reino de Cristo y de Dios» (LG 5b), con los que no
debe identificarse (cf. GS 45a; AA2).
La Iglesia es, por tanto, «sacramento del Reino»: su finalidad no es otra que
conseguir, a través de lo que dice y hace (como Jesús), que la gente pueda contemplar el
rostro amoroso de Dios y vivir con el otro como hermanos, hijos del mismo Padre, para
encontrar así la plenitud del destino humano.
El teólogo Tertuliano (155-240) escribía que muchos paganos, cuando veían las
reuniones de los cristianos, exclamaban: «mira cómo se aman». En esa fraternidad de
los cristianos es donde toda persona debe observar el rostro de Dios, que reina en los
corazones de los creyentes y actúa en todas las dimensiones de su vida. Todos los
miembros de la Iglesia, pues, estamos llamados a transparentar el Reino de Dios en
nuestra vida, tanto de palabra como de obra.