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DOCUMENTO DE REVISIÓN

Folia Cardiológica 2021

vol. 16, núm. 2, páginas 91–96
DOI: 10.5603/FC.2021.0013
Copyright © 2021 Vía Médica
ISSN 2353–7752
e­ISSN 2353–7760

La importancia del diagnóstico y tratamiento precoz de la

apnea obstructiva del sueño en
pacientes con enfermedades cardiovasculares

Karol Osłowski1 , Wojciech Kukwa2 •iD, Daniel Śliż1 •iD

1
3er Departamento de Medicina Interna y Cardiología, Universidad Médica de Varsovia, Polonia
2
Departamento de Otorrinolaringología, Facultad de Medicina y Odontología, Universidad Médica de Varsovia,
Hospital Czerniakowski en Varsovia, Polonia

Abstracto

La apnea obstructiva del sueño (AOS) es uno de los trastornos respiratorios relacionados con el sueño más comunes. Nuevos estudios
epidemiológicos muestran que la enfermedad es mucho más prevalente en la población general de lo que se creía anteriormente. Las
personas con enfermedades cardiovasculares son un grupo especial de pacientes que padecen AOS, ya que la prevalencia del trastorno
entre ellos es mucho mayor que en la población general y puede constituir un factor de riesgo aislado para el desarrollo de algunas
enfermedades cardiovasculares. Este artículo discutirá los métodos para diagnosticar la AOS, su epidemiología entre pacientes con
enfermedades cardiovasculares particulares y las perspectivas para el desarrollo de exámenes de detección.

Palabras clave: AOS, apnea obstructiva del sueño, epidemiología, diagnóstico, hipertensión, insuficiencia cardíaca, fibrilación
auricular, enfermedad coronaria

Folia Cardiológica 2021; 16, 2: 91–96

Introducción concentración durante el día. Por otro lado, la arquitectura

El sueño fisiológico es de fundamental importancia para el desarrollo,
regeneración y funcionamiento del sistema nervioso así como para
la consolidación de las vías de la memoria. Ayuda a mantener una
correcta limpieza de las neuronas lo que previene degeneraciones
posteriores del sistema nervioso. También afecta al buen
funcionamiento del sistema cardiovascular, al juego fisiológico
hormonal, repercute en el estado de ánimo e, indirectamente, en
cada célula del cuerpo. Los trastornos relacionados con el sueño
son un problema multidisciplinar que atrae la atención de un número
cada vez mayor de investigadores. Por un lado, la falta de sueño
adecuado puede reducir la productividad de un individuo y ser causa
de accidentes por deterioro
desordenada del sueño y algunas de sus patologías son un factor
que favorece el desarrollo de enfermedades graves, como
hipertensión, aterosclerosis, accidente cerebrovascular e infarto de
miocardio [1].
Los trastornos respiratorios se encuentran entre las patologías
más graves del sueño. El término abarca una serie de condiciones
caracterizadas por varios niveles de trastornos de la ventilación.
Según las directrices de la Academia Estadounidense de Medicina
del Sueño (AASM), actualizadas en 2017, podemos distinguir
entidades patológicas como: síndrome de apnea obstructiva del
sueño, síndrome de apnea central del sueño, respiración de Cheyne­
Stokes y síndrome de hipoventilación alveolar [2 ].

Dirección para correspondencia: Karol Osłowski MD, III Klinika Chorób Wewnętrznych i Kardiologii, Warszawski Uniwersytet Medyczny, ul. Bursztynowa 2, 04–
749 Warszawa, Polonia, correo electrónico: kposlowski@gmail.com

Este artículo está disponible en acceso abierto bajo licencia Creative Common Attribution­Non­Commercial­No Derivatives 4.0 International (CC BY­NC­ND 4.0), lo que permite
descargar artículos y compartirlos con otros siempre que den crédito a los autores y al editor. , pero sin permiso para cambiarlos de ninguna manera o utilizarlos comercialmente.

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Folia Cardiológica 2021, vol. 16, núm. 2
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es uno de los trastornos
respiratorios relacionados con el sueño más comunes. Se caracteriza
por múltiples episodios de colapso o estrechamiento completo de la luz
de las vías respiratorias superiores en ausencia de alteración de la
función de los músculos respiratorios. Resultan en un cese significativo
o completo del flujo de aire en el tracto respiratorio. Estos episodios
suelen ir acompañados de una disminución de la saturación de oxígeno
en sangre arterial proporcional a la duración de la apnea y al grado de
obstrucción de las vías respiratorias. En respuesta a la hipoxia, el trabajo
de los músculos respiratorios se intensifica para "superar" la mayor
resistencia del tracto respiratorio, lo que generalmente resulta en
despertares breves e inconscientes del sueño. La AOS sólo se puede
diagnosticar si la apnea o la respiración superficial duran al menos 10
segundos y ocurren 5 veces por hora durante el sueño. El número de
episodios (de apnea y respiración superficial) por hora se denomina
índice de apnea­hipopnea (IAH). A partir de este índice podemos
distinguir entre AOS leve (IAH de 5 a < 15), moderado (IAH de 15 a < 30)
y grave (IAH ≥ 30). Actualmente, la respiración superficial acompañada
de despertares también se incluye en el IAH. Para determinar la
gravedad de la enfermedad se utilizan escalas que evalúan la
somnolencia durante el día, como la Epworth Sleepiness Scale (ESS);
sin embargo, debido a su baja sensibilidad, su utilidad en la práctica
clínica está disminuyendo.
Los datos epidemiológicos son vagos, probablemente debido a la
escasa disponibilidad de medios de diagnóstico, así como a una
conciencia insuficiente del problema, tanto entre los médicos como entre
los pacientes. Según los estudios epidemiológicos realizados, se estima
que la incidencia de AOS moderada y grave en la población general
oscila entre el 6% y el 17%, mientras que incluso el 38% de la población
puede sufrir una forma leve de la enfermedad. 3]. De media, el problema
afecta al 22% de los hombres y al 17% de las mujeres en todos los
grupos de edad [4]. En HypnoLaus, un estudio con una gran población
(3.043 participantes), realizado por investigadores suizos, la prevalencia
de trastornos respiratorios relacionados con el sueño moderados y
graves (IAH ≥ 15) alcanzó el 23,4% entre las mujeres y el 49,7% entre
los hombres [5]. . Los hombres jóvenes padecen este trastorno entre 2 y
3 veces más a menudo que las mujeres y la prevalencia aumenta con la
edad. Además de la edad y el sexo masculino, los factores de riesgo
para la AOS incluyen la obesidad, la circunferencia del cuello igual o
superior a 43 cm en hombres y 40 cm en mujeres, anomalías anatómicas
del esqueleto facial y del tracto respiratorio superior. Los factores de
riesgo cuya asociación con la AOS está menos comprobada incluyen el
tabaquismo y los antecedentes familiares positivos de sueño.
­Trastornos respiratorios relacionados. El alcohol, los hipnóticos y los
miorrelajantes pueden exacerbar los trastornos respiratorios relacionados
con el sueño, pero hasta ahora no se ha demostrado que contribuyan al
desarrollo de la AOS. También se observa una mayor prevalencia que
en la población general en algunos grupos de pacientes, especialmente
aquellos que padecen insuficiencia cardíaca congestiva [6], hipertensión
[7], fibrilación auricular [8], diabetes tipo 2 [9] y obesidad, entre otros.
­insuficiencia renal en etapa [10] como
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así como enfermedades pulmonares crónicas y pacientes en estados
fisiológicos como el embarazo [11].
Los síntomas de la AOS se dividen clásicamente en síntomas
nocturnos y diurnos. Los síntomas nocturnos incluyen ronquidos fuertes
e irregulares, presencia de apnea durante el sueño (observada, por
ejemplo, por la pareja), pesadillas, despertares frecuentes, dificultades
para conciliar el sueño, sudoración excesiva y nicturia, así como ataques
de disnea durante el sueño.
Durante el día, los pacientes pueden sentirse excesivamente
somnolientos (incluso después de una noche aparentemente buena),
pueden observar deterioro cognitivo, disminución de la libido y de la
potencia sexual, dolores de garganta, sequedad de las mucosas y tendencia a la depresión.
Como se ha mencionado anteriormente, la apnea obstructiva del sueño
suele acompañar a otras enfermedades, pero también puede ser
responsable de su desarrollo. Se ha confirmado que la AOS es un factor
de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, entre
ellas el ictus cerebral, la cardiopatía isquémica y la hipertensión. La
hipoxia crónica e intermitente puede provocar la activación del sistema
adrenérgico y leptinérgico [12] y, en consecuencia, trastornos y
complicaciones metabólicas, como diabetes, obesidad y dislipidemia,
independientemente de la obesidad inicial [13]. Los hombres que
padecen AOS también tienen significativamente más probabilidades de
experimentar disfunción eréctil [14]. Debido al deterioro de las
capacidades cognitivas, la apnea obstructiva del sueño tiene un impacto
negativo en las capacidades psicofísicas de los conductores. La AOS ha
sido identificada en la Directiva de la Unión Europea de 2014 como uno
de los factores de riesgo más importantes de accidentes automovilísticos
[15].
Al diagnosticar a un paciente en quien se sospecha AOS, el médico
debe tener en cuenta su historial completo de sueño y trastornos del
sueño y realizar un examen físico completo de los sistemas respiratorio,
circulatorio y nervioso. Si el paciente reporta síntomas que pueden indicar
la aparición de trastornos respiratorios y existen factores de riesgo, debe
ser remitido para una evaluación diagnóstica completa. En el caso del
AOS, la evaluación incluye cuestionarios y escalas clínicas que valoran
subjetivamente los síntomas nocturnos y diurnos, así como una
exploración en la que se registran los trastornos respiratorios relacionados
con el sueño. Sin un examen que consista en registrar los trastornos
respiratorios relacionados con el sueño, las escalas de evaluación clínica
no son suficientes para diagnosticar la AOS. Durante años, la
polisomnografía (PSG) ha sido el estándar de oro en la evaluación
diagnóstica. El examen debe realizarse en condiciones clínicas y ser
supervisado por personal médico. Con el avance de la tecnología en el
mercado, comenzaron a aparecer en el mercado dispositivos portátiles
(PM, monitorización portátil; HSAT, prueba de apnea del sueño en casa)
para monitorizar los trastornos respiratorios relacionados con el sueño.
Gracias a su diseño más sencillo y mucha mejor disponibilidad, se han
convertido en herramientas útiles en la evaluación diagnóstica del AOS,
y en algunos casos son suficientes para realizar el diagnóstico. AASM
recomienda que se realice una PSG o un examen con el uso de un
dispositivo portátil adecuado en pacientes sin síntomas graves.
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Osłowski Karol et al., La importancia del diagnóstico y tratamiento tempranos de la AOS en pacientes con enfermedades cardiovasculares
complicaciones, en quienes se sospecha AOS moderada o grave en
función de sus síntomas e historia [16]. La PSG, por otro lado, es el
método preferido en pacientes con enfermedades cardíacas y
pulmonares graves, enfermedades neuromusculares, insomnio y
pacientes que toman opioides de forma crónica. Actualmente, los
dispositivos portátiles tampoco se recomiendan para exámenes de
detección o para exámenes realizados en pacientes sin síntomas de
AOS. Un metaanálisis de datos publicado recientemente [17] pone en
duda la sensibilidad y la utilidad clínica de todos los métodos disponibles
de detección de AOS en pacientes asintomáticos. A la fecha de
redacción de este artículo, las asociaciones americanas no recomiendan
la realización de pruebas de detección en pacientes asintomáticos.
Los exámenes utilizados en la evaluación diagnóstica de trastornos
respiratorios incluyen:
— PSG clásico, supervisado durante toda la noche y realizado en un
laboratorio del sueño;
— PSG no supervisado con todos los canales necesarios para la
evaluación de la estructura del sueño y la respiración;
— exámenes realizados con el uso de instrumentos que controlan al
menos tres variables fisiológicas: esfuerzo respiratorio, flujo de
aire a través del tracto respiratorio superior y oxigenación de la
sangre (incluido el HSAT antes mencionado);
— otros exámenes en los que no se registren más de dos variables.
De los exámenes anteriores, sólo la clásica PSG supervisada no
se puede realizar de forma ambulatoria. Los demás también se pueden
realizar en el domicilio del paciente (PM, HSAT). El examen de PSG se
realiza en un laboratorio exclusivo, donde el paciente pasa la noche y
es supervisado continuamente por el personal médico. La PSG implica
la observación y el registro continuos y simultáneos de diversos procesos
fisiológicos que ocurren durante el sueño. Incluye electroencefalografía
(EEG), electrooculografía (EOG), electromiografía (EMG),
electrocardiografía (ECG), pruebas de flujo respiratorio, esfuerzo
respiratorio y medición de la saturación de oxígeno en sangre.
Actualmente, el examen constituye un estándar de oro para el
diagnóstico de AOS. También se puede utilizar para seleccionar
adecuadamente los parámetros de tratamiento para la terapia de presión
positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), así como para el
seguimiento posterior a la terapia.
Los dispositivos portátiles (PM, HSAT) que monitorean de uno a
varios parámetros también son útiles en el diagnóstico de AOS. Estos
dispositivos suelen diferir en cuanto a complejidad y cantidad de datos
medidos, pero tienen características comunes que los distinguen del
PSG clásico, a saber, un precio más bajo, así como una mayor
disponibilidad y comodidad para el paciente (no es necesario gastar
dinero). una noche en un centro médico). Pueden constituir una
alternativa a la PSG en el diagnóstico de pacientes sin complicaciones
graves, con antecedentes médicos y síntomas indicativos de AOS.
También se sugiere el diagnóstico con el uso de HSAT para pacientes
que requieren un diagnóstico urgente y una pronta introducción del
tratamiento.
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cuando el PSG no está disponible. Según las directrices de la AASM,
los dispositivos portátiles que no requieren la supervisión de personal
médico son suficientes para realizar el diagnóstico en pacientes en los
que la probabilidad de AOS moderada y grave ya es alta antes del
examen. Sin embargo, un especialista debe realizar una evaluación
exhaustiva del sueño. Además, los pacientes con comorbilidades graves
no pueden diagnosticarse mediante el método HSAT [18].
En 2020, debido a la prevalencia generalizada de AOS en la
población general, así como a la presunta gran subestimación del
problema, seis importantes asociaciones estadounidenses que se
ocupan de los trastornos respiratorios relacionados con el sueño
desarrollaron un documento que intentaba estandarizar la Nomenclatura
y yuxtaposición de dispositivos HSAT con el PSG clásico, así como su
lugar en la evaluación diagnóstica contemporánea de los trastornos
respiratorios relacionados con el sueño y los ensayos clínicos [19].
Según los expertos, los dispositivos HSAT pueden resultar útiles para
diagnosticar la AOS. En los ensayos clínicos que evalúan dichos
dispositivos, el perfil de los pacientes estudiados debe ser lo más
cercano posible al grupo objetivo de pacientes que probablemente se
beneficiarán de dichos diagnósticos. Los miembros del panel también
evaluaron qué parámetros deberían medirse con HSAT. Incluyen, sin
duda, la medición de la saturación y el flujo aéreo nasal o presión de la
cavidad nasal, la frecuencia cardíaca y el esfuerzo respiratorio. Sin
embargo, se observó que el número exacto y la calidad de los canales
de medición deberían depender del problema clínico que se examina.
Cada tecnología de examen, si se valida adecuadamente con PSG,
puede resultar independientemente eficaz en el diagnóstico de
trastornos respiratorios específicos durante el sueño.
AOS y enfermedades cardiovasculares
Los datos de grandes estudios epidemiológicos sugieren que la apnea
obstructiva del sueño constituye un factor independiente y significativo
en el desarrollo y progreso de enfermedades cardiovasculares como la
hipertensión, la insuficiencia cardíaca, la enfermedad de las arterias
coronarias, así como diversas arritmias, incluida la fibrilación auricular.
La AOS grave aumenta el riesgo de incidentes cardiovasculares
mortales y no mortales, especialmente en los hombres. El riesgo se
reduce significativamente con la terapia CPAP [20].
La AOS daña simultáneamente el sistema cardiovascular a través
de varios mecanismos: mecánico, químico y neurohumoral y como
resultado de una respuesta inflamatoria. La disminución de la presión
intratorácica, la hipoxia y la excitación son el resultado directo de un
aumento del impulso respiratorio en las vías respiratorias obstruidas. La
presión intratorácica “negativa” aumenta la poscarga de la aurícula
izquierda, provoca el estiramiento de las paredes auriculares y aumenta
la demanda de oxígeno del miocardio, lo que puede alterar la fracción
de eyección. Se cree que la mayor incidencia de fibrilación auricular en
pacientes con AOS se debe al efecto sobre los mecanorreceptores de
las paredes auriculares, así como al estiramiento de las paredes. El
aumento reflejo de la tensión del sistema nervioso simpático provoca un
aumento de la presión miocárdica.
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demanda de oxígeno durante el intercambio gaseoso alterado y la
hipoxemia, que pueden causar síntomas de isquemia miocárdica. La
AOS también se asocia con un aumento del estrés oxidativo.
e inicio de la cascada inflamatoria relacionada con el endotelio
vascular [21]
Los estudios observacionales que utilizaron PSG y dispositivos
portátiles mostraron que la AOS es más prevalente entre los pacientes
con insuficiencia cardíaca y fracción de eyección alterada que en la
población general (53% frente a 12%) [6]. Las disfunciones sistólicas
cardíacas se correlacionan con el grado de AOS y ocurren más
comúnmente en forma moderada o grave. Es una observación
interesante que en el caso de pacientes con AOS y con insuficiencia
cardíaca, los síntomas diurnos de la AOS son menos graves y la
escala ESS no es muy útil. Hay menos datos disponibles sobre
pacientes con insuficiencia cardíaca y fracción conservada. Por otro
lado, los estudios observacionales demostraron que la terapia CPAP
con presión constante redujo la actividad simpática, la presión arterial
y las puntuaciones ESS y mejoró la función sistólica del ventrículo
izquierdo, lo que puede reducir indirectamente el riesgo de reingreso
al hospital y muerte [6].
El riesgo de isquemia miocárdica nocturna aumenta en pacientes
con AOS grave. Los trastornos respiratorios y la desaturación
significativa casi duplican el riesgo de muerte súbita cardíaca,
independientemente de otros factores de riesgo. Los pacientes con
AOS mueren con mayor frecuencia por muerte cardíaca súbita entre
medianoche y 6 am [21]. La evidencia de estudios epidemiológicos
indica que, además de tener un impacto en los factores de riesgo de
enfermedad cardíaca isquémica (hipertensión, aterosclerosis), la AOS
también puede ser un factor de riesgo independiente de enfermedad
de las arterias coronarias [22]. El mecanismo exacto del fenómeno
aún no se ha explicado, pero la etiología inflamatoria parece más
probable. Se estima que la AOS leve, moderada y grave se produce,
respectivamente, en el 69%, el 43% y el 25% de los pacientes con
síndrome coronario agudo [23]. Por lo tanto, parece legítimo realizar
diagnósticos en este grupo de pacientes, dado que el pronóstico es
peor si la AOS no se trata [24]. Un estudio reciente que involucró a
más de 1000 pacientes con enfermedad arterial coronaria avanzada
elegibles para injerto de derivación de arteria coronaria (CABG) [25]
también mostró que la AOS moderada y grave era común y ocurría en
el 50,9% de los individuos de este grupo. de pacientes. El estudio
también demostró que en pacientes con enfermedad de las arterias
coronarias, la AOS era un factor independiente que contribuía a
eventos cardiovasculares importantes, incluida la muerte.
Otro estudio se publicó en 2018. Fue un meta­
­análisis en el que se evaluaron como puntos finales los eventos
adversos cardíacos mayores (MACE), incluida la muerte por causas
cardiovasculares, el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular,
la necesidad repetida de revascularización coronaria y las
hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca [26] .
Se analizaron nueve estudios, incluidos 2 aleatorizados. En estudios
observacionales, la terapia CPAP se asoció con un riesgo
significativamente menor de MACE, pero estos datos
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no fueron confirmados en estudios aleatorios. Tratamiento de
Los pacientes con AOS y enfermedad arterial coronaria concomitante
pueden disminuir potencialmente el riesgo de recurrencia de un
evento cardiovascular, pero el papel de la CPAP en la prevención
secundaria del infarto de miocardio se debate actualmente debido a la
falta de resultados esperados en estudios aleatorizados [27].
Los resultados del estudio SAVE, publicado en 2016 [28], incluso
sugieren que la terapia CPAP reduce la intensidad de los ronquidos,
la somnolencia durante el día y mejora la calidad de vida y el estado
de ánimo, pero no tiene mayor impacto en el riesgo de eventos
cardiovasculares. que la atención médica estándar. Estos
Las dudas sólo pueden resolverse después de realizar amplios
estudios epidemiológicos sobre la aparición de AOS en pacientes con
enfermedad de las arterias coronarias.
Numerosos estudios realizados a lo largo de los años en Europa,
Estados Unidos y Australia demostraron que la AOS estaba asociada
con el desarrollo de hipertensión. A través de los mecanismos
mencionados anteriormente, la apnea y la hipoxia provocan la
activación del sistema simpático y picos de presión arterial, que con el
tiempo progresan hasta convertirse en hipertensión crónica. En un
estudio prospectivo en el que participaron participantes del Estudio de
Cohorte del Sueño de Wisconsin, se demostró que después de un
período de observación de 4 años de duración, que incluía el impacto
de la edad, el sexo, la constitución corporal, así como el uso de
estimulantes como el alcohol y cigarrillos, que los pacientes con AOS
moderada y grave tenían, respectivamente, dos y tres veces más
probabilidades de desarrollar hipertensión que las personas sanas [7].
Así, la AOS constituye un factor independiente para el desarrollo de
hipertensión, y el grado del trastorno respiratorio se correlaciona con
el riesgo de hipertensión. Los pacientes con hipertensión resistente,
que representan aproximadamente una docena por ciento de los
pacientes con hipertensión diagnosticada, tienen un riesgo
particularmente alto de sufrir AOS. Dado el número de pacientes con
hipertensión en Polonia, puede haber hasta un millón de personas con
hipertensión resistente que requieran diagnóstico y tratamiento de
AOS.
Las arritmias son otra patología asociada a la AOS.
Los estudios que utilizaron PSG demostraron que los pacientes con
apnea obstructiva del sueño experimentaban arritmias nocturnas con
más frecuencia que las personas que no padecían esta enfermedad.
Se estima que la incidencia de fibrilación auricular es de aprox. 4,8%
mayor en pacientes con AOS que en la población general [8]. Parece
que en este grupo de pacientes también debería realizarse el
diagnóstico de enfermedades respiratorias. Según datos de estudios
aleatorizados, los valores medios de FC y el número de contracciones
ventriculares prematuras durante el sueño fueron menores en pacientes
sometidos a terapia CPAP debido a AOS. La aplicación de la terapia
CPAP también se asocia con una reducción significativa de la
recurrencia de la fibrilación auricular, incluso después de un
tratamiento ablativo o cardioversión eléctrica [29]. En un metaanálisis
de datos de 2015 se demostró que la aplicación de la terapia CPAP
en pacientes que habían sido intervenidos por fibrilación auricular
reducía el riesgo.
de recurrencia de FA en un 44% [30]. Actualmente se cree que la AOS
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Osłowski Karol et al., La importancia del diagnóstico y tratamiento tempranos de la AOS en pacientes con enfermedades cardiovasculares

ser un factor de riesgo para la recurrencia de FA y se recomienda la el tratamiento es malo. En este punto parece que la causa principal de los

implementación del diagnóstico de AOS en la prevención secundaria de esta problemas mencionados en nuestro sistema de atención médica es la falta de

arritmia [31]. En los últimos años también se ha observado que diversas estandarización de dispositivos de diagnóstico económicos y fácilmente

enfermedades cardiovasculares que requieren el implante de marcapasos se disponibles que puedan aliviar la carga de la atención médica especializada.

asocian con la presencia concomitante de AOS no diagnosticada. En un estudio Dispositivos que utilizan tecnologías modernas para detectar el sueño.

multicéntrico en el que participaron pacientes a los que se les había implantado ­Los trastornos respiratorios relacionados ya están disponibles en el mercado. Un

marcapasos debido a miocardiopatía, bloqueos auriculoventriculares o ejemplo puede ser Clebre, un sensor acústico inalámbrico que monitoriza los

enfermedades del nódulo sinusal, todos los pacientes inicialmente no eran trastornos respiratorios relacionados con el sueño y que analiza continuamente

conscientes de que padecían trastornos respiratorios relacionados con el sueño. los registros de los fenómenos auscultatorios mediante el uso de algoritmos de

inteligencia artificial [34]. El dispositivo se puede utilizar en casa y no necesita ser

Según la PSG, se observó apnea obstructiva durante el sueño hasta en el 59% operado por personal médico. Los resultados del examen se pueden enviar al

de los pacientes, y en más del 21% de esos pacientes el IAH superó los 30 [32]. médico inmediatamente después de su finalización. Sin embargo, aún se

Muestra cuán comunes son los trastornos respiratorios relacionados con el necesitan más estudios poblacionales que evalúen la efectividad de herramientas

sueño entre los pacientes cardíacos y con qué frecuencia pueden pasar sin ser como CLEBRE en la detección de AOS en subpoblaciones específicas de

diagnosticados por los médicos tratantes. pacientes cardíacos y otras para aumentar el número de

Actualmente, en Polonia, los pacientes son remitidos para la PSG en función

de los síntomas de los trastornos respiratorios relacionados con el sueño, así Casos diagnosticados de AOS.

como de los datos de su historial médico. El examen también se recomienda en

determinadas enfermedades, por ejemplo en el caso de hipertensión resistente y Conflicto de intereses

prevención secundaria de fibrilación auricular en pacientes con factores de

riesgo. La AOS también está descartada en el marco del WK: participación en la startup Clebre, cuya actividad de I+D está financiada por

la subvención Fast Track del NCBR. El proyecto está cofinanciado por la Unión

Proceso de diagnóstico y certificación que califica a conductores profesionales y Europea con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del

solicitantes de licencia de conducir que presenten síntomas de la enfermedad o Programa de Cooperación INTERREG Polonia­Sajonia 2014­2020. Proyecto

tengan antecedentes sugerentes. implementado como parte del concurso de la NCBR: Fast Track.

Un médico especializado en medicina del sueño (generalmente un neumólogo)

verifica si los pacientes son elegibles para dicho examen. El examen de los

trastornos respiratorios relacionados con el sueño no está directamente incluido

en las directrices para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades

Referencias
cardiovasculares descritas anteriormente, excepto la hipertensión arterial 1. Lee­Chiong Jr Tl. Medicina del sueño: conceptos básicos y revisión. Universidad de Oxford
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