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TEMA 4.

LAS GARANTÍAS DE LOS DF (II)


1. LA PROTECCIÓN JUDICIAL DE LOS DF

a) Concepto

Además de las garantías genéricas, la CE prevé, unos mecanismos específicos de tutela de


los DF para los casos concretos en que se puedan considerar vulnerados. Estos mecanismos son
los cauces de protección de los DF por las jurisdicciones ordinaria y constitucional. La CE ha
querido proporcionar, además, mecanismos extraordinarios de protección, bien por parte de los
órganos judiciales ordinarios, a través de “un procedimiento basado en los principios de
preferencia y sumariedad”, o por parte del Tribunal Constitucional, mediante “recurso de amparo
constitucional”. Esta doble protección jurisdiccional cierra el círculo del complejo y acabado
sistema de garantías que la CE dispone para asegurar la eficacia de los DF. Por otro lado, el
proceso de internacionalización de la vida pública tiene, entre otras consecuencias, la de que
también garantías internacionales despliegan sus efectos en el ámbito interno.

El art. 53.2 de la CE tiene un doble efecto:

- Prevé una acción procesal; da cobertura a un conjunto de acciones procesales ejercitables


en defensa y protección de los DF, cerrando así el círculo de preceptos constitucionales que
hacen de los DF derechos subjetivos cuya protección o reparación es exigible ante los
tribunales ordinarios.
- Instituye, para el ejercicio de esas acciones en tutela de las libertades públicas, un
procedimiento caracterizado in genere por dos notas: preferencia y sumariedad. Lo que
distingue a este procedimiento es que el órgano llamado a realizar la protección es un
juzgado o tribunal ordinario integrado en el Poder Judicial, a diferencia de lo que sucede
con el amparo constitucional, que se residencia ante el Tribunal Constitucional.

b) Desarrollo

Como regla general, no existe un juez especial de los DF sino que las leyes procesales han
establecido procedimientos específicos a seguir en aquellas acciones en las que se denuncian
vulneración de DF; por lo tanto, la protección de derechos a través de la jurisdicción ordinaria
prevista en el art. 53.2 se ha desarrollado de manera sectorial, dentro de los distintos órdenes
jurisdiccionales.

- Junto a esos desarrollos sectoriales, existen algunos mecanismos procesales específicos


que sirven para proteger ciertos DF, mecanismos específicos que se justifican por las
particularidades de los actos que pueden generar la lesión de esos derechos. Entre estos
procedimientos específicos de protección de ciertos derechos pueden destacarse los
siguientes:
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o Habeas corpus
o Derecho de rectificación
o Derecho de reunión y manifestación
o Recursos contencioso-electorales contra la proclamación de candidaturas y
candidatos y contra la proclamación de electos
o Protección civil de honor, la intimidad y la propia imagen
- También hay que señalar, que las lesiones de los DF que procedan directamente de
órganos judiciales, tanto in procedendo como in iudicando, no poseen ningún mecanismo
específico único de protección ante la jurisdicción ordinaria, sino que habrá que procurarse
su reparación mediante los correspondientes recursos que en cada caso quepan.

La reforma del art. 241.1 de la LOPJ permite reparar, mediante la nulidad de actuaciones,
cualquier vulneración de los DF a los que se refiere el art. 53.2 de la CE ante la autoridad judicial a
la que se imputa dicha vulneración siempre que ni haya habido posibilidad de denuncia ni quepa
recurso ordinario o extraordinario que hiciera viable la reparación de la lesión que se denuncia.

c) Características generales del desarrollo

 Los procedimientos de excepción son creados en desarrollo del art. 53.2 de la CE son en triple
sentido:
- Porque son diferentes a los procedimientos ordinarios.
- Tienen un objeto material concreto y excepcional: la protección de los DF.
- Implican para quien lo utiliza una serie de ventajas procesales respecto de si posición en los
procedimientos ordinarios.

Por ello no cabe utilizar estos procedimientos en cualquier caso, sino solo cuando exista una
correspondencia entre la pretensión que se insta y el cauce procesal elegido.

 La sumariedad. Se entiende por sumario un proceso cuyo objeto es limitado, en contra


posición con los procedimientos plenarios, en los que se conoce de todas cuantas cuestiones
se planteen; sin embargo, el término “sumario” también se aplica a los procedimientos que, al
objeto de lograr una mayor celeridad, reúne una especial rapidez sencillez de tramitación. Por
lo que con sumario, parece que la CE quiere configurar un proceso acelerado, urgente o
especialmente rápido, al que se denominó, por eso, “sumario”.
 La preferencia Los órganos judiciales habrán de tramitar, en primer lugar, y con independencia
del orden de ingreso de los asuntos que habitualmente se sigue, las demandas que se
presenten por este cauce reclamando la protección de un DF. El de preferencia es un concepto
relativo, relacionado con las demás pretensiones instadas ante los órganos judiciales, y que
encuentra fundamento en la especial naturaleza de los DF, en razón de la cual se entiende que

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la resolución de las demandas referentes a ellos debe ser prioritaria, aun cuando hayan sido
presentadas con posterioridad a otras pendientes.

La “sumariedad” y la “preferencia” implican habitualmente el establecimiento de plazos; para


los diferentes trámites del procedimiento, más costos de los establecidos con carácter general; y,
por otra parte, repercuten en la supresión de trámites prescindibles y, en general, en la
simplificación del procedimiento.

 Alternatividad y compatibilidad con los procedimientos ordinarios. Al reconocer el art. 24 de


la CE el derecho a la tutela judicial efectiva la protección jurisdiccional de los DF puede instarse
para cada caso por los cauces previstos en la legislación ordinaria y no a través del
procedimiento especial. Hay dos vías de protección jurisdiccional, y el demandante puede
elegir entre una u otra o, incluso, proseguir simultáneamente las dos, como ha puesto de
relieve el TC. Pero lo cierto es que en algunos ámbitos jurisdiccionales en los que lo que se ha
hecho incluir en las lesiones de los DF entre los supuestos en que debe seguirse un
procedimiento ordinario, esta idea de la alternatividad queda muy relativiza por la sencilla
razón de que procedimiento ordinario y especial de defensa de los DF coinciden.

2. REGULACIÓN LEGAL

a) Ámbito material
La 1ª nota distintiva de la previsión del art. 53.2 de la CE es la totalidad de su cobertura,
pues acoge a todas las pretensiones, siempre que se basen en conculcación de DF. Este artículo no
establece distinciones en razón a que la eventual violación proceda de los poderes públicos o de
particulares. La cobertura de protección es completa en el sentido de que puede solicitarse tanto
frente a actos concretos como frente a disposiciones, siempre que éstas no tengan rango de ley.
Los derechos que, en principio, son susceptibles de protección por los mecanismos
específicos de protección son los reconocidos en los arts. 14 a 30 de la CE, es el mínimo posible ya
que, la obligación de articular este procedimiento para proteger los derechos citados deriva del
art. 53.2 de la CE. Éste no establece una lista cerrada de derechos protegibles: delimita un ámbito
mínimo de derechos que, en todo caso, deben ser objeto de protección judicial mediante un
procedimiento acelerado, pero ello no impide al legislador extender ese cauce procesal a otros
derechos distintos de los enumerados en el art 53.2.
b) Legitimación
La CE NO prevé nada quienes tienen legitimación para iniciar el amparo judicial, por ello, el
legislador goza de capacidad de maniobra, pero la libertad del legislador no es absoluta:
- Cuando la CE utilice la expresión “cualquier ciudadano”, será en sentido impropio, es decir,
cualquier persona, porque muchos DF reconocen a todas las personas, con independencia
de ser españoles o extranjeros, y no tendría sentido dicho reconocimiento si se excluyese
al titular del derecho de la facultad de instar su protección.
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- La legitimación se extiende tanto a las personas físicas como a las jurídicas, en la medida en
que éstas sean titulares de DF

Por tanto, la configuración desde estos procedimientos como previos al amparo constitucional
hace que puedan ser utilizados en todos aquellos supuestos en los que quepa el acceso al amparo
constitucional, y que deben serlo antes de recurrir a este último.

c) Plazos

Una de las características procesales que impone el art. 53.2 de la CE a los procedimientos
judiciales de protección de los DF es la celeridad con que éstos deben transmitirse porque se
pretende proteger bienes jurídicos especialmente valiosos. En todos los casos los plazos son
inferiores a los de los procedimientos ordinarios, e incluso, se trata de plazos extraordinariamente
breves ya que sólo mediante su establecimiento puede asegurarse la eficacia de los derechos.

d) Procedimiento

La característica común que los diferencia respecto de los procesos ordinarios es la del
acortamiento de los plazos y dado que en estos procesos se insta la protección de los DF el
tramite de admisión es más riguroso que en el procedimiento ordinario sobre todos por vía
Contencioso-Administrativa.

También la adopción de medidas cautelares presenta algunas particularidades en relación


con los DF, con independencia de que la legislación así lo prevea expresamente. Esas
particularidades proceden de la propia naturaleza de los bienes jurídicos objeto de tutela que, por
su condición de DF y, de elementos básicos del ordenamiento, deben obtener una protección ya
en vía cautelar. Ello no impide que la conveniencia de suspender actos denunciados como lesivos
de DF deba ponderarse con otros bienes jurídicos en juego, por lo que no puede establecerse una
regla general ni de suspensión ni de lo contrario, debiendo decidirse caso por caso.

En 2 supuestos del orden laboral tiene características singulares y que no se dan en otros
órdenes judiciales (violación de la libertad sindical y discriminación por razón de sexo). Si hay
indicios de que se ha producido violación de los derechos, corresponderá al demandado “la
aportación de una justificación objetiva y razonable, suficientemente probada, de las medidas
adoptadas y de su proporcionalidad”.

3. LA PROTECCIÓN FRENTE A LOS PODERES PÚBLICOS Y FRENTE A LOS PARTICULARES

Tradicionalmente, los mecanismos de protección de los DF se han enfocado a prevenir,


impedir y reparar sus posibles vulneraciones por parte de los poderes públicos. Existe una
concepción generalizada de que los DF deben proteger, sobre todo, a los poderes públicos, en
cuanto que éstos disponen de instrumentos poderosos que otorgan una mayor facilidad para la

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vulneración de los DF. Sin embargo, la protección de los derechos no está articulada sólo frente a
los poderes públicos sino, también, frente a los particulares.

Los ciudadanos están sujetos a la CE y, por tanto, a los DF, que tienen obligación de
respetar.

Los jueces y tribunales están obligados a amparar los DF, el incumplimiento, por parte de
los particulares, de la obligación de respetarlos puede dar lugar a una acción en pretensión de
tutela o reparación ante los órganos jurisdiccionales.

El incumplimiento por los órganos judiciales de su obligación de proteger el derecho


permite acudir al amparo constitucional. De ahí a que el ordenamiento haya previsto mecanismos
de garantía de los DF para acudir a los jueces y tribunales del orden jurisdiccional civil y laboral en
demanda de protección de los DF, procedimientos ejercitables, precisamente y como regla
general, frente a particulares.

4. EL AMPARO CONSTITUCIONAL: IDEAS GENERALES Y REMISIÓN

a) Concepto

El art. 53.2 de la CE señala que los derechos reconocidos en los arts. 14 a 29 de la CE, así
como la objeción de conciencia, son objeto de protección, además de por el amparo judicial, a
través del amparo constitucional, configurándose como una garantía específica de los DF; es un
instrumento más, el últimos en el ámbito nacional, de reacción frente a una posible vulneración de
un derecho fundamental.

La característica del recurso de amparo constitucional deriva del órgano ante el que se
solicita, del Tribunal Constitucional. El amparo constitucional es un recurso por el que se solicita
del Tribunal Constitucional la preservación o restablecimiento de un derecho fundamental que se
reputa conculcado. Se configura como último recurso para evitar la vulneración de DF o repararla.

Es un instrumento procesal de garantía e interpretación de los DF. Excepcional, en cuanto a


su objeto y función y subsidiario y no susceptible su decisión de impugnación.

5. LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL

El reconocimiento de los DF no se limita a la CE sino tambien en numerosos convenios e


instrumentos internacionales de carácter general o específico, y de ámbito universal o regional.
Buena parte de esos convenios e instrumentos incorporan mecanismos de garantía y protección
de los derechos. En la medida en que España ratifica esos convenios acepta, también, los
mecanismos de protección que incorporan, lo que supone, un nuevo escalón de garantía de los
derechos: la protección internacional. Estos mecanismos alcanzan incluso naturaleza jurisdiccional,

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por lo que, si todos los mecanismos nacionales de protección resultan infructuosos, los DF pueden
ser defendidos, también ante instancias internacionales.

En el ámbito universal de la Organización de las Naciones Unidas tiene una especial


relevancia el Comité de Derechos Humanos, que puede examinar quejas dirigidas por los
particulares contra los Estados. Sus decisiones, no obstante, no tienen carácter jurisdiccional. Más
incidencia aún posee el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos ya que España es signataria
del Convenio Europeo de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de la Persona
(CEDH), que instituye un órgano jurisdiccional encargado de la protección de los derechos
recogidos en el Convenio: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

El mecanismo de protección que ofrece el TEDH pueden utilizarlo tanto personas físicas
como jurídicas; pero para acudir debe respetarse el principio de subsidiariedad, incluido el TC, los
que será regla general ya que, como se ha indicado, existe una correspondencia muy amplia entre
el contenido material del CEDH y los derechos protegidos en amparo, aunque exista alguna
excepción significativa: el derecho de propiedad.

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