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V DE VENDETTA, PROVOCAR PARA PENSAR

Escrito por Francisco Martínez Hidalgo|16 Mar, 2015|


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Clásico mayúsculo del cómic, V de Vendetta es una obra de Alan Moore (guión) y David
Lloyd (dibujo). Alan Moore está considerado como uno de los mejores guionistas de toda la
historia mundial del cómic, y uno de los más importantes sin discusión de los últimos 20
años en occidente.
La obra consta de 10 números que empezaron a publicarse irregularmente en 1981 en
diferentes revistas británicas y que no se vieron recopilados por primera vez hasta 1988 por
la editorial DC. Fue entonces cuando empezó a tener impacto de verdad. La crítica se rindió
a sus pies, y no tuvo problemas en reconocer la gran obra que tenían delante. Ya en 1982,
Alan Moore ganó en los Premios Eagle (los premios de cómic de referencia de Inglaterra)
en la categoría de Mejor Guionista por su trabajo en esta obra, y en 1989 consiguió las
nominaciones a Mejor Serie Nueva en los Premios Eisner y Mejor Guionista y Mejor Serie
Limitada en los Premios Harvey. Desde entonces la obra no ha parado de reeditarse
alrededor del mundo. Hoy en día la obra se estudia y analiza hasta en la universidad.
V de Vendetta se incribe claramente en la línea literaria de las novelas de ciencia ficción
1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Farenheit 451 de Ray
Bradbury, tres obras que presentan la rebelión de individuos frente a estados totalitarios que
controlan todos los aspectos de su vida y pensamiento en una hipotética sociedad no tan
lejana. Como ellas, V de Vendetta se sitúa en un escenario futurista (en el momento de su
realización, 1997 estaba 15 años en el futuro) y tiene un mensaje de profundidad política de
fondo. "V de Vendetta es todo lo que los cómics no se supone que son", llegó a decirse, y
era cierto, porque la historia que aquí se cuenta, el mensaje de subversión que llega a
proponerse, dista mucho de cuanto se había intentado antes (y se ha intentado después) en el
campo de la historieta. El cómic está llena de frases geniales que te obligan a dejar de leer y
reflexionar sobre ellas. Muchas han sido utilizadas en los movimientos políticos de
indignados que se produjeron en los últimos años alrededor del globo como "El pueblo no
debe temer a su gobierno. Es el gobierno quien debe temer a su pueblo".
En la Inglaterra de 1980, fecha en la que se publica la obra, las políticas neoliberales de
Margaret Thatcher iniciaban su dominio de la forma más pura: privatizando las empresas
públicas, incrementando la desigualdad social y el desempleo y desmontando las políticas
de asistencia social. Las manifestaciones obreras se contaban por centenares en Inglaterra y
el conflicto laboral alcanzaba así su punto más alto, enfrentando a sectores obreros,
desempleados y el sindicalismo, por un lado, y la alianza de los conservadores y sectores
empresarios con el gobierno neoliberal, por el otro. En los movimientos de izquierda surgían
no sólo voces críticas con las políticas del gobierno sino también temores a que el
desmantelamiento del Estado tuviese como consecuencia la imposición de una organización
política autoritaria basada en la alianza entre un gobierno dominante y un fuerte sector
privado capitalizador y legitimador de ese gobierno.
Es en este contexto en donde aparece V de Vendetta.

¿De qué va?

Ciencia-ficción e intriga. Estamos en el año


1997. Ha finalizado la III Guerra Mundial.
Inglaterra se ha convertido en un estado fascista.
En estos tiempos de desesperación y oscuridad,
aparece un misterioso individuo que se hace
llamar "V" y que ataca a los intereses y agentes
del estado, creando el caos. Pero, ¿Quien es "V"?
¿Por qué busca venganza?
La respuesta la conoceremos gracias a Evey,
una joven que fue rescatada por el misterioso "V"
de ser asesinada por los mal llamados "agentes del
orden" del estado. Tomada por "V" bajo su
"cuidado" (que en ocasiones más bien parece un cautiverio), mediante la interacción de
ambos personajes se nos irá desvelando poco a poco el pasado y objetivos del misterioso
protagonista de la historia mientras lleva a cabo su cruzada contra el estado y vamos
conociendo mejor este hipotético futuro.
La visión que presenta el comic, de una sociedad del futuro adormecida, bajo el yugo de
unos gobernantes sin escrúpulos que usan la tecnología y recursos humanos de que disponen
para dormir a sus ciudadanos, resulta en realidad una imagen aterradora de nuestro presente.
Pero al mismo tiempo nos otorgan la esperanza de que haya alguien que nos obligue a
pensar y reaccionar.

UNA TELEVISIÓN AL SERVICIO DEL GOBIERNO

El protagonista, “V", siempre aparece en el cómic vistiendo un disfraz de Guy Fawkes,


una elección que no es nada casual. Fawkes es un personaje histórico británico muy
conocido por aquellos lares pero que sin embargo a la mayoría de nosotros nos resultará
desconocido. El 5 de noviembre de 1605, Guy Fawkes fue apresado cuando estaba a punto
de prender fuego a unos barriles de pólvora para volar el parlamento británico y acabar con
el Rey, en Venganza por las leyes penales contra los católicos. Desde entonces el 5 de
noviembre es conocido en la historia de Inglaterra como el Día de Guy Fawkes, que cada
año se celebra como "el día de Guy Fawkes" o "The Bonfire Night" con fuegos artificiales.
Idénticas intenciones, aunque a otro nivel, podemos identificar en la violencia directa
ejercida por V contra las instituciones estatales. Precisamente en este punto es donde el
debate arrecia entre los amantes y los detractores de este cómic: ¿es V un terrorista? Como
siempre, todo depende del color del cristal con que se mire. Quien esto escribe se sitúa entre
los que responde a esta cuestión con un rotundo no, por dos motivos. Primero, porque desde
el momento en que son instituciones bajo un régimen totalitario carecen de legitimidad
representativa y, por tanto, están deslegitimadas de facto. Segundo, porque el terrorismo
está orientado a causar terror de forma indiscriminada y, en este caso, a pesar de la
inquietud inicial, en la población no se percibe a V como un elemento de terror ni de
desestabilización; más bien todo lo contrario, es percibido como un elemento de reapertura
o de cambio positivo. Entre las características que conforman al complejísimo personaje
de V encontramos la de un alto compromiso político, cuya moral parece fundamentada
en la justicia y en la libertad individual, con una ética sin otros límites que los del
respeto a los ideales libertarios, entre los que está, cómo no, la de no-coerción. Ello lo
lleva a ejercer una violencia extrema contra los no libertarios, contra aquellos que han
aplicado una coerción activa, violenta, devolviéndoles proporcionalmente la misma
coerción que ellos han aplicado a los demás. Ahí está la justicia entendida como
venganza pero, también, como trato equitativo: violencia contra violencia, coerción
contra coerción… pero libertad contra totalitarismo.

UNA MÁSCARA QUE SE HA HECHO MUNDIALMENTE CONOCIDA

Si ya en Inglaterra el 5 de noviembre es un día de recuerdo para Guy Fawkes, leer este


cómic conseguirá que también tú, en la medianoche de este día, mires al reloj de la torre de
la plaza de tu pueblo esperando a que, quizás, pase algo. Aunque, siendo justos, a V no le
gustaría esta actitud pasiva. Nos queda el consuelo de saber que estaría feliz porque, al
menos, ha conseguido que tomásemos conciencia de que merece la pena que algo pase y
que, por qué no, perdamos el miedo al momento en el que las fichas empiecen a caer.

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