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REVISTA ECUATORIANA DE PEDIATRÍA REVISION NARRATIVA

rev-sep.ec

Identificación y diagnóstico tempranos del trastorno del espectro


autista: una revisión de la literatura sobre recomendaciones ba-
sadas en la evidencia

Early identification and diagnosis of autism spectrum disorder: a literature review on


evidence-based recommendations
Paulina Buffle* 1,2, Daniela Naranjo 2
https://orcid.org/0000-0002-0411-2507 https://orcid.org/0000-0002-6908-5706

1. Laboratorio de Desarrollo Sensorial-motor, Afectivo y Social. Facultad de psicología. Universidad de Ginebra,


Suiza
2. Departamento de postgrado de pediatría. Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Quito,
Ecuador.

Resumen
Recibido: 13 Agosto 2021
Aceptado: 29 Noviembre 2021
Publicado: 24-Diciembre 2021 Los trastornos del neurodesarrollo corresponden a un grupo de cuadros clínicos de base neu-
Editor: Dr. Paúl Astudillo Silva. robiológica. En el caso particular del trastorno del espectro autista (TEA), las dificultades cen-
trales están dadas por deficiencias de la comunicación / interacción social y por la presencia
Membrete bibliográfico:
de patrones de comportamiento restrictivos o repetitivos. El diagnóstico y el tratamiento se ba-
san actualmente en criterios comportamentales. Según datos recogidos en diferentes países, al
Buffle P, Naranjo D. Identificación
y diagnóstico tempranos del tras- menos 1 niño sobre 100 se desarrolla con alguna forma de autismo. Visto los resultados positivos
torno del espectro autista: una re- asociados con las intervenciones tempranas, desde hace algunos años se realizan importantes
visión de la literatura sobre reco- esfuerzos con el objetivo de disminuir la edad la identificación. En entornos pediátricos es indis-
mendaciones basadas en la evi- pensable una familiarización con los criterios actuales de diagnóstico, los procesos de evalua-
dencia. Revista Ecuatoriana de ción comportamental y etiológica, las condiciones médicas y comportamentales asociadas
Pediatría 2021;22(3):Artículo 23:1- (trastornos del sueño y de la alimentación, convulsiones, síntomas gastrointestinale s) que afec-
21 doi: https://doi.org/10.52011/113
tan la funcionalidad y la calidad de vida del niño y su familia. Con el objetivo de promover
prácticas basadas en evidencia sobre identificación y diagnóstico, varias guías clínicas y están-
Copyright Buffle P, et al. Este dares de práctica han sido publicados en diferentes países. El siguiente artículo revisa y sintetiza
artículo es distribuido bajo los estas recomendaciones sobre la identificación y el diagnóstico del TEA en los primeros años de
términos de Licencia de atribu-
ción Creative Commons CC BY- vida. Esta revisión ha sido efectuada a la luz de recomendaciones de la comunidad internacio-
NC-SA 4.0, el cual permite el uso nal que recalcan la necesidad de programas y servicios locales basados en evidencia y sensi-
y redistribución citando la fuente bles culturalmente, particularmente en contextos de medianos y bajos ingresos.
y al autor original sin fines co-
merciales.
Palabras claves:
DeCS: Trastorno Autístico, Conducta, /diagnóstico, Diagnóstico precoz, Niños con Discapacidad

* Autor para correspondencia.

Paulina Buffle paulina.buffle@unige.ch, Daniela Naranjo mnaranjo305@puce.edu.ec / Teléfono: +593 99 84080633. Av. Mariana de Jesús O-E7 y
Nuño de Valderrama. Quito, Ecuador Rev. Ecuat. Pediatr. 2021;22(3):Artículo 23: 1-21 |
Revisió n Narrativ a DOI:10. 52 011/113 Neurología | Pediatría

Abstract

Neurodevelopmental disorders correspond to a group of neurobiological-based clinical pictures. In the par-


ticular case of autism spectrum disorder (ASD), central difficulties are caused by deficiencies in communica-
tion/social interaction and by the presence of restrictive or repetitive behavior patterns. Diagnosis and treat-
ment are currently based on behavioral criteria. According to data collected in different countries, at least 1
child out of 100 develops with some form of autism. Given the positive results associated with early interven-
tions, for some years now, important efforts have been made with the aim of reducing the age of identifica-
tion. In pediatric settings, familiarization with current diagnostic criteria, behavioral and etiological evaluation
processes, and associated medical and behavioral conditions (sleep and eating disorders, seizures, gastro-
intestinal symptoms) affect the functionality and quality of life of the child and his family. To promote evi-
dence-based practices on identification and diagnosis, several clinical guidelines and standards of practice
have been published in different countries. The following article reviews and synthesizes these recommen-
dations on the identification and diagnosis of ASD in the first years of life. This review has been carried out in
light of recommendations from the international community that emphasize the need for evidence -based
and culturally sensitive local programs and services, particularly in low- and middle-income settings.

Keywords:
MESH: Autistic Disorder; Behavior; /diagnosis; Early Diagnosis; Disabled Children

particularmente en países de ingresos medianos y ba-


Introducción jos donde se considera importante la participación de
El trastorno del espectro autista en un contexto in- profesionales, comunidades y autoridades para el
ternacional desarrollo de estrategias regionales que permitan la
Uno de los principales desafíos del siglo XXI relativos a difusión de buenas prácticas en cada país [2-4].
la salud infantil, es la identificación temprana de niños Dos factores importantes han promovido esta
que presentan una condición del neurodesarrollo , toma de conciencia internacional. El primero, tiene
como es el caso del trastorno del espectro autista. Un que ver con los resultados positivos de las intervencio -
diagnóstico tardío implica negar a un niño o a un jo- nes conductuales y educativas (ver por ejemplo [5]),
ven la oportunidad de comprender sus respuestas a cuyo impacto es descrito como particularmente im-
diferentes situaciones. Implica también un estrés su- portante durante los primeros años de vida [6, 7], con
plementario a las familias, el retraso del diagnóstico mejoras estadísticamente significativas en aspectos
de otras condiciones co-ocurrentes y un aumento de del lenguaje, habilidades cognitivas y habilidades
costos financieros para la familia y la sociedad [1]. Por adaptativas [8, 9]. Aunque la estabilidad de un diag-
esta razón, en las últimas décadas se han realizado nóstico en los primeros años es un aspecto delicado
varios esfuerzos para rebajar la edad del diagnóstico. que requiere ser aún investigado [10], se considera
Por ejemplo, se han efectuado estudios de validación que un diagnóstico preciso es posible desde el se-
sobre pruebas de detección temprana en poblaciones gundo año de vida [9] y sería estable desde los 14 me-
sin riesgo y se han organizado campañas de informa- ses de edad, como lo sugiere los resultados de un es-
ción sobre los signos tempranos. Además, organiza- tudio realizado en población general con 1269 partici-
ciones nacionales, o internacionales han tomado va- pantes de edades comprendidas entre los 12 y los 36
rias iniciativas para promover la toma de conciencia meses [11]. El acceso a servicios de intervención tem-
sobre las necesidades de personas con TEA y facilitar prana sería entonces por el momento la mejor ma-
el acceso a servicios basados en evidencia científica, nera de desarrollar las habilidades de las personas

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con autismo y representaría también la mejor relación son notablemente más bajas que las estimaciones in-
costo-beneficio para las familias y para la sociedad ternacionales, a nuestro conocimiento, no han sido es-
[12, 13]. tudiadas.
El segundo factor, tiene que ver con el aumento
considerable del número de personas diagnosticadas El estudio del autismo
con autismo en todo el mundo. En efecto, las estima- Los conocimientos que han permitido mejorar la com-
ciones han pasado del 0.04% en los años setenta, al 1- prensión de este espectro de condiciones proviene de
2% en la actualidad. Entre los factores que contribuyen varias disciplinas. Por una parte, las neurociencias
a la explicación de este aumento de prevalencia esta- médicas y la neurofisiología han provisto un marco
rían la mejora de las prácticas de diagnóstico, el au- para el estudio del desarrollo de sus síntomas y de su
mento del número de profesionales entrenados, la in- impacto en el comportamiento (ver por ejemplo [24]).
clusión en los estudios de individuos sin discapacidad Los trabajos en genética con enfoques moleculares y
intelectual, y los cambios de criterios diagnósticos de de secuenciación, han realizado esfuerzos considera-
la cuarta edición de Manual Diagnóstico y Estadístico bles para proporcionar explicaciones del fenotipo
de los Trastornos Mentales revisada (DSM-IV-TR) [14] conductual y han contribuido a identificar más de 100
a la quinta edición (DSM-5) [15]. La falta de estimacio- genes implicados, de los cuales, la mayoría afectaría
nes provenientes de regiones diversas del mundo, y sinapsis, eventos excitadores o inhibidores y la regula-
particularmente de regiones con ingresos económicos ción de otros genes [25]. Por su parte, las neurocien-
medianos y bajos, ha llevado a la aceptación de una cias cognitivas han proporcionado instrumentos expe-
estimación del 0.6% en un contexto internacional [16]. rimentales específicos para el estudio de mecanismos
Sin embargo, estudios más recientes sugieren estima- perceptivo-cognitivos, como por ejemplo aquellos
dos de prevalencias de ente 1% y 2% de la población, que juegan un papel en la identificación de informa-
como en Australia (1.02%) [17], Estados Unidos [1.85%) ción social, el contenido emocional de los rostros o la
(18), Inglaterra (1.76%) [19]. Las estimaciones pueden capacidad de dirigirse espontáneamente a otras per-
variar considerablemente entre regiones del mundo, sonas, cuyo estudio se efectúa con la ambición de re-
entre estudios, y a lo largo del tiempo y estas diferen- bajar la edad del diagnóstico del autismo [26, 27]. Por
cias pueden ser explicadas por los métodos de reclu- otra parte, los estudios interculturales han facilitado la
tamiento de participantes, las técnicas de muestreo, la toma de conciencia sobre el impacto de los contextos
presencia de incoherencias en la definición de los ca- socio-económicos y culturales en la identificación de
sos de autismo, los criterios de inclusión adoptados síntomas, tanto en el proceso diagnóstico, como en los
por los investigadores o por el grado de calificación comportamientos de búsqueda de ayuda de las fami-
de profesionales que evalúan los casos. lias [28], o en el sentimiento de auto-eficacia de los
En América del Sur, estudios efectuados, en Ar- profesionales [29]. Está visión multidisciplinar ha sido
gentina [20] y Colombia [21] reportan estimaciones indispensable para intentar responder a los retos aso-
más bajas que las de la mayoría de países de altos ciados a la detección y el diagnóstico temprano, y es
ingreso [16], lo que sugiere que un número significativo de particular importancia fuera de los contextos pre-
de niños en estos países no han sido identificado y dominantemente anglosajones que han dado origen
puede no estar teniendo acceso a servicios adecua- a teorías y prácticas ahora utilizadas alrededor del
dos. En Ecuador, donde el marco jurídico prevé un mundo.
cierto número de derechos para personas con TEA Este corpus de conocimientos que se ha ido des-
[22], evidencia preliminar publicada en 2015 a partir prendiendo permite ahora la producción de reco-
de las respuestas proporcionadas por directores de mendaciones sobre buenas prácticas. Sin embargo,
escuelas de la ciudad de Quito, estimó que la asisten- las recomendaciones para la práctica clínica deben
cia escolar de los niños diagnosticados con TEA co- establecerse tomando en cuenta la solidez del apoyo
rrespondía al 0.11% entre 453 alumnos de 161 escuelas empírico o clínico con la que cuentan. Para esto, los
regulares [23]. La razón por la cual estas estimaciones parámetros de práctica en materia de diagnóstico,

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tales que los descritos por Volkmar et al., 2014, pueden con la cooperación de la Sociedad Ecuatoriana de Pe-
ser de gran utilidad (ver tabla 1). diatría y del departamento de pediatría de la Pontifi-
cia Universidad Católica de Quito [34]. Este proceso in-
Tabla 1 Grado de evidencia de prácticas para el diagnóstico en cluyó también una consulta con representantes de fa-
TEA (Adaptado de Volkmar et al., 2014 [30]. milias de personas con TEA en Ecuador, de manera
Grado de Eviden- Aplicación consistente con las perspectivas actuales de promo-
cia
Estándar clínico Se aplica a las recomendaciones que se
ción y derechos de personas con necesidades espe-
basan en pruebas empíricas rigurosas ciales, por ejemplo, la Convención de Naciones Unidas
(p. ej., meta-análisis, revisiones sistemá- 2006 [35], según las cuales las pautas de trabajo no
ticas, ensayos controlados aleatorios in- deben decidirse sin la participación de representantes
dividuales) y / o un imponente consenso
clínico.
de los grupos afectados por esas pautas.
Guía clínica Se aplica a las recomendaciones que se
basan en pruebas empíricas sólidas rante el periodo de mayo 2019 a enero 2021. Se realizó
(p.ej., ensayos controlados no aleatoriza- en base a la metodología de revisión narrativa, que
dos, estudios de cohortes, estudios de ca-
sos y controles) y / o un fuerte consenso
sintetiza el conocimiento de publicaciones previas con
clínico. un enfoque hacia nuevas áreas de estudio aun no
Opción clínica Se aplica a las recomendaciones que se abordadas [36] y siguiendo el modelo utilizado por
basan en evidencia empírica emergente Hayes y colaboradores en 2018 [37], que permite la ex-
(p. ej., ensayos no controlados o series de
casos) u opinión clínica, pero carecen de
tracción de datos clave relativos al diagnóstico del au-
evidencia empírica sólida y / o consenso tismo, pero que al mismo tiempo facilita la lectura de
clínico sólido. las recomendaciones como un conjunto coherente de
No aprobado Se aplica a prácticas que se sabe que textos que dan forma al proceso de diagnóstico. Con
son ineficaces o están contraindicadas
el objetivo de limitar los sesgos, la metodología de
búsqueda en la literatura científica se inspiró del en-
Metodología utilizada en esta revi- foque PRISMA, es decir basándose en una revisión sis-
sión temática en términos de palabras clave, de títulos, de
Aunque existen trabajos que sintetizan el estado ac- resúmenes y técnicas de extracción de datos [38]. Se
tual del conocimiento en español, estos son limitados realizó entonces una búsqueda electrónica, tomando
en número [31] o están actualmente en curso de ac- como criterios de inclusión la fecha de publicación a
tualización [32]. La gran mayoría de guías de práctica partir de 2010, de 'guías de práctica', de 'revisiones' o
clínica sobre el diagnóstico de TEA en niños revisadas de 'parámetros de práctica'. Se efectuó esta bús-
por pares han sido publicadas en países angloparlan- queda en varias bases de datos: National Institute for
tes, lo que podría constituir una dificultad de acceso a Health and Care Excellence (NICE), The Cochrane Li-
información en los países la región hispanoameri- brary, PubMED y PsycINFO. Se utilizaron los siguientes
cana. (Para una revisión sistemática de documentos términos de búsqueda: 'autismo', 'trastorno del espec-
de guías clínicas para el diagnóstico de TEA en siste- tro autista', 'identificación', 'detección', 'cribado', 'eva-
mas de salud de habla inglesa y financiados por fon- luación', 'práctica', 'clínica', 'guía', 'protocolo', 'estrate-
dos públicos ver [33]). La presente revisión narrativa gia', 'parámetro' Y 'grupo de edad: preescolar', Y 'pe-
tiene por objeto extraer y sintetizar los procesos de riódicos revisados por pares' en tipo de publicación,
identificación y de diagnóstico descritos, que podrían con 'idioma 'inglés' y 'español' como filtros avanzados.
adaptarse a un contexto ecuatoriano o al de países de Por otra parte, se realizó una búsqueda en páginas
la región, que comparten similares características y relevantes de agencias de salud internacionales
desafíos. (OMC) y regionales (PAHO). Los textos revisados pro-
El proceso de desarrollo de esta revisión tomó en vienen de varias regiones del mundo: Canadá [12, 39,
cuenta las opiniones de profesionales en pediatría y 40], Reino Unido [41], Estados Unidos [13, 30], Australia
en medicina familiar que fueron entrevistados en 2018, [42] y Francia [43]. Finalmente, se creó un marco de
extracción de datos para identificar características

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clave de los procesos de cribado y de diagnóstico en autismo, trastorno de Asperger, trastorno desintegra-
función de las necesidades informadas por padres y tivo de la infancia y trastorno generalizado no-espe-
profesionales en contexto ecuatoriano, particular- cificado del desarrollo (PDD-NOS).
mente relativas a los siguientes elementos: Herra-
mientas de identificación; Proceso de diagnóstico Tabla 2. Criterios diagnósticos del TEA según DSM-5 [15].
temprano; Profesionales implicados en el diagnóstico;
A. Deficiencias persistentes de la comunicación social y de la
Comorbilidades; Contribución de estudios en neuro - interacción social en varios contextos, manifestadas en la ac-
imagen y pruebas metabólicas y estudios genético ; tualidad o por los antecedentes de su historial (ejemplos ilus-
Particularidades relativas al diagnóstico del autismo trativos, pero no exhaustivos):
en niñas. Los resultados de esa síntesis son presenta- 1. Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional
varían, por ejemplo, desde un acercamiento social
dos en la segunda parte de este trabajo. En la primera anormal y fracaso de la conversación normal en am-
parte, presentaremos informaciones generales sobre bos sentidos, pasando por la disminución en intereses,
el TEA. emociones o afectos, hasta el fracaso en iniciar o res-
ponder a interacciones sociales.
2. Las deficiencias en las conductas comunicativas no
Definición actual verbales utilizadas para la interacción social, varían,
El TEA se refiere a una compleja variedad de dificul- por ejemplo, desde una comunicación verbal y no ver-
bal poco integrada, pasando por anomalías del con-
tades del neurodesarrollo que persisten a lo largo de
tacto visual y del lenguaje corporal o deficiencias de la
la vida. La importante heterogeneidad fenotípica en el comprensión y el uso de gestos, hasta una falta total
TEA se refleja en los diversos niveles de gravedad de de expresión facial y de comunicación no verbal.
las manifestaciones, que pueden ir desde ligeras dife- 3. Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y
comprensión de las relaciones varían, por ejemplo,
rencias en las habilidades de comunicación, hasta una
desde dificultades para ajustar el comportamiento en
discapacidad severa [44]. La heterogeneidad sinto- contextos sociales diversos, pasando por dificultades
mática también está presente en el funcionamiento para compartir juegos imaginativos o para hacer ami-
intelectual y adaptativo, así como en la existencia de gos, hasta la ausencia de interés por sus pares de su
edad.
comorbilidades. Estas últimas han sido descritas, por
B. Patrones restrictivos y repetitivos del comportamiento, in-
ejemplo, en la regulación del sueño, en comporta- tereses y actividades, que se manifiestan en dos o más de los
mientos alimentarios, en dificultades digestivas y en la siguientes pintos, actualmente o por los antecedentes (los
regulación emocional [45]. La consistencia de esta ejemplos ilustrativos, pero no exhaustivos):
condición resulta de la presencia de un grupo princi- 1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereoti-
pados o repetitivos (p. ej., estereotipias motoras sim-
pal de síntomas que permiten su identificación. Estos ples, alineación de los juguetes o cambio de lugar de
criterios de diagnósticos han sido recogidos en dos sis- los objetos, ecolalia, frases idiosincrásicas).
temas de clasificación: DSM-5 [44] y CIE-10 [46], con 2. Insistencia en la invariabilidad, excesiva inflexibilidad
de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento
la inminente publicación actualizada del CIE-11 [47}.
verbal o no verbal (p.ej., gran angustia frente a peque-
ños cambios, dificultades con las transiciones, patrones
DSM-5 de pensamiento rígidos, rituales de saludo, necesidad
La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de tomar el mismo camino o de comer los mismos ali-
de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación mentos cada día).
3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales
Norteamericana de Psiquiatría enumera los criterios
en cuanto a su intensidad o foco de interés (p.ej., fuerte
estandarizados para el diagnóstico del TEA [44] apego o preocupación por objetos inusuales, intereses
(véase Tabla 2). Este sistema ya no concibe el autismo excesivamente circunscritos o perseverantes).
como una serie de trastornos independientes, como 4. Híper- o hiporreactividad a los estímulos sensoriales
o interés inhabitual por aspectos sensoriales del en-
era el caso en su versión anterior, el DSM-IV-TR [48], y
torno (p.ej., indiferencia aparente al dolor/tempera-
como aún es el caso en la Clasificación Internacional tura, respuesta adversa a sonidos o texturas específi-
de Enfermedades (CIE-10). En efecto, la antigua defi- cos, olfateo o palpación excesiva de objetos, fascina-
nición consideraba diferentes categorías: trastorno de ción visual por las luces o el movimiento).

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La nueva definición resulta de un consenso cien- o apoyo muy sustancial, respectivamente. Estos nive-
tífico, que considera estos trastornos como parte de les corresponden a la necesidad o al tipo de servicios
una sola afección dimensional, con niveles variables requeridos, sin embargo, no precisan el perfil de ca-
de gravedad de los síntomas y del nivel de desarrollo pacidades de una persona o una jerarquía individual
alcanzado, por ende, evidenciando diferencias en el de objetivos de intervención. El tercer especificador
nivel de apoyo requerido por un individuo al momento permite indicar si hay discapacidad intelectual. El
del diagnóstico. Estos síntomas corresponden a dos cuarto especificador indica si hay discapacidad del
áreas centrales: (i) déficit lenguaje en los aspectos receptivos y expresivos,
dando además una descripción concisa de las habili-
dades lingüísticas reales que posee el individuo. El úl-
timo especificador permite indicar si la catatonia está
presente.
torno de la Esta nueva versión Es importante indicar que esta nueva definició n
incita a los profesionales de la salud y de la investiga- del autismo a suscitado legítimamente las preocupa-
ción a precisar las características individuales. En ciones parentales sobre la desaparición de la catego-
efecto, se pide especificar la presencia o ausencia de [49], ya que en algunos sistemas nacio-
discapacidad intelectual y de prolemas de lenguaje. nales de salud el diagnóstico de autismo sería reque-
Se precisa también especificar si el autismo está aso- rido para la cubertura de los servicios de intervención.
ciado a una condición médica o genética conocida, a Es importante también notar que el DSM-5 indica que
un factor ambiental, a un trastorno del desarrollo neu- las personas con un diagnóstico DSM-IV bien estable-
rológico, trastorno mental o trastorno del comporta- cido de trastorno autista, trastorno de Asperger o tras-
miento. Esta versión también indica que los síntomas torno generalizado no-especificado del desarrollo,
deben estar presentes en la primera infancia, aunque deben recibir ahora el diagnóstico de trastorno del es-
pueden no manifestarse claramente hasta que las de- pectro autista [50].
mandas sociales excedan las capacidades de la per- Finalmente, cabe señalar que este sistema de
sona. diagnóstico se ha actualizado con mayor frecuencia
Los síntomas deben causar un deterioro clínica- que el sistema de Clasificación Internacional de Enfer-
mente significativo en aspectos sociales, laborales o medades de la Organización Mundial de la Salud
en otras áreas importantes del funcionamiento de la (OMS), ya que no depende de complejos consensos y
persona, y no estar mejor descritos por otro diagnós- acuerdos internacionales. Las diferencias entre los dos
tico del DSM-5. sistemas han conllevado complicaciones en las defini-
Además, en esta versión se introduce una serie de ciones clínicas y en la investigación. En efecto, los in-
especificadores para proveer información relacio- vestigadores en muchos países del mundo utilizan el
nada con la presentación actual de los síntomas en DSM, pero la CIE sería el sistema de codificación más
una persona que cumple con los criterios de TEA. El utilizado en la práctica clínica.
uso de estos especificadores está destinado de alguna
forma a reemplazar el sistema multiaxial anterior. Eso CIE-11
traduce el esfuerzo para incluir temas y descriptores
que se aplican de manera transdiagnóstica.
El primero de estos especificadores informa de la de enero de 2022 y rendirá caduca la concepción del
eventual presencia de un factor etiológico conocido, autismo de la CIE-10, basada sobre la literatura desa-
es decir una condición médica, un síndrome genético rrollada en los años ochenta. Las actuales clasificacio-
o un factor ambiental. El segundo especificador per- nes de autismo del DSM-5 y de la CIE-11 son cercanas
mite describir el nivel de apoyo requerido y el impacto en varios aspectos. Primeramente, las dos clasificacio-
de los síntomas en los diferentes niveles de funciona- nes incluyen el autismo en la categoría de trastornos
miento de una persona. Este varía en niveles 1 a 3, lo del neurodesarrollo, indicando que conllevan impor-
que indica una necesidad de apoyo, apoyo sustancial

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tantes dificultades en el funcionamiento de ciertas ha- de diferentes países y equiparar los hallazgos de dis-
bilidades sociales, sensori-motoras o intelectuales. En tintos estudios.
segundo lugar, los dos sistemas agrupan los síntomas
del autismo en dos áreas principales: i) Déficits persis- Hipótesis etiológicas
tentes en la capacidad para iniciar y mantener la re- La identificación de factores ambientales, que podrían
ciprocidad en la interacción y la comunicación social, estar relacionados con una mayor prevalencia de TEA,
y, ii) la presencia de comportamientos e intereses res- es un área de estudio activo desde hace varios años.
tringidos, rígidos y repetitivos, con dificultades presen- Se han investigado factores a nivel prenatal (interva-
tes en todos los entornos de vida de la persona, aun- los cortos entre embarazos, gestación múltiple, obesi-
que la gravedad de los síntomas pueden variar según dad materna, diabetes gestacional, edad parental e
el contexto social o educativo, y que generan un im- infecciones, etc.) y a nivel perinatal (partos prematu-
pacto negativo a nivel personal, familiar, social, edu- ros, bajo peso al nacer, restricción del crecimiento fe-
cativo u ocupacional. Por otra parte, la CIE-11 reco- tal, hipoxia intraparto y encefalopatía neonata, etc.)
noce también la variabilidad en el espectro del fun- [51]. Se ha examinado además la influencia de una ex-
cionamiento intelectual y de lenguaje, pero no pro- posición in utero a medicamentos como valproato y
pone una clasificación descriptiva de la gravedad talidomida o de organofosforados y otros pesticidas,
como en el DSM-5, sino que formula una serie de sub- metales, compuestos orgánicos volátiles y contamina-
divisiones (Tabla 3). También propone otras dos cate- ción del aire, particularmente dióxido de nitrógeno
[52]. Aunque algunos de estos factores podían incre-
ficado del espectro del autismo; y para un trastorno mentar el riesgo, los numerosos estudios realizados no
han permitido llegar por el momento a conclusiones
del DSM-5, y de una parte importante de la literatura, claras [53].
el CDI-11 no incluye híper o hiporreactividad a los estí- Por otra parte, una importante cantidad y varie-
mulos sensoriales, y tampoco incluye intereses o com- dad de datos proporciona actualmente sólidas indi-
portamientos inusuales en relación los aspectos sen- caciones sobre la contribución genética al riesgo de
soriales del entorno. Cabe finalmente notar que la TEA (ver [13]). El impacto de los factores genéticos en
sección sobre el desarrollo del lenguaje incluye un a el autismo es estudiado desde los años 70. Trabajos
categoría relativa a la deficiencia del lenguaje prag- más recientes, efectuados en grupos de gemelos en
mático, que correspondería al Trastorno de Comuni- diferentes países, señalan la importancia de la here-
cación Social del DSM-5. dabilidad con estimaciones 64% a 91% y un meta-aná-
lisis, que incluyó 6413 pares de gemelos, revela una
Tabla 3 Subdivisión de los trastornos TEA (6A02) según la CIE-11
concordancia del 98% en gemelos monocigóticos, y
[47]
Deficiencia del len- una concordancia de 53% a 67% en gemelos dicigóti-
Trastorno intelectual
guaje funcional cos [54, 55]. Otros estudios ponen además en relieve
6A02.0 Sin trastorno Sin trastorno la situación de los hermanos fraternos, quienes pue-
6A02.1 Con trastorno Sin trastorno
6A02.2 Sin trastorno Con trastorno
den presentar síntomas relacionados con el TEA pero
6A02.3 Con trastorno Con trastorno no cumplir con el umbral para un diagnóstico, lo que
6A02.4 Sin trastorno Ausencia de lenguaje
funcional
6A02.5 Con trastorno Ausencia de lenguaje
[13, 56, 57]. Actualmente, el consenso científico
funcional sobre las hipótesis etiológicas estaría establecido en-
En conclusión, la descripción en el DSM-5 y la in- tonces, en torno a una interacción compleja entre fac-
minente publicación del CIE-11 deberán contribuir a tores genéticos y factores ambientales [58].
armonizar el diagnóstico en niños, y de adultos, clari-
ficando de manera importante la situación para los Barreras a la identificación
profesionales y para las familias. Además, la armoni- La importante heterogeneidad en la etiología, la edad
zación de los criterios diagnósticos entre estos dos sis- de aparición de los primeros síntomas y la trayectoria
temas permitirá acoger la investigación proveniente

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de desarrollo, hace del TEA una condición de difícil de- por la OMS como un proceso útil particularmente en
tección [59]. Además de estas dificultades inherentes países de ingresos medianos y bajos [4].
a la condición existen otros factores, más subjetivos, Las prácticas de detección temprana del TEA son
que actúan como obstáculos a la detección temprana. además consideradas estándar clínico por autorida-
Así, por ejemplo, la manera en que una familia inter- des de salud nacionales, como en Estados Unidos [30]
preta los síntomas ha sido descrita como una barrera
en varios países. En efecto, un estudio efectuado en uso de instrumentos de cribado, son también sosteni-
contexto mexicano-americano sugiere que una fre- dos por los parámetros de práctica la Academia Ame-
cuencia reducida de iniciaciones sociales dirigidas a ricana de Neurología Pediátrica [66] y por las guías de
adultos podría entenderse, en ese contexto, como un la Academia Americana de Pediatría (AAP) quién su-
signo de cortesía [60]. De la misma forma, una falta giere un monitoreo de rutinaria de los síntomas del
de respuesta a las instrucciones de los adultos puede TEA a 18 y 24 meses de edad, además de los controles
ser interpretado como un acto voluntario, vinculado a del niño sano a los 9, 18 y 30 meses de edad [13, 67].
la personalidad del niño y, por lo tanto, no preocupar Esta visión, que considera las herramientas de cribado
a quienes lo rodean [61, 62]. como importantes para recopilar información sobre
Otras barreras han sido identificadas en contex- los signos y / o síntomas de TEA de manera estructu-
tos profesionales. Por ejemplo, la dificultad para ac- rada, es compartida por la guía australiana para la
ceder a instrumentos de cribado adaptados a la edad evaluación y el diagnóstico [42]. En Francia, la vigilan-
y situación del niño [63] y el número insuficiente de cia de señales de alerta por parte del profesional que
profesionales capacitados y con experiencia, particu- brinda atención regular al niño (medicina general, pe-
larmente en los países en desarrollo [29], así como el diatría o medicina escolar) es sugerida durante los
riesgo que los profesionales no utilicen instrumento s chequeos obligatorios en niños de 0 a 6 años [43].
estandarizados en ausencia de preocupaciones pa-
rentales [64]. En Ecuador ciertas barreras, descritas Tabla 4
igualmente en otros contextos, como la falta de Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) [68]
tiempo para la aplicación de un cribado, la falta de
recursos adaptados a su práctica diaria, la necesidad Signos de alerta

de adquirir conocimientos, fueron reportadas en 2019


No responde a su nombre para cuando tiene 12 meses de edad
en base a un grupo de 183 pediatras y médicos de fa-
No señalar objetos para mostrar su interés (por ejemplo, un
milia, como obstáculos importantes para la identifica- avión en vuelo) para cuando tiene 14 meses de edad
ción de casos [34]. En América Latina, un estudio efec- No juega a "hacer como si" (fingir que "da de comer" a un mu-
ñeco) para cuando llega 18 meses de edad
tuado en 2020 en Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Ve-
Evita el contacto visual y quiere estar solo
nezuela, y Republica Dominicana simultáneamente,
señaló que las principales barreras al acceso a servi- Presenta retrasos en la adquisición del habla

cios reportadas por las familias fueron las largas listas Repite palabras o frases una y otra vez (ecolalia)
de espera (50.2%), los costos de tratamiento (35.2%) y Da respuestas no relacionadas con las preguntas
la falta de servicios especializados (26.1%) [65].
Muestra irritación frente a cambios menores

Tiene intereses restringidos


Identificación y diagnóstico
Aletea las manos, se mece o da vueltas en círculos
Identificación
Tiene reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el
Es muy probable que globalmente la edad del diag-
aspecto, el sonido de las cosas
nóstico sea más tardía en entornos de recursos me-
dios o bajos con poblaciones sin acceso a una cuber- Por su parte, la Sociedad Canadiense de Pedia-
tura de seguro pública o privada, que la que es repor- tría enfatiza la vigilancia del desarrollo, con un enfo -
tada en contextos de altos recursos [31], por lo que el que basado en el monitoreo de las preocupaciones de
monitoreo o vigilancia del desarrollo es promovido los padres y la observación del niño, con o sin herra-
mientas estandarizadas [12]. Además, en el marco de

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campañas de concientización sobre las dificultades cuestión crucial es evitar la introducción y difusión de
del desarrollo, se han puesto a disposición de los pro- instrumentos de detección de baja calidad [73]. La va-
fesionales y del público en general listas de signos de lidación de instrumentos es un proceso largo y cos-
alerta que son accesibles en español, como por ejem - toso, y que presenta varios desafíos, desde el recogi-
miento de evidencia (p.ej., ausencia de estudios trans-
tros par el Control y la Prevención de Enfermedades versales, o estudios validación exclusivamente en po-
de Estados Unidos (CDC) [68] (ver Tabla 4). blaciones clínicas), hasta la ausencia de consideración
Los profesionales de la pediatría están llamados de la falta de servicios o de estructuras de apoyo para
a jugar un papel importante. Al tener una trato cons- las poblaciones que serán diagnosticadas [74]. Es im-
tante con la familia de niños pequeños pueden esta- portante, además, tomar en cuenta que las cualida-
blecer con ésta una relación directa y significativa [69]. des psicométricas de los instrumentos pueden variar
Su implicación en el proceso de cribado es una cues- en contextos socioculturales diferentes de aquellos
tión fundamental para el manejo eficiente de los casos donde fueron desarrollados, por lo que su uso no debe
de TEA, que va desde el monitoreo del desarrollo ser exclusivo y debe estar acompañado de una im-
hasta el diagnóstico, pasando por la transmisión de presión clínica calificada.
información sobre los apoyos existentes para los sín- Los instrumentos de cribado varían también de
tomas centrales y el seguimiento de eventuales co- manera importante en relación al tiempo requerido
morbilidades [70]. para su uso y en el costo de adquisición, pero son con-
En ese contexto, un impacto importante vendrá siderados de fácil aplicación, y algunos son gratuitos.
de la atención cuidadosa a las preocupaciones pa- Probablemente la herramienta con más estudios de
rentales [41], así como de la observación de las habili- validación es el Modified Checklist for Autism in Todd-
dades sociales y de comunicación durante la consulta lers, Revised, with Follow-Up (M-CHAT-R/F) [75, 76].
con niños pequeños [12, 43]. Este cuestionario fue adaptado de la versión británica
CHAT [77] para facilitar la administración en entornos
Herramientas de Cribado de atención pediátrico y comunitario para niños de 16
a 30 meses y tiene una sensibilidad de 0.77 0.97, una
especificidad de 0.38 0.99, y un valor predictivo posi-
tivo de 0.06 0.92 [12]. La versión revisada con segui-
cuales los profesionales pueden escoger, depen- miento (M-CHAT- R / F), que elimina 3 preguntas en
diendo de la edad del niño (71). Aunque no todos los relación a la versión anterior, proporciona tres tipos de
niños que se desarrollan con TEA exceden los puntos clasificaciones. Primeramente, los puntajes por debajo
de corte de estos instrumentos, y tampoco el no exce- de 3 son considerados sin riesgo. En segundo lugar, los
der estos criterios permite automáticamente descar- niños que obtienen una puntuación de 8 o más, son
tar un diagnóstico de TEA, estudios efectuados en paí- clasificados como de alto riesgo de TEA u otro tras-
ses de altos ingresos sugieren que su utilización du- torno del desarrollo y deben ser derivados de inme-
rante las visitas de rutina puede conducir a una iden- diato para una evaluación diagnóstica e intervenció n
tificación más precisa y más temprana, en compara- temprana. Finalmente, los niños con puntajes de 3 a 7,
ción con el recurso exclusivo de la impresión clínica requerirán una breve entrevista de seguimiento que
(72). permitan clarificar los elementos calificados como po-
La variabilidad de instrumentos existente se ve sitivos [76]. El estudio de validación encontró que los
reflejada en las diferentes guías de práctica consulta-
das. Algunas explican el proceso de cribado, sin men- follow-up un
cionar instrumentos en particular [41], mientras otras riesgo del 47.5% de ser diagnosticados con un tras-
mencionan instrumentos adaptados a su contexto [12], torno del espectro autista y un riesgo del 94.6% de pre-
o ponen a disposición una lista de instrumentos y sus sentar cualquier trastorno del desarrollo, retraso o
características [13, 40, 43]. En entornos con poblacio- preocupación [76].
nes de recursos medios y bajos, sin embargo, una

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Se han realizado varios esfuerzos para la adap- padres, como el Inventario de Diagnóstico de Autismo
tación y validación con el fin de poner estos instru- Revisado (ADI-R) [84, 85], con el Cuestionario de Co-
mentos a disposición a poblaciones hispanohablantes . municación Social (SCQ) [86], con la Escala de Capa-
En efecto, existen estudios sobre las versiones del M- cidad de Respuesta Social (SRS) [87], o con el Inventa-
CHAT, tanto en España [78, 79], cómo en América his- rio de Síntomas de Autismo en Niños Pequeños [88].
panohablante, en México [80], Argentina [81] y Chile Estos instrumentos constituyen un enfoque estructu-
[82], con resultados que reportan diferentes niveles de rado que puede ayudar a un clínico experimentado en
sensibilidad y especificidad. Además de estos, otros la aplicación de los criterios de diagnóstico, aunque
trabajos importantes son actualmente llevados a cabo por sí solo, ninguno permite llegar a él [13]. Por otra
en América Latina y en España, cómo el estudio del Q- parte, están los instrumentos para la observación es-
Chat [83], que tiene por objetivo cuantificar los rasgos tructurada de síntomas, que pueden ser utilizados en
autísticos de niños de entre 18 a 30 meses en una po- algunos contextos para respaldar la aplicación de los
blación chilena [74] o el la adaptación del SACS-R, criterios diagnósticos durante una evaluación clínica.
desarrollado en Australia para su uso en una pobla- Aunque por el momento no existe una única he-
ción española (comunicación personal). rramienta adecuada para todos los entornos clínicos,
existen estudios sobre las propiedades psicométricas
Proceso de diagnóstico temprano de algunos instrumentos. Por ejemplo una revisión Co-
Los instrumentos de cribado no están diseñados para chrane sobre tests de diagnóstico de TEA en niños de
confirmar un diagnóstico, sino que tienen por objetivo edad preescolar que compara la Escala de Observa-
alertar sobre la posibilidad de que un niño se esté ción para el Diagnóstico del Autismo (ADOS) [89], la
desarrollando con autismo. En caso de presencia sig- Escala de Valoración del Autismo Infantil (CARS) [90],
nificativa de síntomas el niño será remitido para un y el ADI-R, concluye a una mayor sensibilidad de
proceso de evaluación que requiere la observación de ADOS y a una especificidad equivalente de todos es-
varios aspectos en el marco de un diagnóstico clínico tos instrumentos [91]. En lo que respecta a las guías de
(31). práctica, algunas de ellas describen los procesos sin
El primer aspecto en el proceso de evaluación es mencionar un instrumento en particular [30, 41], otras
el establecimiento de la historia clínica, que incluye los ponen a disposición una lista de instrumentos de cri-
antecedentes familiares, datos prenatales y perinata- bado y de evaluación [13, 42] y otras señalan instru-
les, una historia sobre evolución de hitos del desarro- mentos que han mostrado una buena fiabilidad y va-
llo, antecedentes médicos, presencia de factores aso- lidez [39, 43].
ciados a un aumento de prevalencia de autismo [41, Es importante notar que la mayoría de instru-
43], un examen físico para documentar los paráme- mentos de diagnóstico ha sido desarrollada en países
tros de crecimiento (particularmente la circunferencia angloparlantes, tiene un costo elevado y/o requiere
de la cabeza) y la presencia o ausencia de caracterís- una capacitación especializada. Aunque su validez
ticas dismórficas, tratamientos actuales y anteriores fuera de los entornos en los que han sido producidos
además de datos contextuales que permiten evaluar puede ser cuestionada, su uso ha sido probado en
los apoyos y desafíos en el entorno del niño [12, 42]. contextos de investigación y clínicos, y en un número
El segundo elemento en este proceso, es el estu- importante de personas. Actualmente se llevan a cabo
dio específico de la sintomatología por medio de ins- trabajos que empiezan a sentar las bases para una
trumentos que ayudan a determinar la presencia y el validez intercultural, por ejemplo, en el caso de ADOS -
impacto de los síntomas en la funcionalidad de un 2 en África del Sur, donde un estudio ha concluido a la
niño [39]. Por una parte, existen instrumentos para re- adaptabilidad de los materiales y actividades utiliza-
coger información sobre la historia del desarrollo me- das en este contexto [92]. En todos los casos, tomando
diante una entrevista con los cuidadores e informes en cuenta la ausencia de validación en contextos la-
sobre el comportamiento en otros entornos (como la tino-americanos, es importante recordar que ningún
escuela). En algunos entornos clínicos el recogimiento instrumento debe utilizarse de forma aislada para ha-
de información puede hacerse con entrevistas para cer un diagnóstico. Será necesario además un juicio

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clínico de profesionales con experiencia y formación y debilidades de cada persona que servirán de base
específica, basado en la información obtenida de to- para la elaboración de un plan de intervención y de
das las fuentes necesarias [39]. Es también importante recomendaciones apropiadas de estrategias de tra-
tomar en cuenta la perspectiva de desarrollo, es decir, bajo.
considerar el impacto de la edad cronológica y la Finalmente, será también necesaria la valoración
edad de desarrollo en la presentación de los síntomas, de eventuales dificultades emocionales o de compor-
por esta razón, un sólido conocimiento sobre el desa- tamiento y el examen de aspectos sensoriales (audi-
rrollo típico es necesario [42]. ción y visión), así como también la exploración neuro -
En lo que respecta a niños muy pequeños existe, lógica (ver más abajo: Contribución de estudios en
desde hace algunos años, una mejor comprensión de imagenología y pruebas metabólicas y genéticas)
la presentación de síntomas durante los dos primeros Además de estos elementos, existe una serie de
años de vida. Sin embargo, sabiendo que las decisio- factores que deben ser tomados en cuenta durante un
nes diagnósticas que se toman para niños de esa proceso de evaluación. Por ejemplo, es importante re-
edad son menos estables que las que se toman en ni- cordar que ciertas dificultades en la interacción social
ños de alrededor de 3 años [93], una prioridad para el pueden no manifestarse en los primeros 2 o 3 años de
campo de estudio de la identificación temprana, es lo- edad, por lo que su ausencia no debe descartar un
grar que los profesionales estén adecuadamente posible diagnóstico [15]. Por otra parte, cuando hay
equipados para manejar este tipo de evaluaciones . signos de alerta, un diagnóstico de autismo no debe
Esa constatación a estimulado la producción de ins- descartarse por la simple presencia de buen contacto
trumentos destinados a clínicos experimentados para visual, de sonrisa o de muestras de afección a miem-
bros de la familia [41]. También debe tomarse en
cuenta que en algunos contextos, en caso de incerti-
dumbre diagnóstica, con la que a menudo se enfrenta tud, un diagnóstico de TEA va a ser preferido a otro si
en la evaluación de niños muy pequeños, ya sea de- el clínico lo considera en el interés del paciente, por
bido a la variabilidad del desarrollo o a factores de ejemplo, por razones culturales (estigma) o de acceso
confusión (como retraso global en el desarrollo o de- a servicios (tratamientos o apoyos) [37]
terioro temprano del lenguaje), pero que permiten, al
mismo tiempo, responder precisamente à la prioridad
de una intervención temprana [94]. necesarios para una persona, por esta razón el diag-
Un tercer paso, es la evaluación de los aspectos nóstico clínico debe ser individualizado, adaptado al
lingüísticos (expresivos y receptivos), cognitivos, adap- contexto y debe tomar en cuenta las limitaciones oca-
tativos y psicomotores [12, 13, 41-43], que tienen un sionadas por los síntomas, pero también, las destrezas
gran impacto en el funcionamiento de una persona, y los puntos fuertes del individuo que guiaran las de-
en su pronóstico [95], y que son también necesarios cisiones sobre tratamientos, apoyos y guía para las fa-
para un diagnóstico diferencial [41], (para una lista de milias [13, 39, 40, 42, 43].
ejemplos de materiales disponibles ver [31]). Es impor- En lo que respecta al pronóstico, éste es variable.
tante tomar en cuenta que el perfil de desarrollo de Sin embargo, ciertos autores han observado que más
las personas con autismo puede tener una significa- del 80% de los niños menores de 3 años diagnostica-
tiva variabilidad intra-individual. En ese sentido, una dos con TEA por medio de una evaluación completa,
valoración cognitiva que conduce a un número de conservan su diagnóstico y poco más del 9% no cum-
coeficiente intelectual global puede no reflejar con plen con los criterios de diagnóstico de TEA en la edad
precisión su capacidad funcional sin contar además adulta temprana [96, 97]. Dos observaciones deben
con que, en ciertos contextos culturales, el resultado ser subrayadas al respecto. Primeramente, estudios
numérico obtenido podría contribuir a la estigmatiza- longitudinales sugieren que las puntuaciones en gra-
ción de una persona, particularmente en un entorno vedad de síntomas tendrían más probabilidad de me-
escolar. Más bien, la evaluación debería centrarse en jorar en aquellos individuos que muestran un desarro-
la identificación de áreas específicas de las fortalezas

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llo importante en coeficiente intelectual verbal (Got- o un psicólogo, un terapeuta de lenguaje con entre-
ham, 2012) [98]. Además, el ya no cumplir con los cri- namiento extenso, además de la presencia o acceso
terios después de la infancia estaría relacionado con regular a un neurólogo pediatra, un psicólogo y un te-
un buen desarrollo de habilidades cognitivas a los dos rapeuta ocupacional según los casos [41].
años de edad, haber recibido intervención en sus pri- La disponibilidad de servicios adaptados es un
meros años y haber demostrado una disminución en desafío que requiere planificación y monitoreo por
sus conductas repetitivas a lo largo del tiempo [95]. La parte de diferentes actores implicados en la imple-
segunda observación, es que una mejor calidad de mentación de buenas prácticas en todos los contextos.
vida en adultos con TEA estaría más bien asociada Por ejemplo, en Gran Bretaña, la Asociación Medica
con la existencia de un sostén de su familia y de su co- Británica solicita que la financiación adecuada esté
munidad, que con las características de sus síntomas disponible para garantizar que los tiempos de espera
[95], lo que resalta el papel fundamental de los apoyos no sean de más de tres meses para una evaluación de
brindados por el entorno socio-económico en el que diagnóstico inicial y para poder cumplir con los están-
se desenvuelve un individuo y su familia. dares nacionales sobre la atención del autismo [1]. En
Finalmente, debe mencionarse que existen des- otros contextos socio-económicos, la disponibilidad li-
cripciones sobre cambios en el diagnóstico a lo largo mitada de profesionales formados podría dificultar la
del desarrollo. Por ejemplo, un diagnóstico de tras- conformación de equipos multi, o pluri-disciplinarios y
torno obsesivo compulsivo sería más probable en ni- el nivel de recursos disponibles podría exigir adapta-
ños que fueron diagnosticados con TEA antes de los ciones. En el caso de Etiopía, por ejemplo, un estudio
30 meses de edad o que tenían un diagnóstico de identificó como personal potencialmente calificado
PDD-NOS según el DSM-IV Wiggins, 2012 [99]. Sin em- para la gestión de casos de autismo a sesenta psi-
bargo, estas conclusiones necesitan estudios suple- quiatras en todo el país, de los cuales dos eran psi-
mentarios para ser ampliadas y aclaradas. De la quiatras infantiles [101]. La respuesta, en este contexto,
misma forma son necesarias más investigaciones so- fue ofrecer entrenamiento a trabajadores en salud
bre la evolución de subgrupos fenotípicos o en sub- comunitaria en base a una adaptación del programa
grupos demográficos como, por ejemplo, en grupos de Capacitación en Habilidades para Cuidadores de
de niñas y en subgrupos étnicos. la Organización Mundial de la Salud [102]
La necesidad de profesionales altamente califi-
Profesionales implicados en el diagnóstico cados, aunque deseable, puede resultar en un costo
La variabilidad etiológica y fenotípica, así como una elevado para las familias cuando los sistemas de sa-
sintomatología que evoluciona con la edad, contribu- lud no han previsto una cubertura en materia de eva-
yen a la complejidad del diagnóstico, por lo que en luación y de intervención [29] y puede impactar de
muchos casos se requiere de la experiencia y conoci- manera importante los tiempos de espera, como es
mientos de profesionales de varias especialidades. En reportado, por ejemplo, en algunas regiones cana-
este marco, los profesionales en pediatría y en medi- dienses [39, 41].
cina comunitaria desempeñan un papel fundamental Tomando en cuenta estos límites la Sociedad Ca-
en identificar los primeros signos de TEA y en garanti- nadiense de Pediatría, en su toma de posición sobre
zar un diagnóstico oportuno [12] los estándares de evaluación diagnóstica para el TEA
Aunque el consenso actual para el diagnóstico es de 2019, propone un modelo flexible basado en la idea
que más profesionales pediátricos deben ser entrena-
[100], la calificación de los diferentes profe- dos en el diagnóstico de los casos menos complejos,
sionales implicados varia de un país a otro. Algunas de mantera a rebajar los tiempos de espera de 1 año
guías son particularmente explicitas en el tipo de for- a los 3-6 meses de espera sugeridos en este contexto
mación, el grado de experiencia y los registros reque- [39]. Este modelo cuenta con tres enfoques que per-
ridos [42], otras describen su composición en mayor o miten tomar en cuenta la complejidad de los síntomas,
menor grado [12, 13, 30, 39, 40, 43], o precisan la nece- los antecedentes médicos y psicosociales del niño, la
sidad de un profesional de referencia, como pediatra experiencia clínica y el juicio del profesional pediátrico

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y podría, bajo reserva de adaptaciones a particulari- y el consentimiento de las familias para compartir in-
dades locales, ser utilizado en contextos en los que es- formación deben permitir la precisión del diagnóstico
pecialistas en diagnóstico son escasos. y evitar la duplicación de esfuerzos. En todos los casos
El primer enfoque, corresponde a los equipos in- también, los profesionales a cargo del diagnóstico de-
terdisciplinarios o multidisciplinarios tradicionalmente berán tomar en cuenta los recursos disponibles y ade-
recomendados. Los equipos interdisciplinarios traba- cuados para derivar al niño y su familia y para apoyar
jan en colaboración de manera integrada y coordi- la implementación de la intervención necesaria.
nada, mientras que los miembros del equipo multidis-
ciplinario trabajan de forma independiente entre sí Contribución de estudios en neuroimagen y prue-
pero compartiendo información con el objetivo de lle- bas metabólicas y genéticas
gar a una decisión de diagnóstico por consenso. Este Existe una importante cantidad de trabajos que explo-
enfoque sería de particular utilidad cuando los niños ran los factores neurobiológicos, genéticos, químicos y
derivados presentan factores que dificultan el diag- cognitivos que pueden, en el futuro, proporcionar bio-
nóstico, por ejemplo, síntomas sutiles, problemas de marcadores para el diagnóstico del autismo (ver por
salud coexistentes, o cuando hay antecedentes médi- ejemplo [103]). Según algunos estudios, las pruebas en
cos o psicosociales complejos. Este enfoque tiene la neuroimagen no han permitido afirmar que los ha-
ventaja de contribuir a capturar información útil para llazgos clínicos sean más comunes en el TEA en com-
la planificación y optimización de los tratamientos y paración con otros trastornos del neurodesarrollo y las
puede aumentar la certeza del diagnóstico, pero anomalías específicas no tendrían correlación con as-
como mencionado previamente, el requerimiento de pectos clínicos, etiológicos o fisiopatológicos del TEA
especialistas puede prolongar de manera importante [13, 104]. La indicación de una resonancia magnétic a
los tiempos de espera. debe estar dirigida por una historia clínica y un exa-
El segundo enfoque es el de atención compartida men físico y podría ser necesaria, por ejemplo, en caso
y responsabilidad conjunta. En este caso, un profesio- de regresión, de macro o microcefalia, de convulsio-
nal pediátrico puede utilizar la información recogida nes, o en caso de otras indicaciones clínicas [12, 13, 39,
durante la observación que efectúa con un instru- 42]. En el caso del electroencefalograma, aunque los
mento de diagnóstico y, paralelamente, consultar con niños con TEA tienen un mayor riesgo de convulsiones,
un especialista en evaluación para informar el diag- su uso se recomienda en algunos contextos cuando
nóstico. Este enfoque, que implica el intercambio de hay una preocupación clínica sobre convulsiones, re-
información y conocimientos clínicos sobre el pa- gresión atípica u otros síntomas neurológicos [105]. Fi-
ciente, y es sugerido para niños de menos 2 años de nalmente, en lo que concierne las pruebas metabóli-
edad o con presentación de síntomas leve, atípica o cas de rutina para niños con TEA, su rendimiento es
compleja. considerado bajo y no habría bases suficientes para
El tercer enfoque es el de un proveedor único. En recomendar su uso regular, aunque la decisión puede
este caso, un profesional pediátrico experimentado o basarse en la historia clínica y en antecedentes fami-
capacitado puede diagnosticar TEA de forma inde- liares [64, 106].
pendiente, según el juicio clínico y según los criterios En lo que respecta a la identificación de posibles
del DSM-5, con o sin datos obtenidos mediante una causas genéticas, el uso de estas pruebas hace parte
herramienta de evaluación diagnóstica. Este enfoque, de ciertas recomendaciones con el objetivo de asegu-
sugerido cuando los síntomas de un niño indican cla- rar la mejor atención médica posible, por ejemplo,
ramente TEA, tiene la ventaja de aliviar los tiempos de para identificar el riesgo de trastornos asociados tales
espera, pero tiene limitaciones en relación a la certeza que disfunciones cardiacas o cerebrales [106]. La fre-
del diagnóstico y en algunas jurisdicciones no es sufi- cuencia de un TEA es importante en varias afecciones
ciente para acceder a servicios especializados. genéticas, como por ejemplo, en el Síndrome del cro-
En todos los casos, e independientemente del en- mosoma X frágil, Síndrome de Down, Síndrome de
foque adoptado, la colaboración entre profesionales Rett, Síndrome de Cornelia de Lange, la Esclerosis Tu-
berosa, Síndrome de Angelman, Neurofibromatosis de

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tipo 1, Síndrome de Noonan, Síndrome de Williams y el Aunque algunas guías de práctica reconocen los
síndrome de selección 22q11.2) (64, 107) . avances del conocimiento acerca del impacto del gé-
Las sugerencias de la AAP sobre autismo en 2007, nero en la presentación clínica del TEA [39, 41, 42], aún
indicaban las pruebas de cariotipo y ADN como las in- no se ha establecido un consenso sobre las diferencias
vestigaciones etiológicas más avanzadas. Las últimas fenotípicas en poblaciones masculinas y femeninas
recomendaciones del American College of Medical (Ferri et al. 2018) y no existen actualmente recomen-
Genetics and Genomics y de la Academia Estadouni- daciones sobre la manera de sortear estas barreras al
dense de Psiquiatría Infantil y Adolescente) sugirieren diagnóstico temprano de las niñas. Sin embargo, los
un microaray cromosómico (CMA) como la prueba resultados de varias investigaciones recientes podrían
inicial más apropiada para la evaluación etiológica de dar pautas de utilidad. Por ejemplo, los datos de una
niños con TEA, y en algunos casos la secuenciación del revisión sistemática realizada en 2020 sugieren que,
exoma completo [12, 13]. La Alta Autoridad de Salud en comparativamente a los niños, las niñas necesitan te-
Francia recomienda, por su parte, que estos exáme- ner más dificultades en expresión verbal o mayor gra-
nes suplementarios se utilicen para casos cuyos sínto- vedad en problemas de comportamiento para ser
mas sugieran un trastorno concurrente o un diagnós- identificadas y para pasar por encima del umbral de
tico diferencial, y sean realizados e interpretados en el diagnóstico. El mismo estudio sugiere que tendrían
marco de una organización sanitaria, como hospitales menos probabilidades de ser derivadas para una
universitarios [43]. (Para una lista de pasos a seguir en evaluación clínica y que experimentan tiempos de es-
la investigación etiológica genética en personas con pera más largos [111]. Por otra parte, existirían varias
TEA ver también [31]). trayectorias en la aparición de los primeros síntomas,
Es importante, en todos los casos, que las familias con un subgrupo que tendrían un inicio efectivamente
sean informadas sobre la contribución eventual de las tardío, y otros subgrupos que tendría un inicio tem-
pruebas genéticas para explicar la causa de un TEA o prano de aparición de síntomas, pero con caracterís-
para proporcionar información sobre un riesgo esta- ticas sutiles, que solo se harían evidentes durante la
dístico, pero que no constituyen pruebas de diagnós- adolescencia, en un momento en que las exigencias
tico de TEA, ya que éste se realiza en base a la obser- sociales son más intensas [110]. Además, la trayectoria
vación de los síntomas clínicos. Es importante también del desarrollo de las habilidades sociales y de comu-
señalar la dificultad de establecer un diagnóstico adi- nicación en las niñas tendría déficits más sutiles y me-
cional de TEA, cuando una persona con un trastorno jores habilidades para adaptarse a un entorno social,
genético o sensorial identificado presenta un fenotipo comparadas a sus pares masculinos [112], lo que expli-
conductual relativo a dificultades de comunicación y a caría la dificultad del diagnóstico de autismo en mu-
comportamientos estereotipados o repetitivos. Al jeres adultas y a su vez contribuiría a explicar que mu-
mismo tiempo, para las personas que tengan un doble chas mujeres con autismo son identificadas con una
diagnóstico puede ser difícil obtener ayuda para las variedad de trastornos de salud mental antes de lle-
necesidades específicas del TEA, ya que éstas tienden gar a un diagnóstico de TEA [113].
a ser ocultadas por el diagnóstico primario [108].
Condiciones co-ocurrentes
Particularidades relativas al diagnóstico del au- Entre el 10% y el 25% de personas con autismo tendrían
tismo en niñas un trastorno co-ocurrente [12] incluyendo dificultades
Tradicionalmente se ha considerado que el autismo neurológicas, particularmente epilepsia, y sensoriales,
sucede con una frecuencia de cuatro niños por cada como es el caso de problemas de audición y visión
niña, pero recientemente esta proporción ha sido [64].
cuestionada. En efecto, nuevos datos sugieren que las También deben tomarse en cuenta afecciones de
niñas tendrían características que los instrumentos de salud que causan dolor, y que las personas con TEA no
diagnóstico, desarrollados en poblaciones esencial- siempre estarán en medida de comunicar de una ma-
mente masculinas, no son capaces de captar [109, 110]. nera clara para su entorno. Por lo tanto, como indi-

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cado previamente, el proceso de diagnóstico debe in- dos los usuarios, por lo que la interpretación de los re-
cluir evaluaciones físicas, sensoriales y neurológicos sultados deberá ser cuidadosa y, de ser necesario,
cuidadosas y en un contexto pediátrico y neuropediá- completada por información suplementaria según los
trico [41, 43], y si necesario, con el apoyo de terapeutas casos.
ocupacionales [64]. Una tercera constatación frente a la heterogenei-
Es importante también evaluar el impacto de dad de prácticas, es la necesidad de ir más allá de la
otros factores, como el de sobrecargas sensoriales, evaluación de los síntomas. En efecto se espera, tal
comportamientos alimenticios atípicos, falta de es- como es descrito en el DSM-5, que los profesionales
tructura en las actividades, particularmente en las de la salud, incluya los aspectos sociales, psicológicos
personas con dificultades para hacer frente a transi- y biológicos en la formulación de casos. Es importante
ciones o cambios repentinos, dificultades en el reco- entonces, que la toma de decisión integre de manera
nocimiento de emociones propias o ajenas, así como activa las opciones materiales y emocionales disponi-
el impacto de los déficits en comunicación que produ- bles para las familias en cada contexto.
cen frustración para la persona [30, 41]. Todas estas Finalmente, la falta de homogeneidad entre
dificultades pueden perturbar de manera importante guías, corresponde a una situación que ha sido des-
la calidad de vida del niño y el manejo clínico. Pueden crita como una barrera para la generalización de
también aumentar significativamente el estrés de los buenas prácticas [114], por esta razón es importante
padres y cuidadores y deberán ser tomadas en subrayar la existencia de un grupo central de conoci-
cuenta tanto en los procesos de evaluación, como mientos compartidos en lo que respecta a los orígenes
dentro de un plan de intervención. del TEA, a la descripción de los síntomas y de sus co-
ocurrencias, a las principales pautas para su identifi-
Discusión cación y a las metodologías con validez para su estu-
Este trabajo tuvo por objetivo la revisión y el análisis dio. Estos conocimientos serían suficientes, en un pri-
de guías de identificación y diagnóstico del TEA. Aun- mer momento, para disminuir una variabilidad inne-
que estas guías comparten un importante núcleo de cesaria en la práctica del diagnóstico clínico, en la
conocimientos, presentan también cierta variabilidad gestión de casos en entornos pediátricos y en el acom-
tanto en las pautas dadas para la formación de un pañamiento de personas con TEA y su familia.
equipo a cargo del diagnóstico, como en las sugeren- Aunque en ciertos aspectos, las recomendaciones
cias para el uso de instrumentos específicos. Esta falta de la diferentes guías revisadas pueden variar en su
de homogeneidad entre contenidos, puede impactar contenido y según la estructura de los sistemas de
la práctica clínica de forma global en varios aspectos. salud del país en las que han sido emitidas, estos
Primeramente, la variabilidad pone en relieve el rol conocimientos centrales, conjuntamente con informa-
potencialmente determinante del juicio clínico, con los ciones actuales sobre adaptaciones de buenas prác-
correspondientes imperativos en materia de forma- ticas a contextos de medianos y bajos recursos (115)
ción teórica y de un entrenamiento clínico necesarios tienen vocación a ser transferibles a un contexto
para su desarrollo. latinoaméricano, para lo que es posible precisar cier-
En segundo lugar, la variabilidad en lo que res- tas recomendaciones de base:
pecta a los instrumentos de cribado y de evaluación 1. La vigilancia por medio de instrumentos de desa-
mencionados, sugiere la necesidad de cierta flexibili- rrollo general más un cuestionario de tamizaje es-
dad para escoger los instrumentos más adaptados a pecífico a los 18 y a los 24 meses es sugerida, ya
la persona y al contexto. Al mismo tiempo, sin em- que puede contribuir de manera importante a la
bargo, se requiere prudencia en contextos latinoame- detección temprana. Aunque esto conlleve el
ricanos, sabiendo que la validez de una parte impor- riesgo de identificar falsos positivos, generalmente
tante de esos instrumentos no ha sido estudiada en se tratarían de casos que presentan otros trastor-
estos países. Las herramientas cultural y lingüística- nos del desarrollo, que también necesitan ser iden-
mente apropiadas no siempre están al alcance de to- tificados.

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2. La derivación para una evaluación diagnóstica para poder concluir sobre la eficacidad de las reco-
de los niños con resultados positivos en las pruebas mendaciones a largo plazo. Finalmente, aunque uno
de detección debe efectuarse con el objetivo de de los objetivos de este trabajo fue poner a disposición
definir un plan de acción, así como de un acompa- del lector literatura en español, esta es escasa, por lo
ñamiento para que la familia pueda entender el que la revisión se basó en la literatura disponible ma-
objetivo de cada tratamiento o intervención basa- yoritariamente en inglés.
dos en evidencia científica, y para poder participar
de manera activa en este plan. Conclusiones
3. La formación profesional sobre las diferentes fa- El TEA tiene importantes barreras de identificación en
ses de diagnóstico, que son la anamnesis, las en- Latinomérica, hecho develado por los bajos índices de
trevistas con los padres, la observación estructu- prevalencia con respecto a Norteamérica y Europa.
rada y no estructurada de los comportamientos y Todos los pediatras deberían incluir en su control de
los exámenes médicos necesarios, debe ser garan- rutina el uso de cuestionarios de tamizaje para niños
tizada en los contextos académicos pediátricos de 18 y 24 meses para diagnóstico temprano de TEA,
4. El desarrollo de líneas de investigación con po- sin embargo hay que tomar en cuenta que la mayoría
blaciones locales, deben permitir responder a pro- de cuestionarios han sido diseñados con poblaciones
blemáticas inmediatas, y sostener el uso consis- pediátricas de pacientes de sexo masculino, las niñas
tente y a largo plazo de buenas prácticas. tendrían características que los instrumentos de diag-
5. El estudio del impacto de los factores culturales nóstico, desarrollados en poblaciones esencialmente
y socio-económicos, así como el de las caracterís- masculinas, no son capaces de captar.
ticas de los sistemas de salud, deben contribuir a
predecir factores concretos tales como los tiempos Abreviaturas
de espera para una evaluación o para la interven- TEA: Trastorno del Espectro autista.

ción. Esos datos podrían también contribuir a defi-


nir, de manera trasparente, los requisitos de elegi- Información suplementaria
No se declara materiales suplementarios.
bilidad para los servicios en los sistemas públicos y
privados. Agradecimientos
Los autores dirigen su sincero agradecimiento a la Dra. Georgina Pérez Liz,
Fortalezas y limitaciones del A. J. Drexel Autism Institute en Pensilvania EEUU, por su revisión crítica y
sus valiosos consejos sobre el contenido de este trabajo. Nuestro agradeci-
Una de las fortalezas de este trabajo es la utilizació n miento especial a los padres de personas con TEA y a los profesionales en
de un enfoque narrativo, que puede contribuir a la pediatría que han respondido a nuestras preguntas y que han proporcionad o
información sobre las necesidades actuales en información. El autor principal
comprensión de la complejidad del diagnóstico del agradece a la Fundación Ernst et Lucie Schmidheiny en Ginebra, Suiza, por
TEA y de la naturaleza no única de este proceso. De su sostén en los proyectos de investigación en Ecuador, entre los que se en-
cuentra la realización de esta revisión.
un punto de vista metodológico, la búsqueda sistemá-
tica que hemos realizado persigue aportar un punto
Contribuciones de los autores
de vista transparente sobre la selección y el uso prag- Paulina Buffle: Conceptualización, Conservación de datos, Adquisición de
mático de la información contenida. fondos, Investigación, Recursos, Software, Redacción - borrador original, Es-
critura: revisión y edición.
Una limitación importante de una revisión de este Daniela Naranjo: Metodología, Análisis formal, Administración de proyecto,
Supervisión, Validación, Visualización.
tipo, sin embargo, es que esta se centra en el análisis
del contenido de las diferentes guías, sin poder rendir Financiamiento
cuentas de la manera en que se implementa sus re- Los autores financiaron los gastos incurridos en la producción de esta inves-
tigación.
comendaciones en la práctica clínica real en sus dife-
rentes países de origen, y sobre todo de su eficacidad Disponibilidad de datos y materiales
en cada uno de esos contextos. Por otra parte, al tra- Los conjuntos de datos generados y / o analizados durante el estudio actual
no están disponibles públicamente debido a la confidencialidad de los parti-
tarse de una revisión de las pautas actuales, no han
cipantes, pero están disponibles a través del autor de correspondencia bajo
podido analizar los cambios a lo largo del tiempo una solicitud académica razonable.

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Declaraciones Conflictos de interés


Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
Aprobación de comité de ética y consentimiento para parti-
cipar Información de los autores
No requerido para reivisiones narrativa. Paulina Buffle: Laboratorio de Desarrollo Sensorial-motor, Afectivo y Social.
Facultad de psicología. Universidad de Ginebra, Suiza .
Consentimiento de publicación Daniela Naranjo: Pediatra. Postgrado de pediatría. Facultad de Medicina.
No se aplica para estudios que no publican imágenes de resonancias/tom o- Pontificia Universidad Católica de Quito, Ecuador.
grafías/Rx o fotografías de examen físico.

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DOI: Digital Object Identifier PMID: PubMeD Identifier SU: Short URL

Nota del Editor


La Revista Ecuatoriana de Pediatría permanece neutral con respecto a los reclamos jurisdic-
cionales en mapas publicados y afiliaciones institucionales.

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