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Por ello, a efecto de poder crear una forma efectiva de contrarrestar este acoso,
se debe entender el mismo desde todas sus modalidades; los doctrinarios
establecen que existen cuatro tipos de mobbing:
1. Descendente
2. Ascendente
3. Horizontal
4. Mixto
Por otro lado, el segundo tipo se refiere al acoso que un superior jerárquico recibe
por parte de sus subordinados.
El último de ellos se refiere a una situación en la cual una persona sufre acoso no
solo por parte de su superior jerárquico o sus compañeros, sino que son ambos
quienes llevan a cabo el mobbing laboral.
Bajo esa tesitura, es claro que el acoso laboral no solo engloba el acoso sexual,
como erróneamente se solía creer, sino que se refiere a numerosas situaciones
negativas que se dan dentro del ámbito laboral y afectan al trabajador de forma
psicológica e incluso física.
Es así que, si bien es cierto que no existen muchas leyes que protegen a los
trabajadores en estos ámbitos, especialmente cuando ocho acoso no se da de
manera presencial sino a través de plataformas o medios tecnológicos, no menos
cierto es que las empresas tienen la obligación moral y ética de reglamentar y
sancionar dichos comportamientos dentro de la empresa, puesto que es de
singular interés para los patrones que sus empleados gocen de un ambiente sano,
pues ayuda a que la productividad empresarial aumente y evita problemas a
futuro.