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Macroeconomía

8.a edición

N. Gregory Mankiw
HARVARD UNIVERSITY

Traducción de M. Esther Rabasco


Antoni Bosch editor, S.A.
Palafolls 28, 08017 Barcelona, España
Tel. (+34) 93 206 0730
info@antonibosch.com
www.antonibosch.com

Título original de la obra:


Macroeconomics, 8th edition

© 2014 de la edición en español: Antoni Bosch editor, S.A.

First published in the United States by Worth Publishers, New York


© 2013 by Worth Publishers. All rights reserved.
Primera publicación en Estados Unidos por Worth Publishers, Nueva York
© 2013 de Worth Publishers. Todos los derechos reservados.

ISBN: 978-84-95348-94-4
Depósito legal: B.698-2014

Diseño de la cubierta: Compañía


Maquetación: JesMart
Corrección: Andreu Navarro
Impresión: Novoprint

Impreso en España
Printed in Spain

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un


sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea
este electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por
escrito de los titulares del copyright.
10 Introducción a las fluctuaciones
económicas

El mundo moderno concibe los ciclos económicos de una forma muy parecida
a como los antiguos egipcios concebían las crecidas del Nilo. El fenómeno se
repite a intervalos, es de gran importancia para todo el mundo y no
se comprenden sus causas naturales.

John Bates Clark, 1898

Las fluctuaciones económicas plantean un problema recurrente tanto a los econo-


mistas como a los responsables de la política económica. El PIB real de Estados Uni-
dos crece, en promedio, alrededor de un 3 por ciento al año. Pero esta media a largo
plazo oculta el hecho de que la producción de bienes y servicios de la economía no
crece a un ritmo constante. El crecimiento es mayor en unos años que en otros; a
veces la economía pierde terreno y el crecimiento es negativo. Estas fluctuaciones
de la producción de la economía están estrechamente relacionadas con las fluctua-
ciones del empleo. Cuando la economía atraviesa un periodo de disminución de la
producción y aumento del paro, se dice que se encuentra en una recesión.
Una recesión reciente es la que comenzó a sufrir Estados Unidos a finales de
2007. Entre el tercer trimestre de 2007 y el tercer trimestre de 2008, la producción
de bienes y servicios de la economía fue casi nula, en contraste con su crecimiento
normal. A continuación, el PIB cayó vertiginosamente en el cuarto trimestre de
2008 y el primero de 2009. La tasa de paro pasó del 4,7 por ciento en noviembre
de 2007 al 10,1 en octubre de 2009. La recesión acabó oficialmente en junio de
2009 cuando el crecimiento volvió a ser positivo, pero la recuperación fue débil
y el paro siguió siendo alto incluso unos cuantos años más tarde. Como cabría es-
perar, la recesión dominó en las noticias económicas y la resolución del problema
ocupó un lugar prioritario en la agenda del presidente Barack Obama.
Los economistas llaman ciclo económico a estas fluctuaciones a corto plazo de la
producción y del empleo. Aunque este término sugiere que las fluctuaciones de
398 / Macroeconomía

la economía son regulares y predecibles, no es así. Las recesiones son en realidad


tan irregulares como frecuentes. Unas veces van muy seguidas y otras están muy
distanciadas. Por ejemplo, en 1982, solo dos años después de la recesión anterior,
la economía de Estados Unidos experimentó otra. A finales de ese año, la tasa de
paro había alcanzado la cifra del 10,8 por ciento, el nivel más alto desde la Gran
Depresión de la década de 1930. Pero tras la recesión de 1982, la economía no
experimentó otra hasta ocho años después.
Estos acontecimientos históricos plantean toda una variedad de preguntas re-
lacionadas entre sí: ¿a qué se deben las fluctuaciones a corto plazo? ¿Qué modelo
debemos utilizar para explicarlas? ¿Pueden los responsables de la política econó-
mica evitar las recesiones? En caso afirmativo, ¿qué instrumentos deben emplear?
El cuadro 10.1 presenta algunas cifras de crecimiento medio en diversos paí-
ses, así como sus valores extremos. Destacan las altas tasas medias de crecimiento
de China, Corea o Singapur. Algunos países latinoamericanos han experimenta-
do periodos de gran expansión, con tasas máximas de crecimiento superiores al
10 por ciento en Argentina, Chile o Uruguay. Sin embargo, estos países también
sufren grandes fluctuaciones y podemos observar periodos con tasas muy negati-
vas. Los países europeos y Estados Unidos tienen tasas medias de crecimiento en
torno al 3 por ciento, con menos fluctuaciones.

Cuadro 10.1. Tasas de crecimiento del PIB real. Promedio, máximo y mínimo,
1965–2004 (en porcentajes)

País España Francia Noruega EE UU México Argentina Chile Uruguay


Promedio 3,2 2,6 3,2 3,0 3,9 3,1 4,3 2,5
Máximo 8,9 7,0 6,3 7,2 9,7 12,7 12,3 8,9
Mínimo –3,7 –3,1 –1,6 –3,1 –6,2 –10,9 –11,4 –10,3
País China Corea India Japón Singapur Ghana Madagascar Senegal
Promedio 9,1 6,8 5,2 3,4 8,0 3,8 1,9 2,8
Máximo 19,4 14,1 10,5 12,9 14,8 15,0 9,9 8,9
Mínimo –5,7 –6,9 –5,2 –5,5 2,2 –12,4 –12,7 –6,6
Fuente: Banco Mundial, World Devleopment Indicators.

En la segunda y en la tercera parte de este libro, hemos construido diversas


teorías para explicar cómo se comporta la economía a largo plazo. En la cuarta,
vemos cómo explican los economistas estas fluctuaciones a corto plazo. Comenza-
mos en este capítulo realizando tres tareas. En primer lugar, examinamos los datos
que describen las fluctuaciones económicas a corto plazo. En segundo lugar, ana-
lizamos las diferencias fundamentales entre la forma en que se comporta la eco-
nomía a largo plazo y la forma en que se comporta a corto plazo. En tercer lugar,
Introducción a las fluctuaciones económicas (c.10) / 399

introducimos el modelo de oferta y demanda agregadas, que utiliza la mayoría de


los economistas para explicar las fluctuaciones a corto plazo. Desarrollar más de-
talladamente este modelo será nuestra tarea principal en los capítulos siguientes.
De la misma manera que Egipto controla actualmente las inundaciones del va-
lle del Nilo con la presa de Asuán, la sociedad moderna trata de controlar el ciclo
económico con medidas económicas acertadas. El modelo que presentamos en los
siguientes capítulos muestra cómo influye la política monetaria y fiscal en el ciclo
económico. Vemos que esta política puede estabilizar la economía o, si se gestiona
mal, puede empeorar aún más el problema de la inestabilidad económica.

10.1 Los hechos sobre el ciclo económico

Antes de analizar la teoría de los ciclos económicos, examinemos algunos de los


hechos que describen las fluctuaciones a corto plazo de la actividad económica.

El PIB y sus componentes

El producto interior bruto mide la


renta total y el gasto total de una

M. Stevens; © 1980 The New Yorker Magazine, Inc.


economía. Como el PIB es el indi-
cador más genérico de la situación
económica general, es el punto de
partida lógico para analizar el ciclo
económico. La figura 10.1 muestra
el crecimiento del PIB real de Esta-
dos Unidos, España y Latinoamérica
desde 1970. La línea recta horizon-
tal representa la tasa anual media
de crecimiento del 3 por ciento de
Hasta pronto, Eddie. Se acabó la recesión.
este periodo. Puede observarse que
el crecimiento económico no solo no es constante, sino que de vez en cuando
se vuelve negativo.
Las áreas sombreadas de la figura representan periodos de recesión. En Es-
tados Unidos, el árbitro oficial que pone fecha al comienzo y al final de las re-
cesiones es el National Bureau of Economic Research, centro de investigaciones
económicas sin fines de lucro. Su Business Cycle Dating Committee elige la fecha
en que comienza cada recesión, llamada cima del ciclo económico, y la fecha en la
que termina, llamada fondo del ciclo económico.
400 / Macroeconomía

(a) Crecimiento del PIB real en EE UU

Variación porcentual con respecto a los


10
Tasa de crecimiento
del PIB real
8
Tasa media de

4 trimestres anteriores
6 crecimiento

22

24

26
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Año
10 (b) Crecimiento del PIB real en España
Tasa de crecimiento anual

8 Crecimiento del PIB real


Tasa promedio de crecimiento
6
del PIB

–2
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004

Año
10
(c) Crecimiento del PIB real en Latinoamérica
Tasa de crecimiento anual

8 Crecimienro del PIB real


Tasa promedio de crecimiento
6
del PIB

–2

–4
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004

Año
Figura 10.1. El crecimiento del PIB real en Estados Unidos, España y Latinoamé-
rica. El crecimiento del PIB real es, en promedio, desde 1970 a 2004, de un 3 por
ciento al año aproximadamente en Estados Unidos, España y Latinoamérica,
pero experimenta considerables fluctuaciones en torno a esta media. Las áreas
sombreadas en el gráfico de Estados Unidos representan periodos de rece-
sión. Los datos de crecimiento de España y Latinoamérica son anuales.
Fuente: U.S. Department of Commerce, Banco Mundial, World Development In-
dicators.
Introducción a las fluctuaciones económicas (c.10) / 401

¿Qué determina el que una desaceleración de la economía sea suficientemente


grave como para que se considere que es una recesión? La respuesta no es sencilla.
Según una vieja regla práctica, una recesión es un periodo en el que el PIB real

(a) Crecimiento del consumo


8
Crecimiento
Variación porcentual con respecto

del consumo
6
a los 4 trimestres anteriores

–2

–4
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Año

(b) Crecimiento de la inversión

50
Variación porcentual con respecto

40 Crecimiento de
a los 4 trimestres anteriores

la inversión
30
20
10
0
–10
–20
–30
–40
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Año

Figura 10.2. El crecimiento del consumo y de la inversión en Estados Unidos.


Cuando la economía se encamina hacia una recesión, el crecimiento del consu-
mo real y del gasto de inversión disminuye. El gasto de inversión mostrado en el
panel (b) es considerablemente más volátil que el gasto de consumo mostrado
en el panel (a). Las áreas sombreadas representan periodos de recesión.
Fuente: U.S. Department of Commerce.
402 / Macroeconomía

disminuye durante dos trimestres consecutivos como mínimo. Sin embargo, esta
regla no siempre se aplica. Por ejemplo, en los datos revisados más recientemente,
la recesión de 2001 tuvo dos trimestres de crecimiento negativo, pero no fueron
consecutivos. De hecho, el Business Cycle Dating Committee no sigue ninguna
regla fija, sino que examina toda una variedad de datos económicos y se basa en
valoraciones personales para elegir las fechas de comienzo y de final de las rece-
siones. Cuando este libro entraba en prensa, la economía estaba recuperándose
de la recesión de 2008–2009, pero la recuperación era débil para los parámetros
históricos.1

12
Porcentaje de la población activa

Tasa de paro
10

0
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Año

Figura 10.3. El paro en Estados Unidos. La tasa de paro aumenta significativa-


mente durante los periodos de recesión, representados aquí por las áreas som-
breadas.
Fuente: U.S. Department of Labor.

La figura 10.2 muestra el crecimiento de dos importantes componentes del


PIB: el consumo en el panel (a) y la inversión en el panel (b). El crecimiento de
ambas variables disminuye durante las recesiones. Obsérvese, sin embargo, las es-
calas de los ejes de ordenadas. La inversión es mucho más volátil que el consumo
durante el ciclo económico. Cuando la economía se encamina hacia una recesión,
los hogares responden a la disminución de su renta consumiendo menos, pero la
disminución del gasto en equipo empresarial, estructuras, nueva vivienda y exis-
tencias es aún más significativa.

1
Obsérvese que la figura 10.1 representa el crecimiento del PIB real en los cuatro trimestres
anteriores y no en el trimestre inmediatamente anterior. Durante la recesión de 2001, este indicador
disminuyó, pero nunca fue negativo.
Introducción a las fluctuaciones económicas (c.10) / 403

El paro y la ley de Okun

El ciclo económico es evidente no solo en los datos de la contabilidad nacional


sino también en los datos que describen la situación del mercado de trabajo. La
figura 10.3 muestra la tasa de paro de Estados Unidos desde 1970 hasta 2011; en
este caso, las áreas sombreadas también representan periodos de recesión. Puede
observarse que el paro aumenta en todas las recesiones. Otros indicadores del
mercado de trabajo apuntan a lo mismo. Por ejemplo, las vacantes, medidas por
medio del número de ofertas de empleo que las empresas han anunciado, dismi-
nuyen durante las recesiones. En pocas palabras, durante las recesiones económi-
cas, es más difícil encontrar trabajo.
¿Qué relación cabe esperar que exista entre el paro y el PIB real? Dado que
los trabajadores ocupados ayudan a producir bienes y servicios y los parados no, los
aumentos de la tasa de paro deben ir acompañados de una disminución del PIB
real. Esta relación negativa entre el paro y el PIB se denomina ley de Okun, en
honor a Arthur Okun, que fue el economista que primero la estudió.2
La figura 10.4 utiliza datos anuales de Estados Unidos para mostrar la ley de
Okun. En este diagrama de puntos dispersos, cada punto representa los datos
de un año. El eje de abscisas representa la variación de la tasa de paro con respec-
to al año anterior y el de ordenadas representa la variación porcentual del PIB.
Esta figura muestra claramente que las variaciones interanuales de la tasa de paro
están estrechamente relacionadas con las variaciones interanuales del PIB real.
Podemos ser más precisos sobre la magnitud de la relación que establece la ley
de Okun. La línea que pasa por la nube de puntos indica que

Variación porcentual del PIB real = 3% – 2 ! Variación de la tasa de paro.

Si la tasa de paro no varía, el PIB real crece alrededor de un 3 por ciento; este cre-
cimiento normal de la producción de bienes y servicios se debe al crecimiento de
la población activa, a la acumulación de capital y al progreso tecnológico. Por otra
parte, por cada punto porcentual que aumenta la tasa de paro, el crecimiento del
PIB real disminuye normalmente un 2 por ciento. Por lo tanto, si la tasa de paro
aumenta de 5 a 7 por ciento, el crecimiento del PIB real es

Variación porcentual del PIB real = 3% – 2 ! (7% – 5%) =

= –1%.

2
Arthur M. Okun, «Potential GNP: Its Measurement and Significance», Proceedings of the Busi-
ness and Economics Statistics Section, American Statistical Association, Washington, D. C., American
Statistical Association, págs. 98-103; reimpreso en Arthur M. Okun, Economics for Policymaking,
Cambridge, Mass., MIT Press, 1983, págs. 145-158.
404 / Macroeconomía

En este caso, la ley de Okun establece que el PIB disminuye un 1 por ciento, lo
que indica que la economía se encuentra en una recesión.
La ley de Okun es un recordatorio de que las fuerzas que rigen el ciclo econó-
mico a corto plazo son muy diferentes de las que determinan el crecimiento
económico a largo plazo. Como hemos visto en los capítulos 8 y 9, el creci-
miento a largo plazo del PIB depende principalmente del progreso tecnológico.
La tendencia a largo plazo que eleva los niveles de vida de una generación a otra
no está relacionada con ninguna tendencia a largo plazo de la tasa de paro. En
cambio, las variaciones a corto plazo del PIB están estrechamente correlacionadas
con la utilización de la población activa de la economía. La disminución de la
producción de bienes y servicios que se registra durante las recesiones siempre va
acompañada de un aumento del paro.

Los indicadores económicos de la coyuntura

Muchos economistas, especialmente los que trabajan en el mundo de la empresa


y en la Administración se dedican a predecir las fluctuaciones a corto plazo de la
economía. A los economistas que trabajan en empresas les interesan dichas pre-
dicciones para adaptar a ellas los planes de sus empresas. A los economistas de la
Administración les interesan las predicciones por dos razones. En primer lugar,
la situación económica afecta al Gobierno; por ejemplo, el estado de la economía
influye en la cantidad de ingresos fiscales que recauda el Estado. En segundo lu-
gar, el Gobierno puede influir en la economía por medio de su política monetaria
y de su política fiscal. Las predicciones económicas son, pues, un elemento básico
para la planificación de la política económica.
Una de las maneras en que los economistas realizan predicciones es observan-
do indicadores adelantados, que son variables que tienden a fluctuar antes que la
economía en general. Las predicciones pueden variar de unos economistas a otros
en parte porque tienen opiniones diferentes sobre cuáles son los indicadores ade-
lantados más fiables.
En Estados Unidos, todos los meses la Conference Board, grupo privado de
investigaciones económicas, anuncia el índice de indicadores económicos adelantados.
Este índice contiene diez series de datos que suelen utilizarse para predecir los
cambios de la actividad económica con seis o nueve meses de antelación. He aquí
una lista de las series.

La semana laboral media de los obreros industriales. Como las empresas suelen ajus-
tar las horas de trabajo de su plantilla antes de contratar nuevos trabajadores
o de despedir a algunos, el número semanal medio de horas es un indicador
Introducción a las fluctuaciones económicas (c.10) / 405

10
Variación porcentual del PIB real

1951
8 1966
1984
6
1963
4 2003
1987 1971
2
2001
0
1975
2008
-2 1991
1982 2009

-3% -2 -1 0 1 2 3 4
Variación de la tasa de paro

Figura 10.4. La ley de Okun. Esta figura es un diagrama de puntos dispersos que
representa la variación de la tasa de paro en el eje de abscisas y la variación por-
centual del PIB real en el de ordenadas; los datos corresponden a la economía
de Estados Unidos. Cada uno de los puntos representa un año. La figura mues-
tra que los aumentos del paro tienden a ir acompañados de un crecimiento del
PIB real menor de lo normal. La correlación entre estas dos variables es –0,89.
Fuente: U. S. Department of Commerce y U. S. Department of Labor.

adelantado de las variaciones del empleo. Un aumento del número semanal


de horas trabajadas indica que las empresas están pidiendo a sus asalariados
que trabajen más horas porque la demanda de sus productos está siendo alta;
indica, pues, que las empresas aumentarán probablemente la contratación y la
producción en el futuro. Una reducción del número de horas semanales indica
que la demanda es débil, lo cual induce a pensar que las empresas probable-
mente despedirán a algunos trabajadores y reducirán la producción.
Solicitudes semanales iniciales medias del seguro de desempleo. El número de personas
que solicitan nuevamente el seguro de desempleo es uno de los indicadores
de la situación del mercado de trabajo del que antes se dispone. Esta serie
se invierte al calcular el índice de indicadores adelantados, por lo que un au-
mento de la serie reduce el índice. Un aumento del número de personas que
solicitan nuevamente el seguro de desempleo indica que las empresas están
despidiendo a algunos trabajadores y reduciendo la producción, lo cual pronto
se reflejará en los datos sobre el empleo y la producción.
406 / Macroeconomía

Los nuevos pedidos de bienes de consumo y de materias primas, ajustados para tener en
cuenta la inflación. Este es un indicador muy directo de la demanda que están
experimentando las empresas. Como un aumento de los pedidos agota las exis-
tencias de las empresas, normalmente predice que la producción y el empleo
aumentarán en el futuro.
Los nuevos pedidos de bienes de capital para uso civil. Esta serie es el equivalente
de la serie anterior, pero de bienes de inversión en lugar de bienes de consu-
mo e indica lo mismo.
El índice de aprovisionamiento. Este es un indicador del número de empresas
que reciben a un ritmo más lento los suministros solicitados a sus provee-
dores. Es un indicador adelantado porque los suministros se entregan a un
ritmo más lento cuando la demanda de los productos de las empresas están
experimentando un aumento, por lo que cuando las empresas reciben los
suministros a un ritmo más lento, quiere decir que la actividad económica
aumentará en el futuro.
La concesión de nuevos permisos de construcción. La construcción de nuevos edifi-
cios forma parte de la inversión: es un componente especialmente volátil del
PIB. Un aumento de los permisos de construcción significa que los constructo-
res tienen intención de aumentar la construcción, lo cual indica un incremen-
to de la actividad económica general.
El índice de las cotizaciones bursátiles. El mercado de valores refleja las ex-
pectativas sobre la futura situación económica, ya que los inversores en la
Bolsa presionan al alza sobre los precios cuando esperan que las empresas
sean rentables. Una subida de las cotizaciones bursátiles indica que los in-
versores esperan que la economía crezca rápidamente y un descenso de las
cotizaciones bursátiles indica que los inversores esperan una desaceleración
económica.
La oferta monetaria (M2), ajustada para tener en cuenta la inflación. Como la oferta
monetaria está relacionada con el gasto total, un aumento del dinero predice
un aumento del gasto, lo cual significa, a su vez, un aumento de la producción
y del empleo.
Las diferencias de tipos de interés: la diferencia de rendimientos entre los pagarés del
Tesoro a diez años y las letras del Tesoro a tres meses. Esta diferencia, llamada a veces
pendiente de la curva de rendimientos, refleja las expectativas del mercado
sobre los futuros tipos de interés, las cuales reflejan a su vez la situación de la
economía. Cuando la diferencia es grande, significa que se espera que los tipos
de interés suban, lo cual ocurre normalmente cuando la actividad económica
aumenta.
El índice de expectativas de los consumidores. Este es un indicador directo de las
expectativas basado en una encuesta que realiza el Survey Research Center
Introducción a las fluctuaciones económicas (c.10) / 407

de la Universidad de Michigan. Un aumento del optimismo de los consumi-


dores sobre la futura situación económica indica un aumento de la deman-
da de bienes y servicios por parte de los consumidores, lo cual anima a su
vez a las empresas a aumentar la producción y el empleo para satisfacer la
demanda.

El índice de indicadores adelantados dista de predecir exactamente el futuro, ya


que las fluctuaciones económicas a corto plazo son en gran medida impredeci-
bles. No obstante, es uno de los elementos que emplean tanto las empresas como
la Administración en su planificación.

10.2 Horizontes temporales en macroeconomía

Ahora que conocemos algunos de los hechos que ocurren durante las fluctua-
ciones económicas a corto plazo, podemos dedicarnos a nuestra tarea principal
en esta parte del libro: construir una teoría para explicar estas fluctuaciones.
Esa tarea no es sencilla. La construcción de un modelo de las fluctuaciones a
corto plazo nos llevará no solo el resto de este capítulo, sino también los cuatro
siguientes.
Antes de comenzar a desarrollar un modelo de las fluctuaciones económicas
a corto plazo, volvamos atrás y hagámonos una pregunta fundamental: ¿por qué
necesitan los economistas diferentes modelos para cada horizonte temporal? ¿Por
qué no podemos acabar aquí el curso y conformarnos con los modelos clásicos
desarrollados en los capítulos 3 a 9? La respuesta, como ha recordado sistemáti-
camente este libro a su lector, se halla en que la teoría macroeconómica clásica se
aplica al largo plazo, pero no al corto plazo. Pero, ¿por qué?

Diferencia entre el corto plazo y el largo plazo

La mayoría de los macroeconomistas creen que la diferencia clave entre el corto


plazo y el largo plazo se halla en la conducta de los precios. A largo plazo, los precios
son flexibles y pueden responder a las variaciones de la oferta o de la demanda. A corto plazo,
muchos precios están fijos en un nivel predeterminado. Como los precios se comportan
de una forma distinta a corto plazo y a largo plazo, la política económica produce
efectos diferentes en horizontes temporales diferentes.
Para ver el contraste entre el corto y el largo plazo, examinemos los efectos de un
cambio de política monetaria. Supongamos que el banco central reduce de repente
la oferta monetaria un 5 por ciento. Según el modelo clásico, que casi todos los
408 / Macroeconomía

economistas aceptan como una buena descripción de la economía a largo plazo, la


oferta monetaria afecta a las variables nominales –es decir, a las variables medidas
en dinero–, pero no a las reales. Como recordará el lector, en el capítulo 5 vimos
que la distinción teórica entre las variables reales y las variables nominales se llama
dicotomía clásica y que la irrelevancia de la oferta monetaria para la determinación
de las variables reales se llama neutralidad monetaria. La mayoría de los economistas
creen que estas ideas clásicas describen cómo funciona la economía a largo plazo:
una reducción de la oferta monetaria en un 5 por ciento reduce todos los precios
(incluidos los salarios nominales) en un 5 por ciento, mientras que la producción,
el empleo y otras variables reales permanecen constantes. Por lo tanto, a largo
plazo las variaciones de la oferta monetaria no provocan fluctuaciones ni en la
producción ni en el empleo.
Sin embargo, a corto plazo muchos precios no responden a los cambios de
la política monetaria. Una reducción de la oferta monetaria no lleva inmediata-
mente a todas las empresas a bajar los salarios que pagan, a todos los comercios
a modificar las etiquetas de los precios de sus bienes, a todas las empresas de
venta por correo a publicar nuevos catálogos y a todos los restaurantes a im-
primir nuevos menús. Muchos precios apenas varían inmediatamente, es decir,
muchos precios son rígidos. Esta rigidez de los precios a corto plazo significa que
el efecto a corto plazo de un cambio de la oferta monetaria no es igual que el
efecto a largo plazo.
Un modelo de las fluctuaciones económicas debe tener en cuenta esta rigi-
dez de los precios a corto plazo. Veremos que el hecho de que los precios no se
ajusten de una manera inmediata y total a las variaciones de la oferta monetaria
(ni a otras variaciones exógenas de la situación económica) significa que a corto
plazo, las variables reales, como la producción y el empleo, deben realizar parte
del ajuste. En otras palabras, durante el horizonte temporal en el que los precios
son rígidos, ya no se cumple la dicotomía clásica: las variables nominales pueden
influir en las variables reales y la economía puede alejarse del equilibrio que
predice el modelo clásico.

CASO PRÁCTICO
Si quiere saber por qué las empresas tienen precios rígidos, pregúnteles

¿Hasta qué punto son rígidos los precios y por qué? En un fascinante estudio, el
economista Alan Blinder abordó estas cuestiones directamente preguntando a las
empresas por sus decisiones de ajuste de los precios.
Blinder comenzó preguntando a los directivos de las empresas con cuánta
frecuencia modificaban sus precios. Las respuestas, resumidas en el cuadro
Introducción a las fluctuaciones económicas (c.10) / 409

10.2, lo llevaron a extraer dos conclusiones. En primer lugar, es frecuente que


los precios sean rígidos. La empresa representativa ajusta sus precios una o dos
veces al año. En segundo lugar, la frecuencia con que las empresas ajustan sus
precios varía mucho de unas a otras. Alrededor del 10 por ciento los modifica
más de una vez a la semana y alrededor del mismo número los modifica menos
de una vez al año.
A continuación, Blinder preguntó a los directivos de las empresas por qué
no modificaban los precios más a menudo. En concreto, les explicó algunas
teorías económicas de los precios rígidos y les pidió que dijeran en qué medida
describía cada una de ellas sus empresas. El cuadro 10.3 resume las teorías y
las ordena según el porcentaje de directivos que las aceptaron. Obsérvese que
cada una de ellas fue defendida por algunos y cada una fue rechazada también
por un gran número. Eso podría deberse a que cada teoría se aplica a un tipo
de empresa, dependiendo de las características del sector, y a que la rigidez de
los precios es un fenómeno macroeconómico que no tiene una única explica-
ción macroeconómica.
Dentro de la docena de teorías, el fallo de coordinación ocupa el primer
lugar de la lista. Según Blinder, se trata de una conclusión importante, pues
sugiere que la incapacidad de las empresas para coordinar las modificaciones
de los precios desempeña un papel fundamental en la explicación de la rigidez de
los precios y, por lo tanto, de las fluctuaciones económicas a corto plazo. Señala
que «la consecuencia del modelo más evidente para la política económica es
que una fijación más coordinada de los salarios y los precios –conseguida de
alguna manera– podría mejorar el bienestar. Pero si eso resulta difícil o impo-

Cuadro 10.2. La frecuencia con que se ajustan los precios

Este cuadro se basa en las respuestas dadas a la siguiente pregunta: ¿Con qué frecuencia
cambian los precios de sus productos más importantes en un año representativo?

Frecuencia Porcentaje de empresas


Menos de una vez 10,2
Una vez 39,3
De 1,01 a 2 15,6
De 2,01 a 4 12,9
De 4,01 a 12 7,5
De 12,01 a 52 4,3
De 52,01 a 365 8,6
Más de 365 1,6
Fuente: Tabla 4.1, Alan S. Blinder, «On Sticky Prices: Academia Theories Meet the Real World», en N. G.
Mankiw (comp.), Monetary Policy, Chicago, University of Chicago Press, 1994, págs. 117-154.
410 / Macroeconomía

Cuadro 10.3. Teorías de la rigidez de los precios

Teoría y breve descripción Porcentaje de


directivos que
aceptaban la teoría
Fallo de coordinación: 60,6
Las empresas se resisten a modificar los precios, a la espera de
que otras los modifiquen primero
Fijación de los precios basada en los costes con retardos: 55,5
Se retrasan la subidas de los precios hasta que aumentan los
costes
Retrasos en la entrega, servicio, etc.: 54,8
Las empresas prefieren modificar otros atributos de los
productos, como retrasar la entrega, variar el servicio o la
calidad del producto
Contratos implícitos: 50,4
Las empresas acuerdan tácitamente estabilizar los precios,
quizá en deferencia a los clientes
Contratos nominales: 35,7
Los precios se fijan por medio de contratos explícitos
Costes de ajuste de los precios: 30,0
Las empresas incurren en costes al modificar los precios
Elasticidad procíclica: 29,7
Las curvas de demanda se vuelven menos elásticas a medida
que se desplazan hacia dentro
Valores especiales de los precios: 24,0
Algunos precios (como 9,99 euros) tienen especial importancia
psicológica
Existencias: 20,9
Las empresas modifican las existencias en lugar de los precios
Coste marginal constante: 19,7
La curva de coste marginal es horizontal y los márgenes son
constantes
Retrasos jerárquicos: 13,6
Los retrasos burocráticos frenan las decisiones
Valoración de la calidad por el precio: 10,0
Las empresas temen que los clientes confundan las reducciones
de los precios con reducciones de la calidad
Fuente: Cuadros 4.3 y 4.4 de Alan S. Blinder, «ON Sticky Prices: Academia Theories Meet the Real World»,
en N. G. Mankiw (comp.), Monetary Policy, Chicago, University of Chicago Press, 1994, págs. 117-154.

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