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08 APR 2022

Lecciones sobre
economía mundial
[Introducción al
desarrollo y a las
relaciones económicas
internacionales]. 9ª
ed., mayo 2019
ARANZADI

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1. Introducción, p.RB-4.1

2. Importancia de la dinámica económica, p.RB-4.2

3.1. Crecimiento sin progreso técnico, p.RB-4.3

3.2. Crecimiento con progreso técnico, p.RB-4.4

3.3. Contabilidad del crecimiento, p.RB-4.5


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Lecciones sobre economía mundial [Introducción al desarrollo y a las relaciones


económicas internacionales]. 9ª ed., mayo 2019
Crecimiento y desarrollo
Lección 4. Crecimiento económico, innovación y cambio estructural (JOSÉ ANTONIO ALONSO, CARLOS GARCIMARTÍN y CARMEN
FILLAT)
1. Introducción

1. INTRODUCCIÓN

La desigualdad internacional, las diferencias en los niveles de renta promedio entre países, constituye uno de los rasgos más sobresalientes
de la economía mundial. En la base de semejante rasgo está la dispar dinámica que han seguido los países en los dos últimos siglos, a medida
que se fue consolidando la sociedad de mercado a escala internacional. ¿Por qué unos países lograron sostener ritmos elevados de
crecimiento mientras otros países evolucionaron a tasas más modestas? Es difícil encontrar una teoría comprensiva del éxito económico, pero
la Economía proporciona algunas respuestas convincentes acerca de los factores que impulsan la dinámica económica. A estudiar estos
aspectos se dedica la presente Lección.

Una Lección que se estructura en torno a siete epígrafes básicos adicionales a esta introducción. Así, el segundo epígrafe se dedica a
argumentar la importancia que tiene la dinámica económica y su relación con las circunstancias y opciones que cada economía adopta en un
momento dado del tiempo. El epígrafe 3 se dedica a analizar el modelo de SOLOW, como referente canónico de la teoría de crecimiento; y el
epígrafe 4 presenta las bases de la generación más reciente de modelos de crecimiento endógeno. El epígrafe 5 se orienta a estudiar el
proceso de cambio estructural que aparece asociado al crecimiento, para analizar sus rasgos y estudiar sus consecuencias. El epígrafe 6
discute el papel de la innovación en la promoción del crecimiento, aportando algunas informaciones acerca del esfuerzo que en este ámbito
realizan los países. Un esfuerzo similar se hace en el epígrafe 7, pero en este caso referido a la educación y a la formación de capital humano.
Por último, el octavo epígrafe analiza el comportamiento comparado de las economías, para analizar si se está produciendo un proceso de
convergencia entre ellas. La lección termina con una recapitulación a modo de recordatorio de los principales contenidos del capítulo.
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Lecciones sobre economía mundial [Introducción al desarrollo y a las relaciones


económicas internacionales]. 9ª ed., mayo 2019
Crecimiento y desarrollo
Lección 4. Crecimiento económico, innovación y cambio estructural (JOSÉ ANTONIO ALONSO, CARLOS GARCIMARTÍN y CARMEN
FILLAT)
2. Importancia de la dinámica económica

2. IMPORTANCIA DE LA DINÁMICA ECONÓMICA

El crecimiento económico constituye uno de los objetivos centrales de la política económica de todo gobierno. Conseguir semejante objetivo
no es, sin embargo, una tarea sencilla, especialmente para los países más pobres y vulnerables: son muchas las restricciones y carencias que
deben superar. Las dificultades se amplifican por las adversas condiciones que el entorno internacional impone a los países en desarrollo en
forma de proteccionismo agrario en los mercados industriales, de restricciones para acceder a la innovación tecnológica o de dificultades
para insertarse de manera estable en los mercados de capitales. Ahora bien, que constituya una tarea compleja no quiere decir que sea
imposible. La historia más reciente puede aportar algunos casos ilustrativos al respecto. Para ello se puede acudir a la base de datos de Angus
MADDISON (en la versión actualizada del Maddison Project Database) que nos permite construir series largas del PIB per cápita, con datos
homogéneos.

Pues bien, acorde con esos datos, tres economías presentaban en 1960 un similar y aceptablemente elevado PIB per cápita: Argentina,
Finlandia e Italia. Los dos países europeos siguieron una senda continuada de crecimiento, si bien los mayores logros los cosecharon en
etapas distintas, arrojando una tasa de crecimiento anual promedio de algo más de 2% para el conjunto del período. Argentina, sin embargo,
tuvo un crecimiento más modesto, que apenas supera el 1% de tasa anual promedio. Las diferencias en las tasas parecen leves (de algo más
de un punto porcentual), pero acumuladas en el tiempo conducen a resultados manifiestamente discrepantes. En la actualidad el PIB per
cápita de los dos países europeos casi dobla el propio de Argentina.

Vayamos ahora al caso de otras tres economías cuya renta per cápita, en 1960, era bastante más modesta que las tres anteriormente
consideradas: se trata de España, México y Chile. Las tres economías partían de un PIB per cápita similar, pero la senda que siguieron las
respectivas economías es manifiestamente dispar: España crece a una tasa promedio anual de cerca del 3%, Chile lo hace a una tasa del 2,3%
y México, a una del 1,9%. De nuevo, las diferencias en las tasas parecen leves, pero sostenidas en el tiempo conducen a niveles de PIB per
cápita muy diferentes en la actualidad. En concreto, el PIB per cápita de España es más de un tercio superior al de Chile y el de este país
supera en un tercio al de México.

Finalmente, consideremos cuatro países, dos asiáticos y dos africanos, que, en 1960, eran relativamente pobres y con un PIB per cápita
similar: Corea, Zimbabue y Kenia. Las tendencias seguidas por sus economías fueron muy diferentes: Corea presenta una tasa de crecimiento
anual promedio del 5,6% para el período, esa tasa se sitúa en 4,2% en el caso de Tailandia, desciende al 1,1% en Kenia y alcanza un registro
levemente negativo en el caso de Zimbabue. Como consecuencia de estos ritmos dispares de crecimiento, el PIB per cápita de Kenia dobla en
la actualidad al de Zimbabue; a su vez, Tailandia tiene un PIB per cápita que multiplica por 5 el de Kenia; y, en fin, Corea duplica el PIB per
cápita de Tailandia.

Los ejemplos señalados son suficientes para demostrar, en primer lugar, que el subdesarrollo no es una situación imposible de superar: hay
países que partiendo de situaciones de atraso económico han logrado imprimir a sus economías un ritmo de crecimiento suficiente como para
aproximarlas a las condiciones de los países desarrollados. Una segunda enseñanza que nos revela la historia es que mientras tener episodios
de intenso crecimiento es una experiencia relativamente compartida entre países, más difícil resulta lograr que ese dinamismo se sostenga en
el tiempo. Sin embargo, es la sostenibilidad del crecimiento lo que termina por marcar diferencias en los niveles de renta per cápita entre
países en períodos dilatados de tiempo. Para hacer sostenible el crecimiento es necesario, como sugiere el profesor de Harvard, Dani RODRIK,
un proceso continuado de cambio institucional y de diversificación productiva. El marco institucional de que se dota un país y las opciones de
política económica y social que adopta influyen sobre su senda de crecimiento de medio y largo plazo. Por ello, y es la tercera enseñanza de la
revisión realizada, es importante comprender qué factores promueven la dinámica de crecimiento y cómo se puede influir sobre ella. A
desarrollar este aspecto se dedicarán los siguientes epígrafes de la Lección.

Gráfico 1a.– Evolución del PIB per cápita (PPA en dólares de 2011)
Fuente: Maddison Project Database,https://www.rug.nl/ggdc/historicaldevelopment/maddison/releases/maddison-project-database-2018

Gráfico 1b.– Evolución del PIB per cápita (PPA en dólares de 2011)

Fuente: Maddison Project Database,https://www.rug.nl/ggdc/historicaldevelopment/maddison/releases/maddison-project-database-2018

Gráfico 1c.– Evolución del PIB per cápita (PPA en dólares de 1990)
Fuente: Maddison Project Database,https://www.rug.nl/ggdc/historicaldevelopment/maddison/releases/maddison-project-database-2018
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Lecciones sobre economía mundial [Introducción al desarrollo y a las relaciones


económicas internacionales]. 9ª ed., mayo 2019
Crecimiento y desarrollo
Lección 4. Crecimiento económico, innovación y cambio estructural (JOSÉ ANTONIO ALONSO, CARLOS GARCIMARTÍN y CARMEN
FILLAT)
3. El modelo de Solow
3.1. Crecimiento sin progreso técnico

3.1. CRECIMIENTO SIN PROGRESO TÉCNICO

Aunque existen antecedentes notables, el desarrollo de la moderna teoría del crecimiento se produjo a partir de mediados del siglo XX y
encontró en las aportaciones de Robert SOLOW, premio Nobel de Economía, y Trevor SWAN el enfoque más canónico. Su propuesta parte de
cinco supuestos simples.

• Los hogares ahorran una proporción determinada de la renta que reciben: al crecer sus ingresos, crece también el volumen que
ahorran, manteniéndose relativamente invariante la proporción 1). Así, a nivel agregado:

S = sY, donde s (con 0<s<1) es la propensión media al ahorro

• La inversión se dedica bien a aumentar el capital (K•), bien a reponer el capital existente. A nivel agregado:

I = K• + δK, donde d (con 0< δ<1) es la tasa de depreciación

• Se admite que se trata de una economía cerrada, por lo que la inversión solo puede financiarse a través del ahorro. Es decir, S = I.

• Se supone que la población crece a un ritmo dado n, que es diferente entre países, pero relativamente invariante en cada uno de ellos,
de modo que

• Por último, se supone que la actividad productiva nacional podría asemejarse a la de una gran fábrica, de modo que el output obtenido
es el resultado de combinar los input productivos (capital y trabajo) de acuerdo con la tecnología disponible y conforme a los precios que
rigen en los mercados. Caracteriza a esta función de producción agregada: i) tener rendimientos de escala constantes (si se duplican los
input, se doblará el output obtenido); ii) tener rendimientos marginales decrecientes para cada factor (a medida que aumenta un factor
sin alterar el otro, se incrementa el producto obtenido, pero en cantidades cada vez menores); y iii) cumplir las condiciones de Inada (que
dicen que, en el límite, cuando la dotación de un factor se aproxima a cero su productividad marginal es infinita y, a la inversa, cuando su
dotación es infinita, la productividad marginal tiende a cero).

Es frecuente representar la función de producción agregada a través de una función Cobb-Douglas, que reúne todos los requisitos antes
descritos. Partamos, además, en un primer paso, de suponer que no hay progreso técnico. En ese caso:

(1)

La renta viene determinada por los input empleados (L y K), que aparecen relacionados a través de una función multiplicativa, con exponentes
complementarios (encontrándose α entre 0 y 1). La condición de que los exponentes de los factores sumen la unidad es lo que garantiza que la
función de producción presente rendimientos de escala constantes. Como se explica en el Recuadro 2, en condiciones de competencia
perfecta, estos exponentes expresan la participación que cada uno de los factores tiene en la renta nacional.

Dado que el nivel de desarrollo se suele medir a través de la renta per cápita, la ecuación (1) se puede transformar en:

o, expresado de forma simplificada, y = kα (2)

denotando con minúscula las variables expresadas en términos per cápita. La ecuación (2) expresa que la renta per cápita depende la relación
capital-trabajo (K/L): cuanto mayor sea la dotación de capital por persona, mayor será la renta per cápita de la economía. Este resultado
parece conforme con la evidencia de que son los países más desarrollados aquellos que disponen de una más amplia dotación relativa de
capital.

No obstante, el modelo de SOLOW conduce a un resultado poco tranquilizador. Por una parte, se presume que a medida que se incrementa la
ratio capital-trabajo, aumenta la renta per cápita del país (tal es lo que dice la ecuación 2). Pero, por otra, al admitir rendimientos marginales
decrecientes en los factores, según se vaya incrementando K, para un determinado L, cada vez aportará menos al incremento del producto. En
el límite, por tanto, la economía accederá a un estadio en el que no habrá crecimiento alguno: el estado estacionario. Sin duda, ese resultado
es totalmente contrario a la evidencia, pues lo que observamos en la economía real es que los países mantienen, con oscilaciones, una senda
continuada de progreso. Como veremos más adelante, este resultado es, en gran medida, consecuencia de haber desconsiderado el efecto del
progreso tecnológico. No obstante, antes de corregir esa limitación planteémonos qué determina ese estado estacionario.

Pues bien, aunque en el Recuadro 1 se ofrece un desarrollo más detenido, la intuición sugiere que el estado estacionario se situará allí donde
se iguale la capacidad de inversión (que viene determinada por el ahorro) con el capital que se requiere para mantener la relación capital-
trabajo inalterable, tomando en cuenta tanto el deterioro del capital (depreciación) como la incursión de nuevos activos al mercado de trabajo
(crecimiento de la población). Es decir:

(3)

Donde el asterisco expresa que son los valores de las variables correspondientes al estado estacionario. El lado izquierdo de la igualdad
expresa el ahorro per cápita y el lado derecho las necesidades de aportación de capital per cápita, dado el crecimiento demográfico y la
depreciación. En este punto (el estado estacionario) se mantendrá constante la relación capital per cápita de la economía y, por tanto, también
la renta per cápita.

Gráfico 2. El equilibrio estacionario en el modelo de SOLOW simple


La relación expresada en (3) puede trasladarse a un gráfico (gráfico 2). La representación de la función agregada de producción per cápita (y)
adopta una forma cóncava para indicar que existen rendimientos marginales decrecientes: a medida que se incrementa el stock de capital por
trabajador, aumenta el producto per cápita, si bien a tasas cada vez menores. La expresión (n + δ)k se representa a través de una recta, ya que
tanto n como δ son parámetros; y sy como una curva por debajo y con similar trayectoria a y, dado que s es constante y su valor se encuentra
entre 0 y 1. Pues bien, el punto de intersección de estas dos líneas es el que expresa la relación capital-trabajo de equilibrio k*, allí donde se
cumple la igualdad (3). En cualquier lugar a la izquierda de este punto ocurre que sy > (n + δ)k, es decir, la capacidad de ahorro supera las
necesidades de capital que impone el crecimiento de la población y la amortización del equipo existente, con lo que crecerá la relación capital-
trabajo, desplazándose la economía de nuevo hacia el punto de equilibrio. Y lo contrario sucederá en todo lugar que esté a la derecha de k*,
garantizando la estabilidad del equilibrio.

Recuadro 1: El equilibrio en el modelo de SOLOW

a) Sin progreso técnico

Para demostrar las condiciones propias del estado estacionario, se puede partir de la ecuación de acumulación. Se sabe que el
ahorro se orienta a financiar la inversión y que esta se traduce en incremento o en reposición del capital. Es decir:

A su vez,

Al sustituir (ii) en (iii), queda:


Por definición, el estado estacionario es aquél en el que la relación capital-trabajo no se altera (k· =0), con lo que el estado
estacionario se conseguirá allí donde:

expresando con asterisco la variable en el estado de equilibrio

b) Con progreso técnico exógeno

Las nuevas variables en términos eficientes son:

Y en términos trabajo eficientes:

Al igual que antes (i) la función de acumulación será:

, pero si se divide todo por AL queda:

A su vez,

Si se despeja
en (vii), se sustituye en (vi) y se reordena, queda:

En el equilibrio estacionario

, por lo que la condición de equilibrio es:

Podríamos tratar de afinar algo más la expresión del estado estacionario. Para ello, si se despeja k* en la ecuación (3), teniendo en cuenta la
función de producción (2), resulta

(4)

Y, dado que y = kα, entonces la renta per cápita de equilibrio será,

(5)

Es decir, el nivel de renta per cápita propia del estado estacionario es tanto mayor cuanto mayor sea la propensión al ahorro y menores sean la
tasa de crecimiento de la población y la tasa de depreciación. Obsérvese que el lado derecho de la ecuación (5) es una relación entre
parámetros, lo que sugiere que la renta per cápita del estado estacionario es estable a lo largo del tiempo. Y, por consiguiente, para que esto
se cumpla la tasa de crecimiento de la renta debe ser igual a la de la población.

Una consecuencia que se deriva del análisis del estado estacionario es que la tasa de ahorro si bien influye en el nivel de renta per cápita del
equilibrio, no repercute sobre la tasa de crecimiento de la economía en el estado estacionario. Dicho de otro modo, el incremento de la
propensión a ahorrar conduce a un desplazamiento de sy hacia arriba, dando lugar a un nuevo punto de equilibrio de mayor renta per cápita,
pero no altera el ritmo de crecimiento de la economía una vez que esta alcanza el nuevo estado estacionario.

FOOTNOTES

Aunque las variables son flujos que remiten a un momento temporal dado, a lo largo de la exposición se omitirá el subíndice t para simplificar la
notación.
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Crecimiento y desarrollo
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3. El modelo de Solow
3.2. Crecimiento con progreso técnico

3.2. CRECIMIENTO CON PROGRESO TÉCNICO

Al objeto de completar el desarrollo analítico, puede incorporarse ahora el progreso técnico en la función agregada de producción. Se
recurrirá para ello a una expresión genérica, que supone que el nivel tecnológico progresa a un nivel constante en el tiempo; y que todo
progreso se traduce en un incremento de la eficiencia del trabajo (en términos técnicos, esto indica que el progreso técnico es neutral a lo
Harrod).

(6)

Donde la tasa de crecimiento del progreso técnico se supone que es λ (A• /A=λ). Definamos dos nuevas variables, expresando el producto y el
capital en términos per cápita eficiente. Es decir:

En este caso, la ecuación (2) se transforma

(7)

y la (3) en (para mayor desarrollo véase Recuadro 1)

(8)

La nueva condición de equilibrio estacionario será, por tanto:


(9)

Si ahora se quiere conocer la renta per cápita que resulta de este estado estacionario (construido con valores de trabajo eficiente), basta
descomponer de nuevo las variables construidas. Es decir:

(10)

En este caso, la renta per cápita de equilibrio está sometida a una continua expansión, dada la presencia de un progreso técnico (A) que crece
a un ritmo λ. Por su parte, la tasa de crecimiento de la renta, en el estado estacionario, será igual a la suma de las tasas de crecimiento de la
población y del progreso técnico (es decir, n+λ).

Acorde con esta visión, las diferencias en los niveles de renta per cápita de los países se deben a la existencia de diversos niveles de ahorro (e
inversión), crecimiento demográfico, depreciación del capital y tasa de progreso técnico. Al tiempo que las razones del crecimiento económico
aparecen asociadas a la dinámica de acumulación de capital (si el país está alejado de su estado estacionario) y del progreso técnico (que, en
este caso, se ha considerado exógeno).
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3. El modelo de Solow
3.3. Contabilidad del crecimiento

3.3. CONTABILIDAD DEL CRECIMIENTO

Además de su solvente fundamentación microeconómica, el modelo de SOLOW aporta una ventaja práctica: a partir de su formulación, es
posible derivar una contabilidad del crecimiento, capaz de inspirar el trabajo empírico sobre los factores promotores de la dinámica
económica (Recuadro 2). La condición de un progreso técnico que crece en el tiempo a ritmo constante equivalente a λ puede formalizarse
como: A= eλt.

En cuyo caso, la función de producción se puede transformar en:

(11)

Aplicando logaritmos neperianos, se obtiene:

(12)

La derivación con respecto al tiempo de la expresión (26), conduce a:

(13)

De modo que el crecimiento del producto puede entenderse como el resultado de la agregación de tres factores: el crecimiento de las horas
trabajadas, el incremento del stock de capital productivo y la tasa de progreso técnico (o incremento de la productividad total de los factores),
λ.

La aplicación de este procedimiento a los países desarrollados revela la importante contribución que el progreso técnico ha tenido en la
dinámica de crecimiento económico a lo largo del presente siglo (Cuadro 1). Entre un tercio y la mitad del crecimiento económico viene
explicado por este factor. Es en el período de la «edad de oro», entre 1950 y 1973, cuando las cuotas correspondientes a este factor se hacen
mayores. En el caso de las regiones en desarrollo, sin embargo, buena parte del crecimiento descansa sobre la dinámica de expansión de los
factores productivos, quedando un margen menor de contribución para los incrementos de productividad. De hecho, en alguna de las regiones
(África y Oriente Medio) la aportación de este factor es negativa.

Cuadro 1. Análisis comparado de las fuentes del crecimiento


País/Región Período Capital Trabajo Productividad Crecimiento del PIB
1913-50 1,2 0,3 0,7 2,2
Japón 1950-73 3,1 2,5 3,6 9,2
1973-92 2,0 0,8 1,0 3,8
1913-50 0,8 0,1 0,4 1,3
Reino Unido 1950-73 1,6 0,2 1,2 3,0
1973-92 0,9 0,0 0,7 1,6
1913-50 0,9 0,6 1,3 2,8
Estados Unidos 1950-73 1,0 1,3 1,6 3,9
1973-92 0,9 1,3 0,2 2,4
1913-50 0,6 0,4 0,3 1,3
Alemania 1950-73 2,2 0,5 3,3 6,0
1973-92 0,9 –0,1 1,5 2,3
Sur de Asia 1960-94 1,8 1,6 0,8 4,2
Latinoamérica 1960-94 1,8 2,2 0,2 4,2
África 1960-94 1,7 1,8 –0,6 2,9
Oriente Medio 1960-94 2,5 2,3 –0,3 4,5

Fuente: Tomado de Crafts (2000): «Globalization and Growth in the Twentieth Century», IMF Working Paper, Washington

Recuadro 2

LA CONTABILIDAD DEL CRECIMIENTO

La contabilidad del crecimiento, desarrollada principalmente a partir del modelo de SOLOW, tiene como objetivo estimar la
contribución que cada factor realiza a la dinámica económica. Para ello, se parte de la función de producción de dicho modelo:

(i)

como se ha visto, la expresión en tasas de crecimiento es

(ii)

Esta ecuación indica que la tasa de crecimiento de la producción iguala a la suma ponderada de las tasas de crecimiento de cada
factor, siendo α, (1–α) y 1 las ponderaciones del capital, trabajo y tecnología, respectivamente. Si se acepta la teoría marginal de la
distribución de la renta, y teniendo en cuenta que la tecnología no se considera un bien apropiable, se cumple que

(iii)

(iv)
donde w y r representan las remuneraciones del trabajo y del capital, respectivamente. Multiplicando (iii) por K, (iv) por L y
dividiendo ambas ecuaciones por Y se llega a

(v)

(vi)

Por tanto, α y (1–α) son las participaciones del capital y el trabajo (S Ky S L respectivamente). Sustituyendo ambas ecuaciones en (ii)
se deduce que

(vii)

expresión que indica el modo de contabilizar el crecimiento. En primer lugar, se calcula el aumento de la producción;
posteriormente, se estima la suma ponderada del crecimiento del trabajo y del capital, utilizando como ponderación la distribución
de la renta; y, finalmente, se determina la diferencia entre ambas magnitudes que, según el modelo de SOLOW, debe ser atribuida al
progreso tecnológico. Los estudios empíricos que utilizaron este procedimiento constataron que entre un tercio y la mitad del
crecimiento se debe a la contribución que realiza la variable progreso técnico.

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