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APUNTES DE TEOLOGÍA MORAL

La moral de S. Pablo
San Pablo era un judío perseguidor de los cristianos por fidelidad a su fe, por herejes hasta
que un día tiene un encuentro con Cristo y cambia su vida radicalmente y se termina
convirtiendo en apóstol. San Pablo tiene varias cartas escritas con enseñanzas morales y
se fundamenta la moral paulina en las siguientes características:
- Moral que parte de su propia experiencia personal:
El objeto de su moral es el encuentro con Cristo, el encuentro con una persona. Su centro
es Cristo
Para Pablo lo importante es la persona porque el mensaje de Cristo se dirige a la persona,
sea a la que sea y como sea, así Cristo libera del pecado y salva.
La moral de pablo es la moral de la persona.
- Es una moral de la libertad.
Nos referimos a Galatas 5 con el siguiente comentario:
Cristo nos ha hecho libres para que vivamos en la libertad y San Pablo nos dice que no
nos sometamos a una nueva esclavitud. Esto nos puede llevar a la moral de la alianza para
que podamos actuar con la moral correcta y seguir el camino correcto. Dios le ofreció a
Israel un decálogo de liberación.
Cristo establece con la Iglesia una nueva alianza para que Dios libere al hombre de forma
más directa del pecado y de la ley. Si hacemos lo que nos da la gana, podemos caer en la
tentación y esclavitud de la carne y el pecado.
Cristo nos ha hecho libres y esa libertad se vive desde el precepto del amor.
- Moral del Espíritu
El Espíritu es el que nos mueve y nos sana, nos llena y nos guía. Es el que viene a sanarnos
y pone en nuestro corazón el deseo del bien, dejemos atrás los males, los rencores y los
egoísmos. Los impulsos nos guían a cosas que no son buenas.
Espíritu y carne están contrapuestos, muchas veces nos enfadamos con gente a quien
queremos y otras tantas le hablamos mal a gente a quien queremos, después nos damos
cuenta del mal y nos sentimos mal con nosotros mismos porque solemos tener una lucha
interna, el Espíritu santo es el que nos guía para alejarnos del mal.
El ser humano es cuerpo y alma. La moral paulina nos dice que el Espíritu santo actúa en
el hombre por el Espíritu humano, es el que nos sana los apetitos, tendencias…

El acto de fe
Consiste en depositar confianza, fiarme, le doy algo de mi existencia porque me
demuestra cierto respeto esa persona. Descubro en ese alguien una seriedad de la que yo
me puedo fiar, una autoridad moral y por eso me fio, reconozco ciertos valores, cualidades
que yo aprecio y admiro y por eso yo deposito mi confianza en él.
Tres niveles:
- Creer en alguien y confiarse en esa persona. Le abro mi intimidad porque me fío
- El acto de creer en un grupo social o ideología, asociación. Por ejemplo equipo de
futbol, partido político…porque tengan unos valores o ideas que para mí sean
interesantes. Creer en un grupo lleva afiliación al mismo lo que me exige fidelidad
a ese grupo. Eso lleva a una dependencia y colaboración.
EL SUJETO DE LA MORAL: LA PERSONA HUMANA.
El ser humano tiene una dignidad que se fundamenta en que el hombre ha sido creado a
imagen y semejanza de Dios. Ha sido creado por amor y ha sido llamado y amado al
mismo tiempo. La única criatura importante de la creación.
Nuestro cuerpo goza de una dignidad que no goza el cuerpo de una vaca y esto se debe a
que la vaca no tiene alma, nosotros sí. No es aceptable que nos comamos unos a otros
moralmente hablando.
Las dimensiones esenciales constitutivas del ser humano son:
- Cuerpo
- Alma
Hay otras dimensiones constitutivas de la persona que son:
- Sociabilidad
- Historicidad
- Elevación por la gracia.
Estructura psíquica del sujeto moral
La filosofía clásica reduce a dos dimensiones que son:
- Entendimiento
- Voluntad. Capacidad de decidir por sí mismo
Estas dos dimensiones desarrollan cualidades propias del Espíritu en 4:
- Auto-reflexión. Materia – piedra, que no siente nada. Un árbol si le damos golpes
con un martillo no siente dolor pero más allá de su estructura física, el árbol
reacciona a eso de alguna manera, una piedra no reacciona. Un animal si
experimenta dolor pero no reflexiona ni asimila como sentimiento el dolor. El ser
humano sí que es capaz de reflexionar sobre los sentidos, lo que siente, interioriza.
- Auto – posesión. La posibilidad de reflexión de que es capaz el espíritu es tal, que
puede encontrarse consigo mismo y es así como el ser humano llega a
autoposeerse y a descubrir la riqueza de lo que realmente es. Hacerme dueño de
mí mismo.
- Auto – comunicación. A través de la autoreflexión se ha encontrado consigo
mismo y se autoposesiona de sí, adquiere tal riqueza que tiende a comunicarse.
Después de hacerme dueño de mí mismo, decido. Va unida al auto posesión.
- Auto – determinación. Se presenta como el culmen de la actividad espiritual ya
que supone las tres operaciones anteriores pero al mismo tiempo les da su
verdadero sentido. Es la libertad que te da después de tener un conocimiento
pleno.
Definición de libertad de León XIII. Capacidad que tiene el ser humano de elegir entre
distintos caminos para alcanzar un determinado fin.
¿El hombre es libre? Si decimos la definición de León XIII seríamos libres pero si hay un
solo camino y una sola meta, la respuesta sería no, porque no podríamos elegir. Si en el
esquema hubiera un planteamiento de elegir a Dios o rechazar a Dios, entonces si
seríamos libres porque elegiríamos entre varias opciones. La libertad no se nos da para
que neguemos o rechacemos a Dios, sino para poder elegirlo entre otras opciones.
Distinguir entre libertad moral y libertad física, libertad de coacción y libertad de
necesidad.
- La libertad física: es la ausencia de ataduras.
- Libertad moral: es cuando hay una obligación moral.
Si se presenta la libertad como mera ausencia de ligaduras, inmediatamente se percibe
que podemos referirnos a los lazos de una obligación (libertad moral) o a las ataduras que
pueden inmovilizar a una persona (libertad física).
- Libertad de coacción: es cuando la ausencia de libertad viene desde dentro de mí
mismo.
- Libertad de necesidad: es desde fuera de la persona que vienen los impedimentos.

1. ¿Cuál es la diferencia entre los así llamados “actos humanos” y “actos del
hombre”? *
Los actos humanos son todos aquellos que son realizados consciente y libremente
por el hombre. En cambio los actos del hombre son aquellos realizados por un
individuo humano pero sin libertad, por ejemplo los actos fisiológicos,
instintivos…

19. ¿Qué se quiere decir con la expresión “actos intrínsecamente malos”? *


Se afirma que sólo serían absolutamente malas aquellas acciones que claramente
estuvieran en contra del último fin del hombre. En los últimos tiempos se ha cuestionado
la existencia de tales acciones, absolutamente malas por razón de su objeto. Pero en
muchos casos es difícil afirmar que ninguna excepción sería conciliable con las exigencias
del último fin.
La encíclica Veritatis Splendor recuerda con insistencia que existen actos que, en la
tradición moral de la Iglesia, han sido denominados "intrínsecamente malos": lo son
siempre y por sí mismos, es decir, por razón de su objeto, independientemente de las
intenciones del agente y de las circunstancias que acompañan a la acción.
20. ¿Qué son las normas absolutas morales o “absolutos morales”?*
Son prohibiciones de ciertos actos que, ya sólo por su objeto, serían absoluta e
intrínsecamente malos. Por ejemplo no se debe matar nunca a un ser humano inocente, es
una norma moral absoluta, que prohíbe moralmente un acto que es intrínsecamente malo:
malo en sí y por sí, y no en función del por qué es realizado, o de sus posibles
consecuencias.

Libertad humana según Karl Rahner


Rahner dice que la libertad humana no podemos entenderla como la elección entre objetos
o metas entre los cuales también estaría Dios. Entendemos la libertad como que podemos
elegir distintas cosas entre las cuales está Dios, pues Rahner dice que eso no es la libertad,
porque Dios que es el que me ha creado es el que me da la libertad para elegirlo.
Y, sin embargo, para una adecuada comprensión cristiana de la libertad, es preciso pensar
que ésta no sólo es capacitada desde Dios y es referida a Dios: el ser humano puede ejercer
su libertad también frente a Dios mismo, es decir, frente a la propia posibilidad humana
de ser en plenitud. Esa situación dramática es el recordatorio de que «la libertad es en su
origen libertad del sí o del no a Dios y, por ello, libertad del sujeto para consigo mismo».
La libertad no la vivimos solo frente a Dios, sino en Dios. Porque si no, no seríamos
libres.
Rasgos fundamentales del comportamiento moral
1. En primer lugar, ha de tratarse de un comportamiento suficientemente consciente, tanto
si nos referimos a la conciencia psicológica como a la conciencia moral.
2. Ha de tratarse, además, de un comportamiento interiorizado, lo cual quiere decir que el
ser humano acepte e interiorice el valor ético que incluye su opción.
3. Ha de tratarse, como es evidente, de un comportamiento voluntario y libre, respecto
a cualquier tipo de coacción extrínseca y aun respecto a un eventual constreñimiento
intrínseco.
4. Y ha de tratarse, en consecuencia, de un comportamiento imputable, es decir, que
pueda atribuirse a una persona como responsable de tal actitud u omisión, de tal deseo o
proyecto, de tal resentimiento o nostalgia.
Los rasgos fundamentales importantes son: conocimiento consciente, voluntario y libre.

Principio del doble efecto


Nos ayuda cuando nos encontramos con un conflicto de valores. Tenemos un acto con
doble efecto: uno es bueno y otro es malo. Hay una serie de condiciones que se deben de
tener en cuenta para aplicar este principio como son: que la acción en sí misma sea buena
o neutra, que el efecto bueno y el malo se den al mismo tiempo, proporcionalidad entre
el efecto bueno y el efecto malo (el efecto negativo nunca puede ser mayor que el efecto
positivo), buscar solo el efecto positivo, no el negativo, pero si preverlo y consentirlo
porque no podemos evitarlo.
Ej: Una mujer embarazada tiene que operarse de urgencia sí o sí (no hay otra opción) pero
tiene el riesgo de que si se opera, le puede pasar algo al bebé. Ella no quiere ni morirse
ella ni que le pase nada al bebé pero no hay otra solución que operar. Hay dos efectos que
se dan al mismo tiempo, ella busca el efecto bueno de salvarse ella y que no le pase nada
al bebe pero también está el efecto malo que el bebé puede morir. En esa situación se
aplica el principio de doble efecto para quitarse la responsabilidad porque realmente ella
no quiere que pase nada malo sino todo lo contrario, pero no queda otra opción para poder
llegar al efecto bueno que es recuperar la salud de la madre y salvar al bebé.
Criterios a tener en cuenta para ver si el acto es bueno o es malo:
La formulación del principio incluye, de una forma o de otra, las cuatro condiciones
siguientes:
1) La acción misma, de la que se deriva una consecuencia mala, tiene que ser buena o
indiferente, pero no mala en sí misma, independientemente de las circunstancias.
2) El efecto bueno y el malo tienen que seguirse con igual inmediatez de la acción (pues,
de lo contrario, la consecuencia mala sería un medio para alcanzar el efecto bueno).
3) Únicamente el efecto bueno ha de ser perseguido por el actuante, que se limita a
permitir o tolerar el malo.
4) Tiene que haber un motivo proporcionado para asumir la causa y permitir el efecto
malo.

¿Por qué es aceptable moralmente el principio del doble efecto, siendo así que
se produce un efecto negativo?

En el principio de doble efecto, una acción con varios efectos, buenos y malos, es
aceptable si y sólo si no pretende provocar el mal ni como un medio ni como un fin.
La acción realizada de acuerdo con este principio es moralmente aceptable porque en la
voluntad del sujeto hay solamente adhesión al bien visto en el fin; el mal del efecto
secundario es solamente tolerado.
Este principio es fundamental porque lo utilizamos diariamente y hagamos lo que
hagamos siempre causamos un mal.

Actos intrínsecamente malos

Hay actos que por sí mismos independientemente de las circunstancias, del fin… siempre
serán malos.
El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las
circunstancias. Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su objeto sea de suyo
bueno, como dar limosna, orar y ayunar «para ser visto por los hombres». Ninguna
finalidad buena justifica un acto malo.
El objeto de la elección puede por sí solo viciar el conjunto de todo el acto. Hay
comportamientos concretos, como la idolatría, el homicidio, la calumnia o el adulterio,
que siempre es un error elegirlos, porque su elección comporta un desorden de los valores
éticos objetivos, una prostitución de la verdad ética objetiva.
Es, por tanto, erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la
intención subjetiva que los inspira o las circunstancias que son su marco. Hay actos que,
por sí y en sí mismos, independientemente del fin del que actúa o de la intención, son
gravemente ilícitos por razón de su objeto.
El acto depende siempre de la intencionalidad que hay detrás, debemos saber que hay
detrás para poder decir si un acto es bueno o es malo. Los actos absolutos morales siempre
serán malos independientemente de las circunstancias, del fin y de todo.
La doctrina tradicional suponía la existencia de «absolutos morales», es decir, de
prohibiciones de ciertos actos que, ya sólo por su objeto, serían absoluta e intrínsecamente
malos. Porque el fin no justifica los medios.
Se afirma que sólo serían absolutamente malas aquellas acciones que claramente
estuvieran en contra del último fin del hombre.

¡No está permitido hacer un mal para obtener un bien! El fin no justifica los medios.

NORMAS Y VALORES EN LA ÉTICA CRISTIANA (PÁG 213, 118 PDF)

Hablar de la norma tiene dos objeciones:

- Coincidir la ética y la moral cristiana con una moral de la norma = la imagen de


una moral heterónoma e impositiva.
- Confundir la norma, lo normado con lo normal.
En cuanto a la norma podemos delimitar algunos conceptos:

1. Una norma heterónoma, es la que me es dada desde fuera, que me es impuesta.


2. Norma autónoma, es la norma que me encuentro dada en mi propia naturaleza.
3. Norma teónoma, es aquella norma que nos da Dios.

Noción de norma: «regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas,
tareas, actividades, etc.». nos conduce y nos dirige en un determinado comportamiento.

Norma moral: Es la formulación lógica y obligante del valor moral.


Fundamentación de la norma
La norma puede darse con tres fundamentos:
- Está en la naturaleza del hombre. Los valores se encuentran enraizados en la
misma naturaleza o verdad óntica del ser humano. Las normas morales gozarían
por tanto de un fundamento «natural», absoluto, aplicable a todos los hombres y
todas las culturas, vinculante en todas las situaciones y, en consecuencia,
indispensable.
- La revelación (para los creyentes). Los valores éticos habrían sido conocidos a
partir y por medio de una determinada revelación, acontecida en la historia en el
ámbito de una concreta confesión religiosa. Las normas morales obtendrían su
vigencia y su sanción en el marco de esa experiencia religiosa y de su propia
vinculación obligante.
- Ver que me dice la ciencia y la técnica. Los valores morales son independientes
de los valores generales de la humanización, perseguidos por el progreso
científico-técnico. La ciencia y la técnica serían normativas por sí mismas. La
correcta fundamentación sería una combinación de todo, porque cada uno de estos
fundamentos se complementa entre sí.
Valor moral: Bienes (bondad) o cualidades apetecibles para el hombre en función de
su desarrollo y de su realización integral y plena.
El valor de la cosas tiene dimensión subjetiva que nos puede ser valiosa o no pero los
valores morales no pueden tener esa cualidad. Cuando yo no respeto los valores morales,
no puedo alcanzar el fin para el que es propio. Si yo no respeto el valor de una persona,
no puedo alcanzar la felicidad plena.

Características de los valores morales


- Enraizamiento en la persona humana. Nuestra naturaleza
- Seriedad de insobornabilidad. Indispensables para el crecimiento de la persona.
No se puede sobornar el valor… el juez que es justo en cuanto a una sentencia si
lo sobornan, deja de ser un juez íntegro y justo.
- Perfectibilidad. Nuestros valores tiene que ir perfeccionándose a raíz de nuestras
experiencias. Toda la vida del hombre es siempre ese desarrollo, ese esfuerzo por
ir progresando
- Bipolaridad. Frente a un valor, siempre existe un antivalor… frente a la fidelidad
existe la infidelidad, frente a la verdad está la mentira…
- Relatividad de historicidad. Tiene esa vertiente de relatividad en cuanto a su
historicidad. Los valores, siendo objetivos en sí mismos, son percibidos en un
tiempo, un lugar, un tipo de sociedad o de vida. Cada cultura valora «sus» valores.
De hecho, se dan notables diferencias históricas en la forma de captar y vivir un
valor determinado. El valor de la libertad es tan objetivo como la dignidad de la
persona, aunque históricamente la admisión y defensa de la esclavitud muestre
dolorosamente la historicidad de la percepción de tal valor.
- Jerarquibilidad y a la conflictividad. No todos los valores morales tienen la misma
importancia. El valor de la vida humana está por encima de cualquier otro valor.
Los valores, en efecto, guardan un orden intrínseco con relación a la supervivencia
y realización global de la persona o de la sociedad. Pero hablar de la jerarquía de
los valores evoca inmediatamente las situaciones en que esos mismos valores
entran en conflicto entre sí. En el caso de una agresión injusta entran en conflicto
el valor de la propia vida y el valor de la vida del agresor.
Ante un conflicto de valores tenemos que optar por el mal menor. Hay que optar por
salvar una vida humana que tener la responsabilidad de ir a clase.

Definición de la ley ofrecida por Santo Tomás: «Ordenación de la razón, dirigida al


bien común, y promulgada por el que tiene a su cargo la comunidad».
LA CONCIENCIA
Según el Catecismo de la Iglesia Católica: «La conciencia moral es un juicio de la razón
por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa
hacer, está haciendo o ha hecho».
Encíclica Veritatis splendor definición de conciencia: «acto de la inteligencia de la
persona, que debe aplicar el conocimiento universal del bien en una determinada situación
y expresar así un juicio sobre la conducta recta que hay que elegir aquí y ahora».
Terminología relativa a la conciencia
- Conciencia habitual: Facultad que tenemos para emitir juicios de conciencia.
Puede ser recta o defectuosa. Recta será cuando su juicio coincide, de ordinario,
con los valores morales fundamentales y dirige efectivamente la acción en ese
sentido. Será defectuosa cuando la inadecuación a los valores objetivos, que
constituye el «defecto», puede manifestarse en dos formas contrapuestas.
La conciencia defectuosa se divide a su vez en dos conciencias: En el primer caso
estamos ante una conciencia ancha o laxa, y a veces farisaica, cauterizada por la
hipocresía o deformada por la educación y la costumbre de admitir como válido
cualquier comportamiento. En el segundo caso nos encontramos ante una
conciencia escrupulosa, a veces generada por causas psicopatológicas y con
frecuencia reforzadas por factores exteriores.
- Conciencia actual: Yo emito un juicio concreto para un acto concreto. Juicio
practico para un juicio concreto. Conforme al acto puede ser anterior al acto o
posterior al acto. Es decir, consiguiente o simultaneo. En cuanto al valor objetivo
puede ser recta, verdadera o errónea. Invenciblemente errónea es cuando no tengo
medios necesarios a mi disposición para formar mi conciencia. venciblemente
errónea es cuando si tengo esos medios necesarios para formar mi conciencia pero
no lo hago. En cuanto a la certeza subjetiva puede ser: cierta, dudosa o probable.
Principios básicos de actuación en el caso de la conciencia
¿Cuándo debemos seguir el dictamen de la conciencia?
¿Actúo moralmente bien cuando hago siempre lo que mi conciencia me dice? La
respuesta es NO. Tenemos que tener claro si nuestra conciencia está bien formada o no.
Principios:
- Norma operativa incondicional. Siempre tenemos que seguir el dictamen de la
conciencia cuando es recta y es cierta. Cuando estamos seguros y coincide con el
bien objetivo. Ej: Jarra de porcelana/cristal.
- Nunca es licito obrar contra la propia conciencia indudablemente cierta aunque
fuera invenciblemente errónea. Siempre tenemos que seguir el dictamen que nos
dicta nuestra conciencia si estamos seguros pero no cuando estamos equivocados.
Error de la conciencia, dos capítulos: no tengo medios de formarme correctamente
(Cuando es invencible yo no tengo culpa pero cuando es vencible sí que tengo
culpa del error). Ej: Matar al vecino que ha violado a una vecina. Tengo un vecino
que ha violado a una vecina y mi conciencia me dice que tengo que matarlo y
tengo todos los medios, no lo hago porque me da pena o lo que sea, moralmente
estaría obrando mal porque no he hecho caso a lo que la conciencia me dice, pero
objetivamente estaría obrando bien porque matar no es lo correcto.
- Nunca es lícito actuar con una duda práctica de conciencia. Si yo no sé si lo que
hago está bien o está mal estamos cayendo en el error. Tampoco podemos actuar
con una conciencia venciblemente errónea. No podemos actuar ni con duda ni con
un error que sea vencible.

Concepto “Pecado” según San Agustín:


«Todos los pecados se reducen a una sola realidad, que alguien se aparta de las cosas
divinas y verdaderamente estables y se vuelve a las que son mudables e inciertas».
Diferencia entre pecado original y personal
Pecado original: El que cometieron Adán y Eva.
Pecado personal: Aquellos pecados que nosotros cometemos con nuestro conocimiento y
libertad.
Pecados graves y pecados leves
Pecado mortal: «El pecado mortal destruye la caridad en el corazón del hombre por una
infracción grave de la ley de Dios; aparta al hombre de Dios, que es su fin último y su
bienaventuranza, prefiriendo un bien inferior» (CEC 1855). Nos aparta de Dios, lo que
quiere decir que nos priva de la salvación porque supone la muerte del alma.
Se dan tres condiciones:
«Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es
cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento» (CEC 1857).
Pecado venial: «el pecado venial debilita la caridad; entraña un afecto desordenado a
bienes creados; impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y la práctica
del bien moral... aunque no rompe la Alianza con Dios» (CEC 1863).
«Sin romper la comunión y la amistad con Dios y sin apartarle de su gracia, contradicen
el amor de Dios y hacen que el hombre se detenga en su camino hacia Dios y le debilitan
para vivir en aquella comunión con El».

Definicion de Karl Rahner Virtud: Fuerza para realizar lo moralmente bueno para
hacerlo con alegría con constancia e ilusión a pesar de que suponga un sacrificio y un
esfuerzo.
¿Qué es el valor moral?
Llamamos valor moral a un valor que es diverso de los demás valores, y según el cual
juzgamos las acciones humanas como buenas o malas en cuanto tales, y a las personas
como buenas o malas en cuanto tales.
¿En qué sentido los valores tienen una dimensión objetiva y otra subjetiva al mismo
tiempo?
Cuando descubrimos el valor en el objeto. El valor tiene a la vez una dimensión subjetiva
y otra objetiva. Por un lado, tiene que ser descubierto por el sujeto. Por otro, el sujeto lo
“descubre” no lo crea. Por ejemplo, cuando yo aprecio un buen filete, cuando veo que
“vale”, no soy yo quien hace que el filete valga. Más bien, descubro, aprecio algo en ese
objeto que corresponde a una tendencia mía. No vale porque yo lo aprecio, sino lo aprecio
porque vale, porque contiene ese algo que hace de ello un bien para mí.
¿Por qué el valor moral es el valor más importante y el que define más
profundamente a las Personas?
Porque es el valor de la persona en cuanto tal… Y esto es así porque, es el valor que tiene
que ver con aquello que es más propio y definitivo en la persona en cuanto sujeto
personal: su propia libertad.
¿Cuál es la diferencia entre los así llamados “actos humanos” y “actos del hombre”?
Los actos humanos son todos aquellos que son realizados consciente y libremente por el
hombre. En cambio los actos del hombre son aquellos realizados por un individuo humano
pero sin libertad, por ejemplo los actos fisiológicos, instintivos…

¿Hay moralidad en los “actos del hombre”? ¿Por qué?


No, porque no depende realmente de su libre voluntad. Los actos del hombre son los actos
fisiológicos, reflejos, meramente instintivos, y también todos aquellos de los que el sujeto
es consciente pero no dependen realmente de su libre voluntad. De estos la persona no es
verdaderamente responsable, en cuanto que no nacen del querer libre de su yo.

¿Cómo podemos definir la “opción o elección fundamental”?


Es una orientación de fondo que guía los comportamientos de las personas, sin eliminar
su libertad para elegir. Con el tiempo a través de decisiones particulares cada persona
puede reforzar su opción fundamental o cambiarla.

¿Por qué son importantes las actitudes?


Teniendo en cuenta que las actitudes pueden ser positivas o negativas (también desde el
punto de vista moral), que en parte pueden depender del sujeto, y que pueden ser por éste
libremente orientadas e incluso modificadas, comprendemos que entran en el campo de la
propia responsabilidad moral y deben ser consideradas al analizar el comportamiento ético
de la persona, así como al plantearse el problema de su educación, por todo esto son
importantes. Además el tener una buena actitud ante la vida, la manera de afrontar los
problemas, de ver las cosas…hace en mi opinión a la persona mucho más feliz que una
persona que tiene una actitud negativa para todas las situaciones a las que se enfrente.

¿Puede ser moralmente bueno un acto si alguno de sus “factores” es malo?


La acción es mala cuando la voluntad adhiere al mal que la razón ve en uno cualquiera de
los tres elementos o factores que la componen. La moralidad del acto proviene de la
interrelación de esos tres elementos es un relación con la razón y en cuanto queridos por
la voluntad libre.
¿Cuál es el primer principio de la “razón práctica” y de la moralidad misma?
La razón práctica, que tiene como objeto propio el bien, razona en función de su propio
principio fontal, llamado “primer principio de la moralidad”: “se debe hacer el bien y
evitar el mal. Igual que el principio de no contradicción no es sino la expresión de la
realidad del ser, el primer principio de la moralidad no es sino la expresión de la realidad
del bien: en el campo moral, decir bien es igual a decir “faciendum”; decir mal es igual a
decir “vitandum”.
¿Se debe seguir siempre el juicio de nuestra conciencia? ¿Por qué?

Sí, debemos siempre seguir el juicio cierto de nuestra conciencia… Si estamos


verdaderamente convencidos de que algo es bueno o malo, después de haber tratado de
comprenderlo con toda sinceridad, y poniendo los medios necesarios para ello debemos
actuar en consecuencia, habiendo lo que vemos como bueno y rechazando lo que vemos
como malo.

Porque nuestra conciencia nos guía a hacer aquello que es correcto y nos va alejando de
lo malo.

La moralidad del acto humano consiste en la adhesión de la libre voluntad del sujeto al
bien o al mal. Pero el bien y el mal son necesariamente presentados a la voluntad del
individuo a través del juicio de su conciencia. Por ello, cuando el sujeto está sinceramente
convencido de que un acto es bueno y lo quiere, su voluntad se adhiere al bien en cuanto
visto por su conciencia.

¿Cuándo está disculpado el sujeto que actúa con “conciencia falsa o errónea”?

Se suele decir que aunque la conciencia errónea obliga siempre, sólo disculpa moralmente
al sujeto si el error es invencible e inculpable.

Se entiende por error invencible aquél en el que el sujeto yerra sin ninguna posibilidad de
salir de su error y conocer la verdad moral. Puede ser el caso de quien ha vivido desde
niño en un ambiente en el que todo y todos le han llevado a ver erróneamente cierto tipo
de acción como buena o mala.

Se llama culpable a aquél error de conciencia del cual el sujeto es de algún modo
responsable… Él es, de alguna manera, el causante de su propio error. Hay sobre todo tres
tipos de error culpable.

¿Cuáles son los tres tipos de error culpable?

* Error por negligencia: cuando el sujeto debería estar bien informado de la cualidad moral
de un acto, pero ha descuidado (por pereza, superficialidad egoísta, etc.) el esfuerzo por
formar su conciencia y no ha puesto los medios necesarios que estaban a su alcance.
* Error “in causa”: el error de quien yerra a causa de algo que él ha querido libremente y
que sabía que le podría llevar al error.
* Error culpable: actitud de quien yerra porque no quiere conocer la verdad para no tener
que actuar en conciencia de modo diverso a como le interesa.

¿Qué se debe hacer cuándo uno se encuentra en situación de conciencia dudosa?

Una cosa es la duda sobre la moralidad objetiva de un acto, y otra la duda sobre la
moralidad de la realización de un acto. La primera indica que yo no estoy seguro de si
una determinada acción está permitida o no, de si es en sí moralmente correcta o no.
Si la persona se encuentra en estado de conciencia dudosa, no alcanza a percibir o
interpretar la voz de Dios; pero a través de los principios reflejos, puede llegar a
comprender lo que Dios le pide en su conciencia, aun cuando no haya logrado salir de la
duda sobre la moralidad objetiva de su actuación.
Define de forma breve y completa la Ley Moral Natural

La LMN “no es más que la luz de la inteligencia infundida en nosotros por Dios. Gracias
a ella conocemos lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. Dios dio esta luz y esta ley
en la creación”.

La Ley moral natural consiste en una serie de principios morales generales que la razón
natural del hombre formula espontáneamente a partir de su propia naturaleza o modo de
ser.
¿Quién “promulga” la LMN: la razón o Dios?

Podemos decir que es la misma razón humana la que promulga los principios morales
generales. Pero en sentido más profundo y definitivo, vemos que es otro el Promulgador
de la LMN: el Absoluto, Dios.

¿Por qué la naturaleza humana es normativa, es decir, nos exige respetarla?

Porque es necesario que esa naturaleza se presente a la razón humana como normativa
para que constituya la base de la LMN. Si cada uno pudiera hacer lo que quisiera con su
naturaleza sin rebajarse a sí mismo como persona, sin actuar moralmente mal, no
podríamos hablar de Ley Moral Natural.

¿Cuáles son las características de la LMN?

La Ley Moral Natural ha de ser universal e inmutable.


Ahí donde haya un ser humano, en cualquier época o latitud, de cualquier raza, cultura o
religión, habrá siempre un ser que existe con naturaleza humana. Y ese ser estará dotado,
por su naturaleza humana, de la capacidad de razonar sobre el bien y el mal. Comprenderá
que “se debe hacer el bien y evitar el mal”, y verá como buenos o malos los actos que
vayan en armonía o contra la propia naturaleza.

Actos morales
Acción que desarrolla una persona y que es valorada desde el plano de la ética (por su
rectitud, honradez, etc.).

Pecado estructural
El pecado social o estructural es un mal humano que está facilitado a los individuos, por
la organización social, como es por ejemplo, las llamadas “mordidas”, las casas de
prostitución, etc. Se trata de la colectivización de los egoísmos de los individuos.

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