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Introduccion

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la sexualidad humana se define


como un aspecto central del ser humano, a lo largo de su vida. Abarca al sexo,
las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad,
la reproducción y la orientación sexo-afectiva.

De esta manera concebida, la sexualidad se manifiesta a través de múltiples


dimensiones entre las que se incluyen los pensamientos, fantasías, deseos,
creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas y relaciones interpersonales; lo
cual implica que se trata de un aspecto múltiplemente determinado por la
interacción de factores biológicos, psicológicos y socio-económico-políticos.

En la mayoría de las culturas la sexualidad no incluye una visión multidimensional


por lo que afronta diferentes problemas y diversas interpretaciones. La sexualidad
ha sido caracterizada por una falta de conocimientos por parte de las antiguas
culturas y tabúes que se transmiten a través de las generaciones.
Hipotesis:

En nuestra sociedad, la sexualidad sigue siendo un tema tabú.

Pretender interpretar la evolución de la sexualidad únicamente desde el ángulo


biológico es asimilar una sola arista del problema y sabemos que hay múltiples
factores de toda índole que interfieren en esta. En el seno de nuestra sociedad el
sexo no es solo la capacidad de reproducirse, es también una capacidad social de
atracciones, uniones de interacciones organizadas y que pueden llegar a ser un
factor de desigualdad. La sexualidad encierra en su núcleo a nuestra identidad,
nuestra individualidad, nuestro género, nuestro ser.

Uno de los grandes obstáculos que encontramos para la compresión de nuestra


sexualidad, es darnos cuenta de que estamos marcados por las actitudes de las
sociedades pasadas respecto al sexo;1 por ello, para la compresión de las
dificultades actuales en torno a la sexualidad es importante revisar y analizar nuestro
pasado histórico.
Opinión obre el Articulo

A lo largo del tiempo se ha manejado la temática del tabú como una prohibición que
aparece a partir de situaciones desagradables para una persona y que
inmediatamente lo convierten en algo potencialmente malo, y transmiten la
situación de generación en generación demostrando que tal situación es mala por
ende no debe ser practicada.

El tema específico del tabú en la sexualidad viene marcado desde la religión que es el
primer factor de prohibición teniendo en cuenta a las épocas antes de cristo en
donde la sexualidad y el sexo eran vistos como algo normal, en el antiguo Egipto el
sexo significaba poder y placer, por otro lado en la época griega el sexo de hombres
y mujeres solo era la necesidad de tener descendencia y el sexo entre hombres era
considerado placer y conocimiento, En la actualidad el sexo entre hombres es
juzgado se le conoce como homosexualidad y no es bien visto porque la religión ha
mostrado como impura y no la hace parte de su creencia.

Por lo cual la cultura occidental que tiene educación con altos índices religiosos de
cristianismo no permite una sociedad que hombres y hombres tengan relaciones
sexuales entre ellos. La principal conclusión que se da, es que la fotografía y el vídeo
no pueden romper el tabú ya que el consumo del uno y del otro incide
proporcionalmente en la manera en que se obtengan ganancias tangibles. Mientras
la gente siga consumiendo de manera abrupta y se haya adaptado al formato el tabú
existirá, teniendo en cuenta la moral, que define lo que está bien visto en la sociedad
y que no, hablar de sexo seguirá siendo algo de lo cual avergonzarse.
Aportes

Este tabú afecta en gran medida a la forma en la que las personas experimentamos
nuestra vivencia personal respecto a nuestros deseos, sobre todo cuando faltan
referentes o explicaciones alternativas a la heterosexualidad dominante.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de orientación sexual? Según la
definición de la American Psichological Association (APA), con este término hacemos
referencia a la atracción constante hacia otra persona en el plano emotivo,
romántico, sexual o afectivo.

Si el deseo se genera hacia personas de diferente sexo al nuestro, estamos hablando


de heterosexualidad. Cuando este deseo está orientado hacia personas del mismo
sexo, hablamos de homosexualidad (gay y lesbiana). Y cuando el deseo se siente
indistintamente hacia personas de uno u otro sexo, aunque no tiene por qué darse
en intensidad equivalente, entonces nos referimos a bisexualidad.

En las últimas décadas, además, han surgido otros conceptos relativos a la


orientación sexual como pansexualidad, asexualidad, demisexualidad, etc,
planteándose un amplio abanico de posibilidades y, aunque no entremos a conocer
ni profundicemos en estas orientaciones, es importante tener en cuenta que el
esquema clásico a la hora de definir las orientaciones y deseos de la sexualidad ha
dejado de ser válido.

Una duda muy habitual es cuándo se determina la orientación sexual. Muchas


personas reconocen estos sentimientos durante la adolescencia, pero otras lo saben
incluso desde antes. Hay otras personas, en cambio, que no lo identifican hasta
mucho más tarde, durante la edad adulta, especialmente cuando la atracción no es
la heterosexual. No obstante, lo que es necesario puntualizar es que la orientación
sexual no es una opción.

Hoy en día nadie debería dudar que cualquier orientación sexual es válida y no ha de
ser cuestionada por la familia, escuela, grupo de iguales, medios de comunicación,
instituciones y ni la sociedad en su conjunto. A pesar de ello, se siguen generando
situaciones de homofobia, también llamada actualmente LGTBifobia, bullying
homofóbico e incluso delitos de odio por orientación sexual.
Conclusión

La presencia de estos mitos y tabúes pueden favorecer la aparición de disfunciones


sexuales en el hombre como el deseo sexual inhibido, las disfunciones erectibles, la
eyaculación precoz, etc. Esto hace que disminuya el placer en las relaciones sexuales,
y como estos mitos están influidos por la sociedad, los hombres cuentan con grandes
exigencias a las expectativas del rendimiento sexual de su género, y padecen de un
desconocimiento de la fisiología sexual de forma general. Las mujeres también
tienen un gran desconocimiento de su fisiología sexual, y están marcadas desde la
niñez para reprimir la expresión de su sexualidad.
Bibliográfia

https://www.entornoestudiantil.com/la-sexualidad-en-la-republica-dominicana/

https://www.elcaribe.com.do/gente/estilo/aceptar-la-orientacion-sexual-sigue-
siendo-un-tabu-en-la-rd/

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252002000

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