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ASOCIACIÓN CIVIL

"Para aquellos quienes tienen ojos para ver y oídos para escuchar, el bosque es al mismo
tiempo un laboratorio, un club y un templo"
Baden Powell

(Nota: El siguiente texto es un pequeño bosquejo/invitación a construir, modificar o


transformar de forma colectiva. Una semilla que sueña brotar en tierras fértiles para
alimentar comunidad)
1. Introducción
1.1. Naturaleza del proyecto

El presente proyecto surge ante la necesidad de generar instancias de acercamiento entre


pares, en contextos naturales, mediante experiencias lúdicas, educativas y recreativas, con
la finalidad de reflexionar y sensibilizar sobre nuestro vínculo entre nuestra cultura y la
naturaleza desde múltiples perspectivas..

Se aspira a construir un espacio de intercambio, socialización, juego, exploración y


experimentación, con y en la naturaleza. Un lugar que permita la pausa necesaria de las
obligaciones y vorágine de la vida moderna urbana actual, donde las familias puedan
integrarse y participar activamente.

De esta manera el objeto del proyecto se puede enmarcar dentro de la categoría de


educación no formal, y el vehículo seleccionado es la figura legal de Asociación Civil. Este
tipo de actividades educativas se encuentran ligadas a la experimentación, el placer, el
juego y la libertad de elección. Desde esta perspectiva el aprendizaje sucede como
consecuencia secundaria, no como fin último. En contraposición a las posturas de
transmisión curricular vertical y obligatoria.

La propuesta se encuentra fundamentada por varias vertientes de las pedagogías


alternativas, la Educación Viva, el Juego Libre, la Agroecología y la Permacultura. Sin
embargo la intención prioritaria es construir un espacio vivo, mutable y adaptado a las
necesidades que la grupalidad y el contexto se encuentren manifestando, en contraposición
a lo que teorías puedan llegar a preestablecer metodologías rígidas.

1.2. Diagnóstico

De acuerdo con Hueso (2021) estamos inmersos en espacios controlados, sin variedad de
estímulos o experiencias significativas, fenómeno conocido como la “extinción de la
experiencia” por la ausencia de conexión con la vida real y aprendizaje empírico. Situación
que se ve plasmada en la desvinculación total que se observa con la naturaleza y por lo
tanto también en la gran negligencia hacia ella.

En palabras de la autora, el desconocimiento del entorno que se habita es una pérdida de


herencia cultural que genera un estilo de vida cada vez más alejado de ella y de nuestras
necesidades como especie (Hueso 2021).
1.3. Objetivos
1.3.1 Objetivo general

Conformar la Asociación civil “” en la ciudad de Concordia, como espacio autogestivo de


encuentro para la promoción de actividades de educación no formal, orientadas a la
recreación en la naturaleza, para cuyos fines se habilitarán las instalaciones necesarias.

1.3.2. Objetivos específicos

● Impulsar dinámicas comunitarias y asociativas para la gestión, deliberación y


sostenibilidad;
● Desarrollar acciones para vincular a los miembros de la asociación con el medio
ambiente, desde una perspectiva biocultural, agroecológica y permacultural;
● Situar la relación con la naturaleza y la recreación como núcleo transversal y
prioritario a todas las actividades;
● Propiciar eventos, campamentos, excursiones y visitas;
● Adherir e incorporar los principios permaculturales y agroecológicos en las distintas
prácticas y actividades ;
● Promover la unidad y solidaridad entre los asociados
● Ofrecer un espacio para el esparcimiento y recreo, desarrollando talleres deportivos,
recreativos, culturales y artísticos;

● 1.4. Fundamentación

La naturaleza siempre estuvo, está y estará en la historia de este mundo. Es más allá de
nosotros, sin embargo nosotros no somos sin ella. Cada vez que apoyamos los pies en la
tierra, miramos las estrellas y contemplamos el mar, se nos recuerda que somos parte de un
entramado infinito del que nunca vamos a tener dimensión real y al que muchos anhelamos
retornar. Un universo que creemos poder controlar, modificar y explicar a través de la
ciencia, pero que una y otra vez nos devuelve al pequeño y humilde lugar que ocupamos
como eslabón de este gran sistema.

Esta enorme desconexión que vivenciamos se ve manifestada en el claro deterioro


ambiental que observamos, pero también en la gran disminución de calidad de vida, de
salud y de espiritualidad. Porque perdimos el rumbo y olvidamos nuestra esencia, vamos
por la vida con una profunda crisis queriendo emparchar todo con tecnología, consumo o
distracciones, que distan mucho de nuestras verdaderas necesidades como especie y
mamíferos que somos. Para crecer hacia el cielo fuimos cortando nuestras raíces.

Con el propósito de realizar una justificación, no sería preciso referirse a "beneficios" cuando
hablamos de cuestiones relacionadas con patrones biológicos, como lo es el contacto de una
especie con su hábitat natural y la socialización entre pares. Podrá ser elegido o no, pero en
cualquier parte del mundo no deja de ser el patrón natural del homo sapiens y por lo tanto una
necesidad primordial a lo largo de todo su desarrollo. Por lo tanto las implicancias son infinitas,
sin embargo se esboza una síntesis de las mismas.

En primer lugar se puede destacar el rol universal que ocupa la naturaleza como lenguaje
común que compartimos con todas las culturas del mundo. Un lenguaje que hemos ido
perdiendo y con él grandes conocimientos ancestrales que han sido valiosas herramientas
para la supervivencia y la evolución. Wagnon (2020) afirma que el conocimiento de la
naturaleza es una forma de tomar conciencia de nuestros propios límites, nuestra propia
ignorancia y la fundamental humildad ante el mundo que nos rodea. Es mediante esta
conexión desde el conocimiento que también se va formando el afecto y el deseo de querer
proteger eso que amamos. De esta manera, también, se desarrolla el espíritu crítico.
mediante las relaciones de causa-efecto en los fenómenos naturales (hoy llueve, mañana
habrá charcos) y, sobre todo, cuando interviene el ser humano (talo un árbol, ya no hay
sombra) (Hueso 2019).

Si desde pequeños aprendemos a identificar insectos venenosos, plantas medicinales y


comestibles, o a identificar los puntos cardinales y la hora del día de acuerdo al sol, las
estrellas o las flores; estaremos un paso más cerca de volver a ser seres autónomos y
capaces de comprender el lenguaje del entorno que habitamos, y un poco menos
dependientes de la tecnología moderna.

De acuerdo con Hueso (2021) desconocer nuestro entorno, además de empobrecernos


culturalmente, nos hace también menos resilientes. Resulta imposible mostrar afecto por
algo cuyo nombre desconocemos, ya que conectar con una naturaleza tan abstracta hace
que nos distanciemos de ella y nos percibamos como llegados de otro planeta. Es así que la
permanencia desde una edad temprana en la naturaleza, de forma regular y frecuente hace
la diferencia, así como también fomenta la visión de que somos parte de ella y que cuidarla
es cuidar de nosotros mismos.

Por otro lado, una real conexión con el entorno natural pone en manifiesto la necesidad de
revinculación con lo material. Puesto que permite poner en perspectiva lo esencial de la
vida, poniendo en tela de juicio nuestras prácticas de consumo y dando prioridad a la
calidad por sobre la cantidad.

Importancia para la salud

En consonancia con lo anterior, las características físicas del entorno natural como lo son su
relieve, las pendientes, los árboles, los cursos de agua, las piedras, la arena, etc,
proporcionan una inmensidad de estímulos y obstáculos que el cuerpo humano sabe
aprovechar muy bien a su favor para fortalecer y desarrollar diferentes capacidades. Si
logramos abstraernos, podemos comprender que el gimnasio es un invento de la
modernidad, y que en épocas anteriores no existía el entrenamiento como un aspecto
desligado del estilo de vida activo y permanentemente al exterior.

Es bien sabido que las actividades en movimiento nos dan fortaleza, efectos positivos en la
psicomotricidad y previenen patologías asociadas al sedentarismo. Pero si elegimos
además hacerlo en la naturaleza, los sentidos se agudizan ante la tremenda variedad de
estímulos que nos proporciona la naturaleza.

Siguiendo con la autora “al aire libre, los ojos trabajan más y mejor. Podemos ver a
diferentes distancias de foco, un horizonte que quedaría limitado a unos pocos metros si
estamos dentro de una habitación. Además, no es lo mismo estar en el monte a primera
hora de la mañana que a mediodía, ni es lo mismo un bosque tupido que una pradera
despejada. Al aire libre, pasamos bruscamente del sol a la sombra o viceversa y la pupila
debe ajustarse con rapidez. En oficinas y centros de estudio, la iluminación es mucho más
uniforme y nos priva de este tipo de desafíos para la vista”.

Educación no formal en la naturaleza

Citando a Wagnon (2020) una de las características de las nuevas pedagogías alternativas
del siglo XXI es la importancia que se concede a los aprendizajes informales y autónomos.
La idea principal de estos, reside en su carácter implícito ya que no están vinculados a un
método y una transmisión, sino al mero hecho de interactuar con el entorno. Tampoco
aspiran a la homogeneización.

La perspectiva de la Educación Viva, trae luz a la temática, entendiendo a la educación


como suceso espontáneo, colectivo e incesante que sucede todo el tiempo. Y el aprendizaje
como resultado de vivir, que surge por motivación interna, desde adentro hacia afuera.

Por otro lado el movimiento Scout, creado por Robert Baden-Powell en 1907, fue uno de los
pioneros en poner el acento en las actividades prácticas al aire libre para la educación no
formal. Baden Powell entendía que la naturaleza es una herramienta educativa, por medio
de la cual el niño puede llegar a conocerse a sí mismo, así como también al medio
ambiente. El descubrimiento de los elementos naturales es una forma de confrontarse con
el entorno, apartándose de los aprendizajes exclusivamente librescos y los conocimientos
descontextualizados (Wagnon 2020).

Asimismo experimentar la naturaleza ayuda a los niños pequeños a integrar mejor la


información que reciben del entorno, ya que invita a explorar los relieves, sonidos, olores y
texturas presentes. Estímulos de primer orden que involucran en última instancia casi todos
los sentidos.

En palabras de Hueso (2019) la naturaleza que todo lo puede ser, ofrece oportunidades
infinitas para la creatividad, el descubrimiento y el asombro, así como también para
propiciar vivencias significativas. Es una ventana abierta a la imaginación y una fuente
infinita de recursos para la investigación, la exploración, la manipulación y el gozo sensorial.

La autora en su libro Educar en la Naturaleza (2021) afirma que el principio básico de este
enfoque, es el aprendizaje mediante la experiencia directa. Así desarrolla la definición de
educación en la naturaleza resaltando la importancia de la preposición “en”, ya que indica
una inmersión dentro de la naturaleza. No nos coloca por encima ni por fuera de ella, como
sucede cuando educamos “sobre la naturaleza” -en la asignatura de ciencias-, “para” ella
-para concienciar sobre algún aspecto- o “con” ella -cuando hacemos actividades dirigidas
al aire libre-. Pierde protagonismo el lugar y lo gana la relación que construimos con él.

Por otro lado de acuerdo con Jan Terlouw: “no se trata de buscar la naturaleza más salvaje,
sino de detenerse en las pequeñas cosas. Describe cómo una sencilla margarita puede
ayudar a hacer magia con un niño Si la tapamos con las manos, se hace de noche y la flor
se cierra. El niño puede entonces observar cómo vuelve a abrirse cuando quitamos las
manos. Son las pequeñas cosas, que tenemos a los pies, las que pueden maravillarnos
más. Por sencillas, por cercanas, por mágicas”. Esto entronca de lleno con el asombro que
nos produce la naturaleza como entorno vivo, a diferencia de un ambiente controlado por el
ser humano (Hueso 2021).

Finalmente es importante destacar el rol de la resiliencia cuando permanecemos en


contacto activo con la naturaleza. Es en el escenario habitual de las actividades al aire libre,
donde las plantas evolucionan, los insectos se hacen presente y el clima cambia
constantemente. Donde hoy hay tierra, mañana puede haber un charco y en unos meses un
pastizal. Estos cambios enseñan sobre la mutabilidad de la vida y la falta de control que
tenemos sobre ella.

Diálogo de saberes, Agroecología y Permacultura

Mediante el diálogo de saberes se abre la oportunidad de compartir, lo que se ha


denominado, una alfabetización ecológica. El propósito de esta corriente es promover el
conocimiento social y ambiental sobre el funcionamiento y organización de los ecosistemas,
los cuales se desenvuelven como verdaderos sistemas sustentables. Es un diálogo
intercultural sobre las diferentes interpretaciones que se tienen en relación con la
naturaleza en donde las comunidades indígenas y campesinas se desenvuelven como
modelos culturales contrahegemónicos a reivindicar (Romero Huertas, 2021).

En sintonía, la permacultura aparece en escena como una práctica ética y de diseño,


orientada a partir de la observación de la naturaleza, la sabiduría tradicional de todas las
culturas, las modernas técnicas científicas y la tecnología apropiada. Concibe los sistemas
como un conjunto de interacciones entre elementos. En efecto, un diseño de permacultura
consiste esencialmente en realizar conexiones entre todos los elementos de un sistema,
que deben colocarse en relación a todos los demás elementos de manera que todos
puedan beneficiarse recíprocamente. Así por ejemplo se aplican métodos de diseño para
conectar las necesidades de las personas con las del entorno.

Por otro lado, la Agroecología surge como reivindicación de prácticas agrícolas tradicionales
de comunidades campesinas alrededor del mundo, contemplando las implicaciones
políticas, económicas y laborales de las mismas (Romero Huertas, 2021). De acuerdo con
Altieri y Toledo (2011), los sistemas de producción agroecológicos se caracterizan por ser
biodiversos, resilientes, eficientes energéticamente, socialmente justos y constituyen la
base de una estrategia energética y productiva fuertemente vinculada a la soberanía
alimentaria.

Importancia de la recreación y el juego

En concordancia con lo expuesto sobre el vínculo con la naturaleza, se afirma la premisa


fundamental de que las actividades del tiempo libre son tan imprescindibles como el trabajo,
el sueño o la alimentación.

Las actividades verdaderamente recreativas son aquellas realizadas de forma libre y


espontánea, sin ningún tipo de coerción, con una actitud alegre y desinteresada, con el
único fin de satisfacción.
En este sentido, el juego aparece como un medio de expresión y creación cultural, pero
también lo es de relajación y distensión. Construye la manera que se tiene de ver el mundo.
En los niños el juego el juego reviste una importancia fundamental, es inherente al
desarrollo de su vida y le permite expresar lo que ha vivido, lo que le interesa, lo que siente,
lo que desea o lo que le preocupa. Aprende también a funcionar en su contexto
sociocultural, procesa acontecimientos y situaciones que le han causado estrés y desarrolla
destrezas psicomotrices (Hueso 2019).

El juego como actividad nos proporciona el aprendizaje de competencias y habilidades, que


harán de palanca para la adquisición de conocimientos. Cuando el juego es libre, el niño
experimenta, almacena y ordena información, relaciona causas y efectos, resuelve
problemas, gestiona emociones. Con todo ello se construye un abanico de recursos
mediante los que podrá adquirir saberes concretos (Hueso 2019). Ya lo dijo Albert Einstein,
“el juego es la forma más elevada de la investigación”.

2. Metodología
2.1. Asociación y construcción colectiva

Una Asociación Civil es una entidad legal formada por personas reunidas bajo un propósito
voluntario común. Es una organización sin fines de lucro enfocada en perseguir objetivos
sociales, culturales, educativos o de beneficiencia. Al crear una asociación, personas con
ideas afines unen sus esfuerzos y recursos para contribuir al mejoramiento de la sociedad.

2.2. Abanico de actividades

En la planificación de actividades se dará especial relevancia a la implementación de


métodos activos que conlleven la conexión con la naturaleza, el contacto con la vida real, la
experimentación, la recreación, el juego y el aprendizaje mediado por el placer y el disfrute.
Estimulando el desarrollo del pensamiento crítico, la reflexión, la observación, la autonomía,
la curiosidad y la creatividad.

Se aspira a llevar a cabo actividades de carácter propuesto como también a fomentar el


juego libre en la infancia otorgando tiempo, espacio y libertad. Con el objetivo de evitar la
parcelación de actividades, se buscará planificar con el ojo puesto en la coherencia e
integración de temáticas y grupos.

Por otro lado, en consonancia con el espíritu de las pedagogías alternativas, se fomentarán
las actividades de investigación teniendo como punto de partida la iniciativa y la curiosidad
que se vayan manifestando. De esta forma se va haciendo menester el acompañamiento en
los procesos de adquisición de herramientas para la organización, el espíritu crítico y la
defensa de argumentos, favoreciendo el intercambio de conocimientos y los debates.

La confrontación de puntos de vista es una garantía de cuestionamiento y comprensión de


la necesidad de dudar y reflexionar antes de forjarse una convicción o incluso de actuar
(Wagnon 2018)

Potenciales propuestas:
● Excursiones y campamentos con fines culturales, históricos, geográficos, científicos,
matemáticos, artísticos y recreativos.
● Paseos diarios a un mismo lugar para observar y analizar los cambios a lo largo del
tiempo
● Practicar la orientación en el espacio a partir de pequeñas pistas o hitos del paisaje.
● Bioconstrucción
● Prácticas de supervivencia en la naturaleza
● Reconocimiento de flora y fauna autóctona, identificación de insectos y plantas
venenosas
● Reconocimiento, recolección, secado y procesado de plantas comestibles y
medicinales
● Primeros auxilios relacionados a las prácticas en la naturaleza
● Huerta, jardín sensorial, combinación de plantas de los cultivos (diseño
permacultural)
● Mariposario
● Reforestación de nativas
● Promover el intercambio de bienes y servicios, por ejemplo un banco de semillas
● Producción de compost
● Cría de pequeños animales de graja
● Arquería
● Teatro
● Cocina/ fermentos/ conservas
● Teñido con tintes naturales
● Parkour
● Camping

2.3. Participación y dinámicas grupales


2.4. Adecuación del ambiente externo e interno

3. Bibliografía

Altieri, M. & Toledo, V. C. (2011). La Revolución agroecológica en Latinoamérica. Sociedad


Científica Latinoamericana de Agroecología.

Hueso, K. (2019). Jugar al aire libre. Plataforma Editorial: Barcelona

Hueso, K. (2021). Educar en la naturaleza. Plataforma Editorial: Barcelona

Mollison, B. (1994). Introducción a la permacultura. Tagari: Australia

Romero Huertas, C. (2021). Interculturalidad, medio ambiente y diálogo de saberes. Módulo


5. Cátedra UNESCO. Universidad Nacional de Colombia.

Wagnon, S. (2020). Las pedagogías alternativas. Plataforma Editorial: Barcelona

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