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1.Introduccion.

El pensamiento en economía internacional se divide en finanzas internacionales y


comercio internacional. Las finanzas se enfocan en el corto plazo y el dinero, mientras
que el comercio internacional considera las relaciones económicas reales a largo plazo.
A pesar de sus diferencias, pueden complementarse.

El primer capítulo del trabajo aborda la evolución de la teoría del comercio internacional.
Se mencionan teorías influyentes y conexiones entre ellas, pero no se pretende abarcar
todas las corrientes. Se citan autores como Shone, Jones, Helpman y Krugman, y se
mencionan manuales y libros sobre economía internacional.

Se plantean cuatro grandes grupos de preguntas que la teoría del comercio busca
responder: A) Causas y naturaleza del comercio. B) Evolución de los precios
internacionales. C) Efectos del comercio en las economías nacionales. D) Papel de la
política económica en el comercio internacional.

Aunque se ha explorado mucho, la teoría del comercio sigue evolucionando y


debatiéndose. Se desafía la doctrina neoclásica y surgen nuevas perspectivas. El capítulo
sigue una estructura cronológica, abordando corrientes como el neoclasicismo, teorías
clásicas, explicaciones alternativas y la nueva teoría del comercio internacional, que
cuestiona y formaliza enfoques anteriores. El capítulo concluye con reflexiones sobre el
estado actual de la teoría.

1.2. La escuela neoclásica y sus antecedentes.

desarrollo histórico de la teoría del comercio internacional que condujo a la aparición de


la doctrina neoclásica. Inicialmente, presentamos las primeras ideas sobre el comercio
internacional según la escuela mercantilista. Luego, sintetizamos las contribuciones de la
escuela clásica a esta teoría, destacando los trabajos de Adam Smith y David Ricardo.
Estas ideas sirvieron de base para el enfoque neoclásico, que alcanzó su punto máximo
con el teorema propuesto por Heckscher y Ohlin, como se explica en el cuarto apartado.

1.2.1. Teoria del superávit comercial.

En los siglos XVI, XVII y principios del XVIII surgieron las primeras ideas sobre el
comercio internacional, que más tarde se conocieron como mercantilismo. Aunque no
formaron una doctrina coherente, los mercantilistas coincidieron en centrar sus teorías en
el comercio exterior. John Hales, Thomas Mun y David Hume son figuras destacadas de
esta corriente.

Los mercantilistas no exploraron las causas del comercio internacional, sino que se
enfocaron en las ventajas que podía brindar a una economía nacional. Su doctrina del
superávit comercial sostenía que un país se beneficiaría si el valor de lo que exportaba
superaba lo que importaba. Esta idea promovería la entrada de metales preciosos y, por
ende, el enriquecimiento del país. Proponían que el Estado interviniera para lograr un
superávit, restringiendo importaciones y promoviendo exportaciones.

Sin embargo, críticos posteriores argumentaron que esta perspectiva tenía fallas.
Equiparar riqueza con metales preciosos era un error, y la visión de que el comercio solo
beneficiaba a unos perjudicando a otros no era adecuada. Aunque algunos defendieron el
superávit como estimulante del crecimiento económico, esta idea también fue
cuestionada. En resumen, el mercantilismo influyó en las ideas tempranas sobre comercio
internacional, pero enfrentó críticas debido a sus limitaciones y concepciones
simplificadas.

1.2.2. La ventana absoluta.

En el siglo XVIII, un cambio histórico marcó el surgimiento de nuevas corrientes


económicas que desafiaron el mercantilismo y establecieron el dominio de la escuela
clásica en el comercio internacional. Tres factores claves contextualizaron la economía
de la época: la transición hacia una economía industrial desde una artesanal, la
disminución del poder estatal absoluto y el aumento de la relevancia de las relaciones
económicas internacionales.

En este contexto, Adam Smith publicó en 1776 su obra "Investigación sobre la naturaleza
y causas de la riqueza de las naciones", que presentaba ideas contrarias al mercantilismo.
Smith introdujo consideraciones sobre el bienestar individual y cómo este se relaciona
con el beneficio nacional. A diferencia de los mercantilistas, él vinculó los intereses del
Estado con el bienestar de la sociedad en su conjunto, no solo de la monarquía.

Smith introdujo el concepto de la "mano invisible", refiriéndose al sistema de precios que


naturalmente regulaba la economía sin necesidad de intervención gubernamental. Aplicó
este concepto al comercio internacional, evaluando su impacto en el bienestar social y las
políticas para maximizarlo.

El principio clave de Smith fue la división del trabajo, que aumenta la productividad y la
riqueza. Argumentó que la especialización y el intercambio podrían reducir costos y
generar economías de escala. Aunque los beneficios estaban limitados por el tamaño del
mercado, propuso la liberalización del comercio internacional para ampliarlo y fomentar
una intensa división internacional del trabajo. Esta idea amplió los mercados nacionales
y permitió que los excedentes nacionales se valoraran en el extranjero.

Bajo estas premisas, Smith sugirió que cada nación debía producir lo que fuera más
eficiente, en línea con las prácticas eficientes de una economía doméstica. Esto condujo
a su "teoría de la ventaja absoluta", donde un país exportaría bienes en los que tuviera
ventaja de costos, basada en un menor costo laboral en ese país. Smith promovió el libre
comercio ya que permitía importar bienes más baratos en lugar de producirlos localmente,
lo que no solo beneficiaría al país, sino también a la eficiencia mundial.

En resumen, Adam Smith y la escuela clásica desafiaron las ideas mercantilistas. Smith
conectó el comercio internacional con el bienestar individual y propuso el libre comercio
para aprovechar las ventajas comparativas de los países. Su enfoque contrastó con las
restricciones proteccionistas propuestas por los mercantilistas, y promovió una visión en
la que todas las economías podrían beneficiarse simultáneamente del libre comercio.

1.2.3 La ventaja comparativa.

En el siglo XIX, se produjeron avances en la teoría del comercio internacional,


especialmente a través de David Ricardo. Ricardo se basó en varios supuestos clave,
incluyendo la teoría del valor-trabajo, la movilidad del trabajo dentro de un país, pero no
entre países, la constancia de la productividad en un país y la competencia perfecta, entre
otros.

Ricardo desarrolló la "teoría de la ventaja comparativa" como una mejora de la teoría de


la ventaja absoluta de Adam Smith. Según esta teoría, un país debería especializarse y
exportar bienes en los que tenga un menor costo relativo en comparación con otros bienes
en su propio país, en lugar de simplemente tener un costo absoluto menor. Esta idea
permitiría el comercio beneficioso incluso cuando un país sea más eficiente en la
producción de todos los bienes.

Un ejemplo clásico utilizado por Ricardo es el comercio entre Inglaterra y Portugal de


tela y vino. Si bien Smith propuso que cada país debería producir lo que es absolutamente
más eficiente, Ricardo argumentó que la especialización debe basarse en la ventaja
comparativa. Por lo tanto, incluso si un país es más eficiente en la producción de ambos
bienes, aún podría beneficiarse del comercio si sus ventajas comparativas difieren en los
dos productos.

Ricardo también señaló que las diferencias en la productividad laboral entre países son la
causa subyacente del comercio internacional. Su análisis superó el enfoque de Smith al
considerar cómo las diferencias en la productividad determinan los flujos internacionales
de bienes.

No obstante, una laguna en el análisis de Ricardo fue la falta de precisión en la relación


de precios a la que se intercambiarían los bienes internacionalmente. John Stuart Mill
abordó esta cuestión al introducir la teoría de la demanda recíproca. Esta teoría
argumentaba que el precio de intercambio internacional de una mercancía sería aquel en
el que la cantidad ofrecida por un país y la cantidad demandada por otro se equilibraran,
teniendo en cuenta la ley de oferta y demanda.

En resumen, David Ricardo realizó contribuciones clave a la teoría del comercio


internacional al introducir la ventaja comparativa como una mejora del enfoque de Adam
Smith y al considerar cómo las diferencias de productividad laboral impulsan el comercio
entre países. Su trabajo marcó un avance importante en la comprensión de los beneficios
y patrones del comercio internacional.

1.2.4. El modelo Hecksher-Ohlin.

En el siglo XIX, la escuela neoclásica introdujo nuevas perspectivas en la teoría del


comercio internacional, dando origen a la teoría pura del comercio internacional o la
teoría de proporciones factoriales. Esta escuela se basó en la teoría del valor-utilidad en
lugar de la teoría del valor-trabajo y desarrolló el modelo de equilibrio económico general
para analizar el comercio internacional.

Dos vías de contribución se destacan en esta escuela: la reformulación neoclásica de las


teorías de la ventaja comparativa y las aportaciones de economistas suecos como Eli
Heckscher y Bertil Ohlin. Los neoclásicos rechazaron la teoría del valor-trabajo,
argumentando que el valor de los bienes se debe medir en función de la utilidad que
brindan. Además, introdujeron el concepto de capital como factor productivo junto al
trabajo. También, consideraron que la productividad de los factores no es constante, sino
que disminuye a medida que se aplican más unidades de trabajo o capital en la
producción.

El enfoque neoclásico mantuvo la idea de ventaja comparativa, pero introdujo el modelo


Heckscher-Ohlin (H-O), que explicaba la especialización de los países basándose en sus
dotaciones factoriales relativas. Según este modelo, si un país es relativamente abundante
en un factor de producción (como trabajo o capital), se especializará en la producción de
bienes que utilicen intensivamente ese factor en el proceso de producción. Esto lleva al
intercambio de factores productivos a través del comercio internacional.

En resumen, la escuela neoclásica revolucionó la teoría del comercio internacional al


introducir el valor-utilidad en lugar del valor-trabajo y al desarrollar el modelo H-O para
explicar la especialización basada en las dotaciones factoriales relativas de los países.
Estos avances permitieron una comprensión más profunda de las dinámicas del comercio
internacional y sus beneficios.

1.3. Teorías Alternativas del comercio internacional.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el comercio internacional experimentó cambios


significativos. Sin embargo, las limitaciones en los supuestos de la teoría neoclásica y los
resultados de estudios empíricos que no respaldaban completamente esta teoría dieron
lugar a diversas explicaciones alternativas del comercio internacional. Aunque ninguna
de estas teorías logró reemplazar por completo al modelo Heckscher-Ohlin (H-O),
aportaron perspectivas complementarias. Algunas de estas teorías alternativas incluyen:

1. Teorías Neotecnológicas: Estas teorías destacan la importancia de la ventaja


tecnológica en el comercio internacional. Argumentan que los países pueden tener
ventajas comparativas debido a su capacidad para producir bienes con tecnologías
más avanzadas. Las diferencias en la tecnología de producción pueden influir en
las capacidades exportadoras de un país.
2. Teorías basadas en la Similitud de Renta y Demanda: Algunas teorías
alternativas se centran en las similitudes entre los niveles de renta y las estructuras
de demanda de los países. Argumentan que los países con ingresos y preferencias
similares tienden a comerciar más entre sí, ya que sus patrones de consumo son
más compatibles.
3. Teorías que consideran el papel del Estado: Algunos enfoques alternativos
incorporan el papel del Estado en el comercio internacional. Argumentan que las
políticas gubernamentales, como las subvenciones a la producción o las barreras
comerciales, pueden influir en los patrones de comercio y en las ventajas
comparativas de los países.
4. Teorías con más Factores Productivos: Algunas teorías alternativas amplían el
análisis del comercio internacional para incluir más factores productivos además
del trabajo y el capital. Estos enfoques exploran cómo la variación en otros
factores, como la tierra o la tecnología, puede influir en los patrones comerciales.
5. Perspectivas Heterodoxas: Algunos enfoques heterodoxos se basan en las ideas
de autores como Karl Marx y cuestionan los fundamentos del enfoque neoclásico.
Estos enfoques pueden enfatizar aspectos como la explotación de los países en
desarrollo por parte de los países industrializados y las dinámicas de poder en el
comercio internacional.
En resumen, después de la Segunda Guerra Mundial, surgieron diversas teorías
alternativas al modelo Heckscher-Ohlin para explicar el comercio internacional. Estas
teorías cuestionaron los supuestos de la teoría neoclásica y ofrecieron enfoques
complementarios que abordaban aspectos como la tecnología, la demanda, el papel del
Estado y factores productivos adicionales. Aunque ninguna reemplazó completamente al
modelo H-O, estas teorías enriquecieron el debate sobre los patrones comerciales y las
ventajas comparativas.

1.3.1. La corriente Heterodoxa.

En la segunda mitad del siglo XIX, Karl Marx desafió la teoría clásica y reinterpretó el
fenómeno del comercio internacional. Marx destacó que el capitalismo y el mercado
mundial están estrechamente interconectados, ya que el desarrollo del capitalismo
necesita de un mercado global cada vez más amplio. Marx argumentó que el comercio
mundial liberaba la producción de los sistemas feudales y estimulaba la formación de
mercados internos al eliminar obstáculos internos al comercio.

A diferencia de la creencia clásica de que el comercio internacional beneficia a todos los


países, Marx fue crítico al respecto. Reconoció las ventajas inmediatas, pero enfatizó la
importancia de considerar los impactos cualitativos en las estructuras económicas y
sociales de los países. Marx resaltó la distinción entre países industriales y agrícolas, lo
que podría dar lugar a efectos contradictorios.

Marx también analizó la relación real de intercambio y argumentó que podría acentuar
las asimetrías ya existentes en el comercio mundial. Posteriormente, los economistas
Prebisch y Singer criticaron el enfoque clásico y neoclásico sobre los precios relativos
internacionales. Su hipótesis Prebisch-Singer sugiere que el comercio internacional
favorece más a los países desarrollados que a los subdesarrollados. La especialización de
los países desarrollados en productos manufacturados y la de los países subdesarrollados
en productos primarios resulta en una relación de intercambio desigual, lo que limita el
crecimiento de las economías atrasadas.

En el enfoque heterodoxo, también se incluyen modelos de proceso de causación


acumulativa, que critican las hipótesis y conclusiones neoclásicas. Estos modelos
rechazan la movilidad perfecta de la mano de obra y la tecnología, y consideran que el
comercio internacional en un contexto de desequilibrio puede agravar las disparidades
iniciales en lugar de corregirlas.

En resumen, Marx desafió la teoría clásica al reevaluar la relación entre el capitalismo, el


comercio internacional y el mercado mundial. Marx señaló la necesidad de considerar los
impactos cualitativos y las desigualdades en la estructura económica y social de los
países. Las hipótesis Prebisch-Singer y otros enfoques heterodoxos cuestionaron la
equidad en los resultados del comercio internacional y proporcionaron perspectivas
alternativas a las teorías predominantes.

1.3.2. Teoria de la disponibilidad.

La teoría de la disponibilidad, propuesta por Kravis en 1956, es una teoría neotecnológica


que explica los flujos comerciales de un país en función de su capacidad para producir
bienes debido a la disponibilidad o indisponibilidad de recursos naturales y al ritmo de
innovación tecnológica. Según esta teoría, un país importaría bienes cuando no puede
producirlos debido a la falta de recursos o a costos de producción ineficientes. Exportaría
bienes en los que tiene una ventaja competitiva debido a una oferta elástica y al rápido
progreso tecnológico en esas industrias. Sin embargo, la teoría no aborda de manera
adecuada el aumento del comercio entre países similares en características.

1.3.3. Teoria de la demanda representativa.

La teoría de la demanda representativa, propuesta por Linder en 1961, se enfoca en las


similitudes en renta y gustos de países que tienen un intercambio comercial significativo.
Según esta teoría, la ventaja comparativa en el comercio internacional se origina en las
diferencias en la demanda interna de productos. Un bien se exportará más fácilmente si
ha experimentado una fuerte demanda interna y si hay similitudes en los niveles de vida
y patrones de demanda entre los países. Esto difiere del modelo H-O, ya que plantea que
el comercio entre países con niveles de riqueza similares puede ser más beneficioso
debido a la afinidad en la demanda.

Arad y Hirsch (1981) intentaron reconciliar la teoría de Linder con el modelo H-O al
introducir el concepto de costos de transferencia internacional, que se refiere a las
diferencias de costos entre vender en el extranjero y vender en el mercado interno. Estos
costos disminuirían cuando las similitudes en la demanda entre países son mayores, lo
que explicaría por qué el comercio entre países con patrones de demanda similares, como
países ricos, tiende a ser más intenso.

1.3.4. Teoria del desface tecnológico.

La teoría del retardo en la imitación, también conocida como teoría del retardo
tecnológico, propuesta por Posner y complementada por Hufbauer en la década de 1960,
se basa en las diferencias tecnológicas entre países como explicación para el comercio
internacional. A diferencia del modelo H-O, esta teoría considera que los bienes y
procesos productivos no surgen simultáneamente en todos los países debido a las
diferencias en el desarrollo tecnológico.

Según esta teoría, los países con ventajas tecnológicas producirán bienes más intensivos
en investigación y desarrollo, mientras que importarán bienes menos avanzados
tecnológicamente de otros países. Estas ventajas tecnológicas otorgan a las empresas o
países una posición de monopolio temporal, lo que les permite vender a precios más bajos
y obtener ganancias extraordinarias. El comercio surge debido al retraso en la difusión de
la tecnología, ya que mientras la innovación no se difunde, se mantienen las ventajas
comparativas.

El comercio durante este período de retardo tecnológico es interindustrial, involucrando


bienes tecnológicos por un lado y bienes tradicionales por otro. Una vez que la tecnología
se difunde, el comercio intraindustrial entre países con niveles similares de innovación
también puede surgir. En resumen, la teoría del retardo en la imitación sostiene que las
diferencias tecnológicas entre países explican las ventajas comparativas y el comercio
internacional.

1.3.5. Teoria del ciclo del producto.


La teoría del ciclo del producto, desarrollada por Vernon en 1966, forma parte del enfoque
neotecnológico y destaca por explicar cómo las innovaciones tecnológicas en un país
pueden generar ventajas comparativas temporales en la producción de ciertos productos
y cómo estas ventajas cambian con el tiempo. Vernon propone tres fases en la vida de un
producto: nacimiento, madurez y estandarización.

En la fase de nacimiento, el producto es desarrollado en un país con alta renta per cápita
y altos costes laborales, debido a la proximidad al mercado y a la necesidad de adaptación
a las demandas de los consumidores. A medida que la tecnología se difunde y la demanda
crece, la producción del producto se expande a países de desarrollo intermedio o alto, con
costos laborales más bajos, durante la fase de madurez. En la fase de estandarización, el
producto se vuelve más común y se produce en masa en economías menos desarrolladas
para exportarlo a países desarrollados.

Hirsch realizó una variación de esta teoría, enfatizando la disponibilidad de trabajadores


cualificados como factor determinante en la fase de nacimiento y resaltando la transición
hacia consideraciones de costos de producción en las fases posteriores.

Aunque la teoría del ciclo del producto explica flujos comerciales y justifica el comercio
intraindustrial, no es aplicable para explicar la producción estandarizada a nivel mundial
por empresas multinacionales. En resumen, esta teoría destaca cómo las ventajas
comparativas cambian con el tiempo debido a las innovaciones y la difusión tecnológica
en distintas fases del ciclo del producto.

1.3.6. Enfoque neofactorial.

En esta línea de investigación, se amplía el modelo Heckscher-Ohlin (H-O) para


considerar factores productivos adicionales más allá de solo trabajo y capital. Se reconoce
la necesidad de incluir categorías de trabajo diferenciadas en términos de productividad,
ya que el trabajo no puede considerarse homogéneo. También se destaca la importancia
de considerar la tierra u otros recursos naturales como factores productivos.

Vanek (1968) propuso una extensión del modelo H-O conocida como modelo Heckscher-
Ohlin-Vanek (H-O-V) para abordar esta complejidad. En este enfoque, el análisis se
centra en los servicios factoriales incorporados en los bienes comerciados. Un país
exportará los servicios de los factores que son relativamente abundantes en su economía
y, a su vez, importará los servicios de los factores relativamente escasos.

La abundancia relativa de un factor productivo en un país en un contexto


multidimensional se determina comparando su participación en la dotación nacional y
mundial, así como en la demanda agregada nacional y mundial. Para que un país se
considere relativamente abundante (escaso) en un factor, su participación en la dotación
mundial debe ser mayor (menor) que su participación en la demanda agregada mundial.

En este contexto, también se integran planteamientos teóricos que consideran factores


productivos específicos, como los modelos de Samuelson y Jones. Estos modelos
distinguen entre factores productivos móviles, que pueden moverse entre sectores, y
factores específicos, que solo pueden emplearse en ciertos tipos de producción. Esta
diferenciación no es siempre clara y depende del tiempo necesario para desplazar un
factor de un sector a otro. En resumen, este enfoque ampliado del modelo H-O aborda la
inclusión de múltiples factores productivos y sus implicaciones en el comercio
internacional.

1.3.7. Síntesis dinámica de las ventajas comparativas.

Johnson (1971) propuso una explicación amplia del comercio internacional al combinar
ideas de Linder y Vernon y superar las simplificaciones del modelo Heckscher-Ohlin (H-
O). Amplió los conceptos de trabajo y capital, incluyendo factores como recursos
naturales, conocimiento y diferencias culturales. Consideró costos de transporte,
información y proteccionismo. Introdujo el fenómeno de transferencia de producción,
donde la innovación se propaga y reduce ventajas comparativas iniciales. Propuso un
concepto amplio de capital, abarcando capital humano e intelectual. Aunque buscó
reconciliar teorías, sus ideas desafiaron hipótesis del modelo H-O, al destacar el
monopolio de la innovación, concentración geográfica y efectos de diferencias salariales
en el comercio.

1.4. Comercio intraindustrial y la nueva escuela del comercio internacional.

En respuesta a las cambiantes dinámicas del comercio internacional, se han desarrollado


teorías más amplias que superan las simplificaciones de las teorías tradicionales. Estas
teorías consideran la competencia imperfecta, las economías de escala, la diferenciación
de productos, las nuevas tecnologías, las empresas multinacionales y la movilidad de
factores.

Las economías de escala impulsan la producción concentrada y el comercio si los costos


de transporte son bajos. Se distinguen economías internas (dentro de un país) y externas
(internacionales), que surgen por el crecimiento del sector debido a la demanda global.

La diferenciación de productos lleva a las empresas a crear bienes únicos para mantener
cierto monopolio y satisfacer preferencias de los consumidores. Sin embargo, la
diferenciación compite con las economías de escala y limita la producción diversificada.

Las empresas multinacionales también influyen en el comercio. La inversión extranjera


y el comercio se consideran complementarios o alternativos. Estas empresas desempeñan
un papel clave en la difusión tecnológica y generan un comercio "intrafirma" entre filiales
y la empresa matriz.

La "nueva teoría del comercio internacional" incorpora ideas de la teoría de la


organización industrial y teorías alternativas previas. Autores como Krugman, Helpman
y Greenaway son representativos de este enfoque en evolución.

Este enfoque se agrupa según el grado y tipo de diferenciación de productos: bienes


homogéneos, bienes diferenciados horizontalmente y bienes diferenciados verticalmente.
Estas teorías buscan una mayor aproximación a la realidad y complementariedad con la
escuela neoclásica.

1.4.1. El comercio de bienes homogéneos.

La aparición de flujos comerciales bilaterales de bienes idénticos, perfectamente


sustitutivos, ha sido explicada por diversas situaciones. En el comercio de transbordo, un
país con abundancia de trabajo actúa como punto de transbordo para otro país que está en
rutas comerciales importantes. El comercio de temporada implica la producción y
exportación temporal de un bien por un país, mientras que en otro período importa ese
mismo bien.

Los altos costos de transporte pueden generar comercio intraindustrial a través de


comercio fronterizo, donde importar de un país vecino puede ser más barato que hacerlo
de regiones lejanas del propio país. Además, políticas gubernamentales como
subvenciones a exportadores pueden generar comercio intraindustrial.

Brander y Krugman introdujeron el modelo oligopolístico de comercio intraindustrial de


bienes homogéneos, donde empresas de diferentes países intentan penetrar los mercados
rivales. Esta competencia desencadena decisiones estratégicas y comercio intraindustrial.
Sin embargo, este enfoque solo puede explicar parte del comercio intraindustrial.

La diferenciación de productos ofrece otra explicación. Cuando bienes semejantes, pero


no idénticos son comerciados, la diferenciación de producto puede generar flujos
comerciales intraindustriales. Este enfoque busca entender el creciente volumen de este
tipo de comercio.

1.4.2. Comercio de bienes diferenciados.

En el comercio internacional, se da el intercambio de productos similares, pero no


idénticos, llamados bienes diferenciados. Esto lleva a la competencia no solo en precio,
sino también en características únicas. Aunque se supone entrada libre al mercado, la
diferenciación otorga poder de fijación de precio limitado por la competencia. Esto crea
mercados que combinan elementos de monopolio y competencia perfecta, conocidos
como competencia monopolística.

Dentro de las teorías de bienes diferenciados, hay dos enfoques: uno trata productos con
diferencias horizontales y otro se enfoca en diferencias verticales.

1.4.2.1. Teorías con bienes diferenciados horizontalmente.

En el comercio intraindustrial de bienes diferenciados horizontalmente, los productos


satisfacen necesidades similares, pero tienen distintas características o atributos, como
camisas con diferentes colores o estampados. Dos argumentos teóricos principales
explican este tipo de comercio:

1. "Gusto por la variedad": Autores como Barker, Dixit y Stiglitz sostienen que los
consumidores buscan una mayor variedad de productos, lo que lleva a la
existencia de comercio intraindustrial. Las empresas limitan sus ofertas para
obtener economías de escala, pero el comercio incrementa la variedad y beneficia
a los consumidores.
2. "Variedad favorita": Lancaster propone que los consumidores tienen preferencias
asimétricas por distintas variedades de un producto. Cada consumidor tiene una
variedad preferida y elige entre las disponibles según la relación entre el precio y
la proximidad a su favorita. El comercio aumenta las opciones disponibles y
mejora el bienestar de los consumidores.
Ambos modelos explican cómo el comercio intraindustrial de bienes diferenciados puede
aumentar el bienestar al incrementar la variedad de productos disponibles para los
consumidores.

1.4.2.2. Teorías con bienes diferenciados verticalmente.

Los bienes diferenciados verticalmente tienen las mismas características, pero difieren en
calidad u otras dimensiones. Esto crea sustitutos cercanos, pero no perfectos. Ejemplo:
camisas con diferentes tejidos o características de moda. La teoría sugiere que a medida
que un producto avanza en su ciclo de vida, se desarrollan diferencias de calidad, lo que
lleva a que los países desarrollados produzcan variedades de alta calidad y los no
desarrollados, de baja calidad.

En estos modelos, los países con ventajas comparativas en la producción de ciertas


calidades se especializan. La dotación de factores y los requerimientos tecnológicos
determinan la producción. Además, Shaked y Sutton argumentan que las estrategias de
diferenciación vertical pueden llevar a un mercado oligopolístico a través del enfoque en
una variedad y reducción de costos fijos. El comercio intraindustrial de bienes
diferenciados verticalmente se interpreta como una especialización más refinada del
modelo H-O, basada en las diferencias de dotación de factores.

1.4.3. Viejas teorías y nuevas teorías: ¿hacia una síntesis?

La nueva escuela del comercio internacional complementa la teoría ortodoxa y destaca


aspectos descuidados por esta última, mejorando la comprensión de los patrones
comerciales. Esta nueva perspectiva no reemplaza a la teoría neoclásica, sino que la
enriquece, integrando aportaciones de la competencia imperfecta con la competencia
perfecta.

Se distinguen dos formas básicas de comercio en el marco actual: A) Comercio


interindustrial: Intercambios entre diferentes sectores o industrias, donde los bienes no
son sustitutos directos. La ventaja comparativa y las diferencias en dotaciones factoriales
justifican este tipo de comercio, más frecuente entre países económicamente distantes. B)
Comercio intraindustrial: Intercambios dentro de una misma industria, involucrando
productos idénticos o muy similares. Aquí, las economías de escala y la competencia
imperfecta juegan un papel clave. Este tipo de comercio es más común entre países de
desarrollo similar.

En el contexto de integración económica, es vital distinguir entre estos tipos de comercio,


ya que los costes de ajuste pueden variar significativamente según prevalezca uno u otro.
En particular, si el comercio intraindustrial está basado en la diferenciación vertical de
productos (diferencias de calidad), los costes de ajuste pueden ser comparables a los del
comercio interindustrial.

La nueva escuela del comercio internacional no reemplaza a la teoría neoclásica, sino que
la complementa, considerando la competencia imperfecta y la diferenciación de
productos como elementos importantes en la explicación de los patrones comerciales.

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