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4 de Julio

Misa del Beato Pier Giorgio Frassati.


MONICIÓN DE ENTRADA:
Buenos días hermano, bienvenidos a esta celebración, en la cual recordaremos y daremos gracias
a Dios por la vida y el legado del beato Pier Giorgio Frassati.

Nacido en Turín en 1901, su breve vida fue de una intensa fe cristiana, manifestada en una
múltiple actividad apostólica. Derramó el bálsamo de la caridad y de su sonrisa juvenil sobre toda
clase de sufrimientos. Siendo estudiante universitario, en el 1922 profesó en la Orden seglar de
Santo Domingo, con el nombre de fray Jerónimo Savonarola, por afecto e imitación del gran
predicador que promovió en la sociedad el reino de Cristo y su paz. Muerto en 1925, su cuerpo
se venera en la catedral de Turín. Fue beatificado en 1990.

En esta ocasión, estamos llamados a mirar la vida de este joven santo, quien supo vivir con
pasión y alegría su fe en medio de los desafíos y dificultades de su tiempo. El beato Pier Giorgio
fue un ejemplo de amor hacia los más necesitados, de entrega generosa a los demás y de fidelidad
a los valores del Evangelio. El beato Pier Giorgio nos enseña que la santidad no es un privilegio
reservado a unos pocos, sino una llamada que todos podemos y debemos responder. En esta
Eucaristía, unámonos en oración para pedir al Señor que nos conceda la gracia de seguir el
ejemplo del beato Pier Giorgio, viviendo nuestra fe con alegría y entusiasmo, sirviendo a los más
necesitados, amando a nuestro prójimo y buscando siempre la voluntad de Dios en todas las
circunstancias de nuestra vida.

LECTURAS:
Primera lectura

De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1-17

Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está
Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque
habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida
nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.

En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza,
la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. Eso es lo que atrae el castigo de Dios sobre
los desobedientes.
Entre ellos andabais también vosotros, cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio,
deshaceos de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca! No
sigáis engañándoos unos a otros.

Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como
imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre
judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo
es la síntesis de todo y está en todos.

Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad,


humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga
quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.

Y, por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de
Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo. Y
sed agradecidos.

La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda
sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos
y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor
Jesús, ofreciendo la Acción de gracias a Dios Padre por medio de él.

Salmo responsorial: Salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5 (R.: 1b)

R. El justo habitará en tu monte santo, Señor.

El que procede honradamente


y practica la justicia,
el qué tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R.

El que no hace mal a su prójimo


ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R.

El que no presta dinero a usura


ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R.
EVANGELIO
Aleluya y versículo antes del evangelio Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos;
y él se puso a hablar, enseñándoles:

—«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.


Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi
causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

Palabra del Señor.


ORACIÓN COLECTA
Oh Dios y Padre nuestro,
que diste al joven beato Pier Giorgio
la alegría de encontrar a Cristo
en la fe y en la caridad;
concédenos, por su intercesión,
que también nosotros podamos difundir
entre los hombres de nuestro tiempo
el espíritu de las bienaventuranzas del Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor, con bondad, nuestras ofrendas y,
por intercesión del beato Pier Giorgio Frassati que hoy conmemoramos,
consérvanos unidos en tu amor para que podamos
ofrecerte dignamente este sacrificio de alabanza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO I DE LOS SANTOS


La gloria de los santos

En verdad es justo darte gracias


y deber nuestro glorificarte,
Padre Santo,
porque manifiestas tu gloria
en la asamblea de los santos,
y, al coronar sus méritos,
coronas tu propia obra.
Tú nos ofreces el ejemplo de vida del beato Pier Giorgio Frassati,
la ayuda de su intercesión
y la participación en su destino,
para que, animados por su presencia alentadora,
luchemos sin desfallecer en la carrera
y alcancemos, como ellos,
la corona de gloria que no se marchita,
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles
y con la multitud de los santos,
cantamos sin cesar
el himno de alabanza:

Santo, Santo, Santo...


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, fuente de consolación y de paz,


que nos has concedido celebrar
la Eucaristía en la fiesta del beato Pier Giorgio Frassati,
haz que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos
recibido en este sacramento, nos den participación en la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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