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Rasgos generales de la poesía desde 1975: Es un periodo con una intensa actividad poética que

se refleja en el gran número de publicaciones. Obviamente siguen publicando poetas de otras


generaciones En este contexto se sitúa la poesía más actual, cuyos rasgos principales son: • Se
reivindica la subjetividad, se recupera el yo y la experiencia.

• Se busca una poesía capaz de llegar a un público cada vez más amplio.

• Se produce una renovación en el lenguaje, que se aleja del hermetismo y busca un léxico
cotidiano.

• La visión de la realidad se aparta de la trascendencia y se utilizan el humor y la ironía.

• Se produce una honda preocupación social y existencial.

• Se incorporan temas y motivos alejados de los tradicionalmente poéticos.

• Aparece la metapoesía. Se juega con la tradición y la creación se convierte en un tema


esencial.

• Se aleja de la métrica y de la rima.

• Búsqueda de la originalidad.

A lo largo de la historia han existido diversas corrientes literarias, las cuales han servido para
agrupar a un conjunto de autores que se identificaran con una misma idea o estilo a la hora de
escribir. Hablaremos sobre la poesía de la experiencia, surgida en España en el período de la
posguerra. Al intentar abordar este tema sin dudas el primer nombre que nos surge es el de
Luis García Montero, un poeta a quien se considera precursor de este movimiento; sin
embargo no es el único que lo cultiva. Al comienzo de los 80 existió en España un espacio de
quietud poético, un país que había sido sumamente fructífero en este campo, de pronto se vio
vacío de nuevas voces. La guerra había terminado, la libertad comenzaba a reescribirse, el
momento poético de los sesenta y setenta había concluido y, por ende, era necesario
reinventar la poesía, darle una concepción actual. Así surgió esta nueva modalidad lírica. Se
trata de una poesía más cotidiana, llevadera e inmediata, en la que cualquiera pueda sentirse
identificado. Este tipo de escritura se basa en la idea de que a la poesía no hay que entenderla
sino sentirla y que no podemos escribir de forma diferente a cómo vivimos, nuestra vida debe
ser un todo. Y nuestra escritura debe ser llana, cercana, sin artificios exagerados. Los poetas se
inspiraban en su propia experiencia y, dentro de ella, en sucesos cotidianos. Preferían los
motivos urbanos y contemporáneos. El lenguaje utilizado por estos poetas era sencillo,
cercano y con términos urbanos e incluso malsonantes. Los poetas alternan el verso libre con
formas métricas tradicionales Los principales autores dentro de esta corriente son Luis Alberto
de Cuenca, Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, Carlos Marzal. El nombre de poesía de la
experiencia está justificado porque el objetivo de la literatura de los autores que
pertenecieron a este movimiento pretenden recuperar recuerdos de su infancia, su juventud,
sus amistades, sus vivencias, reflexiones y el mundo en el que les tocó vivir, todo ello tratado
con una ironía que se encarga, al final, de destacar la soledad, la tristeza y su inconformismo
con la sociedad. Este nuevo grupo poético se basaba en un profundo intimismo perdiendo
totalmente el interés por la vanguardia y volviendo a las características del poeta más humano
y doliente existido de la Generación del 27: Luis Cernuda. ¿Qué ha pasado con la poesía en el
siglo XXI? Poesía en el siglo XXI A pesar de que sigue siendo una experiencia minoritaria, hay en
la actualidad más poetas y más lectores (especialmente, lectoras) de poesía que en ningún
otro momento de plenitud poética (como en los Siglos de Oro o en la Edad de Plata del primer
tercio del siglo XX)
Elvira Sastre pertenece a la etapa literaria de “desde el 1975, hasta nuestros días”, y por ello
tiene unas características y estilos únicos de esta época actual, de los que voy a hablar ahora.
Para Elvira Sastre, el internet simboliza un cambio de etapa y un invento muy importante para
todos esos poetas Para Elvira la poesía nos salva de cualquier mal estado de ánimo. Y muchos
poemas son como esas palabras que no somos capaces de pronunciar, pero que son
indispensables para sobrevivir. En lo que respecta a la creación lírica, no es una autora
metódica. No sigue ningún ritual y que lo único que a veces sí requiere es un poco de música
de fondo para que la inspiración no se quede en el camino. Suele escribir sobre cosas que le
han ocurrido o que desea intensamente que le ocurran, y, partiendo de una determinada
frase, desarrolla el poema. Elvira escribe porque siente una necesidad, no lo hace por mera
rutina. Cuando necesita desahogarse, vaciarse o expulsar algo que lleva en su interior, lo
escribe. No cree en la poesía que se fuerza, que hay que dejar que las cosas surjan porque lo
forzado termina siendo falso. Y, a propósito de la veracidad y nitidez en la escritura, expresa
que cuando escribimos debemos notar que lo que escribimos es de verdad, que en primer
lugar nosotros nos creemos lo que estamos escribiendo. Así es como debe concebirse y
escribirse la poesía, según Sastre. Las fuentes de inspiración las encuentra en su entorno. En la
vida, en las relaciones, en el amor y el desamor, en el sexo, en la amistad y en cualquier
sentimiento Elvira Sastre dice “mi poesía te despierta ese rinconcito que intentas guardarte
solo para tu intimidad y empieza a acompañarte, silenciosamente”. Esto lo logra gracias a su
increíble valentía para llamar a cada cosa por su nombre y su atrevimiento de poner en
palabras, los sentimientos más profundos. En su poesía hay mucho romanticismo, ciertas
imágenes intensas e idealistas, pero también hay una riqueza actual, con un lenguaje
cotidiano, pero no por eso poco claro o coqueto. En sus palabras no hay desesperación, pero sí
una melancolía que te va invadiendo. Sus inflexiones, la dulzura de sus “eses”, sus pausas.
También se dejan en evidencia las pérdidas, tan firmes a lo largo de nuestra vida y tan
necesarias para la literatura, al igual que tristes. Sus poemas han cautivado y cautivan. El
motivo es la verdad que se teje en cada uno de sus versos, verdad con la que empatizamos por
el reflejo de nuestra situación actual. Pero no solamente escribe sobre el amor, va más allá con
temas como la libertad, el sexo o el dolor. Homoerotismo es el otro término. Elvira también
escribe siempre rozando el erotismo y a veces lo afronta directamente. Puede ser tierna,
cariñosa y también lasciva. Su poesía, de una sencillez escalofriante.

adios al frio: La poesía de Elvira Sastre sabe lo que quiere —algo no tan sencillo en un género
que a veces se hipnotiza a sí mismo— y también sabe cómo lograrlo. Si cala hondo en el lector
es porque no se conforma con la superficie, con el destello, y por eso cada uno de sus libros
tiene más de opinión, de protesta civil, de doble toma de postura a favor de lo bello y contra lo
injusto». Benjamín Prado «Elvira Sastre es poeta, y el oficio de los poetas supone un esfuerzo
por entender la vida. En sus primeras versiones, este libro trabajado se iba a titular La razón de
los lamentos. No escribe aquí sobre los lamentos de la razón, las quejas de la luz por la
existencia del mal y de las sombras. Escribe sobre la razón de los lamentos, sobre las huellas de
la vida que necesitamos entender para tomar conciencia de lo que somos y de lo que ya no
somos. Es la necesidad de decir, de decirse, de contarlo, de permanecer en una voz. Pero
también el deseo de escuchar la nieve o el mar, la manera de habitar en dos orillas, de meditar
el dolor y el amor, las heridas que no se ven y aquello que nos hace felices sin que sepamos
nombrarlo. Una poesía hecha de insistencia, una poeta que quiere llegar hasta los huesos,
como nos enseñó César Vallejo. Una lucidez que no oculta la razón de los lamentos, pero que
enumera e insiste en una voluntaria fe de vida. Por eso este libro se acabó titulando Adiós al
frío». personal por eso nos cuesta entenderlo subjetivo se repite mucho el tema la entonación
juega un importante papel paralelismo ganas de emèzar de nuevo de salir de zona de comfort
y verso libre arte mayor arte menor

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