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Román Jakobson, un lingüista y semiólogo ruso, propuso un modelo de seis funciones de la comunicación que destacan diferentes aspectos del lenguaje. Las seis funciones incluyen la función emotiva (centrada en el emisor), la función conativa (centrada en el receptor), la función referencial (centrada en el contexto), la función metalingüística (hablar sobre el lenguaje), la función fática (asegurar la comunicación) y la función poética (centrada en la forma del mensaje). Según Jakobson, estas funciones co
Román Jakobson, un lingüista y semiólogo ruso, propuso un modelo de seis funciones de la comunicación que destacan diferentes aspectos del lenguaje. Las seis funciones incluyen la función emotiva (centrada en el emisor), la función conativa (centrada en el receptor), la función referencial (centrada en el contexto), la función metalingüística (hablar sobre el lenguaje), la función fática (asegurar la comunicación) y la función poética (centrada en la forma del mensaje). Según Jakobson, estas funciones co
Román Jakobson, un lingüista y semiólogo ruso, propuso un modelo de seis funciones de la comunicación que destacan diferentes aspectos del lenguaje. Las seis funciones incluyen la función emotiva (centrada en el emisor), la función conativa (centrada en el receptor), la función referencial (centrada en el contexto), la función metalingüística (hablar sobre el lenguaje), la función fática (asegurar la comunicación) y la función poética (centrada en la forma del mensaje). Según Jakobson, estas funciones co
Román Jakobson fue un lingüista y semiólogo ruso que desempeñó un papel
fundamental en el desarrollo de la teoría lingüística del siglo XX. Su modelo de funciones de la comunicación es una contribución significativa a la comprensión de cómo funciona el proceso comunicativo. Aquí hay un breve contexto histórico sobre Jakobson y su influencia en la teoría de la comunicación, nació en 1896 en Rusia y fue un miembro activo del Círculo Lingüístico de Moscú, un grupo de intelectuales que revolucionaron la teoría lingüística en la Rusia postrevolucionaria. Durante este período, Jakobson estuvo involucrado en la investigación lingüística y en la aplicación de enfoques estructuralistas a la lengua. En la década de 1920, debido a la creciente presión política en la Unión Soviética, Jakobson emigró a Europa y luego a los Estados Unidos. Allí, continuó desarrollando sus ideas y se convirtió en una figura destacada en el desarrollo del estructuralismo lingüístico. En 1956, Román Jakobson presentó su modelo de funciones de la comunicación en un ensayo titulado "Lingüística y Poética". Este modelo proporcionó una estructura para analizar los elementos fundamentales de cualquier acto comunicativo. Román Jakobson, un lingüista y semiólogo ruso, propuso un modelo de funciones de la comunicación conocido como el modelo de Jakobson, que destaca seis funciones del lenguaje. Función emotiva o expresiva: Se centra en el emisor y expresa los sentimientos, emociones o actitudes del hablante. En esta función, el énfasis está en la expresión personal.
Función conativa o apelativa: Enfocada en el receptor, busca influir en el
comportamiento del destinatario. Este tipo de función se manifiesta cuando el hablante trata de persuadir, ordenar, aconsejar o hacer que el receptor actúe de alguna manera. Función referencial o denotativa: El énfasis recae en el contexto o referente del mensaje. Aquí, el lenguaje se utiliza para transmitir información objetiva y referencial sobre el mundo.
Función metalingüística: Esta función se refiere a la capacidad del lenguaje para
hablar sobre sí mismo. Sirve para aclarar o definir el significado de las palabras, y es fundamental para evitar malentendidos en la comunicación.
Función fática: Se centra en el canal de comunicación y asegura que la
comunicación esté establecida y sea efectiva. Ejemplos de esta función incluyen los saludos, despedidas y cualquier expresión que confirme que la comunicación está en marcha.
Función poética: Pone énfasis en la forma y el estilo del mensaje. La atención se
dirige a la creatividad del mensaje, a la elección de palabras, a la estructura poética o a cualquier otro aspecto que haga que el mensaje sea estéticamente agradable o artístico.
Estas funciones, según Jakobson, coexisten en cualquier acto de comunicación,
pero la importancia relativa de cada una puede variar dependiendo del contexto y de los participantes en la comunicación.