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CUI 545186000113620170030101

RADICADO INTERNO 61823

IMPUGNACIÓN ESPECIAL

HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

Magistrado ponente

SP2771-2022

Radicación 61823

Acta 176

Bogotá D.C., tres (3) agosto de dos mil veintidós (2022).

VISTOS:

Resuelve la Sala la impugnación especial interpuesta por el apoderado de HÉCTOR JACINTO


PULIDO MANRIQUE contra la sentencia condenatoria dictada por el Tribunal Superior de
Pamplona el 25 de marzo de 2022 por el delito de inasistencia alimentaria, que revocó la sentencia
absolutoria emitida por el Juzgado 1º Penal Municipal con funciones de Conocimiento de esa misma
ciudad.

HECHOS:

El Tribunal Superior de Pamplona declaró probado que HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE
se sustrajo sin justa causa del pago de la cuota alimentaria a su hija K.D.P.P. durante los meses de
abril a septiembre de 2017, fijada por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar-ICBF en el
trámite de restablecimiento de derechos llevado cabo el 12 de noviembre de 2015. La niña nació el
20 de octubre de 2006 y su progenitora es Lucilda Parada Gélvez, quien dio a conocer los hechos en
la noticia criminal presentada ante la Fiscalía de Pamplona- Norte de Santander.

ANTECEDENTES PROCESALES:

De conformidad con el procedimiento especial abreviado establecido en la Ley 1826 de 2017, la


Fiscalía corrió traslado del escrito de acusación el 22 de agosto de 2018 a HÉCTOR JACINTO
PULIDO MANRIQUE como autor del delito de inasistencia alimentaria. El acusado no aceptó los
cargos.[1]

La audiencia concentrada se llevó a cabo el 15 de diciembre de 2020 ante el Juzgado Primero Penal
Municipal con función de control de garantías de Pamplona[2], y se continuó durante los días 26 de
febrero, 6 de abril, 5 de mayo y 29 de julio de 2021. En esta última fecha, se anunció el sentido del
fallo como absolutorio. La sentencia correspondiente se dictó el 7 de agosto de ese mismo año.

Apelada la sentencia por la Fiscalía, el Tribunal Superior de Pamplona la revocó el 17 de agosto de


2021. En su lugar, dictó sentencia condenatoria contra HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE,
a quien le impuso la pena principal de 32 meses de prisión y multa de 20 salarios mínimos legales
mensuales vigentes. La pena accesoria de interdicción de derechos y funciones públicas fue tasada
en el mismo lapso de la pena principal. Al sentenciado, se le otorgó el subrogado penal de la
suspensión condicional de la ejecución de la pena. [4]

Ante esta decisión, el defensor de PULIDO MANRIQUE presentó impugnación especial, la que fue
sustentada el 24 de mayo de 2022.[5]

PROVIDENCIA IMPUGNADA

El Ad quem declaró probado el aspecto objetivo del delito de inasistencia alimentaria al establecer
que: (i) HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE es el progenitor de K.D.P.P., conforme lo
indica el registro civil de nacimiento aportado al proceso y (ii) a PULIDO MANRIQUE se le impuso
como cuota alimentaria a favor de su hija la suma de ciento veinte mil pesos ($120.000.oo)
mensuales, en el trámite administrativo para el restablecimiento de derechos adelantando ante el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF el 12 de noviembre de 2015.

Precisó el Tribunal que, si bien el acusado ha venido incumpliendo parcialmente con la obligación,
pues sólo ha consignado cien mil pesos mensuales ($100.000.oo) en forma intermitente desde el
2015 hasta el 2020, la condena se emite por el no pago de la cuota alimentaria durante los meses de
abril a septiembre de 2017, esto es, por seis meses continuos.

Luego de citar la sentencia de la Corte Constitucional C-237-1997, en la que se indicó que la


carencia de recursos económicos del sujeto obligado no sólo impide la exigibilidad de la obligación
civil sino la deducción de responsabilidad penal, pues el agente se sustrae de su obligación no por su
voluntad sino por una circunstancia de fuerza mayor, el Ad quem precisó que PULIDO
MANRIQUE siempre tuvo el ánimo de evadir el pago de la cuota alimentaria que le fue impuesta.

A esta conclusión se llegó, al tener en cuenta que: (i) con un "sentimiento malicioso" el acusado
afirmó que la cuota fijada en la diligencia que se adelantó ante el ICBF fue de 100.000 pesos,
cuando en el documento sobre dicha actuación que fue incorporado al proceso durante el juicio, que
aparece suscrito entre otras personas por PULIDO MANRIQUE, se observa claramente que se le
impuso la cuota alimentaria de 120.000 pesos mensuales, no siendo creíble la afirmación que hizo al
responder el contrainterrogatorio de la Fiscalía relativa a que no leyó el acta antes de proceder a
firmarla; (ii) el acusado no pagó las cuotas correspondientes a los meses de abril a septiembre de
2017 y de noviembre de 2018 a enero de 2019, aduciendo que había estado enfermo pero no aportó
prueba alguna para acreditar dicha circunstancia pese a que se demostró que está afiliado al régimen
subsidiado de salud desde el 11 de mayo de 2016 y es atendido por la EPS Cooperativa de Salud
Comunitaria-Comparta, y (iii) si bien el acusado tenía un trabajo intermitente y con bajo ingreso,
también realizaba otras actividades ocasionales en construcción, razón por la cual tenía capacidad
económica y no existía justificación alguna para dejar de pagar la cuota en el periodo indicado,
máxime cuando tuvo conocimiento de la situación económica, nutricional y social por la que
atravesaba su hija al haber sido vinculado al proceso de restablecimiento de derechos que se llevó a
cabo ante el ICBF.

En criterio del Ad quem, no se trata de exigirle al acusado actos "heroicos", como se afirmó en la
sentencia de primera instancia, sino de que cumpla con la obligación alimentaria con su hija, pues si
bien no se pudo determinar el monto real de sus ingresos mensuales, sí se estableció que por su
trabajo como "cotero" obtenía ingresos de 500.000 pesos al mes, por lo que tenía la capacitad
económica para garantizar la protección de la niña, cuyos derechos son prevalentes según lo
determina la Constitución Nacional.

Por lo anterior, el Tribunal resolvió revocar la sentencia absolutoria dictada por el A quo y condenar
a HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE por el delito de inasistencia alimentaria por el que fue
acusado.

IMPUGNACIÓN ESPECIAL

El defensor, afirmó que el Tribunal revocó la sentencia absolutoria argumentando que: (i) de
acuerdo con los testigos aportados por la Fiscalía y el testimonio del acusado, se estableció que el
acusado contaba con trabajo e ingreso estable y suficiente para cumplir con la obligación
alimentaria, y no lo hizo, (ii) estaba obligado al pago de la cuota alimentaria y no acreditó justa
causa para abstenerse de hacerlo y (iii) se cuantificaron sus ingresos en quinientos mil pesos
mensuales y, por ende, tenía capacidad económica para sufragar la cuota alimentaria acordada ante
el ICBF.

Para el defensor, sin embargo, no es cierto que se haya probado que PULIDO MANRIQUE siempre
devengaba 500.000 pesos mensuales, pues éste, al renunciar a su derecho de guardar silencio, fue el
que manifestó que en promedio ganaba el monto indicado, pero la Fiscalía no aportó prueba para
demostrar que durante los meses en que el acusado dejó de cumplir con su obligación recibía dicho
dinero. Por el contrario, su defendido afirmó que dejó de cumplir con la obligación durante algunos
meses por estar enfermo y porque el dinero que ganaba durante ese tiempo, no le alcanzaba para
pagar el arrendamiento y garantizar su propia alimentación. Lo que está probado, según dijo el
apoderado, es que su defendido no tiene un trabajo estable y que, a pesar de no contar con capacidad
económica, siempre ha tenido la voluntad de cumplir con la cuota alimentaria, circunstancia que se
corrobora al tener en cuenta su manifestación relativa a que cuando el dinero que obtenía de su
trabajo le permitía, trataba de compensar los pagos omitidos. En su opinión, si el ingreso de su
defendido no era estable y no alcanzaba ni siquiera a un salario mínimo, no se puede considerar que
esto le permitía llevar una vida digna "y además cubrir en debida forma la cuota a que se le
obligó".[6]

Al no haber demostrado la Fiscalía que el acusado tiene un trabajo estable, ni que cuente con la
capacidad económica para pagar la cuota alimentaria, en su opinión, no existe prueba alguna que
demuestre que el no pago de su obligación alimentaria durante los seis meses del 2017 obedeció a su
propia voluntad, pues en materia penal, según dijo, no se puede aplicar la presunción legal que se
hace frente a una obligación de carácter civil, relativa a que ante la falta de demostración de
capacidad económica, se presume que el obligado devenga por lo menos un salario mínimo mensual
legal vigente.
Luego de afirmar que lo que se probó es que su defendido vive del "rebusque" y, a pesar de ello, ha
cumplido con la obligación alimentaria de su hija cuando la circunstancias se lo permiten, solicitó a
la Corte revocar la sentencia condenatoria por no estar probada la responsabilidad de PULIDO
MANRIQUE más allá de toda duda razonable en la materialización del delito de inasistencia
alimentaria, como lo determina el artículo 372 de la Ley 906 de 2004.

NO RECURENTES

La apoderada de la víctima solicitó a la Corte confirmar la sentencia condenatoria dictada en contra


de HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE, por cuanto no ha cumplido con la obligación de
suministrar alimentos a su hija K.D.P.P., los que comprenden, en su opinión, todo lo indispensable
para su sustento, habitación, vestido, asistencia médica, recreación, educación y, en general lo
necesario para su desarrollo integral.

La Fiscalía no hizo ningún pronunciamiento respecto de la impugnación especial presentada por el


apoderado del acusado.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE:

1. La Corte es competente para decidir sobre la impugnación especial interpuesta por el


defensor de HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE, contra la sentencia que lo condenó
como autor del delito de inasistencia alimentaria dictada por el Tribunal Superior de
Pamplona, mediante la cual revocó la absolución proferida por el Juzgado 1º Penal
Municipal con funciones de Conocimiento de esa misma ciudad, en garantía del principio
constitucional a la doble conformidad.
2. El delito de inasistencia alimentaria es una conducta ilícita de infracción al deber. El artículo
233 de la Ley 599 de 2000 la describe en los siguientes términos:

"El que se sustraiga sin justa causa a la prestación de alimentos legalmente debidos a
sus ascendientes, descendientes, adoptante, adoptivo, cónyuge o compañero o
compañera permanente, incurrirá en prisión de dieciséis (16) a cincuenta y cuatro (54)
meses y multa de trece punto treinta y tres (13.33) a treinta (30) salarios mínimos
legales mensuales vigentes.

La pena será de prisión de treinta y dos (32) a setenta y dos (72) meses y multa de
veinte (20) a treinta y siete punto cinco (37.5) salarios mínimos legales mensuales
vigentes cuando la inasistencia alimentaria se cometa contra un menor."

Reiteradamente la Corte[7] ha dicho que el delito de inasistencia alimentaria se estructura a


partir de los siguientes elementos: (i) la existencia de un vínculo o parentesco entre
alimentante y alimentado, del que deriva la obligación legal de suministrar alimentos; (ii) la
sustracción total o parcial de la obligación alimentaria, y (iii) la inexistencia de una justa
causa, esto es, que el incumplimiento se lleve a cabo sin motivo o razón que lo justifique.

Sobre este último elemento, también ha precisado la jurisprudencia que "no puede ser
de cualquier índole, sino que ha de ser constitucional y legalmente admisible, tanto más
si el afectado es un menor de edad, cuyos derechos fundamentales se reputan
prevalentes (art. 44 de la Constitución), dando lugar al principio de interés superior del
menor (art. 9º Ley 1098 de 2006)".[8]

También la jurisprudencia de la Sala ha precisado que, en la determinación del


carácter justo o injusto de la infracción al deber de brindar asistencia alimentaria, es
necesario establecer que el obligado cuente con los medios para atender la obligación
alimentaria, la cual se fundamenta tanto en "la necesidad del beneficiario como en la
capacidad del deudor, quien debe ayudar a la subsistencia de sus parientes, sin que ello
implique el sacrificio de su propia existencia".[9]

Por ende, si el obligado no cuenta con recursos económicos mal puede deducirse su
responsabilidad penal, pues no se trata de una conducta voluntaria y deliberada, sino que
obedece a circunstancias que pueden catalogarse de fuerza mayor, conclusión que se sustenta
en que «la punibilidad de la sustracción a la obligación de prestar alimentos no puede
transgredir el principio jurídico cifrado en que nadie está obligado a lo imposible».[10]
3. Para resolver la impugnación especial presentada por el apoderado de HÉCTOR
JACINTO PULIDO MANRIQUE, se tienen los siguientes medios probatorios:
1. En la sesión del juicio oral del 15 de diciembre de 2020 declaró la
funcionaria del CTI de la Fiscalía Lady Alhadye Ávila Garavito, quien afirmó
haber llevado a cabo, entre otras acciones, las actividades investigativas
orientadas a la identificación plena del acusado, a establecer su actividad
laboral y su capacidad económica.

La funcionaria de la Fiscalía indicó que el 15 de febrero de 2018 presentó el


informe de investigador de campo, y en el numeral 7.8 está escrito que se
desplazó al lugar en donde trabajaba HÉCTOR JACINTO MANRIQUE, de
quien constató laboraba, para el año 2017, como cargador de bultos o "cotero"
en el centro de acopio de alimentos de Pamplona. Agregó que su actividad
laboral es informal e independiente y, según le informaron varias personas
presentes en el lugar, los transportadores de alimentos pagan 500 pesos por
cada bulto cargado, pero no pudo determinar cuánto devenga mensualmente
PULIDO MANRIQUE, pues su ingreso depende del número de bultos
cargados o descargados.

Indicó, además, que, al consultar las bases de datos de FOSYGA, SISBEN,


Cámara de Comercio, RUNT, Instituto Geográfico Agustín Codazzi y de la
Oficina de Instrumentos Públicos, estableció que PULIDO MANRIQUE no es
propietario de vehículo ni de bien inmueble y está afiliado al régimen
subsidiado de Salud en la EPS-Comparta.

Finalmente, y al tener en cuenta que reconoció su firma en el informe, como


su contenido, por solicitud de la Fiscalía, el Juez ordenó incorporar el
documento y sus anexos al proceso.[11]
2. Daissy Alexandra Gélvez Rodríguez declaró en la sesión del juicio oral del 26
de febrero de 2021. Manifestó que es nutricionista de profesión, y laboró en el
ICBF desde el 2015 al 2020. Recordó haber llevado a cabo una valoración
2.

nutricional a la menor K.D.P.P. en un proceso administrativo de


restablecimiento de derechos, en quien advirtió un riesgo nutricional por su
delgadez y pérdida de cabello, derivada de la ingesta baja de alimentos
proteicos y la gran ingesta de dulces. Indicó que la niña presentaba una
discapacidad física, pues le faltaba un bracito y, según su progenitora, quien
fue la persona que la acompañó a la valoración, tuvo muchos problemas al
nacer en razón a que ella sufrió del síndrome de Guillain Barre durante el
embarazo. Agregó que la niña, al momento de la valoración, estaba bien
vestida y tenía una adecuada higiene, como también una buena actitud, pues
se mostró muy colaborativa. Señaló, finalmente, que el resultado de la
valoración y las recomendaciones sobre la nutrición de la menor fueron
plasmados en el informe que presentó, el cual fue incorporado al acta de la
diligencia de restablecimiento de derechos. Al serle puesto de presente este
documento por la Fiscalía, reconoció el contenido de su valoración y su firma.

Cuando fue contrainterrogada por el defensor sobre el motivo por el cual se


llevó a cabo el proceso de restablecimiento de derechos, sobre el cual había
señalado que se originó por la delgadez de la menor, la nutricionista Gélvez
Rodríguez aclaró que fue por la remisión que hizo una enfermera de urgencias
de la ESE Hospital San Juan de Dios, quien indicó que la niña al parecer fue
víctima de abuso sexual por parte de otro menor que residía en el sitio en que
ella vivía, según lo manifestó la madre de la niña y se indicó en los
documentos del ICBF.[12]
3. En la misma sesión del juicio oral del 26 de febrero de 2021, declaró la
psicóloga Fanny Esperanza Vera Pulido, quien afirmó laborar en el ICBF
desde el año 2007. Indicó que la menor K.D.P.P. ingresó al Instituto por un
presunto abuso sexual que había materializado otro menor, quien residía en el
mismo lugar en que ella vivía, y había aprovechado que la menor se quedaba
sola en la casa mientras su progenitora trabajaba en oficios varios. Recordó
que la niña no tenía ningún vínculo afectivo con su progenitor, con quien no
convivía. Además, que en dicho proceso administrativo se le fijó una cuota
alimentaria al padre de la menor, pero no recordó su monto.

Luego de reconocer los documentos del trámite administrativo de


restablecimiento de derechos adelantado en el ICBF y su firma en estos,
afirmó que cuando entrevistó a la niña tenía una buena presentación personal,
y se mostró muy receptiva y colaboradora. Según dijo, sus respuestas fueron
espontáneas, aunque observó dificultades en la retención de memoria a corto
plazo, lo que dificultaba sus procesos de aprendizaje, como también que no
presentaba alteraciones en sus procesos mentales superiores. Agregó que la
niña tenía baja tolerancia a la frustración, resolución poco efectiva del
conflicto y utilizaba el "berrinche" para obtener lo que quería. Finalmente,
indicó que además del factor de riesgo relativo a que la menor se quedaba sola
mientras su progenitora salía a trabajar, observó que la afectuosidad y
acercamiento de manera ingenua a las personas desconocidas, la hacían más

4.
vulnerable.[13]
4. Lucilda Parada Gélvez, progenitora de K.P.D.D., rindió testimonio en la
sesión del juicio oral del 6 de abril de 2021. Manifestó que convivió con
PULIDO MANRIQUE hasta 2 años después del nacimiento de K.P.D.D.
Indicó que durante el embarazo ella tuvo una enfermedad y esto afectó a la
niña, quien nació sin un bracito y ha sufrido de múltiples enfermedades
durante su desarrollo, entre las que destacó una grave enfermedad renal
causada por una bacteria cuando tenía 7 años.

Aseveró que, como consecuencia de una demanda de alimentos instaurada por


ella en contra de PULIDO MANRIQUE en el 2014, le fijaron una cuota
alimentaria por 100.000 pesos mensuales. Cuota que en el año 2015 fue
aumentada a 120.000, pero él siguió consignando 100.000 hasta los primeros
meses del 2017, luego de los cuales dejó de consignar la cuota alimentaria.
Según dijo, el aumento en la cuota de alimentación fue dispuesto por el ICBF,
cuando dicha Institución intervino a raíz de que un muchacho intentó abusar
sexualmente de la niña en el sitio en que vivían en arrendamiento, pues para
poder laborar debía dejarla sola.

Relató que su subsistencia depende del trabajo que realiza en labores


domésticas por días y, además, que el dinero que le venía suministrando
PULIDO MANRIQUE únicamente alcanzaba para la alimentación de la
menor, razón por la cual sólo ha tenido recursos para enviarla a la escuela por
temporadas, por lo que la niña presenta un atraso en su escolaridad. Agregó
que PULIDO MANRIQUE no ha estado presente en la vida de su hija, no se
relaciona con ella en ninguna forma, y que un día que ella fue a buscarlo al
Centro de Acopio de alimentos en donde labora, él la rechazó, según cree, por
la discapacidad que presenta la niña. Finalmente, afirmó que considera injusto
que K.D.P.P. no pueda estudiar, máxime cuando en un comienzo Bienestar
Familiar también le fijó obligaciones en este sentido, como también para el
suministro de ropa, pero él nunca las ha cumplido.[14]
5. En la sesión del 5 de mayo de 2021, declaró Jean Carlos Suárez, hermano de
K.D.P.P. por parte de su madre, quien confirmó que la niña tiene una
discapacidad y ha sufrido varias enfermedades, entre las que señaló
enfermedad cardiaca y renal. Aseveró que su progenitora laboraba en oficios
varios y se ganaba de 10.000 a 15.000 pesos al día, pero al quedarse sin
trabajo en Pamplona, debió irse a trabajar a Bucaramanga como empleada
interna en una casa de familia. Aunque manifestó que él se fue de la casa
cuando tenía 12 años y en la actualidad trabaja como conductor, según dijo,
supo a través de su progenitora que PULIDO MANRIQUE la ayudaba con
100.000 mensuales para la alimentación y el estudio de su hermana, pero dejó
de consignarle ese dinero en el 2017. Finalmente, afirmó que supo que su
hermana iba a buscar a PULIDO MANRIQUE al Centro de Acopio de
alimentos y allí, ellos hablaban.[15]
6. Ese mismo día, rindió testimonio la trabajadora social del ICBF María
6.
Alejandra Arias Pérez, quien indicó no recordar la visita domiciliaria
realizada a la menor K.D.P.P., por lo que remitió su valoración al informe que
presentó. Al serle puesto de presente los documentos del trámite
administrativo de restitución de derechos de K.D.P.P., reconoció su firma.
Afirmó, además, que en esos documentos se consignaron los resultados de la
visita domiciliaria realizada al sitio de vivienda de la menor, como también
los de las entrevistas que efectuó a sus progenitores.[16]
7. También la sesión del 5 de mayo de 2021 declaró HÉCTOR JACINTO
PULIDO MANRIQUE, quien renunció a su derecho de guardar silencio.
Manifestó que no desprecia a su hija, pero no puede hablar con ella sino
ocasionalmente cuando lo visita en el Centro de Acopio en donde él trabaja,
pues desde la separación Lucinda Parada lo "castiga" no permitiendo que
tenga contacto con la niña. Agregó que ha sido costumbre de Lucinda Parada
no informarle en dónde vive con la niña, por lo que no supo que ella se había
ido a vivir a Bucaramanga. Tampoco le comentó sobre el presunto abuso
sexual del que fue objeto su hija, situación de la que se enteró al ser citado al
Instituto de Bienestar Familiar en el año 2015.

Afirmó que Lucinda Parada lo demandó por alimentos en el 2014 y por esta
razón estuvo preso. Agregó que luego de acordar cancelar la suma de 3
millones de pesos por los alimentos adeudados y una cuota alimentaria
mensual de 100.000, pudo salir de la cárcel. Indicó, además, que cuando fue
citado al ICBF para lo relacionado con el presunto abuso sexual del que fue
víctima su hija, le manifestaron que continuara consignando los 100.000
pesos mensuales y así lo ha venido haciendo, aunque reconoce que en algunas
ocasiones no ha podido realizar la consignación, por dos razones. La primera,
que en muchas ocasiones el trabajo que realiza en forma independiente en el
Centro de Acopio de alimentos cargando bultos, no le genera ingresos
suficientes ni para pagar su propio arrendamiento. La segunda, porque estuvo
enfermo de una rodilla y no pudo trabajar. Agregó que cuando el trabajo es
"bueno" se gana cerca de 500.000 pesos mensuales, pero esto no ocurre todos
los meses, aunque también ha trabajado en todo lo que le salga, pues se
considera "todo terreno", y "si no trabaja no come".

Como prueba de las consignaciones realizadas presentó 37 recibos


correspondientes a los años 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020, los que fueron
incorporados al proceso.

Al ser contrainterrogado por la Fiscal sobre la razón por la cual no consigna la


suma de 120.000 mensuales que le fue fijada por el ICBF en el 2015,
PULIDO MANRIQUE reiteró que en esa ocasión le indicaron que debía
seguir consignando los 100.000 pesos que ya le habían fijado. Luego de
reconocer la firma en el documento de restablecimiento de derechos, PULIDO
MANRIQUE afirmó que el no leyó el documento antes de firmarlo porque "es
malo para la lectura".
Finalmente, afirmó que su hija lo visita en el Centro de Acopio y él le da
10.000 pesos o "lo que tiene", pero por razón de su trabajo poco hablan,
aunque sabe que ya tiene 13 o 14 años, y cursa noveno grado de escolaridad.
8. Como documentos públicos incorporados al proceso, se tienen la copia del
registro civil de nacimiento de K.D.P.P., y los documentos relacionados con
la diligencia de audiencia de pruebas y fallo del proceso de restablecimiento
de derechos de la niña K.D.P.P. llevada a cabo el 12 de noviembre de
2015.[17]
4. El aspecto objetivo de la conducta de inasistencia alimentaria fue establecido por el
Tribunal con fundamento en la acusación llevada a cabo por la Fiscalía, el registro
civil de K.D.P.P. y el fallo de restablecimiento de derechos emitido por el ICBF en el
2015.

En efecto, los aspectos fácticos establecidos en la acusación trasladada al acusado por


la Fiscalía el 22 de agosto de 2018, indican que ante la falta de apoyo económico para
la manutención de la niña K.D.P.P., su progenitora Lucinda Parada Gélvez acudió al
ICBF, en donde se adelantó un trámite administrativo de restablecimiento de
derechos y se fijó, a cargo de PULIDO MANRIQUE una cuota alimentaria de
120.000 pesos a partir del 12 de noviembre de 2015. Se afirmó, además, que el
acusado sólo ha venido consignando 100.000 pesos mensuales desde octubre de 2016
y, a la fecha de la acusación, había acumulado una deuda de 1.120.000 pesos.

De otra parte, al proceso fue incorporado el registro de nacimiento NUIP 1093433163


expedido por la Registraduría del Estado Civil de Pamplona-Norte de Santander, en
el que se indica que 20 de octubre de 2006 nació la niña K.D.P.P., cuyos progenitores
son HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE y Lucinda Parada Gélvez. E,
igualmente, la resolución 051 del 12 noviembre de 2015 dictada por la Defensora de
Familia del Instituto Colombiano de Bienestar Familia de Pamplona, en cuyo
numeral tercero se fijó como cuota alimentaria a HÉCTOR JACINTO PULIDO
MANRIQUE la suma de 120.000 pesos mensuales a favor de su hija K.D.P.P., los
que debía consignar en la cuenta de Lucinda Parada Gélvez.

El Tribunal estableció que el incumplimiento de la obligación alimentaria a


cargo de PULIDO MANRIQUE ocurrió de manera parcial y total.
Parcialmente, en razón a que se le fijó como cuota alimentaria la suma de
120.000 pesos mensuales y sólo venía consignando 100.000 pesos. Y, totalmente,
por cuanto no realizó consignación alguna entre los meses de abril a septiembre
de 2017 y de noviembre de 2018 a enero de 2019. No obstante, lo anterior, el
Tribunal precisó que: "Con todo y ahondando en garantías, el reproche que se
hace al acusado, y por el cual aquí se le fulmina fallo de condena, se circunscribe
a los seis meses continuos acaecidos para el año 2017, esto es, desde abril a
septiembre; periodo en que se evidencia una plena desatención alimentaria" [18]

Por consiguiente, el problema que debe analizar la Corte se centra en si se cumple


con el aspecto subjetivo del tipo, esto es, si la omisión total en el pago de la cuota
alimentaria atribuida HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE ocurrió sin justa
causa, como lo determinó el Tribunal Superior de Pamplona en la sentencia objeto de
la impugnación especial, o si por el contrario las circunstancias aducidas por éste para
no hacerlo constituyen una justificación válida, como lo aseveró su defensor al
interponer la impugnación especial.
5. Ha señalado la jurisprudencia, que con el fin de determinar el carácter justo o injusto
de la infracción al deber de brindar asistencia alimentaria, es necesario establecer que
el obligado cuente con los medios para atender la obligación alimentaria,
circunstancia que la Sala advierte no fue establecida por la Fiscalía.

En efecto, la funcionaria del CTI Lady Alhadye Ávila Garavito, en la declaración rendida el
15 de diciembre de 2020, afirmó que no pudo establecer cuánto se ganaba PULIDO
MANRIQUE mensualmente en la labor de cargar bultos que realizaba en el Centro de Acopio
de alimentos de Pamplona, pese a que le informaron que por cada bulto cargado o descargado
pagaban 500 pesos, "ya que depende de los bultos cargados y descargados". Lo que sí
determinó, es que el trabajo realizado por PULIDO MANRIQUE es informal, pues no cuenta
con patrón o empleador, como también que este no es propietario de vehículos o de bien
inmueble alguno. E, igualmente, que PULIDO MANRIQUE está afiliado al sistema de salud
en el régimen subsidiado y es atendido por la EPS- EPS-Comparta.

La Fiscalía, entonces, llevó a cabo una precaria investigación pues no sólo no pudo establecer
la capacidad económica del acusado –carga probatoria que le correspondía–, sino que,
además, como advierte la Sala ni siquiera se ocupó de establecer las circunstancias y
actuaciones anteriores que, según los testigos, se presentaron antes del trámite administrativo
de restablecimiento de derechos que se llevó a cabo en el ICBF en el 2015. Es más, en la
acusación se indicó que este trámite administrativo fue promovido por Lucinda Parada Gélvez
ante "la angustia por la falta de apoyo económico por parte de don HÉCTOR JACINTO
PULIDO MANRIQUE", lo que no es cierto.

Sobre este último aspecto, la Sala advierte que el trámite de restablecimiento de derechos realizado
por el ICBF en el 2015 no fue promovido por Lucinda Parada Gélvez. Si bien esta llevó a su hija al
hospital San Juan de Dios con ocasión del presunto abuso sexual del que la hiciera víctima el hijo
adolescente de su arrendataria, fue la enfermera de urgencias de la institución hospitalaria la que
puso en conocimiento del ICBF este caso. Así no sólo lo reconocen Lucinda Parada Gélvez y
HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE, sino también las funcionarias del ICBF Daissy
Alexandra Gélvez Rodríguez, María Alejandra Arias Pérez y Fanny Esperanza Vera Acevedo e,
igualmente, aparece indicado en el documento público que sobre dicho trámite se incorporó al
proceso.

La Fiscalía no investigó que, con anterioridad a ese trámite administrativo, Lucinda Parada
Gélvez había "demandado por alimentos" a PULIDO MANRIQUE en el 2014. Y, en esa
ocasión, según PULIDO MANRIQUE no sólo se dispuso su detención carcelaria, sino que llegó
a un acuerdo con la progenitora de su hija de cancelar 3.000.000 de pesos por los alimentos
adeudados y establecer una cuota de 100.000 pesos mensuales. La cuota fijada fue confirmada
por Lucinda Parada Gélvez, quien además indicó que se habían fijado también obligaciones
para atender las necesidades de vestuario y estudio, pero no precisó en qué consistieron.
Las circunstancias anteriores al trámite de restablecimiento de derechos, relatadas por PULIDO
MANRIQUE y Lucinda Parada Gélvez, explican las razones por las cuáles éste venía pagando como
cuota alimentaria la suma de 100.000 pesos mensuales, cuota que, según dijo, al no haber sido
aumentada en el trámite adelantado en el ICBF el 12 de noviembre de 2015, siguió consignando,
cuando lo devengado por su trabajo se lo permitía.

Cuando fue contrainterrogado por la Fiscalía, esto dijo PULIDO MANRIQUE:

"[Fiscal]: ¿Usted fue notificado en Bienestar Familiar de la imposición de esa cuota?

[H.J.P.M.]: ¿que si fue notificado de esa cuota?, eso ya la tenía doctora, cuando yo fui a Bienestar
Familiar yo ya estaba pagando esa cuota.

[Fiscal]: ¿Usted estaba pagando 100.000?

[H.J.P.M.]: Sí, doctora.

[Fiscal]: Y, ¿cuál fue la cuota que le impuso Bienestar Familiar?

[H.J.P.M.]: Yo no soy capacitado para pagar más doctora.

[Fiscal]: Pero, usted fue notificado de la imposición de una cuota por Bienestar Familiar por valor
de 120.000 pesos. ¿verdad?

[H.J.P.M.]: No, doctora. 100.000 pesos.

[Fiscal]: ¿en Bienestar Familiar también le impusieron 100.000 pesos?

[H.J.P.M.]: 100.000 pesos, doctora.

[Fiscal]:Señoría, le pido permiso para utilizar el documento en donde le fijaron la cuota de


alimentos en Bienestar Familiar en el año 2015, para verificar si este documento fue suscrito por el
señor JACINTO.

[Juez]: ¿Con el fin de impugnar credibilidad?

[Fiscal]: Sí, su señoría.

[Juez]: ¿el doctor Gustavo lo tiene ahí para que lo preste al testigo?

Defensor. Lo tengo en formato digital. ¿qué le comparto, señora Fiscal?

[Fiscal]: La primera hoja y la última. Señor Jacinto el documento que le está poniendo de presente el
doctor, ¿de qué se trata ese documento o a qué correspondió? La pregunta señor Jacinto es la
siguiente: usted le hablaba al señor abogado que usted fue citado a Bienestar Familiar. ¿verdad?

[H.J.P.M.]: Sí. Doctora.

[Fiscal]: ¿usted recuerda para que fecha fue citado?

[H.J.P.M.]: No. No recuerdo exactamente, doctora.


[Fiscal]: Observe al principio de ese documento que se corresponde con esa citación que le hicieron
a Bienestar Familiar. ¿cierto? ¿está observando la fecha?

[H.J.P.M.]: La fecha, 12 de noviembre de 2015.

[Fiscal]: Ese documento tiene un título. ¿qué dice en el título?, por favor

[el acusado trata de leer]

[Fiscal]: ¿Sabe leer, don Jacinto?

[Juez]: Vamos al punto doctora que creo que es...

[Fiscal]: Sí doctor, pero necesito que el reconozca el documento.

[Juez]: Llevémoslo a la firma, doctora a ver si él lo firmó y posteriormente al valor.

[H.J.P.M.]: Yo soy pésimo para leer, doctora.

[Juez]: Bajemos a la firma y le muestra la firma.

[Fiscal]: Bueno. El documento que le estoy poniendo de presente se denomina: Diligencia de


audiencia de pruebas y fallo del proceso de restablecimiento de derechos a favor de la niña K.D.P.P..
Ella es su hija, ¿verdad?

[H.J.P.M.]: Sí, doctora.

[Fiscal]: ¿usted fue llamado al restablecimiento de derechos a su hija verdad?

[H.J.P.M.]: Sí, doctora.

[Fiscal]: Al final del documento hay una firma donde está su nombre, ¿verdad?, ¿la está observando
señor Héctor?

[H.J.P.M.]: Sí, doctora.

[Fiscal]: ¿reconoce usted esa firma, como la que usted utiliza en sus actos públicos y privados?

[H.J.P.M.]: Sí, así es.

[Fiscal]: Bueno. ¿usted puede leer en el resuelve el numeral 3º de ese resuelve?

[H.J.P.M.]: Fíjese cuota alimentaria al señor HÉCTOR JACINTO PULIDO


MANRIQUE...identificado con cédula de ciudadanía 5.437.371 por el valor de 120.000

[Fiscal]: Es decir que el valor de la cuota alimentaria fijada para su hija K.D. fue por el valor de
120.000 pesos, ¿verdad?

[H.J.P.M.]: Pero doctora, si nosotros acordamos fue 100.000 pesos.

[Fiscal]: ¿qué dice ahí, señor Jacinto?


[H.J.P.M.]: Ahí dice 120.000 pesos.

[Fiscal]: y al final dice que usted la firmó. Quiere decir que usted sí se enteró de esa decisión del
Bienestar Familiar, ¿verdad?

[H.J.P.M.]: Pero doctora el acuerdo

[Fiscal]: ¿si es la firma suya?

[H.J.P.M.]: La firma si es mía.

[Fiscal]: ¿usted se enteró entonces?,

[H.J.P.M.]: ¿cómo?

[Fiscal]:¿se notificó, conoció de ese fallo, de esa decisión?

[H.J.P.M.]: 100. Pesos, doctora, allá acordamos.

[Fiscal]: ¿se enteró o no?

[H.J.P.M.]: No me enteré doctora.

[Fiscal]: Entonces, esa es su firma, ¿verdad?

[H.J.P.M.]: La firma sí es. Pero eso fue lo que allá acordamos doctora."

Además, cuando fue contrainterrogado por el defensor, PULIDO MANRIQUE reiteró que en la
diligencia que se adelantó ante el ICBF le manifestaron que debía seguir consignando los 100.000
pesos acordados con antelación. Y firmó el documento con ese convencimiento y sin leerlo, pues "es
malo pala la lectura".

De esta manera lo manifestó:

"[Defensor]: Don Jacinto durante el desarrollo de esa audiencia allá en el Bienestar Familiar, ¿usted
recuerda y tiene claro que a partir de ese momento la cuota le quedaba en 120.000 pesos?

[H.J.P.M.]: No, no. En ningún momento se dijo que eran 120.000 pesos. Allá lo que me dijeron:
tiene que seguir consignando los 100.000 pesos, no 120.000 pesos.

[Defensor]: Cuando usted firmó esa acta, que reconoce que es su firma, ¿usted se sentó y leyó todas
esas 19 hojas antes de firmarla?

[H.J.P.M.]: No doctor. En ningún momento leí esas páginas.

[Defensor]: Es decir, ¿lo que usted le quedó claro en esa diligencia, es que debía consignar los
100.000 pesos que habían acordado?

[H.J.P.M.]: Sí doctor. Yo la firme porque eso fue lo que se acordó, paga los 100.000 pesos, allá me
dijeron, más yo, lo uno, soy muy malo para la lectura, y lo otro, 19 páginas cuándo las voy a
leer."[20]

Si se tienen en cuenta las circunstancias anteriores al trámite administrativo de restablecimiento de


derechos llevado a cabo el 12 de noviembre de 2015, y lo declarado por PULIDO MANRIQUE
podría pensarse que al continuar consignando la suma de 100.000 pesos mensuales actuó
convencido de que la cuota no le fue variada, máxime cuando el trámite al que concurrió en el ICBF
tenía como objetivo restablecer los derechos de la niña por haber sido víctima de abuso sexual. Sin
embargo, al examinar el documento público de dicho trámite, la Sala advierte que, si bien el objetivo
no era establecer o variar la cuota alimentaria, todo indica que fue por una manifestación del mismo
PULIDO MANRIQUE que este tema fue incluido en la resolución 051 del 12 de noviembre de
2015.

En efecto, en el acta de la diligencia de audiencia de pruebas aparecen dos manifestaciones que


PULIDO MANRIQUE realizó respecto de aumentar el monto de la cuota alimentaria. El primero
como parte de la manifestación que hizo cuando se le corrió traslado del informe presentado por la
trabajadora social María Alejandra Arias Pérez.

Según se indicó en el documento:

"Seguidamente se concede la palabra al señor HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE quien


manifiesta: " empezando porque la niña tiene 6 hermanos, la razón por la cual ellos no la pueden
conocer es que hace 8 años la hija mayor mía fue a conocerla, la señora aquí presente dijo que era
una vagabunda, y que nunca era hija mía, me sacaron de la casa y me aporrearon el 30 de diciembre
junto con la policía, eso pasó así, volvimos a convivir por la avenida Bolívar, yo me fui para el
trabajo, yo madrugo a las 4.00 a.m., y cuando llegué tarde, me quedé con la muda de ropa que tenía
puesto, y ella se llevó los electrodomésticos. La otra vez vivíamos por los lados de los pinos,
tampoco me abría la puerta, eso pasó 4 veces hasta que yo me aburrí. Solo me dejó con una sola
muda de ropa y se llevó todo. Y ahora suplica porque no voy a buscarla. Yo nunca le niego a la niña
una sonrisa, un abrazo, la niña va seguir estudiando, yo pregunto la niña en Bucaramanga y yo aquí
(se le aclara al señor Héctor que la señora Lucilda ya se encuentra en Pamplona). Una vez aclarado
esto el señor Héctor continúa manifestando: la niña va seguir estudiando y viviendo aquí, según
ustedes me aclaran, según así vamos a tener comunicación y continuare con la cuota alimentaria, la
cual propongo aumentarla $120.0000 mil pesos".[21]

Similar manifestación hizo PULIDO MANRIQUE cuando fue interrogado por la defensoría sobre el
monto de la cuota alimentaria que venía consignando. Esto respondió: "CONTESTÓ: Estoy
aportando CIEN MIL PESOS, pero a partir del mes de diciembre propongo aumentar la cuota a
CIENTO VEINTE MIL PESOS".

En tales términos, la Sala advierte que si bien PULIDO MANRIQUE no leyó el documento en razón
a las dificultades que tiene para leer –las que quedaron evidenciadas durante la audiencia en que
rindió declaración–, sí tuvo claridad sobre el aumento de la cuota que se ordenó el 12 de noviembre
de 2015, por lo que esto demostraría el incumplimiento parcial de su obligación a partir de ese
momento, tal y como lo estableció el A quo en la sentencia de primera instancia. Sin embargo, como
el Tribunal circunscribió el aspecto objetivo del delito de inasistencia alimentaria al no pago de la
cuota durante 6 meses del 2017, y por ello dictó sentencia condenatoria, en virtud del principio de no
reforma en peor, la Sala no hará pronunciamiento alguno sobre este aspecto.
De otra parte, al no haber sido establecida la capacidad financiera de PULIDO MANRIQUE por
parte de la Fiscalía, fue éste quien, al aceptar el incumplimiento de su obligación por varios meses,
afirmó que cuando había buen trabajo podía ganarse cerca de 500.000 pesos al mes, pero cuando el
trabajo estaba "malo", no lo hacía, pues ni siquiera le alcanzaba para el pago del arrendamiento.

Al ser interrogado por el defensor, sobre si antes del trámite de restablecimiento de derechos a la
niña realizado en el 2015, venía consignando la cuota alimentaria, PULIDO MANRIQUE respondió:

"[H.J.P.M.]: Sí, doctor, como no. Yo le venía pasando alimentos sino estoy..., desde el 2014.
Fijamos la cuota alimentaria. Que es cuando yo salí prácticamente. Yo estaba preso. En el 2014
fijamos la cuota alimentaria. De ahí para acá yo he consignado hasta donde he podido. Porque en un
tiempo estuve enfermo. Y otro poco de tiempo, el trabajo no se ha presentado así bien en forma. Eso
sí me he atrasado en varias cuotas, pero no es para decir que no estoy cumpliendo con las cuotas.

[Defensor]: Usted nos dice que se ha atrasado con las cuotas. ¿Qué lo ha llevado a atrasarse con las
cuotas? Don Jacinto.

[H.J.P.M.]: Como primera medida cuando me enferme de la rodilla. Bueno, pero listo, eso ya pasó.
Y segunda medida, el trabajo no todos los días se me presta favorable. Entonces no alcanzo a
conseguir ni para yo pagar el arriendo, ni para cumplir con la cuota alimentaria.

[Defensor]: ¿usted alcanza a ganarse al mes por lo menos un mínimo?

[H.J.P.M.]: No doctor. No, nunca. Yo nunca alcanzo. Si a mi me va bien en el mes sacaré 500.000
pesos. Si me va bien en el mes".

Y ante la pregunta del defensor –realizada cuando PULIDO MANRIQUE relacionaba los recibos de
las consignaciones que ha llevado a cabo desde el 2016–, de por qué aparecen consignaciones en
algunos meses por 200.000 pesos, respondió:

"[H.J.P.M.]: Porque doctor, primera medida. Porque hay unos meses que no he podido consignarle
a la niña, por x razón, bien sea enfermedad o bien sea el trabajo, se pone muy malo el trabajo.
Entonces, siempre y cuando el trabajo se me compone, yo trato de, de, cómo se llama eso, o sea de
reponerle a la niña lo del mes que no le he cancelado lo de la cuota alimentaria.

[Defensor]: Es decir, intentar ponerse al día.

[H.J.P.M.]: Al día, si señor.

(...)

[Defensor]: Don Jacinto. A parte de su labor como "cotero" en el centro de acopio, ¿usted desarrolla
alguna otra actividad económica.

[H.J.P.M.]: Es que yo soy, como se dice "todo terreno". A mi me convidan a echar una placa, yo
voy a echar la placa. Me convidan. Estoy descargando un camión, me convidan a x cosa, a ir a
ayudar a arriar un animal, cualquier, pero prácticamente la labor mía es en el centro de acopio,
descargar camiones, ayudar a escoger papa, a escoger la verdura, una cosa y otra. Y otra cosa doctor,
le puedo presentar los desprendibles que faltan ahí, pero en el momento no los tengo.

[Defensor]:usted vive de su trabajo. ¿alguien más le colabora a usted para sus gastos?

[H.J.P.M.]: No doctor. Si yo no trabajo, como dicen, si no trabajo no como. Yo vivo únicamente de


eso, lo que yo devengo del centro de acopio, no más". [23]

De acuerdo con la relación de las consignaciones de cuotas alimentarias que hizo PULIDO
MANRIQUE, y las copias de las mismas que fueron incorporadas al juicio a través de su testimonio,
estas corresponden a: 3 consignaciones por $100.000, cada una, llevadas a cabo en los meses de
octubre, noviembre y diciembre de 2016; 4 consignaciones por $100.000 y 2 por $200.000, cada
una, para un total de 6, realizadas en los meses febrero, marzo, octubre y noviembre de 2017; 6
consignaciones por $100.000 y 2 por $200.000, cada una, efectuadas en los meses de enero, marzo,
abril, mayo, junio, agosto y octubre de 2018; 9 consignaciones por $100.000, cada una, realizadas
entre los meses de febrero, marzo, abril, mayo, julio, agosto, septiembre y noviembre de 2019 y, 9
consignaciones por $100.000, cada una, llevadas a cabo en los meses de enero, febrero, marzo,
mayo, julio, agosto y septiembre de 2020.

Esto indica que en los 3 meses finales de 2016 consignó 300.000 pesos; en 4 meses del 2017,
consignó 800.000; en 8 meses del 2018, consignó 1.000.000 de pesos; en 8 meses del 2019,
consignó 900.000 pesos, y en 7 meses del 2020, consignó 900.000 pesos.

Si bien para el Tribunal, las investigaciones llevadas a cabo por la Fiscalía no permitieron establecer
la capacidad económica del acusado, sí se estableció con la declaración de PULIDO MANRIQUE,
pues éste manifestó que devengaba 500.000 pesos mensuales en su actividad informal de cargar
bultos en el Centro de Acopio de alimentos de Pamplona, y también ejecutaba ocasionalmente
actividades de construcción.

La Sala advierte que el Tribunal tergiversó el testimonio de PULIDO MANRIQUE, pues concluyó
que el ingreso de 500.000 pesos mensuales era constante, esto es, se presentaba todos los meses, y se
incrementaba con lo devengado en las otras actividades por él realizadas. En primer lugar, por
cuanto PULIDO MANRIQUE sólo afirmó que cuando el trabajo era "bueno", alcanzaba a ganar
500.000 pesos, pero esto no sucedía todos los meses ya que, cuando el trabajo estaba "malo" o no
podía trabajar por estar enfermo, lo que ganaba no le alcanzaba para pagar el arrendamiento. En
segundo lugar, si bien PULIDO MANRIQUE afirmó que trabajaba ocasionalmente en otras
actividades, entre estas las de construcción, en ningún momento estableció cuánto eran sus ingresos
por dichas actividades, ni la regularidad con la que las llevaba a cabo.

Para la Sala, es claro que en este error incurrió el Tribunal ante la deficiente investigación que
realizó la Fiscalía en el presente caso, la que sólo permitió establecer que PULIDO MANRIQUE
trabajaba informalmente en el Centro de Acopio de alimentos de Pamplona cargando bultos,
actividad en la que por cada bulto se pagaba 500 pesos para el año 2017, pero no determinó qué
ingresos tenía al mes. Es más, en este informe se indicó que sus ingresos no eran constantes, pues
dependía de la cantidad de bultos cargados y descargados, aunque no se estableció cuántos bultos
podía cargar o descargar al día, ni mucho menos al mes.

De otra parte, al analizar las fechas en que PULIDO MANRIQUE llevó a cabo las consignaciones y
los meses en que dejó de cumplir con su obligación, se observa que no existe un patrón, pues las
consignaciones no tienen una regularidad, por lo que podría ser cierto que el incumplimiento en que
incurrió PULIDO MANRIQUE, aceptado por éste, se derivó de no obtener dinero suficiente en su
actividad informal. Máxime si se tiene en cuenta que, en algunos meses, efectuó consignaciones por
200.000 pesos, lo que indicaría su intención de pagar la cuota atrasada, y tratar de ponerse al día con
su obligación, como lo manifestó durante el juicio. Esto se presentó, entre otros años, en el 2017,
pues si bien no consignó la cuota entre abril y septiembre como lo señaló el Tribunal, en octubre y
noviembre realizó dos consignaciones por 200.000 pesos cada una.

En tales términos, la Sala advierte que no se cumplió el estándar de conocimiento más allá de toda
duda establecido en el artículo 381de la Ley 906 de 2004, que permita sostener la condena impuesta
por el Tribunal Superior de Pamplona, pues se presenta duda razonable que impide establecer si el
incumplimiento en las cuotas alimentarias ocurrido en el año 2017, se materializó sin justa causa o
si, por en contrario, fue determinado por el bajo ingreso que tuvo el acusado en su labor de cargador
de bultos en el Centro de Acopio de alimentos de Pamplona.

Como lo ha señalado la Sala, la existencia de duda razonable puede predicarse cuando en el debate
probatorio se verifica la existencia de una hipótesis plausible que resulta contraria a la
responsabilidad del procesado, la atenúe o incida de alguna otra forma que resulte relevante, como
sucede en el presente caso.

Por consiguiente, en acatamiento del principio de in dubio pro reo, la Sala revocará la sentencia
condenatoria dictada por el Tribunal Superior de Pamplona y, en su lugar, dejará en firme la
sentencia absolutoria emitida por el juzgado de primera instancia, como lo solicitó el defensor.

La Sala, adicionalmente, hace un llamado de atención a la Fiscalía para que, en casos como el
presente, lleve a cabo una investigación exhaustiva que permita determinar no sólo las
circunstancias antecedes y consecuentes de los presuntos hechos punibles, sino, fundamentalmente,
la capacidad económica del acusado, pues éste es uno de los requisitos indispensables para
establecer la ocurrencia del tipo penal de asistencia alimentaria.

En síntesis, al no haberse podido establecer el grado de certeza requerido por la ley para condenar,
en tanto existe duda razonable sobre la responsabilidad de HÉCTOR JACINTO PULIDO
MANRIQUE, en aplicación del principio in dubio pro reo que cobija al procesado, la Sala revocará
la sentencia condenatoria dictada en su contra por el Tribunal Superior de Pamplona por el delito de
inasistencia alimentaria y, en su lugar, ratificará la sentencia absolutoria dictada a su favor por el
Juzgado 1º Penal Municipal de esa misma ciudad.

Por lo expuesto, la SALA DE CASACIÓN PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,


administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE:

Primero: Revocar la sentencia condenatoria dictada por el Tribunal Superior de Pamplona en contra
de HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE como autor del delito de inasistencia alimentaria.

Segundo: Ratificar la sentencia absolutoria expedida por el Juzgado 1º Penal Municipal de esa
misma ciudad, a favor de HÉCTOR JACINTO PULIDO MANRIQUE, al existir duda razonable
sobre su responsabilidad, en aplicación del principio in dubio pro reo.

Contra esta decisión no procede recurso alguno.

Devuélvase el expediente al Tribunal de origen.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.

FABIO OSPITIA GARZÓN

Presidente

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

MYRIAM ÁVILA ROLDÁN

FERNANDO LEÓN BOLAÑOS PALACIOS

GERSON CHAVERRA CASTRO

DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

HUGO QUINTERO BERNATE

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA

Secretaria

[1] Archivo magnético Primera Instancia, 002Escrito de Acusación, folios 2 al 11.

[2] Archivo magnético Primera Instancia, 018Acta audiencia concentrada, folio 64.

[3] Archivo magnético Primera Instancia, 052SentidoFallo, folios 209 a 2014.

[4] Archivo magnético Segunda Instancia, 13Sentencia2aInstancia, folios 1 al 14.

[5] Archivo magnético Segunda Instancia, 32SustentaciónImpugnación, folios 4 al 11.

[6] Archivo magnético Segunda Instancia, 32SustentaciónImpugnación, folio 9.

[7] SP19806 del 23 de noviembre de 2017, radicado 44.758 y SP4920 del 13 de noviembre de 2019,
radicado 55.515, entre otros.

[8] SP1984 del 30 de mayo de 2018, radicado 47.107 y SP405 del 10 de febrero de 2021, entre otros.
[9] SP del 19 de enero de 2006, radicado 21.023; SP19806 del 23 de noviembre de 2017, radicado
44.758 y SP4920 del 13 de noviembre de 2019, radicado 55.515.

[10] SP del 4 de diciembre de 2008, radicado 28.813; SP1984 del 30 de mayo de 2018, radicado
47.107 y SP405 del 10 de febrero de 2021.

[11] Archivo magnético Primera Instancia, 020Segunda parte Audiencia Juicio Oral 15 Dic 20 y
022Pruebas incorporadas audiencia de 15 de dic 2020.

[12] Archivo magnético Primera Instancia, 027Tercera parte audiencia Cont. Juicio Oral 26 feb 21 y
029Pruebas incorporadas audiencia de 26 de feb 21.

[13] Archivo magnético Primera Instancia, 02Cuarta parte audiencia Cont. Juicio Oral 26 feb 21 y
029Pruebas incorporadas audiencia de 26 de feb 21.

[14] Archivo magnético Primera Instancia, 032 Parte 1 CONT.JUICIO ORAL 6 DE ABRIL DE
2021 y 034Pruebas incorporadas audi. 6. abril 2021.

[15] Archivo magnético Primera Instancia, 039aud. Cont. Juicio Oral 5 de mayo 2021.

[16] Archivo magnético Primera Instancia, 039aud. Cont. Juicio Oral 5 de mayo 2021.

[17] Archivo magnético Primera Instancia, 034Pruebas incorporadas aud. del 6 abril feb 2021, folios
124 a 143.

[18] Archivo magnético Segunda Instancia, 13Sentencia2aInstancia25 marzo2022, folio 10.

[19] Archivo magnético Primera Instancia, 040 aud. Cont.Juicio Oral 5 de mayo 2021, Minutos
38.44 a 46.43.

[20] Archivo magnético Primera Instancia, 040 aud. Cont.Juicio Oral 5 de mayo 2021, Minutos
58.10 a 59.34.

[21] Archivo magnético Primera Instancia, 029Pruebas incorporadas aud. Del 29 de febrero de
2021., folios 12 y 13.

[22] Archivo magnético Primera Instancia, 040 aud. Cont.Juicio Oral 5 de mayo 2021, Minutos
10.40 a 12.16.

[23] Archivo magnético Primera Instancia, 040 aud. Cont.Juicio Oral 5 de mayo 2021, Minutos
21.30 a 028.28.

Disposiciones analizadas por Avance Jurídico Casa Editorial Ltda.


JEP - Jurisdicción Especial para la Paz
n.d.
Última actualización: 20221004

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