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¿Cómo funciona el aparato

digestivo para descomponer


químicamente los alimentos en
pequeñas partes que el cuerpo
puede usar?
Estómago—Las glándulas situadas en el revestimiento del estómago
producen ácidos estomacales y enzimas que descomponen químicamente
los alimentos. Los músculos del estómago mezclan la comida con estos
jugos digestivos.

¿Qué les sucede a los alimentos


digeridos?
El intestino delgado absorbe la mayoría de los nutrientes en los alimentos y
el sistema circulatorio los pasa a otras partes del cuerpo para almacenarlos
o usarlos. Hay células especiales que ayudan a que los nutrientes
absorbidos crucen el revestimiento intestinal para pasar al torrente
sanguíneo. La sangre transporta azúcares simples, aminoácidos, glicerol y
algunas vitaminas y sales al hígado. El hígado almacena, procesa y
distribuye nutrientes al resto del cuerpo cuando es necesario.

El sistema linfático (en inglés), una red de vasos sanguíneos que


Enlace externo del NIH

transportan glóbulos blancos y un líquido llamado linfa a través del cuerpo


para combatir las infecciones, absorbe los ácidos grasos y las vitaminas.

El cuerpo usa azúcares, aminoácidos, ácidos grasos y glicerol para


desarrollar las sustancias necesarias para la energía, crecimiento y
reparación de las células.

Ref: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-
salud/enfermedades-digestivas/aparato-digestivo-funcionamiento#5

INGESTA DE AGUA EN LAS COMIDAS


El agua participa en el proceso de digestión de varias maneras:

• Ocupa un volumen importante en el estó mago.

• Diluye los nutrientes, es decir, los separa físicamente y los vehiculiza para su
digestión.

• La fibra soluble atrapa el agua durante la digestió n y la vuelve de consistencia


gelatinosa, lo cual retarda la digestió n y la velocidad de la absorci ó n de los
nutrientes desde el estómago y los intestinos.

Existe una controversia importante acerca de si se debe beber agua antes, durante o
después de las comidas, ya que existe la creencia popular de que el agua engorda si
se toma durante las comidas. En realidad, el hecho de tomar líquidos (agua u otras
bebidas) antes, durante o después de las comidas nada tiene que ver con que estos
alimentos tengan mayor o menor capacidad calórica.

Lo que sucede es que disminuimos el grado de acidez en el estómago al diluir los


jugos gástricos y esto puede provocar que las enzimas que requieren un determinado
grado de acidez para actuar queden inactivas y la digestión se ralentice.

Las enzimas no dejan de actuar por el descenso de la acidez, pero pierden eficacia al
quedar diluidas. Si las bebidas que tomamos con las comidas además están frías, la
temperatura del estómago disminuye y la digestión se ralentiza aún más.

Por esta razón, a las personas afectadas de digestiones difíciles o pesadas les puede
resultar más conveniente omitir cualquier tipo de bebida durante las comidas o justo
después de las comidas. Sin embargo, para quienes no sufren ningún trastorno
digestivo no hay una explicación dietética ni científica que justifique que no se
puedan ingerir líquidos en esas situaciones.

Por la cuestión del aumento de volumen, el agua participa en la sensación de


saciedad. Así, podemos:

• En caso de buscar un aumento de peso, por delgadez o durante la primera infancia,


se recomienda evitar el agua durante las comidas. Los ni ñ os, habitualmente, beben
mucha agua ante un plato que no les gusta para saciarse.
• En caso de buscar una disminució n de peso, incorporar el agua en las comidas para
una mayor saciedad. Sobre todo con los platos ricos en fibra (verduras,
legumbres...).

La vehiculización de los alimentos para la posterior absorción es un tema


importante. Una comida demasiado seca produce una sensación de pesadez incluso
dolorosa. Pero una comida con mucha agua puede producir una sensación de
plenitud excesiva. El agua fluidifica la digestión, facilitándola, pero su exceso la
alarga de forma molesta.

En lo que menos influye el agua es en el aprovechamiento de los nutrientes. El


sistema digestivo es suficientemente largo y eficiente como para poder aprovechar al
máximo las posibilidades nutritivas de los alimentos. Sólo las personas que beben
realmente demasiada agua (4 litros al día sin sed es demasiada agua) pueden tener
una pérdida de nutrientes pero no en la digestión sino a través de la orina, ya que la
eliminación de agua que lleva a cabo el riñón va acompañada de otras sustancias de
forma inevitable, estén presentes de forma excesiva en la sangre o no.

La ingesta muy recomendable de fibra debe ir siempre acompañada de agua para


conseguir el efecto buscado, ya sea enlentecer la absorción de nutrientes (en la
obesidad o en la diabetes), o favorecer el tránsito intestinal para evitar la
constipación (estreñimiento). La ingesta de fibra no acompañada de agua suficiente
puede provocar el efecto contrario: un estreñimiento notable.

EQUILIBRIO DEL AGUA EN EL ORGANISMO

El agua entra en el cuerpo principalmente por la absorción desde el


aparato digestivo y lo abandona como orina que excretan los riñones
(entre 500 ml y varios litros de orina al día).

Alrededor de 750 ml de agua se pierden también cada día por


evaporación a través de la piel y los pulmones. La sudoración intensa,
tal como sucede durante el ejercicio vigoroso o en los climas cálidos,
puede aumentar notablemente el volumen perdido en la evaporación.
Normalmente, se pierde poca agua por el aparato digestivo; sin
embargo, puede perderse una cantidad igual o superior a 4 litros al día
por vómitos prolongados o por una diarrea intensa.

Cuando el consumo de agua compensa la cantidad perdida, el agua del


cuerpo está en equilibrio. Para mantener este equilibrio, las personas
sanas con un funcionamiento normal de los riñones y que no
transpiren excesivamente deben beber al menos un litro de líquido al
día.

Sin embargo, se recomienda a los adultos sanos beber de 1,5 a 2 litros


al día para protegerse de la deshidratación y del desarrollo de cálculos
renales.

Cuando el cerebro y los riñones funcionan adecuadamente, el


organismo puede afrontar cambios extremos en el consumo del agua.
Habitualmente se bebe lo suficiente como para compensar un exceso
de pérdida de agua y, de ese modo, mantener el volumen sanguíneo y
la concentración de las sales minerales disueltas (electrolitos) en la
sangre. Sin embargo, una persona puede deshidratarse si no bebe la
cantidad de agua suficiente para compensar la pérdida excesiva, como
sucede en caso de vómitos prolongados o diarrea intensa.

La cantidad de agua presente en el organismo está estrechamente


ligada a la cantidad de electrolitos. La concentración de sodio en la
sangre es un buen indicador de la cantidad de agua existente en el
organismo. El cuerpo trabaja para mantener el nivel de agua total y,
por tanto, para que el valor de sodio en la sangre sea constante.
Cuando éste es demasiado elevado, el cuerpo retiene agua para diluir
el exceso de sodio. Se siente sed y se produce menos orina.

Cuando la concentración de sodio desciende demasiado, los riñones


excretan más agua para restaurar el equilibrio de dicha concentración.
Ref: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-el-agua-como-nutriente-actualizacion-
X0212047X10540710

Absorción de los fármacos


P or

J enni f er Le

, P ha r m D, MA S, B CP S-I D, F I DSA , F CCP , F CSHP , Sk a ggs School of P ha r m a cy a nd P ha r m a ceutica l Sciences, Univer sity of Ca lif or nia Sa n Diego

Revisa do m édica m ente Jun. 2022

Absorción de los fármacos


La absorción de un fármaco depende de sus propiedades
fisicoquímicas, su formulación y su vía de administración. Las formas
farmacéuticas (p. ej., comprimidos, cápsulas, soluciones) están
compuestas por el fármaco y otros ingredientes, y se formulan de
manera que puedan ser administradas por diversas vías (p. ej., oral,
bucal, sublingual, rectal, parenteral, tópica, inhalatoria). Cualquiera sea
la vía de administración, en primer lugar los fármacos deben disolverse
para ser absorbidos. Por ello, las formas sólidas (p. ej., comprimidos)
deben ser capaces de desintegrarse y desagregarse.

Salvo en el caso de la administración IV, un fármaco debe atravesar


varias barreras celulares semipermeables antes de alcanzar la
circulación sistémica. Las membranas celulares son barreras biológicas
que inhiben selectivamente el flujo de las moléculas de los fármacos. La
composición fundamental de las membranas consiste en una matriz
lipídica bimolecular de la que depende su permeabilidad. Los fármacos
pueden atravesar las membranas celulares por

 Difusión pasiva
 Difusión pasiva facilitada
 Transporte activo
 Pinocitosis

En algunas ocasiones, existen diversas proteínas globulares inmersas


en la matriz que actúan como receptores y colaboran en el transporte
de moléculas a través de la membrana.

Difusión pasiva
Los fármacos difunden a través de una membrana celular desde una
región con una concentración elevada (p. ej., los jugos digestivos) hacia
las zonas de baja concentración (p. ej., la sangre). La velocidad de
difusión es directamente proporcional al gradiente, pero también
depende de la liposolubilidad de la molécula, de su tamaño, de su
grado de ionización y de la superficie de absorción. Como la membrana
celular es de naturaleza lipídica, las moléculas liposolubles difunden
con mayor rapidez. Las moléculas pequeñas tienden a atravesar las
membranas más velozmente que las más grandes.

La mayoría de los fármacos son ácidos o bases orgánicos débiles que se


encuentran en las formas ionizada y no ionizada en un entorno acuoso.
La forma no ionizada suele ser liposoluble (lipofílica) y difunde con
facilidad a través de las membranas celulares. La forma ionizada es
poco liposoluble (pero muy hidrosoluble, es decir, hidrofílica) y está
sometida a una alta resistencia eléctrica, por lo que no le resulta fácil
atravesar las membranas celulares.

La proporción de la forma no ionizada presente (y, por lo tanto, la


capacidad del fármaco para atravesar membranas) depende del pH
ambiental y del pKa (constante de disociación ácida) del fármaco. El pKa
es el pH en el cual las formas ionizada y no ionizada están presentes en
concentraciones idénticas. Cuando el pH es menor que el pKa, en el
caso de un ácido débil predomina la forma no ionizada, pero en las
bases débiles la forma predominante es la ionizada. Por lo tanto, en el
plasma (pH 7,4), la relación entre las formas no ionizada e ionizada de
un ácido débil (p. ej., con un pKa de 4,4) es 1:1000; en el jugo gástrico
(pH 1,4), la relación se invierte (1000:1). Por lo tanto, cuando se
administra por vía oral un ácido débil, la mayor parte de éste se
encuentra en forma no ionizada en el estómago, lo que favorece su
difusión a través de la mucosa gástrica. Si se trata de una base débil con
un pKa de 4,4, la situación se invierte; la mayor parte del fármaco se
encuentra en forma ionizada en el estómago.
En teoría, los fármacos de naturaleza ácida débil (p. ej., ácido
acetilsalicílico) se absorben con más rapidez a partir de un medio ácido
(estómago) que los de naturaleza básica débil (p. ej., quinidina). Sin
embargo, independientemente de que un fármaco sea ácido o básico,
la mayor parte del proceso de absorción ocurre en el intestino delgado,
debido a la mayor superficie de absorción y a la mayor permeabilidad
de sus membranas (véase Administración oral ).
Difusión pasiva facilitada
Algunas moléculas poco liposolubles (p. ej., glucosa) atraviesan las
membranas más rápidamente de lo que podría esperarse. Una teoría
es la difusión pasiva facilitada: una molécula transportadora se
combina de forma reversible con la molécula sustrato en el exterior de
la membrana celular, y el complejo transportador-sustrato difunde con
rapidez a través de la membrana, lo que libera el sustrato desde la
superficie interior. En estos casos, la membrana transporta únicamente
sustratos con una configuración molecular relativamente específica y la
disponibilidad de transportadores limita el proceso. Este tipo de
transporte no requiere gasto de energía, y no es posible que ocurra en
contra de un gradiente de concentración.

Transporte activo
El transporte activo es selectivo, requiere aporte de energía y puede ser
llevado a cabo en contra de un gradiente de concentración. El
transporte activo parece estar limitado a fármacos estructuralmente
análogos a sustancias endógenas (p. ej., iones, vitaminas, azúcares,
aminoácidos). Estos fármacos suelen absorberse en regiones
específicas del intestino delgado.

Pinocitosis
En la pinocitosis, las células capturan líquido o partículas. La membrana
celular se invagina, rodea el líquido o la partícula y vuelve a fusionarse,
lo que da lugar a la formación de una pequeña vesícula que se
desprende de la membrana y pasa al interior de la célula. Es preciso el
aporte de energía. Probablemente, la pinocitosis desempeña un papel
menor en el transporte de fármacos, con la excepción de los fármacos
de naturaleza proteica.

Administración oral
Antes de su absorción, un fármaco administrado por vía oral debe
sobrevivir en entornos de bajo pH y con numerosas secreciones
digestivas, entre las que se encuentran enzimas potencialmente
degradantes. Los fármacos de naturaleza peptídica (p. ej., insulina)
resultan particularmente susceptibles a la degradación, por lo que no
pueden administrarse por vía oral. La absorción de los fármacos
administrados por vía oral implica el transporte a través de la
membranas de las células epiteliales del tracto digestivo. La absorción
se ve afectada por

 Las diferencias de pH intraluminal a lo largo del tubo digestivo


 La relación entre la superficie y el volumen intraluminal
 La perfusión sanguínea
 La presencia de bilis y moco
 La naturaleza de las membranas epiteliales

La mucosa oral posee un epitelio delgado y está muy vascularizada, lo


que favorece la absorción; sin embargo, el tiempo de contacto suele ser
demasiado corto como para que se produzca una absorción
significativa. Si el fármaco se deposita entre las encías y la superficie
interior de la mejilla (administración bucal) o bajo la lengua
(administración sublingual), el tiempo de contacto aumenta, lo que
favorece la absorción.

Normalmente, el estómago es el primer órgano en el que se produce un


contacto estrecho entre un fármaco administrado por vía oral y líquidos
gastrointestinales (para una revisión, véase [ 1]). Aunque rel estómago
presenta una superficie epitelial relativamente extensa, el espesor de
su capa mucosa y el corto período de tránsito limitan la absorción del
fármaco. Estas propiedades del estómago pueden influir en la
formulación y el comportamiento del fármaco. Dado que la mayor parte
de la absorción se produce en el intestino delgado, la evacuación
gástrica suele ser el factor limitante de la velocidad de absorción. Los
alimentos, en especial los de alto contenido graso, reducen la velocidad
de la evacuación gástrica (y la de absorción de fármacos), lo que explica
por qué la administración en ayunas de algunos fármacos acelera la
absorción. Los fármacos que afectan la evacuación gástrica (p. ej.,
agentes parasimpaticolíticos) afectan la velocidad de absorción de otros
fármacos. Los alimentos pueden incrementar el grado de absorción de
fármacos poco solubles (p. ej., griseofulvina), reducirlo en el caso de
aquellos que se degradan en el estómago (p. ej., penicilina G) o
presentar poco o ningún efecto sobre éste.
El intestino delgado presenta la mayor superficie de absorción de
fármacos de todo el tubo digestivo, y sus membranas son más
permeables que las gástricas. Por ello, la mayoría de los fármacos se
absorben fundamentalmente en el intestino delgado, y los ácidos, pese
a la capacidad de atravesar membranas de los fármacos no ionizados,
se absorben con mayor rapidez en el intestino que en el estómago
(para una revisión, véase [ 1]). El pH en la luz del duodeno está
comprendido entre 4 y 5, pero se va alcalinizando en forma progresiva y
llega a alcanzar un valor de 8 en el íleon distal. La microflora
gastrointestinal puede reducir la absorción. La disminución del flujo
sanguíneo (p. ej., en casos de shock) puede disminuir el gradiente de
concentración a través de la mucosa intestinal y reducir la absorción
mediante difusión pasiva.
El tiempo de tránsito intestinal puede afectar a la absorción de
fármacos, sobre todo en el caso de aquellos que son absorbidos
mediante transporte activo (p. ej., vitaminas B), que se disuelven
lentamente (p. ej., griseofulvina) o que son polares (es decir, con baja
liposolubilidad; p. ej., muchos antibióticos).

Para maximizar la adherencia, los médicos deben prescribir


suspensiones orales y tabletas masticables para los niños < 8 años. En
los adolescentes y los adultos, la mayoría de los fármacos se
administran por vía oral en forma de comprimidos o cápsulas
primariamente por cuestiones de comodidad, economía, estabilidad y
aceptación por parte de los pacientes. Como las formas farmacéuticas
sólidas deben disolverse para que el fármaco pueda ser absorbido, la
disponibilidd del fármaco depende de la velocidad de disolución.
Cuando ésta es más lenta que la absorción, se convierte en el factor
limitante de la velocidad. Modificando la formulación (es decir,
administrando el fármaco en forma de sal, cristalizado o como hidrato)
puede alterarse la velocidad de disolución y, por lo tanto, controlarse el
proceso global de absorción.

Referencia general
 1. Vertzoni M, Augustijns P, Grimm M, et al : Impact of regional
differences along the gastrointestinal tract of healthy adults on oral
drug absorption: An UNGAP review. Eur J Pharm Sci 134:153-175, 2019.
doi:10.1016/j.ejps.2019.04.013
Administración parenteral
Los fármacos que se administran IV ingresan directamente en la
circulación sistémica. Sin embargo, los que se administran por vía IM o
por vía subcutánea deben atravesar una o varias membranas biológicas
para alcanzar la circulación sistémica. Cuando se inyectan por vía IM o
subcutánea fármacos proteicos con masas moleculares > 20.000 g/mol,
su desplazamiento a través de las membranas capilares es tan lento
que la mayor parte de la absorción se produce a través del sistema
linfático. En estos casos, la entrega del fármaco es lenta y a menudo
incompleta por el efecto del metabolismo del primer paso
(metabolismo de un fármaco antes de que alcance la circulación
sistémica) de las enzimas proteolíticas del sistema linfático.
La perfusión (flujo sanguíneo/gramo de tejido) afecta mucho la
absorción capilar de las moléculas pequeñas administradas por vía IM o
SC. Por lo tanto, el sitio de la inyección puede afectar la velocidad de
absorción. La absorción de sales de bases o ácidos poco solubles (p. ej.,
la forma parenteral de la fenitoína) administradas IM o por vía
subcutánea puede ser retardada o errática; lo mismo ocurre en los
pacientes con mala perfusión periférica (p. ej., durante la hipotensión o
el shock).

Formas de liberación controlada


Las formas de liberación controlada sirven para reducir la frecuencia de
la dosificación de fármacos con semividas de liberación y duraciones de
efecto cortas. Estas formas también limitan las fluctuaciones de la
concentración plasmática del fármaco, con lo que su efecto terapéutico
es más uniforme mientras se minimizan los efectos adversos. La
velocidad de absorción puede reducirse recubriendo las partículas del
fármaco con ceras u otros productos insolubles en agua, impregnando
el fármaco en una matriz que lo libere lentamente durante su tránsito a
lo largo del tracto gastrointestinal o utilizando complejos del fármaco
con resinas de intercambio iónico. La mayor parte de estas formas
farmacéuticas se absorben en el intestino grueso. La pulverización o
cualquier otra manipulación de estas píldoras o cápsulas de liberación
controlada a menudo puede ser peligrosa.

Las formas transdérmicas de liberación controlada liberan el fármaco


durante períodos prolongados, a veces de varios días. Para que un
fármaco pueda administrarse por vía transdérmica, sus características
de liberación cutánea deben ser adecuadas; además, debe ser un
fármaco potente, ya que la velocidad de penetración y la superficie de
aplicación son limitadas.

Existen muchas formas parenterales no IV diseñadas para obtener


concentraciones plasmáticas estables del fármaco. La absorción de
agentes antimicrobianos puede extenderse en el tiempo, utilizando por
vía IM sus formas salinas, relativamente insolubles (p. ej., penicilina G
benzatínica). En el caso de otros fármacos, se han diseñado
suspensiones o soluciones en vehículos no acuosos (p. ej.,
suspensiones cristalinas de insulina) para retrasar la absorción.

REF: https://www.msdmanuals.com/es-pe/professional/farmacolog%C3%ADa-cl%C3%ADnica/
farmacocin%C3%A9tica/absorci%C3%B3n-de-los-f%C3%A1rmacos

Interacciones Entre Alimentos y


Fármacos
Prof. Esmeralda Salazar y Prof. Eva Pimentel

Es ampliamente conocido que los alimentos pueden alterar la absorción y el


efecto de los fármacos, aunque afortunadamente la mayoría de los fármacos se
absorben bien en el tracto gastrointestinal, independientemente de si son tomados
con la comida o en ayunas. La interacción con los alimentos es diferente para
cada fármaco y no tiene la misma relevancia en todos los pacientes. Suelen ser
más importante en ancianos, en diabéticos y en pacientes con enfermedades
cardiovasculares o con malnutrición. Por este motivo se debe aconsejar al
paciente sobre el modo de ingestión de la medicación y su relación con las
comidas. Por otro lado, el asociar la dosificación del fármaco con actividades
rutinarias diarias como las comidas suelen mejorar el cumplimiento terapéutico
del paciente.

Pueden ocurrir numerosas interacciones entre alimentos y fármacos, aunque sólo unas pocas
son clínicamente relevantes y pueden dar lugar a una disminución de la eficacia de un
tratamiento o a la aparición de efectos adversos. Interacción con la absorción de fármacos
Los alimentos suelen retrasar la absorción de los fármacos, pero en muchos casos sin
disminuir la cantidad total absorbida, es decir, la biodisponibilidad, por lo que no suele tener
importancia la relación entre la comida y la administración del fármaco, aunque a los
pacientes se les debe recomendar que tomen sus medicamentos de la misma forma todos los
días. Cuando se hace difícil predecir el esquema de absorción de un fármaco en
presencia de alimentos, lo mas aconsejable es administrarla con el estómago vacío,
salvo en el caso de que produzca trastornos gastrointestinales tales como náuseas,
vómitos, diarrea y dolor abdominal, en cuyo caso debe ser ingerido con alimentos para
evitar estos desagradables e incómodos efectos colaterales. La biodisponibilidad de
algunos fármacos puede verse aumentada por su administración con agua, como es el
caso del ácido acetil salicílico, estearato de eritromicina y amoxicilina. El tipo más
común de interacción "alimento-fármaco", es la reacción química que ocurre entre el
medicamento y alguno de los componentes de los alimentos como los cationes divalentes o
trivalentes, originándose un complejo inactivo o quelato que se deposita a nivel intestinal
dificultando su absorción, ésto ocurre con las tetraciclinas o las fluorquinolonas cuando son
administradas con leche, con otros productos lácteos como yogur o antiácidos a base de
magnesio, aluminio o calcio. Por este motivo, estos antibióticos se deben tomar al menos 1-2
horas antes o 2 horas después de las comidas. En otros casos los alimentos disminuyen la
absorción porque actúan como una barrera mecánica que impide que el fármaco llegue a la
superficie mucosa, como ocurre con la azitromicina, por lo que se debe tomar con el
estómago vacío. La comida puede disminuir la absorción de la eritromicina base y del
estearato de eritromicina porque retrasa el vaciamiento gástrico y prolonga el tiempo de
exposición al ácido gástrico. El estolato de eritromicina se encuentra entre las preparaciones
orales mejor absorbidas, esta absorción no se modifica si se ingiere con los alimentos. Además
el tomar la eritromicina con las comidas disminuye los efectos adversos digestivos. Por el
contrario, otro macrólido como la claritromicina se debe tomar con los alimentos porque se
observa un aumento de la absorción aproximadamente de un 50%. Los alimentos también
pueden disminuir y retrasar la absorción de las penicilinas orales, como penicilina V
(fenoximetilpenicilina), cloxacilina, nafcilina o ampicilina, por lo que se deberían ingerir
con el estómago vacío; no obstante no está del todo descrito cuánto tiempo debe
permanecer el paciente en ayunas. Interacciones con algunos componentes de la
dieta Algunos alimentos pueden aumentar la absorción de fármacos y producir efectos
adversos cuando se trata de fármacos de estrecho rango terapéutico, como ocurre con
la teofilina de liberación retardada cuando se administra junto con comidas con alto
contenido graso. Las grasas de las dietas pueden aumentar la absorción de aquellas
vitaminas y medicamentos liposolubles. El efecto de los anticoagulantes orales como
la warfarina puede presentar oscilaciones según el contenido de la dieta en alimentos
ricos en vitamina K, como los vegetales de hoja verde, la coliflor, el té verde y el
hígado. Por esto es importante que los pacientes mantengan una dieta equilibrada, sin
ingestas bruscas de este tipo de alimentos. Los alimentos ricos en tiramina tales como los
quesos fermentados, pescados en escabeche, ahumados, vino tinto y algunos tipos de
cerveza pueden producir crisis hipertensivas en los pacientes tratados con fármacos
antidepresivos como los IMAO (inhibidores de la monoamino oxidasa), ya que la
tiramina, es metabolizada de manera normal por la monoaminooxidasa. En ausencia de
esta enzima, la tiramina produce crisis hipertensivas por lo que se debe evitar su consumo
durante el tratamiento y hasta 3 semanas después. La cafeína y los compuestos relacionados,
son ingredientes naturales del chocolate, café, té y bebidas de cola; la ingestión diaria de
estas bebidas, prolonga la actividad de la teofilina al inhibir su biotransformación. El jugo de
pomelo puede inhibir el metabolismo de primer paso y producir aumento de los
niveles de algunas drogas antagonistas del calcio como felodipina (antihipertensivo),
del astemizol (antihistamínico), de eritromicina y de la ciclosporina. Medicamentos que
se deben tomar con los alimentos En algunos casos es beneficioso tomar los fármacos
con los alimentos ya que pueden aumentar la biodisponibilidad o disminuir los efectos
secundarios. Por ejemplo, la comida, especialmente con un alto contenido en grasa,
aumenta la absorción del antifúngico griseofulvina, del diurético espironolactona y de
la atovaquona, un fármaco nuevo para la neumonía por Pneumocystis carinii. Los
alimentos incrementan la biodisponibilidad del antiséptico urinario nitrofurantoína, a la
vez que mejoran la tolerancia gástrica. La aspirina y otros antiinflamatorios no
esteroideos pueden irritar la mucosa gástrica por lo que es recomendable tomarlos
con los alimentos. Los productos que contienen estrógenos se deben tomar con las
comidas para disminuir las náuseas. En los pacientes que presentan molestias
digestivas con los preparados de hierro, éstos se pueden tomar con los alimentos para
mejorar la tolerancia aunque disminuya la biodisponibilidad y sea necesario prolongar
el tratamiento por más tiempo para rellenar los depósitos de hierro corporal. Tabla
1.

Tabla 1. Interacciones importantes entre los alimentos y fármacos

Fármaco Tipo de interacción Recomendación

Anticoagulantes orales
Los alimentos ricos en vitamina K (brócoli,
Mantener una dieta equilibrada sin
coles, coles de Bruselas, espinacas, nabo,
comer de repente grandes cantidades de
lechuga,...) antagonizan su efecto estos alimentos

Azitromicina Disminuye la absorción, se reduce la Separar la ingesta del fármaco de la


biodisponibilidad un 43% comida al menos 2 horas

Digoxina Los alimentos ricos en fibra y pectinaTomar


se el fármaco todos los días a la
unen el fármaco misma hora en relación con las comidas
y no tomarlo con comidas ricas en fibra

Eritromicina Disminuye la absorción de eritromicina


Separar
base la ingesta del fármaco de la
o estearato comida al menos 2 horas

Fluorquinolonas Disminuye la absorción un 50% porque


Separar
se la ingesta del fármaco de la
forman complejos con cationes divalentes
comida al menos 2 horas
(Fe, Mg, Zn, Ca)

Inhibidores de la Crisis hipertensivas si se toman alimentos


Evitar estos alimentos
monoaminooxidasa con alto contenido en tiramina (quesos
(fenelcina, fermentados, alimentos escabechados, en
isocarboxacida, conservas o ahumados, vino tinto)
tranilcipronina)

Levodopa Los aminoácidos inhiben de forma No tomar el fármaco con alimentos ricos
competitiva la absorción en proteínas

Acetaminofén Los alimentos ricos en pectina retrasan


Tomar
la con el estómago vacío si se tolera
absorción

Penicilinas orales Disminución de la absorción Separar la ingesta del fármaco de la


comida al menos 2 horas

Teofilina de liberación
Las comidas ricas en grasa pueden alterar
No administrar
la junto con comidas ricas
retardada velocidad de absorción produciendo en grasa o tomar 1 hora antes de las
concentraciones elevadas de teofilinacomidas

Tetraciclina Los productos lácteos y el hierro disminuyen


Separar la ingesta del fármaco de la
la absorción de tetraciclina por su efecto
comida al menos 2 horas
quelante

Tabla 2. Algunos fármacos que se deben tomar con los alimentos

Fármaco Tipo de interacción

Aspirina y antiinflamatorios
La comida
no disminuye la irritación gastrointestinal
esteroideos

Carbamacepina Los alimentos aumentan la producción de sales biliares con lo que


mejoran la disolución y absorción de carbamacepina

Claritromicina Los alimentos aumentan la absorción en un 50%

Ciclosporina La comida aumenta la biodisponibilidad y tiene mejor sabor si se toma


con leche. Administrar todos los días igual y monitorizar los niveles
plasmáticos de ciclosporina

Diazepan Los alimentos mejoran la biodisponibilidad, pero se deben separar al


menos 1 hora de la leche y los antiácidos

Eritromicina etilsuccinato
Los alimentos pueden incrementar la absorción

Fenitoína El retraso del vaciamiento gástrico y el aumento de la secreción biliar


mejora la disolución y la absorción, por lo que se debe tomar todos los
días a la misma hora en relación con las comidas

Griseofulvina La comidas ricas en grasa aumentan la absorción

Itraconazol Los alimentos pueden hacer que la biodisponibilidad llegue al 100%

El efecto purgante disminuye la absorción por lo que se debe tomar


con el estómago lleno
Existen múltiples interacciones entre los alimentos y los fármacos. En unos casos
pueden ser beneficiosas porque disminuyen los efectos adversos o aumentan la
eficacia del medicamento, pero en otros casos pueden ser no deseables y
conllevar al fracaso del tratamiento. Por este motivo es importante que se indique
al paciente la forma correcta de tomar el fármaco a fin de obtener el efecto
terapéutico deseado.

Bibliografía

1. Abad F. y Río M. Interacciones entre alimentos y fármacos. Volumen 5, Nº 1.


Enero 1999. www.hup.es/ecl/far/index/html.

2. Camba I. Recomendaciones para lograr el efecto terapéutico de los fármacos


orales.Ediciones del Hospital Vargas. Caracas Venezuela. 1994

3. Flórez J. Farmacología humana. Tercera edición. Editorial Masson. Barcelona


España. p.p 56. 2001

4. Guía de especialidades farmacéuticas en Venezuela. 2002

5. Salazar E. Manual para medicar en odontología pediátrica. Ediciones del


Autor. Caracas Venezuela. p.p 98-142. 2000.

REF: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0001-63652002000300017

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