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La nitruración con nitrógeno

Trabajo realizado por:

María López Jiménez


Daniel Silva Reina

Diseño de construcciones metálicas


1º Construcciones metálicas
Índice

1. Qué es la nitruración y cómo se produce


2. Aceros para nitruración
3. Tipos de nitruración
4. Aplicaciones de la nitruración
5. Ventajas de la nitruración
6. Conclusión

La nitruración con nitrógeno


1. Qué es la nitruración y cómo se produce

La nitruración con nitrógeno es un proceso de terminación de piezas que se basa en la


formación de una solución sólida de nitrógeno y nitraros en la capa superficial de la pieza
de acero. Los nitruros son extremadamente duros, por lo que confieren mucha dureza a la
capa superficial de la pieza.
El proceso de nitruración se produce a temperaturas relativamente bajas (500-600ºC), y
en un medio amoniacal que al descomponerse desprende nitrógeno elemental capaz de
reaccionar con el metal. La duración de la capa superficial tratada por nitruración es
aproximadamente diez veces mayor que la de la cementación, necesitando unas 20-50
horas para alcanzar una profundidad de 0.2-0.4 mm.
Durante el proceso, los átomos de nitrógeno son introducidos en la estructura cristalina
del metal, reemplazando a los átomos de metal en algunos lugares. Esto crea una capa
superficial enriquecida en nitrógeno.

Por otra parte, la nitruración exige el uso de acero especial aleado, debido a que
solamente cuando se forman nitruros de cromo, molibdeno, aluminio, etc., esta operación
da buenos resultados. La dureza de la capa superficial es natural, es decir, se obtiene sin
temple.

2. Aceros para nitruración

Existe gran variedad de aceros, pero no todos son aptos para nitruración. En ocasiones,
el procedimiento puede resultar contraproducente. Un ejemplo es el acero al carbón, en él
el nitrógeno penetra demasiado rápido en la estructura y la capa nitrurada tiende a
desprenderse.
Para este proceso resulta conveniente que en la composición de la aleación haya una
cierta cantidad de aluminio (1% aproximadamente).

Algunos ejemplos de aceros aptos para la nitruración son:


- Acero para nitruración al Cr-Mo-V de alta resistencia: La composición extra de este
acero es la siguiente: 0,32% C, 3,25% Cr, 0,40% Mo y 0,22% V. Una vez tratado
alcanza una resistencia mecánica de 120 kg/mm². La capa nitrurada se adhiere muy
bien al núcleo sin temor a descascarillamiento. Se utiliza para construir piezas de gran
resistencia y elevada dureza superficial para resistir el desgaste.

- Acero para nitruración de resistencia media: La composición extra de este acero es


0,25% C, 3,25% Cr, 0,40% Mo y 0,25% V. Tiene características parecidas al anterior,
aunque su resistencia mecánica es de 100 kg/mm².

- Acero para nitruración al Cr-Al-Mo de alta dureza: la composición extra de este acero
es 0,40% C, 1,50% Cr, 0,20% Mo y 1% Al. La capa nitrurada de este acero puede
descascarillares y es de gran fragilidad. Se utiliza para piezas que soporten una
resistencia media y la mayor dureza superficial posible. Si la pieza es muy blanda
puede ser recomendable un temple previo para endurecerla y evitar el
descascarillamiento. Este tratamiento es aplicable también a aceros inoxidables, aceros
al cromo-níquel y ciertas fundiciones al aluminio o al cromo.

3. Tipos de nitruración

Existen diferentes métodos de nitruración, siendo los más comunes la nitruración gaseosa
y la nitruración iónica.

La nitruración gaseosa, también conocida como nitruración en fase gaseosa o nitruración


gaseosa de plasma, es un proceso de tratamiento térmico que implica la introducción de
nitrógeno en la superficie de un material metálico en una atmósfera controlada. En este
proceso, el material se coloca en un horno o cámara de tratamiento donde se crea una
atmósfera rica en nitrógeno o gases nitrogenados, como el amoníaco (NH3).

El nitrógeno reacciona con la superficie del material metálico a altas temperaturas y forma
nitruros en la capa superficial. Esto aumenta la dureza, la resistencia al desgaste y la
resistencia a la corrosión del material. La nitruración gaseosa se utiliza comúnmente en la
industria para mejorar las propiedades de los aceros y otros materiales metálicos.
Una variante de la nitruración gaseosa es la nitruración por plasma, donde se utiliza un
plasma de alta energía para acelerar el proceso y lograr una mayor penetración del
nitrógeno en la superficie del material. Este método es especialmente eficiente y se utiliza
en aplicaciones donde se requiere una mayor profundidad de endurecimiento.

La nitruración iónica, también conocida como nitruración por haz iónico o implantación
iónica de nitrógeno, es un proceso de tratamiento superficial que implica la introducción
de átomos de nitrógeno en la superficie de un material metálico mediante la aceleración
de iones de nitrógeno. A diferencia de otros métodos de nitruración que utilizan
temperaturas elevadas, la nitruración iónica se realiza a temperatura ambiente o a
temperaturas moderadas.

El proceso de nitruración iónica implica lo siguiente:

1. Se genera un haz de iones de nitrógeno mediante un acelerador de iones.

2. Este haz de iones de nitrógeno se dirige hacia la superficie del material metálico que se
va a tratar.

3. Los iones de nitrógeno se implantan en la capa superficial del material, penetrando en


la estructura cristalina.

4. Los iones de nitrógeno reaccionan con los átomos del material y forman nitruros en la
superficie.
La nitruración iónica tiene varias ventajas, como la capacidad de controlar con precisión la
profundidad de la implantación de nitrógeno y la dureza superficial. Además, no requiere
temperaturas elevadas, lo que minimiza el riesgo de deformación del material. Este
proceso es especialmente útil en aplicaciones donde se necesita mejorar la resistencia al
desgaste, la resistencia a la corrosión y otras propiedades superficiales de los materiales
metálicos.

4. Aplicaciones de la nitruración

La nitruración se aplica principalmente a piezas que son sometidas regularmente a


grandes fuerzas de rozamiento y de carga, tales como pistas de rodamientos, camisas de
cilindros, etc. Estas aplicaciones requieren que las piezas tengan un núcleo con cierta
plasticidad, que absorba golpes y vibraciones, y una superficie de gran dureza que resista
la fricción y el desgaste. Las piezas que se hayan pasado por un proceso de nitruración
se pueden usar en trabajos con temperaturas de hasta 500 °C (temperatura de
nitruración), temperatura a la cual el nitrógeno comienza a escaparse de la pieza,
eliminando los efectos de la nitruración y disminuyendo la dureza de la pieza.
La nitruración con nitrógeno se utiliza en una amplia gama de industrias, incluyendo la
automotriz, la aeroespacial, la petroquímica y muchas otras. Se aplica en engranajes,
ejes, herramientas de corte y una variedad de componentes de máquinas que requieren
una resistencia superior al desgaste y la corrosión.

5. Ventajas de la nitruración

La nitruración con nitrógeno tiene varias ventajas en comparación con otros tratamientos
superficiales del acero, lo que la hace una elección atractiva en muchas aplicaciones.
Algunas de las ventajas específicas incluyen:

1. Mayor dureza superficial: La nitruración puede proporcionar una dureza superficial muy
alta, superando a muchos otros tratamientos superficiales.

2. Resistencia a la corrosión mejorada: La formación de capas de nitruros durante la


nitruración puede mejorar significativamente la resistencia a la corrosión en comparación
con otros tratamientos.
3. Conservación de la tenacidad del núcleo: A diferencia de algunos otros tratamientos, la
nitruración tiende a preservar la tenacidad del núcleo del acero.

4. Reducción del desgaste y la abrasión: La nitruración puede hacer que el acero sea
mucho más resistente al desgaste y la abrasión, lo que es valioso en aplicaciones donde
las piezas están sujetas a estas condiciones.

5. Baja distorsión: La distorsión dimensional es mínima en la nitruración, lo que es


importante en aplicaciones que requieren alta precisión.

6. Mayor vida útil de las piezas: La nitruración prolonga la vida útil de las piezas y
componentes, lo que reduce los costos de reemplazo y mantenimiento.

7. Mayor resistencia a la fatiga: La nitruración puede mejorar la resistencia a la fatiga de


las piezas, haciéndolas más adecuadas para aplicaciones sometidas a cargas cíclicas.

8. Baja temperatura de proceso: La nitruración generalmente se realiza a temperaturas


más bajas en comparación con otros tratamientos, lo que minimiza el riesgo de
deformación.

9. Alta precisión dimensional: La nitruración tiende a causar cambios mínimos en las


dimensiones de las piezas, lo que es importante en aplicaciones que requieren tolerancias
estrechas.

10. Versatilidad en materiales: La nitruración se puede aplicar a una amplia variedad de


aleaciones de acero y otros materiales metálicos.
6. Conclusión

En resumen, la nitruración con nitrógeno destaca por su capacidad para mejorar la


dureza, la resistencia al desgaste y la resistencia a la corrosión, mientras conserva la
tenacidad del núcleo y ofrece precisión dimensional. Estas ventajas hacen que la
nitruración sea una opción competitiva en comparación con otros tratamientos
superficiales para el acero.

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