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República bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación


MPPEU Fundación La Salle IUTEMAR
Campus Margarita Punta de Piedra

Situación económica y social de Venezuela

Mención: Mecánica Naval


Realizado por:
José Castillo
C.I: 29.985.816
INTRODUCCIÓN

Durante varios años, el país aparentó una bonanza económica de bases muy frágiles.
La pésima administración de los recursos, la corrupción y la desidia, aceleraron la crisis
ante el compromiso de la deuda externa y la inestabilidad de los ingresos petroleros. Ante
tales circunstancias, uno de los gobiernos implantó un programa de ajustes económicos.
Programa este necesario, difícil y doloroso. Al inicio del nuevo período presidencial los
indicadores económicos mostraron un grave retroceso en el PIB, aumento del desempleo e
incremento acelerado en el nivel general de los precios. Es así como se agravan los
problemas de pobreza, con su secuela de desnutrición, menor acceso al estudio, a la salud, a
la vivienda y una mayor violencia social. Aún en 1990, los indicadores no muestran el
esperado lanzamiento de la economía. Se espera que con el fuerte empuje del Plan de
Inversiones y la ley de Política Habitacional, retrasos en su implementación, se imprima a
la actividad productiva una tendencia creciente. Al mismo tiempo deberá evaluarse la
política social con el fin de hacerla más eficiente y con ello mejorar la calidad de vida de la
población Estudios sobre la pobreza en Venezuela han determinado que los últimos años el
progresivo deterioro del salario real ha incidido en un aumento de la marginalidad en el
país.
Situación económica, política y social de Venezuela en la actualidad Venezuela es
un país relativamente pequeño, con una población de nivel normal en la mayor parte del
país; que cada día va más en decadencia debido a diferentes factores, entre ellos la mala
administración política por parte de los mayores mandatarios, una sola fuente de ingreso
nacional y la falta de una buena educación, para establecer una base segura y sana para la
sociedad.
La economía venezolana está siendo remotamente afectada en la actualidad, ya que
esta depende solo del ingreso del petróleo, pero debido a la mala administración por parte
del gobierno, este ingreso no es suficiente para el desarrollo del país.
También se debe tomar en cuenta que no es solo culpa del gobierno, ya que el
estado venezolano se ha estado estafando al mismo desde republicas más anteriores a esta.
Nuestro poder político actual encabezado por ex el presidente Hugo Rafael Chávez Frías
ejerce un gran poder en el pueblo venezolano, ya que este no solo se ha desarrollado como
un periodo presidencial normal; al contrario, su revolución ha llegado a establecerse por
más de 20 años creando, ni siquiera admiración, si no fanatismo en sus seguidores, que a
pesar de su muerte aun le siguen apoyándole median su sucesor el presidente Nicolás
Maduro. Pero este fanatismo no ha llegado afectar el razonamiento de una gran numero de
venezolanos que están en contra del socialismo creado por Chávez; llevando a grandes
disputas entre el mismo pueblo por su desacuerdo político. Esta revolución no solo ha
destruido todos los estándares económicos si no que de una u otra forma se ha apoderado
mediante la corrupción de todos los poderes públicos del estado, desde parroquias,
alcaldías, gobernaciones y sobre todo la presidencia. El ámbito social del país está siendo
afectado y destruido por toda la economía, la política y el mismo pueblo venezolano.
Venezuela atraviesa la crisis política, social y económica más profunda su historia
reciente. Un escenario que pone en cuestión a las bases mismas del modelo chavista.

Con la inflación más alta del mundo y una moneda casi sin valor, el día a día de los
venezolanos y venezolanas se ha vuelto cada vez más complicado. Esta situación empujó a
casi 5 millones de personas a abandonar el país y generó la corriente migratoria más grande
de América Latina de los últimos 50 años. En este contexto, el gobierno de Nicolás Maduro
ha dado un giro impensado con relación a la divisa estadounidense, al habilitar un proceso
de dolarización de hecho de la economía.

En un contexto económico, político y social muy complejo, Venezuela atraviesa por


una crisis en el pago de su deuda, habiendo tenido que cesar el pago de sus bonos. Esta
situación se veía previsible por la evolución de la deuda de Venezuela, la caída de ingresos
y la consecuente falta de liquidez. Jubileo publica un análisis de la deuda de Venezuela
realizado a inicios de este año con datos del 2016, donde se
observa principalmente:
Creciente deuda externa e interna del Gobierno Central, llegando a casi $us 160.000
millones.
Los principales acreedores son tenedores de bonos, en el mercado interno y en el
internacional, pero son bonos con alto grado especulativo.
Crecientes deudas que no forman parte de la deuda del Gobierno Central, como ser
la deuda externa con China, principalmente para proyectos de infraestructura y energía; y la
deuda emitida por su empresa petrolera PDVSA.
La liquidez para el pago de su deuda se ha convertido en un problema, estimaciones
muestran que el peso del servicio de la deuda total oscilará entre 40 a 50% respecto al valor
de sus exportaciones en los próximos 10 años.
Venezuela es uno de los principales países exportadores de petróleo, el primero en
reservas probadas, su empresa pública Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) es la quinta
empresa petrolera del mundo. En América Latina, es el segundo en producción de petróleo
y gas natural, después de México. Aunque hace varios años había anunciado la
implementación de medidas para reducir la dependencia de los ingresos del petróleo, a
través de las exportaciones no petroleras, este recurso no renovable sigue siendo su
principal fuente de ingresos. A julio de 2016, 96% del ingreso en divisas provino del
petróleo, la caída de los precios ha reducido este ingreso a 75% .La principal fuente de
recursos, PDVSA, no solo redujo sus ingresos en los últimos años, sino también es una de
las principales generadoras de deuda externa a través de bonos colocados en mercados
internacionales. Entre 2014 y 2015, la reducción de sus aportes fiscales se redujo en 24%,
de $ 26.800 millones a $ 20.400 millones, y las ventas de petróleo crudo de PDVSA se han
reducido en los mismos años de $us 101.552 millones a $us 55.339, es decir una caída de
46%
.
Esta reducción de ingresos tendrá un impacto en la necesidad de financiamiento
para cumplir con el servicio de una deuda que ha crecido significativamente en los últimos
años, en un contexto económico complejo, algunas proyecciones del año 2016 estimaron
una contracción de 8% del PIB, la mayor desde el 2013, una inflación de 720% y un
balance primario de -23,4%5
.
El contexto social también es complejo, sobre todo por la escasez de productos de
primera necesidad, los datos disponibles indican que la importación de alimentos y
medicamentos declinó entre 40 y 50%, el primer semestre de 2016.
La deuda pública del Gobierno Central de Venezuela fue de $ 153.000 millones, a
septiembre de 2016, equivalente aproximadamente a 38% del PIB. La deuda externa
representa 27% con respecto a la deuda total (9% del PIB) y la deuda interna, 73% (29%
del PIB).
Sin embargo, la conversión del PIB de bolívares a dólares genera un producto
sobreestimado, puesto que el tipo de cambio oficial y el paralelo se distancian cada vez más
y ahondan la devaluación de la moneda venezolana, con un tipo de cambio oficial de 10
bolívares para comprar 1 dólar, frente a un mercado negro que compra un dólar con 900
bolívares.
La deuda externa del Gobierno Central se compone principalmente de la emisión de
bonos, donde aproximadamente 98% está emitido en dólares americanos, y en 87% con
tasa de interés fija, variando entre 5,75% hasta 13%.
Más de 96% de la deuda interna está emitida en bolívares, lo cual es considerado
como algo positivo en una estructura de deuda por moneda; su plazo de vencimiento varía
entre 5 y 17 años, y, aunque 52% de la deuda interna directa tiene una tasa de interés fija,
algunas llegan hasta 18%, que prácticamente se pagan con la inflación. Además de la deuda
contabilizada como del Gobierno Central, existe otra deuda externa de parte de empresas
públicas o de fondos conjuntos con acreedores bilaterales, que en última instancia podrían
llegar a ser pagados con recursos fiscales.

Según cifras oficiales en Venezuela tanto el desempleo como el PIB muestran una
tendencia decreciente, lo cual lleva a preguntarse qué explica tal contradicción. La caída del
desempleo en medio de un periodo de recesión económica solo es posible si los individuos
emprenden actividades informales que los alejan del desempleo sin reportar su actividad, o
si abandonan la búsqueda de empleo ante la imposibilidad de conseguir trabajo. A partir de
la Encuesta de Hogares por Muestreo del 2012 y 2013, este estudio analiza la duración
promedio del desempleo y el destino de los desempleados, utilizando para ello matrices
markovianas de transición. Los resultados muestran una incidencia de desempleo de largo
plazo superior al 40 %, lo que induce a algunos individuos a optar por cualquiera de estas
dos alternativas.

El desempleo es un problema que tiene repercusiones a varios niveles. A nivel


nacional, el desempleo se traduce en capacidad productiva ociosa y desaprovechamiento de
un recurso; marginamiento de una parte de la población, la cual no tiene acceso a la
creación y disfrute de la riqueza. Pero, a diferencia de otros problemas macroeconómicos,
como la inflación y la depreciación de la moneda, el desempleo es visto por los individuos
como un problema tan personal y directo que algunos estarían dispuestos a canjearlo por
inflación.

El desempleo estructural, por otro lado, si amerita cuidado por cuanto, como su
nombre lo indica, es la propia estructura económica la que lo genera, ya sea porque el
mercado demanda trabajadores con capacidades diferentes a las que el sistema educativo
produce; por el sesgo tecnológico que lleva a un desarrollo desigual entre sectores; por
exceso de oferta laboral, propio de una economía deprimida, o el resultado de un largo
periodo de recesión Así, se trata de una situación de más larga duración, que agota toda
fuente de financiamiento posible y conlleva problemas de índole económico, familiar y
social. Desde el punto de vista económico, se habla de ineficiente asignación de recursos,
por cuanto los trabajadores terminan aceptando empleos por debajo de sus capacidades;
desestimulo a la capacitación y pérdida de ingresos tanto durante el periodo de desempleo
como a futuro, por obsolescencia del trabajador. Además, a mayor duración del desempleo,
mayor probabilidad de abandono de la búsqueda. Desde el punto de vista familiar, el
desempleo se asocia con pérdida de confianza del trabajador en sí mismo, menor esperanza
de vida, menor nivel de formación académica de los hijos de desempleados y menores
ingresos a futuro. Desde el punto de vista social, el desempleo de largo plazo margina a la
porción de trabajadores que no logran posicionarse en el mercado, induciéndolos a la
informalidad o, peor aún, generando delincuencia, prostitución y conflictos sociales.

El mercado laboral venezolano ha sido afectado en los últimos años por el colapso
económico, la hiperinflación y leyes que tienen efectos perjudiciales en la productividad y
movilidad laboral. La participación laboral de Venezuela es una de las más bajas de
América Latina y ha habido un aumento en la informalidad. El bajo nivel de salarios tiene
un impacto en la capacidad de adquirir bienes y servicios y, por lo tanto, en las condiciones
de vida de los venezolanos. Este estudio evalúa la evolución de la tasa de ocupación,
desocupación y salarios en Venezuela durante el período 2020-2021 y también introduce el
índice de Remuneraciones de Alta Frecuencia (IRE-AF) para medir la evolución de las
remuneraciones en el sector de comercio y servicios en el área Metropolitana de Caracas.
Los resultados muestran una caída anual del 6,8% en la población económicamente activa,
con una tasa de actividad que ha pasado del 58,7% al 53,8%, y una tasa de desempleo del
40,3%. También se observa una dolarización creciente de las remuneraciones y
transacciones en el AMC.

Es una de las características del subdesarrollo. Está presente en las sociedades


capitalistas, las sociedades subdesarrolladas o del Tercer Mundo.A una persona se la llama
marginal cuando vive fuera de los límites legales y/o sociales establecidos por la
comunidad en que vive, a la que no se halla integrado. Al estar fuera de lo establecido
arbitrariamente por la sociedad para encontrarse en su interior, se lo excluye o margina. Es
un caso de discriminación, Las personas marginadas sufren la miseria, la falta de
integración, la insatisfacción de sus necesidades básicas, o todas esas cosas a la vez. La
falta de trabajo es un gran factor de marginalidad.

Casi toda la población en Venezuela es pobre. Se menciona que en 2021 el 94,5% de


los habitantes del país se encontraba en algún nivel de pobreza. El 76,6% de la población
vive en pobreza extrema.
La educación no hace la diferencia entre estar o no en situación de pobreza. “En
promedio las personas que no están en pobreza han estudiado unos 11 años, mientras que
los que están en pobreza extrema (estudiaron) algo más de 9 años”, destaca en 2021.
Se hace una crítica a través de una hipotética distribución equitativa de los ingresos:
“Si distribuyéramos todo el ingreso de las familias equitativamente entre ellas, el promedio
per cápita sería de US$ 30 por venezolano al mes, es decir un US$ 1 por persona al día”.
Esto de todas formas no sería suficiente, agrega, si se toma en cuenta la línea de pobreza
internacional, la cual es de US$ 1,9 al día, por lo que se tendría que “duplicar el ingreso
nacional y distribuirlo equitativamente nuevamente para seguir siendo pobres, pero no
(pobres) extremos”.
El estudio revela que la pobreza en Venezuela se mantiene en “niveles máximos
posibles de 94,5%”, mientras que la pobreza extrema sigue creciendo y abarca dos tercios
de los hogares del país, con un 76,6%, un alza de 8,9 puntos, desde los 67,7% en que se
ubicaba el año pasado.
CONCLUSIÓN

La economía, es y seguirá siendo, el elemento que transformará la vida de


todo hombre. En el caso de Venezuela, las concepciones económicas han estado siempre
sujetas a la tierra. Primero con la agroexportación cuya base era la tierra y segundo la
exportación petrolera, proveniente del subsuelo. Para bien o para mal, ésta es la realidad,
que las cosas han podido ser mejor, nadie lo pone en duda. Todo país tiene problemas y
crisis como Venezuela y todos nuestros problemas económicos, político, y financieros, etc.
Tienen solución y todo lo que a pasado a través del tiempo tiene solución.

El más grave problema que padece hoy nuestra economía es la inflación, la mayor
de la América Latina y una de las más altas del mundo. Varios factores, tanto internos como
externos, están generando la agudización de este flagelo que tanto afecta a la población,
particularmente a los más desposeídos, quienes con impotencia ven cómo merma su
capacidad de compra y se hacen cada vez más pobres.

Nosotros hemos recibido más de 100 millones de dólares en ingresos por la


industria petrolera y simplemente tenemos una infraestructura colapsada, tenemos
problemas en la salud, problemas en la educación, problemas de todo tipo, y esos
problemas se van agravando con el tiempo. Por eso ahora más que nunca debemos entender
que unidos podemos salir adelante, y por más que el Gobierno quiera sacarnos de nuestro
camino los venezolanos daremos la cara por defender todo lo que nos ha costado construir.

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