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EPISTEMOLOGÍA DEL

TRABAJO SOCIAL
1º DE GRADO EN TRABAJO SOCIAL
El Trabajo Social está reconocido internacionalmente como una
disciplina científico social aplicada que se constituye en fundamento
teórico y metodológico para el ejercicio de la profesión de trabajadora
y trabajador social. Su objeto hay que situarlo, con carácter general,
en el ámbito de la protección de los derechos sociales y, más
particularmente, en los sistemas vinculados a proteger y promover el
bienestar social de los y las ciudadanas mediante su integración y la
cohesión de las comunidades en las que viven. Dada la importancia de
esta labor en nuestra sociedad, el Trabajo Social debe dotarse del
conocimiento científico adecuado para responder a este reto. Y el
primer paso para ello es, sin duda, conocer el taller epistemológico
donde el Trabajo Social, al igual que otras disciplinas del ámbito de las
ciencias sociales, construye su propio conocimiento, de ahí que esta
asignatura contribuya al perfil académico‐profesional del trabajador/a
social al proporcionar una comprensión de la forma en la que se
genera dicho conocimiento descubriendo los cimientos científicos que
relacionan pero también distinguen al Trabajo Social de otras
disciplinas, pudiendo establecer así con claridad los ámbitos de su
práctica.

UNIDAD II. Trabajo Social y


conocimiento científico: ciencia y
Trabajo Social

Profesora Dra. Arantxa Rodríguez Berrio


Departamento de Trabajo Social y Sociología
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Deusto
INDICE

UNIDAD 2. Trabajo Social y conocimiento científico:


ciencia y Trabajo Social

1. CIENCIA: NOCIÓN , CLASIFICACIÓN Y OBJETIVOS 2

a) Noción de ciencia 2
b) Clasificación de ciencia 3
c) Objetivos de la ciencia 4

2. EL TRABAJO SOCIAL COMO CIENCIA 5

a) La complejidad del objeto del Trabajo Social 5


b) Los hechos sociales objeto del Trabajo Social 6
c) Competencias del trabajador(a) social 10

3. TRABAJO SOCIAL Y VALORES. TRABAJO SOCIAL E IDEOLOGÍA 13

a) Trabajo Social y valores: la ética del Trabajo Social 14


b) Trabajo Social e ideología 18
‐ Planteamiento conservador 19
‐ Planteamiento liberal 20
‐ Planteamiento socialdemócrata 21
‐ Planteamiento socialista marxista 23

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UNIDAD 2. TRABAJO SOCIAL Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO:
CIENCIA Y TRABAJO SOCIAL
1. CIENCIA: NOCIÓN, CLASIFICACIÓN Y OBJETIVOS

a) Noción de ciencia

Ciencia es un término muy familiar que todo el mundo utiliza. Sin embargo, cada uno
tiene su propia imagen de la ciencia. Para algunas personas ciencia es matemáticas;
para otras, batas blancas y laboratorios. A menudo se confunde con tecnología o se
equipara con algo dificultoso de alcanzar en el instituto o en la universidad, pero la
ciencia no es ninguna de estas cosas, sino una forma de descubrir y conocer cosas
sobre el mundo que nos rodea.

La cuestión es que la forma en que descubrimos y conocemos la realidad tiene dos


caminos: el del consenso y el de la experiencia.

Muchas de las cosas que sabemos son cuestión de consenso y una pequeña parte está
basada en la experiencia personal, de hecho la mayor parte de lo que sabemos
proviene de lo que otros nos han dicho, y así debe ser ya que si tuviésemos que
experimentar personalmente todas aquellas cosas que deseamos conocer, además de
imposible, no avanzaríamos jamás en el conocimiento. Sin embargo, esto no es óbice
para que utilicemos otros caminos para conocer la realidad como es la experiencia
directa, sin ella no podríamos aumentar el conocimiento que tenemos sobre la
realidad, debemos continuar descubriendo.

A este respecto la ciencia ofrece un acercamiento especial tanto a la realidad


consensuada como a la realidad experiencial que nos ayuda evaluar tanto lo que ya
sabemos (consenso) como lo que descubrimos (experiencia). Baste recordar que es
cierto que hay muchas cosas que todo el mundo sabe, por ejemplo, todo el mundo

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sabe que la tierra es redonda, pero desde luego, en otro tiempo, todo el mundo “sabía
que la tierra era plana”.

Es decir, que la ciencia nos aporta una serie de criterios y una forma de hacer que nos
permite establecer con la mayor objetividad y fiabilidad posible lo que podemos
considerar realidad.

En relación a su definición, la palabra ciencia se deriva etimológicamente en las


lenguas modernas del vocablo latino scientia. En el latín ciencia tiene un sentido muy
amplio y significa: conocimiento, práctica, doctrina, erudición. Esta concepción latina
de ciencia concuerda con el significado del origen de su raíz, el verbo latino scio que se
deriva a su vez del griego "isemi". Este verbo griego equivale también a saber, en toda
la extensión de la palabra: conocer, tener noticia de, estar informado.

Por tanto, ciencia, en su acepción original y más general, equivale a toda clase de
saber. Sin embargo, históricamente, ciencia vino a significar, de modo más preciso, el
conjunto de conocimientos sistematizados que nos informan acerca de la realidad que
nos rodea.

b) Clasificación de ciencia

Pero la realidad es compleja y muy variada, de hecho no existe una realidad única sino
múltiples realidades. Por eso existen también diferentes clasificaciones y, por tanto,
clases de ciencias. Vamos a ver las dos más utilizadas. La primera clasificación divide a
las ciencias en:

* Ciencias físico‐naturales: cuyo objeto de conocimiento son los fenómenos


naturales.

* Ciencias humanas y sociales: cuyo objeto de conocimiento es el ser humano y


su sociedad.
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La segunda clasificación divide, a su vez, a las ciencias físico‐naturales y a las ciencias
humanas y sociales en:

* Nomotéticas: estudian el aspecto regular y repetitivo de los fenómenos con el


fin de hallar leyes.

* Ideográficas: estudian el aspecto único y singular de los fenómenos.

Así, por ejemplo, aquella ciencia que se ocupara de las formas más comunes de
nidación en primavera de las águilas imperiales en los parques nacionales del Estado
español, sería una ciencia físico‐natural nomotética. Físico‐natural porque su objeto de
conocimiento es un fenómeno de la naturaleza, la nidación de las águilas imperiales; y
nomotética porque busca el aspecto regular y repetitivo del fenómeno, en este caso
las formas más comunes de nidación en primavera.

c) Objetivos de la ciencia

Ahora ya sabemos qué es la ciencia y de qué clases puede ser, pero ¿cuáles son sus
objetivos? Los objetivos de la ciencia son cuatro: analizar, explicar, predecir y actuar.

El primer objetivo de la ciencia es saber cómo es la realidad, qué elementos la forman


y cuáles con sus características. Después de conocer cómo es la realidad, el segundo
objetivo es explicarla, llegar a establecer cómo se relacionan sus distintas partes o
elementos, por qué es como es la realidad. Una vez que la ciencia logra saber cómo es
la realidad y los factores que la explican, puede predecir los acontecimientos que
tendrán lugar, y tendrá además la capacidad para actuar pudiendo transformar esa
realidad o influir en ella.

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2. EL TRABAJO SOCIAL COMO CIENCIA

Las características que identifican el conocimiento científico son las siguientes:

1. Es fáctico
2. Analítico
3. Especializado
4. Claro y preciso
5. Comunicable
6. Verificable
7. Metódico
8. Sistemático
9. Explicativo
10. Predictivo
11. Crítico
12. Selectivo
13. Útil

Por otro lado, además de cumplir con estas características toda disciplina científica se
considera como tal si tiene un objeto, un método y un cuerpo de conocimientos propio
y fiable. El Trabajo Social cumple estas exigencias, tiene un objeto específico de
actuación, ha sido capaz de elaborar sus propias teorías y método, ha estructurado sus
propios principios, ha cultivado sus propios valores y creencias y ha desarrollado su
propia investigación.

a) La complejidad del objeto del Trabajo Social

Sin embargo, es cierto que el Trabajo Social como otras ciencias sociales, tienen un
objeto más complejo que el de las ciencias físico‐naturales, ya que es más susceptible
de ser influido por juicios de valor y tiene un carácter menos repetible y mayor
variabilidad.
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Los elementos que constituyen la realidad social aunque se materialicen de formas
diversas son en su raíz inmateriales y están sujetos a unos ritmos de variación muchos
más frecuentes e intensos que los elementos de la realidad físico‐natural, muchos de
ellos son esencialmente transitorios y cambiantes, como las opiniones y ciertas
relaciones sociales, y otros, aunque sean permanentes, como las actitudes, creencias,
valores, instituciones, cambian de contenido con el tiempo. Por otro lado, además
están sujetos a la incertidumbre e indeterminación propia del ejercicio de la libertad
por parte de las personas que construyen la realidad social.

Pero hay más, la relación del trabajador(a) social con su objeto también puede llegar a
ser problemática, ya que el trabajador(a) social es producto de la sociedad que genera
su objeto, es decir, que ha adquirido en su vida social una concepción previa de los
fenómenos sociales sobre los que va a intervenir y en los que vive inmerso(a) lo que
hace difícil el distanciamiento necesario, sin embargo, por otro lado, tiene la ventaja
de que la experiencia vivida puede ayudar a la comprensión del fenómeno.

b) Los hechos sociales objeto del Trabajo Social

Por tanto, es fundamental precisar el objeto. De forma general podemos decir que son
objeto del Trabajo Social los siguientes hechos sociales:

Grupo: conjunto de personas unidas por una característica social común.


Comunidad: conjunto de grupos que comparten una misma ubicación física o
una misma cultura que les determina.
Relaciones: conexión, vínculo, trato de una persona con otra, de un grupo con
otro, de una comunidad con otra.
Comportamientos: acciones que llevan a cabo las personas, los grupos o las
comunidades.
Motivaciones: razones que aluden las personas, los grupos o comunidades para
explicar o justificar sus relaciones y sus comportamientos.
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Opiniones: concepto o parecer que las personas, los grupos y comunidades
tienen sobre lo que les rodea.
Conocimientos: conjunto de saberes que tienen las personas, los grupos y
comunidades.
Sentimientos: sensaciones e impresiones que provocan en las personas, los
grupos y comunidades los acontecimientos sociales o personales.
Creencias: todo aquello que tienen por verdadero las personas, los grupos y
comunidades pero que no está demostrado.
Valores: manera de ser o de obrar que una persona, un grupo o comunidad
considera deseable y que influye en la elección de los fines, medios y modos de
acción.
Actitudes: predisposición anímica de las personas, los grupos o comunidades
frente a los acontecimientos sociales o personales.
Organizaciones: agrupación pactada de personas, grupos o comunidades para
alcanzar, mediante la mutua cooperación, determinados fines.
Instituciones: organizaciones permanentes de las personas, los grupos y
comunidades que determinan la forma de funcionamiento de la sociedad.
Normas: reglas que dirigen el comportamiento de las personas, los grupos y
comunidades.
Situaciones: circunstancias en las que se encuentran las personas, los grupos o
comunidades.

Pero no sólo basta con los hechos sociales, ya que pueden ser objeto de otras
disciplinas, hay que ser más específicos y concretar el aspecto que nos interesa de ese
hecho social. En Trabajo Social nos interesan los siguientes aspectos:

Aspecto Descriptivo: elementos y características del hecho social objeto.


Aspecto Estructural: interrelaciones entre el hecho social objeto y otros(s)
hechos sociales.
Aspecto Funcional: funciones del hecho social objeto en otro(s) hechos
sociales.

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Aspecto Ecológico: condiciones socio‐ambientales en que se desarrollan el
hecho social objeto.
Aspecto Conflictivo: conflictos producidos por el hecho social objeto.
Aspecto Evolutivo: transformaciones que han sufrido el hecho social objeto a lo
largo del tiempo.
Aspecto Histórico: circunstancias históricas del hecho social objeto.
Aspecto Crítico‐Dialéctico: influencia de otros(s) hechos sociales en el hecho
social objeto.
Aspecto Genético: origen y causas del hecho social objeto.
Aspecto Proyectivo: evolución futura del hecho social objeto.

Veamos con un ejemplo cómo se aplicaría cada uno de estos aspectos a un hecho
social como puede ser la anorexia (situación. En esta aplicación no debemos olvidar
que hay tres aspectos ‐estructural, funcional y crítico‐dialéctico‐ en los que aparecen
dos hechos sociales, en estos casos hay que aplicar las siguientes reglas: tanto en el
aspecto estructural como en el funcional nuestro hecho social es siempre el primero;
sin embargo, en el crítico‐dialéctico, nuestro hecho social es siempre el segundo.

Aspecto Descriptivo: tipos de anorexia, síntomas de anorexia, consecuencias


sociales de la anorexia.
Aspecto Estructural: interrelación entre la anorexia y la clase social o
interrelación entre la anorexia y el modelo social de mujer
Aspecto Funcional: papel que juega la anorexia en la imagen de la mujer o
papel que juega la anorexia en el control social de la mujer.
Aspecto Ecológico: entorno social en el que surge la anorexia o la red social en
la que se desarrolla la anorexia.
Aspecto Conflictivo: problemas de atención sociosanitaria que plantea la
anorexia o los conflictos familiares de la anorexia.
Aspecto Evolutivo: evolución social de la anorexia o cambios psicosociales de la
anorexia.

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Aspecto Histórico: antecedentes históricos de la anorexia o crónicas del siglo
XIX sobre la anorexia.
Aspecto Crítico‐Dialéctico: efectos de la estructura social en la anorexia o
influencia de la industria textil en la anorexia.
Aspecto Genético: causas de la anorexia u orígenes de la anorexia.
Aspecto Proyectivo: pronóstico de anorexia en las nuevas generaciones o
predicción de anorexia para los próximos diez años.

Vemos pues, que el Trabajo Social se ocupa de la resolución de los problemas


psicosociales.

El Trabajo Social interviene en situaciones de crisis o necesidad que requieren una


acción profesional sistematizada, intencionada y racional, fundamentada en los
aportes científicos de las ciencias psicosociales, mediante los recursos humanos,
materiales, técnicos, institucionales y financieros que permitan la consecución de los
objetivos y utilizando una metodología científica para la intervención. De forma
esquemática:

Realidad

Realidad
social
Grupos, Comunidades, Relaciones, Comportamientos,
Criterios, Opiniones, Conocimientos, Motivaciones,
Hechos sociales Sentimientos, Creencias, Valores, Actitudes,
Descriptivo, Estructural, Organizaciones, Instituciones, Normas, Situaciones.
Funcional, Ecológico,
Conflictivo, Evolutivo, Finalidad: aumentar el bienestar
Histórico, Crítico‐
Aspecto
Dialéctico, Genético, Autodeterminación y participación de las
Proyectivo
Problema personas, grupos y comunidad
Ámbito psicosocial

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c) Competencias del trabajador(a) social

La competencia general de los trabajadores(as) sociales se concreta del siguiente


modo:

Los(as) trabajadores(as) sociales tienen una comprensión amplia de las


estructuras y procesos sociales, el cambio social y del comportamiento
humano, que le capacita para: intervenir en situaciones (problemas) sociales
(de malestar) que viven personas, familias, grupos, organizaciones y
comunidades, asistiendo, manejando conflictos y ejerciendo mediación.
Participar en la formulación de las políticas sociales y favorecer la ciudadanía
activa mediante el empoderamiento y la garantía de los derechos sociales.
Todo ello con el fin último de contribuir junto con otros profesionales de la
acción social a la integración social de personas, familias, grupos,
organizaciones y comunidades, la constitución de una sociedad cohesionada y
el desarrollo de la calidad de vida y del bienestar social.

Esta competencia general se concreta en seis ámbitos competenciales cada uno de los
cuales se concreta en un número determinado de competencias profesionales que
establecen el perfil profesional de los(as) trabajadores(as) sociales, es decir, definen en
qué consiste la actuación de los(as) profesionales al mismo tiempo que sirven para
diferenciar el Trabajo Social de otras profesiones y disciplinas.

Capacidad para trabajar y valorar de manera conjunta con personas, familias,


grupos, organizaciones y comunidades sus necesidades y circunstancias.
1. Establecer relaciones profesionales al objeto de identificar la forma más
adecuada de intervención.
2. Intervenir con personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades para
ayudarles a tomar decisiones bien fundamentadas acerca de sus necesidades,
circunstancias, riesgos, opciones preferentes y recursos.
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3. Valorar las necesidades y opciones posibles para orientar una estrategia de
intervención.

Capacidad para planificar, implementar, revisar y evaluar la práctica del Trabajo


Social con personas, familias, grupos, organizaciones, comunidades y con otros
profesionales.
4. Responder a situaciones de crisis valorando la urgencia de las situaciones,
planificando y desarrollando acciones para hacer frente a las mismas y
revisando sus resultados.
5. Interactuar con personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades
para conseguir cambios, para promocionar el desarrollo de los mismos y
para mejorar sus condiciones de vida por medio de la utilización de los
métodos y modelos de Trabajo Social, haciendo un seguimiento con
regularidad de los cambios que se producen al objeto de preparar la
finalización de la intervención.
6. Preparar, producir, implementar y evaluar los planes de intervención con el
sistema cliente y los colegas profesionales negociando el suministro de
servicios que deben ser empleados y revisando la eficacia de los planes de
intervención con las personas implicadas al objeto de adaptarlos a las
necesidades y circunstancias cambiantes.
7. Apoyar el desarrollo de redes para hacer frente a las necesidades y trabajar
a favor de los resultados planificados examinando con las personas las redes
de apoyo a las que puedan acceder y desarrollar.
8. Promover el crecimiento, desarrollo e independencia de las personas
identificando las oportunidades para formar y crear grupos, utilizando la
programación y las dinámicas de grupos para el crecimiento individual y el
fortalecimiento de las habilidades de relación interpersonal.
9. Trabajar con los comportamientos que representan un riesgo para el sistema
cliente identificando y evaluando las situaciones y circunstancias que
configuran dicho comportamiento y elaborando estrategias de modificación
de los mismos.

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10. Analizar y sistematizar la información que proporciona el trabajo como
cotidiano como soporte para revisar y mejorar las estrategias profesionales
que deben dar respuesta a las situaciones sociales emergentes.
11. Utilizar la mediación como estrategia de intervención destinada a la
resolución alternativa de conflictos.
12. Diseñar, implementar y evaluar proyectos de intervención social

Capacidad para apoyar a las personas para que sean capaces de manifestar las
necesidades, puntos de vista y circunstancias.
13. Defender a las personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades y
actuar en su nombre si la situación lo requiere.
14. Preparar y participar en las reuniones de toma de decisiones al objeto de
defender mejor los intereses de las personas, familias, grupos,
organizaciones y comunidades.

Capacidad para actuar en la resolución de las situaciones de riesgo con las


personas así como para las propias y las de los colegas de profesión.
15. Establecer y actuar para la resolución de situaciones de riesgo previa
identificación y definición de la naturaleza del mismo
16. Establecer, minimizar y gestionar el riesgo hacia uno mismo y los colegas a
través de la planificación, revisión y seguimiento de acciones para limitar el
estrés y el riesgo.

Capacidad para administrar y ser responsable, con supervisión y apoyo, de la


propia práctica dentro de la organización.
17. Administrar y ser responsable de su propio trabajo asignando prioridades,
cumpliendo con las obligaciones profesionales y evaluando la eficacia del
propio programa de trabajo.
18. Contribuir a la administración de recursos y servicios colaborando con los
procedimientos implicados en su obtención, supervisando su eficacia y
asegurando su calidad.

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19. Gestionar, presentar y compartir historias e informes sociales
manteniéndolos completos, fieles, accesibles y actualizados como garantía
en la toma de decisiones y valoraciones profesionales.
20. Trabajar de manera eficaz dentro de sistemas, redes y equipos
interdisciplinares y «multiorganizacionales» con el propósito de colaborar
en el establecimiento de fines, objetivos y tiempo de duración de los
mismos contribuyendo igualmente a abordar de manera constructiva los
posibles de desacuerdos existentes.
21. Participar en la gestión y dirección de entidades de bienestar social.

Capacidad para demostrar competencia profesional en el ejercicio del Trabajo


Social.
22. Investigar, analizar, evaluar y utilizar el conocimiento actual de las mejores
prácticas del Trabajo Social para revisar y actualizar los propios
conocimientos sobre los marcos de trabajo.
23. Trabajar dentro de estándares acordados para el ejercicio del Trabajo
Social y asegurar el propio desarrollo profesional utilizando la asertividad
profesional para justificar las propias decisiones, reflexionando
críticamente sobre las mismas y utilizando la supervisión como medio de
responder a las necesidades de desarrollo profesional.
24. Gestionar conflictos, dilemas y problemas éticos complejos identificando
los mismos, diseñando estrategias de superación y reflexionando sobre sus
resultados.
25. Contribuir a la promoción de las mejores prácticas del Trabajo Social
participando en el desarrollo y análisis de las políticas que se implementan.

3. TRABAJO SOCIAL Y VALORES. TRABAJO SOCIAL E IDEOLOGÍA

En el apartado anterior hemos analizado el objeto del Trabajo Social, su


especificidad, sin embargo, hay aún otras dos cuestiones estrechamente
relacionadas con esta especificidad: los valores y la ideología.
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a) Trabajo Social y valores: la ética en el Trabajo Social

Aunque lo valores han evolucionado a lo largo del tiempo, lo han hecho sobre la
base del compromiso con el bienestar a través de la prestación de un servicio
competente y el respeto a las decisiones de los usuarios(as) y clientes. Veamos a
continuación esa evolución:

Evolución de los principios en Trabajo Social


Biestek (1957) Butrym (1976) Banks (1995)
Individualización Individualización Respeto y promoción de
los derechos de las
Expresión significativa de Expresión significativa de personas
sentimientos sentimientos
Promoción del bienestar
Implicación emocional Implicación emocional
controlada controlada Igualdad

Aceptación Aceptación Justicia distributiva

Actitud antifiscalizadora Actitud antifiscalizadora

Autodeterminación Autodeterminación

Confidencialidad Confidencialidad

Respeto a las personas


Fuente: Salcedo, D. (2000): La evolución de los principios del Trabajo Social. Revista Acciones e
Investigaciones Sociales, 11;82.

La evolución de los principios obedece a las transformaciones que se han producido en


el ejercicio del Trabajo Social, siendo especialmente notorios los cambios sufridos
desde la segunda formulación a la tercera, aunque todos ellos tienen como
fundamento el abordar las relaciones profesionales con los usuarios(as) y clientes con
dignidad.

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A este respecto existen diferentes documentos que establecen marcos de regulación
de la práctica profesional en función de una serie de principios éticos consensuados a
nivel internacional y asumido por los distintos Colegios Profesionales de los países.

El Consejo General de Diplomados en Trabajo Social, siguiendo las orientaciones


ofrecidas por la Declaración Internacional de Principios éticos de la Federación
Internacional de Trabajadores(as) Sociales, aprobó en el año 1999 un código
deontológico de la profesión que sirve como referencia fundamental para entender los
principios del Trabajo Social. Concretamente, el capítulo segundo de este código
recoge un total de 12 principios que nos sirven para establecer el marco general de
actuación de los(as) trabajadores sociales:

1. Toda persona posee un valor único, lo que justifica la consideración moral hacia
cada persona.
2. Cada persona tiene derecho a la autorrealización, hasta donde no interfiera en
el derecho de los demás, y tiene la obligación de contribuir al bienestar de la
sociedad.
3. Cada sociedad, independientemente de su organización, debe funcionar de
manera que proporcione los máximos beneficios a todos sus miembros.
4. Los(as) trabajadores sociales tienen un compromiso con los principios de la
justicia social.
5. Los(as) trabajadores sociales tienen la responsabilidad de dedicar sus
conocimientos y técnicas, de forma objetiva y disciplinada, a ayudar a las
personas, grupos, comunidades y sociedades en su desarrollo y en la resolución
de los conflictos psicosociales y sus consecuencias.
6. Los(as) trabajadores sociales deberán proporcionar la mejor atención posible a
todos aquellos que soliciten su ayuda y asesoramiento, sin discriminaciones
injustas basadas en diferencias de género, edad, discapacidad, clase, etnia,
religión, lengua, creencias políticas o tendencias sexuales, siempre que
cualquiera de estas diferencias no encubran violencia ni abuso de poder.

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7. Los(as) trabajadores sociales deben respetar los derechos humanos
fundamentales de las personas reconocidos en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y otros acuerdos internacionales derivados de dicha
declaración.
8. Los(as) trabajadores sociales deben tener en cuenta los principios de derecho a
la intimidad, confidencialidad y uso responsable de la información en su trabajo
profesional. Los(as) trabajadores sociales respetan la confidencialidad
justificada, aún en los caos en que la legislación de su país esté en conflicto con
este derecho.
9. Los(as) trabajadores sociales deben trabajar en estrecha colaboración con sus
clientes y usuarios(as), en interés de los mismos, prestando el debido respeto a
los intereses de las demás personas involucradas. Se debe motivar a que
participen lo más posible y deben ser informados de los riesgos y posibles
ventajas de la propuestas de actuación que se les ofrezcan.
10. Los(as) trabajadores sociales esperan, generalmente, que los clientes y
usuarios(as) se responsabilicen, en colaboración con ellos, de las actuaciones
que puedan afectar a su vida. Los(as) trabajadores sociales deben hacer el
menor uso posible de medidas legales coercitivas. Sólo deberán adoptarse
medidas coercitivas a favor de una de las partes implicadas en un conflicto,
después de una cuidadosa evaluación de los argumentos de cada una de las
partes en litigio.
11. El Trabajo Social es incompatible con el apoyo, directo o indirecto, a las
personas, grupos, fuerzas políticas o estructuras de poder que destruyan a
otros seres humanos.
12. Los(as) trabajadores sociales deben tomar decisiones justificadas éticamente y
mantenerlas, teniendo en cuenta estos principios y aquellos otros criterios
éticos adoptados por sus asociaciones y colegios profesionales.

A propósito de la ética en Trabajo Social Cristina de Robertis (2003) identifica tres tipos
de ética: la ética de la convicción, la ética de la responsabilidad y la ética de la
discusión.

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Los valores comunes de referencia se la profesión de trabajador(a) social se organizan
en los que se denomina ética de la convicción, es decir, los principios que guían la
acción y a los que se intentará servir de manera incondicional. Estos principios, ya
definidos en los códigos deontológicos nacionales e internacionales que ya conocemos
y hemos trabajado, pueden articularse alrededor de tres ejes principales:

PRIMER EJE. Respeto a la dignidad del ser humano, considerado como un ser único,
semejante a todos los otros, que detenta los mismos derechos y deberes, pero que
también es diferente a todos los demás; la importancia concedida a su dignidad
intrínseca, cualesquiera que sean las circunstancias en las que se encuentra y la
consideración que se le otorgará en calidad de sujeto, capaz de decisión y de
participación.

SEGUNDO EJE. La obligación de la sociedad, en tanto que organización humana, de


ofrecer a cada persona un lugar en su seno, condiciones óptimas de vida, de bienestar
y posibilidades de desarrollo. Esta idea de la indispensable pertenencia social de los
individuos, se expresa hoy en día en términos de inclusión, acceso a derechos,
reducción de las diferencias y oferta de las mismas oportunidades para todos.

TERCER EJE. La interacción persona‐sociedad, que implica la responsabilidad que todo


ser humano tiene hacia los otros, y que se traduce en todas las formas de solidaridad
individual o colectiva indispensable para la vida en sociedad y el crecimiento individual.

El segundo tipo de ética, la ética de la responsabilidad, añade a los tres ejes


anteriormente citados, el análisis de los medios, de las diferentes opciones y la
evaluación de las consecuencias. La reflexión ética incluye, por tanto, no solo los
principios sino también la manera de lograrlos. La manera de actuar del trabajador(a)
social debe estar de acuerdo con los fines perseguidos, esa manera en la que se
acercan los(as) trabajadores(as) a los seres humanos en dificultad hace que los
programas sociales sean útiles o detestables. Se puede dar una ayuda económica de
manera punitiva y humillante o de una manera que no viole el respeto que la persona

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en dificultad debe conservar de sí misma. La ética de la responsabilidad incluye la
capacidad de empatía, de sentir con el otro, se traduce en nuestras actitudes, en
nuestras palabras, en nuestra comunicación verbal y no verbal.

Por último, el tercer tipo de ética, la ética de discusión, hace referencia a la


elaboración colectiva, a partir de la libre discusión entre personas de un mismo grupo.
El intercambio llevado a sus últimas consecuencias permite alcanzar, a través de la
argumentación, posiciones comunes de consenso. Para que la comunicación sea, en
este caso, válida es necesaria una cierta igualdad entre las personas. En el Trabajo
Social esto no siempre es posible; sin embargo, la utilización cada vez más frecuente
del contrato entre el trabajador(a) social y la persona conlleva a la búsqueda de
acuerdos entre ambos, basados en este tipo de posición ética. La colaboración con
otras instituciones que participan den un mismo programa social o el trabajo en
equipos pluridisciplinares, en un mismo sector, son otras maneras de llevar adelante
una ética de discusión: se comparte, se elabora, se decide, se lleva adelante un
proyecto común, con todo lo que ellos significa de enfrentamientos, negociación,
concesiones, búsqueda de acuerdo…

b) Trabajo Social e ideología

En lo que respecta a la ideología hay que partir del hecho de que los(as)
trabajadores(as) sociales para realizar su trabajo necesitan de una suerte de recursos
personales, teóricos, técnicos, materiales…, que permitan la realización de los
objetivos intrínsecos a su tarea. La mayor o menor disponibilidad de los recursos,
personales, formativos y/o técnicos puede deberse, en muchos casos, a dificultades
personales o inexperiencia. De forma que dicha carencia impida una correcta
contextualización y abordaje de los casos con los que deben trabajar.

Este aspecto, de índole mecánica, y que se refiere a la mera disposición y cualificación


personal puede ser solventado con la aplicación de procesos formativos y/o reciclajes
teóricos propios del Trabajo Social, de forma que dicha iniciativa unida a la práctica
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profesional permita solventar tales deficiencias y facilitar un disposición personal
coherente con la tarea encomendada.

Sin embargo, la ausencia o presencia de recursos materiales, económicos o


institucionales que canalicen la más básica y simple adecuación de la necesidad al
recurso ya no supone un problema de ajuste en el desempeño técnico. Si el fenómeno
que genera incertidumbre y ambigüedad en los sistemas institucionales de protección
social se vincula a la opción restrictiva de algunos gobiernos que minimizan su
presencia en dichos sistemas, el problema se conforma en un terreno que pasa de lo
técnico a lo estructural.

De ahí la necesidad de conocer los modelos sociopolíticos que enmarcan la acción


profesional de los(as) trabajadores(as), modelos en algunos casos coincidentes con la
propia ideología del profesional pero en otros casos no sólo diferente sino incluso
contraria:

PLANTEAMIENTO CONSERVADOR

Las ideas fundamentales que constituyen este modelo son las siguientes:

1. Su filosofía se opone a cualquier tipo de cambio y modificación de aquello que


constituye una tradición. Sus valores fundamentales son el individualismo y la
libertad siendo esta última condición necesaria para justificar cualquier
comportamiento.
2. El complemento natural de la libertad es el individualismo, si la sociedad avanza es
fruto de la actualidad de sus individuos, siendo los fenómenos sociales el resultado
de acciones estrictamente individuales.
3. La autonomía personal hace que la presencia de otros grupos o el Estado sea
innecesaria para alcanzar los objetivos marcados, asignando valores de
responsabilidad a toda iniciativa.

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4. En su escala de valores, la igualdad queda por debajo de la libertad, no pudiendo
defender libertad e igualdad al mismo tiempo.
5. La apuesta por la economía de mercado, la cual necesita de libertas para su
funcionamiento, hace que sea incompatible la justicia social con el orden social
vigente, siendo éste marco ideal para valorar el impulso individual y la capacidad
de adaptación al medio competitivo.
6. El liberalismo y la competitividad hacen que la riqueza brote de forma natural,
estableciendo mecanismos de selección de los más aptos y dando oportunidades a
todos para que a través del esfuerzo personal y el trabajo se pueda salir de la
pobreza.
7. El mercado y la sociedad tienen intrínsecamente sus propios mecanismos de
regulación, la oferta y la demanda corrigen naturalmente la pobreza, siendo
considerada la intervención de cualquier forma de gobierno como un acto de
intromisión que no hará sino crear más injusticia social.
8. La política no puede subyugar el orden económico, la intervención de los gobiernos
no justifica, ni tan siquiera, la realización de infraestructuras y servicios públicos.
Desde esta visión el gobierno se constituye en un recurso económico subsidiario,
presente únicamente cuando el mercado es incapaz de salir al paso por sí mismo.
9. Se posicionan contra el Estado de Bienestar por las siguientes razones: un sistema
público de bienestar otorga excesivo poder a los burócratas y profesionales, los
cuales deciden sobre el bienestar de los demás. Con este modelo los gobiernos
utilizan determinados grupos desfavorecidos para que les sean políticamente
útiles. El Estado de bienestar hurta protagonismo a la misma sociedad que no
puede articularse a través de grupos de autoayuda y voluntariado social. Este
modelo es ineficiente, aumenta la burocracia y desestabiliza el sistema económico
porque se apoya en criterios políticos que no económicos para distribuir pobreza.

PLANTEAMIENTO LIBERAL

1. El gobierno debe intervenir en determinados momentos en la economía, su


diferencia con la ideología socialista para por el rechazo de políticas igualitarias.

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2. Al contrario que los conservadores, no confían en los mecanismos reguladores
“naturales” que ofrece el mercado, aunque siguen pensando que el capitalismo es
el mejor sistema económico descubierto hasta la fecha, siempre y cuando sea
regulado y controlado por el Estado.
3. El modelo misto, la empresa pública y privada, es un buen sistema para hacer
funcionar la economía sin perder valores humanitarios y de consideración de los
excluidos.
4. Al igual que los conservadores se decantan por la libertad antes que por la igualdad
aunque la eliminación de la pobreza es condición indispensable para poder hablar
de libertad. Se defiende el individualismo económico siempre y cuando posibilite el
incremento de la capacidad de elección, la iniciativa personal y la innovación.
5. Las desigualdades pueden reconducirse a través de redistribución de la renta que
instrumentalice un sistema impositivo. Creen que un sistema impositivo aumenta
la distribución de la renta, lo que a su vez aumenta la demanda y genera empleo.
6. La ideología liberal está más interesada por el consenso que por el conflicto, la
función de un sistema económico y social, la función del orden social, político y
económico consiste en reducir la tensión social
7. Si existe pobreza el mercado falla. Para satisfacer las lagunas del mercado se hace
necesario que el Estado asuma las responsabilidades de abolir la pobreza, la
ignorancia, la enfermedad más desde lo reactivo que desde lo promocional.
8. La libertad, la empresa privada y el individualismo deben apoyarse cuando sirvan a
un objetivo fundamental, la reducción de la pobreza y las diferencias sociales. Su
misión no es cambiar la sociedad, como proponen los socialistas, sino que el
gobierno desde su independencia ayude a preservar un sistema económico y social
determinado.

PLANTEAMIENTO SOCIALDEMOCRATA

Entre los intervencionistas liberales y el socialismo real se ubica la iniciativa


socialdemócrata. Su modelo de referencia se encuentra en el contexto europeo

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occidental y en particular en los países escandinavos. Su apoyo a los sistemas de
bienestar es absoluto.

1. Su objetivo es encontrar un método político, social y económico que nos haga a


todos más iguales sin herir ni restringir las libertades. Igualdad adquiere un
significado que incluye la participación ciudadana en las instituciones y los órganos
de decisión político‐social, implica hacer real y efectiva la justicia social y la
igualdad de oportunidades.
2. La igualdad es el producto de encontrar un equilibrio dentro del sistema de
producción económica capitalista que posibilite la eficiencia económica y la
integración o incorporación social de los grupos con menos posibilidades de origen.
3. Su posición es la de considerar la igualdad como un elemento funcional al sistema,
ya que la misma es necesaria para mantener la cohesión social y descartar
conflictos sociales.
4. Desde la óptica socialista, los derechos son naturales y el Estado debe ser el
instrumento que garantice el respeto de los derechos necesarios para que seamos
más dignos, más iguales y podamos desarrollar neustras potencialidades y
capacidades.
5. Los conceptos altruismo, cooperación y participación son la trilogía que constituye
el sistema de bienestar y que actúa en la consolidación y profundización de la
cultura democrática. Los tres valores se erigen como medidas sociopolíticas
capaces de transformar una sociedad capitalista y por consiguiente, es
responsabilidad de un gobierno hacerlas suyas a través de suys instituciones.
6. El gobierno que ponga en marcha medidas socialdemócratas habrá planificado una
intervención que, en teoría, consiga poner coto al mercado por medio de opción
política y, en consecuencia, repartir y desconcentrar el poder económico y social.
Lo público predominará sobre lo privado.
7. La eliminación de las injusticias propiciadas por el mercado vendrán canalizadas
por el apoyo de los sistemas públicos de bienestar. Dicho sistema eliminará las
fronteras existentes entre política económica y política social.

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8. El sistema público de bienestar es universalista, no aceptando el principio de
subsidiariedad que haga distinción entre merecedores y no merecedores de ayuda,
ya que dicha diferenciación oculta una función real de disminución de la demanda
por miedo a la estigmatización de los posibles receptores.

PLATEAMIENTO SOCIALISTA MARXISTA

Los socialistas tienen una visión dialéctica de la sociedad en la que consideran que el
sistema de producción es el que en realidad moldea la realidad política, económica y
espiritual de la sociedad.

1. La emancipación de la persona únicamente puede ser posible cuando la


transformación de las estructuras económicas y sociales posibilitan eliminar la
dependencia de los más pobres.
2. La conciencia pos parte de los excluidos de las limitaciones personales y sociales
que encierra el sistema capitalista, permitirá la transformación que les hará
sentirse libres, iguales, emancipados y realizados.
3. El socialismo real se alcanzará cuando todas y cada una de las personas de la
sociedad tengan cubiertas sus necesidades, cuando tengan las mismas
oportunidades para conseguir igual salario, estatus y desaparezcan los privilegios.
4. Las funciones de acumulación y legitimación suponen una contradicción, ya que el
Estado debe por un lado asumir la promoción de la equidad social y por otro debe
encontrar los medios económicos que permitan la ejecución de dichas políticas.
5. El Estado de Bienestar es un instrumento que amordaza el conflicto de clases, ya
que alimenta a un estado que representa la propiedad privada y establece
recompensas sociales y políticas a través de los sistemas de bienestar,
fundamentalmente los servicios sociales.
6. El universalismo, la gratuidad de las prestaciones y servicios, la participación de
usuarios, asociaciones y profesionales en la toma de decisiones de la políticas
locales y la apuesta por programas de naturaleza preventiva son ejes vertebradores

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de este planteamiento. Esta ideología descarta un sistema de servicios sociales
privado y sometido al arbitrio y cánones del mercado.

Es posible que las importantes transformaciones sufridas con el paso de los años para
definir el objeto del Trabajo Social, nos lleve a reflexionar sobre la dificultad de dotarlo
de contenido y definición unívocas. Como hemos podido comprobar la dificultad
epistemológica se hace patente, por lo que para aproximarse al objeto del Trabajo
Social debemos de establecer de manera previa un posicionamiento epistemológico
antes los siguientes elementos:

1. La consideración de la ubicación del Trabajo Social dentro de las ciencias


sociales, su consideración como ciencia: posicionamiento epistemológico
científico.
2. La identificación de la situación problema: posicionamiento epistemológico
interpretativo.
3. La ideología y el contexto implícito en la construcción de la realidad
predominante en un momento histórico y en un lugar concreto:
posicionamiento epistemológico ideológico.

La importancia relativa o ponderación concedida por el(a) trabajador(a) social a cada


una de estas variables nos llevará a concebir el Trabajo Social de manera distinta y al
predominio de una visión teórica e ideológica conceptualmente divergente. Si el(a)
profesional que interviene centra su atención en la consideración de la problemática
individual, la presencia del sujeto capitalizará su intervención descontextualizando al
sujeto de su contexto. De otro modo, si el(a) profesional pone su énfasis en
comprender las condiciones que rodean el contexto subyacente (social, económico,
político) de la situación problema, el(a) trabajador(a) social estará centrando su
atención en los elementos configuradores de la situación problema y, por lo tanto,
aproximándose al objeto de forma global.

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Esto nos lleva a que diferenciemos, por un lado al sujeto de la intervención como a la
persona o conjunto de personas involucradas en la intervención social y que participan
de alguna manera en la definición del problema a resolver. Y, por otra parte, el objeto
de la intervención como el hecho social concreto, real y específico que demanda ser
atendido.

BIBLIOGRAFIA

DE ROBERTIS, C. (2003) Fundamentos del Trabajo Social: ética y metodología.


Valencia. Nau LLibres.
FERNANDEZ GARCIA, T. (Coord.) (2009) Fundamentos del Trabajo Social.
Madrid. Alianza Editorial.
MOIX MARTINEZ, M. (2006) Teoría del Trabajo Social. Madrid. Síntesis.
MORÁN CARRILLO, J.M. (2003) Epistemología, ciencia y paradigma en Trabajo
Social. Sevilla. Aconcagua o MORÁN CARRILLO, J.M. (2006) Fundamentos del
Trabajo Social: Trabajo Social y Epistemología. Valencia. Tirant lo Blanch.
HOWE, D. (1999) Dando sentido a la práctica: introducción a la teoría del Trabajo
Social. Granada. Maristán.

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