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CURSO

TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN
DE CONDUCTA

SEMESTRE 2022-I
1 Definición de la Conducta

2 Dimensiones
Conducta
de la

3 Medición de la
Conducta
¿Qué es la conducta?

La conducta indica el actuar de un


sujeto u animal frente a
determinados estímulos externos
o internos.

En psicología, la conducta
humana refleja todo lo que
hacemos, decimos y pensamos e
indica esencialmente una acción.
¿Qué es la conducta?

En la historia del concepto de conducta en psicología,


tiene importancia el artículo de Watson publicado en
1913, que inicia la corriente o escuela llamada
Conductismo o Behaviorismo, en el que sostiene que la
psicología científica debe estudiar sólo las
manifestaciones externas (motoras, glandulares y
verbales); aquellas que pueden ser sometidas a
observación y registro riguroso, tanto como a verificación.
Ya antes que Watson, Pillsbury había definido la psicología
como la ciencia de la conducta y Angelí —integrante de la
escuela funcionalista- anticipaba el reemplazo de la
mente por la conducta como objeto de la psicología
Fue Watson el que promovió una de las escuelas que
hicieron tambalear, aun más, el edificio de la psicología
clásica.

Aportó elementos que conducen a nuevas posibilidades de


la psicología. Tolman dice que, indiscutiblemente, se habló
de la psicología como ciencia de la conducta antes de
Watson, pero este último transformó la conducta en "ismo“.

Watson incluyó en la conducta todos los fenómenos visibles,


objetivamente comprobables o factibles de ser sometidos a
registro y verificación v que son siempre respuestas o
reacciones del organismo a los estímulos que sobre él
actúan
IMPORTANCIA DE LA DESCRIPCIÓN DE LA CONDUCTA

La descripción objetiva de la conducta es el


primer requisito para emprender un
programa de modificación conductual.

Es, por tanto, la primera habilidad que debe


aprender quien se está formando como
modificador de conducta. En la mayoría de los
escenarios, hay un acuerdo general entre los
miembros del personal en cuanto a los
“problemas” de los clientes, cuáles individuos
necesitan de cambio y los objetivos generales
que se han de lograr.
Los rasgos, las etiquetas globales y generales
que resumen ciertas cosas y las características
de la personalidad, son demasiado generales
para que sean útiles al modificador de
conducta. La referencia a constructos
inobservables, como “deterioro del yo” o
“lucha por la virilidad” son insuficientes para
describir en términos mensurables el
comportamiento de una persona.
Por tanto, se tiene que definir explícita y
objetivamente cuáles son las conductas que deseamos
modificar, para que realmente puedan ser observadas,
medidas y reconocidas por los individuos que
administran el programa.
Llamaremos respuesta-blanco a aquella acción
específica observada en el individuo que deseamos
modificar.
Dos aspectos deben tenerse en cuenta en la
descripción objetiva de la conducta:
1. Determinar la topografía de la respuesta-blanco;
2. Determinar la fuerza de la respuesta-blanco.
1.- TOPOGRAFÍA DE LA RESPUESTA BLANCO

El primer aspecto que debe resolverse en la descripción objetiva de la respuesta-


blanco es determinar su topografía, es decir, su forma física. Reglas:

1.Descripción en términos de acción:


Ejemplo incorrecto: “Andrea es colaboradora en la casa”.
Ejemplo correcto: “Andrea lava los platos después de cada comida en la casa”.

2. Descripción en términos concretos:


Ejemplo incorrecto: “Federico tiene una autoestima exagerada”
Ejemplo correcto: “Durante toda la conversación., Federico habla acerca de sus viajes
al extranjero”.
3. Descripción en términos afirmativos:
Ejemplo incorrecto: “Alfredo no es cariñoso con su esposa”.
(Este ejemplo es incorrecto, no sólo porque viola la regla 2, sino también por violar la regla 1).
Ejemplo correcto: “Cuando llega del trabajo, Alfredo pasa delante de su esposa y se dirige al
estudio, cerrando la puerta”.

4. Detalle de la descripción de la topografía:


El grado de detalle en la descripción de la topografía de la respuesta-blanco dependerá de los
objetivos particulares del programa de modificación conductual. Considérense los siguientes
ejemplos:
Ejemplo A: “Patricia hace una rabieta”
Ejemplo B: “Patricia se arroja al suelo y grita o llora”.
Ejemplo C: “Patricia se acuesta en el suelo boca arriba, agita los brazos y las piernas y a la vez
llora o grita”.
De los tres ejemplos, el C es el más detallado. Sin embargo, una descripción como la del
ejemplo B tal vez sea suficientemente útil en muchos casos. En cambio, la descripción del
ejemplo A es algo imprecisa, pues plantearía el problema de determinar a qué se llama
“rabieta”.
2. LA FUERZA DE LA RESPUESTA BLANCO

El segundo aspecto que debe tenerse en cuenta en la


descripción objetiva de las respuestas-blanco consiste en
presentarlas de una manera cuantitativa.
De manera general, se puede usar el concepto de fuerza
de la respuesta, para referirse a la “cantidad” en que se
presenta la respuesta-blanco.
La fuerza se mide a través de diferentes indicadores,
conocidos como medidas de respuesta.

El modificador de conducta debe elegir la o las medidas


que permitan cuantificar la respuesta-blanco, es decir, medir su
fuerza. Las principales medidas de respuesta son las siguientes:
a. La tasa de respuesta, o cantidad de veces que se
repite la respuesta en una unidad de tiempo. Se
usa cuando la respuesta se emite
espontáneamente, ya sea a un estímulo
específico o no. Ejemplo: “Carlos guiñó el ojo
derecho tres veces por minuto”.

b. El porcentaje, o razón de respuesta, se utiliza


cuando la respuesta depende de una condición
específica, y se define como la cantidad de veces que
se repite la respuesta dada dicha condición.
Ejemplo: “Verónica obedeció tres de las diez órdenes
que se le dio”.
.
c. La latencia de la respuesta, utilizada cuando la respuesta se da a un
estímulo específico y se define como el tiempo que transcurre entre el
estímulo y la respuesta. Ejemplo: “Raúl cogió sus juguetes 20 segundos
después de que se le ordenara hacerlo”.

d. La duración de la respuesta, que es una medida útil cuando la respuesta


es una actividad continua y se define como el tiempo total abarcado por
dicha conducta. “Pablo tomó una ducha durante 120 minutos”.

e. La magnitud de la respuesta. Término genérico que hace referencia a


diferentes dimensiones, que tienen en común implicar la fuerza, energía o
potencia física implicada en la realización de la respuesta-blanco. Por
ejemplo, qué tan alto habla una persona o qué tan fuerte es un golpe
propinado por un individuo agresivo
MUCHAS
GRACIAS

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