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Bogotá D.C.

, Lunes, 27 de Abril de 2020


Para responder a este oficio cite: 20203620135441

REPÚBLICA DE COLOMBIA
JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ
SECCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA CON RECONOCIMIENTO DE
VERDAD Y RESPONSABILIDAD
SUBSECCIÓN QUINTA – TUTELAS

Sentencia de tutela No. TP-SeRVR-ST-003-2020

Aprobado ACTA No. 01-SUB-005

Bogotá D.C. 27 de abril de 2020

Radicación: 20201510130082
Expediente Orfeo: 2020340020600079E
Accionante: FABIAN VIRACACHÁ BALLÉN
FREIMAN ARLEY VIRACACHÁ
PLAZAS
Accionada: Sección de Revisión
Asunto: Sentencia de tutela
Fecha de reparto: 14-04-2020

La Sección de Primera Instancia con Reconocimiento de Verdad y


Responsabilidad (en adelante SeRVR) del Tribunal para la Paz, en
cumplimiento de sus atribuciones constitucionales y legales, profiere lo
siguiente.

1. ANTECEDENTES

I.1. De la acción interpuesta

1. Los señores Fabián Viracachá Ballén y Freiman Arbey Viracachá


Plazas, identificados con cédula de ciudadanía No. 1.010.162.658 y 80.156.069,
respectivamente, quienes actúan a nombre propio, instauraron acción de
tutela contra la Sección de Revisión, por la presunta vulneración de su
derecho fundamental al debido proceso. De manera oficiosa se vinculó al
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, y al Complejo
Penitenciario y Carcelario de Bogotá- COMEB La Picota1.

1
En la página web del INPEC se utiliza la sigla COMEB Bogotá "La Picota".
https://www.inpec.gov.co/institucion/organizacion/establecimientos-penitenciarios/regional-central/
complejo-penitenciario-y-carcelario-de-bogota. Visitada el día catorce (14) de abril de 2020.

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2. Señalan los accionantes que el 27 de enero de 2020, les fue


notificada la sentencia SRT-ST-014 del 23 de enero de 2020 2, proferida por la
Sección de Revisión de este Tribunal, en la cual se les negó la protección de
sus derechos fundamentales a la igualdad, debido proceso y acceso a la
administración de justicia.

3. Manifiestan que el 27 de enero impugnaron la decisión proferida


por la Sección de Revisión, es decir, dentro de los tres días siguientes a la
notificación personal de la sentencia, y que la misma fue radicada el 10 de
febrero del 2020 en la Jurisdicción Especial para la Paz (en adelante, la
Jurisdicción o la JEP).

4. Mediante Auto del 11 de febrero de 2020, la Sección de Revisión


negó la impugnación presentada. Como fundamento de su decisión, indicó:
“de conformidad con el artículo 31 del Decreto 2591 de 1991 el vencimiento del
término para la impugnación era el día 31 de enero. Como se constató en el
expediente, los señores VIRACACHÁ BALLÉN y VIRACACHÁ PLAZAS radicaron
el recurso el día 10 de febrero de 2020, es decir, 10 días después de notificado el fallo”.

5. Señalan los accionantes que actualmente se encuentran recluidos


en el Complejo Penitenciario y Carcelario de Bogotá- COMEB La Picota,
razón por la cual, si bien la impugnación la realizaron en los tres días hábiles
siguientes a la notificación del fallo de tutela ante la oficina jurídica del
complejo penitenciario, la misma fue radicada solamente hasta el 10 de
febrero de 2020 en la JEP.

6. En este contexto, los señores Viracachá Ballén y Viracachá Plazas


presentaron acción de tutela contra la decisión proferida por la Sección de
Revisión el 11 de febrero de 2020. En esta oportunidad, indicaron que en la
decisión antes mencionada se desconoció que, por estar recluidos en un
establecimiento penitenciario, están sujetos a la radicación de la impugnación
por parte del establecimiento penitenciario, pese a que ellos la presentaron el
27 de enero de 2020 como “consta en el sello de sustentado el 27 de enero” 3. Por tal
motivo, solicitan mediante esta acción de tutela les sea concedida la
impugnación de la sentencia de tutela SRT-ST-014 del 23 de enero de 2020.

I.2. Trámite procesal

2
Proferida por la Subsección Cuarta de tutelas de la Sección de Revisión de esta Jurisdicción.
3
Folio 2, Cuaderno JEP.

2
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7. El día 14 de abril de 2020, mediante acta de reparto No. 003-2020


de la SeRVR, la Secretaria Judicial asignó la presente acción de tutela al
Despacho4.
8. En relación con los términos para el trámite de la acción
constitucional interpuesta, debe tenerse en cuenta que en virtud de las
disposiciones internas adoptadas por el Órgano de Gobierno de la JEP a
través de los Acuerdos AOG No. 008 de 13 de marzo de 2020, No. 009 del 16
de marzo del 2020, No. 014 de 2020 del 13 de abril de 2020 y las Circulares No.
014 del 19 de marzo del 2020 y No. 015 de 22 de marzo de 2020 expedidas por
la Presidenta y la Secretaria Ejecutiva de esta Corporación, se estableció la
suspensión de términos judiciales desde el 16 de marzo de 2020 y hasta el 13
de abril de 2020, salvo excepciones específicas.

9. El día 14 de abril de 2020 se avocó conocimiento de la presente


acción de tutela, y se dispuso correr traslado a la Sección de Revisión de la
JEP para que se pronunciara sobre los hechos y pretensiones de la acción de
tutela bajo análisis. Adicionalmente, se vinculó al Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario y al Complejo Penitenciario y Carcelario de Bogotá-
COMEB La Picota, para que, en el término de veinticuatro (24) horas
aportaran la información relacionada con los hechos y pretensiones objeto de
la presente solicitud de amparo y se allegara al Despacho toda la información
pertinente.

I.3. Respuesta de la Sección de Revisión

10. El día 17 de abril la Sección de Revisión de esta Jurisdicción envío


su escrito de contestación presentando los argumentos de respuesta a la
acción de tutela instaurada por los accionantes.

11. En el escrito manifiesta que “no hay constancia que la impugnación


haya sido radicada el día 27 de enero por parte de los accionantes, pues como se
evidencia en varias partes del escrito (…) se encuentran diferentes fechas registradas
en los folios allegados, las cuales se enuncian a continuación: debajo de la rúbrica de
la fecha 27 de enero de 2020, señalada por los accionantes, existe un sello del INPEC
en el cual se aprecia con claridad la fecha 07 de febrero de 2020”5.

12. En consecuencia, concluyen que “(…) aun cuando existe en uno de


los folios una rúbrica a mano alzada de 27 de enero de 2020, la misma cubre un sello
del INPEC de fecha 07 de febrero de 2020, constancia del día en el cual,
efectivamente, se radicó la impugnación ante el COMEB - La Picota”6.
4
Folio 9, Cuaderno JEP.
5
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 4 y 5.
6
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 5.

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13. Adicionalmente, plantean que los accionantes incorporaron “una


prueba documental en su impugnación: la declaración juramentada del señor
VIRACACHÁ ROZO, elaborada el día 3 de febrero ante la Notaría 58 del Círculo de
Bogotá, de lo cual se infiere con claridad, que la fecha de presentación del recurso no
fue el 27 de enero de 2020, como lo aducen en el presente trámite. Por el contrario, lo
anterior concuerda con lo sostenido en el auto de 11 de febrero de 2020, emitido en
correspondencia con el sello de recepción de la impugnación en la JEP, fechado el día
10 del mismo mes y año”7.

14. Frente a las inconsistencias en las fechas de sustentación del


recurso concluyó la Sección que “es razonable inferir que la fecha de salida del
documento del establecimiento carcelario fue el 07 febrero, de acuerdo con el sello
referido, tiempo en el cual también se excede el término de impugnación. Para tal
efecto, se insiste que, no existen razones para creer en la autenticidad de la fecha del
27 de enero de 2020, debido a que las demás circunstancias del caso demuestran la
realización de actuaciones posteriores a la misma, como son las diligencias notariales
que se adjuntaron a la impugnación, todo lo cual muestra, cuanto menos, una
inconsistencia entre aquella fecha con la realidad procesal del caso” 8.

15. Por otra parte, la Sección insistió en que en el caso sub examine
“no fue el INPEC ni el establecimiento carcelario los que radicaron la impugnación a
la sentencia de tutela en la JEP; por el contrario, fue un tercero, la Fundación
Liberjus, como consta en el sello de recibido de la ventanilla única de la JEP. (…) la
Subsección constató, una vez revisado el Sistema de Gestión Documental ORFEO,
que no se radicó documento en tal sentido por parte del INPEC”9.

16. En definitiva, la Sección afirma que “no existe evidencia de la


presentación del escrito de impugnación ante la autoridad carcelaria el 27 de enero de
2020 o dentro de los tres días siguientes a la notificación de la sentencia de tutela y,
de otro tanto, ese memorial no fue radicado en esta Jurisdicción por el INPEC. En
consecuencia, no se satisfacen las exigencias de la jurisprudencia para valorar de
manera flexible la oportuna impugnación de un fallo de tutela por parte de una
persona privada de la libertad” 10.

17. Finalmente, y en virtud de los argumentos expuestos, consideran


que la acción de tutela instaurada no tiene fundamento alguno, puesto que no
se desconocieron los derechos fundamentales de los accionantes, y solicitan
que se niegue el amparo constitucional.

7
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 5.
8
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 5.
9
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, páginas 5 y 6.
10
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, páginas 5 y 6.

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I.4. Respuesta del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario


INPEC

18. El día 16 de abril, José Antonio Torres Cerón, coordinador del


grupo de tutelas de la Oficina Asesora Jurídica del INPEC 11, envió escrito de
contestación a la acción de tutela interpuesta por los accionantes12.

19. En su escrito, el INPEC manifestó que “(…) del material


probatorio anexado a la acción tutelar, se evidencia que el escrito de
IMPUGNACION en la fecha indicada, fue recepcionado por el COBOG 13 mas
no por la DIRECCION GENERAL DEL INPEC, en tal sentido dichas
peticiones no fueron recibidas en la SEDE CENTRAL BOGOTA, donde se
ubica la Dirección General del INPEC.”14

20. Adicionalmente manifestó que en virtud del marco constitucional


y legal vigente “(…) a quien le corresponde por competencia funcional brindar
respuesta a las peticiones objeto de la presente acción, y solución a lo manifestado por
el accionante es al Director de COBOG, aclarando que los directores de
establecimiento son jefes de gobierno del mismo, y son responsables de su dirección y
funcionamiento” 15. Agregó que la DIRECCIÓN DEL COBOG, la Oficina
Jurídica y sus funcionarios deben “atender las peticiones de FABIAN
VIRACACHÁ BALLÉN y dar respuesta DE FONDO, CLARA Y CONGRUENTE
a lo solicitado” 16.

21. Por lo anterior, consideró que “frente a las solicitudes elevadas por el
accionante, la Dirección General no ha tenido conocimiento, por cuanto las mismas
reposan en el centro de reclusión donde las recibieron, por tal razón se remitirá copia
de la presente acción de tutela al Director de COBOG con el fin de que avoque
conocimiento del asunto en cuestión y pueda pronunciarse frente a los hechos que
denuncia el actor”17. En consecuencia, el mismo día dieciséis (16) de abril, el
Instituto envió a la Dirección del COBOG el oficio No. 8120-OFAJU-81204-

11
En ejercicio de las competencias otorgadas por la Dirección General del INPEC, mediante la
Resolución 000090 del 18 de enero de 2017.
12
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5265.
13
En el escrito del INPEC se hace referencia al Complejo Penitenciario y Carcelario de Bogotá- COMEB
Picota como “COMPLEJO CARCELARIO Y PENITENCIARIO CON ALTA MEDIA Y MINIMA
SEGURIDAD DE BOGOTA, INCLUYE RECLUSION ESPECIAL Y JUSTICIA Y PAZ COBOG”.
14
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5265.
Pág. 3.
15
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5265.
Pág. 3.
16
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5265.
Pág. 4.
17
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5265.
Pág. 3.

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GRUTU-5266 para que “(…) acorde a su competencia funcional se pronuncien con


relación a los hechos detallados en la acción constitucional que nos ocupa”18.

22. Finalmente, y por las razones expuestas, solicitaron al Despacho


declarar la falta de legitimidad en la causa por pasiva, respecto de las
pretensiones de los accionantes, por no ser de su competencia19.

I.5. Respuesta del Complejo Penitenciario y Carcelario de Bogotá-


COMEB La Picota

23. El día viernes diecisiete (17) de abril de 2020, la Secretaria Judicial


de la SeRVR, mediante informe secretarial TP-SCRVR-2020-046, reportó que,
en cumplimiento del auto del catorce (14) de abril donde se avocó
conocimiento de la presente acción, se envió el Oficio Nº TP-SeRVR-AT-70 al
Director (e) Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Bogotá
Comeb – La Picota, a través de direcciones de correo electrónico:
direccion.epcpicota@inpec.gov.co; subdireccion.epcpicota@inpec.gov.co;
20
Juridica.epcpicota@inpec.gov.co .21

24. Ante la falta de respuesta de ese Complejo Carcelario y


Penitenciario, el Despacho ponente solicitó a la Secretaria Judicial insistir en
las comunicaciones por todos los medios disponibles.

25. En respuesta a este requerimiento, el día martes veintiuno (21) de


abril de 2020, la Secretaria Judicial de la SeRVR informó de las siguientes
acciones de insistencia realizadas ante el Complejo Carcelario y Penitenciario:

“El oficio Nº TP-SeRVR-AT-70 dirigido al Director (e) del Complejo Carcelario y


Penitenciario Metropolitano de Bogotá Comeb – Picota, ha sido reiterado.

Oficio Nº TP-SeRVR-AT-72 dirigido al Director (e) Complejo Carcelario y


Penitenciario Metropolitano de Bogotá Comeb – Picota, con el que se solicita la
notificación de los accionantes, ha sido reiterado.

En repetidas oportunidades, desde el 17 de abril pasado hasta la fecha, se ha


intentado comunicación telefónica a los abonados 7390540 y 7390626 del área de
jurídica del complejo carcelario, sin que se haya obtenido respuesta”22.

18
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5266.
19
Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, oficio No. 8120-OFAJU-81204-GRUTU-5265.
Pág. 5.
20
SeRVR, Secretaría Judicial, informe secretarial TP-SCRVR-2020-046. Viernes, diecisiete (17) de abril
de 2020.
21
SeRVR, Secretaría Judicial, informe secretarial TP-SCRVR-047-2020. Martes, veintiuno (21) de abril de
2020.
22
SeRVR, Secretaría Judicial, informe secretarial TP-SCRVR-047-2020. Martes, veintiuno (21) de abril de
2020.

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26. Pese a todas las acciones de insistencia, el Despacho no obtuvo


ninguna respuesta del Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de
Bogotá COMEB – La Picota.

27. Encontrándose surtidos los trámites procesales pertinentes,


corresponde a esta Subsección estudiar la acción de tutela presentada por los
señores Viracachá Ballén y Viracachá Plazas.

2. CONSIDERACIONES DE LA SUBSECCIÓN

2.1. Competencia

28. El Acto Legislativo 01 de 2017 estableció en el artículo transitorio 8


que la acción de tutela podrá interponerse contra acciones u omisiones de la
Jurisdicción Especial para la Paz que “hayan violado, violen o amenacen los
derechos fundamentales”. En virtud de la misma disposición, el conocimiento de
acciones de tutela en contra de providencias judiciales proferidas por la JEP le
corresponderá al Tribunal para la Paz, de conformidad con las competencias
que la Constitución o la Ley le asigne a cada una de las salas y secciones.

29. De acuerdo con lo previsto por el Acto Legislativo 01 de 2017, por


regla general el conocimiento de las acciones de tutela corresponde en
primera instancia a la Sección de Revisión y la eventual impugnación la
fallará la Sección de Apelación. De forma excepcional, el artículo 53 de la Ley
1922 de 2018 estableció que, si la acción es dirigida contra la Sección de
Revisión, la competente para avocar y decidir la solicitud de protección de los
derechos fundamentales es la Sección de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad.

30. Teniendo en cuenta que los accionantes reclaman la protección de


sus derechos al considerarlos vulnerados por la decisión proferida en sede de
tutela por la Sección de Revisión, corresponde a la Sección de Primera
Instancia para casos de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad
conocer de esta acción de amparo constitucional.

2.2. Problema jurídico y estructura de la argumentación

31. Como ha sido señalado, los señores Fabián Viracachá Ballén y


Freiman Arbey Viracachá Plazas, interpusieron acción de tutela contra la
Sección de Revisión, por la presunta violación de su derecho fundamental al
debido proceso.

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32. En este orden de ideas, corresponde a la Subsección Quinta de


Tutelas de la Sección de Primera Instancia para Casos de Reconocimiento de
Verdad y Responsabilidad determinar si la Sección de Revisión vulneró el
derecho fundamental al debido proceso de los señores Viracachá Ballén y
Viracachá Plazas al negar la impugnación de la sentencia SRT-ST-014 del 23
de enero de 2020 por haber sido presentada por fuera del término legal
establecido, pese a que los accionantes afirman haber presentado la
impugnación en los tres días siguientes a su notificación, el día 27 de enero de
2020, y desconociendo que, por encontrarse privados de la libertad, merecen
una especial consideración para la garantía de sus derechos constitucionales.

33. Con la finalidad de resolver el problema jurídico planteado, la


Subsección, (i) analizará la procedencia excepcional de la acción de tutela
contra providencias judiciales; (ii) abordará el requisito específico de defecto
procedimental; y, finalmente, (iii) se resolverá el caso concreto.

2.3. Requisitos generales y causales específicas de procedencia de la


acción de tutela contra providencias judiciales

34. La Constitución Política en su artículo 86, incorpora la acción de


tutela como un mecanismo judicial de carácter preferente y sumario,
diseñado para proteger de forma inmediata los derechos fundamentales
cuando éstos se vean amenazados o vulnerados por parte de cualquier
autoridad, y excepcionalmente por particulares, como consecuencia de sus
acciones u omisiones. Al respecto, el artículo 6º de la Constitución Política
establece que los servidores públicos son responsables, entre otros motivos,
por la omisión en el ejercicio de sus funciones.

35. Por su parte, de conformidad con el artículo 5º del Decreto 2591


de 1991, en concordancia con el artículo transitorio 8° del Acto legislativo 01
de 2017, la acción de tutela procede contra las acciones u omisiones de las
autoridades públicas, en este caso de los órganos de la JEP, quienes están
legitimados como parte pasiva en el trámite de tutela, al imputársele, en su
condición de funcionarios judiciales, la presunta vulneración de los derechos
fundamentales cuyo amparo se demanda.

36. Según lo ha aceptado la jurisprudencia constitucional 23, la decisión


adoptada por una autoridad judicial también puede dar lugar a la
vulneración de garantías constitucionales, aunque de forma excepcional. La
Corte Constitucional ha entendido que la tutela sólo puede proceder si se
cumplen ciertos requisitos de procedibilidad. Así, el juez debe verificar, en
23
Corte Constitucional, Sentencia C-590 de 2005, Magistrado Ponente: Jaime Córdoba Triviño

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primera medida, si se configuran unos requisitos genéricos de procedencia de


la acción de tutela, de manera tal que pueda evaluar, posteriormente, si se
cumplen los requisitos específicos o materiales de procedibilidad.

37. En la Sentencia C-590 de 2005, la Corte Constitucional unificó y


sistematizó su jurisprudencia en torno a la procedencia de la acción de tutela
contra providencias judiciales y estableció las reglas respecto de los requisitos
generales y causales específicas de procedencia de la solicitud de amparo
cuando la vulneración se origina en una providencia judicial.

38. En este sentido, se determinó que el funcionario judicial que


conoce del amparo debe constatar que: (i) el asunto tenga relevancia
constitucional; (ii) el actor haya agotado los recursos judiciales ordinarios y
extraordinarios antes de acudir al juez de tutela; (iii) la petición cumpla con el
requisito de inmediatez, de acuerdo con criterios de razonabilidad y
proporcionalidad; (iv) en caso de tratarse de una irregularidad procesal, ésta
tenga incidencia directa en la decisión que resulta lesiva de los derechos
fundamentales; (v) el accionante identifique, de forma razonable, los yerros
de la autoridad judicial que generan la violación y que ésta haya sido alegada
al interior del proceso judicial, en caso de haber sido posible; y que (vi) el fallo
impugnado no sea de tutela.

39. Una vez cumplidos los anteriores requisitos, se debe acreditar la


configuración de alguno de los siguientes defectos: (i) defecto orgánico, o
ausencia absoluta de competencia por parte del órgano que dictó la decisión
cuestionada; (ii) defecto procedimental, que se produce cuando el juez actúa
completamente al margen del procedimiento establecido o cuando incurre en
un exceso ritual manifiesto; (iii) defecto fáctico, que surge cuando el juez
carece de apoyo probatorio que permita la aplicación del supuesto legal en el
que se sustenta la decisión; (iv) defecto material o sustantivo, que se da
cuando se decide un caso con base en normas inexistentes o
inconstitucionales, o cuando se presenta una contradicción grosera y evidente
entre los fundamentos y la decisión; (v) error inducido, que se presenta
cuando el juez o tribunal que adoptó la decisión fue víctima de un engaño por
parte de terceros y ese engaño lo condujo a la toma de una decisión que afecta
derechos fundamentales; (vi) ausencia de motivación, defecto que se produce
cuando los servidores judiciales desconocen la obligación de dar cuenta de los
fundamentos fácticos y jurídicos de sus decisiones en el entendido de que la
motivación de la sentencia es el fundamento de legitimidad de su “órbita
funcional”; (vii) desconocimiento del precedente, “hipótesis que se presenta, por
ejemplo, cuando la Corte Constitucional establece el alcance de un derecho

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fundamental y el juez ordinario aplica una ley limitando sustancialmente dicho


alcance”; y (viii) violación directa a la Constitución.

40. En este orden de ideas, el juez ante quien se controvierte una


providencia mediante la acción de tutela se encuentra llamado, en primer
lugar, a verificar que concurran los requisitos generales y, en segundo lugar, a
constatar que el reproche contra la decisión de que se trata esté enmarcado en
una de las causales específicas enunciadas. De esta manera, se pretende
precisar si el pronunciamiento judicial acusado contraría los derechos
consagrados en la Constitución y, en esa medida, debe ser objeto de un nuevo
pronunciamiento.

41. Las reglas mencionadas operan también en el marco de la tutela


contra providencias de la JEP, aunque en este escenario, los principios de
prevalencia de las decisiones de la Jurisdicción, integralidad del Sistema, así
como la necesidad de seguridad jurídica para las víctimas, los comparecientes
y la sociedad, conllevan una exigencia de mayor prudencia al juez de tutela al
analizar las solicitudes de amparo y, como contrapartida, un respeto aún
mayor a la autonomía de las distintas salas y secciones de la JEP en el ejercicio
de sus funciones.

42. A continuación, se presenta una breve caracterización del defecto


procedimental por exceso ritual manifiesto como una derivación de una
causal específica de procedibilidad de la acción de tutela contra providencias
judiciales.

2.4. Defecto procedimental por exceso ritual manifiesto

43. La jurisprudencia constitucional ha delimitado las modalidades,


supuestos y escenarios en los que se configura el defecto procedimental en
tanto causal específica que habilita la interposición de acciones de tutelas en
contra de providencias judiciales violatorias de la Constitución.

44. En términos generales, se ha entendido que el defecto


procedimental admite dos modalidades: la primera se presenta cuando “el
funcionario judicial competente actúa por fuera del trámite legalmente establecido,
manifestado en grado absoluto y que, sin ninguna justificación válida, desencadena la
afectación de prerrogativas previstas en la Constitución y la legislación vigente” 24.

45. La actuación por fuera del trámite legalmente establecido puede, a


su vez, concretarse en, al menos, tres escenarios de violación flagrante de
24
Corte Constitucional, Sentencia SU-061 del 2018. Magistrado Ponente: Luis Guillermo Guerrero
Pérez.

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derechos fundamentales: i) “cuando la autoridad judicial tramita el asunto que le


corresponde resolver por un cauce completamente distinto al previsto en la ley o
prescinde por su simple voluntad de la práctica de una o de varias etapas del proceso”,
es decir, cuando pretermite realizar una actuación reglada en la ley procesal;
ii) “cuando en el proceso se presenta una demora injustificada que impide la adopción
de la decisión judicial definitiva”, es decir, cuando se ocurran durante el trámite
dilaciones injustificadas; y iii) “cuando el juez de la causa desconoce las garantías
mínimas del debido proceso, en especial, en los casos que el operador judicial limita
irrazonablemente los derechos a la defensa y contradicción de los sujetos procesales,
presentándose por ello evidentes fallas en la defensa técnica que no pueden ser
imputables a la persona y que, sin embargo, tienen un efecto decisivo en la resolución
del asunto controvertido”25.

46. La segunda modalidad del defecto procedimental se configura por


“la adopción de decisiones judiciales que, aunque se emiten respetando el
procedimiento previsto en la ley, quebrantan normas jurídicas que fijan el carácter
vinculante de la Constitución, (art. 4), la primacía de los derechos inalienables de la
persona y, particularmente, la prevalencia de los derechos sustanciales cuando a las
autoridades públicas les corresponde administrar justicia (art. 228)”26.

47. Esta segunda modalidad del defecto procedimental por exceso


ritual manifiesto se configura por “el apego estricto a las reglas procesales que
obstaculizan la materialización de los derechos sustanciales, la búsqueda de la verdad
y la adopción de decisiones judiciales justas. En otras palabras, por la ciega obediencia
al derecho procesal, el funcionario judicial abandona su rol como garante de la
normatividad sustancial, para adoptar decisiones desproporcionadas y
manifiestamente incompatibles con el ordenamiento jurídico. Bajo este supuesto, la
validez de la decisión adoptada judicialmente no solo se determina por el
cumplimiento estricto de las reglas procesales, sino que además depende de la
protección de los derechos sustanciales”.27

48. De acuerdo con la Corte Constitucional, en este escenario, “el juez


de tutela deberá hacer uso de sus facultades constitucionales cuando la exigencia
realizada por la autoridad competente, en el caso particular y concreto, se advierta
como un apego extremo a las reglas procedimentales, que sin justificación razonable y
dada la imposibilidad para cumplir con la carga procesal impuesta, su postura solo
puede ser catalógala como desproporcionada, en virtud de los hechos y medios que
rodean la presunta afectación de los derechos fundamentales”.28

25
Corte Constitucional, Sentencia SU-061 del 2018. Magistrado Ponente: Luis Guillermo Guerrero
Pérez.
26
Corte Constitucional, Sentencias T-264 de 2009, T-268 de 2010 y T-270 de 2017.
27
Corte Constitucional, Sentencia SU-061 del 2018. Magistrado Ponente: Luis Guillermo Guerrero
Pérez.

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Bogotá D.C., Lunes, 27 de Abril de 2020
Para responder a este oficio cite: 20203620135441

2.5. Del caso concreto

49. Como primer asunto a desarrollar, corresponde a la Subsección


determinar si el caso bajo estudio reúne los requisitos generales de
procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales. Por esto, se
analizarán cada uno de los requisitos reseñados previamente.

50. En primer lugar, se estima que la acción de tutela presentada por


los señores Viracachá Ballén y Viracachá Plazas reviste suficiente relevancia
constitucional para ser examinado en esta sede, por cuanto el debate gira en
torno a la presunta vulneración del derecho fundamental al debido proceso
de dos personas que se encuentran privadas de la libertad, al negarse a
conceder la impugnación de la decisión desfavorable de tutela por supuesta
presentación extemporánea.

51. En segundo lugar, debe entenderse satisfecha la exigencia de la


subsidiariedad, en vista de que los accionantes hicieron uso de los
mecanismos de defensa judicial que tenían a su disposición, a saber, la
impugnación. En el caso bajo examen, no existía otro medio de defensa
judicial disponible para cuestionar el Auto por medio del cual se negó la
impugnación frente a la sentencia desfavorable de tutela proferida por la
Sección de Revisión.

52. En tercer lugar, encuentra la Subsección que el requisito de


inmediatez se encuentra satisfecho, pues la acción de tutela se radicó el día
trece (13) de marzo, esto es veintitrés (23) días hábiles después de proferido el
Auto que resolvió no conceder la impugnación por parte de la Sección de
Revisión, fechado el once (11) de febrero, providencia judicial objeto de
cuestionamiento. Este término se estima razonable a la luz del cumplimiento
del requisito de inmediatez para la procedibilidad del amparo constitucional.

53. En cuarto lugar, no cabe duda de que los señores Viracachá Ballén
y Viracachá Plazas identificaron de forma clara los hechos que generan la
vulneración alegada. En el escrito de tutela, los accionantes señalaron que el
mismo día en que les fue notificado el fallo de tutela manifestaron su deseo de
impugnar la sentencia SRT-014 del 23 de enero del 2020 ante la oficina
jurídica del INPEC, obrando de este modo dentro de los términos legales para
impugnar la decisión desfavorable ante la JEP. No obstante, dicha
impugnación no fue concedida por la Sección de Revisión por considerarla
extemporánea.

28
Corte Constitucional, Sentencia SU-061 del 2018. Magistrado Ponente: Luis Guillermo Guerrero
Pérez.

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54. En quinto lugar, debe precisarse que en el caso concreto no es


explicita la manifestación de los accionantes acerca de la existencia de una
irregularidad procesal. Sin embargo, aun cuando estos no hicieron mención
expresa del defecto procedimental, su argumentación lo da a entender así
cuando afirman “Si miramos señor honorable magistrado la sustentación se hizo en
los tres días hábiles y por motivos que me encuentro en una penitenciaria fue radicado
el día 10 de febrero de 2020, le pido el favor y no me vayan a vulnerar el derecho a mi
impugnación”29. Para el trámite de la presente acción constitucional resultaría
desproporcionado exigirles a las personas privadas de su libertad, que no
cuentan con un apoderado judicial, ni conocen la ritualidad propia del
derecho procesal constitucional, hacer la especificación de la irregularidad
procesal. No obstante, esta Subsección entrará a revisar si en el presente caso
se configuró un exceso ritual manifiesto como expresión de un defecto
procedimental habilitante para interponer acción de tutela en contra de una
providencia judicial.

55. Finalmente, el último requisito general de procedencia de la acción


de tutela contra providencia judicial exige que la providencia objeto de
censura no sea un fallo de tutela. Ello se satisface en este caso por cuanto la
decisión cuestionada es el Auto proferido por la Sección de Revisión
mediante el cual resolvió no conceder la impugnación de la acción de tutela.

56. Satisfechos los requisitos generales de procedencia de la acción de


tutela contra providencias judiciales, se abordará el estudio de la causal
específica de procedibilidad del presente caso. Como se indicó en el acápite
anterior, las autoridades judiciales en sus decisiones pueden incurrir en
defecto procedimental por exceso ritual manifiesto cuando el operador judicial
asume una interpretación sumamente restrictiva de la ley procesal ante la
particularidad de los hechos que resulta en una vulneración flagrante de las
garantías constitucionales.

57. De conformidad con las premisas fácticas y jurídicas planteadas, le


corresponde a esta Subsección establecer si la Sección de Revisión incurrió en
defecto procedimental por exceso ritual manifiesto. Se examinará si la
interpretación realizada por este cuerpo colegiado evidencia un apego
extremo a las reglas procedimentales que pueda ser catalogada como
desproporcionada, en virtud de los hechos y medios que rodean la presunta
afectación de los derechos fundamentales.

29
Cuaderno JEP, página 3.

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Bogotá D.C., Lunes, 27 de Abril de 2020
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58. En este caso se analizará si la interpretación de los requisitos


legales para la impugnación de las decisiones de la Sección de Revisión debía
flexibilizarse, ante la imposibilidad de su cumplimiento formal, teniendo en
cuenta que, por su condición de privados de la libertad en el COMEB de
Bogotá, los accionantes tenían serias restricciones de movilidad al interior del
establecimiento de reclusión para radicar el escrito que contenía los
argumentos de su impugnación. La valoración de dicha interpretación tendrá
en cuenta el alcance que los mandatos constitucionales le dan al derecho
fundamental al debido proceso de los accionantes dada su naturaleza de
sujetos de especial protección constitucional, sometidos a una relación de
sujeción especial con el Estado, y particularmente, con las autoridades
penitenciarias y carcelarias.

59. Como es sabido, el derecho fundamental al debido proceso se


encuentra consagrado en el artículo 29 de la Constitución 30 y ha sido definido
por la jurisprudencia constitucional como “(…) el conjunto de garantías
previstas en el ordenamiento jurídico, a través de las cuales se busca la protección del
individuo incurso en una actuación judicial o administrativa, para que durante su
trámite se respeten sus derechos y se logre la aplicación correcta de la justicia”31.

60. Ahora bien, el derecho fundamental al debido proceso de las


personas que se encuentran privadas de la libertad 32, hace parte de los
derechos que no pueden ser objeto de limitación alguna por parte del Estado
ni de los particulares, en tanto “son aquellos derechos cuya interdependencia con la
dignidad humana hacen incompatible cualquier restricción a la luz de la Carta
política”33. Sobre este asunto, la Corte Constitucional ha sido clara en señalar
que los derechos fundamentales de los internos se clasifican en tres
categorías:

(i) los que pueden ser suspendidos, como consecuencia de la pena


impuesta. Estos son: la libertad física, el derecho de circulación
y residencia, y los derechos políticos.
(ii) aquellos que son restringidos debido al vínculo de sujeción del
recluso con el Estado. Entre estos derechos se encuentran: el de
la intimidad personal y familiar, la unidad familiar, de reunión,

30
Artículo 29. “El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas.
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o
tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio”.
31
Corte Constitucional, Sentencia C-980 de 2010.
32
En la sentencia T-596 de 1992, la Corte Constitucional desarrolló el concepto de “relación de especial
sujeción de las personas privadas de la libertad con el Estado”, que implica el sometimiento de la
persona a un conjunto de condiciones imperativas que suponen la suspensión y restricción de ciertos
derechos fundamentales.
33
Corte Constitucional, Sentencia T-276 de 2017.

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de asociación; el derecho al trabajo, a la educación y a la


comunicación.
(iii) los que no pueden limitarse ni suspenderse a pesar de que el
titular se encuentre privado de la libertad. En esta última
categoría encontramos los derechos a la vida e integridad
personal, la dignidad, la igualdad, la salud, el debido proceso, el
acceso a la administración de justicia, entre otros34.

61. En virtud de lo anterior, es posible afirmar que, si bien algunos


derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad pueden ser
suspendidos o restringidos, otros se conservan intactos y deben ser
respetados íntegramente por las autoridades públicas y por algunos
particulares, más si se tiene en cuenta que la población que se encuentra
privada de la libertad está en una relación de especial sujeción con el Estado35.

62. En consecuencia, corresponde al Estado garantizar a las personas


privadas de la libertad que los derechos fundamentales que no les han sido
suspendidos, sean efectivamente protegidos. Esto implica “no solamente que el
Estado no deba interferir en la esfera de desarrollo de estos derechos, sino también que
debe ponerse en acción para asegurarle a los internos el pleno goce de los mismos”36.

63. Siendo el debido proceso un derecho de aplicación inmediata no


susceptible de limitación alguna para las personas recluidas en un
establecimiento carcelario, es obligación de los jueces aplicarlo de manera
efectiva y evitar imponer obstáculos innecesarios para su goce efectivo,
garantizando, por ejemplo, que el recurso de amparo sea sencillo, rápido y
efectivo en los términos del artículo 93 de la Constitución y el artículo 25 de la
Convención Americana sobre Derechos humanos.

64. Para garantizar este derecho, la magistratura deberá aplicar la


jurisprudencia constitucional relativa a la interpretación de los términos para
la impugnación de una acción de tutela por parte de las personas privadas de
la libertad:
“La especial consideración que tienen los reclusos frente al derecho de petición,
debe extenderse también para el trámite de impugnación dentro de la acción de

34
En este sentido, se pueden consultar, entre otras, las Sentencias: T-511 de 2009, T-035, T-077, T-266, T-
815 y T-857 de 2013, T-588A de 2014 y T-111 de 2015.
35
La Corte Constitucional ha explicado que “la conexión de especial sujeción con el Estado en la que se
encuentran las personas privadas de la libertad produce importantes consecuencias jurídicas y un impacto
evidente en los derechos fundamentales de estas personas. Por tanto, el Estado se encuentra en posición de
garante respecto de la persona privada de la libertad y, en esa medida, es su entera responsabilidad el cuidado de
la vida, la salud, la integridad física y moral, así como procurar las condiciones mínimas de existencia digna del
individuo privado de la libertad como persona”. Al respecto, se pueden consultar, entre otras, las
Sentencias: T-153 de 1998, T- 1026 de 2002, T- 274 de 2008, T- 690 de 2010, T- 328, T- 506 y T-815 de
2013.
36
Corte Constitucional. Sentencia T-588A de 2014.

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tutela. Pues si bien, el requisito de presentación oportuna de la apelación del fallo


de primera instancia, es una carga para las partes, en el caso de las personas
privadas de la libertad, al encontrarse incapacitados física y jurídicamente para
acudir ante el funcionario judicial y, así, interponer en tiempo dicho recurso, es el
Estado quien debe suplir dicha incapacidad y, como garante del custodio hacer
exigible sus derechos.37

En este orden de ideas, esta Corporación ha señalado que en cuanto al trámite de


impugnación dentro de una acción de tutela “la carga de diligencia exigible al
privado de libertad consiste en entregar, dentro del término de ley, al custodio, los
documentos, memoriales y recursos que deben ser entregados a los funcionarios
judiciales. Al garante le corresponde verificar y asegurarse de que el recurso, memorial o
documento sea entregado oportunamente al funcionario o, en caso de imposibilidad física,
asegurarse de que el funcionario judicial tenga conocimiento de que en el término de la
distancia se hará entrega de los mismos.”38

En conclusión, en el caso de los reclusos, los escritos de impugnación dentro del


trámite de una acción de tutela, deben tenerse como oportunamente presentados
una vez las autoridades del centro carcelario lo hayan recibido y, dicha entrega,
se haya realizado dentro del término establecido legalmente, es decir, dentro de
los tres días siguientes a la notificación del fallo.”39

65. En su escrito de contestación a esta acción de tutela la Sección de


Revisión manifestó que “no existían razones para creer en la autenticidad de la
fecha del 27 de enero de 2020, como fecha de impugnación de la decisión, dada la
inconsistencia de la misma con la realidad procesal del caso”40. En su criterio “los
accionantes tenían la posibilidad procesal de recurrir dicha providencia hasta el 31 de
enero, y tal como consta en el sello de radicado, esta solo salió del establecimiento
carcelario el 07 de febrero y se radicó ante la JEP hasta el día 10 de febrero, por una
entidad diferente al INPEC, la Fundación Liberjus”41. Según esta interpretación de
la Sección, no se satisfacen las exigencias de la jurisprudencia para valorar de
manera flexible la oportuna impugnación de un fallo de tutela por parte de
una persona privada de la libertad.

66. Con el fin de establecer las circunstancias que rodearon la


divergencia entre la fecha de impugnación alegada por los recurrentes y la de
radicación del escrito que fechas de presentación alegadas por los recurrentes
y la que consta en la Secretaría Judicial de la JEP, la Subsección Quinta de
Tutelas realizó reiterados requerimientos por correo electrónico y vía
telefónica, y a través de la propia Dirección General del INPEC, a las

37
Corte Constitucional, Auto 253 del 24 de octubre de 2002, MP. Eduardo Montealegre Lynett.
38
Ibidem
39
Corte Constitucional, Auto 045A/11 del siete (7) de marzo de dos mil once (2011), Magistrado
Ponente:
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. Págs. 8 y 9.
40
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 5, párrafo
19.
41
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 6, párrafo
23.

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autoridades del Complejo Penitenciario y Carcelario de Bogotá- COMEB


Picota, los cuales no obtuvieron respuesta alguna42.

67. La omisión de respuesta por parte de la autoridad responsable,


obliga la Subsección Quinta de Tutelas a darle aplicación a la presunción de
veracidad establecida en el artículo 20 del Decreto Ley 2591 de 1991 43, por la
cual se deben tener por ciertos los hechos afirmados por los privados de la
libertad, en lo que tiene que ver exclusivamente, con la fecha de impugnación
de la decisión, esto es, que el 27 de enero de 2020 los accionantes manifestaron
a las autoridades carcelarias y penitenciarias su deseo de impugnar la
decisión de la Sección de Revisión, tal y como quedó plasmado en el texto de
la acción interpuesta:
“El mismo 27 de enero en las horas de la tarde quedo sustentada la impugnación de mi
tutela, por mis derechos vulnerados en cuanto a mi libertad condicional como tercero en
el conflicto armado en Colombia con la ley 1922 de 2018 y 1957 de 2019, teniendo como
observación que me encuentro en una penitenciaria y se me dificulta radicar en los 3
días”44

68. Considerar lo contrario, implicaría aceptar que la intención de


impugnar de los privados de la libertad solamente se concreta cuando el
escrito es radicado ante la Oficina Jurídica del establecimiento de reclusión, o
ante la misma la JEP, lo cual resulta contrario a los postulados
constitucionales de un debido proceso público sin dilaciones injustificadas, y
dejaría librada la posibilidad de impugnar las decisiones que los afectan, a la
eficacia de los correos certificados y a su llegada en tiempo a los estrados
judiciales.

69. La Sección de Apelación se ha pronunciado en varias


oportunidades a este respecto, señalando que las personas que se encuentran
privadas de la libertad (i) gozan de una especial protección constitucional; (ii)
la garantía de su derecho fundamental al debido proceso requiere sea tomada
en consideración la limitación material y jurídica propia de la reclusión; y (iii)
ante la duda sobre la fecha de presentación de un recurso, la misma debe
resolverse en favor de la persona que se encuentra privada de la libertad. De
42
El día martes veintiuno (21) de abril de 2020, la Secretaria Judicial de la SeRVR informó de las
siguientes acciones de insistencia realizadas ante el Complejo Carcelario y Penitenciario: El oficio Nº
TP-SeRVR-AT-70 dirigido al Director (e) del Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de
Bogotá Comeb – Picota, ha sido reiterado. Oficio Nº TP-SeRVR-AT-72 dirigido al Director (e) Complejo
Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Bogotá Comeb – Picota, con el que se solicita la
notificación de los accionantes, ha sido reiterado. En repetidas oportunidades, desde el 17 de abril
pasado hasta la fecha, se ha intentado comunicación telefónica a los abonados 7390540 y 7390626 del
área de jurídica del complejo carcelario, sin que se haya obtenido respuesta. SeRVR, Secretaría Judicial,
informe secretarial TP-SCRVR-047-2020. Martes, veintiuno (21) de abril de 2020.
43
Decreto Ley 2591 de 1991, “Artículo 20. Presunción de Veracidad. Si el informe no fuere rendido
dentro del plazo correspondiente, se tendrán por ciertos los hechos y se entrará a resolver de plano,
salvo que el juez estime necesaria otra averiguación previa”.
44
Folio 1, Cuaderno JEP.

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esta manera quedó establecido en el Auto TP-SA 169 de 2019, reiterado en el


Auto TP-SA-349 de 2019, en los siguientes términos:

“(i) Tratándose de un recurrente privado de la libertad, la garantía efectiva del


derecho fundamental al debido proceso exige tener en cuenta la situación
particular que supone una limitación material -su reclusión- y jurídica -el estado de
sujeción- para actuar por sí mismo45. Encontrándose el compareciente privado de
la libertad en el establecimiento penitenciario y carcelario de Ibagué, no se puede
decir que su intención y manifestación de impugnar se hubiera concretado
cuando el escrito fue radicado en la JEP, pues tal cosa implicaría que el momento
de interposición del recurso sería siempre incierto, pues dependería de la eficacia
o ineficacia del sistema de correo. Al respecto, es preciso señalar que, en sede de
justicia ordinaria, la Corte Constitucional46 y la Corte Suprema de Justicia47 han
insistido que, tratándose de personas que se encuentran privadas de la libertad,
resulta relevante distinguir el momento en que aquella interpone el recurso y
aquel cuando el escrito de sustentación llega a la oficina judicial de destino;

(ii) Ante la falta de certeza sobre la fecha en que se interpone y sustenta un


recurso formulado por una persona privada de la libertad, le corresponde a la
autoridad judicial adelantar las gestiones tendientes a verificar o corroborar la
fecha en que el mismo fue interpuesto. Aun cuando es cierto que sería deseable
contar en todos los casos con un elemento de juicio objetivo -como el registro de
un correo certificado o el pase jurídico que otorga el centro de reclusión 48- que
brinde la información precisa sobre la fecha de envío del documento o
interposición del recurso, no es menos cierto que ante la ausencia de tales
elementos, y en la medida en que no existe una tarifa legal que privilegie el
mérito demostrativo de uno u otro, es procedente atender y evaluar las
circunstancias particulares del caso concreto para determinar el momento de
aquellas actuaciones. (…)

(iii) Frente a la duda sobre la fecha de presentación de un recurso elevado por una
persona privada de la libertad, la misma debe resolverse a favor del interesado en
virtud del principio pro actione -en virtud del cual las normas procesales deben ser
interpretadas como instrumentos puestos al servicio del derecho sustancial a

45
Al respecto, esta sección ha señalado que una persona que se encuentra recluida en un
establecimiento penitenciario se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad, lo que implica
que se debe analizar, caso a caso, teniendo una “particular consideración de la dimensión sustancial de
sus circunstancias al momento de aplicar los rigorismos adjetivos” JEP. Sección de Apelación.
Sentencia TP-SA- 043 de 2019, párr. 11.2
46
La Corte Constitucional ha señalado que se deben entender interpuestos los recursos ordinarios
cuando se insertan en la oficina de correos, y no en la fecha en que sean radicados ante la oficina de
correspondencia de la autoridad judicial. Ver, entre otros, Auto 082 de 2010, Magistrado Ponente:
Nilson Pinilla Pinilla; Auto 081 de 2016, Magistrado Ponente: Gabriel Eduardo Mendoza Martelo;
Autos 165 y 200 de 2016.
47
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, CSJ AP, 1 noviembre de 2001, Rad. 18.444,
reiterada en AP 3285- 2015, rad. 44488.
48
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, ibid. rad. 44488 y T-91137, entre otros.

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efectos de resolver un determinado asunto 49-, en atención a su especial situación


de reclusión y estado de sujeción50”.

70. En aras de abordar el problema jurídico que motiva la presente


acción constitucional, y que se concreta en la divergencia que existe entre la
fecha de impugnación de la sentencia SRT- 014 del 23 de enero de la Sección
de Revisión, y la fecha de radicación del escrito, que consta en la Secretaría
Judicial de la JEP, debe atenderse la valoración que de las mismas realizó la
Sección de Revisión.

71. En su escrito de contestación, dicha Sección hizo referencia a “la


declaración juramentada del señor VIRACACHÁ ROZO, elaborada el día 3 de
febrero ante la Notaría 58 del Círculo de Bogotá, de lo cual se infiere con claridad, que
la fecha de presentación del recurso no fue el 27 de enero de 2020, como lo aducen en
el presente trámite”51. En consecuencia, afirmó la Sección “no existen razones
para creer en la autenticidad de la fecha del 27 de enero de 2020, debido a que las
demás circunstancias del caso demuestran la realización de actuaciones posteriores a
la misma, como son las diligencias notariales que se adjuntaron a la impugnación,
todo lo cual muestra, cuanto menos, una inconsistencia entre aquella fecha con la
realidad procesal del caso” 52.

72. Revisado el cuaderno de la presente acción constitucional y los


archivos de la impugnación enviados por esa Sección, se evidencia que el
citado VIRACACHÁ ROZO no es accionante en la presente acción de tutela, y
que la inclusión de su declaración en el escrito de sustentación, que
efectivamente radicaron los accionantes ante la Oficina Jurídica del COMEB
La Picota el día 7 de febrero, no afecta ni modifica el hecho de que los citados
hayan manifestado su deseo de impugnar la decisión el día 27 de enero de los
corrientes, esto es, el mismo día que fueron notificados de la misma.

73. Adicionalmente debe advertirse que la Sección, en aras de


garantizar un apego extremo a las reglas procedimentales, le restó
credibilidad a la manifestación de los accionantes, con fundamento en la
inconsistencia que detectó entre las fechas, sin tomar en cuenta las severas
restricciones que experimentan diariamente las personas privadas de la
49
“El debido proceso y el acceso a la justicia (CP arts. 29, 228 y 229) son derechos fundamentales que
obligan a interpretar las normas procesales como instrumentos puestos al servicio del derecho
sustancial y a las soluciones que permitan resolver el fondo de los asuntos sometidos a consideración
de los jueces (principio pro actione).” Sentencia No. T-538 de 1994. Magistrado Ponente: Eduardo
Cifuentes Muñoz.
50
La Sala Plena de la Corte Constitucional, dando aplicación al principio pro actione, concluyó que una
solicitud de nulidad fue “presentada en tiempo”, al existir incertidumbre acerca de si el escrito había
sido enviado a la Corte Constitucional dentro de los tres días siguientes a la notificación. Auto 166 de
2007. Magistrado Ponente: Manuel José Cepeda Espinosa.
51
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 5.
52
Sección de revisión, Contestación Auto TP-SERVR-AT-RV-001 14 de abril de 2020, página 5.

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libertad en un establecimiento de máxima seguridad, y la negligencia con la


que las autoridades carcelarias han actuado para responder a los trámites que
son de su competencia, como quedó claramente demostrado en el trámite de
la presente acción de tutela. Estos hechos incontestables debieron conducir el
razonamiento de la Sección a una interpretación favorable a las pretensiones
de los accionantes, en los mismos términos de la jurisprudencia constitucional
y de la Sección de Apelaciones arriba citadas, con el fin de garantizar la
validez de su decisión no solo bajo la óptica del cumplimiento estricto de las
reglas procesales, sino también de la protección efectiva de los derechos
fundamentales de los privados de la libertad.

74. En consecuencia, la Subsección Quinta de Tutelas encuentra que


una interpretación adecuada, en virtud de los principios pro homine53 y pro
actione54 en el caso que se estudia, afirma que por tratarse de dos personas que
se encuentran privadas de la libertad en un establecimiento de reclusión de
alta seguridad, y frente a la duda e imposibilidad de confirmar con la
autoridad accionada y las vinculadas, otra fecha distinta al 27 de enero de
2020, debe asumirse que en tal fecha los privados de libertad s manifestaron
haber impugnado la sentencia SRT- 014 del 23 de enero de la Sección de
Revisión, la cual aparece escrita a mano en el documento de impugnación al
lado de las firmas y del sello del establecimiento de reclusión55. Por tanto, esta
es la fecha que debe utilizarse para verificar la oportunidad de su
interposición, más allá de que, como manifestaron los mismos privados de
libertad, las condiciones de vida intramural solo les permitieron radicar la
impugnación ante la oficina jurídica del COMEB el día 7 de febrero de los
corrientes, fecha que se evidencia en el sello de color rojo que se incluyó en el
documento. Esta interpretación permite garantizar la eficacia del derecho
53
En reiterada jurisprudencia la Corte Constitucional ha advertido que “El principio de interpretación
<pro homine>, impone aquella interpretación de las normas jurídicas que sea más favorable al hombre
y sus derechos, esto es, la prevalencia de aquella interpretación que propenda por el respeto de la
dignidad humana y consecuentemente por la protección, garantía y promoción de los derechos
humanos y de los derechos fundamentales consagrados a nivel constitucional”. Éste es entonces un
criterio de interpretación que se fundamenta en las obligaciones contenidas en los artículos 1° y 2º de la
Constitución antes citados y en el artículo 93, según el cual los derechos y deberes contenidos en la
Constitución se deben interpretar de conformidad con los tratados sobre derechos humanos ratificados
por Colombia. En lo que tiene que ver con los derechos, los mencionados criterios hermenéuticos se
estipulan en el artículo 5° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 29 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Adicionalmente, se debe afirmar que estos criterios
configuran parámetro de constitucionalidad, pues impiden que de una norma se desprendan
interpretaciones restrictivas de los derechos fundamentales. El principio pro persona, impone que “sin
excepción, entre dos o más posibles análisis de una situación, se prefiera [aquella] que resulte más
garantista o que permita la aplicación de forma más amplia del derecho fundamental”. Sentencia C-
438/13, Magistrado Ponente: Alberto Rojas Rios.
54
Corte Constitucional, Auto 166 de 2007. Magistrado Ponente: Manuel José Cepeda Espinosa;
Jurisdicción Especial para la Paz, Sección de Apelaciones, Auto TP-SA 169 de 2019 y Auto TP-SA-349
de 2019.
55
Escrito de impugnación, remitido por la Sección de Revisión el día 22 de abril de 2020, folio 6.

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Bogotá D.C., Lunes, 27 de Abril de 2020
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fundamental al debido proceso consagrado en el artículo 29 de la Carta


Política, así como la primacía del derecho sustancial sobre el formal, de
conformidad con lo establecido en el artículo 228 constitucional y en las
demás normas que integran el bloque de constitucionalidad.

Por las razones expuestas, y de conformidad con lo dispuesto en el Acto


Legislativo 01 de 2017, la Ley 1922 de 2018 y el Decreto 2591 de 1991, la
Subsección Quinta de Tutelas:

RESUELVE

Primero. CONCEDER el amparo del derecho fundamental al debido proceso


de los señores Fabian Viracachá Ballén y Freiman Arley Viracachá Plazas, de
conformidad con las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia.

Segundo. DEJAR SIN EFECTOS el Auto de 11 de febrero de 2020, proferido


por la Sección de Revisión de la Jurisdicción Especial para la Paz, por las
razones expuestas en esta decisión.

Tercero. ORDENAR a la Sección de Revisión dar trámite a la impugnación


interpuesta por los señores Fabián Viracachá Ballén y Freiman Arley Viracachá
Plazas, en los términos de esta providencia.

Cuarto. INFORMAR que contra la presente decisión procede la impugnación


dentro de los tres (3) días siguientes a su notificación.

Quinto. NOTIFÍCAR esta providencia de conformidad con lo establecido en el


Decreto 2591 de 1991. Para el efecto, COMISIONAR al Director del COMEB
La Picota para que realice la notificación personal de esta decisión a los
accionantes. De no ser impugnada, envíese el expediente a la Corte
Constitucional para su eventual revisión.

Sexto. A través de la Secretaría Judicial de la Sección de Primera Instancia de


Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad del Tribunal para la Paz,
COMUNICAR la presente decisión a la Procuraduría Primera Delegada para
la Investigación y Juzgamiento Penal, con funciones de coordinación ante la
Jurisdicción Especial para la Paz.

NOTIFÍQUESE, COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE,

[Firmado en el original]
ROBERTO CARLOS VIDAL LÓPEZ
Magistrado

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Bogotá D.C., Lunes, 27 de Abril de 2020
Para responder a este oficio cite: 20203620135441

[Firmado en el original]
ZORAIDA ANYUL CHALELA ROMANO
Magistrada

[Firmado en el original]
JUAN RAMÓN MARTÍNEZ VARGAS
Magistrado

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