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TEMA 1.

EDUCACIÓN LITERARIA Y FORMACIÓN DEL LECTOR


LITERARIO
1. LA EDUCACIÓN LITERARIA
1.1. RECORRIDO HISTÓRICO
Los grandes ciclos de la evolución de la enseñanza de la literatura se han basado en tres estilos didácticos:

- El aprendizaje del discurso oral y escrito: Se trataba de enseñar literatura sino de preparar para las
actividades profesionales. Había un único libro (o la lectura de los clásicos) sobre todo con intención
moral y expresiva.
- Patrimonio histórico y colectivo: Un modelo de lectura escolar de las obras completas y fragmentos de
textos nacionales, todo acompañado de ejercicios posteriores de explicación. Se utilizaba un manual de
historia literaria y antologías de textos de esta evolución diacrónica.
- Análisis, interpretación y comentario del texto: La transmisión ideológica de modelos de conducta
encontraba un proceso canal en el gran desarrollo de los mass media y las TIC. Además, se añadieron los
cambios teóricos en las disciplinas de referencia que se producen en los años sesenta desde el formalismo
y estructuralismo.

Comienzos siglo XIX: influencia pensamiento liberal, los liberales y afrancesados esgrimían que el saber es ante
todo “saber hablar bien”, es decir, conocer las bellas letras en tanto que “arte de hablar” y en tanto que “arte de
escribir”.

La finalidad del estudio de las humanidades no era otra que expresar correcta y rectamente nuestros
pensamientos a través de la educación lingüística y estética.

Surge un modelo de la educación literaria basado en la retórica que estuvo vigente hasta la implantación de las
historias de la literatura, necesarias para que las burguesías españolas e hispanoamericanas asentaran su concepto
de nacionalidad.

Modelo retórico hasta mediados del XIX consistió en aprendizaje de las reglas del buen decir y de los
principios que habrían de guiar a los escolares para componer obras literarias, al tiempo que se consagraba a los
clásicos latinos como ejemplos máximos.

Gil de Zárate en su Manual, de 1850, comienza a cambiar esta orientación y propone hacer compatible la
enseñanza de la retórica con la historia de la literatura.

Las historias de la literatura fueron convirtiéndose en el centro de la educación literaria abriendo nuevos caminos
para la interpretación y análisis de la obra.

El manual de Zárate muestras dos aspectos sobre los que se vertebra esta primera historia de la literatura para
escolares de secundaria: educar literariamente a los jóvenes en el conocimiento de escritores que les valgan
como modelos y distinguir las características de dicha literatura que conforman el espíritu de lo español.

Los institucionalistas (tercer modelo) no creían en la educación literaria que se daba en primaria y secundaria,
ni en los modelos de la retórica o los historicistas.

Giner de los Ríos defendió la educación estética y artística como base de la formación literaria y cultural de sus
centros educativos (El colegio Internacional de Salmerón y la Institución Libre de enseñanza).

Los Krausistas parten de las ideas estéticas de Krause que convierten al hombre, en tanto que es imagen de Dios,
en su ser capaz de captar la belleza exterior de los objetos y de encarnarla e interiorizarla de tal modo que
producen obras bellas reflejo de la belleza del universo. Por ello, unen las ideas de belleza con verdad y bondad.

Tendencia docente actual: el creador no solo escribe por placer sino por manifestar en su escritura un elevado
pensamiento, de ahí que las obras cobren un profundo sentido educador. La educación literaria y lingüística de
los institucionalistas se encamino a mejorar el conocimiento y uso de la lengua materna, sustituyendo las
practicas escolares basadas en la pragmática y la historia por una enseñanza de la lengua y la literatura al servicio
de la educación idiomática y estética de los alumnos.
Giner de los Ríos pone a su alumno en contacto con la literatura desde párvulos para procurar su enriquecimiento
cultural y su formación humana, intelectual y espiritual. En clase cuidan la expresión y compresión escrita y oral,
así como la orientación de la literatura hacia el fomento de valores estéticos y al conocimiento de las obras más
importantes.

1.2. TEORÍAS LITERARIAS


La educación literaria incluye tanto el saber, saber hacer, el saber cómo se hace, el opinar como el sentir. Es pues
interdisciplinar (conecta con toda clase de artes y de lenguajes) y alcanza tanto la educación formal, escolar y
académica, como las actividades personales de ocio. Como apuntan Badia y D. Cassany (1994) la educación
literaria incluiría diferentes dimensiones:

- Educación ética: la literatura proyecta los valores de una sociedad y la reflexión en torno a estos puede
desarrollar el espíritu crítico.
- Educación estética: la literatura contribuye a formar la sensibilidad artística de las personas.
- Educación cultural: la literatura es uno de los grandes exponentes culturales y del ser humano.
- Educación lingüística: la literatura desarrolla la competencia lingüística y comunicativa.

Lo ideal sería que se trabajen todas estas dimensiones.

Los enfoques teóricos-críticos de la literatura han dado importancia al papel del receptor en la construcción del
sentido del texto.

- Pragmática literaria: estudia la literatura como comunicación y desde un enfoque lingüístico.


- Estética de la recepción: se enfoca en la interpretación del lector y su influencia en el significado del
texto.

Las implicaciones didácticas serían:

- Atención prestada al lector y a los procesos de lectura.


- Fomenta el hábito lector y del gusto por la lectura literaria.
- Énfasis en la formación de lectores literarios competentes (aquel que sabe interpretar el texto, sacar
conclusiones, que has sentido…).
- Concepto de “intertexto lector” y competencia literaria” (es decir, que no solo sepa descodificar la
información sino comprender e interpretar).
- Desarrollo de la competencia literaria del alumno (capacidad para leer, comprender, valorar, interpretar y
disfrutar textos literarios).

1.3. CONCEPTO DE EDUCACIÓN LITERARIAS COMPETENCIA LITERARIA


La “educación literaria” se refiere a la enseñanza y al aprendizaje de habilidades y destrezas necesarias para leer
de forma competente los textos literarios.

La competencia literaria va más allá de la competencia comunicativa e implica leer, comprender, interpretar y
valorar textos literarios, disfrutar de su lectura, fomentar la imaginación, la creatividad y la sensibilidad estética.
También abarca la capacidad de crear, recrear y producir textos literarios, ya sea de forma oral o escrita.

Formar y desarrollar la competencia literaria implica capacitar a los lectores para que puedan disfrutar de los
textos de manera autónoma y realizar valoraciones e interpretaciones críticas.

1.4. CONCEPTO Y OBJETIVO DE LA DIDÁCTICA DE LA LITERATURA


La didáctica de la lengua y la literatura es una disciplina de intervención que busca ampliar el saber de los
alumnos y modificar su comportamiento lingüístico.

3 objetivos o campos de intervención:


- Intervención en los procesos de aprendizaje y adquisición de la lengua por parte de los alumnos, con el
fin de mejorar sus habilidades lingüísticas.
- Dicha intervención debe basarse en la investigación activa de los elementos reales y circunstancias que
contextualizan el proceso de enseñanza aprendizaje.
- La investigación debe perseguir una doble finalidad: intervención eficaz en los problemas detectados y el
conocimiento y comprensión de cómo se desarrollan los procesos de adquisición lingüística en los
contextos concretos.

1.5. CARACTERÍSTICAS DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL


- LIJ, es muy generosa en ideas tratadas ya que puede ser usada para crear ideas fantásticas o para mostrar
la realidad tal cual es.
- Sobre todo, la tradicional de origen oral presenta animales humanizados.
- Los personajes suele ser niños o adolescentes.
- Presentan caracteres opuestos: bueno y malo.
- La fantasía como elemento clave.
- Predominan los diálogos sencillos.
- Acción prevalece frente a la descripción y suele tener: planteamiento, nudo y desenlace.
- Los inicios suelen ser atemporales y neutros, no muy concretos. Tampoco los lugares son precisos.
- Las repeticiones son fundamentalmente porque ayudan al niño, sobre todo cuando es pequeño, a prever
que ocurrirá cuando una acción se repite.
- El humor suele estar presente.

2. FORMACIÓN DEL LECTOR LITERARIO


2.1. LA EXPERIENCIA COMO BASE
- Nuestro alumno no empieza de 0. Viene ya con un “currículo oculto” que trata de convertirlo en
consumidor de ciertos productos (cine, televisión, cómic…)
- Para ello es clave partir de la EXPERIENCIA, es la plataforma de esquemas conceptuales, afectivos y de
valores sobre los que puede actuar el profesorado.
- Son una serie de conocimientos y hábitos, un modo de comunicarse, que es fundamental desarrollar la
sensibilidad literaria.
- Es en las coordenadas de las experiencias previas en donde se incorpora la información nueva y donde
operan los procesos de percepción, comprensión y memoria. Se dan tres posibilidades de incorporación
de la literatura como conocimiento “nuevo” impartido en las aulas”

Se dan tres posibilidades de incorporación de la literatura como conocimiento “nuevo” impartido en las aulas”:

- Agregación: la literatura, como cultura académica, se agrega, sin interiorizarse, como quien aprende las
reglas ortográficas para pasar un examen. Simplemente como cultura general.
- Ajuste: provoca algunos cambios parciales ya que determinados autores, textos o actividades llaman la
atención del alumno, logrando captar ocasionalmente su interés, pero sin modificar sus esquemas básicos.
Es algo puntual, no tiene continuidad ni profundidad.
- Reestructuración: se coloca al alumno ante “conflictos cognitivos y afectivos”, es decir, ante una visión
que contradice los tópicos y prejuicios que tenían el alumnado sobre para lo que sirve la literatura. Se
crean nuevos esquemas y nuevas actitudes de placer por la lectura. Para que se dé habrá que desarrollar
estrategias concretas encaminadas a este fin.

2.2. LAS FUNCIONES DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EN LA


FORMACIÓN DE LECTORES
- Acceso imaginario compartido por una sociedad: imaginario como repertorio de imágenes, símbolos y
mitos que los humanos utilizamos para entender el mundo y nuestras relaciones como los demás. Los
arquetipos comunes a toda una comunidad.
- Dominio del lenguaje a través de formas narrativas, poéticas y dramáticas del discurso literario, aprenden
a reconocer el poder de las palabras y la estructura de una narración. Adquieren, también, vocabulario.
- Instrumentos de socialización: los libros dirigidos a los niños transmiten diferentes valores sociales e
ideológicos.
Se añade una cuarta “la función lúdica” si se logra identificar lectura como juego estaremos ganando lectores. Se
debe presentar como u medio divertido de evasión, libre y adaptado a las necesidades lúdicas innatas del niño.
La lectura por placer es la que atrae a verdaderos lectores

3. DESARROLLAR LA EDUCACIÓN LITERARIA EN LA ESCUELA ACTUAL


3.1. ENFOQUE NUEVO VS ENFOQUE ACTUAL

3.2. NUEVOS RETOS EN LA ENSEÑANZA DE LA LITERATURA EN EL SIGLO XXI


Como consecuencia de la nueva realidad sociocultural se plantean nuevos retos:

- Preparación multidisciplinar para poder abordar mejor el proceso de enseñanza aprendizaje y que sea
significativo.
- Debemos preparar al alumnado de acuerdo con las necesidades de formación de la sociedad en la que
viven, formándoles para que puedan desenvolverse con soltura.
- Profesorado: formación permanente y con inquietudes innovadoras y creativas.
- Modelos activos de enseñanza: aulas con un contexto de interrelación comunicativa y actividad
constructiva y racional.
- Sensibilidad estética y critica para motivar al alumnado y desarrollar en él el gusto por la lectura teniendo
en cuenta también la proliferación de nuevos géneros.
- Actitud de apertura al pluralismo y la educación multicultural. Posturas flexibles por parte del
profesorado y de medidas curriculares adecuadas para atenderla.
- Alfabetización en otros sistemas verbales y no verbales (imagen y sonido). Preparación tecnológica.

3.3. PRINCIPIOS DE ACTUACIÓN DIDÁCTICA QUE FAVORECEN EL


DESARROLLO DE LA COMPETENCIA LITERARIA
- Construir el significado de manera compartida: las puestas en común, las referencias implícitas y
explícitas que aparecen en la obra y que se pueden comentar en el aula ayudan a que el alumnado vaya
construyendo su propio significado.
- Ayudar a progresar en la capacidad de hacer interpretaciones más complejas: no quedarse solo con el
significado literal, ir más allá y permitir al alumnado que cree sus interpretaciones personales.
- Programar actividades que favorezcan todas las operaciones implicadas en la lectura: impulsar
actividades de antes, durante y después de la lectura.
- Interrelacionar las actividades de recepción y producción literarias, tanto en su forma oral como escrita:
todas estas actividades se refuerzan y se construyen entre ellas.
3.3.1.ANTES DE LEER
- Preparar y motivar al alumnado para la lectura: presentar el texto, explicar su interés, delimitar el objetivo
de la lectura (para que se va a leer, que actividades concretas se plantean…).
- Vincular la lectura con algún aspecto abordado en la secuencia didáctica que se esté llevando a cabo.
- Explorar el libro, texto, diagrama, cuadro, formulario…
- Conversar acerca del formato de la lectura, título, nombre del autor, personaje, hecho relevante…
- Aventurar características del texto, informaciones, contenidos, personajes, acciones, emociones… a partir
de lo que el título, ilustraciones o gráficos sugieren (de que puede tratar el texto)
- Centrar la atención del alumnado en determinados aspectos del texto: formato, ilustraciones, títulos,
subtítulos, cuadros, tipo de letra, negritas, organización de los párrafos, títulos y leyendas, mapas, colores
y formas de gráficos…
- Avanzar algún aspecto del argumento, de la estructura del texto (tipología textual) o de algún detalle del
contenido, a partir de la información visual que ofrece la lectura. - Conversar acerca de aspectos que
aparecen en el texto y conectarlos con la experiencia vital del alumnado (que saben del tema, que les
sugiere…).
- Estimular la realización de comentarios espontáneos del alumnado con el fin de compartir ideas previas,
expectativas e intereses ante la lectura.

3.3.2. DURANTE
- Analizar y valorar el grado de comprensión sobre las informaciones, datos de cuadro o gráficos
acontecimientos, personajes, situaciones, que van apareciendo en el texto.
- Introducir comentarios, preguntas, actividades diversas (orales, escritas, plásticas) que ayuden al
alumnado a valorar lo que ha comprendido y formular nuevas hipótesis acerca de lo que aún no han leído.
- Verbalizar y compartir las estrategias implicadas en la construcción paulatina de la comprensión y la
interpretación de la lectura.
- Verbalizar las dificultades que vayan apareciendo en el proceso lector, delimitarlas (problemas de
vocabulario, de relación entre las frases, de jerarquización de ideas, de confusión conceptual, dificultades
en lectura de diagrama o tablas, en el reconocimiento de la tipología textual…), concretar sus causas y su
influencia (grande, mediana o escasa) en la compresión del texto.
- Abordar los errores, aspectos confusos o dudas utilizando estrategias diversificadas, adecuada al objetivo
del lector y al tipo de textos: prosiguiendo la lectura, analizando el contexto, acudiendo al diccionario o a
otras fuentes, mediante la relectura, consultado dificultades con otras personas…
- Verbalizar el sentido de lo leído hasta un momento dado, introduciendo valoraciones y dando cavidad a
las impresiones que la lectura del texto vaya suscitando.
- Introducir “errores” de lectura incluyendo incongruencias intencionadamente para estimular la atención,
provocar la sorpresa y fomentar una actitud activa en el alumnado.
- Formular preguntas parciales sobre lo leído que incidan a la compresión, en la relación entre lo referido
en el escrito y la realidad conocida por los lectores y que contribuyan igualmente a valorar el
cumplimiento o no de los objetivos y de las expectativas sobre la lectura.
- Estimular y ser receptivos a la formulación de comentarios espontáneos y de preguntas por parte del
alumnado.

3.3.3. DESPUÉS
- Reconstruir individual y/o colectivamente las ideas principales, el hilo argumental, la estructura del texto,
los datos más significativos de una tabla, gráfico, mapa, etc.
- Componer y descomponer las secuencias y partes del texto, compartiendo valoraciones e interpretaciones
personales.
- Realizar resúmenes orales con ayuda del docente, el apoyo de imágenes, diagramas o de fragmentos del
texto, etc.
- Utilizar organizadores gráficos para recapitular las ideas y/o revivir la lectura.
- Realizar prácticas de comunicación oral en grupo para expresar y compartir razonamientos, ideas,
impresiones, datos o emociones provocados por la lectura o por algún detalle de esta.
- Plantear posibles continuaciones o modificaciones en algún aspecto de la lectura (finales alternativos,
consecuencias derivadas de la alteración de algunos datos o hechos o de la introducción de algún nuevo
personaje, etc.).
- Conversar sobre otras versiones u otros textos escritos o en otros soportes que aborden contenidos o
situaciones parecidas, comparando la información que aportan.
- Realizar actividades creativas diversas a partir de la lectura, adaptadas a la edad del alumnado:
dramatizaciones, actividades plásticas, elaboración de comentarios, actividades de escritura, esquemas,
cuadros, etc.
- Formular y responder preguntas (no exclusivamente de respuesta literal), recontar aspectos parciales del
texto o analizar apartados específicos que favorezcan la interpretación de los textos.
- Estimular la realización de comentarios espontáneos del alumnado con el fin de compartir ideas,
impresiones y emociones provocadas por la lectura

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