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Tema 35. Didáctica de la literatura.

Educación literaria

0.- Introducción

Hace ya tiempo que somos muchos quienes compartimos la convicción de que la


educación literaria de los adolescentes reclama otros caminos que los habitualmente transitados,
y que más allá de las iniciativas individuales andamos necesitados de construir, colectivamente,
una alternativa a la tradición escolar consistente en la transmisión enciclopédica de la historia
literaria nacional.

La célebre frase de Daniel Pennac «Leer no soporta el imperativo» es una de las máximas
que parece haber seguido la evolución del tratamiento de la Literatura en las aulas a lo largo del
siglo xx para llegar hasta la actualidad. La escuela debe hacer frente a la triple misión de enseñar
a leer, consolidar hábitos lectores y compartir un imaginario colectivo.

0.1.- De la Enseñanza Literaria a la Educación Literaria.

Esta y no otra es la razón de la sustitución de la expresión «enseñanza de la literatura » –


entendida como transmisión de un patrimonio (nacional)– por la de «educación literaria» –
concebida como el desarrollo de aquellos conocimientos, estrategias y actitudes necesarios para
devenir lector competente y autónomo de (buena) literatura a lo largo de toda la vida–. La escuela
debería enseñar a leer obras cada vez más complejas y a hacer lecturas cada vez más complejas
de las obras. A eso y no a otra cosa obedece la necesidad de hacerse con un cierto metalenguaje
que permita pensar y hablar sobre las obras con voz propia. Porque de lo que se trata, en
definitiva, es de contribuir a formar lectores competentes, esto es, capaces de elegir qué leer,
cuándo y cómo hacerlo; formar lectores capaces de vencer las resistencias –de distancia cultural,
de estructura, de lenguaje– que las buenas obras nos ofrecen.

Así pues, desde la perspectiva de este cambio en el paradigma, este tema se plantea
como una pequeña revisión de lo que ha sido y es actualmente la didáctica de la Literatura en la
Enseñanza Secundaria (ESO y Bachillerato) y de las nuevas propuestas y métodos encaminados
a reforzar la educación literaria. Pues como dijo Gabriel García Márquez en uno de sus artículos
periodísticos: “un curso de literatura no debería ser mucho más que una buena guía de lecturas,
puesto que cualquier otra pretensión no sirve para nada más que asustar a los niños”

1.- Didáctica de la literatura

Se entiende por didáctica de la literatura una ciencia social de composición interdisciplinar


que se caracteriza por centrarse más en los procesos cognitivos de aprendizaje comunicativo de
la literatura que en la instrucción sobre los recursos de una u otra teoría literaria. La didáctica de la
literatura se plantea cuestiones como las posibilidades de organización del currículo educativo,
bien como secuencia histórica o con otras posibilidades que últimamente han empezado a tenerse
en cuenta (cortes sincrónicos, géneros, subgéneros, cortes siguiendo algún tipo de eje,
modalidades elocutivos, comparación de personajes literarios, temas, motivos, arquetipos…). Se
plantean las formas de acceso a la literatura, cómo se integra en el discurso lingüístico o en qué
momento surge la conciencia literaria.

Desde el punto de vista psicopedagógico se ha investigado minuciosamente la adquisición


de la lectoescritura y de su potencial simbólico como instrumento de creación de mundos posibles.
El lector de obras literarias, desde el principio, realiza las siguientes operaciones de cooperación
con la historia narrada:

● Imaginativa
● Prospectiva y retrospectiva
● Participativa
● Valorativa

1.1.- La competencia literaria.

El conjunto de capacidades para comprender y cooperar activamente en la interpretación


del texto ha sido llamado competencia literaria. La llamada competencia literaria es un edificio
con varios pisos y ventanas, porque integra distintos tipos de saberes. Mendoza (1998) los
sintetiza en los siguientes grupos:

● Los saberes lingüísticos (para la descodificación).

● Los saberes pragmáticos (para identificar indicios, claves, estímulos, etc. ofrecidos
por el texto).

● Los saberes metatextuales (para reconocer convenciones y peculiaridades de las


tipologías textuales)

● Los saberes estratégicos de comprensión e interpretación que se utilizan para la


traducción-adaptación del texto y que confieren coherencia a la lectura.

Todos ellos en la relación texto-lector se fusionan para la valoración personal y la


recreación interpretativa del texto.

2.- Revisión de los planteamientos.

Del modelo historicista que se centraba en el autor, se pasó a la técnica del comentario de
textos, en cuyo centro está la obra. Ninguno de estos planteamientos se adapta al tipo de
alumnado al que van dirigidas, motivo por el cual el eje actual se centra en la construcción del
lector literario:

- Objetivo: construcción del lector que ha de insertarse en una comunidad cultural.

- Reorganización de los contenidos escolares en torno al eje de la interpretación.

El currículum actual se mueve en la línea de: 8. Hacer de la lectura fuente de placer, de


enriquecimiento personal y de conocimiento del mundo y consolidar hábitos lectores. 9.
Comprender textos literarios utilizando conocimientos básicos sobre las convenciones de cada
género, los temas y motivos de la tradición literaria y los recursos estilísticos. 10. Aproximarse al
conocimiento de muestras relevantes del patrimonio literario y valorarlo como un modo de
simbolizar la experiencia individual y colectiva en diferentes contextos histórico-culturales.

Por ello, se hace necesario hablar de los paradigmas anteriores, su superación y la


renovación.

2.1.- Modelo historicista

En el modelo historicista la organización de la enseñanza de la literatura se hacía en torno


a un patrimonio histórico seleccionado para exaltar la conciencia nacional, que se fraguó en el XIX
para fraguarse como garante de la imagen de una comunidad a través de su tradición. El método
historicista ha sido cuestionado por los siguientes motivos:

1) Impide la motivación y el interés por los textos > el estudiante recibe pasivamente unos
productos culturales de los que ya sabe qué ha de pensar antes de entrar en contacto con ellos.

2) Pretende un aprendizaje memorístico (poco significativo) que carece de experiencias


literarias.

3) Antepone los contenidos al contacto real con los textos.

4) Relega las producciones textuales de carácter estético realizadas por los alumnos.

Lomas, en 1999 reconoce que el modelo historicista no desaparece porque se adecua a


los saberes literarios de los profesores y porque ofrece claras ventajas a la hora de organizar los
contenidos en un eje histórico con obras consagradas por la historiografía erudita. Los nuevos
modelos proponen una perspectiva cultural amplia para ofrecer una lectura significativa:
«Mostrando la importancia del orden cronológico y ayudando a percibir el fenómeno literario como
una sucesión dialéctica y una simultaneidad rica de la expresión literaria de pueblos diversos»
(Bordons y Díaz-Plaja). Estos nuevos modelos se llevan a cabo mediante itinerarios y proyectos,
de forma que la visión histórica constituya la clave que permita situar obras dentro de una
tradición, lo que enriquece la comprensión de las mismas.

2.2.- Modelo del comentario de textos

En la década de los 70, tres enfoques llevan a nuevos planteamientos en la enseñanza de


la Literatura en Secundaria. El generativismo acuñó el término de competencia literaria, cuya
aplicación mueve hacia una nueva orientación en la formación de lectores competentes. Los
enfoques comunicativos de los ochenta dieron importancia al uso de la literatura en la escuela
como forma de comunicación social. Finalmente la psicología del lenguaje indicó la necesidad de
ajustar la enseñanza de los contenidos lingüísticos a los esquemas que rigen el pensamiento.

El comentario de texto adaptó estas tendencias poniendo en primer plano la especificidad


del lenguaje literario, en gran medida basado en el formalismo ruso, y la necesidad de formar
lectores competentes. Privilegió el acceso al texto a través de su análisis científico, para lo que se
debía dotar a los alumnos de instrumentos de análisis.
3.- La educación literaria

La educación literaria se puede considerar como la vertiente más significativa de la


Didáctica de la literatura, que supone la interacción del mundo del lector con el de la obra literaria.
Confiere protagonismo al aprendizaje autónomo y concibe la enseñanza como pura mediación.
Difiere de la enseñanza tradicional de la literatura al mismo tiempo que del tratamiento funcional
que esquematiza ideas y de la perspectiva “espontaneista” que toma el texto como pretexto para
la lluvia de ideas. Su cometido educativo es:

- Despertar el cultivo de la imaginación de los adolescentes en sus actos comprensivos


y expresivos de intención literaria.

- Dinamizar la combinación de todas las experiencias comunicativas con todas las


competencias generales.

- Suscita actitudes críticas útiles para el mundo de los estudiantes.

El eje de la educación literaria se sitúa en el lector y en la lectura como fenómeno


comunicativo de producción y recepción. La teoría literaria pone en primer plano el contrato
comunicativo entre autor y lector, por lo que es conveniente la descripción de los mecanismos del
textos que apelan a la interpretación del lector, camino en el que avanza la psicología cognitiva.

La literatura se considera como una forma de comunicación social, lo que ha resaltado sus
cualidades para la formación estética, cognitiva, lingüística y afectiva del individuo. El acceso a la
literatura también abre puertas al valor epistemológico, en tanto que interpretación de la realidad.

La formación de los nuevos lectores, de acuerdo con Teresa Colomer, debe pasar por
apreciar lecturas diversas: es responsabilidad de la escuela abrir un horizonte amplio de lecturas
que aumente las posibilidades de elección y despliegue ante los estudiantes la riqueza de los
distintos géneros literarios con aproximaciones diferentes a ellos.

3.1.- Aspiraciones de la educación literaria

Si se pretende dar prioridad a la educación literaria, lo importante es ofrecer a los alumnos


toda clase de experiencias con textos a fin de que al término de la Educación Secundaria hayan
logrado entender al menos la especificidad del hecho literario y hagan adquirido los conocimientos
y actitudes indispensables para desenvolverse por sí mismos fuera de las aulas. La educación
literaria de los alumnos de secundaria debería aspirar a que el alumnado comprenda una serie de
conceptos vitales sobre la literatura.

a) La literatura es el reflejo de momentos históricos y que es posible apreciarla mejor si


se conoce el contexto social en el que surge. Las obras literarias están impregnadas de la
ideología de una época, contribuye a que los alumnos entiendan mejor el hecho literario.
b) La literatura se vincula con otras manifestaciones artísticas y con el pensamiento
científico y filosófico, de manera que aprehender los elementos comunes a todo ello acrecienta el
entendimiento de un texto literario.

c) La literatura posee autoría: por encima del contexto histórico y grupos sociales está el
autor, el individuo creador que idea y desarrolla una obra a partir de sus experiencias vitales y sus
sueños. La educación literaria pasa por conocer de viva voz los mecanismos de la creación.

d) La literatura recrea “temas” cuya médula apenas se altera a lo largo de los siglos ,
aunque varíen las formas de pensarlos y expresarlos > Enseñar a los alumnos el pasado que
perdura en el presente > Itinerarios intertextuales.

e) La literatura es un medio de conocimiento personal y social. Leer textos literarios


puede ser un modo de leer el mundo y leerse a sí mismo y debería ser uno de los propósitos
fundamentales.

i) Hacer ver que la literatura también está fuera de las aulas (bibliotecas, hogares,
librerías, cafés, auditorios, la Red, cines…).

j) Lectura y escritura como fundamentos de la educación literaria.

3.2.- Adquisición de la competencia literaria en secundaria

Teresa Colomer plantea una serie de pautas que ayudan a adquirir un pleno desarrollo en
la competencia literaria:

1) Hacer experimentar la comunicación literaria a los niños y adolescentes como una


situación comunicativa real y como un hecho cultural compartido.

2) Utilizar textos que ofrezcan suficientes elementos de soporte para obtener su significado
y que ayuden a aumentar las capacidades interpretativas y valorativas del alumnado.

3) Horizonte virtualmente ilimitado pero con fases y estadios que no pueden saltarse. Hay
que hacer una progresión desde los más simple, asequible y comprensible hasta lo complejo.

4) La metodología didáctica ha de prever una amplia serie de actividades que haga posible
el progreso de la competencia literaria: la comprensión lector, el partir de los conocimientos y
experiencias previas de contacto con los textos, incorporar la literatura popular antes que la culta,
la transformación de los textos…

5) No limitar el desarrollo de la competencia literaria a uno de sus aspectos (la lectura del
texto noble), hay que interrelacionar.

4.- Métodos de educación literaria

La formación lectora debería dar respuesta a las encuestas que revelan la ausencia de
hábito lector en los jóvenes. El profesor funciona así como mediador: el objetivo es dar
oportunidades para la experimentación de la comunicación literaria, despertar el apetito lector de
los adolescentes y propiciar encuentros con libros que puedan crear vínculos personales. Por ello,
resulta imprescindible el conocimiento de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) por parte del
profesorado.

Es importante “desescolarizar” las actividades y que imiten dentro de lo posible prácticas


sociales lectoras en torno a los libros para no desnaturalizar su propósito. Por ejemplo:

- Lectura como generadora de relaciones sociales > intercambio de recomendaciones.

- Lectura como práctica de consumo cultural > bibliotecas, catálogos.

Es necesario crear espacios cuyo objetivo sea promover el crecimiento de lectores:

- Ajustar los tiempos de lectura a la capacidad de concentración de los alumnos.

- Mantener el silencio durante el tiempo dedicado a la lectura.

- Utilizar estrategias que faciliten la entrada de los alumnos en el mundo de los libros.

Es central el concepto de interpretación, como decíamos más arriba. Esta no puede


transmitirse, sino que necesita construirse. ¿Cómo?

- Mediante discusiones literarias > confrontación de las respuestas lectoras individuales


hacia los aspectos más abiertos de las obras que suscitan conflictos interpretativos.

- Lectura guiada,

- Escritura literaria: animar a los alumnos a escribir utilizando la manipulación ingeniosa de


formas lingüísticas o mediante la imitación de modelos expresivos (talleres literarios).

- Proyectos literarios.

4.1.- El itinerario lector o Constelaciones literarias.

Uno de los métodos que propone atender al triple desafío de crear entornos lectores,
revisar los criterios de selección del canon literario y aprender, a enseñar a leer es la preparación
de un Itinerario Lector, también denominado Constelación Literaria por autores como Guadalupe
Jover. Otros autores hablan igualmente de Plan de Lectura Juvenil, Plan Lector, etc.
El itinerario lector es una estrategia didáctica para la formación de lectores, que permite la
planificación de una ruta literaria, por medio de la selección mediada de diferentes tipos de textos,
que logran relacionarse entre sí, a partir de criterios específicos. Las y los docentes pueden prever
posibles itinerarios lectores, nunca cerrados, ni acabados, pero sí acotados a un tiempo,
considerando las necesidades, preferencias y nivel lector de sus estudiantes. Gracias a este
proyecto habremos de replantearnos qué debe leerse en la escuela, y cómo podemos hacerlo.
En cuanto al qué, es fundamental la urgente renovación del corpus, que debiera abrirse
más allá de las fronteras nacionales y operar la selección no en función de la partida de
nacimiento de sus autores, sino en función del lector a que va destinado, es decir, de su horizonte
de expectativas y su competencia lectora y literaria. Es urgente conformar un nuevo canon literario
para la escuela: un canon cosmopolita, escolar (esto es, pensado para el lector real de las aulas
de secundaria) y mixto (que combina, en proporciones variables, literatura clásica y literatura
juvenil actual).
En cuanto al cómo, nos hemos pronunciado también por el abandono de las pretensiones
enciclopédicas en favor de itinerarios hilvanados con diferentes criterios. La metáfora de las
«constelaciones literarias » ilustra el modo en que, de manera análoga a como hemos hecho con
las estrellas del firmamento, podemos también establecer vínculos más o menos caprichosos
entre unas obras y otras, por lejanas que estén en el espacio o en el tiempo, desde nuestra
perspectiva de observadores. Lo importante será, en cada caso, que hagamos explícitos los
criterios que nos llevan a conectar unos títulos y otros: tema, personajes, época, ámbito
geográfico, género o subgénero, etc.
La organización de los cursos de literatura en torno a diferentes constelaciones nos
permitiría:
• Diseñar los itinerarios desde el emplazamiento de sus lectores, desde el horizonte
de expectativas de los adolescentes y de su competencia lectora y literaria.
• Conformar contextos de lectura que hicieran posible ir, cada vez, un poco más
lejos. Puesto que cada obra crea su propio contexto de lectura, una buena selección podría
ayudar a ir escalando peldaños en la complejidad de las obras propuestas.
• Abordar la lectura en contrapunto de textos literarios y no literarios y abrirnos al
trabajo interdisciplinar entre diversas áreas de conocimiento

El itinerario lector puede estar construído siguiendo distintos criterios. Así una constelación
literaria (pensada para 4 de la ESO y Bach) cuyo eje central sea la guerra civil española como
núcleo temático albergará obras como Campos de los almendros, A sangre y Fuego, Soldados
de Salamina, Los Santos Inocentes, La Colmena, Nada… Un itinerario lector que proponga un
canon más cosmopolita y a la vez aunar las distintas disciplinas artísticas dentro del relato de
aventuras presentaría obras (para el alumnado de 1 o 2 de la ESO) como El mito de Jasón y los
argonautas, La isla del Tesoro, La princesa Prometida, Indiana Jones, Percy Jackson o formas
narrativas en medios hasta ahora impensables como los videojuegos con la saga Uncharted.

5.- Postulados para la Formación Lectora.

De esta forma, podemos concretar los anteriores puntos en tres postulados fundamentales
para la formación lectora.

5.1.- Leer para conectar.

El primero es Leer para Conectar, es decir, adquirir una visión intertextual de la literatura
como dinamizadora de un aprendizaje motivado por el acceso a recursos textuales provenientes
de Mass media, unidos a gustos y costumbres de los alumnos. Debemos incorporar la oralidad,
debates heurísticos y coloquios mediante la formulación de preguntas para llevar al alumno a
reflexionar e intentar razonar sus respuestas y conclusiones.

5.2.- Leer para crear.

En segundo lugar, hay que leer para crear. Una vez que se conocen los distintos modelos
y estructuras, se deben plantear ejercicios de imitación libre de los modelos para recrearlos en
nuevas versiones personales.

5.3.- Los talleres literarios.

Y finalmente, hay que crear espacios literarios de animación para la creatividad. La


biblioteca escolar es un recurso indispensable para el desarrollo del currículo. La biblioteca del
aula ha de usarse como puente para la biblioteca personal gracias a proyectos de animación a la
lectura que conecten con los intereses de los alumnos. Igualmente debe incentivarse el acceso
en línea a bibliotecas virtuales.

El medio físico es fundamental, eso es innegable. No obstante las tesis del impacto de
internet sobre el lenguaje de David Cristal en el 2002 se están corroborando: internet hace posible
una impresionante expansión lingüística para la creatividad personal y la interactividad que es
clave de la integración social, por su estado investigador o por la inventiva escritural.

Aludimos anteriormente a la muy novedosa y fructífera experiencia de las Constelaciones


literarias de Guadalupe Jover, que interrelaciona temáticamente diferentes medios (lecturas,
música, películas…) organizados por niveles y capacidades de tal forma que todo se relacionen
entre sí y los alumnos lleguen a una comprensión holística del fenómeno literario-cultural.

El proceso de estas experiencias didácticas siguen un modelo de organización basado en


tres apartados:

1. Planificación del docente.


2. Realización en el aula
a. Ideas previas.
b. Explicación de la tarea.
c. Proporción de organizadores previos.
d. Lectura comprensiva
i. Con el profesor
ii. Análisis y comentario.
e. Taller literario
i. Organizadores previos.
ii. Modelos hipertextuales.
f. Escritura creativa.
g. Difusión del trabajo.
3. Evaluación formativa.
Los talleres literarios suelen tratar de modo especializado líneas genéricas, dinámicas individuales
o grupales, procesuales y estilísticas o terapéuticas en atención a la diversidad de receptores y su
aprendizaje significativo.

6.- Conclusión

En conclusión, es necesario implementar un nuevo canon de lecturas en LIJ para fomentar


el amor por la lectura entre los estudiantes y alejarnos de las pautas establecidas en el libro de
texto. Además, es importante utilizar la etapa de Bachillerato como un puente entre la LIJ y la
literatura más compleja de adultos. Sin embargo, existe una contradicción en el currículum entre la
educación literaria y los contenidos literarios organizados de manera tradicional, y es necesario
encontrar una manera de superar esta brecha para brindar una educación literaria más completa y
relevante para nuestros estudiantes.

En definitiva, recordaremos las palabras de Mariano Baquero en La educación de la


sensibilidad literaria: “Lo fundamental, lo esencial es leer y escribir, cualquiera que sea el modo.
Mientras que la persona conserve el disfrute placentero por la lectura y la escritura, cualesquiera
que sean las circunstancias que la rodean, conservará a la vez lo mejor de su condición humana”.

7.- Esquema.

0.- Introducción......................................................................................................................................................
0.1.- De la Enseñanza Literaria a la Educación Literaria..................................................................................
1.- Didáctica de la literatura..................................................................................................................................
1.1.- La competencia literaria............................................................................................................................
2.- Revisión de los planteamientos......................................................................................................................
2.1.- Modelo historicista.....................................................................................................................................
2.2.- Modelo del comentario de textos..............................................................................................................
3.- La educación literaria......................................................................................................................................
3.1.- Aspiraciones de la educación literaria.......................................................................................................
3.2.- Adquisición de la competencia literaria en secundaria.............................................................................
4.- Métodos de educación literaria.......................................................................................................................
4.1.- El itinerario lector o Constelaciones literarias...........................................................................................
5.- Postulados para la Formación Lectora..........................................................................................................
5.1.- Leer para conectar....................................................................................................................................
5.2.- Leer para crear..........................................................................................................................................
5.3.- Los talleres literarios.................................................................................................................................
6.- Conclusión........................................................................................................................................................
7.- Esquema...........................................................................................................................................................

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