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UNIVERSIDAD DE GRANADA

Facultad de Psicología
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento
Psicológico

Relación entre atención plena, aceptación del dolor y


valoración cognitivo-afectiva del dolor en mujeres
sanas

Alumna: Caridad Campos Berrocal

Tutoras: Mª Pilar Martínez Narváez-Cabeza de Vaca


Ana I. Sánchez Gómez
Elena Miró Morales

Trabajo de Fin de Grado


Grado de Psicología
Curso 2013-2014
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Relación entre atención plena, aceptación del dolor y valoración cognitivo-afectiva del
dolor en mujeres sanas

Caridad Campos Berrocal

Universidad de Granada
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Resumen

En la literatura existe una amplia evidencia sobre la relación de la atención plena con
variables psicológicas y calidad de vida, tanto en pacientes de dolor crónico como en
muestra sana. Asimismo, en el contexto del dolor crónico, el papel de la aceptación del
dolor y de la valoración cognitivo-afectiva del dolor ha sido ampliamente documentado.
Con el objetivo de examinar la relación entre estas variables en población general, en
el presente estudio se recabó una muestra de 85 mujeres sanas que cumplimentaron
medidas de atención plena, aceptación del dolor, ansiedad ante el dolor,
catastrofización del dolor, y vigilancia del dolor. Los resultados mostraron que una
mayor atención plena y aceptación del dolor se asociaban con un menor nivel de
ansiedad, catastrofización y vigilancia del dolor. Además, la ansiedad ante el dolor fue
el mejor predictor de la aceptación del dolor. Estos hallazgos ayudan a comprender
mejor el proceso de vivencia del dolor, y sugieren la utilidad de enfoques basados en
la atención plena y la aceptación para abordar dichos procesos psicológicos.

Palabras clave: atención plena, aceptación, ansiedad, catastrofización, vigilancia.


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Relación entre atención plena, aceptación del dolor y valoración cognitivo-afectiva del
dolor en mujeres sanas

El mindfulness se define como “la conciencia que emerge a modo de prestar


atención a propósito, en el momento presente, y sin juzgar al despliegue de la
experiencia momento a momento” (Kabat-Zinn, 2003, p. 144). En el contexto
occidental, el mindfulness, también denominado atención plena, hace referencia a un
conjunto de prácticas que promueven la focalización de la atención en el momento
presente, sin juzgar y con una actitud bondadosa hacia lo que se contempla. El
Programa de Reducción de Estrés basado en Conciencia Plena (Mindfulness-Based
Stress Reduction, MBSR) desarrollado por Kabat-Zinn en los años noventa, es el
programa de mindfulness más utilizado en gran variedad de problemas. Numerosos
estudios muestran que la intervención basada en mindfulness tiene una gran variedad
de beneficios para las personas que lo practican con asiduidad (para una revisión
consultar Liétor, Fortis, y Moraleda, 2013). Por ejemplo, en pacientes oncológicos se
ha demostrado que dicho programa produce una mejoría en el malestar emocional y
en la calidad de vida de los pacientes (León et al., 2013). Asimismo, Caldwell y Shaver
(2014) aplicaron en mujeres maltratadas en la infancia una intervención basada en la
atención plena para promover procesos típicos de un apego saludable. Los resultados
mostraron cambios en las mujeres al escribir sobre sus experiencias de apego,
constatándose una disminución de la rumiación y un aumento en la claridad
emocional. El programa MBSR consiste en varios tipos de entrenamiento de
mindfulness, incluyendo prácticas formales e informales, y hatha yoga (Kabat-Zinn,
2006). La práctica formal consiste en atención centrada en la respiración, escáner
corporal, conciencia de la naturaleza transitoria de la experiencia sensorial trasladando
la atención a las sensaciones, vivir momento a momento, y meditación caminando y
comiendo. La práctica informal implica pausas que consisten en pasar la atención a la
conciencia del momento. Ambas prácticas pretenden mejorar la capacidad de observar
la experiencia inmediata.

La práctica de mindfulness se relaciona positivamente con la calidad de vida de


las personas. En pacientes con dolor crónico mejora las habilidades de afrontamiento,
el funcionamiento emocional y la calidad de vida (Grossman, Tiefenthaler-Gilmer,
Rays, y Kesper, 2007).También Baer (2003), muestra que, en pacientes con dolor
crónico que practican mindfulness, hay una disminución de síntomas físicos y
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psicológicos. En pacientes con fibromialgia, la práctica de mindfulness sería un


enfoque de gran utilidad (Lauche, Cramer, Dobos, Langhorts, y Schmidt, 2013).

La aceptación del dolor es una forma específica de aceptación global. La


aceptación constituye un factor predictivo del buen funcionamiento psicológico en
muestras clínicas y sanas (Hayes, Luoma, Bond, Masuda, y Llillis, 2006). De acuerdo
con McCracken y Zhao-O´Brien (2010), la aceptación juega un papel único en la
experiencia de dolor crónico, proceso similar al de mindfulness. La aceptación del
dolor se define como una manera de vivir con el dolor sin la necesidad de reducirlo,
evitarlo o intentar cambiarlo (McCracken, 1999). Numerosos estudios han mostrado la
contribución de la aceptación del dolor en la experiencia de dolor crónico (para una
revisión consultar Thompson y McCraken, 2011). Por ejemplo, McCracken y Eccleston
(2003) han mostrado que en pacientes con dolor crónico, la aceptación del dolor
constituye un predictor potente del dolor, la depresión, la discapacidad, la ansiedad
ante el dolor, el funcionamiento físico y el desempeño laboral.

La valoración cognitivo-afectiva del dolor (ansiedad ante el dolor,


catastrofización del dolor y vigilancia del dolor) desempeña un papel relevante en los
problemas de dolor músculo-esquelético. La ansiedad ante el dolor se refiere al temor
de padecer dolor, relacionado con la creencia de que estas sensaciones provocan un
daño físico, psicológico o social (Reiss, 1991). En un estudio realizado en pacientes
con fibromialgia por Sánchez, Miró, Martínez, y Medina (2011) se encontró que la
ansiedad fisiológica fue el mejor predictor de la dimensión sensorial del dolor, y que el
miedo al dolor fue un predictor significativo de la intensidad del dolor. Asimismo, De
Gier, Peters, y Vlaeyen (2003) observaron que los pacientes con altas puntuaciones
en ansiedad ante el dolor informaron de mayor dolor, catastrofización, discapacidad y
emociones negativas.

La catastrofización del dolor se caracteriza por una valoración exagerada y


negativa de las experiencias de dolor actuales o anticipadas (Sullivan et al., 2001). El
papel de la catastrofización está ampliamente demostrado en muestra clínica y en
población general (para una revisión consultar Quartana, Campbell, y Edwards, 2009).
Por ejemplo, en condiciones de dolor músculo-esqueléticas se ha demostrado que la
catastrofización está relacionada con mayor gravedad del dolor, malestar emocional,
discapacidad, y mala respuesta al tratamiento (Edwards, Bingham, Bathon, y
Haythornthwaite, 2006) y en muestra sana se ha constatado que la catastrofización
del dolor contribuye a la intensidad de éste (Weissman-Fogel, Sprecher, y Pud, 2008).
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La hipervigilancia del dolor es la excesiva tendencia a atender a las


sensaciones somáticas dolorosas, y a seleccionar información relacionada con el dolor
(Crombez, Damme, y Eccleston 2005). En el estudio de Roelofs, Peters, Patijn,
Schouten, y Vlaeyen (2004) con pacientes de dolor crónico, se encontró que la
experiencia del dolor estaba determinada por el miedo al dolor y la hipervigilancia del
dolor, y ésta última variable era la que más se relacionaba con la intensidad del dolor.
En pacientes con dolor crónico, la atención al dolor ha sido asociada con depresión,
intensidad del dolor, discapacidad física y psicosocial, número de visitas médicas
debido al dolor (McCracken, 1997), catastrofización del dolor y ansiedad ante el dolor
(Martínez, Sánchez, Miró, Medina, y Lami, 2011).

En varias investigaciones se ha documentado la relación entre mindfulness,


aceptación del dolor y las variables cognitivo-afectivas de dolor (ansiedad ante el
dolor, catastrofización del dolor y vigilancia del dolor). Schutze, Rees, Preece, y
Schütze (2010) en un estudio con pacientes con dolor crónico concluyeron que las tres
variables que más se relacionaban con el mindfulness fueron la catastrofización del
dolor, el miedo al dolor y la hipervigilancia del dolor, y que el mindfulness fue el único
predictor de la catastrofización del dolor. En el estudio de Jiménez (2012) con
pacientes con fibromialgia se observó una correlación significativa entre
catastrofización y aceptación, estando dichas variables asociadas a la percepción del
dolor. En el estudio de Boer, Steinhagen, Versteegen, Struys, y Sanderman (2014) con
pacientes de dolor crónico se identificó la aceptación como predictor de la
catastrofización del dolor (independientemente del género, la edad y la intensidad del
dolor), mientras que el mindfulness no fue un predictor significativo.

En la literatura existen evidencias de la relación entre el mindfulness y la


aceptación del dolor con las variables cognitivo-afectivas descritas, pero la mayor
parte de los estudios se han realizado en muestras clínicas, siendo escasos los
estudios en muestras sanas. Además, las mujeres son las que padecen con mayor
frecuencia trastornos relacionados con el dolor. Según Branco et al. (2010) el 75% de
los pacientes de servicios de reumatología de varios paises europeos son mujeres,
habiéndose además demostrado que las mujeres padecen mayor dolor clínico,
malestar asociado al dolor y sensibilidad al dolor inducido que los hombres (Paller,
Campbell, Edwards, y Dobs, 2009). Por todo ello la presente investigación se centra
en mujeres sanas de la población general. En concreto este estudio pretende: 1)
examinar la relación existente entre atención plena y aceptación del dolor, 2) analizar
la relación entre las dos variables anteriores y las variables de valoración cognitivo-
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afectiva del dolor (ansiedad ante el dolor, catastrofización del dolor y vigilancia del
dolor), y 3) identificar cuál de las variables contempladas en el estudio (atención plena,
ansiedad ante el dolor, catastrofización del dolor y vigilancia del dolor) es el mejor
predictor de la aceptación del dolor.

Método

Participantes

En este estudio participaron 85 mujeres adultas sanas. La edad de las


participantes estuvo comprendida entre 40 y 57 años, con una media de 47.93 (DT =
4.18). El 80% de ellas estaban casadas, el 12.9% estaban separadas o divorciadas, el
4.7% estaban solteras y el 2.4% eran viudas. Con respecto al nivel de estudios, el
18.8% tenían estudios de primaria, el 20% habían cursado secundaria, el 8.2% habían
cursado bachillerato, el 18.8% tenían estudios de formación profesional y el 34.1%
tenían estudios universitarios. El 62.4% de las mujeres se encontraban en una
situación laboral activa y el 37.6% estaban en situación de desempleo.

Instrumentos

Cuestionario de Aceptación del Dolor Crónico (Chronic Pain Acceptance


Questionnaire, CPAQ; McCracken, Vowles, y Eccleston, 2004). El CPAQ explora la
disposición hacia las actividades y la aceptación del dolor. Contiene 20 ítems que se
valoran en una escala Likert de 0 (nunca cierta) a 6 (siempre cierta). La adaptación
española del CPAQ ha mostrado una adecuada fiabilidad test-retest, consistencia
interna y validez de constructo (Rodero et al., 2010). En el presente estudio la
consistencia interna fue .85.

Cuestionario de Cinco Facetas de Mindfulness (Five Facet Mindfulness


Questionnaire, FFMQ; Baer, Smith, Hopkins, Krietemeyer, y Toney, 2006).Mide
aspectos de la conciencia plena como observar, describir, actuar con conciencia, no
enjuiciar la experiencia interna y no mostrar reactividad a esa experiencia interna.
Consta de 39 ítems que se contestan según una escala Likert comprendida entre 1
(nunca o muy rara vez) y 5 (muy a menudo o siempre es verdad). La adaptación
española del FFMQ ha mostrado una adecuada consistencia interna y buena validez
convergente (Cebolla et al., 2012). En el presente estudio la consistencia interna fue
.82.

Escala de Conciencia de Atención Plena (Mindful Attention Awareness Scale,


MAAS; Brown y Ryan, 2003). La MAAS evalúa la capacidad disposicional de estar
atento y consciente de la experiencia del momento presente. Este instrumento consta
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de 15 ítems a los que se responde según una escala Likert con un rango entre 1 (casi
siempre) y 6 (casi nunca). La adaptación española presenta valores adecuados de
validez convergente y consistencia interna (Soler et al., 2012). En el presente estudio
la consistencia interna fue .89.

Escala de Síntomas de Ansiedad ante el Dolor (Pain Anxiety Symptoms Scale-


20, PASS-20; McCraken y Dhingra, 2002). Explora varios componentes de la ansiedad
al dolor: miedo, escape/evitación, ansiedad fisiológica y ansiedad cognitiva. Consta de
20 ítems a los que se contesta según una escala Likert de 0 (nunca) a 5 (siempre). La
PASS-20 posee buena consistencia interna y validez concurrente (Abrams, Carleton, y
Asmundson, 2007). En el presente estudio la consistencia interna fue .95.

Escala de Catastrofización del Dolor (Pain Catastrophizing Scale, PCS;


Sullivan, Bishop, y Pivik, 1995). Esta escala evalúa aspectos específicos de la
catastrofización del dolor: rumiación, magnificación e indefensión. Consta de 13 ítems
que se puntúan según una escala Likert comprendida entre 0 (nada en absoluto) y 4
(todo el tiempo). La PCS ha mostrado buena consistencia interna, validez convergente
y capacidad clasificatoria (Lami, Martínez, Miró, y Sánchez, 2013). En el presente
estudio la consistencia interna fue .95.

Escala de Vigilancia y Conciencia del Dolor (Pain Vigilance and Awareness


Questionnaire, PVAQ; McCracken, 1997). Evalúa la conciencia, vigilancia y
observación del dolor mediante 16 ítems que se puntúan en una escala Likert de 0
(nunca) a 5 (siempre). Incluye dos subescalas: atención al dolor y atención a los
cambios del dolor. La adaptación española de la PVAQ ha presentado adecuada
consistencia interna y validez convergente (Esteve, Ramírez-Maestre, y López-
Martínez, 2013). En el presente estudio la consistencia interna fue .86.

Para los instrumentos relacionados con el dolor se solicitó a las participantes


que tuvieran en cuenta situaciones cotidianas en las que hubiesen experimentado
sensaciones dolorosas.

Procedimiento

La muestra de mujeres fue obtenida en contextos no clínicos (familiares y


conocidos de estudiantes universitarios). Para participar en el estudio se requirió el
cumplimiento de los siguientes criterios: (1) ser mujer con una edad comprendida entre
35 y 65 años; (2) estar libre de cualquier condición de dolor u otra enfermedad física o
psicológica importante; y (3) tener adecuada comprensión lectora. Se propuso a 85
mujeres participar en un estudio sobre los aspectos relacionados con la percepción del
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estado de salud y la conciencia de las experiencias subjetivas. Todas las mujeres


aceptaron y ninguna fue excluida por incumplimiento de algún criterio.

Las participantes firmaron un consentimiento informado antes de realizar el


cuadernillo con el protocolo de evaluación. El protocolo contenía datos personales,
médicos y preguntas sobre conductas relacionadas con el dolor y el estado de salud,
entre ellos, los cuestionarios antes descritos. Para asegurarnos de que ninguna mujer
padecía dolor crónico u otra patología, se incluyeron preguntas sobre la percepción de
la salud actual, si tenían diagnosticada alguna enfermedad o si tomaba algún tipo de
medicación. El cuadernillo se entregó a cada participante individualmente y tenía que
llevárselo a casa, tomándose un tiempo de aproximadamente una hora para
completarlo, y entregarlo en un plazo de 10 días. Ninguna participante recibió
compensación económica o de otro tipo por su colaboración.

Análisis de datos

El análisis de los datos se realizó con el programa estadístico SPSS 22.0. El


tamaño muestral mínimo requerido para el estudio fue de 53 participantes,
considerando un nivel de significación de .05, cuatro predictores, un tamaño del efecto
esperado de .25 (medio) y un poder estadístico deseable de .80. Se examinaron los
estadísticos descriptivos básicos considerando la media y desviación estándar. La
fiabilidad de los instrumentos se calculó con el alfa de Cronbach, estimándose como
adecuados valores mínimos comprendidos entre .70 y .80 (Nunnally y Bernstein,
1995). Para analizar las relaciones entre las variables se calculó el coeficiente de
correlación de Pearson. Se consideraron correlaciones bajas los valores entre .10 y
.29, medias los valores entre .30 y .49, y altas los valores a partir de .50 (Cohen,
1988). Para determinar qué variables cognitivo-afectivas de dolor (ansiedad,
catastrofización y vigilancia del dolor) y de atención plena (mindfulness/conciencia de
atención plena) contribuyen a la predicción de la aceptación del dolor se empleó el
análisis de regresión (método introducir).

Resultados

Estadísticos descriptivos

En la tabla 1 se presentan la media y desviación típica de las escalas


administradas en la muestra sana. Como era de esperar, en las escalas de
catastrofización, ansiedad y vigilancia del dolor las medias tendieron a ser bajas. En
cambio, las medias en las escalas de mindfulness y aceptación del dolor tendieron a
ser moderadas-altas.
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Análisis correlacional

Se examinaron las relaciones entre atención plena y aceptación del dolor (ver
tabla 2). La escala total de aceptación del dolor correlacionó significativamente con la
puntuación total del cuestionario de mindfulness y con sus subescalas: actuar con
conciencia y ausencia de reactividad, y con la escala de conciencia de atención plena.
La subescala de aceptación del dolor presentó correlaciones significativas con la
puntuación total del cuestionario de mindfulness y con sus subescalas de descripción
y actuar con conciencia, y con la escala de conciencia de atención plena. Sin
embargo, la subescala de disposición para las actividades sólo correlacionó
significativamente con la subescala de ausencia de reactividad del cuestionario de
mindfulness.

En la tabla 3 aparecen las correlaciones entre atención plena y aceptación de


dolor, y ansiedad ante el dolor. Tanto la escala total de ansiedad ante el dolor como
sus subescalas correlacionaron significativamente con las puntuaciones totales y
subescalas de mindfulness (excepto observación y actuar con conciencia), conciencia
de atención plena y aceptación del dolor. La subescala de miedo también correlacionó
significativamente con la subescala de actuar con conciencia del cuestionario de
mindfulness.

En la tabla 4 se presentan las relaciones entre atención plena y aceptación del


dolor, y catastrofización del dolor. Tanto la escala total de catastrofización del dolor
como sus subescalas mostraron correlaciones significativas con las puntuaciones
totales y subescalas de mindfulness (excepto observación que no correlacionó con
ninguna subescala, y ausencia de reactividad que no correlacionó con rumiación),
conciencia de atención plena y aceptación del dolor.

Por último, se exploraron las relaciones entre atención plena y aceptación del
dolor, y vigilancia del dolor (ver tabla 5). La puntuación total del cuestionario de
vigilancia del dolor correlacionó significativamente con las subescalas de observación,
actuar con conciencia y ausencia de juicio del cuestionario de mindfulness, y con la
escala total y subescala de aceptación del dolor. La subescala de atención al dolor
presentó correlaciones significativas con la puntuación total de mindfulness y con las
subescalas de actuar con conciencia, ausencia de reactividad y ausencia de juicio, y
con la aceptación del dolor (total y subescalas). La subescala de atención a los
cambios del dolor correlacionó con las subescalas de observación, actuar con
conciencia, ausencia de reactividad y ausencia de juicio del cuestionario de
mindfulness.
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Análisis de regresión

Se consideraron como posibles variables predictoras de la aceptación del dolor


(total), las medidas totales de ansiedad ante el dolor, catastrofización del dolor,
vigilancia del dolor, y mindfulness. Como se ha indicado, todas estas variables
correlacionaron significativamente con la aceptación del dolor (total). La única variable
que resultó ser un predictor significativo fue la ansiedad ante el dolor (B= -0.39, β = -
.41, t = -2.72, p < .01), explicando el modelo en su conjunto el 30% de la varianza de la
aceptación del dolor, F (4,80) = 9.98, p < .001. Los resultados fueron equivalentes
cuando en lugar de mindfulness se incluyó como predictor la conciencia de atención
plena.

Discusión

El objetivo de este estudio fue analizar el vínculo existente entre atención


plena, aceptación del dolor, y variables cognitivo-afectivas de dolor (ansiedad ante el
dolor, catastrofización del dolor, y vigilancia del dolor) en una muestra de mujeres
sanas de la población general.

Los resultados de esta investigación pusieron de manifiesto la existencia de


una relación positiva entre las medidas de atención plena y aceptación del dolor. Es
decir, la mayor capacidad para estar atenta y ser consciente de las experiencias en el
momento presente, sin juzgarlas, se asocia a una mayor tendencia a aceptar las
sensaciones de dolor. Estos resultados están en la línea de estudios previos que
muestran que la atención plena se relaciona con la aceptación de dolor (Cebolla y
Miró, 2008).

Asimismo, los hallazgos de este estudio revelaron la existencia de una relación


inversa entre la atención plena y las variables cognitivo-afectivas estudiadas. Los
resultados parecen indicar que una mayor capacidad de prestar atención plena al
momento presente se asocia a una menor respuesta de ansiedad ante el dolor, menor
tendencia a catastrofizar el significado del dolor, y menor proclividad a hipervigilar las
sensaciones de dolor. La relación entre la atención plena y la ansiedad y la
catastrofización del dolor se constata en todas las dimensiones de mindfulness, en
cambio, el vínculo con vigilancia del dolor parece estar circunscrito a las dimensiones
de observación, actuar con conciencia y ausencia de juicio de mindfulness.

Además, en este estudio se pudo observar la existencia de una relación inversa


entre la aceptación del dolor y las variables cognitivo-afectivas de dolor,
evidenciándose que la mayor disposición a aceptar el dolor está asociada a un menor
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nivel de ansiedad, catastrofización y vigilancia del dolor. A partir de esto, se analizó


qué variable podría ser un predictor significativo de la aceptación del dolor,
observándose que la tendencia a mostrar menor ansiedad ante el dolor, constituía la
variable que mejor predecía una mayor aceptación del dolor.

Estos resultados parecen estar en consonancia con algunos informes previos.


En el estudio de Schutze et al. (2010) con pacientes con dolor crónico se observó que
las variables que se relacionaban más con la atención plena fueron la catastrofización,
el miedo o ansiedad ante el dolor y la hipervigilancia del dolor, y que el mindfulness fue
el único predictor de la catastrofización del dolor. En el estudio realizado por Jiménez
(2012) con pacientes con fibromialgia, se encontró una relación significativa entre
catastrofización del dolor y aceptación del dolor. En el estudio de Boer et al. (2014)
con pacientes con dolor crónico se constató que la aceptación del dolor era un fuerte
predictor de la catastrofización del dolor. En el presente trabajo se encontró una
relación significativa entre la atención plena y las variables cognitivo-afectivas
estudiadas, aunque en el caso de la vigilancia al dolor, está más relacionada con
dimensiones de observación, actuar con conciencia y ausencia de juicio de
mindfulness. Por otra parte, en este estudio se vio que la ansiedad ante el dolor era el
mejor predictor de la aceptación del dolor. Téngase en cuenta que el presente trabajo
se realizó en muestra sana y los mencionados estudios incluyeron muestra clínica.

El destacado role de la ansiedad ante el dolor y la catastrofización del dolor en


la vivencia del malestar físico observado en nuestro estudio está en consonancia con
investigaciones previas. Así, se ha constatado que el miedo al dolor es un predictor
significativo de la intensidad del dolor (Sánchez et al., 2011), y que la ansiedad ante el
dolor y la catastrofización del dolor, pero no la vigilancia del dolor, se relacionan con el
deterioro del funcionamiento cotidiano (Martínez et al., 2011). Es posible que la
ansiedad ante el dolor y la catastrofización del dolor desempeñen un papel más
prominente que la hipervigilancia del dolor, al ser las primeras precursoras de la última
(interpretar de manera catastrófica un estímulo doloroso y responder con ansiedad,
precedería a la vigilancia de señales amenazantes de dolor, aunque estas variables
pueden estar retroalimentándose). No obstante, esta es una cuestión que requiere
mayor investigación.

La presenta investigación adolece de algunas limitaciones. Aunque el número


de participantes es adecuado para los análisis realizados, hubiese sido deseable
disponer de una muestra más amplia. Además, sólo estuvo compuesta por mujeres
con edades comprendidas entre 40 y 57 años, por tanto, los resultados no serían
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generalizables a la población de otras franjas de edad, ni a la población masculina.


Además, sólo se han utilizado cuestionarios de auto-informe y habría sido interesante
evaluar el umbral y tolerancia del dolor con un algómetro de presión y examinar su
relación con las restantes variables estudiadas.

Para la investigación futura sería relevante examinar los nexos de


mediación/moderación que se establecen entre los parámetros de mindfulness,
aceptación y catastrofización/ansiedad ante el dolor, examinando tales vínculos tanto
en poblaciones sanas mixtas, como en muestras clínicas de diversos síndromes de
dolor.

Los hallazgos del presente estudio resultan valiosos para componer el


entramado de parámetros psicológicos involucrados en la experiencia del dolor. Saber
si las variables cognitivo-afectivas del dolor estudiadas se relacionan con la aceptación
del dolor y la atención plena, todas ellas asociadas a su vez a otras variables de salud,
puede suponer un paso importante en la mejora del conocimiento del dolor y en el
manejo del impacto psicológico que pueda estar ligado a la presencia de sensaciones
somáticas dolorosas. Esta investigación sugiere la posible utilidad de abordar la
experiencia de dolor en la población general con enfoques basados en mindfulness-
aceptación.
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18

Tabla 1

Media y Desviación Típica de las Medidas Administradas a las Mujeres Sanas

Medida Puntuación M DT
máxima y mínima
de la escala

Aceptación del dolor (CPAQ-total) 0-120 70.60 19.26

Disposición para las actividades 0-66 41.70 13.29

Aceptación del dolor 0-54 28.80 10.61

Mindfulness (FFMQ-total) 39-195 129.90 17.41

Observación 8-40 24.97 6.20

Descripción 8-40 28.63 6.56

Actuar con conciencia 8-40 28.05 5.42

Ausencia de reactividad 7-35 22.23 4.91

Ausencia de juicio 8-40 26.11 5.75

Conciencia de atención plena (MAAS) 1-6 4.36 0.99

Ansiedad ante el dolor (PASS-20-total) 0-100 28.01 20.40

Miedo 0-25 4.72 5.13

Escape 0-25 9.52 5.57

Ansiedad física 0-25 4.78 5.73

Ansiedad cognitiva 0-25 9.08 6.70

Catastrofización del dolor (PCS-total) 0-52 15.07 12.49

Rumiación 0-16 6.30 4.49

Magnificación 0-12 3.20 2.89

Indefensión 0-24 5.56 5.92

Vigilancia del dolor (PVAQ-total) 0-80 35.61 13.26

Atención al dolor 0-50 19.23 9.30

Atención a los cambios del dolor 0-30 16.84 6.89


19

Tabla 2

Correlaciones entre Atención Plena (FFMQ y MAAS) y Aceptación del Dolor (CPAQ)

Disposición para Aceptación Aceptación del


las actividades del dolor dolor
CPAQ CPAQ CPAQ-total

Mindfulness (FFMQ-total) .05 .41** .26**

Observación -.06 .06 .00

Descripción -.00 .31** .16

Actuar con conciencia .03 .47** .28**

Ausencia de reactividad .21* .17 .24*

Ausencia de juicio .42 .18 .12

Conciencia de atención plena .07 .34** .24*


(MAAS)

Nota. *p < .05. **p < .01.


20

Tabla 3

Correlaciones entre Atención Plena (FFMQ y MAAS), Aceptación del Dolor (CPAQ) y
Ansiedad ante el Dolor (PASS-20)

Miedo Escape Ansiedad Ansiedad Ansiedad


PASS-20 PASS-20 física cognitiva ante el
PASS-20 PASS-20 dolor
PASS-20-
total

Mindfulness (FFMQ-total) -.47** -.28** -.45** -.34** -.43**

Observación -.04 .08 .00 .12 .05

Descripción -.49** -.42** .52** -.50** -.54**

Actuar con conciencia -.30** -.12 -.12 -.10 -.19

Ausencia de reactividad -.25* .21* -.22* -.28** -.29**

Ausencia de juicio -.47** -.28** -.45** -.34** -.43**

Conciencia de atención -.31** -.33** -.38** -.30** -.37**


plena (MAAS)

Aceptación del dolor -.54** -.47** -.51** -.52** -.56**


(CPAQ-total)

Disposición hacia las -.37** -.31** -.37** -.33** -.38**


actividades

Aceptación del dolor -.51** -.45** -.45** -.52** -.54**

Nota. *p < .05. **p < .01.


21

Tabla 4

Correlaciones entre Atención Plena (FFMQ y MAAS), Aceptación del Dolor (CPAQ) y
Catastrofización del Dolor (PCS)

Rumiación Magnificación Indefensión Catastrofización


PCS PCS PCS del dolor
PCS-total

Mindfulness (FFMQ-total) -.46** -.49** -.49** -.51**

Observación .08 -.00 .01 .03

Descripción -.31** -.38** -.37** -.38**

Actuar con conciencia -.59** -.52** -.56** -.60**

Ausencia de reactividad -.18 -.32** -.28** -.27**

Ausencia de juicio -.39** -.27* -.30** -.34**

Conciencia de atención -.38** -.38** -.45** -.44**


plena (MAAS)

Aceptación del dolor -.49** -.45** -.49** -.51**


(CPAQ-total)

Disposición hacia las -.29** -.32** -.34** -.34**


actividades

Aceptación del dolor -.52** -.41** -.47** -.51**

Nota. *p < .05. **p < .01.


22

Tabla 5

Correlaciones entre Atención Plena (FFMQ y MAAS), Aceptación del dolor (CPAQ) y
Vigilancia del Dolor (PVAQ)

Atención al Atención a los Vigilancia


dolor cambios del dolor del dolor
PVAQ PVAQ PVAQ-total

Mindfulness (FFMQ-total) -.25* -.71 -.20

Observación .17 -.34** -.31**

Descripción -.13 -.16 -.18

Actuar con conciencia -.41** -.27* -.40**

Ausencia de reactividad -.23* .22* -.19

Ausencia de juicio -.21* -.33** -.32**

Conciencia de atención -.20 -.14 -.18


plena (MAAS)

Aceptación del dolor -.52** -.71 -.33*


(CPAQ-total)

Disposición hacia las -.31** .45 -.16


actividades

Aceptación del dolor -.55** -.07 -.38**

Nota. *p < .05. **p < .01.

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