Está en la página 1de 1

4.1.

REQUISITOS REFERENTES A LOS SUJETOS DEL PAGO

El beneficio debe ser igual al pactado para que el deudor pueda cumplir y el acreedor esté
obligado a aceptar el pago. El deudor no puede fraccionar el beneficio a menos que el
acreedor lo convenga, y debe ser exactamente como se acordó.
El solvens es la persona que cumple la obligación en interés del acreedor. Normalmente
esta persona es el deudor, pero es posible que sea otra persona que no forme parte del
acuerdo contractual. Hay una serie de figuras que entran en juego cuando ni el deudor ni el
acreedor son los que cobran:
1. Cuando alguien distinto del deudor paga al acreedor, esto se conoce como pago de
terceros. Posibilidades:
- Pago por tercero con consentimiento del deudor. La colocación del tercero en la
misma posición que el acreedor implica que la obligación seguirá perteneciendo al
nuevo propietario como consecuencia de la consecuencia jurídica que de ello se
derivará.
- Pago por tercero sin oposición del deudor. El deudor no está ni a favor ni en contra
de que un tercero efectúe el pago. El resultado es que el tercero tiene derecho a
reclamar el dinero que habría pagado como reembolso. En este caso, se extingue la
obligación y se crea para el deudor una nueva obligación a favor del tercero sobre
esta suma.
- Pago por tercero con oposición del deudor. Cuando un tercero paga, la obligación
queda liberada. En consecuencia, el tercero sólo estará habilitado para recibir lo que
el deudor hubiera ganado.
2. Cuando un deudor hace un pago a un tercero, y el cumplimiento finalmente llega al
acreedor, esto se denomina pago a un tercero.
3. Cuando se hace un pago a un tercero pero no llega al acreedor, se habla de pago al
acreedor aparente. Es posible que se requiera una serie de detalles para que el
pago se considere válido:
- El deudor actúa de buena fe.
- Quien cobra está en la posición en la que debería estar el acreedor.

También podría gustarte