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El ser humano se ha sentido siempre fascinado por la perfecta adaptación que los

Cetáceos han desarrollado al medio acuático. En efecto, las ballenas y los delfines están
tan absolutamente adaptados al medio acuático que no pueden sobrevivir fuera de él. Y
tal vez por eso los humanos también se asombran cuando se dan cuenta de que los
ancestros más lejanos de los Cetáceos eran animales terrestres de cuatro patas. El
proceso evolutivo de transición de aquellos cuadrúpedos terrestres a esos leviatanes
acuáticos es uno de los más fascinantes que se han podido documentar. Voy a
explicártelo a continuación. (http://cronicasdefauna.blogspot.com/2019/05/de-la-tierra-

al-agua-el-origen-de-los.html)

Durante mucho tiempo los cetáceos eran considerados un orden propio en la taxonomía
pero conforme paso el tiempo diversas investigaciones y debates dieron lugar a que los
cetáceos se colocaran en el orden de los Artiodáctilos (el mismo orden donde se
encuentran las jirafas, bisontes, vacas y mamíferos ungulados cuyas extremidades
terminan en un número par de dedos). Esto quiere decir que ¿un delfín es lo mismo que
un ciervo? si y no. Los cetáceos eran considerados Artiodáctilos por una estrecha
evolución con los mesoníquidos (foto 1),un grupo de animales ungulados carnívoros
parecidos a lobos, dotados de pezuñas. Estos animales tenían dientes triangulares
semejantes a las de los cetáceos fósiles, por eso los científicos creyeron durante mucho
tiempo que las ballenas y delfines derivaban de este grupo.
Durante varios años se creía entonces que los cetáceos tenían una relación evolutiva con
respecto a los mesoníquidos pero a principios de la década de 1990, análisis
moleculares sobre una gran cantidad de proteínas y secuencias de ADN indicaron que
los cetáceos debían ser incluidos dentro del orden de los Artiodáctilos, siendo muy
cercanos filogenéticamente los hipopotámidos. Así pues, se propuso la creación del
clado de los cetartiodáctilos, que reúne tanto a los Artiodáctilos como a los cetáceos.
Pero debido a varios debates científicos de si esto era correcto o no, se llego a la
conclusión de redefinir el término de Artiodáctilos al que conocemos hoy en día.
Los artiodáctilos actuales (sin contar los taxones fósiles) incluyen alrededor de unas 235
especies de artiodáctilos terrestres repartidas en 10 familias, entre las que se destacan
los camellos, llamas, cerdos, vacas o toros, cabras, ovejas, hipopótamos, antílopes,
ciervos, jirafas, búfalos, jabalíes, etc. y alrededor de 88 especies de cetáceos o
artiodáctilos acuáticos en 12 familias, ejemplos son las ballenas, delfines, orcas,

cachalotes, marsopas, etc.


(MESONÍQUIDO)

ORIGEN
Ya sabemos la taxonomía de los cetáceos pero no hemos respondido la pregunta que
nos hicimos al principio ¿Cómo es que llegaron habitar los cetáceos un ecosistema
marino? La pregunta parece tramposa ya que podemos preguntarnos el ¿Por qué un
ambiente marino? La respuesta es más sencilla de lo que parece, puesto que el ambiente
marino es rico en nutrientes, brinda protección de los animales no acuatícos (inclusive
acuáticos si el animal en cuestión puede defenderse) inclusive en la actualidad varios
mamíferos siguen explorando y explotando el medio acuático para sobrevivir de una
forma más sencilla, algunos ejemplos de ellos son las nutrias, hipopótamos, castores,
ratas de agua, etc. Entonces la pregunta no es tanto el ¿Por qué el mar? Si no más bien
la pregunta real es ¿Cómo llegaron hacerlo?
El origen de los Cetáceo se puede encontrar en el actual subcontinente indio (Pakistán e
India), donde se localizan los primeros en el siglo XX, y corresponden a un intervalo de
tiempo bien definido: el periodo Eoceno, hace entre 55 millones de años y 37 millones
de años. Los primeros Cetáceos cuadrúpedos se agrupan bajo el nombre Arqueocetos.
Pero los primeros verdaderos cetáceos fósiles conocidos son los Pakicétidos (foto 2),
eran animales de un tamaño máximo de un lobo, con piernas y cola largas. Otro grupo
de Arqueocetos, que dio un paso adelante en la evolución cetácea hacia la vida acuática
fue la familia Ambulocetidae.

Los Ambulocétidos ya alcanzaban el tamaño de un cocodrilo, y son consideradas como


las más bésales de las «ballenas a acuáticas. Conservaban sus cuatro patas y los
sedimentos donde se encontraron indican que vivían en ambientes costeros someros,
como estuarios o bahías. El siguiente grupo es Remingtonocetidae. Su cuerpo es
alargado, con una cola larga, potente y aplanada que podría servirles como medio de
impulsión para nadar, si bien eran capaces de caminar en tierra con sus cuatro
extremidades, ya en un franco proceso de acortamiento.

Por ultimo Basilosaurus Este grupo constituye el más antiguo de Cetáceos


obligadamente acuáticos. En efecto: la transición hacia la vida acuática se ha
completado, se alimentan de pescado, no tienen ninguna relación con agua dulce, las
piernas se han atrofiado ya hasta hacerse infuncionales, mientras que las manos se han
transformado en aletas. El tamaño empieza a aumentar, pues Basilosaurus alcanza los
17 – 18 metros de longitud.

(Pakicetus.)
(https://www.masscience.com/2021/09/29/la-evolucion-de-los-cetaceos/)

La primera proto-ballena, Pakicetus, apoya estos estudios, pues no derivan directamente


de los Mesonychia, sino de los Artiodáctilos. Parecían perros con pezuñas y colas
gruesas y largas. Su relación con las ballenas se observa en la peculiar estructura de su
sistema auditivo, particular de los cetáceos actuales.

El Ambulocetus, descubrimiento reciente, era un animal que parecía un cocodrilo


mamífero de tres metros de largo, claramente anfibio (adaptado tanto a la vida marina
como a la terrestre) el cuál nadaba con ondulaciones verticales, como las focas, nutrias y
ballenas, pero todavía conservaban sus extremidades posteriores, que si bien estaban
mejor adaptadas para nadar, le permitían desplazarse en tierra firme. Sus conductos
nasales se encontraban en la punta del hocico, como en los mamíferos terrestres.

Los Protocetos hasta ahora conocidos conservaban extremidades largas (tanto anteriores
como posteriores) para sostener sus cuerpos en tierra, aunque estaban adaptados tanto
para esa vida, como para la marina. Sus aberturas nasales se encontraban a la mitad del
hocico.

El Basilosaurus, al principio fue confundido con un reptil (de ahí su nombre) y


el Dorudon eran cetáceos reconocibles que vivieron hace 38 millones de años. Vivían
enteramente en el océano y a pesar de la similitud con los cetáceos actuales, ni
los basilosáuridos o los dorudóntidos tenían el gran órgano graso conocido como
el melón, con lo que los cetáceos de hoy modulan los sonidos de la ecolocalización.
Tenían cerebros pequeños, eran solitarios y no tenían una compleja estructura
social. Los Basilosaurus tenían dos pequeñas pero bien formadas patas traseras,
probablemente utilizadas como ancla para el apareamiento, pero que no estaban
conectadas con la columna vertebral, como en los Protocetos.

Los Mysticeti modernos o ballenas verdaderas, son las ballenas que utilizan barbas para
filtrar la comida del agua, en vez de dientes y tienen dos orificios nasales (espiráculos)
en la parte superior del cráneo. Los cambios en la alimentación probablemente se
debieron a los cambios ambientales y físicos de los océanos, dando origen a las formas
arcaicas de cetáceos y evolucionando en lo que son actualmente. Miembros de éste
suborden: ballena boreal, rorcual, ballena jorobada, ballena gris, ballena pigmea y
ballenas francas.

Los Odontoceti poseen dentadura, un sólo espiráculo y una frente abultada, debido
al melón (órgano utilizado en la ecolocalización) Sus principales alimentos,
dependiendo de la especie son: calamares, pulpos, crustáceos, peces y a veces leones
marinos y aves acuáticas. Miembros de este suborden: delfines océanicos, orcas, delfín
de amazonas, baiji, delfin del Plata, delfin del Ganges y el Indo, marsopa, cachalote,
cachalotes enano y pigmeo, berardio, zifio, beluga y narval.
La primera proto-ballena, Pakicetus, apoya estos estudios, pues no derivan directamente
de los Mesonychia, sino de los Artiodáctilos. Parecían perros con pezuñas y colas
gruesas y largas. Su relación con las ballenas se observa en la peculiar estructura de su
sistema auditivo, particular de los cetáceos actuales.

El Ambulocetus, descubrimiento reciente, era un animal que parecía un cocodrilo


mamífero de tres metros de largo, claramente anfibio (adaptado tanto a la vida marina
como a la terrestre) el cuál nadaba con ondulaciones verticales, como las focas, nutrias y
ballenas, pero todavía conservaban sus extremidades posteriores, que si bien estaban
mejor adaptadas para nadar, le permitían desplazarse en tierra firme. Sus conductos
nasales se encontraban en la punta del hocico, como en los mamíferos terrestres.

Los Protocetos hasta ahora conocidos conservaban extremidades largas (tanto anteriores
como posteriores) para sostener sus cuerpos en tierra, aunque estaban adaptados tanto
para esa vida, como para la marina. Sus aberturas nasales se encontraban a la mitad del
hocico.

El Basilosaurus, al principio fue confundido con un reptil (de ahí su nombre) y el


Dorudon eran cetáceos reconocibles que vivieron hace 38 millones de años. Vivían
enteramente en el océano y a pesar de la similitud con los cetáceos actuales, ni los
basilosáuridos o los dorudóntidos tenían el gran órgano graso conocido como el melón,
con lo que los cetáceos de hoy modulan los sonidos de la ecolocalización. Tenían
cerebros pequeños, eran solitarios y no tenían una compleja estructura social. Los
Basilosaurus tenían dos pequeñas pero bien formadas patas traseras, probablemente
utilizadas como ancla para el apareamiento, pero que no estaban conectadas con la
columna vertebral, como en los Protocetos.

Los Mysticeti modernos o ballenas verdaderas, son las ballenas que utilizan barbas para
filtrar la comida del agua, en vez de dientes y tienen dos orificios nasales (espiráculos)
en la parte superior del cráneo. Los cambios en la alimentación probablemente se
debieron a los cambios ambientales y físicos de los océanos, dando origen a las formas
arcaicas de cetáceos y evolucionando en lo que son actualmente. Miembros de éste
suborden: ballena boreal, rorcual, ballena jorobada, ballena gris, ballena pigmea y
ballenas francas.

Los Odontoceti poseen dentadura, un solo espiráculo y una frente abultada, debido al
melón (órgano utilizado en la ecolocalización) Sus principales alimentos, dependiendo
de la especie son: calamares, pulpos, crustáceos, peces y a veces leones marinos y aves
acuáticas. Miembros de este suborden: delfines océanicos, orcas, delfín de amazonas,
baiji, delfin del Plata, delfin del Ganges y el Indo, marsopa, cachalote, cachalotes enano
y pigmeo, berardio, zifio, beluga y narval.
(https://blog.dolphindiscovery.com.mx/evolucion-cetaceos/)

(Ambulocetus.)
(Basilosaurio)

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