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LA SALUD
G R A D O E N
T R A B A J O S O C I A L
C U R S O 2 0 2 2 - 2 0 2 3
TEMA 1
LA SOCIOLOGÍA DE LA SALUD COMO DISCIPLINA
En definitiva, para la consecución del bienestar son necesarias las ciencias biomédicas y
las ciencias sociales. La compleja relación entre los factores sociales y la salud origina
un campo sustantivo de conocimiento: la sociología de la salud.
• ANTECEDENTES REMOTOS
• ANTECEDENTES INMEDIATOS: Estados Unidos década de los 30 y 40 siglo
XX (nuevos intereses científicos –Escuela de Chicago, Universidad de Yale- y
desarrollo de los Institutos Nacionales de Salud)
• INICIO ACTIVIDAD ACADÉMICA: Estados Unidos 1954
• DESARROLLO EN EE UU: década de los 60 espectacular incremento (ASA).
Causas: sistema sanitario, gasto sanitario, crecimiento de la enseñanza
universitaria y movimientos sociales
• DESARROLLO EN EUROPA: desde finales de los 60
• CAMBIO DE DENOMINACIÓN: de la Sociología de la Medicina a la Sociología
de la Salud
1.2. Orígenes y desarrollo de la Sociología de la Salud La Sociología de la Salud en
España
CONCEPCIONES MÉDICAS:
CONCEPCIÓN IDEAL:
Por
Grupo Editor
Aique.
Primera edición:
2000.
Capital Federal.
Este material
es de uso
exclusivamente
didáctico.
1
Capítulo 1
El proceso salud-enfermedad
1. ¿Qué es la salud?
Concepciones médicas
Las concepciones médicas de la salud surgen, desde el punto de vista de la medicina, como
actividad profesional; sin embargo, hay diferencias entre ellas según se ponga el énfasis en la salud
somático-fisiológica, en la psíquica o en la sanitaria.
6
experiencia subjetiva frente a la que el médico no puede aducir pruebas "objetivas" de salud -
como ausencia de gérmenes u otras causas patógenas- resultado de análisis y comprobaciones
clínicas. El ejemplo más obvio del subjetivismo de la concepción psíquica de la salud es el
caso del dolor. Aun siendo los tejidos musculares y nerviosos aparentemente semejantes y la
agresión patógena de la misma intensidad, la sensibilidad de -dos individuos puede ser muy
diversa, sin que puedan establecerse medidas científicas objetivas acerca de la diversa
intensidad del dolor que sufren dos pacientes.
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Concepciones sociales
Desde la perspectiva de las ciencias sociales, la concepción de salud también responde a diferentes
enfoques disciplinares, según se la conciba desde el derecho, la economía o la sociología, entre otras.
Un distinguido pensador francés, Alfred Sauvy,1 ha escrito: “…los objetivos económicos y ético y
no se concilian sino raramente (…) en los numerosos casos en que las vidas humanas están en
competencia con bienes materiales, se impone una elección…” y en su obra expone una serie de
dilemas éticos a partir de casos en que los que la vida humana está en conflicto con un objetivo
económico. Valdría la pena dedicarles algunas reflexiones.
Un organismo competente en el tema ha dicho en 1973 que no faltan los medios técnicos para
poder hacer menos perjudiciales a los combustibles o a sus humaredas; lo que sí pueden faltar son
los capitales necesarios para implantarlos.
La información señala el aumento que resultaría en los precios de los combustibles, pero no el
número de vidas human se salvarían de esa manera.
“Las dosis de irradiación que reciben los trabajadores en de las centrales nucleares deberán ser
reducidas se la conferencia Nuclear Europea el 23 de abril de 1915 enParís. Se trata de reducirlas
hasta una dosis que se juzgue que no implique gastos demasiado elevados...”
“¿Quién debe decidir y cómo, con un presupuesto limitado, si parte del mismo se aplica a
prolongar la vida de los pacientes seniles o a detectar las anomalías congénitas en los recién
nacidos?”
1
Sauvy, A. (1980). Costo y valor de la vida humana. Buenos Aires, Emecé. Sauvy es un pensador francés, autor de
importantes trabajos de filosofía y economía, entre ellos La economía del diablo, que produjo profunda impresión en Francia,
hasta el punto de que puede decirse que instaló en la agenda de discusión importantes problemas de hoy: la población, las
profesiones, los salarios, el pleno empleo, la desigualdad social.
En la mencionada obra, Sauvy sostiene que la economía de mercado ha hecho que la vida humana pueda ser considerada
como un bien cuyo costo aumenta o disminuye y que este costo puede, por lo tanto, calcularse matemáticamente. La
reducción del presupuesto de salud, por ejemplo, aumenta indudablemente la mortalidad. Se puede, incluso, llevar una
"contabilidad humana", en la que a menudo la hipocresía rivaliza con el cinismo.
8
Estos son sólo algunos de los infinitos dilemas éticos que pueden discutirse a partir de una
concepción económica de la vida humana.
• Según la concepción cultural, la salud como estado de aptitud para el desempeño de roles
sociales se define tan variadamente como numerosos son los roles en la sociedad. Si tomamos
como ejemplo el rol laboral, que puede desglosarse en multitud de puestos de trabajo, veremos
que una misma situación afectará diferencialmente a dos sujetos, según el rol que
desempeñen. Por ejemplo, la inmovilización de una extremidad inferior implica falta de salud
para el desempeño del rol de un trabajador de la construcción, mientras que no invalida al
directivo o al técnico en el desempeño de funciones que no requieren desplazamientos.
La definición cultural de la salud según el estado de desarrollo del país de que se trate y
según cuales sean los roles sociales que la persona deba cubrir, lleva a enunciar lo que se ha
denominado "relatividad cultural de la salud y la enfermedad". Ello quiere decir que cada
grupo social, sea tan extenso como una nación o tan reducido como un grupo familiar,
poseerá' una definición peculiar de salud establecida de acuerdo con lo que se considera
"normal" en dicho grupo y que esta definición influye activamente en la forma de sentirse
sano o enfermo de las personas pertenecientes a él.
La sola reflexión acerca de la diversidad regional que tiene nuestro país nos permite
suponer múltiples situaciones que reflejan la relatividad cultural de la salud y la enfermedad
existente.
Supone un estado de salud no alcanzable por el ser humano en su realidad diaria. Responde a la
definición teórica de una situación deseable en salud. Sin embargo tiene importancia, pues esas
concepciones son guías inspiradoras de los actos cotidianos, aunque se sepa que nunca se alcanzarán
plenamente dichos objetivos.
La concepción de salud ideal más conocida es la definición de la Organización Mundial de la
Salud (1964), como “estado de bienestar físico, mental y social completo y no meramente la ausencia
de enfermedad”. Esta definición es a todas luces ideal, pues dicho estado de salud es imposible de
alcanzar para toda una población; de todos modos, es una definición útil, pues sirve de guía para las
actividades sanitarias que versan siempre sobre estados parciales de salud física, psíquica o social. Sin
embargo, si bien esta definición ha sido un avance, el cambio es todavía insuficiente.
En realidad, la salud no puede ser considerada como un “estado”, como tampoco lo es la
“enfermedad”. Ambas son parte de un proceso multidimensional, un proceso que podría llamarse de
bienestar psicosocial. El individuo, a lo largo de su vida, se desplaza sobre un eje salud-enfermedad (y
muerte), acercándose ya a uno y a otro de sus extremos, según se retuerza o se rompe el equilibrio
entre factores que están permanentemente interactuando: estos factores son físicos, biológicos,
psicológicos, sociales, culturales y ambientales.
Es evidente que de la concepción de salud ideal conviene pasar a considerar niveles aceptables o
inaceptables, que estarán condicionados por la situación global de cada sociedad.
Se podría entonces conceptual izar la salud como "la posibilidad que tiene una persona de gozar de
una armonía bio-psico-social al interrelacionarse dinámicamente con el medio en el que vive".
Esta definición implica, por un lado, considerar al hombre como unidad y, por el otro, significa no
concebir la salud como estado inalterable ni como mera adaptación al medio. Supone reconocer que el
hombre vive en constante interacción con el medio ambiente físico-biológico y sociocultural,
recibiendo influencias tanto favorables como desfavorables, y que en esta interacción se configura el
nivel de salud. No es, pues, lo conflictivo lo que define lo patológico sino la imposibilidad de
resolverlo en cualquiera de las áreas "física" “psíquica” o social". Esto es lo que genera la idea de
enfermedad.
Así, el hombre tendrá salud en la medida en que pueda resolver los conflictos que se le plantean,
lo cual implica, fundamentalmente, considerarlo como ser activo que participa en el logro de su salud.
Individuo como unidad Ambiente físico-biológico Y SALUD bio-psico-social ---sociocultural
9
Podría decirse, entonces, que un individuo se considera sano cuando:
• no presenta signos de enfermedad ni padece una enfermedad inaparente que podría
curarse;
• padeciendo una enfermedad incurable, ésta puede ser controlada sin que se acorte su
vida ni disminuya su actividad;
• aun teniendo una notoria incapacidad, esté acostumbrado/a a vivir con la enfermedad y
esté integrado/a en su medio social;
• luche contra las dificultades ambientales sin dejarse dominar por la melancolía, la
angustia o la desesperación;
• no viva con la preocupación obsesiva de la enfermedad y la muerte.
La salud así entendida se asocia con la vida, con la capacidad de vivir con el menor sufrimiento
posible y de luchar para reproducir la vida; tanto satisfactoriamente para el individuo como para los
conjuntos sociales.
Para acercarse a la idea de salud o de enfermedad en una población, se puede- partir, como hemos
visto, de diversas definiciones y de diferentes niveles de abstracción acerca de ellas. Sin embargo,
sabemos que estas conceptualizaciones de los profesionales de la salud coinciden sólo en parte con las
de la población.
La representación acerca del estado de salud ideal no es independiente de otros componentes de la
concepción del mundo sostenida por las personas. Así, las representaciones sobre este tema cubren un
espectro que abarca desde una concepción "organicista", en la que el estado de salud ideal incluye sólo
la dimensión del cuerpo y su buen funcionamiento, desgajado de la unidad psicofísica, hasta un
modelo que podríamos llamar "mentalista", en el que el estado de ánimo es la medida de la valoración
del buen o mal estado de salud. La atención al sí mismo y al equilibrio interior son factores relevantes
para los sujetos que definen de este modo el estado de salud ideal.
Entre estos dos polos figura el reconocimiento de la integración cuerpo-mente como estado de
salud ideal.
2
Kornblit, A. (1996). Culturas juveniles. Instituto de Investigaciones Gino Germani/Oficina de Publicaciones CBC,
Universidad de Buenos Aires. En esta obra se analizan aspectos referidos a jóvenes entre 15 y 19 años, de clase media, que
viven en distintos centros urbanos del país -Ciudad de Buenos Aires, un partido del Gran Buenos Aires, Bariloche y
Neuquén- en relación específicamente con cuestiones de trabajo y salud, por ser "...dos ejes capitales, en torno a los cuales se
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Otra dimensión del estado de salud ideal se refiere a la ausencia de síntomas o de enfermedades,
criterio de definición de la salud denominado "negativo", no en el sentido valorativo sino en término
de cómo se construye la definición. Por el otro lado, cabe que el concepto se construya de modo
"positivo", teniendo en cuenta la realización de conductas saludables. En este último caso, el estado de
salud ideal se define por la búsqueda activa de estados saludables, como alimentarse bien, realizar
deportes, cuidarse en general y, al mismo tiempo, evitar conductas riesgosas para la salud, como
fumar, beber en exceso, consumir drogas, etcétera.
Del estudio mencionado surgió que:
Puede concluirse, pues, que existe entre buena parte de los jóvenes una conciencia de la necesidad
de adoptar una posición activa en relación con el logro de un buen estado de salud, aunque es
importante destacar que esto ocurre particularmente en las mujeres y no tanto en los varones.
En otra Investigación realizada con familias de la Ciudad de Buenos Aires3, se observó que éstas
conceptualizaban la salud refiriéndose a diversos aspectos de la vida cotidiana tales como
alimentación, hábitos de vida, consulta al sistema médico, práctica de gimnasia y deportes, bienestar
intrapsíquico e interpersonal, abrigo, higiene, vida al aire libre y prácticas religiosas. Cabe destacar
que, según el nivel socioecon6mico al que pertenecían, cada uno de estos aspectos fueron connotados
de modo diverso.
Las autoras del estudio mencionado describen de este modo las concepciones de salud que
sostienen las familias según loS estratos sociales a los que pertenecen.
han verificado en las últimas décadas cambios sustanciales en cuanto a las valoraciones y a las representaciones sociales que
de estos temas tienen los jóvenes".
3
Prece, G., Necchi, S., Schufer, M., Adamo M. (1988). "La salud: una tarea cotidiana". Tercer Seminario-Taller de
Investigación en Ciencias Sociales y Salud. Secretaría de Ciencia y Técnica, Ministerio de Educación y Justicia.
Investigación realizada con entrevistas en profundidad a familias residentes en la Ciudad de Buenos Aires de distintos
estratos socioeconómicos: alto y medio alto (profesionales, ejecutivos, empresarios), medio y medio bajo (pequeños
comerciantes, "cuenta propistas, empleados en relación de dependencia), y bajo (trabajadores manuales estables e inestables).
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AVANCES EN SOCIOLOGÍA DE LA SALUD
Reis
5.V91 p p . 7-15
JESÚS M. DE MIGUEL
¿Pero quién lee ahora a Gregorio Marañón? Y, sin embargo, sin leer-
le es difícil entender el desarrollo de la Sociología de la Salud, o de la
medicina humanista en nuestro país. Deja una pléyade de discípulos que
representan bien la especie mitológica de centauro sociólogo-médico:
como Laín Entralgo (el Sigerist español), y capo de una preclara escuela
de historiadores médicos que se dedican —a menudo sin saberlo— a la
Sociología de la Salud. Son pensadores tan originales e interesantes como
José M. López Pinero, Luis García Ballester, Diego Gracia, Pedro
Marcet, Vallejo Nájera, etcétera. El panorama se completa desde la dere-
cha a la izquierda por pensadores tan interesantes y criticados como Juan
J. López Ibor (quien con poco ojo clínico predice en los años cuarenta la
agonía del psicoanálisis), pasando por Juan Rof Carballo, hasta Carlos
Castilla del Pino. No representan un nivel de innovación internacional,
pero sí una adecuación del pensamiento extranjero, traducido al caste-
llano.
Un género diferente es el de los médicos exilados (voluntariamente o
no) y cuya historia social se inicia con la postguerra civil. Son los Emilio
Mira López, Ángel Garma, Marcelino Pascua o Félix Martí Ibáñez. Todos
ellos hacen fortuna —intelectual— en el extranjero, y tienden a influen-
ciar con distinta suerte en algunos pensadores españoles más jóvenes.
Entre los más modernos, y radicales (como a él mismo le gustaría pare-
cer), está Vicente Navarro, en la Escuela de Salud Pública de Johns
Hopkins, en Baltimore. También hay sociólogos de talla «exilados», como
Antonio Ugalde, en la Universidad de Texas, Austin.
Los avances actuales de la Sociología de la Salud se basan, pues, en las
viejas instituciones e innovaciones. Hay que señalar fundamentalmente
los pasos previos del Instituto de Reformas Sociales, donde realizaron
estudios pre-sociológicos-de-la-salud algunos de los/as krausistas (quie-
nes fueron los verdaderos padres/madres de la Sociología española). El
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AVANCES EN SOCIOLOGÍA DE LA SALUD
sobre salud, enfermedad y sector sanitario. Aparecen por esos años los
primeros manuales autóctonos de Sociología de la Medicina y, en 1980,
de Antropología de la Medicina. Las relaciones entre sociología y an-
tropología en el área de la salud son cada vez más estrechas, como
se demuestra en publicaciones, congresos, asociaciones y programas de
doctorado. De especial interés es el grupo de Tarragona, con Josep
M. Comelles, Joan J. Pujadas, Oriol Romaní, Joan Prats, Dolors Comas,
etcétera.
En mayo de 1981 se reúne en Barcelona la «Sección de Sociología de
la Medicina» dentro de las Primeras Jornadas de la Asociación Catalana de
Sociología, con seis sesiones y más de 30 ponencias. En febrero de 1983 se
organiza el primer Congreso de Sociología de la Medicina y de la Salud,
en Bilbao; y en junio de 1984 el segundo, en Madrid, en el Museo Nacio-
nal de Etnología. En los tres primeros congresos nacionales de Sociología
(Zaragoza, Santander y San Sebastián) la participación de la Sociología de
la Salud es masiva, convirtiéndose en la especialidad más numerosa y
organizada. Se institucionaliza, además, el Comité Científico de la Sociología
de la Salud, dentro de la Federación de Asociaciones de Sociología del
Estado Español (FASEE, actualmente FES), como iniciativa del Grupo
de Sociología de la Medicina, liderado actualmente por Ignasi Pons (uno
de los especialistas más imaginativos en sociología de la salud mental),
suponiendo un paso más en el avance de la Sociología de la Salud en
nuestro país.
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JESÚS M. DE MIGUEL
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AVANCES EN SOCIOLOGÍA DE í.A SALUD
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ESTUDIOS
Artículos y ensayos de reflexión
Resumen Abstract
Las ciencias sociales y las de la salud desde sus oríge- Social and Health Sciences have always been doing
nes han tenido una fuerte relación que ha permitido related work. Usually the analysis and intervention on
configurar líneas de trabajo hasta la actualidad. La human health phenomena have been addressed from
comprensión e intervención de los fenómenos de la the dualistic (health/disease) or inclusive perspectives.
salud se han abordado desde dos perspectivas básicas, Historically health sciences and its scientific develop-
una dualista (salud/enfermedad) y otra integradora. ment were separated from the social sciences, but in
Si bien la realidad histórica de las ciencias de la salud the twentieth century this two disciplines joined forces
en su desarrollo científico se desvinculó de las ciencias again working to complement each other.
sociales y su referente más cercano, las ciencias natu-
rales; en el siglo XX éstas se reunieron nuevamente en
una interacción que establece una comprensión más
adecuada de la salud.
Palabras Claves: Salud Pública, Ciencias Sociales, Key Words: Public Health, Social Sciences, Research.
Investigación.
1 Sociólogo. Mg. en Lingüística. Docente de Psicología y Salud Pública Universidad de Antioquia. Miembro del Grupo de Investigación de Salud
Mental de la Facultad Nacional de Salud Púbica de la Universidad de Antioquia.Correo electrónico: jve12@yahoo.com.mx
Vol. 2. No.4. Julio -Diciembre de 2010
Universidad de Antioquia
la medicina moderna, centrada en los campos Además, Hayward citando al Doctor Ryle, sos-
de la fisiología, bioquímica, microbiología, tiene que la medicina social significa ir hasta las
entre otros, sosteniendo que las bases de estos fuentes de las causas esenciales de las enferme-
conocimientos positivos daban respuestas más dades como desnutrición, debilidad, trastornos
oportunas al dualismo de salud / enfermedad; mentales y otras alteraciones funcionales, en
la segunda, corresponde a la salud colectiva las cuales no hay señales claras de enfermedad
concebida desde las bases sociales y desde los orgánica. Al mismo tiempo cita a Mr. Baverid-
diferenciales y determinantes ante la vida, la ge en su obra Las bases de la seguridad social
enfermedad y la muerte. (1943), en la cual se dice que la lucha contra
la pobreza, mejor educación, seguridad de
La primera vía, que es el de la medicina clá- empleo y estabilidad económica indican una
sica, se ubica de manera hegemónica como un mentalidad sanitaria que busca la abolición de
campo verdaderamente científico de la salud; la enfermedad (Hayward, 1993).
pero se vio cuestionado a finales del siglo XIX,
y se intensificó con fuerza solamente en el siglo Otro elemento aportado por Ryle, y citado por
XX con la consolidación de la medicina contem- Hayward, se refiere al hecho de que las ciencias
poránea, donde se puede observar de nuevo la y la técnica han llegado a dominar a la medici-
relación salud y ciencias sociales, aspectos que na, excluyendo a la ciencia más importante de
son ampliamente expuestos por autores como todas –la ciencia del conocimiento del hombre- y
Hayward (1993), Lolas Stepke (1992), Gyarmati a la técnica más importante de todas –la técnica
de la comprensión-. En esta medida, Hayward
(1992), Vicens (1995), que han propuesto la idea
(1993) postula que los médicos son los profe-
de que la noción de salud señala un equilibrio
sionales que mejor conocen los diversos desór-
relativo entre la estructura social y la función
denes funcionales y las enfermedades orgánicas
corporal, que es consecuencia de la tensión
que tienen su origen en las deficiencias sociales,
dinámica del organismo ante las fuerzas que
y cuyas causas no les ha sido posible corregir,
tienden a destruirlo. Desde esta postura, se
porque su formación en las facultades ha estado
considera que la salud, como objeto y razón 49
dirigida al tratamiento de las enfermedades
de la práctica de la medicina, requiere de la
cuando éstas ya han sido declaradas, más bien
comprensión de su significado biológico y su
que evitar que sigan brotando de las fuentes
trascendencia funcional. Estos aspectos son
situadas fuera del alcance de los servicios de
expuestos por Moreno Altamirano (2007), cuan-
salubridad pública.
do sostiene que en la Europa de la modernidad
incipiente del siglo XIX, médicos como Johann En estas condiciones, diversas publicaciones
Peter Frank y Rudolph Virchow centraron su han dado cuenta de las ventajas que supone
atención en la situación sociopolítica y en las incorporar los aportes de las ciencias sociales
condiciones de trabajo y de vida como factores al estudio de los fenómenos de la salud y la
etiológicos de la enfermedad. Privilegiaban lo enfermedad, así como de las dificultades que
social como el factor más importante, dado este proceso de integración ha presentado. Esto
que éste explica a su vez la aparición de otros se aprecia en Lolas Stepke, que sostiene que en
agentes participantes como desnutrición, insa- Latinoamérica se presenta un amplio labora-
lubridad, contaminación, entre otros. torio de ciencias sociales en la cual es posible
Universidad de Antioquia
antropología, la administración, la psicología social y otras. Todo lo contrario, es-
tas diversas disciplinas han realizado aportes importantes al campo de la salud. Lo
que implica una invitación a realizar un ejercicio respecto a cada una de esas
disciplinas, con el fin último de permitir la calidad en la formación del profesional
de las ciencias sociales en salud.
Para identificar los contenidos prioritarios de las ciencias sociales que deben incor-
porarse en el ejercicio profesional de la salud, es necesario especificar con claridad
los alcances y límites de este saber científico, pues en él se incluye la medicina,
enfermería, odontología, nutrición y dietética, salud pública, entre otros. Actual-
mente, los campos diferentes a la salud pública son centrados en el dualismo salud /
enfermedad, que establece sus intervenciones en el hecho de reportar la patología y
la búsqueda de restablecimiento de la salud en el individuo. En algunos casos trabaja
con la prevención de la enfermedad estableciendo factores de riesgo y generando
factores protectores en poblaciones, y en raras ocasiones presenta programas de
promoción de la salud que permitan mirar más allá del dualismo salud / enferme-
dad. Aquí se puede observar que no existe un desconocimiento de que las causas
de la enfermedad están en relación del sujeto y los entornos sociales donde él las
vivencia, pero sí de una forma de abordar estos fenómenos de manera sesgada que
impide de manera eficiente y eficaz su intervención. Por tanto, se hace prioritario
que en la formación de los diferentes profesionales de la salud, se incluyan aspectos
relacionados con las ciencias sociales, permitiendo que la comprensión de su campo
de acción pueda trascender el dualismo salud/ enfermedad.
Pero, además en el área de la salud pública, es necesario tener claros los objetivos
centrales de este campo de acción profesional. Primero, en el nivel más general, y
siguiendo las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 51
1974), el primer objetivo debe ser formar especialistas en salud pública críticos.
Como lo sostiene Castro, no se trata de formar a un especialista en ciencias sociales
con enfoque médico, sino a un especialista en salud pública pero con capacidad
crítica para aprovechar al máximo los aportes de la sociología y de otras discipli-
nas sociales (Castro, 1992). En segundo lugar, es necesario contar con un marco
conceptual de referencia que especifique lo que se entiende por salud pública,
así como las áreas que la componen. Ello permite, por una parte, identificar los
campos donde cabe esperar aportes concretos de las ciencias sociales con un en-
foque en salud; y por otra, evaluar la enseñanza en función de esas expectativas.
En este sentido, Frenk y colaboradores, citado por Castro, (1992) han desarrollado
un modelo que propone que el objeto de análisis de la salud pública debe incluir
tanto las condiciones de la salud y la enfermedad (frecuencia, distribución), como
las respuestas sociales que se ofrecen a las mismas (desarrollo y distribución de
los recursos para la salud, calidad, efectividad).
Universidad de Antioquia
vas de la ciudad, como modelo pedagógico para la educación en salud, que busca
capacitar a los alumnos y a los agentes educativos en el concepto y práctica de
salud integral, la cual debe contemplar no sólo el aspecto físico sino también el
social, familiar y escolar en pro de adquirir estilos de vida saludables, y por ende,
modificar aquellos hábitos que desfavorecen la salud desde las dimensiones que
esta contempla (Secretaría de Salud de Medellín, 2008).
Los aspectos señalados sobre el trabajo y los estilos de vida, son un ejemplo del
nivel desarrollado dentro del campo de la salud, donde la discusión original sobre
la pertinencia de utilizar los aportes de las ciencias sociales en el estudio de las
necesidades de salud ha sido trascendida con amplitud: hoy la discusión se refiere
a las formas específicas en que los factores psicológicos y sociales influyen en la
determinación de los fenómenos de salud (Castro, 1992).
Este aspecto se presentó a mediados del siglo XX, donde tuvo auge el enfoque
histórico social, según el cual, la génesis de los perfiles diferenciales de la salud
y la enfermedad se explican de acuerdo con el contexto histórico, el modo de
producción y las clases sociales. Indiscutiblemente, en casi todos esos conceptos
se ha reconocido que la enfermedad es un fenómeno complejo que va más allá de
su dimensión biológica; es decir, que deriva de un conjunto articulado de procesos
culturales, prácticas individuales en los hábitos y los quehaceres políticos, cuyo
sentido conlleva una carga de connotaciones sociales (Moreno Altamirano, 2007).
Por último, los conceptos generados en las ciencias sociales en ocasiones pueden
ser problemáticos, con consecuencias directas en la formación de un profesional
en salud. Por tanto, si se adopta una postura teórica del consenso, que concibe a la
sociedad como un sistema en equilibrio, que determina la conducta de los individuos
a través de normas y valores, se tenderá a comprender una ciencia social más bien
acrítica, en la que la conducta de los médicos, del personal de salud y del público
en general, se concibe como un problema de actitudes y de conformidad con las
54 normas (Castro, 1992). Si por el contrario, se adopta una postura teórica que en-
fatiza el conflicto y la diversidad de intereses de los miembros de la sociedad, la
dominación que unos grupos ejercen sobre otros, así como el carácter histórico de
los fenómenos sociales, se tenderá a comprender las ciencias sociales como proble-
máticas o incoherentes con los fenómenos de salud. Así, la conducta del personal
de salud, y la distribución de la salud y la enfermedad, se explicarán en función
de las determinaciones de clase y del carácter socio-económico de la sociedad
de que se trate, como lo mostró la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas
de Medicina en 1975, aspecto que señala Castro (1992). Para formar especialistas
en salud con capacidad crítica, se requiere incluir esta variedad de perspectivas
teórico metodológicas, así como un análisis de sus alcances y limitaciones. En esta
revisión debe mostrarse que existen diferentes niveles de análisis de la realidad:
tanto aquellos que enfatizan la determinación estructural de los hechos sociales,
como los que enfatizan el carácter interpretativo de la acción social.
Universidad de Antioquia
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Editorial Universitaria S. pp. 173 – 183.
Ensayo / Essay
Gunther Balarezo-López
Recibido 20 mayo 2014 / Enviado para modificación 23 junio 2015 / Aceptado 12 octubre 2017
RESUMEN
Se hizo una revisión de la literatura publicada sobre el origen de la sociología médica GB: Sociólogo. M. Sc. Salud Pública, Docente.
y su campo de acción. Para ello, se analizaron diversas publicaciones y se resumieron Escuela de Medicina, Universidad Peruana de
Ciencias Aplicadas. Lima, Perú.
los aspectos más relevantes. A pesar de que la enfermedad siempre ha estado ligada gunther.balarezo@upc.edu.pe
a aspectos socioculturales, recién a mediados del siglo XX, la medicina reconoce la
importancia de la sociología en la explicación de temas relacionados a la salud, espe-
cialmente para explicar los determinantes sociales de la salud. En la actualidad, los
sociólogos trabajan de manera multidisciplinaria con médicos para investigar y analizar
cuestiones concernientes a la salud de las personas, para mejorar el bienestar y la
calidad de vida de la población. En este sentido, el aporte de la sociología no solo ha
enriquecido la comprensión de algunas enfermedades, sino también diferentes aspec-
tos en el quehacer de la medicina.
ABSTRACT
A review of the published literature on the origin of medical sociology and its field of action
was made. For this, several publications were analyzed and the most relevant aspects
were summarized. Although the concept of disease has always been linked to sociocul-
tural aspects, only until the mid-twentieth century, Medicine recognized the importance
of sociology to explain health-related issues, especially the social determinants of health.
Currently, sociologists work in a multidisciplinary way with doctors to investigate and
analyze issues concerning the health of people, to improve the welfare and quality of life
of the population. In this sense, the contribution of Sociology has not only enriched the
understanding of some diseases, but also different aspects of the work of Medicine.
Key Words: Medical sociology; social determinants of health (source: MeSH, NLM).
L
a naturaleza de la sociedad fue uno de los más importantes temas de reflexión
para los grandes pensadores de la antigüedad. Así se tiene que el filósofo chino
Confucio (551-479 a.C.), los filósofos griegos Platón (427-347 a.C.) y Aristóteles
(384-322 a.C.), el filósofo y teólogo medieval Santo Tomás de Aquino (1225-1274), el
filósofo árabe Ibn Jaldún (1332-1406) y el político francés Montesquieu (1689-1755),
dedicaron gran parte de sus reflexiones al tema de la sociedad (1).
Posteriormente, a mediados del siglo XIX surge una disciplina científica que estudia
la sociedad. Aparece como consecuencia de la gran crisis de carácter internacional que
fue la Revolución Francesa de 1789 y de la fuerte influencia del pensamiento “socialis-
ta” de Saint Simón (uno de los tres clásicos representantes del “socialismo utópico” con
Fourier y Owen) así como de la capacidad creadora de Augusto Comte para interpretar
el anhelo colectivo que pugnaba por el advenimiento de un nuevo estado social (2).
En tal sentido, el término sociología, fue acuñado por primera vez por el ensayista
francés Emmanuel Joseph Sieyès (1748-1836), del latín Socius (compañero) y el sufi-
DOI: https://doi.org/10.15446/rsap.V20n2.46430
265
REVISTA DE SALUD PÚBLICA · Volumen 20 (2), abril 2018
jo logía (el estudio de), del griego λόγος, lógos (conoci- mente será la medicina ocupacional, estaban indicando la
miento). El término fue independientemente reinventado estrecha relación entre organización económica y condi-
e introducido por Augusto Comte en su Filosofía Posi- ciones de salud (4).
tiva (1842), quien al inicio había tratado de adjudicarle El médico William Petty sostenía en el siglo XVII que
el calificativo de Física Social, pero por aquella época el la estructura demográfica, los factores sociales, económi-
sabio belga Adolfo Quetelet, había empezado a publicar cos y culturales estaban en estrecha correspondencia his-
bajo este rubro algunos trabajos de investigación aplican- tórica con la situación de salud. Esto significaba que, en la
do la estadística a los hechos sociales. Por este motivo, sociedad inglesa se percibía de manera clara y conflictiva
Comte en la búsqueda de un nuevo nombre le puso el la relación entre problemas sociales y los de la salud; bas-
de Sociología. Esta palabra es un neologismo, porque es taba revisar las novelas de Charles Dickens y la manera
una combinación del latín y griego y sus dos componentes como se mostraba la explotación laboral de mujeres y ni-
expresan el objetivo de la nueva ciencia: Socios, que hace ños en la temprana era industrial inglesa (5).
referencia a la sociedad y logia que significa estudio en un En el siglo XIX, la enfermedad se desarrollaba por las
nivel elevado; por lo que etimológicamente sociología es condiciones sociales y por factores del ambiente físico.
el estudio de la sociedad en un nivel muy alto de genera- Los estudios epidemiológicos desarrollados en el marco
lización o abstracción (2,3). del movimiento de la medicina social, trataron precisa-
Por otro lado, se menciona que la palabra Sociología mente el problema de las relaciones entre las enfermeda-
fue inventada por el norteamericano Robert S. Hamilton, des y los factores sociales. Es a propósito de estos trabajos
quien en su libro Estado Presente de la Filosofía Social que se ha habla por primera vez de Sociología Médica. Sin
cuenta que en 1855 consultó a un amigo sobre la pro- embargo, la participación del sociólogo había sido en ellos
piedad y necesidad de acuñar un nuevo término para ex- como auxiliar; al parecer jugó un papel más importante
presar el conjunto de ideas implicadas en el estudio de por su competencia en materia de investigación que por
la sociedad, sugiriendo socialítica, socialística y sociolo- la introducción de una problemática original o de herra-
gía; el amigo no encontró aceptable ninguna de las tres, mientas conceptuales nuevas (6,7).
y el autor resolvió bajo su propia responsabilidad adoptar En 1848, Rudolf Virchow postula en Alemania la
Sociología. Poco más tarde, halla que este término había naturaleza del proceso salud-enfermedad como base
sido utilizado como título de una obra de George Fitzhu- conceptual para la elaboración de una política de salud
gh Sociología Para el Sur (1854); asimismo, este térmi- para su época. Especialmente con su activismo político
no también se había incluido en la octava edición de la en los movimientos de reforma que culminan en las re-
Enciclopedia Británica (1852) bajo el título de Comunis- voluciones de ese mismo año, Virchow inicia una serie
mo. Según Hamilton, este hecho demostró «como diferen- de investigaciones influyentes referentes a los efectos
tes cerebros, sin concertarse de antemano, pero movidos por de las condiciones sociales en la enfermedad y en la
las mismas necesidades, actuando ampliamente en la misma mortalidad. Además, presenta observaciones patológi-
época del mundo, son llevados con frecuencia a los mismos cas y datos estadísticos, y discute que la solución a es-
descubrimientos o invenciones, sea de pensamiento o de pa- tos problemas requiere un cambio social fundamental.
labras…..»(2). Virchow define el nuevo campo de la medicina social
Pero ¿qué diferenciaba a la sociología de todas aquellas como “ciencia social” (4,8).
reflexiones anteriores? Antes del nacimiento de la socio- Años después, otros trabajos identificaron la importan-
logía, los filósofos y los teólogos se limitaban a describir o cia de los factores sociales, económicos y políticos relacio-
imaginar cómo debía ser la sociedad, pero ninguno inten- nados al tema de salud. Tales es el caso de Federico Engles
tó analizarla tal como era realmente. Para conseguir este (1894) sobre las condiciones de la clase obrera en Ingla-
objetivo, debía aplicarse el método científico al estudio terra y del sociólogo francés Emile Durkheim (1897) con
de la sociedad, que tantos resultados había dado en otras su obra El Suicido. Otros trabajos sobre la relación entre
disciplinas (1). la medicina y la sociedad fueron el de la primera mujer
licenciada en medicina en los Estados Unidos Elizabeth
Origen de la sociología médica Blackwell «“Ensayos sobre sociología médica” en 1902, y el de
En la antigüedad, Hipócrates y Galeno, y después Para- James Warbasse “Sociología médica: una serie de observacio-
celso, desarrollaron claras recomendaciones y criterios de nes que conciernen a la sociología de la salud y las relaciones
observación que alertaban acerca del peso de los factores de la medicina con la sociedad» en 1909. Sin embargo, estas
sociales sobre la salud de la población. Cuando Paracelso publicaciones eran fruto del trabajo de personas más pre-
y luego Ramazzini sientan las bases de lo que posterior- ocupadas por la medicina que por la sociología (6,9,10).
266
Balarezo – Sociología médica
Al parecer, quien utilizó por primera vez el término gida más a problemas prácticos que al desarrollo teórico
“Sociología Médica” fue el médico norteamericano Char- en sí. Sin embargo, esto se modificó con la publicación en
les McIntire en 1893, en una conferencia en la Academia 1951 de El Sistema Social de Talcott Parsons, en la cual se
de Medicina en Milwauke (Estados Unidos) titulada The hace alusión a la práctica médica moderna y se acuñan los
importance of the study of medical sociology. A pesar de conceptos de rol del enfermo y el rol del médico. Para Par-
su juventud, esta disciplina había sufrido un crecimiento sons, un buen estado de salud es un prerrequisito funcio-
intelectual impresionante. En diferentes puntos académi- nal para que tanto un individuo como la sociedad puedan
cos de los Estados Unidos se comienza a abordar la in- funcionar adecuadamente (1,10,11,15,18).
vestigación sobre los factores socio-culturales en la salud. Posteriormente Robert Strauss en 1957 (7,9,12,15,19)
Algunas obras que se escribieron en los inicios de esta plantea que la sociología médica se divide en dos co-
disciplina son textos de consulta en la actualidad, entre rrientes separadas, pero a la vez interrelacionadas por
ellos están el informe Flexner sobre Medical Education in áreas, siendo estas:
the United States and Canada (1910); la historia de la me- a. Sociología en la medicina – también llamada sociología
dicina de Fielding Hudson Garrison (1929); Social Fac- de la salud. El sociólogo colabora directamente con el
tors in Medical Progress de Bernard Stern (1927); Médico médico y otros profesionales de la salud en el estudio
y el Paciente como Sistema Social Lawrence Henderson de los factores sociales que son relevantes a un des-
(1935); el análisis de la longevidad por Louis I. Dublin orden de la salud en particular y estudia las causas y
y Alfred J. Lotka (1936); el libro de Edgar Sydenstricker consecuencias de la salud y la enfermedad. El trabajo
sobre Health and Environment (1933) y Robert E. Lee del sociólogo es la aplicación directa en el cuidado del
Faris y H. Warren Dunham sobre la esquizofrenia (1939). paciente o en resolver problemas de la salud pública y
Pero el interés concreto por el estudio de los factores so- analiza la etiología o causas de los desórdenes en salud,
cio-culturales en la salud humana se desarrolla a partir de teniendo en cuenta que dichos desórdenes están rela-
1930 en varios lugares a la vez de los Estados Unidos: en cionados a variables sociales como: edad, sexo, status
Nueva York con los proyectos de sociología de la educa- socio-económico, raza, grupo étnico, educación y ocu-
ción médica y en la Universidad de Yale con los estudios pación. Se caracteriza por la investigación y el análisis
epidemiológicos y antropológicos aplicados a la comuni- primeramente motivado por un problema médico más
dad de New Haven. Después de la década de los 50, las que por un problema sociológico. Asimismo recoge las
publicaciones sobre sociología médica se hacen cada vez perspectivas sociológicas, las teorías y los métodos y
más conocidas y de interés en el análisis de la salud. Así los aplica al estudio de la salud y la práctica médica.
se tiene a Robert Strauss, The Nature and Status of Me- Los sociólogos en la medicina realizan trabajos aplica-
dical Sociology (1957); Henry E. Sigerist, Sigerist On the dos en los cuales el conocimiento sociológico y los mé-
Sociology of Medicine (1960); David Mechanic, Medical todos de investigación se usan para proveer de infor-
Sociology (1968); Rodney M. Coe, Sociology of Medicine mación útil a los profesionales de la salud para mejorar
(1970); E. Gartly Jaco, Patients, Physicians, and Illness la atención médica; a las organizaciones de la salud
(1972); Howard H. Freeman, Sol Levine y Leo G. Reeder, para ofrecer servicios más efectivos; y a los organismos
Handbook of Medical Sociology (1979) (1,10-17). de planificación y decisión para desarrollar programas
La sociología médica en sí, surge en los Estados Uni- y políticas tendientes a mejorar las condiciones de la
dos después de la segunda guerra mundial, cuando se salud en la sociedad.
consigue una importante financiación de dicho gobierno b. Sociología de la medicina - se refiere a factores tales
para la investigación socio médica, debido al interés por como organización, rol de las relaciones, normas, va-
el estudio de la influencia de los factores socio-culturales lores y creencias de la práctica médica como forma de
en la etiología de la enfermedad mental como consecuen- comportamiento humano. El énfasis está dado en el
cia del cambio social, estrés y sobre todo a la prevalencia proceso que ocurre en el escenario médico y como este
(aparentemente muy alta) de desórdenes psiquiátricos contribuye al entendimiento de la sociología médica y
diagnosticados durante la selección de la población mas- en particular de la vida social en general. Se caracteriza
culina para el servicio militar. A su vez, muchos psiquia- por la investigación y el análisis del ambiente médico
tras tuvieron que enfrentarse con variables de tipo social desde una perspectiva social.
que habían condicionado la aparición de síntomas psi- Utilizan el conocimiento sociológico y los métodos de
quiátricos durante la guerra, y especialmente durante los investigación para explicar, generalizar y predecir con-
procesos de rehabilitación a la hora de tratar a sus nuevos ductas sociales humanas en relación a situaciones de
pacientes. Lamentablemente, ésta sociología estuvo diri- salud con el fin de desarrollar, testear y verificar teoría
267
REVISTA DE SALUD PÚBLICA · Volumen 20 (2), abril 2018
sociológica y contribuir al conocimiento general de la a poco captar un lugar en el campo de la salud. Estos
disciplina. Los sociólogos de la medicina comparten las estudios generalmente estaban dirigidos por médicos,
mismas metas que otras áreas de la sociología ya que especialistas en salud pública, medicina preventiva o
estudian fenómenos sociales como el poder, el conflic- medicina comunitaria. Sin embargo, posteriormente los
to, etc., en el ámbito de la salud y la enfermedad, desde profesionales de la salud aceptaron a la sociología por-
el punto de vista de las preguntas sociológicas más que que se dieron cuenta que poseía una metodología que era
de los aspectos médicos. gran utilidad, especialmente en el diseño de encuestas y
Los primeros que se interesaron en el área de la socio- en el análisis e interpretación de los datos.23 Asimis-
logía de la medicina fueron los sociólogos generales, mo, en 1986 la American Sociological Association (ASA)
quienes utilizaban los datos y las instituciones médicas define la sociología médica como «una sub-disciplina que
para demostrar teorías sociológicas; generalmente sólo aplica las perspectivas, conceptos, teorías y metodologías de la
enseñaban a estudiantes de sociología. sociología para estudiar fenómenos relacionados con la salud
Algunos autores mencionan que llama la atención el hecho humana y la enfermedad»(24).
de que a mediados de la década de los 50, los médicos más A comienzos de la década de 1990, Estados Unidos
cercanos a los objetivos intelectuales de los sociólogos de la y Canadá contaban con 143 Escuelas de Medicina y con
medicina solían ser paradójicamente los psiquiatras, aque- 1918 Departamentos de Sociología, cuyos profesores
llos que menos se identificaban con la sociología dura. Por enseñaban en la mayoría de Escuelas de Medicina. En el
otro lado, el desarrollo de la sociología de la medicina en caso del Reino Unido, en 32 de las 34 Escuelas de Medi-
Europa era incipiente y apenas se conocía salvo en el Reino cina se enseñaba sociología médica. Al respecto, vale la
Unido, Francia, Bélgica y Polonia, siendo uno de los pro- pena resaltar que el tipo de sociología médica que enseña-
gramas europeos de sociología médica mejor desarrollados ban los sociólogos, estaba fuertemente condicionada por
el de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica (20). el departamento al que pertenecían, ya sea psiquiatría,
En 1960 la sociología de la medicina fue aceptada medicina social, salud pública, epidemiología, medicina
como una sección de la American Sociological Associa- comunitaria, etc. (25,26).
tion (ASA) demostrando ser la sección más numerosa
de todas. En 1966 se crea el Journal of Health and Social Campos de la Sociología Médica
Behavior (JHSB) como una de las revistas oficiales de la No existe unanimidad entre los sociólogos y los índices
ASA (6,21) En esa misma década, en un seminario orga- de los libros varían constantemente. Es por ello, que algu-
nizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en nos autores (12,27-29) mencionan que la disciplina pue-
Hannover (Alemania) en octubre de 1969, sobre el tema de dividirse en numerosos campos como:
de Las ciencias sociales en la educación médica, se señala A. Teoría – incluye tres tipos diferentes de aportes: 1- los
que: «Hasta muy recientemente los sociólogos, que habían es- libros de texto sobre sociología de la medicina; 2-las
tudiado sistemáticamente sistemas de conducta con la familia, contribuciones de la historia de la medicina y de la sa-
la religión, la política, la economía ignoraban casi totalmente el lud pública y 3- algunas contribuciones teóricas globa-
sistema sanitario y médico….. Las ciencias sociales reflejaban les. Dentro de este último grupo pueden incluirse las
la tendencia global de la sociedad a dejar a la medicina apar- teorías sobre la salud y la medicina: la etnometodo-
te, una actitud tradicional de las sociedades humanas que está logía, el interaccionismo simbólico, la teoría de roles,
asociada con el estatus carismático del médico» (22). de etiquetas sociales, de desviación y de control social.
En la década de los 70s, la sociología médica estaba También forman parte de esta sección la evolución de
más desarrollada en los Estados Unidos que en cualquier la disciplina y el desarrollo de la medicina desde la pre-
otra parte del mundo. Los norteamericanos lideraban la historia hasta la medicina actual; incluyendo los temas
investigación y las publicaciones sobre el tema. Asimis- de la innovación y el cambio social en la medicina.
mo, este campo se estaba haciendo cada vez más fuerte B. Metodología – trata del análisis de las formas de influen-
en Gran Bretaña y Alemania y estaba surgiendo en Israel, cia de los factores socio-culturales en la salud. Incluye
Japón, el resto de Europa y en América Latina. Hacia 1972 los aportes de la epidemiología y hace referencia a los
existían en los Estados Unidos 47 universidades que en- estudios de comunidades concretas. También se incluye
señaban sociología de la medicina a nivel de estudiantes los análisis respecto de la mortalidad y morbilidad, con
graduados (10,13,21). sus problemas de medida, pruebas y escalas. Finalmen-
En la década de los 80s en los Estados Unidos, las te, se suman diversos modelos metodológicos como la
ciencias sociales (primero la sociología, luego la antro- investigación demográfica-epidemiológica, el análisis de
pología y por último la psicología) habían podido poco datos secundarios, la encuesta y la experimentación.
268
Balarezo – Sociología médica
C. Enfermedad – incluye el estudio concreto de los fac- De otro lado, para Schuffer,(7) las preguntas típicas de
tores culturales, psicológicos y sociales en la etiología un sociólogo que investiga en el área de la medicina son:
de los desórdenes somáticos y psicosomáticos. Inclu- ¿qué factores sociales, tales como clase social, estilos de
ye también los diversos enfoques sobre las nociones y vida, afectan la salud y la enfermedad?, ¿cuáles son las fun-
conceptos de salud y enfermedad, las teorías sobre la ciones sociales de las instituciones y organizaciones de sa-
conducta desviada y el análisis del estrés. lud?, ¿cuál es la relación entre los sistemas de atención de
D. Pacientes – reúne el análisis de pacientes individuales, la salud y otros sistemas sociales?, ¿qué estilos de conducta
grupos de pacientes y el tema del rol del enfermo, ade- social caracterizan al personal y a los usuarios del área de
más de temas concretos como rehabilitación, casos ter- salud?, entre otros. Según Schufer,(4) la sociología médica
minales y etapas de la enfermedad. También se observa tiene su objetivo propio: el estudio de las definiciones so-
la educación de la salud, la higiene, la conducta del pa- ciales de la enfermedad; de las prácticas que se relacionan
ciente y las reacciones de la familia ante la incidencia con ella y de las instituciones que la toman a su cargo; y del
de la enfermedad. El componente actitudinal aquí es estatus social y de los comportamientos del enfermo.
básico: antes, durantes y después de ser paciente. Asimismo, otros autores, (15-17,30) mencionan diversas
E. Médicos – los temas clásicos son la educación médi- aplicaciones de la sociología en la medicina, las cuales son:
ca, los tipos de médicos, su especialización, la orga- • distribución, prevención y diagnóstico de las enferme-
nización de la profesión médica, la estructura de las dades en la población
asociaciones profesionales médicas, la relación médi- • actitudes y creencias de los pacientes, médicos y profe-
co-paciente. Obviamente se debe incluir aquí todo el sionales de la salud sobre la salud y la enfermedad
personal de salud: enfermeras, comadronas, personal • qué hacen las personas para mantener, mejorar o recu-
para-médico, curanderos, etc. Se debe agregar también perar su salud
el estudio concreto de la práctica médica, de la inves- • como se organiza, funciona y financia la profesión
tigación médica y de otros profesionales de la salud. medica
F. Hospitales – se refiere a todo tipo de establecimientos • acceso a los servicios médicos
de salud e incluso a consultas médicas. El análisis clá- • respuesta y adaptación a la enfermedad
sico incluye el desarrollo histórico de los hospitales, • rol de la medicina como institución social y su relación
el complejo médico-industrial, la administración hos- con otras instituciones
pitalaria y los administradores, la estructura y la diná- • rol de las variables sociales en la etiología (el estudio
mica de los hospitales y las relaciones personales y de de las causas de las enfermedades)
equipos. En general, incluye todo análisis sobre los en- • tratamiento y rehabilitación del individuo donde tiene
tornos sociales en los que se realiza la práctica médica. gran importancia la familia
G. Comunidad – se estudia el tema de la educación mé- • relación médico-paciente (confianza)
dica de la población en general y las organizaciones • uso de técnicas de investigación de las ciencias sociales
de salud; es decir, todo lo que queda englobado en el dentro de la medicina
ámbito general de la salud pública. Incluye relacio- • información y mensajes en los medios masivos de
nes con la estructura social y los factores culturales comunicación
(religión, educación, pobreza, etc.). En general com- • conocimiento del personal médico sobre la evolución y
prende todo lo referente al logro de la salud a nivel desarrollo de la sociedad con relación a la salud
de la comunidad, junto con estudios epidemiológicos • historia social de la enfermedad
localizados especialmente. • estadísticas relacionadas con aspectos socioeconómicos y
H. Sociedad – el tema es más amplio y general. Incluye el demográficos que se utilizan en medicina y salud pública
estudio de los sistemas de salud nacionales en relación Para concluir, e enfoque de la sociología en la medici-
con la estructura y cambio sociales, el tema de plani- na fue aceptado cuando planificadores y gobernantes
ficación en salud (objetivos, alternativas, prioridades, se dieron cuenta de que, a pesar de los grandes descu-
toma de decisiones, implementación y evaluación), el brimientos médicos del siglo pasado, la reducción de la
costo y financiación de la salud (seguro de salud), la mortalidad se debía fundamentalmente al desarrollo de
política de salud nacional, la socialización de la medici- la salud pública mediante la educación de la población,
na, las relaciones con la salud internacional, los proble- urbanización y desarrollo económico. En tal sentido, no
mas del personal médico y las relaciones entre desarro- es exagerado asegurar que durante el último siglo, las
llo económico y salud. Un modelo de sistema de salud ciencias sociales han contribuido a salvar más vidas que
es el objetivo principal que se busca en este punto. las ciencias médicas (31).
269
REVISTA DE SALUD PÚBLICA · Volumen 20 (2), abril 2018
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270
TEMA 2 ASPECTOS METODOLÓGICOS
¨DEFINICIÓN: Son instrumentos que sirven para medir la situación sanitaria de una
población en un periodo de tiempo y un lugar determinado (objetivan y evalúan).
¨ ATRIBUTOS:
• Disponibilidad
• Confiabilidad
• Simplicidad
• Validez
• Especificidad
• Sensibilidad
• Alcance
¨ CLASIFICACIÓN:
A. Indicadores generales sobre salud y enfermedad
• Indicadores de fecundidad
• Indicadores de mortalidad
• Indicadores de morbilidad
✓ Salud percibida
✓ Esperanza de vida y esperanza de vida con buena salud ✓ Días de estancia
hospitalaria
✓ Consumo de medicamentos
✓ Tabaquismo
✓ Alcoholismo
✓ Sobrepeso
• Indicadores demográficos
• Indicadores de salud pública
• Indicadores de recursos
• Indicador de salud personal
Indicadores demográficos
Indicadores de recursos
• Gasto sanitario
• Camas hospitalarias
• Estancia hospitalaria
• Médicos por habitantes
M. Teresa Valenzuela B
Médico Epidemióloga, División de Epidemiología, Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile,
Asesora de la Fundación Científica y Tecnológica, ACHS.
RESUMEN ABSTRACT
Esta publicación pretende informar sobre el rol que cumplen los The purpose of this publication is to inform about the role played by
indicadores de salud, proporcionando una definición, las condi- health indicators, providing a definition, minimum conditions to be
ciones mínimas que debe cumplir la información que conforma un complied by the information making up an indicator, such as validity,
indicador, tales como validez, confiabilidad, especificidad, sensibili- reliability, specificity, sensitiveness and measurability, among others.
dad, mensurabilidad, entre otras. Además se explica su utilidad en el Moreover, it explains its usefulness in the knowledge of the health
conocimiento del estado de salud de las poblaciones, permiten conditions of populations. They allow to establish comparisons inside
establecer comparaciones al interior de los distritos o regiones de un the districts and regions of a country and among countries. Its
país y entre países. Su permanencia en el tiempo permite comparar permanence in time allows comparison of tendencies inside a
tendencias al interior de una comunidad o un país. Dan cuenta de community or a country. They provide information on the
la gestión, del impacto de intervenciones en el área laboral, de las management, the impact of interventions in the labor area, inequities
inequidades, del monitoreo de la calidad de vida, entre algunos usos. and the monitoring of life quality, among some uses.
En esta primera parte se detalla la utilidad de los indicadores de This first part details the usefulness of health indicators in the
salud en la evaluación de los sistemas de salud, en la evaluación del evaluation of health systems, evaluation of absenteeism due to
ausentismo laboral por causa médica y en la evaluación de la medical causes and in the assessment of the response of the
respuesta de la comunidad al envejecimiento de la población. community to population aging.
(Valenzuela MT. 2005. Indicadores de Salud: Características, Uso y Descriptors: HEALTH STATUS INDICATORS; EPIDEMIOLOGY;
Ejemplos. Cienc Trab, Jul.-Sept.; 7(17): 118-122) DELIVERY OF HEALTH CARE; ABSENTEEISM.
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Artículo Original | Indicadores de Salud: Características, Uso y Ejemplos
b) Atributos: La calidad de un indicador, si bien depende mucho de construcción de los indicadores a veces no es un proceso fácil, pues
la calidad de los datos a partir de los cuales se construye (compo- en la mayoría de éstas los datos no están disponibles, o son limi-
nentes), también depende de la calidad de los sistemas de informa- tados, o se encuentran dispersos, o bien no tienen continuidad en
ción o fuentes de información. Además debe gozar de ciertas carac- el tiempo.
terísticas, señaladas a continuación (OPS 2001; Last 2001): En síntesis, los indicadores que pasan a constituir datos básicos en
1. Sirve: da respuesta y se diseña para un propósito definido. salud permiten realizar diagnósticos de situación y efectuar análisis
2. Validez: mide lo que intenta medir. de tendencias.
3. Confiabilidad: se reproducen los mismos resultados si la La tendencia actual, dado el envejecimiento de la población, lo que
medición es repetida en condiciones similares. resulta en una mayor proporción de potenciales enfermos crónicos,
4. Especificidad: mide sólo el fenómeno que se quiere medir. con un ingreso económico reducido, los indicadores de salud se han
5. Sensibilidad: mide los cambios en el fenómeno que se quiere ampliado más allá de lo meramente cuantitativo a lo cualitativo
medir. (World Health Organization 1999). Estos nuevos indicadores de
6. Mensurabilidad: se basa en datos disponibles o fáciles de percepción del estado de salud, más bien conocidos como “Calidad
conseguir, de fácil manejo. Es imperativo recopilar una de Vida Relacionada a Salud” (HRQOL), sirven para monitorear la
cantidad limitada, pero factible y válida que tratar de salud de las poblaciones ya no sólo basados en la mortalidad, la
complejizar los indicadores mediante sistemas poco prác- morbilidad y las expectativas de vida. Estos indicadores de calidad
ticos, o parámetros complejos. de vida fueron construidos en la década de los 50 y los 60 a partir
7. Relevancia: capaz de dar respuestas claras a los temas rele- del Producto Geográfico Bruto (PGB), Mortalidad Infantil,
vantes incorporados en las políticas de salud. Mortalidad Materna, a modo de ejemplo; ya en la década de los 80,
8. Costo-Efectividad: que la inversión en tiempo y otros recursos se agregan componentes subjetivos en términos de satisfacción.
necesarios para la construcción del indicador esté justificada Ellos son más complejos de construir dado que se generan a partir
a través de su uso y los resultados obtenidos. de encuestas, tales como las “Investigaciones de Salud SF-36”
9. Integridad: se refiere a que los datos requeridos estén (Ware et al. 1993), Cuestionario de la OMS Orley J (1994). Para los
completos. países que están experimentando este cambio demográfico en su
10. Consistencia interna: se refiere a que en los indicadores, población, los indicadores que den cuenta sobre las necesidades
vistos solos o en grupos, los valores sean coherentes y sensi- básicas de la población mayor de 65 años, de la existencia de redes
bles al cambio (OPS 2000). sociales, de los mecanismos de optimización del bienestar físico y
11. Transparencia: se refiere a que sea fácilmente entendido e mental, de la maximización de la independencia para los discapa-
interpretado por los usuarios. citados, pasarán a ocupar una preocupación importante de los
12. Difusión: que sea accesible a los usuarios a través de publica- tomadores de decisiones a nivel local, regional y nacional.
ciones periódicas. En el área de Salud Ocupacional estos indicadores adquieren su
10. Dinamismo: que se actualicen y corrijan en la medida que el relevancia a partir de la Tercera Conferencia Ministerial en
entorno cambia. Éste puede cambiar en cuanto a las condi- Ambiente y Salud en la Unión Europea (Londres, junio 1999) como
ciones específicas que los indicadores describen, la disponi- una necesidad de desarrollar y fortalecer los sistemas de seguridad
bilidad de datos, el conocimiento científico, o bien, en los y salud en los lugares de trabajo (Altman y Ciocco 1983). Estos
niveles de interés y necesidades de los usuarios. indicadores describen el estado actual de salud y seguridad, las
Una vez establecidos los indicadores, éstos deben ser sometidos a exposiciones y riesgos para la salud y las consecuencias de tales
un permanente monitoreo de la calidad y fijar un mecanismo de exposiciones a nivel individual y poblacional (Kjellstom 1998).
diseminación de ellos, incluyendo la oportunidad y frecuencia de Estos indicadores pueden ser usados para promover programas y
su compilación. desarrollar normas a nivel internacional, nacional, regional y/o
local orientados a la protección de la salud de los trabajadores. Son
c) Utilidad: cuando los indicadores de salud cumplen con los el sustento de la vigilancia epidemiológica, de la elaboración de
requisitos antes señalados, contribuyen a: guías y la validez de ellos dará consistencia al análisis de tenden-
• El conocimiento del estado de salud de las poblaciones. cias y comparaciones (World Health Organization. Regional Office
• Establecer comparaciones entre países. for Europe, European Centre for Environment and Health. 2000,
• Comparar tendencias al interior de una comunidad o un país. World Health Organization. Regional Office for Europe. 2002). Ellos
• La determinación de las inequidades en salud. también sirven para comparar las normas existentes en diversos
• La estratificación de grupos de riesgo. países y para evaluar el impacto de programas preventivos.
• La identificación de áreas críticas.
• El monitoreo de la calidad de vida en poblaciones.
• Todos estos aspectos en su conjunto sirven para el estableci- INDICADORES EN EL ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
miento de políticas de salud, priorización y análisis de salud. DE SALUD
• La evaluación de la gestión.
• La evaluación de intervenciones ambientales, ocupacionales. Como indicadores del Análisis de la Situación de Salud se
Sus limitaciones son que tan sólo describen determinados encuentran los socioeconómicos, los que dan cuenta del estado
aspectos de la realidad, en particular aquellas características de salud de la población y los determinantes.
asimilables a una determinada escala de medición, sea cualitativa
o cuantitativa; por tal razón, en algunas descripciones cualita- a) Socioeconómicos:
tivas es necesario buscar otras formas de medición que capten Indicadores socioeconómicos: son el reflejo de la situación social
mejor la riqueza de la realidad. Mantener la simplicidad en la y económica de la población. Como ejemplos de ellos tenemos:
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tasa de pobreza, tasa de alfabetismo, crecimiento promedio anual por unidad de recurso humano utilizado por unidad de tiempo,
del Producto Interno Bruto (PIB), razón entre el ingreso del 20% 2.3. Uso
superior y el ingreso del 20% inferior, tasa de desempleo, propor- 2.3.1. Intensidad de uso o concentración, es el número promedio
ción de nacimientos en adolescentes. de servicios recibidos por cada usuario o número de actividades
Indicadores demográficos: son el reflejo de las características realizadas sobre cada sujeto o consultante en un período de
demográficas de una población. Entre ellos se encuentran la tiempo, ejemplo: número de consulta por número de consultantes
caracterización de la población según edad y sexo, la tasa de atendidos por primera vez.
natalidad, la tasa de fertilidad, porcentaje de la población urbana, 2.3.2. Extensión de uso es la proporción de la población que usa
la esperanza de vida al nacer. un servicio determinado en un período de tiempo; ejemplo: razón
entre número de personas atendidas y la población de referencia.
b) Estado de Salud: En la atención ambulatoria, es importante destacar que no se
Salud Objetiva: se refiere a aquellos datos que se pueden obtener registra el número de consultas sino el número de personas que
de fuentes de datos de salud primarias o secundarias, tales como consultan dividido por la población. Dado que no es fácil la
los certificados de defunción, o de los egresos hospitalarios, o de obtención del dato sobre los consultantes que lo hacen por
los formularios de enfermedades de notificación obligatoria, es primera vez, se usa el número de consultas hechas por persona
decir, fuentes de datos establecidas. Entre ellos se encuentran los por año, es decir es una combinación de intensidad y extensión
siguientes: del uso del servicio.
Mortalidad infantil, mortalidad neonatal, mortalidad materna,
mortalidad por grupos de edad específica o por causas especí- 2.4. Utilización: es la relación entre el recurso utilizado y el
ficas. recurso disponible para llevar a cabo una actividad o por un
Morbilidad: incidencia de sarampión, de meningitis bacteriana, o servicio por unidad de tiempo. En un hospital la utilización se
bien prevalencia de tuberculosis, de cáncer. mide en base a los siguientes indicadores:
Discapacidad: número promedio de días perdidos por año en el • Porcentaje de ocupación de las camas = número de días cama
escolar, en el trabajo, en otros roles sociales, tasa de licencia por ocupadas/número de días cama disponible, amplificado por 100.
enfermedad común por habitante. • Promedio de días de estadía = número de días cama
ocupadas/número de egresos.
c) Determinantes de comportamiento: • Productividad = número de egresos hospitalarios/número de
proporción de alcohólicos, proporción de fumadores, prevalencia camas.
de sedentarismo, proporción de obesos, porcentaje de uso de
anticonceptivos. 2.5. Calidad: se refiere al conjunto de características que debe
tener un programa. La calidad técnica se mide en base a cuatro
variables:
INDICADORES PARA EVALUAR LOS SERVICIOS DE • Integridad: satisface todas las necesidades de los pacientes
SALUD basado en la identificación de las necesidades y de los medios
necesarios para enfrentarlas.
El marco conceptual incorpora indicadores de: • Contenidos: hacer todo lo que se debe hacer en cada caso.
• Destreza: hacer bien lo que se debe hacer.
1. Estructura • Oportunidad: hacer a tiempo las actividades y en la secuencia
Los aspectos que se evalúan dentro de la estructura son: adecuada.
1.1. Accesibilidad: se refiere a la condición variable de la pobla- • Continuidad: realizar las actividades debidas, en la secuencia
ción de utilizar o ser atendido por el sector salud formal. En este apropiada y sin interrupción del proceso de atención.
aspecto pueden influir razones geográficas, económicas, tales
como distancia entre el lugar de trabajo o de residencia y el 3. Indicadores de Resultados
centro de salud, o bien el gasto en movilización para llegar a un Éstos pueden ser medidos en forma directa a través de eficiencia,
centro de atención. eficacia, o bien se miden a través de resultados indirectos
1.2. Disponibilidad: define los recursos existentes en función de (Impacto en la población): efectividad, cobertura de vacunación
las necesidades de la población a cubrir. A modo de ejemplo: en menores de 1 año, porcentaje de atención profesional del
recurso humano por 10.000 habitantes, número de centros de parto.
salud por población de referencia. Eficiencia se refiere a la utilidad de un programa teniendo en
cuenta aspectos de costo-efectividad.
2. Indicadores de Proceso Eficacia se refiere al logro de los objetivos de un programa sobre la
Éstos miden la forma y la intensidad como se utilizan los población objetivo. Se expresa en términos del resultado deseable.
recursos disponibles para atender la demanda de la población. Se Si el programa logra los objetivos, va a generar beneficios. A
emplean para medir productividad, rendimiento, uso, conside- modo de ejemplo si se quiere conocer la eficacia de una vacuna
rando éste como intensidad y extensión, y, utilización. contra una enfermedad, la eficacia será la reducción de dicha
2.1. Productividad: es el número de servicios o actividades enfermedad en términos de incidencia. O bien si se aplica un
realizadas por unidad de recurso humano disponible por unidad programa preventivo para reducir los accidentes laborales, la
de tiempo. eficacia se traducirá en la reducción de las tasas de accidentes
2.2. Rendimiento: número de servicios o actividades realizadas laborales.
La eficacia es una condición necesaria para la efectividad.
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La efectividad es el impacto de un programa aplicado en condi- tados a medir las necesidades básicas de la población mayor de
ciones habituales de la práctica diaria. 65 años, la optimización del bienestar físico y mental de esa
Estos mismos indicadores pueden ser agrupados desde la pers- población, la maximización de independencia para discapaci-
pectiva de los atributos deseables de un sistema de salud tados y la percepción de ellos sobre la existencia de redes sociales
(Dirección General de Información y Evaluación del Desempeño y cívicas.
de la Secretaría de Salud México, 2002). Estos atributos son: Un ejemplo de indicador para medir necesidades básicas de la
población serían: porcentaje de la población mayor de 65 años
• Anticipación que gasta un 30% o más de sus ingresos en vivienda / porcentaje
• Efectividad de la población mayor de 65 años que gasta menos de un 30%
• Disponibilidad y Accesibilidad de sus ingresos en vivienda; porcentaje de la población sobre 65
• Calidad años y más que reporta disminuir el número de comidas en un
• Eficiencia día por falta de dinero.
• Sustentabilidad Ejemplos que permiten dar cuenta de los mecanismos de optimi-
zación del bienestar físico y mental serían: proporción de pobla-
En anticipación se trabaja con indicadores que miden las deter- ción mayor de 65 años sometida a tamizaje de diversas condi-
minantes de las condiciones de salud, tales como estilos de vida, ciones de salud en un año; porcentaje de la población mayor de
condiciones de vida ambientales y ocupacionales. Para medir este 65 años que tuvo la necesidad de consultar por síntomas de
atributo el sistema debe proporcionar información acerca de depresión o estados ansiosos en un momento determinado;
consumo de drogas, prevalencia de tabaquismo, obesidad, seden- porcentaje de la población mayor de 65 años que participa regu-
tarismo, desnutrición, características culturales, del ambiente larmente en actividades físicas; porcentaje de la población mayor
laboral. de 65 años que tuvo problemas para acceder (por falta de dinero)
La medición de la efectividad de los servicios tradicionalmente se a atención dental y adquisición de lentes.
efectúa a través de la esperanza de vida al nacer, la esperanza de Un ejemplo sobre la maximización de independencia para disca-
vida a los 65 años de edad, tasa global de fecundidad, mortalidad pacitados sería el porcentaje de la población sobre 65 años y más
infantil, mortalidad en menores de cinco años, mortalidad por que accede al transporte público.
enfermedades diarreicas en menores de cinco años, mortalidad Una forma de medir la existencia de redes sociales y cívicas sería
por infecciones respiratorias en menores de cinco años, morta- también a través de indicadores tales como: porcentaje de la
lidad por cáncer cérvico-uterino en mujeres de 25 años y más, población mayor de 65 años que compartió con amigos o vecinos
mortalidad por cáncer de mama en mujeres de 25 años y más, en la última semana, o bien porcentaje de la población de 65
mortalidad por enfermedades isquémicas del corazón estandari- años y más que asistió a centros tales como iglesias, cines,
zada por edad y sexo, mortalidad por diabetes mellitus estanda- clubes, actividades sociales, actividades culturales, o bien
rizada por edad y sexo, mortalidad por homicidios estandarizada. porcentaje de la población de 65 años y más que le habría
La medición de la disponibilidad y accesibilidad, tal como lo gustado trabajar para recibir remuneración.
indica su nombre, dan cuenta de la disponibilidad de recursos
para la atención primaria, secundaria y terciaria de salud. A
modo de ejemplo: detección oportuna de hipotiroidismo congé- INDICADORES DE AUSENTISMO LABORAL
nito, porcentaje de casos de tuberculosis pulmonar que
completan el tratamiento exitosamente (se curan de la enfer- Estos indicadores pueden dar cuenta sobre las condiciones de
medad), porcentaje de personas vivas en el registro nacional de trabajo, los riesgos de exposición laboral y sus consecuencias. En
casos de SIDA que reciben tratamiento con antirretrovirales, general no cuentan con fuentes de información públicas y, para
médicos generales y familiares por 1.000 habitantes, médicos obtenerla, frecuentemente se debe recurrir a diversas fuentes más
especialistas por 1.000 habitantes, camas de hospital por 1.000 allá del sector salud. Entre los indicadores más utilizados se
habitantes, usuarias activas de métodos de planificación familiar encuentran los que se refieren a ausentismo laboral por causas
por 1.000 mujeres en edad fértil, razón de consultas prenatales médicas; ellos son:
por embarazada, porcentaje de partos atendidos por profesional
en instituciones de salud, cobertura de vacunación con esquema • Tasa de Incapacidad: Indicador que expresa una proporción
completo en niños menores de 1 año (tercera dosis de DTP y entre el número de días de licencia y el número de cotizantes.
polio oral). Se obtiene un número que expresa el número de días
Indicadores que dan cuenta de calidad técnica son, entre algunos, promedio de licencia en un año por cotizante.
porcentaje de nacimiento por cesárea, porcentaje de ocupación • Tasa de Frecuencia: Indicador que expresa una proporción
de camas hospitalarias, índice de rotación de las camas hospita- entre el número de licencias y el número de cotizantes. Se
larias. obtiene un número que expresa el número promedio de licen-
Por último, indicadores utilizados para medir la sustentabilidad cias obtenidas durante un año por cotizante.
del sistema, son, entre algunos: gasto público en salud per cápita, • Tasa de Gravedad: Indicador que expresa una proporción
porcentaje del gasto público en salud dentro del gasto público entre el número de días de licencia y el número de licencias.
total, financiamiento fiscal dentro del gasto público. Se obtiene un número que expresa el número promedio de
Indicadores para evaluar la respuesta de la comunidad al enveje- días de licencia que dura ella. En estricto rigor este indicador
cimiento de la población (Feldman y Oberlink 2003). se debiera construir en base al tiempo perdido (total de días
Entre los indicadores que sirven para evaluar la respuesta de la de trabajo perdidos por ausencias debidas a enfermedad)
comunidad al envejecimiento de la población están los orien- sobre el total de días de trabajo esperados por 100.
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1. Variable
Accesibilidad de los Los indicadores de salud constituyen una excelente forma de
Servicios de Salud medir, de monitorear el estado de salud de la población, siempre
y cuando ellos se construyan a partir de datos verídicos, de
fuentes de información válidas.
2. Definición Niveles de posibilidad para lograr
Actualmente son de gran utilidad para evaluar la gestión de los
Conceptual contacto con los Servicios de Salud
servicios de salud, pues ellos dan cuenta del desempeño de los
planes, programas y metas. Si bien éstos comenzaron a cons-
Accesibilidad truirse a partir de datos numéricos, es decir, atendiendo a los
procesos cuantitativos, hoy se abren a la medición cualitativa
dando cuenta de la calidad de atención, de la calidad de vida,
3. Variables entre otros.
comprendidas
Geográfica Económica Cultural
en la definición
conceptual
REFERENCIAS
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State of Health in the EU
España
Perfil sanitario nacional 2019
Serie de perfiles nacionales Índice
Los perfiles nacionales del State of Health in the EU proporcionan 1. HITOS DESTACADOS 3
una visión concisa y políticamente relevante de la salud y los 2. LA SALUD EN ESPAÑA 4
sistemas sanitarios de la UE y del Espacio Económico Europeo, ya
que subrayan las características los desafíos particulares de cada
3. FACTORES DE RIESGO 7
país en un contexto de comparaciones entre países. El objetivo es 4. EL SISTEMA SANITARIO 9
ofrecer a los responsables políticos y a las personas influyentes un 5. FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA SANITARIO 12
medio para el aprendizaje mutuo y el intercambio voluntario.
5.1. Eficacia 12
Los perfiles representan el trabajo conjunto de la OCDE y 5.2. Accesibilidad 15
el European Observatory on Health Systems and Policies, en 5.3. Resiliencia 19
cooperación con la Comisión Europea. El equipo agradece las
valiosas observaciones y sugerencias formuladas por los Estados
6. CONCLUSIONES PRINCIPALES 22
miembros y la red Health Systems and Policy Monitor, el Comité de
Salud de la OCDE y el Grupo de Expertos de Información Sanitaria
de la UE.
Factores socioeconómicos
PIB per cápita (PPA en EUR2 ) 27 600 30 000
Tasa de pobreza relativa (%) 21,6 16,9
3
1. Número de niños nacidos por mujer de entre 15 y 49 años. 2. La paridad del poder adquisitivo (PPA) se define como la tasa de conversión monetaria que
equipara el poder adquisitivo de diferentes divisas eliminando las diferencias de niveles de precios entre países. 3. Porcentaje de personas que viven con
menos del 60 % de la mediana de la renta disponible equivalente.
Fuente: Base de datos de Eurostat.
Cláusula de exención de responsabilidad: Las opiniones expresadas y los argumentos utilizados aquí son exclusivamente los de sus autores y no reflejan
necesariamente las opiniones oficiales de la OCDE o sus países miembros, ni las del European Observatory on Health Systems and Policies o de sus
socios. Las opiniones aquí expresadas no deben considerarse en modo alguno como la expresión de la opinión oficial de la Unión Europea.
Este documento, así como los datos y mapas incluidos en él, se entienden sin perjuicio del estatuto de cualquier territorio o de la soberanía sobre este,
de la delimitación de las fronteras y límites internacionales ni del nombre de cualquier territorio, ciudad o zona.
• La esperanza de vida en España es la más elevada • El número de médicos, enfermeros y otras personas
de la UE, aunque muchos de los años vividos a empleadas en el sistema nacional de salud ha
partir de los 65 conllevan algunas enfermedades aumentado en los últimos años, pero una parte
crónicas y discapacidades, lo que añade presión al importante de ellos tienen contratos temporales,
sistema sanitario y al sistema de cuidados de largo lo que aumenta la tasa de rotación del personal.
plazo. Hay una inquietud creciente sobre la escasez de
enfermeros y médicos, en particular de médicos de
• La mortalidad por causas evitables y tratables familia, ya que muchos se aproximan a la edad de
es más baja en España que en la mayor parte de jubilación. La elaboración de políticas de educación
los países de la UE, lo que refleja la existencia y capacitación médica más coherentes se ha visto
de políticas sanitarias sólidas y la eficacia del obstaculizada por la falta de una visión clara y
sistema sanitario en el tratamiento de personas compartida entre las autoridades educativas y
con enfermedades potencialmente mortales. Podría sanitarias sobre las necesidades a medio y largo
avanzarse más en la disminución de la mortalidad plazo.
por causas importantes de muerte, como el cáncer
de pulmón y el cáncer colorrectal, mediante la • El papel de los enfermeros en la prestación de
reducción de factores de riesgo como el tabaquismo algunos servicios se amplió en 2018 para aumentar
y el aumento de las tasas de detección. el acceso a la atención y mejorar sus perspectivas
profesionales, así como las tasas de retención.
• Los índices de obesidad han aumentado en Ahora los enfermeros pueden prescribir algunos
España, lo que puede entorpecer los avances en la medicamentos y algunas vacunas incluidas en el
reducción de la mortalidad cardiovascular y otras calendario oficial de vacunación.
causas de muerte relacionadas con ella. Uno de
cada seis adultos sufría obesidad en 2017, lo que • La atención primaria sigue siendo un elemento
constituye un incremento con respecto a la cifra central del sistema sanitario español en el que
de uno de cada ocho en 2001. En 2005, el gobierno médicos y enfermeros proporcionan asistencia
puso en marcha una estrategia para mejorar la a toda la población, así como servicios de
nutrición, promover la actividad física y prevenir la prevención y promoción de la salud a niños,
obesidad, seguida de nuevas medidas en 2011, pero mujeres y personas mayores. No obstante, las
los efectos hasta ahora parecen modestos. crecientes exigencias para el sistema de atención
primaria derivadas del envejecimiento de la
• Tras la crisis económica, el gasto sanitario población pueden hacer necesario un uso mayor
descendió durante varios años, pero volvió a y más adecuado de los recursos. En abril de 2019
aumentar a partir de 2015. En 2017, España destinó se adoptó un nuevo Marco Estratégico para la
al gasto sanitario el 8,9 % de su PIB, porcentaje Atención Primaria y Comunitaria que incluye un
menor que la media de la UE del 9,8 %. Se espera conjunto de ambiciosos objetivos, pero aún no
que en las próximas décadas aumente la presión se ha asignado el presupuesto para respaldar su
presupuestaria derivada del aumento en las aplicación.
necesidades de atención sanitaria y cuidados
de largo plazo debido al envejecimiento de la
población.
• MAGIA
• RELIGIÓN
• CIENCIA: las críticas de ILLICH y FOUCAULT
- CONCEPTOS
• La medicina es patógena.
• La sofisticada tecnología médica crea la impresión de que la medicina es muy
eficaz.
• La mayoría de los gastos médicos se destinan a tratamientos de dudosa eficacia.
• El impacto negativo de la intervención médica.
• No está comprobado que la tasa de supervivencia en cáncer difiera entre tratados
y no tratados.
- PROPUESTA
- PREMISAS
- TESIS
1. COMIENZO:
- síntomas de malestar
- negación de la enfermedad
- autotratamiento
- adopción del rol de enfermo → fenómeno social
2. RECONOCIMIENTO:
- búsqueda de asistencia
- visita al profesional
- derechos y obligaciones
- cambio en las relaciones sociales - status de enfermo
3. CONVALECENCIA:
- egocentrismo
- status infantil
- reorganización de los roles
- visitas
- hospitalización
• TEMA TABÚ
• ESCASA INVESTIGACIÓN
• CAMBIO EN PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA MUERTE. CAUSAS:
o cambios en la mortalidad
o cambios en los valores
• EFECTOS DE LA PERCEPCIÓN SOCIAL DE LA MUERTE:
o no se planifica
o escasa simbología mortuoria
o desarrollo de la industria funeraria
• CUESTIONES DE INTERÉS EN TORNO A LA MUERTE:
o espacio adecuado
o marginación del moribundo
o prolongación de la vida en casos irreversibles: eutanasia
• RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL:
o la muerte de los otros
o diferencias generacionales
o la muerte ideal
Para saber de... Apoyo social: Mecanismos y modelos de influencia sobre la enfermedad crónica
1
Doctor Europeo en Medicina. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de Carballo (A Coruña).
2
Alumno de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.
Cad Aten Primaria 3
Diplomada Universitaria de Enfermería. Centro de Salud de Muros (A Coruña).
Ano 2013
Volume 19
Páx. 118-123
duciría mejoras en la salud o impediría la enfermedad), y el segundo concibe como la percepción que lleva el individuo a creer que lo cui-
relacionado con el cambio de conductas, adoptando hábitos de vida dan, que es amado, estimado y valorado, que pertenece a una red de
saludables, que tendría consecuencias positivas para la salud. comunicaciones y obligaciones mutuas. Sus componentes más im-
Este modelo del efecto directo ha sido varias veces cuestionado. Se- portantes son el apoyo emocional, informativo, instrumental, afectivo
gún esta teoría no existe interacción entre el estrés y el apoyo social; e interacción social positiva18:
de este modo los individuos que difieren en sus niveles de apoyo
Apoyo emocional: relacionado con el cariño y empatía. Parece
social diferirán en la misma medida en su bienestar físico y mental (in-
ser uno de los tipos de apoyo más importantes. En general, cuan-
dependientemente del nivel de estrés experimentado). Los trabajos
do las personas consideran que otra persona les ofrece apoyo, se
que analizan esta teoría sugieren que puede ser el aislamiento el que
tiende a conceptualizar en torno al apoyo emocional23.
actúa como estresor, el que causa la enfermedad, más que el apoyo
social el que produce mejoría en la salud17. Apoyo informativo: se refiere a la información que se ofrece a
otras personas para que estas puedan usarla para hacer frente a
b) Efecto tampón o amortiguador: esta teoría ofrece una buena las situaciones problemáticas. Se diferencia del apoyo instrumen-
explicación teórica para los efectos positivos del apoyo social18. Pos- tal en que la información no es en sí misma la solución sino que
tula que el apoyo social puede ejercer un efecto tampón que atenúa permite a quien la recibe ayudarse a sí mismo.
las reacciones individuales a los impactos adversos de la enfermedad Apoyo instrumental: es ofrecido cuando se utilizan ayudas ins-
crónica. Se han desarrollado dos hipótesis para demostrar el efecto trumentales o materiales que directamente ayudan a quien lo
amortiguador del apoyo social: necesita.
• El apoyo social permite a los individuos, que tras la exposición al Apoyo afectivo: se refiere a las expresiones de afecto y amor
estresor, sea capaz de redefinir la situación estresante y enfren- que le son ofrecidas a los individuos por parte de su grupo más
tarla mediante estrategias no estresantes, o inhibir los procesos cercano.
psico-patológicos que pueden desencadenarse en ausencia del
Interacción social positiva: la interacción social se relaciona
apoyo social.
con pasar tiempo con los otros18 y la disponibilidad de estas para
• El apoyo social evita que los individuos, previo a la exposición, de- distraerse, divertirse, etc.
finan una situación como estresante mediante la seguridad que
les ofrece tener la posesión de diversos recursos materiales y Este carácter multidimensional del apoyo social es objeto de contro-
emocionales con los que poder enfrentarse a ella19. versia. No todos los investigadores están de acuerdo con la idea de
Hasta el momento no se conoce con seguridad en que grado la existencia de varias dimensiones en el apoyo social. Sherbourne y
contribuye cada mecanismo sobre la acción global que el apoyo Stewart21 definen cuatro dimensiones distintas de apoyo social: emo-
social ejerce sobre la salud20. cional/informacional, instrumental, afectivo e interacción social positi-
va; cada una de ellas con características diferentes respecto al resto.
1.1 Dimensiones del apoyo social En contra de esta teoría, Norbeck et al24 afirman que las cuatro dimen-
Clásicamente se han definido dos dimensiones del apoyo social: siones de apoyo social se encuentran tan altamente correlacionadas
que son difícilmente distinguibles entre ellas.
a) Apoyo estructural o cuantitativo. También denominado red
social. Se refiere a la cantidad de relaciones sociales o número de
1.2 Fuentes de apoyo social
personas a las que puede recurrir el individuo para ayudarle a resol-
Para definir las diferentes fuentes de apoyo social han sido propuestas
ver los problemas planteados (por ejemplo familia, amigos, situación
diversas clasificaciones.
marital o pertenencia al grupo de pares), y la interconexión entre es-
tas redes21, 22. Esta red social tendrá unas características en cuanto al
House25 propone una relación de nueve fuentes de apoyo social: cón-
tamaño, frecuencia de contactos, composición, densidad, parentesco,
yuge o compañero/a, otros familiares, amigos, vecinos, jefes o super-
homogeneidad y fuerza20. En función de estas características una red
visores, compañeros de trabajo, personas de servicio o cuidadores,
puede resolver mejor unas necesidades que otras.
grupos de auto ayuda y profesionales de la salud o servicios sociales.
Otras clasificaciones proponen la división de las redes de apoyo social
b) Apoyo funcional o cualitativo. Tiene un carácter subjetivo y
en naturales (familia, amigos, compañeros de trabajo) y organizadas
se refiere a las percepciones de disponibilidad de soporte. Cobb3 la
(grupos de ayuda mutua o asociaciones, voluntariado institucional, El mecanismo biológico del estrés sobre la salud física está bien es-
ayuda profesional). También se han clasificado en redes informales, tablecido y quizás sea el más estudiado, demostrándose la relación
(aquellas más cercanas al individuo siendo la principal, la familia) y en entre el estrés y el sistema neuroendocrino1. Esto incluye la respuesta
redes formales (formadas por aquellos individuos pertenecientes a la fight or flight descrito por Cannon30 en la cual describe como en una
red de cuidadores de servicios sanitarios y sociales). situación de estrés la súbita descarga del sistema nervioso simpático
desencadena la elevación de la TA, aumenta el flujo cardíaco, la eleva-
2. PAPEL DE LA FAMILIA EN EL APOYO SOCIAL ción de catecolaminas y ácidos grasos libres.
La familia está considerada como el grupo de apoyo más importante
con el que pueden contar los individuos. Es por ello que con frecuen- Los intermediarios bioquímicos existentes entre las percepciones sen-
cia las personas pertenecientes a familias funcionales tienen mejores soriales y la respuesta endocrina, los acontecimientos vitales estre-
niveles de salud debido a los recursos emocionales y materiales que santes (AVE) y los estímulos de soporte social parecen mediados por
obtienen de ella7. En ella crecen, establecen reglas sociales y desarro- neuropéptidos, especialmente el opioide ß-endorfina. Estímulos posi-
llan los diferentes roles que necesitan para su evolución personal. De tivos como el afecto, el reconocimiento social y otras formas de apoyo
este modo, la familia, se conforma como la unidad básica de relación social podrían producir euforia y efectos beneficiosos sobre la salud de
en nuestra sociedad y como el tipo de organización humana más los individuos o tamponar los factores estresantes por la mediación de
duradero y universal26. la ß-endorfina u otros neuropéptidos.
Existe evidencia de que el apoyo social de las familias hacia los pa- b) Vía comportamental: Por esta vía las familias pueden influir en
cientes juega un importante papel en el manejo de la enfermedad los estilos de vida, como por ejemplo la dieta, el tabaquismo, el ejer-
crónica. Una enfermedad crónica, grave y/o invalidante suele sacudir cicio físico, la adherencia a tratamientos médicos y la utilización de
a todo el sistema familiar y como señala Ansen, cuando uno de sus servicios sanitarios.
miembros deja de funcionar de forma normal, no solo se ven afecta-
dos todos los miembros, sino también el funcionamiento general de 3. MODELOS QUE DEFINEN COMO LA FAMILIA REACCIONA
la dinámica familiar27. ANTE LA ENFERMEDAD CRÓNICA
Para explicar la forma como la familia influye sobre la enfermedad cró-
Además de los efectos de la herencia y la pertenencia a un ambiente nica, han sido propuestos los siguientes modelos teóricos20, de entre
común, existen otros factores que demuestran la importancia de la todos ellos los más importantes son:
familia en el campo de la salud28:
3.1 Modelo ABCX de Hill
• La familia condiciona decisivamente las creencias, actitudes, y
Este modelo propuesto por Reubin Hill31 en 1949, conocido por las
comportamientos de los individuos frente a la salud, a la enfer-
abreviaturas ABCX, intenta analizar las situaciones críticas provocadas
medad y a los servicios sanitarios.
en la familia como consecuencia de una situación estresante. El con-
• La familia es, normalmente, la unidad fundamental de cuidados, cepto de crisis (X) se define como el momento en el cual la unidad
especialmente en los procesos crónicos. familiar se ha roto debido a alguna situación estresante. El autor pro-
• El apoyo familiar también tiene un importante papel en la neu- pone la existencia de tres factores críticos interrelacionados para expli-
tralización del estrés. car la evolución de la crisis familiar. Estos tres factores son los eventos
estresantes (A), los recursos de las familias necesarios para enfren-
• Las relaciones familiares disfuncionales pueden producir, precipi-
tarse a este hecho (B) y la definición que hace la familia de este (C).
tar y contribuir al mantenimiento de los síntomas.
Generalmente las familias más propensas a situaciones de crisis sue-
len tener muy pocos recursos de adaptación, por ello, cualquier even-
Existen dos grandes mecanismos mediante los cuales la familia puede
to estresante es sentido como un episodio de crisis en el seno de la
influir en la salud de sus miembros29:
familia. Dentro de este modelo, las familias que inician un proceso
de adaptación sufren una trayectoria que culmina con la fase de re-
a) Vía psicofisiológica: Las situaciones familiares como el estrés
cuperación32. Esta recuperación permitirá mantener la homeostasis y
o determinados acontecimientos vitales afectan al estado emocional
la unidad familiar. Si esta no se produce, surgirán diversos cuadros
de un elemento de la familia, del que pueden resultar alteraciones
patológicos.
fisiológicas directas que predisponen al individuo a la enfermedad.
3.4 Modelo transacional del estrés adaptado a la situación de 9. Yates BC. The relationships among social support and short and
cuidado long-term recovery outcomes in men with coronary heart disease.
Del mismo modo que la mayoría de los modelos que analizan el cui- Res Nurs Health. 1995;18:193-203.
dado que ejerce el grupo de individuos sobre el enfermo crónico este
10. Rodin GM, Craven JL, Littlefield CH. Depresion in the medically ill:
modelo, desarrollado por Haley37, se basa en el modelo de Lazarus
An integrated approach. New York: Brunner/Mazel; 1992.
y Folkman38. El modelo del estrés adaptado a la situación de cuidado
expone la necesidad de considerar al estrés como un proceso en que 11. Dimkovic N, Oreopoulos DG. Chronic peritoneal dialysis in the
intervienen factores propios del individuo, los eventos estresores y los elderly: A review. Peritoneal Dialysis International. 2000;20:276-
recursos del cuidador. En este modelo se considera más importante la 83.
percepción y la interpretación que el cuidador hace del potencial es- 12. Jakobsson U, Hallberg IR. Pain and quality of life among older
tresor en términos de capacidad para causar daño, más que el propio people with rheumatoid arthritis and/or osteoarthritis: a literature
suceso en si mismo, los factores que explican las diferencias indivi- review. Journal of Clinical Nursing. 2002;11:430-43.
duales en las respuestas de estrés y las consecuencias de cuidado39.
13. Holt-Lundstad J, Smith TB, Layton JB. Social Relationships
and Mortality Risk: A Meta-analityc Review. Plos Medicine.
De esta forma se define el estrés como una relación dinámica y bi-
2010;7(7):e1000316.
direccional entre un individuo y el evento estresante, siendo este en-
tendido por la persona como algo que puede exceder sus propios 14. Rosengren A, Hawken S, Ôunpuu K, Zubaid M, Almahmeed W,
recursos y que sería capaz de poner en peligro su propio bienestar Blackett K, et al. Association of psychosocial risk factors with risk
personal. of acute myocardial infarction in 11119 cases and 13648 controls
from 52 countries (the INTERHEART study): case-control study.
The Lancet. 2004;364:953-62.
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38. Lazarus RS, Folkman S. Stress, Apppraisal and coping. New York:
SpringerPublishing company; 1984.
Abstract
The perception of death in life course: a study of the role of death in changes and biographical events
This article states the results obtained in Argentina regarding the perception of death in individu-
als at different stages of personal biographies. Data is based on the research Estudio cevi - Cam-
bios y Eventos en el Curso de la Vida (cevi Study - Changes and Events in Life Course), whose
purpose is to compare the perception on changes and personal transitions in individuals at dif-
ferent stages in the life course. The questionnaire was used in a sample of 572 people, men and
women, distributed in five age groups. Most relevant findings express the growing identification
of the presence of death in the life course, showing that life-spheres involved in personal changes
are altered in relation to the life stage and to the prevailing roles played in those stages. Death is
perceived as a meaningful transition, regardless of cohort.
Keywords: Life course / transitions / turning point / death.
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Introducción
Hablar de la muerte es intentar abarcar un mundo casi infinito de posibi-
lidades. Su complejidad hace que su estudio pueda adoptar muy distintas
perspectivas y, aunque morir es siempre un proceso individual, es también
un acontecimiento que afecta a aquellos que se relacionan con quien muere,
evidenciando una dimensión social y cultural. De allí que las actitudes y
comportamientos que las personas adoptan ante la muerte sean el resultado
de características y circunstancias individuales, por un lado, y del concepto y
sentido de la muerte imperante en la sociedad, por el otro.
Precisamente, la sociología de la muerte procura analizar la relación
entre las sociedades, las familias y los hombres con la finitud (Clavandier,
2009). Pero la dificultad para asir el sentido de la muerte derivó en abordajes
indirectos, realizados a partir de la indagación de las diferentes maneras en
las cuales los grupos sociales responden a su presencia e intentan mitigar la
angustia que genera mediante el recurso de rituales, creencias y prácticas que
enmarcan la percepción colectiva acerca de la muerte (Bloch y Parry, 1981;
Metcalf y Huntington, 1991; Ariès, 1992; Thomas, 1983; Seale y van der
Geest, 2004; de Miguel, 1995).
En este artículo, específicamente, nos proponemos describir la percep-
ción que los individuos tienen de la muerte a lo largo de la vida, y las diferen-
cias en términos de continuidad o disrupción que dicha percepción asume en
las distintas etapas de las biografías personales.
En correspondencia con el mencionado objetivo, consideramos pertinente
fundamentar nuestra indagación en el enfoque teórico del Life Course (Curso
de la Vida) y ubicarlo en el contexto de un programa de investigación más
amplio denominado cevi (Changements et Événements au Cours de la Vie).
Este programa internacional fue concebido en el año 2003 por los profe-
sores Christian Lalive d’Epinay y Stefano Cavalli. Radicada la coordinación,
primero en el Centre Interfacultaire de Gérontologie (cig) de la Universidad
de Ginebra (Suiza) y, luego, a partir del año 2014, en el Centro Competenze
Anziani, Dipartimento Sanità, de la Scuola Universitaria Professionale della
Svizzera Italiana (supsi) de Suiza, se propuso estudiar la percepción que los
adultos de diversos países tenían sobre los cambios ocurridos en su propia
vida y en su entorno social desde de su nacimiento.
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La percepción de la muerte en el curso de la vida 131
1 Para mayores detalles del estudio completo, se puede consultar la página de CEVI: <http://
www2.supsi.ch/cms/cevi/>.
2 Ver, por ejemplo: Oddone y Lynch (2008, 2010); Oddone y Gastrón (2008); Lalive d’Epinay,
Cavalli y Aeby (2008); Gastrón, Oddone y Lynch (2011, 2013); Najjar (2011); Cavalli, et al.
(2013).
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La percepción de la muerte en el curso de la vida 137
Cuestiones metodológicas
El enfoque del curso de la vida se caracteriza por el pluralismo teórico, me-
todológico y por su estilo interdisciplinario (Cavalli, et al., 2006). En este
artículo, y teniendo en cuenta que nuestro objetivo es principalmente descrip-
tivo, hemos optado por una estrategia cuantitativa.
Los datos en los cuales nos basamos surgen de la segunda parte del
cuestionario aplicado en el ya mencionado Estudio cevi - Cambios y Even-
tos en el Curso de la Vida. Dicho cuestionario constaba de cuatro partes: a)
la primera estaba destinada a obtener datos acerca de la ontogénesis huma-
na, solicitando a los entrevistados que mencionaran hasta cuatro cambios
ocurridos en sus vidas en el año anterior y que los evaluaran en términos
de ganancias o pérdidas; b) la segunda parte pretendía indagar acerca de las
transiciones y puntos de inflexión personales; c) la tercera parte tenía como
objetivo establecer la referencia entre las trayectorias individuales con el
contexto sociohistórico, requiriendo de las personas la mención de aquellos
cambios sociohistóricos que hubieran impactado en sus biografías; y d) la
cuarta solicitaba datos sociodemográficos.
En Argentina, el cuestionario fue aplicado a 572 varones y mujeres re-
sidentes en el partido de Luján, provincia de Buenos Aires, distribuidos en
cinco grupos de edad quinquenales, separados entre sí por un período de diez
años. Los grupos se eligieron de manera tal que representaran posiciones
diferentes y bien definidas en el curso de la vida4. Se trabajó con una muestra
intencional, ya que el propósito de la investigación radicaba en la producción
de teoría sustantiva, a partir de la comparación generacional, más que en
la posibilidad de realizar generalizaciones descriptivas. En consecuencia, la
selección de los casos fue no aleatoria, teniendo en cuenta cuotas por sexo
y grupo de edad y una máxima diferencia respecto de variables socioeco-
nómicas consideradas relevantes, tales como: nivel de instrucción, tipo de
vivienda, ocupación y categoría ocupacional5.
Las diferentes partes de este cuestionario constaban de preguntas
abiertas y, por lo tanto, el entrevistado tenía la libertad de responder a ellas
espontáneamente.
En la segunda parte, destinada a obtener información sobre la percep-
ción subjetiva de las trayectorias de vida, se les pedía a los individuos que
mencionaran hasta cuatro hechos significativos o puntos de inflexión que
hubieran afectado sus vidas, así como también las razones por las cuales los
consideraban importantes.
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La percepción de la muerte en el curso de la vida 139
Los datos obtenidos señalan que la muerte fue mencionada al menos una vez
por el 37% del total de las personas, ocupando el segundo lugar, luego de
la dimensión más aludida que fue la familia, considerada por el 73% de los
individuos. Siguen en orden, la educación y la profesión.
La omnipresencia de la familia en el diseño de las trayectorias de vida
queda claramente expuesta por estos datos, sobre todo si tenemos en cuen-
ta que eventos que hemos clasificado como pertenecientes a la dimensión
“Muerte”, “Profesión”, etcétera, pueden, a su vez, estar relacionados con la
esfera familiar. Por ejemplo, respuestas como: “Murió mi mamá y tuve que
ocuparme de mis hermanos” o “Mi papá perdió el trabajo” remiten indirec-
tamente a la situación familiar. Sin embargo, a los fines analíticos, se decidió
mantener el código “Familia” para los hechos considerados constitutivos:
matrimonios, divorcios y nacimientos7.
En consonancia con los resultados obtenidos en otros países, que for-
maron parte del estudio cevi, en todos los grupos de edad, la vida afectiva
y familiar (es decir, la esfera de la vida privada) evidencia una pronunciada
preeminencia sobre los eventos relativos a las trayectorias educacionales o
profesionales (la esfera pública) en la reconstrucción autobiográfica (Lalive
d’Epinay y Cavalli, 2009, p. 41).
7 Ídem.
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Grupos de edad
20-24 35-39 50-54 65-69 75-84
Familia 50 Familia 72 Familia 87 Familia 83 Familia 75
Educación 47 Muerte 29 Muerte 39 Muerte 42 Muerte 43
Porcentaje
según Muerte 34 Educación 26 Profesión 24 Profesión 16 Profesión 25
dimensión
Pareja 28 Espacial 24 Educación 19 Espacial 16 Espacial 18
Salud 19 Profesión 24 Espacial 13 Educación 10 Salud 10
Población
130** 123** 116** 110** 93**
entrevistada
* Las cifras presentadas son el porcentaje entre la cantidad de menciones que una determinada dimensión
de cambios significativos tiene en una cohorte y el total de personas entrevistadas pertenecientes a esa
misma cohorte. Por ejemplo, la primera celda de este cuadro debe leerse: el 50% de los individuos de entre
20 y 24 años mencionaron como cambio significativo algún hecho relacionado con la familia. El 47 % de la
misma edad, refirió algún cambio relativo a la educación, etcétera.
** Dado que cada individuo podía mencionar hasta cuatro cambios, el total supera el 100%.
Fuente: Elaboración propia.
En todos los grupos, los cambios relacionados con la familia siguen siendo
los que ocupan el primer lugar; aun con diferencias en cuanto al peso relativo
respecto de las demás esferas involucradas.
En relación con la percepción de la muerte, observamos que ocupa el
tercer lugar entre los individuos de entre 20 y 24 años de edad, y el segundo
lugar en los cuatro grupos restantes.
En el grupo de los más jóvenes, el segundo lugar está ocupado por la
educación, que pasa al tercer puesto en el grupo siguiente. En el resto de las
cohortes, el tercer lugar es ocupado por la profesión.
Hemos visto que algunos autores (Blanco Picabia y Antequera Jurado,
1998; Clavandier, 2009) sostienen que, en las sociedades occidentales ac-
tuales, se intenta silenciar e invisibilizar la muerte mediante un doble mo-
vimiento: la profesionalización del proceso de morir (dying) y la acción de
Revista de Ciencias Sociales, DS-FCS, vol. 30, n.º 40, enero-junio 2017, pp. 129-150.
La percepción de la muerte en el curso de la vida 141
8 Los cuadros 3 y 4 hacen referencia solo a las personas que mencionaron al menos un hecho
relacionado con la muerte. Ver distribución por género y edad en el Cuadro 7 del Anexo.
Revista de Ciencias Sociales, DS-FCS, vol. 30, n.º 40, enero-junio 2017, pp. 129-150.
142 Gloria Lynch - María Julieta Oddone
Grupos de edad
20-24 35-39 50-54 65-69 75-84
Abuela/o 44 Padre 45 Padre 36 Esposo/a 37 Esposo/a 39
Padre 16 Madre 15 Madre 28 Padre 21 Madre 16
Porcentaje
según Otro familiar 16 Abuela/o 15 Hermano/a 10 Padres 14 Padre 14
parentesco
Amigo/a 10 Otro familiar 15 Otro familiar 10 Hermano/a 9 Hijo/a 10
Madre 8 Hijo/a 3 Hijo/a 4 Hijo/a 7 Otro familiar 8
Población
50** 40** 50** 57** 41**
entrevistada
* El cuadro expresa el porcentaje entre la cantidad de menciones de cambios significativos relacionados con
la muerte de personas con diferentes grados de parentesco, que tiene una cohorte, y el total de personas
entrevistadas pertenecientes a esa misma cohorte que mencionaron al menos un hecho relacionado con la
muerte. Por ejemplo, la primera celda debe leerse: del total de individuos de entre 20 y 24 años que menciona-
ron como cambio significativo algún hecho relacionado con la muerte, el 44% se refería a un abuelo o abuela.
** Dado que algunos individuos mencionaron más de un hecho relacionado con la muerte, por ejemplo, la muer-
te del padre y de la madre, el total no suma 100%.
Fuente: Elaboración propia.
Sin embargo, es relevante mencionar las diferencias entre las distintas co-
hortes, ya que expresan con extrema claridad que los eventos inciden en las
biografías personales en virtud de la inserción en el curso de la vida y en la
sociedad. En efecto, mientras casi la mitad de los más jóvenes mencionaron
la muerte de sus abuelos como un cambio significativo en sus vidas, los dos
grupos que le siguen en edad mencionan al padre en primer lugar y las dos
cohortes más ancianas, al cónyuge.
Así, es posible delinear una interpretación de estos datos a partir de los
conceptos de timing y transiciones normativas. En este sentido, es posible
pensar que la mayoría de los individuos tiende a mencionar como cambios
significativos en su vida la muerte de familiares. Estas muertes son sin duda
importantes para ellos, pero no dejan de ser “esperables” (los abuelos entre
los más jóvenes, los padres en las generaciones intermedias, los cónyuges
entre los más viejos), teniendo en cuenta el momento de la vida que atraviesa
cada cohorte y las generaciones que la anteceden y la suceden.
Dicha interpretación se ve reforzada por las razones que elaboran los en-
trevistados para fundamentar la identificación de las muertes mencionadas,
en tanto cambios significativos en sus biografías.
En efecto, alrededor de un 40% de los miembros de los distintos grupos
de edad expresa haber mencionado esa muerte debido al dolor o al senti-
miento de pérdida que le causó. Las alusiones a los “cambios” (categoría
Revista de Ciencias Sociales, DS-FCS, vol. 30, n.º 40, enero-junio 2017, pp. 129-150.
La percepción de la muerte en el curso de la vida 143
que incluye tanto transiciones como puntos de inflexión, ya sea en los roles
desempeñados o en las posiciones ocupadas en las diferentes dimensiones
de la vida) representan entre un 12% y un 14% en las tres primeras cohortes,
aumenta a algo más del 20% en la de 65 a 69 años, y alcanza a un tercio del
grupo de los más ancianos. Estos sectores son los que perciben los eventos
mencionados en términos de discontinuidad en sus vidas.
Grupos de edad
20-24 35-39 50-54 65-69 75-84
Dolor 20 Dolor 28 Pérdida 28 Dolor 32 Cambios 33
Pérdida 20 Reconocimiento 25 Desprotección 18 Cambios 22 Pérdida 22
Porcentaje
según Reconocimiento 20 Cambios 14 Dolor 16 Pérdida 14 Dolor 20
motivos
Toma de Toma de Toma de Toma de
expresados 20 14 14 Desprotección 12 4
conciencia conciencia conciencia conciencia
Cambios 12 Pérdida 8 Cambios 12 Reconocimiento 10 Desprotección 4
Población
50** 40** 50** 57** 41**
entrevistada
* El cuadro expresa el porcentaje entre la cantidad de menciones de cambios significativos relacionados con
la muerte, según la razón por la cual una cohorte considera significativo ese hecho, y el total de personas
entrevistadas pertenecientes a esa misma cohorte que mencionaron al menos un hecho relacionado con la
muerte. Por ejemplo, la primera celda debe leerse: del total de individuos de entre 20 y 24 años que men-
cionaron como cambio significativo algún hecho relacionado con la muerte, el 20% lo consideró significativo
debido al dolor que le causó.
** Dado que algunos individuos mencionaron más de un hecho relacionado con la muerte, el total no suma 100%.
Fuente: Elaboración propia.
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144 Gloria Lynch - María Julieta Oddone
miento de lo que esas personas muertas habían hecho por ellos en vida (“por-
que ella me crió”, por ejemplo), los grupos intermedios mencionan la “des-
protección” que, en general, está relacionada con la muerte del “compañero/a
de toda la vida”. Los más ancianos, por su parte, son los que más experimen-
taron la muerte como un cambio, cambio que pudo haber implicado: asumir
nuevas responsabilidades, enfrentar la soledad, sufrir transformaciones en la
situación económica, mudanzas, etcétera.
En síntesis, podría decirse que, en cada grupo de edad, las razones que
expresan los entrevistados para explicar de qué manera la muerte afectó sus
vidas están relacionadas con su inserción particular y la de la persona falle-
cida en el curso de la vida, en el momento de ocurrencia del hecho mencio-
nado, así como con su inserción en el momento de rememorar lo ocurrido y
los modelos para enfrentar la muerte, instituidos y trasmitidos mediante los
procesos de socialización y sociabilización.
Mencionamos anteriormente que solo alrededor del 15% de los indivi-
duos pertenecientes a los tres primeros grupos de edad perciben la muerte
en términos de disrupción o discontinuidad en su biografía personal, au-
mentando esa proporción en los grupos siguientes, y alcanzando un tercio
entre los mayores.
La muerte, entonces, se inserta en las trayectorias de vida, mayoritaria-
mente, con un sentido de continuidad, aun cuando no ha perdido (a pesar de
las tendencias sociales hacia la invisibilización) su gran carga emocional para
la subjetividad de nuestros entrevistados.
Conclusiones
Hemos mencionado que los resultados del estudio cevi respecto de la
reflexión sobre la relación entre los contextos macrosociales y las trayec-
torias individuales muestran que, contrariamente a una primera intuición
que indicaría que los diferentes contextos sociohistóricos nacionales in-
cidirían modelando trayectorias individuales diferenciadas. Sin embargo,
las cosas suceden, más bien, como si la historia y las marcas geográficas se
evaporaran a favor de una forma de uniformidad, tanto de esas trayectorias
como de sus secuencias. Es decir, que perdurarían modelos culturales do-
minantes que seguirían revelando su peso sobre los destinos individuales
(Cavalli, et al., 2013).
En ese marco general de interpretación, deben ser entendidos los resul-
tados obtenidos en el componente argentino respecto de la percepción que
los individuos tienen de la muerte. La primera evidencia a tener en cuenta es
que la muerte de otras personas significativas tiene un sentido más ligado a la
continuidad biográfica que a la disrupción. Sin embargo, debemos mencionar
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La percepción de la muerte en el curso de la vida 145
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La percepción de la muerte en el curso de la vida 149
Anexo
Grupos de edad
Total
20-24 35-39 50-54 65-69 75-84
Mujeres 69 68 63 58 49 307
Varones 61 55 53 52 44 265
Total 130 123 116 110 93 572
Grupos de edad
Total
20-24 35-39 50-54 65-69 75-84
Mujeres 26 27 25 30 31 139
Varones 24 13 25 27 20 109
Total 50 40 50 57 41 248
Revista de Ciencias Sociales, DS-FCS, vol. 30, n.º 40, enero-junio 2017, pp. 129-150.
150 Gloria Lynch - María Julieta Oddone
Cuadro 8. Dominios.
Revista de Ciencias Sociales, DS-FCS, vol. 30, n.º 40, enero-junio 2017, pp. 129-150.
TEMA 4
LOS SERVICIOS PARA LA SALUD
• TERCER MUNDO
MODELO SOCIALISTA (Cuba, Corea del Norte...)
• MODELO MIXTO (Europa Occidental, Canadá, Japón, Nueva Zelanda,
Australia... )
• MODELO LIBERAL (Estados Unidos)
Con la reforma sanitaria la sanidad no se convierte en pública y universal
(amplía el sistema de seguros privados)
• El concepto
• Creación temprana
• Progresiva extensión
• Funcionamiento deficiente
• Descentralización
• Predominantemente público
• Confuso
• Desequilibrio de recursos
• Gasto comparativamente moderado
• Feminizado
4.2. El sistema sanitario español
• MEDICINAS ALTERNATIVAS
Principios y terapéuticas diferentes: holística, papel más activo del paciente, más
prevención y menos medicalización
Factores determinantes del auge.
• MEDICINA POPULAR (ideas y prácticas con trasfondo mágico, religioso..)
Circunstancias que la mantienen.
• MEDICINA CASERA
• Breve referencia al VOLUNTARIADO
Participación, funciones y beneficios para la salud
Globalización
y desigualdades
en salud. Sobre
E l último cuarto del siglo XX ha hecho
estallar todas las contradicciones de
las sucesivas utopías que se habían
ido creando a lo largo de la modernidad. Posi-
la pretendida crisis tivismo, liberalismo, marxismo y, tal vez, tam-
del estado bién la utopía solidaria de un estado de bienes-
tar tan cuidadosamente construida desde la II
de bienestar Guerra Mundial principalmente por la social-
democracia europea. 1 Inmediatamente des-
pués de finalizar la II Guerra Mundial nació el
primer sistema nacional de salud: el National
Health Service británico, que respondía a una
ideología keynesiana de intervención del es-
tado para evitar las crisis cíclicas del capita-
lismo y las revoluciones sociales. Como es
bien conocido, la filosofía económica de Key-
Josep Lluís Barona nes planteaba como principal objetivo el man-
tenimiento del consumo interno mediante la
universalización del subsidio de paro y de la
(Traducción: Evelyne Tocut) atención sanitaria, la política de pensiones de
jubilación e invalidez, y toda una serie de pres-
taciones sociales. Al mismo tiempo, el sistema
productivo había de sustentarse sobre pilares
firmes promovidos por el estado, como en el
caso de las infraestructuras hospitalarias, la
construcción de medios de comunicación y
transporte, las instituciones docentes y otros
servicios públicos que, de este modo, tenían
que activar la economía, la industria y, en defi-
nitiva, suponer una garantía de continuidad en
la producción y la riqueza. La mejor cualifica-
ción de la fuerza de trabajo mediante la aplica-
ción de fondos públicos, programas de forma-
ción, becas, programas de investigación y un
amplio conjunto de prestaciones sociales, te-
nían que minimizar los efectos de un sistema
capitalista injusto, individualista y competiti-
vo. De este modo, el capitalismo salvaje, la
ética social del homo homini lupus, daba paso
a un sistema que intentaba compatibilizar la li-
bre competencia con la garantía por parte del
estado de unas condiciones de vida dignas. En
definitiva, la legitimación de políticas estatales
tendentes a garantizar el bienestar y cubrir las
necesidades básicas de la población principal-
mente mediante mecanismos fiscales de redis-
tribución de la riqueza.
Sin embargo, durante los dos últimos dece-
nios, el ideal social-demócrata y keynesiano del
estado de bienestar se ha visto desacreditado por
toda una serie de acontecimientos económicos a
Josep Lluís Barona Vilar. Dpt. d’Història de la Ciència i Documentació. Universitat de València
Política y Sociedad, 35 (2000), Madrid (pp. 31-44)
32 Josep Lluís Barona
El informe Abril dio origen a una serie de en salud no es una inversión productiva, con-
desarrollos legislativos, como el Real Decre- testa Ortún que está sobradamente demos-
to de 1995 sobre ordenación de las prestacio- trado que la población activa mejora la pro-
nes sanitarias y otra ley de 1997 que abre las ductividad laboral cuando está más sana,
posibilidades de gestionar los servicios pres- disminuyen así las incapacidades, mejoran los
tados por el servicio nacional de salud «in- diagnósticos y las estrategias de prevención,
directamente a través de la constitución de al tiempo que entre la población jubilada
cualesquiera entidades de naturaleza o titula- mejora el clima social y se minimiza el impac-
ridad pública admitidas en Derecho.» 7 La to externo que sobre la productividad supone
creación de fundaciones, sociedades mercan- el hecho de que ciertos miembros de la fami-
tiles, consorcios, entes públicos, órganos lia –casi siempre mujeres– tengan que asumir
autónomos comerciales o sociedades de auto- la atención a los viejos. 9
gestión se ha convertido en una opción real Apuntan también a favor del mantenimien-
inmediata para gestionar hospitales públicos to del estado de bienestar los resultados de los
como los de Manacor, Alzira y otros. Con in- estudios de Bishai y Simón (1987) que de-
dependencia de que la proliferación de estas muestran cómo en períodos de poca innova-
soluciones generará desigualdades –es decir, ción tecnológica, el incremento del gasto sani-
reducirá la universalidad del sistema– lo cier- tario aumenta el crecimiento económico
to es que estamos asistiendo a un peligroso durante los primeros años, mientras que en
proceso de disgregación de la red asistencial períodos de avance tecnológico acelerado, la
pública. inversión sanitaria influye menos en la tasa de
En opinión de Vicente Ortún, la transfor- crecimiento pero aumenta con mayor persis-
mación de los sistemas sanitarios surgidos en tencia la renta per cápita, aunque, por supues-
el marco del modelo de estado de bienestar to, de forma menos significativa que la educa-
pasa por la superación de tres problemas fun- ción o las inversiones públicas. También
damentales: el problema demográfico, el pro- González Páramo, a partir de los datos de la
blema tecnológico y la globalización de la O.C.D.E. correspondientes al período 1960-
economía. 8 El problema demográfico se 1990 demuestra una correlación positiva entre
refiere al envejecimiento de la población en el aumento del gasto sanitario y el de la pro-
los países industrializados y, por tanto, al ductividad laboral. Estudios rigurosos de-
aumento de la población no productiva, a los muestran, pues, que la existencia de un estado
cambios en la estructura y en la dinámica de bienestar fuerte implica no sólo una buena
familiar (familia nuclear, menor número de productividad, sino también un buen desarro-
hijos, incorporación de la mujer al trabajo...) llo humano y una mejor cohesión social. La
y a la marginalidad social. El problema tec- intervención pública, en todo caso, permite
nológico expresa el importante aumento que acompasar los ritmos de consumo/productivi-
las innovaciones tecnológicas aporta al gasto dad, buscar el equilibrio entre equidad y efi-
sanitario y la necesidad de medir su efectivi- ciencia, y priorizar los programas de interven-
dad y el beneficio social subsidiario antes de ción sanitaria no en función de la simple
decidir su incorporación al sistema público. demanda de los sectores que poseen capaci-
Finalmente, la globalización de la economía dad para comprarlos, sino en función de su
hace referencia al incremento de la compe- efectividad para la salud de la población o
tencia global entre Europa, el Asia industria- incluso para el crecimiento económico. Ver-
lizada y América del Norte, con la consi- daderamente, teniendo en cuenta la serie de
guiente necesidad de ajustar la productividad circunstancias que se acaban de señalar, segu-
con incremento del consumo para mantener ramente el principal problema que deben
la competitividad, pero manteniendo al afrontar hoy los estados industrializados no es
mismo tiempo la eficiencia económica, sin tanto el tan reiterado envejecimiento de la
perder por ello equidad social y maximizan- población o el aumento de las mal llamadas
do la eficacia de las políticas sanitarias del «clases pasivas», como mantener el sistema
estado del bienestar. productivo mediante la resolución del paro y
Al argumento neoliberal –o simplemente la integración de los jóvenes y los sectores
conservador– que sostiene que el gasto público marginales de la población. 10
34 Josep Lluís Barona
que han determinado la supervivencia de la cada vez más dramática, en la medida en que
especie; pero también por los procesos sociales, durante las dos últimas décadas el número de
la cultura y el medio. personas en situación de pobreza e indigencia
La salud será, pues, un proceso condiciona- se ha incrementado considerablemente, al
do biológica y socialmente y el proceso de tiempo que se producía una gran crisis econó-
reproducción social de la salud cabe pensar mica y se extendían las políticas de ajuste
que incorpora al menos las dimensiones: bio- estructural en muchos países del tercer mundo
lógica, ecológica, psicológica, cultural y eco- y particularmente de América latina.
nómica. Estas dimensiones deberán formar La primera gran dificultad consiste en deli-
parte de la triple línea de actuación que debe mitar los parámetros que determinan la
encarnar toda estrategia de intervención: la pobreza. 19 Habitualmente se han empleado
promoción de la salud (dimensión social), la dos métodos. El primero, impulsado por el
prevención de las enfermedades (las tres P.N.U.D., consiste en determinar las necesi-
dimensiones, individual, grupal y social) y la dades básicas insatisfechas (NBI), como son
curación y rehabilitación (individual). las condiciones de la vivienda, el saneamien-
Este apartado comenzaba definiendo el con- to, el acceso a la educación o los ingresos
cepto de situación de salud; ahora podemos familiares. El indicador de NBI determina lo
añadir que esa situación de salud está condicio- que podríamos llamar pobreza estructural,
nada por todos esos factores que se acaban de pero resulta poco sensible a los cambios
enumerar, integrados en la triple dimensión coyunturales, al empobrecimiento sobreveni-
individual, de grupo social y de sociedad. Entre do o a los cambios en la situación de pobreza.
los factores que de modo más incuestionable El otro es el indicador llamado línea de
intervienen en la situación de salud de una pobreza, basado en la determinación del con-
población los hay que son biológicos (genéti- junto de bienes y servicios indispensables
cos, inmunitarios, raciales...) y otros demográ- para mantener el nivel de vida y la conserva-
ficos, como sucede con la correlación entre ción del modelo familiar. Consiste en calcular
patrón demográfico y epidemiológico de una el gasto de la cesta de la compra en un lugar
población. Pero también la organización social determinado. Utiliza el método de encuestas
del trabajo desempeña un papel fundamental: para determinar los grupos de población que
las malas condiciones laborales, el desarrollo o se encuentran por debajo. De este modo, al
subdesarrollo tecnológico, las nuevas tecnolo- ajustarse mejor a la realidad de un momento
gías, las grandes megalópolis industriales y dado, detecta mejor la pobreza coyuntural.
demás aportan nuevas situaciones de riesgo Últimamente se ha propuesto un método
para la salud y a menudo favorecen la desinte- mixto que se propone evaluar la pobreza
gración social y la marginación. De todos tomando en consideración los procesos es-
modos, con ser importantes los anteriores, se tructurales de la sociedad, como son el desa-
puede decir con rotundidad, que el principal rrollo productivo, la disponibilidad de recur-
factor negativo para la salud es la pobreza. sos naturales, el sistema político o el acceso a
la cultura, y, por otra parte, a considerar tam-
bién el eventual empobrecimiento de los sec-
tores medios de la población, debido a
IV. Pobreza y situación momentos de crisis o de ajuste. Se ha podido
de salud comprobar que esta pobreza coyuntural nor-
malmente va asociada a la aparición de nue-
vos problemas de salud, como son los trastor-
cápita. 25 Los últimos estudios de Benach y miento global de la población del planeta, el
Yasui (1999) aportan como novedad metodo- aumento de la longevidad y el envejecimien-
lógica el análisis de la situación de salud de la to de la población en el primer mundo, el
sociedad española no en términos tan groseros aumento de las desigualdades de riqueza y
como es la distribución por provincias, sino a salud entre poblaciones ricas y pobres, por no
partir de pequeñas áreas geográficas. En un insistir en el espectacular aumento del llama-
estudio reciente, que ha abierto expectativas do paro estructural, de la pobreza en térmi-
inéditas, han estudiado los patrones geográfi- nos globales y de la marginalidad –4.°
cos de mortalidad y las relaciones entre depri- mundo– en los países más ricos. Todo ello en
vación social y mortalidad en unas 2.200 áreas unas circunstancias en que los análisis econó-
geográficas pequeñas, desde el punto de vista micos indican además que a veces se produce
de dos indicadores: a) la superpoblación, el una disociación entre el incremento del gasto
analfabetismo y el bajo nivel de desarrollo sanitario y la mejora de los indicadores gene-
social y, b) el paro. Los resultados son intere- rales de salud de una población. Por todo ello,
santes e indican que el primer indicador tiene durante las dos últimas décadas nos encontra-
sus puntos extremos en áreas de Andalucía mos con una doble tendencia que coincide en
(59%) y el polo contrario en zonas de Baleares el tiempo y que es, al mismo tiempo, contra-
(35,4). La cartografía de los datos indica clara- dictoria. Por una parte, coincidiendo con los
mente que hay un patrón de sobremortalidad y orígenes de la crisis del estado de bienestar, la
deprivación que forma una franja que se Conferencia del Alma Ata apostó en 1978 por
extiende de norte a sudoeste de la península la focalización de las actuaciones en los pro-
Ibérica. Este primer estudio hecho en España blemas de salud comunitaria, en las estruc-
en torno a la objetivación de desigualdades turas de atención primaria y en los agentes de
sociales en mortalidad por pequeñas zonas salud, frente a la tendencia tradicional basada
geográficas permite delimitar mejor que por más bien en un sistema asistencial centrado
provincias los núcleos sanitariamente más pro- en el hospital y de orientación curativa. En un
blemáticos y el tipo de intervenciones necesa- sentido contrario a esta tendencia, desde en-
rio en cada caso. 26 tonces han ido ganando terreno también las
políticas neoliberales que pretenden organi-
zar la atención sanitaria con criterios de efi -
ciencia y rentabilidad económica. En la prac-
VI. Tendencias de la situación tica eso ha implicado una tendencia a la
sanitaria mundial reducción del gasto público en sanidad, un
mayor énfasis en las dimensiones individua-
les de la salud, una mayor responsabilización
Sin embargo, en la actualidad hay signos que en que el desarrollo de la era antibiótica había
refuerzan la idea de que se está produciendo creado expectativas inusitadas acerca de la
una desaceleración de esta tendencia positiva e capacidad de controlar el fenómeno infeccioso.
incluso, en algunos casos, indican una inver- Es un dato bien conocido que el círculo mal-
sión de la tendencia, un empeoramiento de los nutrición–infección afecta cada año la cifra de
indicadores de salud. En particular en áreas 12 millones de niños, y si hemos de dar crédi-
geográficas como la Europa del este o en gran- to a los informes del Banco Mundial del 1993
29
des zonas del continente africano se ha produ- y de la O.M.S. de 1995 30, estas enfermeda-
cido en los últimos años una disminución de la des diarreicas infantiles son fácilmente preve-
esperanza de vida y en algunos países incluso nibles y curables. Tan importante es la mortali-
ha aumentado la mortalidad infantil. 28 En los dad infecciosa infantil, que la U.N.I.C.E.F.
U.S.A. y en Gran Bretaña se ha objetivado la considera en su informe de 1993 que la princi-
disminución del ritmo de reducción de la mor- pal intervención médica sobre la infancia del
talidad y, según los datos de U.N.I.C.E.F. rela- tercer mundo ha de ser la inmunización contra
tivos a la década de los años 1980, en ambos el sarampión, puesto que los datos indican que
estados se ha producido un deterioro de la mor- mientras en Suecia el porcentaje de niños
talidad infantil, ha disminuido el gasto en edu- vacunados alcanza el 95% de la población
cación, ha aumentado el índice de suicidios infantil, en cambio en Etiopía no llega al 17%.
entre adolescentes y la renta disponible ha Datos como éste hacen pensar que los grandes
agravado las desigualdades sociales. Según los problemas de salud pública que afectan a los
datos que presenta la O.M.S. sobre el año 1995, países más pobres tienen una fácil solución
la diferencia de esperanza de vida al nacer entre científico-técnica, aunque su resolución plan-
Japón y Uganda alcanza los 37 años. Eso signi- tea grandes problemas políticos.
fica que en Uganda –donde la esperanza de
vida no supera los 42 años– la situación no es
ahora mejor que lo era hace un siglo en las VII. Desigualdades sociales
zonas más castigadas de Europa por el proceso
de industrialización. Pero además con una des- y estrategias de
ventaja para el país africano, y es que las pers- salud pública
pectivas de futuro eran buenas hace cien años
para Europa –piénsese en la llamada transición
sanitaria i demográfica– mientras que la ten-
dencia actual para los países africanos no
puede ser más pesimista, con un aumento
L a importancia de analizar las desigual-
dades sociales que dan lugar a desi-
gualdades de salud entre las grandes
escandaloso de las desigualdades y un dete- regiones el planeta, y también entre países que
rioro de la situación social y de salud. pertenecen a un mismo entorno socio-econó-
En el seno de los países menos desarrollados mico o entre grupos sociales dentro de un
técnicamente, las desigualdades sociales y mismo estado o ciudad radica, no sólo en razo-
sanitarias también van en aumento. Lo ilustran nes de carácter económico, sino también en
las grandes diferencias en los indicadores de razones éticas y en la indudable importancia
mortalidad que hay entre regiones en la India, que poseen para establecer estrategias de inter-
comparables a las ya mencionadas entre vención para prevenir o solucionar los proble-
barrios de Nueva York o entre áreas pobres y mas evitables o hacer frente a la solución de
ricas del Reino Unido. Si analizamos las tasas los existentes. Incluso desde un punto de vista
de mortalidad, inmediatamente veremos que meramente económico, las estrategias de salud
las desigualdades se traducen principalmente pública que tienden a minimizar las desigual-
en una distribución cartografiable de las causas dades aportan una mayor rentabilidad a la
de muerte. Hemos de pensar que más de la ter- inversión, puesto que las desigualdades en
cera parte de la muertes totales en el planeta salud suponen una pérdida social y económica
tienen una causa infecciosa, es decir, que las de recursos humanos y un descenso de la pro-
enfermedades infecciosas y parasitarias supe- ductividad. Sin embargo, se da la paradoja de
ran claramente a las cardiovasculares y a los que si el objetivo de la O.M.S. para los años
tumores malignos, y eso sucede en una etapa 1980 consistía en reducir un 25% las desigual-
Globalización y desigualdades en salud… 41
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SERIES 153.507
INFORME 2021
(XVII Informe)
MAYO DE 2021
1
INTRODUCCIÓN
2
Por otro lado la aplicación del RDL 16/2012 en cuanto a los copagos
farmacéuticos ha supuesto la exclusión del acceso a la prestación farmacéutica
de muchos enfermos (las encuestas señalan que las personas que por motivos
económicos no retiran de la farmacia medicamentos prescritos suponen un
14,76%, y el Barómetro Sanitario de 2019 refiere que son 1,23 millones de
personas), y aunque no se han hecho evaluaciones sobre el impacto sobre la
salud de la falta de adherencia a los tratamientos que produce esta situación,
es cierto que los Presupuestos Generales del Estado de 2021 eximen a un
numeroso grupo de población (600.000 personas según los cálculos del
Gobierno), la que tiene menos ingresos, de los copagos, con lo que
previsiblemente la situación habrá mejorado de manera sustancial.
Este Informe, como los anteriores, hace una comparación entre las distintas
CCAA y evalúa la posición relativa que cada una de ellas tiene respecto a las
demás, por eso si todas las CCAA empeoran o mejoran, el resultado no tendría
que variar si lo hubieran hecho en la misma medida. Por otro lado, es evidente
que la utilización de este para argumentar que un servicio sanitario de una
comunidad autónoma concreta carece de problemas no se ajusta a la realidad
porque solo indica si esta mejor o peor que el resto. También debe tenerse en
cuenta, que incluso una buena situación relativa, puede encubrir muy serios
problemas en parte del territorio de esa autonomía, porque no se analizan las
desigualdades intracomunitarias, que existen y haya motivos para pensar que
son importantes, pero sobre las que no hay datos públicos suficientes para
hacer evaluaciones.
Por ello este Informe, además de objetivar las diferencias entre los sistemas
sanitarios de las CCAA, intenta también el analizar con que intensidad se ha
aplicado esta política de recortes y deterioro en la Sanidad Pública y si también
en este tema estamos ante actuaciones significativamente diferentes por parte
de las administraciones autonómicas.
Finalmente, una cuestión clave es que no analiza, salvo algún dato aislado la
respuesta de los servicios sanitarios a la pandemia por covid19, lo que habrá
que hacer de manera específica cuando esta se encuentre controlada.
Otro hecho que conviene tener en cuenta es que el Informe se realiza con
datos mayoritariamente de 2019 y 2020 y solo algunos de 2021.
3
CRITERIOS ANALIZADOS
Se han utilizado los siguientes parámetros, que todos ellos son utilizados en las
valoraciones de los sistemas sanitarios mundiales por la OCDE, OMS,
Eurostat, HAQI (The Lancet) e indicadores claves del SNS.
Política farmacéutica:
15) Gasto farmacéutico 2020: gasto farmacéutico financiado por la
Seguridad Social en recetas en 2020 (Ministerio de Sanidad y
Consumo), dividido por la población.
16) Crecimiento de gasto farmacéutico: porcentaje de crecimiento del
gasto farmacéutico en 2020 en relación con 2019 (Ministerio de
Sanidad y Consumo).
17) Porcentaje de envases farmacéuticos en medicamentos genéricos en
2019 (Ministerio de Sanidad).
18) Gasto farmacéutico hospitalario 2020: gasto farmacéutico hospitalario
en 2020 (Ministerio de Hacienda), dividido por la población.
19) Crecimiento de gasto farmacéutico hospitalario 2020: porcentaje de
crecimiento del gasto farmacéutico en hospitales en ese año respecto
a 2019 (Ministerio de Hacienda).
4
Valoración de los ciudadanos:
20) Satisfacción: puntuación obtenida en el Barómetro Sanitario 2019.
21) Porcentaje de personas que opinan que el sistema sanitario funciona
bien o bastante bien (Barómetro Sanitario 2019)
22) Porcentaje de personas que piensan que recibieron buena o muy
buena asistencia sanitaria durante la Covid19 (Fusión de Barómetros
de septiembre a diciembre de 2020 sobre Covid19. Estudio nº
66091220)
23) Porcentaje de ciudadanos que prefieren la asistencia sanitaria pública.
Barómetro Sanitario 2019
Listas de espera:
24) Porcentaje de ciudadanos que recibió la cita con el especialista en 15
días o menos. (Barómetro Sanitario 2019).
25) Porcentaje de ciudadanos que señala que recibe la cita de AP en 24
horas (Barómetro Sanitario 2019)
26) Porcentaje de ciudadanos que piensa que mejoraron las listas de
espera (Barómetro Sanitario 2019).
27) Días de demora media lista de espera quirúrgica a julio de 2020
(Ministerio de Sanidad 2020)
28) Días de demora media lista de espera primera consulta especialista a
julio de 2020 (Ministerio de Sanidad 2020)
Privatización sanitaria:
29) Gasto de bolsillo anual por persona en sanidad (CIS)
30) Porcentaje del gasto sanitario dedicado a contratación con centros
privados (MS)
31) Número de consultas por habitante y año en atención especializada
privada (MS)
32) Número de consultas por habitante y año en medicina de cabecera
privada (MS)
33) Privatización de los servicios sanitarios: presencia de fórmulas de
gestión privada (fundaciones, empresas públicas, consorcios, etc.),
concesiones administrativas, entidades de base asociativa o iniciativas
de financiación privada.
34) Existencia de dedicación exclusiva de los profesionales al sistema
sanitario público.
5
4) Se ha asignado un punto a las CCAA en las que existe dedicación
exclusiva de los profesionales y 0 a las que no la tienen
PUNTUACIONES OBTENIDAS
6
La diferencia entre CCAA es claramente excesiva (de 38 puntos sobre un
máximo alcanzado de 98). La ratio entre la Comunidad autónoma de mayor
puntuación y la de menor puntuación es de 1,63 una de las menores registrada
en los informes realizados: 2019 (1,82), 2018 (1,77), 2017 (1,83), 2016 (1,80),
2015 (1,81) y 2014 (1,76) pero que sigue evidenciando una gran disparidad en
los servicios sanitarios entre las CCAA, que aunque se reduce ligeramente,
continua poniendo en peligro la necesaria cohesión y equidad entre territorios.
7
COMPARACIÓN DE LA POSICIÓN RELATIVA DE LAS CCAA EN LOS 8
ÚLTIMOS INFORMES REALIZADOS
8
COMENTARIOS A LOS RESULTADOS
Hay que señalar que aunque la mayoría de los criterios de valoración han sido
los mismos todos los años (no siempre han estado disponibles), desde 2008 se
han añadido más criterios relativos a las opiniones de los ciudadanos, así como
a las listas de espera, en 2014 se han añadido 3 más relativos al
funcionamiento de los servicios sanitarios y otras 2 sobre privatización, 3 más
sobre funcionamiento en 2016 ,2 sobre listas de espera en 2017, 2 sobre gasto
farmacéutico hospitalario en 2018 y 2 sobre privatización en 2019, en este año
se añadieron 2, uno sobre recursos y otros sobre opinión de la ciudadanía.
A partir de 2018 se ha tenido que eliminar uno, el de Mejora global que recogía
el Promedio de los porcentajes de ciudadanos que piensan que se ha
producido una mejora en la atención primaria, consulta de los especialistas y
asistencia hospitalaria, debido a que en los últimos Barómetros Sanitarios (a
partir de 2017) se eliminaron estas preguntas.
Hay que resaltar que hasta este año las 2 últimas CCAA eran las mismas en
todos los informes (Canarias y Valencia) pero en el actual Murcia ocupa por
primera vez el último lugar (la penúltima en 2019)
Los dos primeros puestos en los 4 últimos Informes los ocupan las mismas
CCAA con cambios en las posiciones relativas.
El grupo de las CCAA con peores servicios sanitarios está formado por Murcia,
Andalucía Valencia y Canarias, comunidades que todas ellas habían ocupado
en algún momento las 4 últimas posiciones, aunque respecto al año pasado se
incorpora Valencia.
Las bajadas más llamativas son las de Castilla la Mancha (3 puestos), Aragón,
Baleares y Valencia (2 puestos), bajando 1 puesto: Navarra, Castilla y León,
Madrid, Andalucía y Murcia.
Hay que recordar que el análisis que se realiza es una comparación entre la
situación de las CCAA, de manera que, si todas hubiesen mejorado o
empeorado en la misma cuantía, no se producirían diferencias en los
resultados y por lo tanto los cambios de posición responden a las posiciones
relativas.
9
se observa de acuerdo con el color político del gobierno autonómico, que entre
aquellas CCAA gobernadas por el PP, 1 mejoro su posición (20%) y 4
empeoraron (80%); entre las gobernadas por el PSOE, 5 mejoraron (50%) y 5
empeoraron (50%), y en las que tuvieron gobiernos nacionalistas las 2
mejoraron. De ello parece deducirse que la evolución fue más positiva en las
que no tuvieron gobiernos conservadores, aunque seria conveniente esperar
hasta el año próximo para poder valorarlo con más tiempo de evolución.
Análisis estadístico
10
TABLAS:
11
Me AEhab Enf AEhab MeAP EnfAP
hab hab
Andalucía 1,62 2,89 0,76 0,6
Aragón 2,29 4,56 0,88 0,77
Asturias 2,42 4,1 0,78 0,72
Baleares 1,99 3,98 0,62 0,5
Canarias 1,94 3,54 0,74 0,9
Cantabria 1,89 3,62 0,8 0,64
Castilla y León 2,03 3,53 1,12 0,89
Castilla la Mancha 1,9 3,36 0,83 0,75
Cataluña 2,06 3,45 0,77 0,75
Comunidad Valenciana 1,88 2,91 0,79 0,63
Extremadura 1,84 3,41 0,92 0,88
Galicia 1,92 3,51 0,83 0,7
Madrid 2,23 3,57 0,68 0,5
Murcia 1,84 3,06 0,75 0,57
Navarra 2,53 4,63 0,8 0,79
País Vasco 2,3 4,94 0,8 0,69
La Rioja 1,83 3,33 0,83 0,93
12
Cesáreas Coste de alta Intv/quirof CMA Urgenc
hospitalaria /1000
Andalucía 25,69 938,06 1160,80 48,84 800,32
Aragón 20,72 947,58 1208,06 34,82 635,88
Asturias 18,14 1015,87 914,97 43,83 533,44
Baleares 23,35 1125,72 1158,16 41,77 786,23
Canarias 20,37 1060,41 1083,26 36,2 544,14
Cantabria 23,83 1060,74 717,20 40,29 617,97
Castilla y León 22,89 941,76 1098,95 35,74 531,82
Castilla la Mancha 24,9 958,50 1081,74 50,68 569,91
Cataluña 26,94 675,36 1381,57 50,01 666,82
Comunidad Valenciana 28,7 1087,81 1074,14 46,18 638,31
Extremadura 29,22 945,61 1004,24 40,32 536,10
Galicia 25,31 909,79 1011,62 45,17 545,08
Madrid 23,86 996,80 1273,26 51,06 747,43
Murcia 25,63 1084,14 969,49 40,34 735,27
Navarra 16,33 1124,72 832,14 34,72 452,67
País Vasco 14,63 941,91 1286,12 41,72 577,48
La Rioja 21,93 767,41 1312,51 54,32 515,50
13
GASTO FARMACÉUTICO
14
OPINIÓN CIUDADANA
Satis = puntuación que dan los ciudadanos a la Sanidad Pública (de 0 a 10)
(Barómetro Sanitario)
Func = porcentaje de personas que opinan que la Sanidad funciona bien o
bastante bien (Barómetro Sanitario)
Covid-19= porcentaje de personas que opinan que la atención sanitaria
recibida por la Covid-19 fue buena o muy buena (CIS)
Pref SP = % de ciudadanos que eligen la Sanidad Pública para hospitalización
(Barómetro Sanitario)
15
LISTAS DE ESPERA
16
PRIVATIZACIÓN
17
ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA
SANIDAD Y LA GESTIÓN SANITARIA EN ESPAÑA
RESUMEN
El objetivo de este artículo es poner manifiesto la evolución del sistema sanitario español a lo
largo de su historia, ligándolo a su vez con la forma de gestión que han ido aplicando los diferentes
Órganos de Gobierno que han tenido implicación directo en la política sanitaria.
El periodo de análisis comienza en la alta edad media, siglos V-VI, y continua con el análisis
de los principales acontecimientos que a lo largo de los últimos quince siglos han tenido lugar y que
han hecho que la situación actual sea exactamente la que es en la actualidad.
Para terminar hemos querido exponer las líneas maestras que, en nuestra opinión, deben regir el
desarrollo futuro de la gestión sanitaria en el contexto de la globalización y el acelerado proceso de
progreso económico y social en el que nos encontramos inmersos.
INTRODUCCIÓN
En estos tiempos, en que, con motivo de la crítica situación económica que estamos
atravesando, se pueden plantean ciertas dudas sobre el futuro de algunos de los derechos sociales
adquiridos a lo largo del tiempo, creemos que es interesante recordar, mediante un breve repaso
histórico, cómo han ido apareciendo alguno de esos derechos y prestaciones sociales con las que
convivimos en la actualidad y que han ido cambiando con el paso del tiempo, por ello, en este artículo
nos vamos a centrar en hacer un repaso de cómo han ido evolucionando los derechos sociales, sanitario
y asistenciales, para lo que es necesario poner de manifiesto la evolución del sistema sanitario español
a lo largo del tiempo.
Es necesario, antes de nada, destacar que, el sector sanitario, a pesar de ser uno más de los muchos
que constituyen la estructura económica de un país tiene como características autóctonas su complejidad y
su especificidad. Dentro de ésta última sobresale, entre todas, el carácter multidisciplinar y multicultural
de todos los estamentos implicados en su macro (políticas sanitarias) y microgestión (gestión hospitalaria
pública o privada).
Hemos de empezar manifestando que tanto el modelo de asistencia como de gestión sanitaria
existente en la actualidad, no supone nada más que el resultado de multitud de políticas, reformas y
cambios acaecidos desde el momento en que se encuentran sus inicios o antecedentes, que hemos de
situar en la alta edad media (siglos V-VI), hasta las últimas reformas significativas habidas en los últimos
años del siglo XX y comienzos del actual.
Nuestro objetivo, por tanto, a lo largo de este artículo será el de analizar los principales hitos
relacionados con la política sanitaria y su influencia sobre su gestión, acaecidas a lo largo del tiempo hasta
llegar a determinar por qué la gestión sanitaria es en España exactamente la que es, así como sus
principales virtudes y defectos.
1
ORÍGENES DE LA SANIDAD
Los antecedentes de la política hospitalaria los podemos situar, como técnica sistemáticamente
aplicada y en cierta medida protocolizada, en la aparición con los hospicios o centros de acogida
regidos, generalmente, por órdenes religiosas y construidas también en la mayoría de los casos junto a
sus respectivos monasterios.
Honore1, entre otros, pone de manifiesto que estos centros de acogida, se desarrollaron
especialmente en países como Inglaterra, Alemania o Francia, hasta extenderse por todo el continente
europeo.
Dada las enormes carencias de la medicina de la época, dicen los anteriores autores, la
preparación de los enfermos para afrontar la muerte era una de las principales funciones que allí se
ejercían.
Superada la edad media, la sanidad fue dejando, cada vez más de ser identificada con la caridad
cristiana, para ser relacionada con la pobreza, apareciendo así la figura del hospital-beneficencia,
financiado por donaciones de personas acomodadas 2.
Si nos centramos en nuestro país, y nos situamos ya en épocas más recientes, los antecedentes
oficiales de la política sanitaria cabe situarlos en el año 1883, con la creación de la Comisión de
Reformas Sociales, según los datos disponibles del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria 3.
La creación de la citada Comisión tuvo como objetivo principal el estudio de todas las
cuestiones relacionadas con el bienestar de la clase obrera aparecida como consecuencia de la
Revolución Industrial que en esta etapa se empezaba a consolidar.
Estos trabajos continuarían en los años siguientes bajo los auspicios del Ministerio de la
Gobernación, quien encargó al Instituto de Reformas Sociales un proyecto de Ley sobre la materia,
presentado en el Parlamento en 1906, mediante el que se pretendía crear definitivamente el Instituto
Nacional de Previsión, aun cuando finalmente no se terminó de llevar a efectos hasta febrero de 1908.
Esta ley establece el régimen español de Retiros Obreros, bajo el sistema de pensiones de vejez
subsidiarias que libremente podían contratar los obreros con este Organismo.
Como avances sociales de cierta relevancia acaecidos en la época, cabe destacar tanto la
implantación del Seguro Obligatorio del Retiro Obrero, en marzo de 1919, como el Seguro Obligatorio
de Maternidad de 1923.
2
Pero estas coberturas parciales de las prestaciones sanitarias para los obreros, no se llegan a
extender hacia una cobertura general hasta 1942, cuando aparece el Seguro Obligatorio de Enfermedad
(SOE), dirigido a proteger a los trabajadores cuyas rentas no excedían de ciertos límites.
Este SOE queda a cargo del INP, como entidad aseguradora única, y entre las prestaciones del
seguro, estaba la asistencia sanitaria en caso de enfermedad y maternidad, e indemnización económica
por la pérdida de retribución derivada de las situaciones anteriores.
A comienzo de la década de los sesenta del siglo pasado empieza a implantarse en España la
conocida como profesionalización de la asistencia sanitaria, consistente en la constitución de grandes
centros sanitarios para dar cobertura sanitaria a una parte de la población cada vez mayor. Podemos
considerar esta época como el inicio de lo que más tarde llegaría a ser la prestación sanitaria con
carácter universal.
Dice Falgueras4 que, no obstante, el importante gasto que las prestaciones sanitarias
comportaban, la estructura organizativa era muy simple. Cada hospital era dirigido por un Director
Médico con amplios poderes para gestionar y del que dependían un Administrador y una Jefatura de
Enfermería.
La gestión de los recursos escasos se basaba en una cadena jerárquica de mandos intermedios
(jefes de servicios) y de un conjunto de empleados de enfermería y de auxiliares con más atribuciones
de las deseables.
Uno de los momentos claves en la evolución del sistema sanitario lo constituye la desaparición,
en 1978, del Instituto Nacional de Previsión (INP) y el traspaso de las funciones que venía
desempeñando a:
3
Será pues el INSALUD, creado por (Real Decreto 36/1978, de 16 de noviembre), el
instrumento con el que contará el Estado para gestionar esas prestaciones a todos los colectivos
incluidos en el sistema de la Seguridad Social, si bien es cierto que las Mutualidades de Funcionarios,
la gestión de accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales quedan fuera de su ámbito de
atención.
Conviene destacar, que es a partir de ese momento cuando se empiezan a crear los cimientos de
lo que sería una sustancialmente más sólida estructura organizativa, y así en 1985, ésta se refuerza de
una manera importante con la aparición en un organigrama con tres direcciones: médica, enfermería y
gestión y servicios generales, de las que dependerán toda una serie de subdirecciones.
Dicho lo anterior, no debe parecer casual que en 1978, las prestaciones sanitarias tomen nuevos
e importantes rumbos, dado que con la aprobación de nuestra Constitución en los primeros balbuceos
de nuestro estrenado sistema democrático, se reconozca el derecho de todos los ciudadanos a la
protección de la salud.
Esta situación dio lugar a la aparición en 1977 del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, y
en 1979, al Instituto Nacional de la Salud, como ya hemos comentado antes.
Se empieza, así mismo, a financiar la sanidad con cargo a los Presupuestos Generales del
Estado, y se acepta la concurrencia paralela y complementariedad de la sanidad privada.
Se concibe así el Sistema Nacional de Salud, según González Sánchez 5, como el conjunto de
los servicios de salud de las Comunidades Autónomas, coordinados por la Administración Central,
configurándose la asistencia sanitaria en dos niveles organizativos básicos:
Será el ministerio el encargado de proponer y ejecutar las directrices generales del gobierno
sobre la política de salud, planificación y asistencia sanitaria, así como de la coordinación de
las actividades dirigidas a la implantación de políticas relacionadas con la drogadicción y
sus consecuencias.
En esta ley, dicen Frende Vega et al 6, se regula la creación de nuevas formas organizativas en
aras a conseguir una gestión más eficiente de los centros sanitarios, abriéndose la posibilidad de
desarrollar la gestión mediante la creación de entes con personalidad jurídica interpuestos y que fue
recogido en el Plan Estratégico elaborado por el INSALUD para el periodo temporal 1997-2000.
Es, de esta forma, como el Instituto Nacional de la Salud llega a convertirse, en 2002, en una
entidad de menor dimensión asignándosele la gestión de los derechos y obligaciones del INSALUD, y
cambiando su denominación por la de Instituto Nacional de Gestión Sanitaria.
Con la llegada del INSALUD se lleva también a cabo, a principios de 2002, las transferencias
sanitarias a todas las Comunidades Autónomas que no disponían todavía de las competencias sobre
servicios sanitarios de la Seguridad Social, con lo que se cierra un ciclo de gestión sanitaria moderna
en España que, no obstante, no tuvo el dinamismo ni la capacidad de innovación de la gestión
empresarial.
En resumen, podemos afirmar, que hemos asistido en el transcurso de los últimos treinta años a
un auge y florecimiento espectacular de la gestión sanitaria, años en los que se incorporaron ideas,
experiencias y proyectos, asimilándonos así, en las tareas de gestión, a otros países de nuestro entorno
con administraciones públicas de larga tradición democrática.
En este sentido hemos de destacar las atinadas palabras de Belenes7 al afirmar que España ganó
rápidamente un tiempo perdido, consolidando un Sistema Nacional de Salud que en la actualidad
resiste bien la comparación con otros países europeos que gozaron de más ventajas iniciales y
emprendieron grandes proyectos de reforma estratégica como pueden ser los acontecidos en los países
del norte de Europa, Inglaterra, los Países Bajos, etc.
Durante mucho tiempo, las instituciones hospitalarias y los sistemas sanitarios en general, han
permanecido de espaldas a las innovaciones y al perfeccionamiento que se han ido produciendo en las
técnicas de gestión, y que empresas del resto de sectores han ido incorporando a su patrimonio
gerencial.
Este hecho se ha evidenciado de una manera más patente en el ámbito de la salud pública,
quizás debido a la existencia de enormes y rígidos aparatos burocráticos que han relentizado la
modernización del sector respecto a su gestión.
5
No obstante hemos de reconocer que la gestión sanitaria en España se perfeccionó de manera
notable en los primeros años de la última década del siglo pasado, pasando, desde entonces, a caer
progresivamente en un cierto estancamiento que aún permanece en la actualidad.
Pero como de manifiesto Belenes7 para entender el por qué de la situación en la que se
encuentra la gestión sanitaria, hay que destacar que ésta, en las tres últimas décadas, ha estado muy
condicionada por:
En cualquier caso, una vez superados los propósitos básicos del actual sistema sanitario
español, desarrollado por la Ley General de Sanidad, es decir, la universalización del derecho a la
asistencia sanitaria, la equidad en su cobertura y su carácter público, ha llegado el momento de prestar
esa asistencia sanitaria en condiciones de máxima eficiencia, entendida ésta como la utilización óptima
de los recursos disponibles.
En este contexto, los centros sanitarios deben ser obligados a pasar del enfoque tradicional de
gestión en el que primaba el cumplimiento de la legalidad, a otro, en el que sin perder ese
cumplimiento, se dirijan los principales esfuerzos hacia la consecución de la eficiencia en el empleo de
los recursos puestos a su disposición.
En este sentido se aprecian una serie de rasgos en la gestión sanitaria actual que deben
destacarse, como son los referidos a:
Modernidad en la gestión, equiparable a la del resto de los países de nuestro entorno, de tal
manera que se puede decir que los servicios sanitarios, tanto públicos como privados, se
encuentran relativamente bien gestionados, tanto por la utilización de suficientes
instrumentos y técnicas de gestión, como por la innovación organizativa y la amplia
disponibilidad de directivos y cuadros intermedios que están consiguiendo impulsar una
gestión moderna en un escenario de administración pública muy rígida y obsoleta.
La gestión sanitaria española, especialmente la pública, ha apostado por una reforma lenta
pero progresiva, tratando de evitar introducir grandes cambios o reformas de gran calado (si
exceptuamos el Informe Abril), que ha permitido una mejora paulatina en la gestión.
Presentada la situación en la que se encuentra la gestión sanitaria en España, creemos que las
líneas maestras que deben presidir su desarrollo en el futuro próximo han de acomodarse a las
siguientes pautas de actuación:
Establecer alianzas estratégicas entre los centros sanitarios, a fin de compartir las ventajas
competitivas diferenciadoras que cada uno pueda poseer.
Destacar la importancia que para los gestores debe ostentar la microgestión sanitaria. La
nueva gestión sanitaria pasa necesariamente de ser de un modelo autoritario y centralista a
otro en los que los centros gozan de una mayor autonomía en el que la gestión
multidisciplinar, integrada por clínicos y gestores, prime sobre cualquier otra consideración.
Incorporar nuevos modelos de gestión de los centros sanitarios. Después de más de veinte
años de descentralización de la sanidad pública a favor de las Comunidades Autónomas, son
pocas las que vienen aplicando auténticos sistemas de gestión y cálculo de costes, modernos
y eficaces, a fin de eliminar la mayoría de los existentes en la actualidad, presididos por la
burocracia e incapaces de dar respuesta a las exigencias informativas que en la actualidad se
le deben demandar para tomar las decisiones adecuadas.
Para concluir este artículo, queremos recalcar que de todas formas, y cualquiera que sea el
entorno económico y político del sistema de salud, las presiones externas de los altos costes
(farmacéuticos, tecnológicos y de sobreutilización de servicios), de la ineficiencia, y de la
insatisfacción de la ciudadanía con la calidad de los servicios, por citar algunos casos, hará que tarde o
temprano los sectores sanitarios, especialmente los públicos, demuestren con hechos tangibles que
pueden lograr niveles de eficiencia y calidad, igual o incluso superiores en algunas áreas, al sector
privado, no solamente como respuesta adaptativa a condiciones cada vez más desfavorables, sino
como simple compromiso de equidad y justicia social.
Consecuentemente, está claro que el nuevo marco de la sanidad española requiere nuevas reglas
de juego que vinculen a todos sus actores y que, entre otras cosas, permitan mantener y mejorar la
calidad de la gestión global del sistema. El escenario futuro es enormemente incierto y complejo:
sabemos bien de dónde venimos, pero necesitamos conocer mejor el futuro, y éste debe prepararse y
gestionarse positivamente. Algunas iniciativas, a modo de puntos de partida, no requieren grandes
transformaciones legales y pueden marcar una tendencia o un camino, como puede ser por ejemplo en
la sanidad pública, y no parece complejo, crear consejos de administración e iniciar la transformación
del modelo de gestión con las máximas garantías de mantenimiento del estatuto de servicio público en
algún gran centro hospitalario, e ir evaluando resultados.
Se necesita, en definitiva, que el sector sanitario público, demuestre que puede alcanzar niveles
de calidad y eficiencia similares al privado, siendo éste un ineludible compromiso de equidad y justicia
social en el que se consigan importantes ahorros de costes a la vez que se eleva la satisfacción
ciudadana por la calidad de los servicios recibidos. Y dado que el escenario futuro es en gran medida
incierto y complejo, como acabamos de mencionar, se requieren nuevas reglas de juego que vinculen a
todos los actores implicados en la gestión global del sistema, y en la gestión diaria de los centros.
7
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8. MORRISON, I. (2000): Health care in the new millennium. Vision, values and leadership. San
Francisco. Jossey-Bass publishers. 371 p.
8
TEMA 5
- El techo de cristal:
Las mujeres son mayoría en las facultades de Ciencias de la Salud y en las profesiones
sanitarias. Sin embargo, el techo de cristal es especialmente llamativo en sanidad. Las
mujeres están sub-representadas en la actividad académico-científica y en los órganos de
dirección-gestión del sistema sanitario.
- Investigación científica:
- Práctica Médica:
● Desigualdades en la salud
• MORTALIDAD Y MORBILIDAD
o Esperanza de vida
o Tasa de Mortalidad Infantil
o Morbilidad hospitalaria
• ESTADO DE SALUD
• ESTILOS DE VIDA
o Consumo de tabaco
o Consumo de alcohol
o Práctica de ejercicio físico
• SALUD MENTAL
Revista Internacional de Sociología (RIS)
Procesos de exclusión social en un contexto de incertidumbre
Vol. 72, extra 1, 71-91, junio 2014
ISSN: 0034-9712; eISSN: 1988-429X
DOI:10.3989/ris.2013.02.16
Resumen
El concepto de salud ha experimentado un proceso de revisión constante. Desde mediados del siglo XX se ha
producido un desplazamiento desde la búsqueda de las causas de la enfermedad centradas en el individuo a
la aparición de los determinantes sociales, los principales moduladores del fenómeno salud y la enfermedad.
Hoy sabemos que la salud y la calidad de vida son un resultado social directamente relacionado con las
condiciones generales de la vida de las personas y con la forma de vivir; en este sentido se han hecho nota-
bles esfuerzos en las últimas décadas para comprender cómo interactúan los determinantes sociales y se
producen los resultados en salud. Analizamos las aportaciones que han conseguido poner de manifiesto los
principales factores generadores de las desigualdades sociales incluyendo un análisis de las desigualdades
en salud de las mujeres, la vulnerabilidad y el riesgo de exclusión.
Palabras clave
Desigualdades en salud; Determinantes sociales de la salud; Exclusión social; Promoción de la salud; Salud.
Abstract
The health concept has undergone a process of constant revision. From the mid-twentieth century it has taken
place a shift from the search for the causes of the disease focused on the individual to the emergence of health
social determinants that are the main modulators of the health and disease processes. Today we know that
health and quality of life are a social result directly related to the conditions of people´s life and way of life. In
this sense it has been made significant efforts to understand how they interact with the social determinants
and how health outcomes occur. We analyzed the contributions that have succeeded in highlighting the main
factors of social inequalities including an analysis of inequalities in women’s health, vulnerability and risk of
exclusion.
Keywords
Health; Health promotion; Inequality of Health; Social determinants; Social exclusion.
80 • PEDRO A. PALOMINO, M. LUISA GRANDE y MANUEL LINARES
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LA SALUD Y SUS DETERMINANTES SOCIALES • 81
bres. Sin embargo se da la paradoja de que aunque las mujeres viven más, su estado
de salud es peor y presentan una mayor morbilidad que los hombres (Sánchez 2003);
en general las mujeres presentan una prevalencia más alta de enfermedades crónicas y
tienen una percepción más negativa de su nivel de salud (Borrel 2004).
A pesar de los importantes avances conseguidos, las mujeres no disfrutan de una
igualdad real que les permita tener las mismas oportunidades que los hombres en todos
los ámbitos de la vida. Tal y como señala el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) el nivel de salud es un exponente de las desigualdad entre hombres
y mujeres de la misma manera que lo es del nivel de desarrollo de un país. Así mismo
señala que las desigualdades de género es uno de los obstáculos más importantes
para que las mujeres puedan disfrutar en las mismas condiciones que los hombres del
derecho a la salud (PNUD 1998). Son los determinantes sociales los que explican las
diferencias en la forma de enfermar y morir que existen entre hombres y mujeres, dife-
rencias que a su vez se han utilizado como excusa para justificar la discriminación de
las mujeres.
Este enfoque entronca con muchos de los trabajos realizados por Navarro et al.
(2007) que defiende que el nivel de salud de la población mejorará en la misma medida
en que lo hagan las desigualdades sociales. El análisis de género en salud permite
identificar de qué manera los roles sociales, que son atribuidos a hombres y mujeres,
y el papel que éstas desempeñan en la sociedad influyen en los procesos de salud y
enfermedad de las mujeres. Roles construidos culturalmente, y atribuidos de manera
diferenciada a ambos sexos, que sustentan las relaciones de poder en los sistemas
patriarcales. Las diferencias y desigualdades sociales se ponen de manifiesto en las
diferentes actividades que realizan hombres y mujeres, que son valoradas de manera
desigual y que tienen su expresión en el desigual acceso y control de los recursos; en
la capacidad para tomar decisiones que les afectan a ellas mismas, a la familia y a la
comunidad (San Miguel 2008).
La teoría feminista ha aportado además un marco de análisis que ha permitido
visibilizar los determinantes que afectan a la salud de las mujeres y que habían sido
ignorados por las teorías predominantes. Como señala Velasco desde la epistemología
feminista, “se contempla la salud-enfermedad como un proceso biológico, pero también
como expresión de los conflictos por la posición social debida a ser mujer u hombre,
los roles de cada sexo y la identidad sexual” y han elaborado “métodos que posibilitan
romper las relaciones de subordinación y restablecer la actividad, autonomía (empode-
ramiento) y socialización” (Velasco 2009).
Las diferentes teorías feministas han realizado contribuciones a los diferentes con-
ceptos de salud que han ido sucediéndose en el tiempo. Una de las principales ha sido
la aparición en los años 60 de los Estudios de las Mujeres en la universidad como líneas
de estudios e investigación. Posteriormente en los años 80 el género como categoría de
análisis es utilizado para poner de manifiesto la influencia de los factores sociales en la
salud de los hombres y mujeres. No son sólo las diferencias biológicas lo que explica las
desigualdades en la salud de ambos sexos sino que son los factores sociales, culturales,
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políticos, económicos y laborales los que tienen una influencia decisiva en la diferente
forma de percibir la salud, de enfermar y de morir de hombres y mujeres (Velasco 2009).
Las principales aportaciones feministas en torno a los conceptos de salud y enfermedad
han influido en los diferentes modelos de atención sanitaria que han tenido vigencia en
diferentes momentos históricos. En este sentido, Velasco señala tres principales líneas
que abordan la incorporación del enfoque de género en la salud: salud de las mujeres,
desigualdades de género en salud y análisis de género como determinante de salud.
Cada una de estas líneas está relacionada con determinadas teorías de salud y con dife-
rentes corrientes feministas. El concepto de salud del que parten influye en los objetivos,
los principales temas abordados y en la propuesta que realizan del modelo de atención
a la salud de las mujeres.
La primera línea de salud de las mujeres, que se inició en los años 70, hace hin-
capié en la superación de las desventajas biológicas que suponen algunas funciones
reproductivas de las mujeres. Temas como la anticoncepción, el aborto, la materni-
dad, el embarazo, el parto son recurrentes en este movimiento. La consecución de
la liberación y emancipación de las mujeres y la liberación sexual son algunos de
los objetivos más conocidos y emblemáticos reivindicados por los movimientos femi-
nistas de mediados del siglo pasado. La línea de desigualdades de género en salud
se centra en la influencia del contexto social en la salud de las mujeres comparando
los diferentes problemas de salud de hombres y mujeres. Se empieza a incorporar el
concepto de género en contraposición al sexo, siendo uno de sus principales resul-
tados el inicio de la desagregación de los datos por sexo. Se parte de la premisa de
que son las desigualdades sociales y económicas las que explicarían las diferencias
en la morbimortalidad diferencial que presentan hombres y mujeres. En este sentido
sitúan los factores socioeconómicos en el eje principal, y los múltiples roles que des-
empeñan las mujeres, en el centro del debate. Otro aspecto importante que se aborda
son los sesgos de género en la atención sanitaria, desde el planteamiento de que la
salud de las mujeres y los hombres son similares —cuando no es así—, o desde el
establecimiento de diferencias —que son inexistentes— ,y que se acompañan de un
trato discriminatorio y un diferente esfuerzo terapéutico en la atención que reciben
las mujeres en los servicios sanitarios, discriminación que se extiende también a la
investigación en salud (Ruíz 2001) (Ruíz et al. 2004). Este sesgo tiene un exponente
grave en la medicalización de algunos de los procesos fisiológicos de las mujeres,
como por ejemplo el parto y la menopausia. El análisis de determinantes de género
en salud incorpora como eje central el género como categoría de análisis en el pro-
ceso de salud y enfermedad de hombres y mujeres, destacando la influencia de los
factores psicosociales de género en este proceso. Como indica Velasco (2009:135)
“no hay género femenino o masculino, sino modelos de género: tradicional, de tran-
sición, contemporáneo, igualitario y otros posibles (…)”. Cada uno de estos modelos
se acompaña de una serie de representaciones e ideales sociales sobre los roles de
hombres y mujeres en la sociedad que configuran la identidad masculina y femenina y
que son interiorizados por hombres y mujeres.
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ARTÍCULO
Mauricio Lima Barreto 1
de la dieta y la nutrición, su tesis sobre el papel ambiental en el que ella vive. La pobreza, preca-
secundario de las acciones del sistema tuvo am- rias condiciones de habitación, entorno urbano
plia repercusión10,20. Mientras en las últimas dé- inadecuado, condiciones de trabajo poco saluda-
cadas las tecnologías de salud han tenido un de- bles son factores que afectan negativamente a la
sarrollo intenso, algunas con alta eficacia, los ar- salud de una población. A finales del siglo XIX,
gumentos sobre la importancia de las tecnologías con la aparición de las ciencias biomédicas, estas
y del sistema de salud como transformador de las pasan a prevalecer en la explicación de los pro-
condiciones de salud de la población no se han blemas de salud y enfermedad – los determinan-
demostrado empíricamente. Después de la intro- tes sociales y ambientales se quedan en el plan
ducción masiva de las tecnologías biomédicas y secundario. Sin embargo, las teorías biomédicas
la expansión de los sistemas de salud, este tipo de nunca han podido explicar adecuadamente mu-
investigación se convirtió en objeto de confusión chos de los fenómenos existentes en el interior
interpretativa. Cuando los dos efectos (determi- de una población (por ejemplo, los más ricos
nantes sociales y tecnologías biomédicas) están tienen mejores condiciones de salud que los más
actuantes, hay claras dificultades metodológicas pobres) o entre poblaciones de diferentes países
para separar el efecto de cada uno de ellos. (por ejemplo, los países más ricos tienen mejores
Sin embargo, reforzando la teoría de la de- condiciones de salud que los países más pobres).
terminación social, en este mismo conjunto de Con pocas excepciones, la aparición de diver-
países (desarrollados), a pesar de los avances en sas enfermedades y problemas de salud se agrava
los sistemas y niveles de salud, diferencias impor- entre los grupos sociales que viven en situaciones
tantes persisten en el estado de salud cuando sus socialmente desfavorables, es decir, entre los más
poblaciones se estratifican por áreas geográficas, pobres, entre los grupos étnicos minoritarios o
grupos sociales o étnicos5. Además, los periodos grupos que sufren discriminación de algún tipo.
de crisis son a menudo acompañados por el em- No sorprende que los países pobres siempre tie-
peoramiento de las condiciones de salud de las nen peores condiciones de salud en comparación
poblaciones de estos países. Por ejemplo, even- con los países ricos. Del mismo modo, en un país
tos tales como la desintegración de la Unión So- cualquiera, sea rico o pobre, las regiones más po-
viética o la crisis financiera de 2008, que llevó a bres, las poblaciones de los estratos más pobres
muchos países de Europa a la recesión económica o pertenecientes a grupos étnicos marginados de
y a implementar políticas de austeridad, fueron manera consistente siempre tienen peores con-
seguidos por el deterioro de las condiciones de diciones de salud. Otro conjunto de evidencias
salud de sus respectivas poblaciones21. proviene de la observación de que las políticas
El estudio de las tendencias históricas de las que mejoran las condiciones económicas o re-
condiciones de salud de las poblaciones sigue fuerzan la protección social, cuando se imple-
siendo una fuente importante de evidencias para mentan en cualquiera de estos países, tienen un
la determinación social de la salud y las enferme- impacto positivo en la salud.
dades y los diferenciales de salud entre los países. Un hito reciente y muy importante para evi-
En esta línea, se destaca un programa de investi- denciar la persistencia de las desigualdades en
gación que se originó en las ciencias económicas salud en los países desarrollados fue el llamado
y demográficas, que ha mostrado una fuerte rela- “Black Report” en el Reino Unido23. En 1977, una
ción entre el desarrollo económico de los países comisión designada por el Ministro de Salud de
y la salud22. Aunque inicialmente se centró en los un gobierno laborista y liderada por Douglas
factores económicos, esta línea de investigación Black, entonces presidente del Colegio Real de
se ha modificado para incluir en el proceso de Médicos, fue la encargada de analizar la existen-
entendimiento y desarrollo los efectos de los di- cia de desigualdades en salud, ya que el Servicio
ferentes factores y políticas sociales (educación, Nacional de Salud (NHS) de aquel país, que fue
salud pública etc.). creado en la década de 1940, se basó en los princi-
pios de equidad y accesibilidad universal. Una de
Determinantes sociales, las desigualdades las observaciones pertinentes de la comisión fue
y la equidad que en el período transcurrido desde la creación
del NHS habían ocurrido mejoras importantes
Como hemos visto, al menos desde el siglo en las condiciones de salud de la población bri-
XIX, aumentan las evidencias de que las condi- tánica, independientemente de la clase social (de
ciones de salud de una población están relacio- hecho, la clase ocupacional). Pero lo más inespe-
nadas con las características del contexto social y rado fue que las diferencias en el estado de salud
2101
tercio de las muertes de niños menores de 5 años ría de estas enfermedades, tales intervenciones no
son atribuibles a malnutrición37. El insuficiente siempre están disponibles para las personas que
acceso a alimentos seguros y nutritivos existe a las necesitan. Tomando el ejemplo de la tubercu-
pesar del hecho de que la producción mundial de losis, una enfermedad profundamente vinculada
alimentos es suficiente para cubrir el 120% de las con las condiciones en que viven las poblaciones
necesidades alimentarias mundiales. afectadas y cuya ocurrencia cambia rápidamente
La esperanza de vida al nacer es un indicador cuando estas condiciones cambian, en 2013, se
importante de las condiciones de salud y la posi- estimó que 9 millones de personas tuvieron tu-
bilidad de supervivencia de una población. En el berculosis en el mundo, la mayoría de estos ca-
promedio global, la esperanza de vida al nacer de sos (56%) ocurrieron en el sureste de Asia y en el
un individuo en 1990 era de 64 años; en 2013 se Pacífico Occidental. Sin embargo, África tuvo las
incrementó este número en siete años, llegando tasas más altas de incidencia, con 280 casos por
a 71 años. Sin embargo, estas cifras ocultan una cada 100.000 habitantes. Entre los casos, alrede-
serie de desigualdades. Por ejemplo, en 2013 el dor de 500 mil fueron causados por bacilos de la
promedio de la esperanza de vida al nacer de los tuberculosis resistentes a múltiples medicamen-
países oscilaba entre un mínimo de 46 años (38 tos (MDR TB), que, además de causar enferme-
en 1990) en Sierra Leona a 84 años (79 en 1990) dades más graves, a menudo aumentan los costos
en Japón. Hasta 2013, la esperanza de vida au- del tratamiento, haciéndolos prohibitivos para la
mentó en ambos países y, aunque la diferencia se mayoría de los pacientes que viven en situación
redujo ligeramente (de 41 a 38 años), aún perma- de pobreza. En el mismo año, el número total
nece en un nivel inaceptable38. estimado de muertes por tuberculosis fue de 1,5
Los niños constituyen un grupo particu- millón. De este total, más de 95% ocurren en los
larmente sensible a las adversidades sociales y países en desarrollo, aunque la tasa de mortalidad
ambientales. A pesar de los avances que se han bajó un 45% entre 1990 y 201340.
producido en las últimas décadas, se estima que Las enfermedades crónicas (ENT), en con-
6,3 millones de niños menores de cinco años de junto, son responsables por una parte importan-
edad murieron en 2013, la mayor parte de causas te de la carga de las enfermedades existentes en
evitables en los países pobres o en desarrollo. Los el mundo, asociadas con casi dos tercios de las
niños en el África subsahariana tienen 15 veces muertes a nivel mundial (36 de los 57 millones
más probabilidades de morir antes de cumplir de muertes en 2008). Los principales problemas
cinco años que los niños de las regiones desarro- de salud en este grupo son: enfermedades cardio-
lladas del planeta. En 2015, la tasa de mortalidad vasculares, cánceres, enfermedades respiratorias
más elevada se observó en Afganistán (115 muer- crónicas (tales como la EPOC y el asma) y la
tes por cada 1.000 nacidos vivos) y la más baja diabetes. Otras, como las enfermedades menta-
en Mónaco (1,8 muertes por cada 1.000 nacidos les y neurológicas, incluyendo varias formas de
vivos)39. Desde 1990, cuando se establecieron los demencia, aunque contribuyen a la alta carga de
Objetivos de Desarrollo del Milenio, hasta 2015, morbilidad (menor en cuanto a la mortalidad),
la tasa global de mortalidad infantil disminuyó no han sido priorizadas en los planes globales.
de 62 a 32 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. Las ENT están aumentando rápidamente en los
A pesar de esta reducción sustancial de alrededor países en desarrollo, con grandes costos huma-
de 50%, el objetivo no se ha alcanzado, es decir, nos, sociales y económicos, muchos de los cuales
reducir a 2/3 el nivel observado en 1990. podrían evitarse con intervenciones conocidas,
En nuestros días, las enfermedades infecciosas que tienen bajo coste-eficacia y son viables. Aun-
siguen siendo la causa principal de muerte entre que, en un primer momento, han sido asociadas
niños y también una de las causas principales en- con la riqueza, las evidencias muestran que alre-
tre los adultos. Globalmente, tres entre las 10 cau- dedor del 80% de las muertes por enfermedades
sas principales de muertes se deben a enfermeda- no transmisibles ocurren en países en desarrollo.
des infecciosas. Estas también representan el 16% Incluso en los países del África subsahariana,
de las muertes que se producen cada año. La ma- donde las enfermedades transmisibles, causas
yoría de estas muertes ocurren en países pobres maternas y perinatales y deficiencias nutriciona-
y en desarrollo y se atribuye a las enfermedades les, en conjunto, son aún más importantes, ellas
prevenibles o tratables como la diarrea, las infec- presentan tendencia a la baja, mientras que las
ciones respiratorias, el VIH/SIDA, la tuberculosis ENT crecen rápidamente. Con esto es posible
y la malaria. Aunque hay avances significativos en proyectar que en 2030 las ENT serán la causa más
las intervenciones para prevenir y tratar la mayo- frecuente de muerte en África41.
2105
nos, en general aquellos con los niveles más bajos mentales. Algunas de estas ideas posteriormente
de desigualdad, llevaron a cabo políticas dirigi- darán lugar a acciones tales como los Objetivos
das a la reducción de las desigualdades en salud. de Desarrollo del Milenio (ODM), centrados en
Esta observación pone de relieve la importante la erradicación de la pobreza extrema entre 2000
discusión entre las desigualdades e inequidades. y 2015, y su sucesor, los Objetivos de Desarrollo
La existencia de desigualdades y su magnitud no Sostenible (ODS), que incluye la aspiración del
inmediatamente explicitan imperativos morales desarrollo sostenible en sus tres dimensiones –
y generan acciones políticas en una sociedad. En económica, social y ambiental, para el período
algunas sociedades, niveles relativamente bajos 2016-2030.
de desigualdades en salud han generado una ac- Más recientemente, otro grupo (The Lancet –
ción política fuerte para reducirlas (por ejemplo, University of Oslo Comission on Global Governan-
en los países escandinavos.), mientras que en ce for Health)49 avanzó en la comprensión y en
otras sociedades con grandes niveles de desigual- propuestas de acción con respecto a las desigual-
dad en salud no ha habido ninguna motivación dades globales. El documento final de este grupo
para mitigarlas (es el caso de varios países de titulado The political origins of health inequity:
América Latina). prospects for change asume el deseo de trasmitir
En los países pobres y en desarrollo, donde las un fuerte mensaje a la comunidad internacional y
desigualdades en salud son de mayor magnitud, a todos los actores con influencia en los procesos de
hay pocos ejemplos donde este tema está entre gobernanza global: no hay más que considerar la
las prioridades de las políticas públicas. Brasil, salud sólo como una cuestión técnica biomédica,
por ejemplo, un país con enormes desigualda- sino reconocer la necesidad de acciones y justicia
des sociales y de salud45, siguiendo la creación multisectorial y globales en los esfuerzos para lidiar
de la comisión de los determinantes sociales de con las desigualdades en salud49 (traducción libre).
la salud de la OMS, creó su comisión nacional, En conclusión, se puede destacar que mien-
que después de dos años de trabajo elaboró un tras el interés en el tema de las desigualdades en
informe que en gran parte no fue asimilado en las salud ha crecido desde el punto de vista académi-
acciones de gobierno46. Sin embargo, en muchos co, su uso ha sido limitado en términos de su in-
de los países en desarrollo la aplicación, en las troducción en las políticas públicas destinadas a
dos últimas décadas, de políticas redistributivas mejorar la salud de las poblaciones. Las desigual-
como la transferencia de renta y microcréditos47, dades sociales en salud son un problema global
no dirigidas a la salud, ha tenido efectos positivos que, en mayor o menor medida, afecta a todas
en las desigualdades en salud48. las sociedades humanas. Su comprensión viene
En lo que se refiere a las desigualdades entre dominantemente de las desigualdades entre los
los países, las propuestas y acciones han sido aún diferentes grupos sociales de cada sociedad. Las
más tímidas. Por ejemplo, el informe final de la desigualdades entre las diferentes sociedades y
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Sa- naciones, aunque relevantes y, a menudo, de ma-
lud de la OMS26 pone gran énfasis en la desigual- yor magnitud, no siempre se consideran injustas
dad dentro de una sociedad y menos en las des- y como tales están sujetas a la acción política. Para
igualdades entre las naciones. Cuenta con un ca- su solución la tesis más bien elaborada se refiere a
pítulo dedicado a la cuestión de las desigualdades la mejora de los mecanismos de gobernanza glo-
de salud en su dimensión global, centrando en bal, desde que incluyan la comprensión de cómo
la necesidad de fortalecer la llamada “gobernanza se produjo el proceso histórico de formación de
global” y explicitando la necesidad de coordina- las naciones y cuál es la posición de cada país en
ción entre los diversos organismos interguberna- los circuitos globales de producción6.
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Barreto ML
YOLANDA GONZÁLEZ-RÁBAGO
Universidad del País Vasco
yolanda.gonzalezr@ehu.es
IZASKUN CUARTANGO
Universidad del País Vasco
izaskun.cuartango@ehu.es
AMAIA BACIGALUPE
Universidad del País Vasco
amaia.bacigalupe@ehu.es
Resumen
Palabras clave: Salud, servicios sanitarios, clase social, nivel de estudios, des-
empleo, España.
Social inequality and health in Spain: How do social class, educational level
and employment status influence health and healthcare service use?
Abstract
1. Introducción
2. Metodología
2.2. Variables
2.3. Análisis
Hombres Mujeres
Clase Social Nivel de Estudios Clase Social Nivel de Estudios
Mala salud
2.90 (2.37-3.53) 4.58 (3.94-5.32) 3.42 (2.89-4.01) 4.72 (4.05-5.51)
percibida
Mala salud mental 1.61 (1.30-2.00) 2.04 (1.74-2.39) 2.14 (1.80-2.54) 2.06 (1.75-2.43)
Problemas
1.19 (1.00-1.42) 1.55 (1.34-1.79) 1.80 (1.53-2.12) 1.57 (1.35-1.82)
crónicos
Uso de AP 2.74 (1.92-3.90) 3.69 (2.82-4.83) 3.45 (2.58-4.62) 3.79 (2.86-5.02)
Uso de
0.46 (0.34-0.61) 0.46 (0.37-0.57) 0.44 (0.35-0.56) 0.46 (0.37-0.57)
especializada
Urgencias 1.58 (1.30-1.92) 1.48 (1.27-1.73) 1.44 (1.22-1.70) 1.49 (1.27-1.75)
Hombres
Empleo 1 1
Desempleo 1.73 (1.48-2.02) 2.77 (2.39-3.22)
Mujeres
Empleo 1 1
Desempleo 1.90 (1.62-2.22) 1.99 (1.71-2.32)
Trab. doméstico 1.63 (1.42-1.87) 1.43 (1.24-1.65)
tienen. Las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo muy patentes, ya
que la prevalencia de mala salud mental es siempre superior en mujeres aunque,
de nuevo, las diferencias se reducen cuanto mayor es el nivel de estudios.
4. Conclusiones
un mayor acceso a la atención médica pese a tener de media mejor salud que los
más desfavorecidos.
Este estudio no está exento de limitaciones que merece la pena detallar.
Para comenzar, se trata de un análisis transversal basado en datos de un único
año que, por lo tanto, no permite, a priori, inferir la direccionalidad de las relacio-
nes descritas entre las variables. Sin embargo, es lógico pensar que en la mayor
parte de las relaciones, la situación socioeconómica no es consecuencia de las
características de salud, sino al contrario. Como excepción, algunos estudios han
descrito el efecto que los problemas graves de salud mental o el padecimiento de
algunas limitaciones funcionales pueden tener en una movilidad social descen-
dente (Dohrenwend et al, 1992). A pesar de las limitaciones del diseño transver-
sal, el análisis presentado resulta muy apropiado para describir la magnitud de
las desigualdades entre grupos sociales en un momento del tiempo determinado
e identificar, asimismo, qué ejes de estratificación social generan mayores des-
igualdades en salud.
Por otra parte, en relación a las variables utilizadas, es posible que éstas
muestren limitaciones para captar en toda su magnitud el impacto de las condi-
ciones socioeconómicas sobre la salud, ya que el carácter multidimensional de la
propia salud no es fácilmente reducible a preguntas y categorías de respuesta en
encuestas. Sin embargo, haber utilizado tres dimensiones de la salud diferentes y
tres variables socioeconómicas limita potencialmente el alcance de este problema.
En relación con la primera limitación descrita, sería interesante contar
con datos longitudinales que permitieran observar los cambios producidos en el
patrón de las desigualdades sociales en salud en los últimos años. En el contexto
actual, este abordaje sería si cabe aún más relevante por la grave situación de
crisis económica que está ocasionando un deterioro claro de las condiciones de
vida de la población española, especialmente entre aquellos grupos sociales que
ya se encontraban en una situación más desfavorable antes de la crisis. Por ello,
un análisis temporal que estime el impacto que la actual recesión económica está
teniendo sobre la salud de la población y sobre las desigualdades en salud enri-
quecería el análisis y la interpretación de la magnitud actual de las desigualdades
observadas. Y ello porque ya hay abundante evidencia que muestra, por ejemplo,
cómo los periodos prolongados de desempleo, la flexibilización del empleo, los
bajos ingresos o el trabajo precario inciden claramente en una peor salud física
y mental (Benach et al, 2010). En el contexto internacional, ya son varios los
estudios que están subrayando el hecho de que el empeoramiento de los determi-
nantes sociales de la salud puede generar un claro aumento de la enfermedad, la
dependencia o las conductas perjudiciales para la salud en época de crisis (Suhrc-
ke y Stucker, 2012).
Este estudio, a pesar de su carácter transversal, muestra resultados con
implicaciones de diversa naturaleza. Por un lado, la importancia de las desigual-
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Recibido: 31/10/2014
Aceptado: 24/11/2014