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de Violencia de Género
Crear Vale la pena trabaja desde hace 20 años en intervenciones comunitarias que
buscan, desde el arte, transformar y crear condiciones de posibilidad-oportunidad
para personas y comunidades. Las prácticas que realizamos desde Crear están
regidas por algunos principios que orientan el abordaje: la educación y creación
artística en perspectiva comunitaria, perspectiva de género, perspectiva de derechos,
abordajes interdisciplinarios e integralidad, integración social , co-gestión,
intersectorialidad y trabajo en red. Las acciones de Crear se construyen desde estos
principios con el fin de potenciar las prácticas de cuidado, construir vínculos,
fortalecer subjetividades y habilidades socioemocionales, habilitar espacios de
diálogo y creación artística, potenciar condiciones de posibilidad de personas y
comunidades y potenciar estilos institucionales inclusivos.
El presente documento tiene por objeto orientar los lineamientos de trabajo del
programa “Mi Cuerpo Mi Casa” para el abordaje de la temática de Violencia de
género (VG). Estos ejes de trabajo se enmarcan en las leyes nacionales y a partir de
estos se crean las propuestas que se dirigen a capacitar a equipos formadores y
efectores del programa en la didáctica lúdico creativa de la Fundación Crear Vale la
Pena – desarrollada en el marco del Programa Nacional Entornos Creativos (EC) –
como herramienta al servicio de la articulación y el fortalecimiento de programas de
prevención, promoción y atención de la salud de los adolescentes a fin mejorar su
calidad de vida mediante un abordaje integral.
Desde Crear vale la pena orientamos nuestras acciones desde la Ley 26.485 de
“Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. Entendemos esta
ley como una conquista más de los movimientos de mujeres que nace de la
necesidad del reconocimiento de las mujeres como sujetos de derecho.
Desde las perspectivas que propone la ley es que concebimos la violencia de género
como una construcción social históricamente arraigada que tiene sus bases en la
cultura patriarcal y pone a la figura de la mujer en posición de desigualdad y
vulnerabilidad frente a los varones en distintos ámbitos de la vida. Esta posición de
desigualdad lleva a las mujeres a impedir desarrollarse con goce, independencia,
disfrute y plenitud a lo largo de su vida.
“Se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción
u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito
público como en el privado, basada en una relación desigual de
poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física,
psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su
seguridad personal.
Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda
conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria
que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón.”1
El marco de Ley de Protección integral hacia las mujeres nos obliga a pensar las
violencias de manera transversal en nuestras vidas, en sus diferentes ámbitos y llama
a comprometer la responsabilidad colectiva en el ejercicio constante de la búsqueda
por la igualdad dejando por primera vez expuesta la violencia hacia las mujeres como
una acción inaceptable tanto en el ámbito público como en el privado. La amplitud
de esta ley busca visibilizar los diferentes tipos de violencia y nos lleva a cuestionar de
manera crítica la cultura patriarcal hegemónica y heterosexual dominante.
Art. Nro 4 de la Ley 26.485 “Ley de protección integral para prevenir, sancionar
y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales” Sancionada: Marzo de 2009.
Una didáctica lúdico creativa que permite dar lugar a la expresión emocional y que
dispara procesos resilientes personales y colectivos. CVLP busca posicionarse en un
rol preventivo que impulse a cualquier persona a “romper el silencio” de cualquier
situación de opresión acallada.
1
Art. Nro 4 de la Ley 26.485 “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” Sancionada: Marzo
de 2009.
A continuación desarrollamos un resumen de los lineamientos y contenidos en
prevención de violencia de género que orientan el abordaje de Crear vale la pena:
3. Violencia de género
Para poder llevar adelante una buena práctica de nuestra didáctica lúdico creativa
en prevención de violencia de género es necesario saber que ejes temáticos son
importantes a la hora de poder sensibilizar. En este sentido como punto de partida
creemos importante RECONOCER e HISTORIZAR LAS VIOLENCIAS en dos grandes
modos de relación que se dan constantemente a lo largo de la historia: Lo individual
(privado) y lo colectivo (público).
Para empezar debemos comprender que el patriarcado se rige por reglas basadas en
estereotipos de género. Estas reglas son impuestas desde el momento del
nacimiento (lo individual) ya que son asignadas según nuestro sexo biológico. A los
estereotipos de género se suman las prácticas culturales y la simbología creada
desde la filosofía, las religiones y las ciencias (lo colectivo) que a lo largo de la historia
han mostrado al género masculino como protagonista de la historia de la humanidad.
Así fue como todas estas construcciones sociales, tanto personales como colectivas,
se han ido asentando como verdades absolutas a lo largo de los siglos. Toda esta
acumulación de simbologías y roles asignados a través de los géneros no han
generado más que vínculos asimétricos y desigualdades entre lo femenino y lo
masculino.
La autora subraya que esta institución (la familia) es el primer sistema que está
directamente relacionado con el rol que fueron asignadas las mujeres por su género,
ya que fueron "…intercambiadas en transacciones matrimoniales, en las que ellos
eran los que hacían el intercambio y definían los términos del acuerdo que incluía
además el rol de la "esposa suplente" o "concubina”. Es así como la sexualidad
femenina se convierte en una mercancía que se supone como la primera apropiación
de la propiedad privada, por tanto podemos decir que la sociedad patriarcal es
previa a la sociedad de clases.
¿Qué es el machismo?
Es importante comprender que las actitudes machistas las tienen tanto varones como
mujeres ya que la cultura patriarcal se encuentra muy arraigada en todos nosotros
como parte de la cultura imperante y sigue siendo bien visto por gran parte de la
sociedad. No obstante debemos aclarar que el machismo es practicado
mayoritariamente por varones y que se ejecuta a través de prácticas socialmente
aceptadas, llamamos micromachismos (mM), por Luis Bonino Méndez.
Ideas fuerza de este punto: *la mujer como mercancía en la historia *historia escrita
por varones *wl dominio del macho sobre la hembra *el dominio del macho adulto
sobre el joven *prácticas culturales instaladas en ambos sexos *relación asimétrica
*micromachismos
2. Género: Perspectiva de género – Violencia de género
Ideas fuerza de este punto: *sociabilización según el género *lentes con los que
miramos la sociedad * identificar las relaciones de poder *estereotipos de género
como construcción social *asimetría en vínculos *vulnerabilidad
3. Violencia de género:
violencias son iguales y en este sentido se puede hacer una fácil distinción en
comprender que un femicidio es más grave que el humor sexista y sin embargo
comprender la dimensión cultural que abarca a ambas. En este sentido en la pirámide
de las violencias nos encontramos con el ejercicio de las violencias divididas en dos
grandes grupos: Formas invisibles o sutiles y Formas visibles o explícitas, y dentro de
cada se pueden encontrar las siguientes prácticas:
Fase Cero o de Calma: En una primera fase, la situación está calmada. No se detectan
desacuerdos y todo se vive de manera idílica. En este sentido debemos tener en claro
que ninguna mujer desea convivir o pasar por situaciones violentas y en este sentido
al iniciarse una relación hay una idealización sobre la misma que hacen sentir seguras
a las mujeres.
Es muy común que los agresores manipulen y amenacen a las mujeres alertándolas
de que estuvieron avisadas y que “no hicieron caso” y las culpabilizan de ser las
responsables de provocar dicha violencia. La psiquis de la mujer intenta calmar,
complacer o al menos no hacer aquello que le pueda molestar a la pareja, hay una
creencia irreal de que ella puede controlar la agresión. (Ver definición de amor romántico)
Esta etapa se centra fundamentalmente en las acciones que el agresor tiene y que
van dirigidas a un único objetivo: desestabilizar a la mujer. En esta fase la mujer
tiende a minimizar, justificar o negar el problema (“tenemos nuestros más y nuestros
menos, como todo el mundo”, “como es muy pasional, se deja llevar por el enojo…”,
“él es mi único apoyo en la vida”).
Fase Dos o de Explosión: El agresor pasa a la acción y ejecuta violencia visible o
explícita. Se caracteriza por una fuerte descarga de las tensiones provocadas en la
anterior fase por el agresor. Puede haber agresiones físicas, psicológicas y/o sexuales.
En comparación con la fase anterior, esta fase, es de menor duración pero vivida con
mayor intensidad. Las consecuencias más importantes para la víctima se producen en
ese mismo momento, tanto en el plano físico como en el psíquico, donde continúan
instaurándose una serie de alteraciones psicológicas por la situación vivida.
En esta fase, por más que los hechos de violencia sean muy graves, las mujeres
puede mantener elevadas expectativas del cambio en sus parejas (“con el tiempo va
a cambiar, hay que darle tiempo…”), y aparecen sentimientos de culpa (“yo lo puse
nervioso”, “la culpa es mía por no haberme dado cuenta de que él era así”).
Fase Tres o de Luna de Miel: En esta fase, el agresor, inicia una serie de conductas
compensatorias para demostrar a la mujer que lo que la violencia ejercida sobre ella
fue un error; el agresor suele disculparse y hace promesas que no volverá a pasar
más. Esto genera una confusión en las mujeres ya que en su vulnerabilidad comienzan
a ver únicamente la parte positiva del agresor haciéndolas quedar atrapadas en
reflexiones acerca de cómo conseguir que esta parte amorosa aparezca con mayor
frecuencia.
Esta fase se caracteriza por una extrema amabilidad y conductas “cariñosas” por
parte del agresor (atenciones, regalos, promesas…) intentando influir también sobre
familiares y amistades de las mujeres.
Pero, pasado el tiempo, esta fase suele ir desapareciendo y el ciclo queda reducido
nuevamente a las tres fases: acumulación de tensión, explosión y luna de miel.
Según esta teoría las mujeres maltratadas llegarían a un punto en que reconocen que
sus respuestas no tienen ningún impacto sobre la situación de maltrato ya que de
manera sistemática han puesto en práctica diferentes alternativas para cambiar su
propia conducta o la del agresor y a pesar de estos intentos siguen sufriendo
maltratos. La consecuencia es el abandono de toda resistencia, enfrentamiento o
esperanza en modificar la situación.
- Convención sobre los Derechos del Niño (Ley 23.849 (1990); art. 75 inc. 22 CN).
b) Políticas públicas
c) Procedimientos
d) Disposiciones finales.
En las disposiciones generales está lo medular de la ley, sus objetivos, los derechos
protegidos, las definiciones, los tipos y modalidades.
En su art. 4 define como “violencia contra las mujeres” toda conducta, acción u
omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el
privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad,
integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su
seguridad personal”. Aclara que “quedan comprendidas las perpetradas desde el
Estado o por sus agentes” y considera como “violencia indirecta”, “toda conducta,
acción, omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer
en desventaja con respecto al varón”. De manera que aquí se unen violencia y
discriminación, tendiendo un puente y una necesidad de interpretación integrada de
los instrumentos internacionales citados.
i) A la amplitud probatoria.
Esta ley, con una concepción integral sobre la violencia contra las mujeres, merece
un análisis más amplio que el que permite el tiempo de una exposición. Baste reiterar
por el momento que su objetivo es proteger y promover los derechos y brindar
protección y asistencia a las mujeres víctimas de violencia patriarcal y, por tanto, su
interpretación debe realizarse teniendo en cuenta esta finalidad sin perder de vista
que se trata de derechos humanos fundamentales y que los mismos son
irrenunciables, integrales y obligatorios.
Leyes relacionadas:
-Ley 27.499 Ley Micaela Exige a una Capacitación Obligatoria en Género para todas
las personas que integran los tres poderes del Estado (2018)
-Ley 27.501 Es una actualización de la Ley 26.485 donde incluye como ámbito de
violencia hacia las mujeres el espacio público (acoso callejero).(2019)
5. Definiciones
Tipos de violencia:
-Violencia Sexual: es cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas,
con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca
de su vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o
intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones
vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada,
explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
Violencia doméstica: es aquella ejercida contra las mujeres por un integrante del
grupo familiar, independientemente del espacio físico donde ésta ocurra que dañe la
dignidad, el bienestar, la integridad física, psicológica, sexual, económica, patrimonial
o la libertad, comprendiendo la libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo.
Se entiende por grupo familiar el originado en el parentesco, sea por consanguinidad
o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o noviazgos. Incluye
las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo requisito la convivencia.
Violencia laboral: es aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo
públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso,
estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil,
maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye
también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de
igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento
psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de
lograr su exclusión laboral.
Violencia obstétrica: es aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los
procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un
abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad
con la Ley 25.929.
6. Mitos
Se llaman mitos a las creencias que subyacen a las frases que se suelen escuchar y
naturalizar en diversos ámbitos, cuyo objetivo es justificar las situaciones de violencias
y culpabilizar a la mujer. Es importante reconocer cuáles son ya que, muchas veces,
son ejercidos por el personal estatal responsable de alguna instancia del proceso de
denuncia o protección de la mujer, además de generar nuevas situaciones de
violencias.
“Las peleas en una pareja son cosas privadas, no hay que meterse”