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REORGANIZACIÓN DE SOCIEDADES

Una reorganización societaria es el proceso por el cual se busca distribuir de mejor


manera los recursos administrativos, productivos o económicos, para obtener una
nueva organización que permita nuevos resultados. Como indica también Salas
(2017), aunque no de manera expresa; la reorganización implica también una
operación de concentración o desconcentración de recursos tanto económicos como
administrativos.

Se considera reorganización el acto por el cual una sociedad segrega uno o más
bloques patrimoniales y los aporta a una o más sociedades nuevas o existentes,
recibiendo a cambio y conservando en su activo las acciones o participaciones
correspondientes a dichos aportes
Una reorganización societaria es el proceso por el cual se busca distribuir de mejor
manera los recursos administrativos, productivos o económicos, para obtener una
nueva organización que permita nuevos resultados
TIPOS DE REORGANIZACIÓN SOCIETARIA
 Transformación. Ocurre cuando una sociedad adopta un tipo
societario distinto, conservando su personalidad jurídica. ...
 Fusión. Son muchas las compañías que optan por este mecanismo para
generar valor y robustecer su crecimiento. ...
 Escisión

La ley de sociedades habilita a las empresas a usar las reorganizaciones societarias


(fusiones, escisiones y reorganizaciones simples) para generar sinergias mediante la
reestructuración de sus líneas de negocio, así como por medio de la transferencia de
activos y/o pasivos a otra empresa.
Pero la decisión de efectuar estas operaciones debe tomarse luego de evaluar la
situación de cada organización.

Al respecto, Eduardo Pedroza, explica que en el caso del impuesto a la renta (IR) las
empresas pueden optar por tres regímenes al efectuar una reorganización.
 Una opción es revaluar activos, es decir, incrementar su valor actual en el
mercado, y gravar con el IR la diferencia entre el mayor valor revaluado y el
costo computable.
 Otra es revaluar los activos sin gravar el mayor valor financiero que se origine,
siempre que este no sea distribuido.
 Por último, no revaluar los activos por transferir, por lo que la transferencia no
se grava con el IR. Régimen más usado en el Perú, refiere Pedroza.

En el caso del impuesto general a las ventas (IGV), indica que si bien la transferencia
de ciertos bienes está sujeta a este tributo, la normativa dispone que, si dicha
transferencia ocurre en una reorganización societaria, esta tampoco estará gravada.
Siempre que tal reorganización se adecue a la definición que, para tal efecto,
establecen normas del IR y del IGV en el caso de las reorganizaciones simples.

La denominada reorganización simple, las siguientes finalidades de la reorganización


societaria:
 Aprovechamiento de las economías de escala por medio de integraciones
horizontales y verticales;
 estrategias de grupos económicos;
 racionalización de procesos productivos;
 división de áreas de negocios altamente especializados;
 establecimiento de estrategias de mercado;
 multiplicación de eficiencias individuales, mediante concentración o
desconcentración de la actividad empresarial;
 solución de ineficiencias en la gestión o administración.

Una reorganización societaria puede ser una transformación, una fusión o una
escisión; pero, según la Ley General de Sociedades, la ubicación de la institución de la
reorganización simple está dentro de la clasificación de: “otras formas de
reorganización” en la Ley General de Sociedades.

MARCO NORMATIVO
Ley General de Sociedades
En la Ley General de Sociedades (LGS). En el artículo 391°, promulgado el 9 de
diciembre de 1997, regula la reorganización simple en los siguientes términos:
 “Se considera reorganización el acto por el cual una sociedad segrega uno o
más bloques patrimoniales y los aporta a una o más sociedades nuevas o
existentes, recibiendo a cambio y conservando en su activo las acciones o
participaciones correspondientes a dichos aportes.”

En buenas cuentas, en el artículo 130° del Reglamento de Sociedades – Resolución


Nº 200-2001-SUNARP/SN, desarrolla el contenido de la escritura pública, pero es en
el inciso f) se establece la regulación de los casos de transferencia de bloque
patrimonial con valor negativo, algo que la LGS no consigna; también, se establece
que no será exigible la constancia de oposición de acreedores (Art. 131°); se regula la
situación en la que se constituye una sociedad como producto de una reorganización
simple (Art. 132°) y; se establece alcances acerca de la inscripción de los bienes y de
los derechos que implica la transferencia del bloque patrimonial (Art. 134).

Contenido del acta de aprobación


Respecto de este punto en el Anteproyecto, hay que decir que existe un orden de
prelación que la administración de la sociedad debe consignar en el acta de
aprobación para que la información este claramente establecida, no solamente para la
sociedad que aprueba la reorganización simple, sino también para todas las
sociedades involucradas. Dicha disposición no se tenía en cuenta en nuestra norma
vigente.
El artículo 376 del ALGS, establece qué debe contener el acta aprobatoria de
reorganización simple de la junta general de accionistas. En primer lugar, señala los
datos de inscripción de las sociedades que participan del acto; además, debe contener
la explicación motivada del acto; del mismo modo, señalar los criterios de valorización
del bloque patrimonial que va a transferirse; también, debe contener información
acerca del número y la clase de las acciones o participaciones a recibirse; la
información acerca de la cifra del capital de las sociedades beneficiadas con la
transferencia del bloque patrimonial; así mismo, ha de señalarse la fecha de entrada
en vigencia; se debe consignar toda la información económica, financiera y contable,
contenidos en informes en caso se elaboren; y por último, la norma señala que puede
consignarse toda la información que se considere de importancia.

Entrada en vigencia
Luego del acuerdo que aprueba el acto, inmediatamente después, puede otorgarse la
escritura pública sin perjuicio de que el bloque patrimonial, lleve la condición de tener
valor negativo; de ser el caso, regirían otras disposiciones, las cuales se desarrollarán
en el siguiente apartado es a partir de aquí, que se tiene un plazo máximo de 30 días
para que las personas que fueron designadas o autorizadas, soliciten la inscripción en
el registro. De no cumplir con esta formalidad, la responsabilidad es solidaria entre los
designados o autorizados, por los daños y perjuicios que se generen a las sociedades
involucradas.
El acto tendría vigencia desde la fecha común que se haya establecido en el acuerdo
societario en junta general de accionistas, en virtud del artículo 377 del Anteproyecto.
La entrada en vigencia del acto implica la transferencia del bloque patrimonial
acordado, sin el requerimiento de realizarse cualquier acto, ya sea administrativo o
jurídico, de manera adicional. Es importante señalar que, junto con el bloque
patrimonial, también se transfieren aquellas licencias, permisos o autorizaciones, que
sean pertinentes y estén vinculadas al bloque patrimonial.

Transferencia vs. Aporte


Uno de los problemas que la LGS infiere es una confusión entre lo que es la escisión y
la reorganización simple, que son dos instituciones completamente distintas. De
manera que:
“En el caso concreto de la reorganización simple, las normas que la regulan no han
desarrollado un concepto propio de bloque patrimonial. Como consecuencia, la
doctrina ha sido pacífica en recurrir a la definición que establece el artículo 369 de la
LGS para el caso de procesos de escisión de sociedades” (Delgado, 2006, pág. 256).
Delgado, en buenas cuentas, evidencia la confusión que sugiere la norma respecto de
lo que es el concepto de bloque patrimonial al compararlo con la escisión. Se cree que
es este vacío o deficiencia normativa genera confusión entre estas figuras, como se
puede apreciar.

Doctrinalmente lo que diferencia una institución de la otra es:


“No sucede como en la escisión, en que la sociedad beneficiaria emite acciones a
favor de los socios de la sociedad que se escinde, sino que las acciones emitidas
como contraprestación al bloque patrimonial segregado son emitidas a favor de la
sociedad misma” (Hundskopf O. , 2014, pág. 152).
Lo que nos quiere decir Hundskopf es que, la principal diferencia radica en determinar
a nombre de quién debe darse la contraprestación producto de la transferencia del
bloque patrimonial a la sociedad beneficiada, que en un caso será a nombre del
accionista en particular, como en el caso de la escisión; y en el otro será a nombre de
la sociedad, como en el caso de la reorganización simple.
Por otro lado, la Ley General de Sociedades, establece que la contraprestación es un
“aporte”; sin embargo, eso implica algunos problemas, como indica nuevamente,
Hundskopf (2014), “… el término aporte no es el adecuado para definir correctamente
el efecto económico de la reorganización simple en las sociedades que intervienen en
dicha operación” (pág. 152). Ello se debe a que, el efecto económico de “aporte”, para
referirse a la transferencia del bloque patrimonial que se segrega, es siempre de
carácter positivo. Como dice el mismo autor, ello implicaría un “aumento de capital en
dicha sociedad”. Lo que nos lleva a tratar el siguiente punto.

Bloque patrimonial
Es un error que la norma establezca “aporte”, ya que la transferencia del bloque
patrimonial no siempre tiene un valor positivo sino también, negativo. Al ser regulado
únicamente por un solo artículo la institución de la reorganización simple, es
predecible que, como se mencionó antes, sea el Reglamento que haga la tarea de
suplir la deficiencia de la norma. El inciso f) del artículo 130 del Reglamento del
Registro de Sociedades, establece que puede haber un bloque con valor negativo,
como transferencia en una reorganización simple:
“… En caso que dicho valor sea negativo se dejará constancia del mismo y esa
circunstancia producirá que no se aumente el capital de la sociedad receptora del
bloque patrimonial aportado”.
Entonces, si establecemos la existencia de bloques patrimoniales negativos también
se debe conceder “un derecho de oposición a los acreedores”, ya que es posible que
se produzca un daño a estos, por lo cual hay que eliminar la palabra “aporte” de la
norma (Montoya y otros, 2018, pág. 257).
Por lo que, al haber un bloque patrimonial positivo transferido, habrá aumento de
capital. De lo contrario, si es que se transfiere un bloque patrimonial negativo o neutro,
según sea el caso, al trasladarse los pasivos a las cuentas, estos serán absorbidos por
las pérdidas cuando el valor de todos los pasivos sea superior a los activos; entonces
no habrá aumento de capital ni acciones por emitir.
Habrá “valores intangibles” que hagan que la sociedad que recibe la transferencia del
bloque patrimonial de valor negativo o neutro, quiera retribuir con acciones o
participaciones como contraprestación, por considerar dicha transferencia como útil.
Adicionalmente, cuando exista una transferencia de bloque patrimonial con valor
negativo debe seguirse determinadas reglas. Es necesario tener en cuenta que, los
acuerdos de la junta general de accionistas deben ser publicados, siendo el primero de
estos avisos, el que debe hacerse hasta el quinto día posterior a la entrada en vigencia
de la reorganización simple y, los demás, por tres veces en un intervalo de hasta cinco
días entre cada aviso.
Ahora bien, se plantea el derecho de separación del accionista, como oposición al
acuerdo societario, en los casos en los que la reorganización simple sea respecto de
bloques patrimoniales con valor negativo. Es decir, cuando el producto de la operación
signifique una disminución del patrimonio o la disminución de la capacidad financiera
de la sociedad a la cual se pretenda beneficiar, el accionista puede plantear su
oposición. En ese caso, se otorgará la escritura pública cuando haya sido declarada
infundada la oposición.

Conclusiones
Las sociedades se reorganizan para alcanzar eficiencias de carácter productivo,
administrativo y económico. Se reordenan de tal manera que buscan producir más a
un menor costo. Las finalidades, por otro lado, consisten en:
 aprovechar economías de escala, por estrategia comercial y estrategia de
grupos de sociedades,
 para mejorar la producción,
 para dividir áreas de negocio y especializarlos,
 para concentrar o desconcentrar la actividad comercial y
 resolver ineficiencias en la administración de la sociedad.
Dentro de la clasificación de “otras formas de reorganización” tanto en la LGS
encontramos a la “reorganización simple”, que es un acto u operación societaria por el
cual se produce la segregación de uno o más bloques patrimoniales a otra sociedad a
título de transferencia y, a cambio de dicho bloque patrimonial que puede consistir en
activos, pasivos, derechos u obligaciones, y hasta relaciones jurídicas o incluso
operaciones la sociedad que recibe la transferencia, otorga acciones o participaciones
como contraprestación.

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