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Estudiante:
Anthony Aguirre Castrellón 4-758-121
Grupo:
2Lb-241
Profesor:
Guillermo Contreras
Tema:
Investigacion
Fecha de Entrega:
Domingo 21 Agosto de 2022
Introducción
En esta investigación daré una breve explicación e ilustración de las diferentes partes
del embrague con su función para tener muy claro su función, a su ves una breve
enumeración de algunas partes de la transmisión manual que según mi criterio son
de mucha importancia y sus funcionamientos de cada pieza que integran la misma.
También una breve reseña sobre lo que son las volantes biomasa.
1. Las 10 partes más importantes de una transmisión manual.
1.1 sincronizador
1.2 Engranajes
1.5 Carcasa
1.6 Rodamientos
1.7 Retenedores
1.9 Seguros
Cuando en estos dispositivos se intercala un estator entre las dos masas capaz de
multiplicar el par durante la fase de aceleración hablamos de convertidores de
par, habituales en las transmisiones automáticas. Algunos convertidores de par
llevan incorporado un sistema FKP-LUK o “amortiguador de péndulo
centrífugo”, que utiliza un sistema de muelles de arco y brida similar al del DMF-
LUK para cerrar el embrague de bloqueo en detención aumentando el confort y
reduciendo el consumo.
Problemas del volante bimasa
Pero toda reacción tiene su reacción. El volante bimasa mejora la suavidad de
conducción, pero también es más delicado. Las piezas que lo conforman sufren
de un desgaste acusado debido a las enormes velocidades de fricción que
alcanzan entre ellas, y al sufrir el acusado paso del tiempo aparecen algunos
problemas; más temprano de lo deseado si no conducimos con un mínimo de
dulzura.
Pueden provocar graves roturas mecánicas si ambos volantes chocan entre sí o
el volante interior se desprende por un desgaste excesivo de los muelles que lo
sostienen.
Pero, ¿cuándo sabemos que nuestro volante bimasa está pidiendo ser cambiado
por un nuevo? Es primordial estar pendiente de ruidos mecánicos, siendo los
más detectables con el coche parado en punto muerto y pisando el embrague.
Otras pistas son las vibraciones sobre el pedal de embrague, la palanca de
cambios o el asiento. Y si estas son perceptibles al ralentí y desaparecen al iniciar
la marcha, mala señal.
En estos casos, lo mejor es acudir al taller cuanto antes para evaluar el volante
bimasa. En caso de que los movimientos parásitos sean más acusados, surjan al
apagar el motor o las revoluciones caigan por debajo de lo normal, no lo pienses
y envía el coche al taller para que sea revisado.
Muchas de las piezas que conforman nuestros vehículos necesitan ser cambiadas,
unas con más urgencia que otras. El volante bimasa es de las primeras. Lo más
recomendable es hacerlo junto con el cambio embrague. Hacer caso omiso y
alargar la agonía repercutirá en daños que afectará sobre todo a la caja de
cambios e incluso al bloque motor.
Conclusión