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LA NUEVA GESTION INSTITUCIONAL EN LAS NORMALES

Mtro. José Guadalupe Santana Ramírez

El Programa Nacional de Educación 2001-2006 (ProNaE) establece como uno de


sus objetivos estratégicos mejorar la GESTIÓN INSTITUCIONAL de las escuelas
normales, de modo que se transformen en instituciones de educación superior de
excelencia académica.

El término gestión, tiene varios significados, como ocurre con otros conceptos
usados en Pedagogía. Se relaciona con Gestus, participio pasado de Gerere, que
significa: traer, llevar, ejecutar, administrar. La "gestión" en la educación se
identificaba con la "administración" de la escuela y su "organización" bajo las
estrategias tradicionales y homogeneizadoras.

Al Normalismo, tradicionalmente de dependencia centralizada en su estructura y


funcionamiento, se le asigna un papel de segundo orden. Se le concibe como una
organización dependiente que ha de transmitir y desarrollar mediante estructuras
muy verticales y autocráticas, las decisiones que se han tomado desde otros
niveles, con procesos de participación muy restringidos de sus actores, con
limitaciones en los canales de comunicación, de círculos cerrados o de profesores
individualistas y limitados a la transmisión y reproducción de haceres.

Un aspecto central de la reforma de las escuelas normales lo constituyen las


formas como se planea, organiza, lleva a cabo y evalúa el trabajo que en ellas se
realiza. Estas acciones se promueven a través de la línea 3 del Programa para la
Transformación y el Fortalecimiento Académicos de las Escuelas Normales
(PTFAEN).

La línea 3 del PTFAEN “Mejoramiento de la Gestión Institucional” se propone


contribuir en los procesos clave de la organización y el funcionamiento de las
escuelas normales: el trabajo colegiado, la planeación y evaluación institucional, el
liderazgo de los directivos escolares, el uso del tiempo escolar y el
aprovechamiento de los recursos educativos disponibles en las escuelas, entre
otros.

La renovación de la gestión institucional supone llevar a las escuelas normales a


ser comunidades profesionales de aprendizaje, lo cual significa que prevalezca en
todos sus integrantes una intencionalidad común de mejora continua y de ejercicio
competente con objeto de ofrecer condiciones óptimas para el aprendizaje de los
estudiantes. Ello implica, a la vez, que exista el compromiso y disposición al
cambio de todos los involucrados en este proceso de renovación, principalmente
de los formadores de docentes y de los directivos de las escuelas, así como de las
autoridades educativas.
Para orientar y garantizar la viabilidad de dicha transformación es fundamental que
cada escuela, a partir de su realidad específica, reflexione colegiadamente sobre
sus prácticas educativas, identifique los aspectos que favorecen u obstaculizan el
cumplimiento de su misión y defina su propia ruta de mejoramiento continuo.

Como parte de estas acciones, en el 2002 se puso en marcha el Programa de


Mejoramiento Institucional de las Escuelas Normales Públicas (PROMIN). Este
programa es un mecanismo que apoya con recursos los proyectos de innovación
académica que presentan las escuelas, vinculados con su plan de desarrollo
institucional y con sus programas anuales de trabajo. La evaluación de los
resultados de este programa y el trabajo de asesoría permanente para orientar su
aplicación, contribuirán a generar un ejercicio participativo de planeación y
evaluación, así como una cultura de rendición de cuentas, y, en consecuencia, el
mejoramiento de la gestión institucional de las escuelas.

En el documento “el mejoramiento de la gestion institucional en las escuelas


normales” se presentan 15 sugerencias específicas como referentes a los
Normalistas para cimentar el tipo de gestión y la escuela que aspiramos construir.

Más adelante se plantea que muchas escuelas normales no han evolucionado


conforme lo demanda la situación actual, tan cambiante, conforme a las
exigencias que demanda el país. Plantea que esto se debe, en parte a la falta de
políticas educativas específicas, pero además a las inercias que existen en las
escuelas.

Para abatir lo anterior se encaminó el PTFAEN en sus cuatro líneas de acción


―seis actualmente― por lo cual se han identificado avances en el desarrollo de
esas actividades de mejoramiento; sin embargo, existen retos importantes que es
necesario atender, como:

 La falta de un programa sistemático de actualización y superación


profesional.
 Concepciones arraigadas acerca de la gestión como un proceso
administrativo y vertical.

 Poco trabajo académico en los organos colegiados.

 Utilización excesiva del tiempo escolar en actividades sociales, culturales y


deportivas y menos en actividades académicas que podrían consolidar la
formación docente de los alumnos. Además de las suspensiones de clases
por motivos de política sindical o estudiantil.

 Se necesita que los directivos sean líderes académicos para que puedan
encauzar los cambios que pretende la nueva gestión institucional; por lo
cual es necesario establecer los criterios académicos, así como los
procedimientos transparentes para el nombramiento de los directivos. Ya
que hasta la fecha su nombramiento tiene fuertes componentes políticos y
de control.

 No se han aprovechado de manera efectiva y racional los escasos recursos


que se asignan a las Normales.

Por último, el documento mencionado señala algunas características comunes de


las escuelas normales:

o Son las encargadas de formar, junto con otras instancias, a los profesores de
educación básica.
o Aplican el curriculum establecido por la SEP a nivel nacional.

o Las autoridades educativas estatales son las encargadas de regular la oferta


de educación normal en cada entidad.

o Persiste una indefinición de las normales como instituciones de educación


superior.

o Son cuestionadas continuamente por diversos sectores sociales pues los niños
y jóvenes no están teniendo los aprendizajes que espera la sociedad.

o Administran recursos escasos y con poca racionalidad.

o La convivencia institucional es de gran complejidad que se refleja en conflictos


cotidianos que no se dirimen fácilmente por no existir las condiciones
adecuadas.

o Aún existen formas de organización y estilos de administración tradicionales.

o Cuentan con pocos márgenes de autonomía para decidir: adecuaciones al


curriculum; contratación, permanencia y promoción de personal docente;
ajustes a la estructura organizativa, modificaciones al reglamento, etc.

o Instituciones con baja autoexigencia académica.

o Instituciones endogámicas y con poca apertura a las innovaciones.

o Tienen gran potencial de autotransformación.

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