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“Desenmascarando el espíritu farisaico” - Mensaje del

Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela


Publicado el20 febrero, 2017

Esto es una enseñanza para que aprendas y te fortalezcas, hay una lucha espiritual que
ocurre entre el poder de las tinieblas y el de la luz, y ambos usan la humanidad para que
se lleve a cabo y cumplan el propósito de cada uno de estos poderes.

Hay un poder de Satanás, que es de las tinieblas y hay un poder de la luz, que es el de
Dios, y ambos, obligatoriamente harán uso de un cuerpo físico. Dios lucha por Su
iglesia y el poder de las tinieblas lucha para dividirnos, robarnos y matarnos.

Se ve que el poder de las tinieblas es más fuerte porque usa hombres y mujeres allá
afuera en el mundo y también usa hombres y mujeres dentro de la Iglesia. Son dos
ejércitos, uno que no conoce a Dios que está allá afuera y otro ejército que
supuestamente conoce de Dios, que está aquí dentro de la Iglesia y que es usado por el
enemigo.

Mateo 23:13 (RV1960) dice:

“Mas!, ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los


cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están
entrando”.

Lucas 20:46-47 (RV1960) dice:

“Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las
salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros
asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas
oraciones; éstos recibirán mayor condenación”.
Lucas 22:1-6 (RV1960)

“Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. Y los
principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo.
Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los
doce; y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de
cómo se lo entregaría. Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. Y él se
comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo”.

Lucas 6:6-7 (RV1960) dice:

“Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y


estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha. Y le acechaban los escribas y los
fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle”.

Los escribas siempre están mirando lo que el otro hace.

¿Por qué Jesús llama hipócritas a los escribas? Vamos a contestar esta pregunta desde el
punto de vista espiritual.

Un escriba era uno que iba escribiendo todo lo que alguien le dictaba y llegado el
momento, tomaba decisiones. Los escribas instruidos se convirtieron en expertos de la
palabra de Dios y perseveraban en ella porque aprendieron lo que escribían;
comenzaron a enseñar y a tomar decisiones, así que ya no solamente escribían.

En pocas palabras, los escribas empezaron a hacer la doctrina que quisieron. En el


Nuevo testamento se constituyó un nuevo grupo profesional de escribas y la mayoría
eran fariseos. Escribas y fariseos no eran lo mismo.

Los escribas y fariseos hacían cumplir la Palabra a cabalidad, no eran flexibles ni daban
apertura a nada. Los fariseos eran un partido político religioso muy grande en esa época
y ellos ejercían una influencia en el pueblo.

Los fariseos se consideraban a sí mismos herederos de todas las tradiciones y hacían sus
propias interpretaciones de la Palabra. Atacaban, juzgaban y criticaban a todo aquel que
no estaba de acuerdo con ellos.

Pablo era un fariseo y perseguía a Jesucristo y a los apóstoles, porque él no estaba de


acuerdo con ellos. Este es el espíritu farisaico que está persiguiendo la Iglesia y es lo
que está poniendo el fundamento de la Iglesia en este tiempo. A estas personas Jesús
llamó hipócritas y sepulcros blanquecinos.

Mateo 23:27 (RV1960)

“Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros


blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están
llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la
verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e
iniquidad”.
Estas son las personas que por fuera los ves muy santos, que todo lo saben y que no
necesitan ayuda, están llenos de autoridad y cuando los ves por dentro están llenos de
orgullo y vanagloria, llenos de hipocresía. Este mensaje hay que predicarlo hoy para que
se conviertan muchos pablos. Los escribas y fariseos son expertos en prejuzgar a
aquellos que no están de acuerdo con sus interpretaciones de la Palabra.

Este espíritu en ellos no les permite darse cuenta que el propósito son las almas
perdidas, ellos atacan a los de la familia en vez de atacar a Satanás. ¿Por qué juzgar al
pastor? ¿Porque él sana enfermos y yo no?

Jesús les dijo que ellos ni entraban al reino ni dejaban entrar a los que querían hacerlo.

El orgullo es la confianza y habilidad excesiva en los logros y posesiones que se tienen.


Sinónimos de orgullo son arrogancia y presunción. Lo contrario a orgullo es la
humildad y la mansedumbre.

El problema que estamos teniendo en este tiempo es el orgullo espiritual. Los orgullosos
espirituales son los que confían en sí mismos como justos y menosprecian a los demás.
Cuando un líder orgulloso contamina el pueblo, el pueblo comienza a ser orgulloso. Los
líderes debemos ser muy cuidadosos para que este orgullo farisaico no nos perjudique.

Lucas 8:9-14 (RV1960)

“A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo
también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el
otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios,
te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que
gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que
se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste
descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece,
será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.

Si eres humillado, Dios te enaltece. El orgullo muchas veces se esconde detrás de la


doctrina. Atacamos mucho a los creyentes en vez de cuestionar y perseguir a aquellos
que no predican a un Cristo crucificado. A ellos tenemos que sacar de las tinieblas.

El espíritu farisaico los hace sentir dueño de la Iglesia y de las ovejas y persigue a
aquellos que predican y manifiestan el reino de Dios con sanidad y liberación. Llegado
el momento, los líderes farisaicos tendrán que darle cuenta a Dios. Tenemos que
entender que este espíritu siempre va a criticar y a enjuiciar todo aquello que va en
contra de lo que ellos creen y piensan.

¿Y por qué lo hacen? A veces me pregunto, ¿Si el pueblo no tuviera que diezmar ni
ofrendar, estuviera este espíritu tan arraigado en la Iglesia?

Dios es nuestro proveedor. No debemos enfadarnos cuando una oveja se nos va. Si no
hubieran ofrendan ni diezmos, probablemente nos diera igual. ¿Hubiera tanto celo y
contienda entre pastores, si el pueblo no tuviera que diezmar? Mucha gente de la Iglesia
se llena de este tipo de contaminación, por la falta de madurez se dejan contaminar del
espíritu farisaico, aunque vean a un Dios manifestado haciendo milagros, sanando
enfermos y liberando a Su pueblo.

Cuando hay un creyente que ha cometido adulterio, el fariseo lo expone frente a todos
para que admita su falta, ellos no son más que sepulcros blanquecinos, y ¿dónde queda
la misericordia, la compasión y el Dios que libera de ese espíritu?

Génesis 20:17 (RV1960)

“Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y
tuvieron hijos”.

Si no quieres ser perseguido por la Iglesia, no hables del reino, que es poder, autoridad y
dominio.

Felipe era un diácono de la Iglesia y cuando bautizó al eunuco, dice la Palabra que fue
arrebatado; ¿qué apóstol fue arrebatado? Sin embargo un diácono si lo fue.

Esteban, diácono, cuando lo están apedreando, alzó sus ojos y dice que vio la gloria de
Dios y a Jesucristo sentado a la diestra de Dios. ¿Qué apóstol ha visto la gloria de Dios?
Un diácono si la vio.

Jesús sanaba porque estaba lleno del poder de Dios. La Palabra dice que Esteban sanaba
porque estaba lleno del Espíritu de Dios. Así como Esteban sanaba y como Felipe fue
arrebatado por el Espíritu. Ese poder estaba antes y lo está ahora, solamente necesitas
estar lleno de Su poder.

Si la crítica es porque llegas a esta casa sin trabajo y Dios te da trabajo, si la crítica es
porque vienes a esta iglesia sin poder parir, y Dios te pone a parir, si la crítica es porque
llegaste con sida y aquí el Señor te sanó, si la crítica es porque llegaste aquí sumergido
en las drogas y aquí Dios te liberó, ¡entonces que hablen y critiquen!

Conozcan este testimonio: Este hombre llegó aquí y servía a las tinieblas, practicando
brujería y era un ladrón escondido, hoy testifica que fue libre y que recibió la identidad
de hijo en esta casa.

La Palabra lo dice bien claro, ¿quién sois vosotros para cuestionar y para juzgar? Si
usted no lo hace, no lo critique.

Ezequiel 28:17 (RV1960)

“Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de


tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en
ti”.

Proverbios 3:34 (RV1960) dice:

“Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará gracia”.

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