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Actualmente la alimentación y el estilo de vida son dos factores que intervienen en la salud
de las personas, a corto y largo plazo, de tal manera que cada día nos enfrentamos a
enfermedades crónicas no transmisibles que crecen de manera alarmante como son la
obesidad y diabetes mellitus tipo 2 (OMS, 2014).
Definición
Obesidad
Sobrepeso
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Obesidad
Sobrepeso
El sobrepeso es el peso para la estatura con más de dos desviaciones típicas por
encima de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS;
y
La obesidad es el peso para la estatura con más de tres desviaciones típicas por
encima de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS.
El sobrepeso es el IMC para la edad con más de una desviación típica por encima
de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS, y
La obesidad es mayor que dos desviaciones típicas por encima de la mediana
establecida en los patrones de crecimiento infantil de la OMS.
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Epidemiología
Según datos emitidos por la OMS, el sobrepeso y la obesidad casi se han triplicado a nivel
mundial desde 1975 (Figura 3) (OMS, 2018).
Figura 3: Tendencias en el número de niños y adolescentes con obesidad y con bajo peso moderado y
severo por región
Etiopatogenia
La obesidad debe ser definida como una enfermedad sistémica, multiorgánica, metabólica
e inflamatoria crónica, multideterminada por la interrelación entre lo genómico y lo
ambiental, fenotípicamente expresada por un exceso de grasa corporal (en relación con la
suficiencia del organismo para alojarla), que conlleva un mayor riesgo de morbimortalidad
(Suárez et al., 2017).
Por tanto, como se ilustra en la Figura 4, debemos entender a la obesidad como una
enfermedad crónica, multifactorial y multicausal, que se corresponde con una alteración de
la correcta función del tejido adiposo, tanto de forma cuantitativa como cualitativa, en su
capacidad para almacenar grasa (Suárez et al., 2017).
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Los factores relacionados con la obesidad infantil (Figura 5) que más se han examinado
han sido (García, 2018):
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Una gran parte de los azúcares que son consumidos actualmente están
"ocultos" en alimentos procesados que no son considerados como dulces por
los consumidores. Por ejemplo, una cucharada de kétchup o salsa de tomate
contiene alrededor de 4 gramos (cerca de una cucharadita) de azúcares
libres. Una lata de refresco endulzado con azúcar tiene hasta 40 gramos
(cerca de diez cucharaditas) de azúcares libres (OPS, 2015).
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excesiva. Este desequilibrio energético puede causar aumento de peso y, en
consecuencia, sobrepeso y obesidad.
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pueden fomentar el desarrollo de relaciones no saludables con los alimentos,
lo que aumenta el riesgo de desarrollar obesidad.
Diagnóstico
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1. Historia clínica para orientar la etiología de la enfermedad y cuantificar la gravedad
de la misma (García, 2018).
2. Exploración clínica y antropométrica (García, 2018).
3. Exploraciones complementarias, como determinaciones bioquímicas (perfil lipídico,
glucemia basal, niveles de insulina, etc.) (Dalmau-Serra, Alonso-Franch, Gómez-
López, Martínez-Costa y Sierra- Salinas, 2007).
Consecuencias
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apnea del sueño, diabetes tipo 2, asma, afecciones de la piel, anormalidades
menstruales, problemas de equilibrio y problemas ortopédicos). Hasta hace poco
tiempo, muchas de estas enfermedades solo se habían encontrado en adultos, sin
embargo, en la actualidad son también frecuentes en niños. La mayoría de las
afecciones de salud relacionadas con la obesidad infantil se pueden prevenir y
pueden desaparecer cuando el niño o adolescente alcanza un peso saludable
(García, 2018).
La Asociación Americana de Diabetes informó que el 85% de los niños con
diagnóstico de diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad.
En adolescentes con obesidad, se encontró que el 25% presentan hipertensión,
39% bajos niveles de HDL, y 46% altos niveles de triglicéridos (frente a 4, 18 y 17%
en adolescentes con peso adecuado respectivamente). Del mismo modo, se ha
descrito que adolescentes con oligomenorrea y obesidad están en mayor riesgo de
desarrollar síndrome poliquístico ovárico. El 77% de niños obesos en China
mostraron hígado graso y en EE.UU. se encontró que casi todos o todos los niños
con esteatosis tenían obesidad (en un grupo reducido de niños). La apnea del sueño
ha sido observada hasta en 50% de niños con obesidad en EE.UU. También se
encontró dos veces mayor prevalencia de asma en niños con obesidad en Alemania,
Israel y EE.UU. Otro problema del exceso de peso es el estrés mecánico, haciendo
susceptible al niño de anormalidades ortopédicas y fracturas (Liria, 2012).
Se estima que 40%, o más, de los niños, y 70% o más de los adolescentes con
obesidad, llegarán a ser adultos obesos, con un impacto negativo en la salud y en
la carga de enfermedad. Niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad tienen
mayor riesgo de presentar enfermedades crónicas (enfermedad cardiovascular,
ciertos tipos de cáncer, diabetes, entre otros) en la edad adulta (Liria, 2012 y Jounala
et al., 2011).
En Estados Unidos se ha estimado que el gasto de un paciente obeso frente a un
paciente con peso normal es 46% mayor en hospitalización, 27% mayor en consulta
médica y 80% mayor en medicinas (Liria, 2012).
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discriminación y la marginación social. A menudo, los niños obesos son excluidos
de las actividades competitivas que requieren actividad física. Además es difícil para
los niños con sobrepeso participar en actividades físicas, ya que tienden a ser más
lentos que sus compañeros y tienen problemas para respirar. Estos problemas
sociales negativos contribuyen a la baja autoestima, poca confianza en uno mismo
y una imagen corporal negativa, lo que también pueden afectar al rendimiento
académico (García, 2018).
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2. Academia Americana de Pediatría (AAP):
Los azúcares libres se refieren a los monosacáridos (como la glucosa y la fructosa) y los
disacáridos (como la sacarosa o el azúcar de mesa), que se agregan a los alimentos y las
bebidas por el fabricante, el cocinero o el consumidor, así como azúcares que están
naturalmente presentes en miel, jarabes, jugos de fruta y concentrados de jugo de fruta.
Las directrices no se refieren a los azúcares de las frutas frescas y verduras o los azúcares
presentes de forma natural en la leche, porque no hay evidencia sobre los efectos adversos
de consumir estos azúcares (OMS, 2015).
Las pautas se basan en evidencia científica reciente que indica que los adultos que
consumen menos azúcares tienen un peso corporal menor y que el aumento de la cantidad
de azúcares en la dieta está asociado con un aumento de peso. La investigación también
indica que los niños con un mayor consumo de bebidas azucaradas tienen mayores
probabilidades de tener exceso de peso o ser obesos que niños con un consumo bajo de
bebidas endulzadas con azúcar (OPS, 2015).
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Otros estudios revelan que las tasas de caries dentales son mayores cuando la ingesta de
azúcares libres supera el 10% de las calorías totales, en comparación con una ingesta
inferior al 10%. La recomendación de que el consumo de azúcares libres sea inferior al 5%
se basa en estudios ecológicos basados en la población que revelaron una reducción de la
caries dentales en los países donde la disponibilidad de los azúcares descendió
drásticamente (OPS, 2015).
Las nuevas directrices forman parte de los esfuerzos progresivos de la OPS y la OMS para
promover la prevención de las enfermedades no transmisibles (ENT), como las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. Estos esfuerzos
están enmarcados por el Plan de Acción Mundial de la OMS para la Prevención y el Control
de las ENT 2013-2020, que requiere detener el aumento en la diabetes y la obesidad y
reducir la carga de mortalidad prematura debida a estas enfermedades el 25% para 2025
(OPS/OMS, 2014).
Tratamiento
Tanto el niño como sus familiares más cercanos deben conseguir un estilo de vida
saludable, para ello, es imprescindible un ambiente favorable ayudando al paciente con la
motivación y establecer los obligados cambios en la familia, para así poder obtener buenos
resultados.
Las recomendaciones dietéticas sobre este aspecto se basan en desayunar todos los días,
que el aporte calórico del desayuno junto con el almuerzo de media mañana sea alrededor
del 25% de la energía total diaria y que, la leche o productos lácteos, la fruta y los cereales
deben ser componentes obligados del desayuno. Para evitar episodios de sobreingesta por
hambre incontrolada, el número total de comidas no debería ser inferior a 4 al día.
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Los principales errores que se suelen encontrar en los niños con sobrepeso y obesidad se
basan en la cantidad y frecuencia con que se ingiere carne y derivados cárnicos a expensas
del pescado, la escasa ingesta de verduras, hortalizas, frutas y legumbres, además del
excesivo consumo de bollería y aperitivos de bolsa así como de bebidas azucaradas. Todo
ello, conlleva un aumento de la densidad calórica de la dieta (García, 2018).
Finalmente, solo en aquellos pacientes en los que haya fracasado el tratamiento dietético,
se recurrirá a fármacos o a cirugía (Dalmau-Serra et al., 2007).
Referencias bibliográficas.-
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the European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Committee
on Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr, Vol. (6), 681-696.
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Organización Mundial de la Salud (OMS). (2014). Informe sobre la Situación Mundial de las
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