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1.- Servicios públicos. Noción. Reseña histórica. Crisis del concepto de servicio público. Técnica.
Publicación. Carácter monopolio.

2.- Clasificación de los servicios públicos. Creación, organización, modificación y supresión de


los servicios. Caracteres del servicio público. Continuidad. Regularidad. Igualdad.
Obligatoriedad. La huelga.

3.- Relación entre el usuario y prestador del servicio. La admisión. Retribución. Impuestos.
Tasas. Canon. Tarifas. Precio. Concesión de servicios públicos: concepto. Naturaleza jurídica.
Licencias. Caracteres. Competencia para su otorgamiento.

4.- Responsabilidad de los concesionarios. Ejecución del contrato. Derechos y obligaciones de


las partes. Los bienes afectados al servicio. Extinción del contrato. Distintas formas. El rescate.

5.- Las Concesiones de Servicio Público en la Republica Argentina.

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1.- Servicio Público. Noción. Reseña histórica. Crisis del concepto de servicio público.

Concepto de Servicio Público: “Es toda actividad de prestación a cargo del Estado, en
forma directa o indirecta, que tiende a satisfacer el interés público mediante un régimen de
derecho público”.

Con relación a la reseña histórica, destaco que toda actividad que ha sido declarada
por el legislador como servicio público, ha comenzado siendo prestada por los particulares
para satisfacer sus necesidades, y posteriormente las de otras personas, hasta llegar a la
satisfacción del interés general.

Un ejemplo puede ser suficiente para aclarar este concepto, al transporte público
urbano o interurbano de pasajeros.

O sea que en un primer momento los servicios públicos fueron prestados por los
particulares, como por ejemplo, la luz, el teléfono, etcétera. Otros los presto siempre el
Estado, tal el caso de correos y telégrafos. Posteriormente, a partir de la finalización de la
Segunda Guerra Mundial, o sea en la década del 40 del siglo XX, en la Argentina se estatizaron
los servicios públicos y el Estado se hizo cargo, mediante la expropiación, de la prestación del
servicio y de los bienes afectados a ella, como sucedió en los ferrocarriles, los teléfonos, las
usinas para la provisión de luz eléctrica, etcétera.

Durante este periodo el Estado creo numerosas entidades autárquicas, que actuaban
bajo un régimen de derecho público, pues estaban sometidas a la ley de contabilidad, a la ley
de obras públicas, etcétera, y su personal revestía el carácter de empleados públicos o agentes
estatales.

Otras veces el servicio público se prestó mediante la creación de empresas del Estado.
Eran entidades públicas estatales sujetas a un régimen jurídico mixto de derecho público y de
derecho privado. Fueron creadas por ley y estaban encuadradas dentro de la Administración
pública, su patrimonio era estatal y no podían ser declaradas en quiebra.

Algunos servicios públicos los prestaron sociedades del Estado, que eran entes
estatales, pero se diferenciaban de las empresas del Estado en qué estaban sometidas al
régimen mercantil común y competían con la actividad privada. Los directivos revestían la
calidad de agentes públicos; en cambio el resto del personal estaba sujeto a convenios
colectivos de trabajo, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas, Yacimientos Petrolíferos Fiscales.

En la última década del siglo XX, el Estado dejo de prestar la mayoría de los servicios
públicos y los transfirió a los particulares, por lo que se conoció a este periodo como el de
“privatización de los servicios públicos”.

O sea que a través de los años los servicios públicos han vuelto a ser prestados en su
gran mayoría por empresas privadas fijando el Estado a través de los entes de control, el
precio que los usuarios deben pagar por su uso, el cual debe ser propuesto por el prestador del
servicio, y analizado, y aprobado por el ente, que deberá tener en cuenta que sea justo y
razonable.

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Las decisiones que dicten, son actos administrativos y, por lo tanto, pueden ser
controladas por los tribunales con competencia en lo contencioso administrativo.

También es digno de destacar que hay numerosas actividades que tienden a la


satisfacción del interés general, y que no son servicios públicos sino servicios regulados por el
Estado, como puede ser el servicio fúnebre, el de farmacias, o el servicio que prestan los
distintos colegios profesionales.

La técnica del servicio público. La publicatio. El carácter monopólico.

Me parece útil recalcar que hay numerosas actividades que tienden a satisfacer el
interés general, pero no por eso deben ser consideradas servicios públicos, ya que falta la ley
que declare que una determinada actividad constituye al servicio público, como por ejemplo,
el servicio que se presta en los hospitales públicos juntamente con el que se realiza en las
clínicas y sanatorio privados.

La declaración legislativa de que una actividad económica va a ser prestada como


servicio público y sometida a un régimen jurídico de derecho público, es conocida en la
doctrina como “publica tío”. Es una cuestión política, y como tal, no puede ser controlada por
el órgano judicial, quien carece de competencia para pronunciarse sobre el acierto o no de que
tal actividad sea sacada del ámbito del mercado y declarada servicio público.

Al decidir el legislador de una determinada prestación de servicio público, trae como


consecuencia que debe ser realizada en forma regular, continua, obligatoria, respetando el
principio de igualdad y otorgándole ciertas prerrogativas de poder público.

Se ha sostenido que cuando el servicio público lo presta el Estado, este lo debe hace
en forma monopólica, y es lo que ha sucedido en nuestro país en la época en que se
estatizaron los distintos servicios públicos.

Lo ideal es que cuando el servicio es prestado por los particulares, no se haga en forma
monopólica y si por motivos económicos no hay otra posibilidad, es necesario que, para evitar
abusos, intervenga el Estado mediante los entes de control que deberán velar por el
cumplimiento de todas las obligaciones establecidas en los pliegos y en el contrato.

En la medida de lo posible, el servicio público debe prestarse en un sistema de


competencia con el objeto de que el usuario pueda elegir entre los distintos prestadores, con
la finalidad de que el beneficiario del servicio los elija.

2.- Clasificación de los servicios públicos. Las actividades de interés general.

“Son servicios propios aquellos que son prestados directamente por el Estado, o
directamente por medio de concesionarios”.

Son servicios públicos impropios aquellas actividades que están reguladas por el
Estado, que tienden a la satisfacción del interés general, y para cuya realización se precisa una
autorización previa, como ocurre en nuestro país con la actividad bancaria, de seguros.

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Hay varias diferencias entre una actividad y la otra, pero considero que las más
destacables, son las de obligatoriedad y la de igualdad.

Con relación a la primera, está dada en que el prestador del servicio no puede elegir o
seleccionar al usuario, pues está obligado a prestarle el servicio si quien lo solicita reúne las
condiciones reglamentarias establecidas.

En cambio con los servicios públicos impropios, tal obligación no existe, y por lo tanto
se pueden escoger a los clientes, por lo cual discrepo con la terminología utilizada por una
parte de la doctrina.

La igualdad es otra de las diferencias, ya que es uno de los caracteres del servicio
público, pues debe prestarse a todos los usuarios en las mismas condiciones.

Pueden ser esenciales o secundarios. Los primeros son los que procuran la satisfacción
de las necesidades básicas, como pueden ser la seguridad, la salud, etcétera. En cambio los
secundarios son aquellos que si bien tienden a la satisfacción del interés público, no son
indispensables, y en muchos casos es facultativo usarlos o no, como por ejemplo los servicios
de teléfono.

Obligatorios y facultativos, teniendo en cuenta que el usuario deba necesariamente


utilizarlo. Entre los primero, tenemos el del agua corriente en las ciudades. El servicio público
es facultativo cunando una persona puede utilizarlo o no.

Uti universo o uti singuli, según los destinatarios sean la población en general, en su
conjunto, como es el caso del servicio de seguridad que presta la Policía Federal, siendo por lo
tanto los usuarios indeterminados. Los segundos son, aquellos donde está bien determinado el
usuario, como es el servicio de la luz.

Nacionales, provinciales o municipales, según quien tenga competencia para autorizar


la prestación y regulación del servicio, lo que significa que se siempre el Estado, nacional,
provincial o municipal quien lo presta en forma directa, ya que puede encomendar su
prestación o su gerenciamiento a una persona privada, que se vincula mediante una relación
contractual.

Creación, organización, modificación y supresión de los servicios.

La mayoría de los autores que en nuestro país se han dedicado al estudio del servicio
público, sostienen que solo puede ser por ley, utilizándose como plataforma jurídica el inc. 18
del art. 75 que se refiere a que es atribución del Congreso de la Nación “proveer lo conducente
a la prosperidad del país”. Además generalmente afecta derechos constitucionales como son
el de trabajar, el de la libertad y el de propiedad, cuyo limites solo pueden ser impuestos por
ley.

Con relación a la organización, o sea la determinación de los detalles acerca de cómo


se va a prestar el servicio, es una actividad que por su complejidad y especificidad, y a los fines
de que el servicio se preste en la forma más eficaz y eficiente posible, es realizada por
organismos técnicos subordinados al Poder Ejecutivo, quienes son los encargados de elaborar
las normas y especificaciones técnicas que regularan el servicio.

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Con la reforma del Estado, se privatizaron numerosos servicios públicos y se crearon
entes reguladores de distintos servicios, a quienes se otorgó la función reguladora que se
comprende el dictado a la normativa regulatoria.

En lo que respecta a la modificación, debe ser dispuesta por el mismo órgano que lo
creo, pues una modificación, como su nombre lo indica, es transformar la estructura propia del
servicio, por lo que debe utilizarse el paralelismo de las formas.

Lo mismo corresponde decir con relación a la supresión del servicio.

Suprimir un servicio público puede deberse a dos razones: una, es que haya
desaparecido la necesidad publica y, por lo tanto, la actividad no se prestara más. La otra
puede ser consecuencia de una modificación en la concepción filosófica de ese servicio, ya que
se dispone que sea una determinada actividad.

Todos los asuntos que se promuevan por parte interesada con motivo de la creación,
modificación o supresión de los servicios públicos, deberán dilucidarse ante los tribunales con
competencia en lo contencioso administrativo. Además las normas que regulan cada uno de
los servicios expresamente establecen como se impugna una decisión del ente regulador y a
que tribunal se acude a los fines de su control.

Caracteres del servicio público. Continuidad. Regularidad. Igualdad. Obligatoriedad. La


huelga.

Los servicios públicos presentan los caracteres los caracteres enunciados


precedentemente, a excepción de la huelga.

La Continuidad, es propia de los servicios públicos, ya que no pueden ser


interrumpidos porque entorpecen la finalidad para la cual han sido creados: la satisfacción del
interés general. La continuidad es un carácter esencial.

Si el servicio se interrumpe, el prestador comete una falta, por la cual puede ser
sancionado y el Estado o el ente de control tienen atribuciones para aplicar sanciones
pecuniarias, como son las multas.

La Regularidad, significa que el servicio debe prestarse de acuerdo a las normas


preestablecidas las que reciben el nombre de “reglamento del servicio”.

Allí se establecen todos los detalles técnicos que el prestador conoce con anticipación,
que pueden modificarse a medida que la ciencia y la tecnología se modernicen, y si ello trae
como consecuencia una alteración en la ecuación económica financiera, el prestador tiene
derecho a solicitar una modificación de la tarifa, que debe ser justa y razonable.

Principio de Igualdad, tiene fundamento constitucional en el art. 16: “ todos los


habitantes son iguales ante la ley, por lo tanto aquel que use un servicio tiene derecho a exigir
que se le dé el mismo tratamiento jurídico y económico que se le otorga a los demás, en las
mismas condiciones.

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La Obligatoriedad, el que presta el servicio no puede elegir el usuario. Si una persona
reúne los requisitos reglamentarios para usar el servicio, puede exigir su prestación, y el
concesionario o licenciatario no puede negarse.

En los servicios públicos, no es posible la huelga, pues no se admite su interrupción y


deben prestarse de acuerdo con las normas que la regula.

Paralizar un servicio aduciendo el ejercicio del derecho de huelga, por más legítimo y
constitucional que se aduzca, es entrar en colisión con los caracteres del servicio público.

Hay que pensar también que los servicios públicos se prestan en beneficio del interés
general, o sea, en beneficio de la comunidad, y la huelga implica la suspensión o paralización
de la actividad.

De producirse la huelga, los servicios no se pueden paralizar totalmente, y es necesaria


la existencia de guardias mínimas para que no se vean interrumpidos, pues las consecuencias
que se pueden producir, pueden ser muy perjudiciales, y ocasionar daños de difícil o imposible
reparación.

3.- Naturaleza jurídica de relación entre usuarios y prestadores de servicios. La


admisión.

Sobre la naturaleza jurídica existente entre el usuario y el prestador de un servicio


público, la doctrina se encuentra dividida, ya que para unos existe una situación reglamentaria,
y, para otros, contractual, la que a su vez se subdivide en contrato de derecho administrativo y
contrato de derecho privado: el contrato de adhesión.

En cambio, la relación jurídica existente entre la persona que utiliza un servicio que se
encuentra concesionado, como el del gas, agua, o teléfono, es de naturaleza contractual, a tal
punto que los grandes consumidores pueden convenir con el prestador una tarifa especial
siempre, dentro de los límites fijados por el Estado.

Para ser usuario es necesario ser admitido, y para serlo, es preciso analizar cada
servicio público, pues varían los requisitos en cada uno de ellos.

En consecuencia, para lograr la admisión como usuario de un servicio público es


necesario reunir los requisitos generales y especiales para que cada servicio se determine.

Una vez lograda la admisión, se obtiene un derecho subjetivo de carácter


administrativo para la prestación del servicio, en caso de que esto no suceda, el derecho se
encuentra desconocido, y para lograr su restablecimiento se deberá acudir primero al ente de
control y luego a la justicia, siguiendo el procedimiento que para cada servicio establece la
reglamentación pertinente.

Retribución del servicio. Impuestos. Tasas. Canon. Tarifas. Precio.

El estado creo contribuciones que se denominaron impuestos, con fines


indeterminados. Su fundamento es la capacidad contributiva de las personas, y se recauda
para solventar actividades estatales, como son los servicios que se prestan en los hospitales

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públicos, aunque también el Estado los recauda con el objeto de satisfacer servicios públicos
uti singuli.

En cambio, el fundamento de la taza, consiste en la prestación por parte del Estado, de


un servicio público, generalmente de uso individual y, por lo tanto, divisible y perfectamente
determinado.

En consecuencia, tanto en el impuesto como en la taza, hay una remuneración para


abonar actividades estatales y servicios públicos, pero la diferencia esta, en que con la taza se
paga un servicio determinado, o sea que es una cantidad que se adeuda con motivo de una
contraprestación estatal, que si el servicio no se presta, la taza no se debe.

Todo servicio público, es retribuido, lo que sucede es que varía la forma en que se paga
ese servicio, pues no hay servicio público gratuito, aunque vulgarmente así se sostenga, como
es el caso del servicio de bomberos.

Lo que sucede en esos servicios, no se pagan directamente por quien los usa, sino que
los abonan todos los contribuyentes mediante el impuesto con prescindencia de su utilización.

En consecuencia, el impuesto es una forma indirecta de retribuir ciertas actividades


estatales y algunos servicios públicos.

Otros servicios se pagan mediante tazas, abonadas por los propietarios de bienes
inmuebles al municipio, con el objeto de contribuir al pago de sus servicios.

Se denomina canon a la contribución que realizan algunos propietarios de bienes


inmuebles para tener derecho al riego, en caso de quienes tienen huertas y quintas,
pertenecientes al dominio público, como los que se encuentran a orillas de los lechos de un
rio. El contribuyente debe abonar el mencionado canon ante la Dirección Provincial de
Hidráulica.

La tarifa, precio, es la retribución efectuada por la prestación de un servicio público de


uso facultativo.

Las tarifas fijadas y aprobadas por el poder público, algunas veces directamente por el
Estado y otras a través de los entes de control, pero siempre a solicitud del prestador del
servicio.

El precio o la tarifa, pueden modificarse, ya que no podría pretenderse que un régimen


tarifario se mantenga invariable a lo largo del tiempo si las circunstancias imponen su
modificación.

Toda modificación deberá estar debidamente justificada y fundamentada en análisis e


informes técnicos, económicos, financieros y legales. En todos los casos, deberá demostrarse
que habiéndose evaluado alternativas tendientes a evitar la modificación en la tarifa, aquellas
no constituyen una solución aplicable que permita evitarla.

Las modificaciones de os valores tarifarios, y precios no pueden tener efecto


retroactivo.

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Concesión de servicios públicos: concepto. Naturaleza jurídica. Diferencias con otras
figuras jurídicas.

Concepto: es la prestación de servicio públicos por parte de particulares, por personas


jurídicas públicas estatales e incluso por personas jurídicas públicas no estatales. Es una forma
de colaboración con el Estado para la satisfacción del interés general.

Así el prestador se relaciona con la administración mediante un acto administrativo del


que nacen derechos y obligaciones para ambas partes.

Sostiene que no hay una relación contractual sino un acto administrativo con
consecuencias bilaterales.

Para otros autores la naturaleza jurídica es mixta, en el sentido de que una parte es
reglamentaria y otra contractual. Aquella se refiere a regulación del servicio, o sea a su
organización, a su funcionamiento, que puede variar a medida que los adelantos técnicos y
científicos así lo aconsejen.

Finalmente, hay quienes reconocen la existencia de un contrato administrativo, teoría


que comparto, que dada su naturaleza de derecho público presenta como uno de sus
caracteres la mutabilidad, si el interés público así lo exige.

La naturaleza jurídica contractual trae como consecuencia el nacimiento de derechos y


obligaciones para ambas partes, una de ellas, se llama concedente, y la otra, concesionario, y
como todo contrato ambas partes deben proceder de buena fe y procurar que el contrato
finalice en forma normal, como es por vencimiento del plazo.

Se trata de un contrato oneroso, ya que las ventajas que reporta a una de las partes, le
son concedidas sobre la base de una prestación que esa parte debe hacer a la otra.

En el contrato de concesión, hay dos partes que lo suscriben: el concedente y el


concesionario, pero hay otra parte que aunque no lo suscribe también le comprenden las
cláusulas del contrato, y son los usuarios o beneficiarios del servicio, quienes deben pagar un
precio o una retribución por su utilización. Estos deben ser justos y razonables, por lo que se
pueden modificar cuando las circunstancias también varíen e incidan en la ecuación económica
financiera.

Es importante distinguir entre la “concesión del servicio público” que se otorga directa
e indirectamente en el interés público, de la “concesión de uso de los bienes del dominio
público” que se adjudica directa o indirectamente en interés privado del concesionario.

El concesionario del servicio público se encuentra obligado a prestar el servicio hasta la


finalización del plazo estipulado.

En cambio en la concesión de uso de bienes de dominio público, el concesionario


puede renunciar anticipadamente.

Los bienes en la concesión de servicios públicos pueden pertenecer al concesionario,


en cambio los de la concesión de uso de bienes públicos pertenecen al Estado.

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La licencia. Caracteres. Competencia para su otorgamiento.

La Administración acude a otra institución jurídica, como es la licencia, para otorgar la


prestación de un servicio público.

Sobre la naturaleza jurídica de la licencia, una parte sostiene que el licenciatario


adquiere un status reglamentario y otra afirma que la naturaleza jurídica es contractual.

Me parece importante recalcar que el licenciatario tiene un derecho subjetivo de


carácter administrativo, con el objeto de obtener una sentencia que ordene el
restablecimiento del derecho conculcado.

Con relación a la competencia para su otorgamiento la solución la encontramos en la


Constitución Nacional, en el art. 121 el constituyente ha dejado plasmado, que “las provincias
conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al gobierno federal…”

Por ellos habrá que analizar en cada caso si la competencia pertenece a la Nación o a la
Provincia.

El mismo análisis deberá realizarse para determinar si la creación de ciertos servicios


públicos corresponde a la Provincia, o al Municipio.

Sujetos de la relación contractual. Situación jurídica de los usuarios y de otros sujetos


vinculados con el concesionario.

En la concesión de servicios públicos, tenemos que distinguir a los sujetos


directamente involucrados y que suscriben el contrato, que son el concedente, y el
concesionario, de aquellos otros a quienes van a alcanzar los efectos de la relación contractual
y que se denominan “usuarios” o “beneficiarios de la concesión”.

Actualmente, hay un cuarto que es el órgano de control, a cargo de supervisar el fiel


cumplimiento de las clausulas establecidas en los pliegos y en el contrato.

Este órgano de control tiene además atribuciones para aplicar sanciones y resolver
conflictos entre los usuarios y el prestador del servicio.

El concedente puede ser una persona jurídica pública estatal como la Nación, la
Provincia, un Municipio, o una entidad autárquica, y el concesionario puede ser una persona
jurídica o una persona física, pero también puede ser una persona pública estatal e incluso una
persona jurídica publica no estatal.

El vínculo existente entre el concesionario y usuario es reglamentario si el servicio es


obligatorio para el segundo; y en contractual de derecho público cuando la utilización del
servicio es facultativa.

Entre el concesionario y otros terceros, como son aquellos que le proveen productos,
maquinarias, o bienes en general para posibilitar la prestación del servicio en forma eficiente y
eficaz, hay una relación contractual de derecho privado, por lo que los problemas que se
presenten sobre la interpretación o incumplimiento contractual, deberán dilucidarse ante los
tribunales con competencia de lo civil y comercial.

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4.- Responsabilidad de los concesionarios.

Los concesionarios tienen distintos tipos o clases de responsabilidades, para la


prestación del servicio público se vinculan con el Estado, con los usuarios, con su personal, con
sus proveedores. Por lo tanto, asumen distintas obligaciones que no podrán eludir y si han
producido daños, deberán repararlos.

Con el concedente tienen que cumplir las cláusulas de los pliegos y el contrato, y si
infringen alguna de ellas, el órgano de control pertinente aplicara las sanciones que
correspondan.

Tales sanciones se encuentran detalladas en los reglamentos, y generalmente consiste


en multas.

La máxima sanción de que puede ser pasible el concesionario, es la de la rescisión o


caducidad del contrato por las causales expresamente previstas.

Como patrón tiene la obligación de cumplir con todas las disposiciones de los
convenios colectivos de trabajo, y además con todas las normas que hacen a la política de
trabajo.

Como contribuyente debe ajustarse a las disposiciones de los códigos tributarios, ya


sean Nacionales, provinciales o municipales, pudiendo estar eximido de algún gravamen.

En síntesis, son numerosas y de distinta índole las normas que el concesionario debe
cumplir, y su desconocimiento le acarreara responsabilidades que deberán dilucidarse ante los
tribunales competentes según la materia.

Ejecución del contrato. Derechos y obligaciones de las partes.

Es necesario distinguir entre los derechos del concedente de los concesionarios. Aquel
tiene además una serie de prerrogativas por ser el Estado, y debe cumplir con su cometido
estatal: promover el bienestar general

Tiene derecho a modificar la reglamentación en base a los adelantos que la ciencia y la


técnica produzcan, ya que el servicio debe prestarse en forma eficaz, eficiente y por lo tanto,
será necesario utilizar tecnología de última generación.

El concesionario podrá solicitar un reajuste de precio.

El concedente, a través de los órganos de control, tiene derecho a: a) Realizar


inspecciones para constatar el fiel cumplimiento de las normas establecidas en los pliegos
generales y de especificación técnicas; b) arbitrar las medidas que sean necesarias para
mejorar la calidad y eficiencia de la prestación; c) aprobar las modificaciones a los cuadros
tarifarios y precios del servicio propuesto por el prestador; d) a controlar el cumplimiento de
los planes de expansión del servicio de mantenimiento y de inversión que debe efectuar el
concesionario; e) a controlar el mantenimiento de los bienes e instalaciones afectados al
servicio; f) a aplicar las sanciones al prestador con motivo de su cumplimiento.

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El concesionario tiene derecho a exigir que el concedente cumpla con todo lo que se
ha comprometido y que surge de las cláusulas del pliego de condiciones y del contrato
suscripto.

En especial tiene derecho a la modificación de la tarifa con el objeto de percibir un


precio justo y razonable, pudiendo exigir el otorgamiento de la subvención que le corresponda.

El fiel cumplimiento por parte del Estado de las normas existentes en el pliego, y las
cláusulas del contrato es un derecho subjetivo de carácter administrativo que tiene el
concesionario para reclamarlo primero administrativamente y luego judicialmente mediante la
acción contencioso administrativa de plena jurisdicción en la provincia de Córdoba.

Los bienes afectados al servicio.

El concesionario puede utilizar, para la prestación del servicio público, bienes que son
del Estado. Este deberá mantenerlos, renovarlos e incluso incrementarlos, y devolverlos al
finalizar la concesión. El contrato incluye varios anexos, siendo uno de ellos el inventario de los
bienes, donde se detalla la cantidad y calidad de cada uno de ellos. En una de las cláusulas del
contrato se especifican también las condiciones en que deberán ser devueltos.

En algunos contratos la concesión, se dispone que el concesionario puede afectar a la


prestación del servicio, algunos bienes de su propiedad, los que al finalizar la concesión,
pueden o no ser transferidos al Estado, según se establezca en las cláusulas del contrato.

En otros, todos los bienes pertenecen al concesionario. En las cláusulas del contrato se
dispone que el concesionario deberá declarar y detallar los bienes que utilizara para la
prestación. Luego deberá someterlos a la evaluación del ente de control, quien en caso de
autorizar su incorporación, hará que queden afectados al servicio.

El concesionario estará obligado a mantener los bienes en buen estado y a renovarlos


de conformidad a lo dispuesto en el pliego de condiciones. Es por esa razón que el
concesionario tiene que cumplir con un plan de inversión, además del mantenimiento de los
bienes.

Los bienes que pertenecen al concesionario, por estar afectados a la prestación de un


servicio público, pueden ser embargados y prendados, circunstancia que debe hacerse conocer
al concedente o al ente de control, según su caso.

Extinción del contrato. Distintas formas. El rescate.

La concesión de servicios públicos concluye al finalizar el plazo estipulado en el


contrato. También puede hacerlo en forma anticipada por razones de fuerza mayor, lo que
deberá ser acreditado, para que sea aceptado por la otra parte, evitando de esa forma que el
pedido sea injustificado y que se perjudique la comunidad.

Otra forma de extinción es mediante la “caducidad”, es la máxima sanción que puede


aplicar el Estado.

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La extinción también puede tener lugar con motivo de que el Estado, ha modificado
alguna de las condiciones en que debe prestarse el servicio, produciendo una alteración en la
ecuación económica financiera, y el concedente no autoriza a una mejora de precio. En este
caso el concesionario podrá requerir a la autoridad administrativa la rescisión del contrato.

La rescisión es posible de común acuerdo, y en algunos pliegos de condiciones se


establece su finalidad después de transcurrido cierto plazo.

El contrato también puede ser extinguido por decisión estatal. En este caso la
jurisprudencia en general ha sostenido que debe aplicarse la “teoría de la expropiación”

5.- Las concesiones de servicio público en la República Argentina.

A partir de la reforma del Estado, iniciada en 1989, se crearon los entes reguladores,
que tienen a su cargo no solo elaborar las normas que regulan cada uno de los servicios, sino
también velar por el fiel cumplimiento de las disposiciones de los pliegos y de los contratos
suscritos por cada uno de los concesionarios.

Estos entes de control se crearon en el orden nacional.

En el orden nacional, la prestación de los servicios públicos más importantes como son
agua potable, comunicaciones, energía eléctrica, gas, transporte terrestre, y aéreo, fue
transferida por el Estado a sociedades comerciales. Entre ellos se estableció una relación
jurídica contractual.

En conclusión, el Estado Nacional dejo de prestar los principales servicios públicos y


paso a controlarlos mediante los órganos de control. Lo mismo sucedió en las distintas
provincias.

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1.- Contratación administrativa. Distintas teorías: negativas y positivas. Distintas
clasificaciones. Elementos esenciales de la contratación administrativa: sujetos, contenido,
causa, consentimiento, forma y finalidad. Efectos y ejecución de los contratos. Poder de
dirección y control. Poder de modificación unilateral.

2.- Distintos procedimientos de selección del contratista. Sistema de libre elección. Licitación
pública. Licitación privada. Licitación restringida. Contratación directa. Subasta pública.
Concurso público. Concurso de precios. Concurso de proyectos integrales. Derechos y
obligaciones del contratista. Conclusión de los contratos administrativos.

3.- Obra Pública. Contrato de Obra Pública. Elementos del contrato: sujetos, objeto, finalidad,
plazos y precio. Sistemas de contratación. Unidad de medida. Ajuste alzado. Coste y costas.
Otros sistemas. Registro de contratistas. Suspensión y paralización de los trabajos. Extinción
del contrato. Prerrogativas de la Administración.

4.- El contrato de concesión de obra pública. Concepto. Caracteres. Naturaleza jurídica.


Ejecución. Derechos y deberes del concesionario. Plazo de concesión. La remuneración.
Extinción. Los contratos de obra pública y de concesión de obra pública luego de la ley 23.696.

5.- Contrato de suministro. Concepto. Caracteres. Semejanzas y diferencias con el contrato de


compraventa. Elementos. Ejecución. Derechos y responsabilidades de las partes. Conclusión.
Empréstito. Concepto. Naturaleza jurídica. Caracteres. Elementos. Clases. Conclusión. Otros
contratos.

1)- Contratación Administrativa.

En otras oportunidades un órgano de la Administración se vincula con un particular


para la realización de una obra pública o para la prestación de un servicio público. Hay otros,

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que afirman la existencia de fines directos, sin necesidad de que sean contrapuestos, opinión
que comparto, ya que ambas partes desean que la obra se realice o que el servicio se preste.

El codificador, en el Art. 1137 del viejo código civil de Vélez Sarsfield, definió el
contrato “… cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una declaración de voluntad
común destinada a reglar sus derechos”

El primer interrogante que nos tenemos que hacer es si este concepto dado por Vélez
Sarsfield es útil para el derecho administrativo, o si solo sirve para el derecho privado.

La respuesta es que es útil al derecho en general, sin hacer distinción entre derecho
privado y derecho público.

Distintas Teorías:

En doctrina se han desarrollado numerosas teorías, las que se pueden clasificar en


teorías negativas, en cuanto niegan la existencia del contrato administrativo, y teorías
positivas, en cuanto afirman la existencia del contrato administrativo.

Teorías Negativas:

Para esta teoría, solo hay contrato administrativo cuando los dos sujetos intervinientes
pertenecen a la Administración Publica, pues en este caso las clausulas se fijan entre las partes,
no hay clausulas exorbitantes ni subordinación jurídica entre ellas, situación semejante a la
que acontece con los contratos regidos por el derecho privado.

Teorías Positivas:

Dentro de las teorías que aceptan que la Administración puede suscribir contratos,
debemos distinguir los contratos regidos por normas del derecho civil, de los que se
encuentran regulados por normas del derecho administrativo.

Contratos regidos por normas del derecho privado:

La Administración tiene atribución para suscribir con los particulares, contratos que
serán regidos por normas del derecho privado, como por ejemplo una locación del servicio,
una locación de obra, un comodato, un contrato de arrendamiento de un inmueble rural,
etcétera. En todos estos ejemplos se afirma que son contratos regulados por el Código Civil, y
ante cualquier problema que se pueda suscitar entre las partes se acudirá a la sede judicial con

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competencia en lo civil y comercial, porque para resolver, el juez aplicara exclusivamente
normas del derecho privado.

Esta teoría, si bien niega la existencia de contratos administrativos, acepta la


posibilidad de que el Estado suscriba contratos siempre y cuando estos sean regidos por el
derecho privado, ya que no habrá subordinación jerárquica entre el particular y la
Administración ni clausulas exorbitantes en relación al derecho común.

Contratos regidos por normas del derecho administrativo. Criterios de distinción.

Las modernas doctrinas francesas, españolas y argentinas reconocen la existencia del contrato
administrativo, destacando los siguientes caracteres que servirán de pautas para determinar la
presencia de un contrato administrativo.

En primer lugar, analizan:

a)- El elemento subjetivo, y afirman que siempre que actúa la Administración publica,
el contrato será regido por los principios y normas del derecho administrativo. En
consecuencia, para esta teoría no hay posibilidad de que el Estado suscriba un contrato civil.

A esta teoría se la ha criticado diciendo que es estatista. Esta tesis no es aplicable en


Argentina.

En consecuencia, debo recalcar que aun en los contratos regidos por el derecho
privado que suscribe la Administración, habrá normas del derecho administrativo que no se
podrán marginar, como las procedentemente mencionadas.

b)- Otra parte de la doctrina afirma que hay contrato administrativo siempre que la
Administración deba seguir un procedimiento previo para la contratación. Las formalidades
previas a la suscripción del contrato son las que determinan la existencia de un contrato
administrativo.

Esta teoría ha sido criticada en el sentido de que en nuestro país hay normas que
expresamente establecen que el Estado, para contratar, debe seguir un procedimiento de
selección.

El Estado deberá realizar el procedimiento de selección aunque se trate de un contrato


civil. No obstante, puede contratar directamente con un particular cuando las normas lo
permiten, por ejemplo para la adquisición de útiles y elementos de papelería de bajo costo
para una oficina.

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c)- Otros enseñan que hay que analizar la sustancia o la esencia del contrato, ya que si
este consiste en la prestación de un servicio público no hay duda alguna que se está en
presencia de un contrato administrativo.

En consecuencia, para esta teoría lo importante es el objeto. Ha sido criticada porque


el mismo objeto puede tener distinto tratamiento, como sucede con la relación de empleo
público, pues en nuestro país una parte del personal que colabora con el Estado se encuentra
sujeto a normas del derecho administrativo, reguladas en el Estatuto del Empleado Público y
otra parte, que también colabora con el Estado, se encuentra sujeto a la ley 20.744 de contrato
de trabajo y a convenios colectivos de trabajo.

Por ello, en nuestro país, de acuerdo con el derecho positivo vigente, esta teoría nos
puede inducir a error.

d)- Otros administrativos dicen que lo que caracteriza al contrato administrativo es la


existencia de cláusulas exorbitantes distintas a las que figuran en los contratos del derecho
privado, las que de existir en un contrato regido por el derecho civil serian declaradas nulas.

Esta afirmación es adecuada, aunque de poca aplicación en la realidad, pues en ciertos


contratos de locación de inmuebles que realizan algunas provincias para que el inmueble sea
utilizado como vivienda de un ministro que no vive en la ciudad capital, como por ejemplo que
el inquilino (el Estado) podrá atrasarse en el pago del alquiler hasta un año, sin tener derecho
el propietario a iniciar juicio de desalojo por falta de pago.

e)- Hay administrativas que hacen hincapié en el fin por el cual se suscribe el contrato,
y si se ha hecho en procura de obtener el bienestar general, o sea la satisfacción del interés
público, no hay duda alguna que el contrato es administrativo.

Esta teoría ha sido criticada aduciendo que el Estado siempre debe tener la
satisfacción del bien común, pudiéndolo hacer en forma directa o indirecta, ya que la idea de
interés público debe ser entendida en sentido amplio, como es la satisfacción de los intereses
sociales.

f)- Existe otro criterio al que se podría denominar legalista, en el sentido de que hay
que respetar la voluntad del legislador como representante del pueblo y, por lo tanto, si él ha
decidido que es un contrato regido por el derecho administrativo, como el contrato de obras
públicas o el contrato de suministro, hay que aceptar esa decisión.

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Se ha criticado esta teoría porque está supeditada a la voluntad del legislador; por ello
es eminentemente política y no científica.

g)- Finalmente, hay quienes sostienen, que el criterio que se debe utilizar es el de la
jurisdicción, ya que si el tribunal competente para entender es el que tiene jurisdicción en lo
contencioso administrativo, el contrato es administrativo; en cambio si el tribunal tiene
competencia en lo civil y comercial, el contrato es de derecho privado.

Esta teoría ha sido criticada porque confunde las consecuencias con las causas, pues la
jurisdicción que deberá conocer es la contenciosa administrativa, precisamente porque el
contrato se encuentra regido por el derecho administrativo.

Distintas Clasificaciones:

La doctrina ha dado distintas clasificaciones a los contratos administrativos, y así, puedo


citar la siguiente:

a- Por la cantidad de partes intervinientes: se dice que los contratos pueden ser
bilaterales, cuando solo hay dos partes que tienen derechos y obligaciones
recíprocamente, como por ejemplo en el contrato de suministro para la provisión de
alimentos a un hogar de ancianos. Pueden ser plurilaterales, cuando son más de los
sujetos que intervienen con derechos y obligaciones, pudiendo citar como por ejemplo
el supuesto en el que participan un organismo de la Nación, otro de la Provincia y otro
de un Municipio.
b- Por el momento en que quedan concluidos: se los puede clasificar en consensuales,
que son aquellos que quedan concertados desde que las partes manifiestan su
consentimiento, o reales, que son los que quedan formalizados desde la tradición de la
cosa sobre la cual versa el contrato.
c- Por la designación o no, que le de la ley: los contratos pueden ser nominados, si
reciben por la ley una denominación especial, o innominados, que son aquellos
contratos celebrados por la Administración que no están denominados por el
legislador ni expresamente regulados por una norma.
d- Por la circunstancia de que las prestaciones sean o no ciertas: desde el punto de vista
se los clasifica en conmutativos, cuando las partes celebran un contrato mediante el
cual tienen obligaciones ciertas que realizan y pueden ser objeto de apreciación
inmediata, como el contrato de obra pública o de suministro, y son aleatorios, cuando
las ventajas o las pérdidas para una o ambas partes depende de un acontecimiento

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futuro incierto, como son los juegos de azar a cargo del Estado: lotería, quinielas,
etcétera.
e- Según las funciones que cumplen las partes teniendo en cuenta sus prestaciones: en
contratos de colaboración o de atribución. Se hace hincapié en la prestación que debe
el particular al Estado. Son contratos de atribución, aquellos en los que la prestación
esta principalmente a cargo del Estado, como la concesión de uso de bienes del
dominio público, en el cual el Estado entrega un bien para que un particular lo cuide y
lo explote.

Elementos esenciales de la contratación administrativa.

Distintos elementos esenciales: sujetos, contenido, causa, consentimiento, forma, y


finalidad.

Los sujetos:

Uno de los sujetos debe ser necesariamente el Estado, ya sea Nación, Provincia, Municipio
o una persona jurídica pública estatal, como por ejemplo una universidad.

El otro sujeto puede ser una persona privada, ya sea física o jurídica, para lo cual deberá
tener la capacidad necesaria de conformidad con lo establecido por el derecho privado, y
además no tendrá que estar impedida para contratar.

Al respecto, hay dos situaciones distintas que no se pueden confundir; una son las
disposiciones que se refieren a las “incompatibilidades”, y otras las referidas a los “conflictos
de intereses”, que tienden a evitar diferentes tipos de perjuicios o riesgos.

En consecuencia, quien se encuentra comprendido por las normas que refieren a


“incompatibilidades” o a “conflictos de intereses”, está impedido de contratar con la
Administración y, por lo tanto, no puede ser sujeto de la relación contractual.

El contenido u objeto:

Este elemento es el que distingue un contrato de otro y debe ser posible, cierto, licito y
moral, en razón de los dispuesto por el inc. C del art. 7° de la ley nacional de procedimiento
administrativo 19.549, de aplicación a los contratos de la Administración.

Cuando la doctrina se refiere al contenido, hace mención a tres partes que lo integran: la
natural, la implícita y la eventual.

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La natural, es aquella que no puede faltar y constituye el objeto mismo del contrato.

La implícita es aquella que forma parte del contenido porque esta predeterminado en una
norma de carácter general.

Y la eventual, es aquella que, como su nombre lo indica, puede existir o no, y que no hace
la esencia del contrato, sino a determinadas circunstancias.

La causa:

La causa según el inc. B del art. 7° de la ley nacional de procedimiento administrativo, de


aplicación, a los contratos de la administración, son los antecedentes de hecho y de derecho
tenidos en cuenta para la contratación, los que deben ser ciertos y precisos, ya que si son
inexistentes, inciertos o imprecisos, este contrato podrá ser impugnado por adolecer de un
vicio en uno de sus elementos esenciales, que hace a la validez del contrato.

Esa causa se deberá hacer conocer, por lo que la motivación hace a la forma del contrato.

El consentimiento:

Es la unión de ambas voluntades (la de la Administración y la del particular), las que no


pueden encontrarse viciadas por error, violencia o dolo, ya que al respecto rige lo dispuesto
por el Codificador por ser de aplicación al derecho en general.

La forma:

La forma en el derecho administrativo constituye una garantía en favor a los particulares y


además en salvaguarda del interés público. La Administración está obligada a seguir las formas
establecidas reglamentariamente, y su incumplimiento puede ser motivo de impugnación,
primero en sede administrativa y luego en la judicial mediante la acción contencioso
administrativa.

Es necesario distinguir entre las formas propias del contrato de las formas previas o
formalidades. Las primeras, son el modo en que se documenta el acuerdo de voluntades; debe
ser consecuente con las disposiciones legales y reglamentarias vigentes.

Las segundas son los requisitos que la Administración está obligada a cumplir para poder
contratar válidamente. En otros términos, es el procedimiento de selección que debe realizar
la Administración para que el contrato sea válido.

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Como regla general, los contratos administrativos están sujetos al requisito de forma
escrita, y solo por excepción y cuando las circunstancias lo permitan y justifiquen, se los podrá
celebrar en forma verbal (art. 8° de la ley nacional de procedimiento administrativo 19.549).

Debe hacerse conocer los motivos que se tuvieron en cuenta para contratar y ser
redactado en forma clara y precisa, es decir, no debe existir ambigüedad en los términos
empleados.

Finalidad:

La finalidad de la actuación administrativa tiene por objeto la realización de su cometido:


la satisfacción del interés público. En virtud de lo establecido en el inc. F del art. 7° de la ley
19.549.

Efectos y ejecución de los contratos. Poder de dirección y control. Poder de modificación


unilateral.

Los contratos que suscribe a la Administración pueden tener efectos únicamente entre las
partes, o también pueden extenderse a terceros.

En este caso, el contrato entre la Administración y la empresa concesionaria, que realizara


y explotará la obra, establece una serie de derechos y obligaciones para ambas partes que no
solo surgen del contrato sino también del pliego de condiciones generales y particulares.

En efecto, allí se dispone que durante la ejecución de la obra, la concesionaria deba


cumplir con el plan de avance de obra, mantener el número de profesionales que se había
comprometido en la oferta, permitir la supervisión por parte del concedente o del órgano de
control y aceptar las correcciones que estos le indiquen.

Durante este tiempo, los efectos alcanzan a terceros, en virtud de que la empresa está
obligada a abonarle puntualmente la retribución correspondiente, a efectuar los aportes
previsionales. Es por esa razón, que el empleado de la empresa que advierta que uno de los
derechos se encuentra afectado, podrá denunciar esta irregularidad ante el concedente o ante
el correspondiente órgano de control.

Una vez finalizada y habilitada la obra, el concesionario tendrá derecho a percibir su


retribución a través del peaje, y el usuario tendrá la obligación de pagarlo.

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En relación a la ejecución de los contratos de la Administración. “Los contratos deben
celebrarse, interpretarse, y ejecutarse de buena fe y de acuerdo con lo que verosímilmente las
partes entendieron o pudieron entender obrando con cuidado y previsión”.

La Administración tiene la obligación de controlar, dirigir al contratista, y hacerle las


observaciones que estime pertinentes, cuando advierta que no está cumpliendo
adecuadamente con lo pactado.

Es indudable que el Estado no puede actuar arbitrariamente, ya sea dando instrucciones


inadecuadas o aplicando sanciones desproporcionadas, porque habría un exceso de punición.

Se manifiesta en forma distinta en cada especie de contrato, ya que en el caso del


empleado público de Administración tiene derecho a controlar si la prestación se hace en
forma personal, con eficiencia, con diligencia, si el empleado se ha sometido al examen
psicofísico cuando correspondía, si usa la indumentaria de trabajo que se le ha provisto,
etcétera.

En cambio en el contrato de obra pública, el Estado tendrá que controlar si el material


acopiado es el que figura en el pliego de especificaciones técnicas, si se lo está usando, si se
está ejecutando la obra conforme con las prescripciones fijadas y siguiendo el plan de avance
de obra, etcétera.

En caso de advertir el incumplimiento de alguno de los deberes que le correspondan, el


Estado tiene la atribución de hacer las observaciones pertinentes con el objeto de que se
regularice la situación en el plazo otorgado, el que deberá ser factible.

Estas observaciones así como las instrucciones que dicte, tienen su fundamento tanto en el
poder de control como en el poder de dirección, el que no es ilimitado, ya que deberá ser
ejercido en forma razonable y de acuerdo a cada contrato.

En conclusión, ambas partes deben actuar de buena fe y colaborar mutuamente para que
se cumplan las cláusulas del contrato, pues de esa forma el interés público se verá satisfecho.

Con relación al poder de modificación unilateral de las cláusulas del contrato, se ha


sostenido en forma pacífica que es otra de las prerrogativas que tiene el Estado, en razón de
que la Administración publica tiene que velar por la satisfacción del interés general.

Acerca de la posibilidad de variar alguna de las cláusulas del contrato, la doctrina se


encuentra dividida; una parte de ella afirma que lo puede hacer siempre y cuando este

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previsto en una ley, reglamento o en el contrato, ya que la Administración es sublevar. Este
precepto es denominado “principio de legalidad”, teoría de la que participo.

En cambio, otros sostienen que el Estado tiene la atribución de alterar unilateralmente


alguna de las cláusulas del contrato, ya que se trata de una prerrogativa en virtud del cometido
estatal otorgado por el Preámbulo de la Constitución Nacional: “promover el bienestar
general”.

Otra parte de la doctrina que acepta la posibilidad de modificar unilateralmente las


cláusulas de la contratación administrativa, afirma que no es necesario que este
expresamente previsto en una norma sino que es preciso que no esté expresamente
prohibido.

Se acepte o no la posibilidad de modificar unilateralmente las cláusulas del contrato, todos


están de acuerdo en que si esa modificación produce un prejuicio al contratista, este tendrá
derecho a solicitar la pertinente reparación.

La modificación no puede cambiar el objeto del contrato, porque se estaría en presencia


de otro contrato, para el cual sería necesario cumplir con el procedimiento de selección.

El principio general de riego y ventura y el mantenimiento de la ecuación económico


financiera. Teoría del hecho del príncipe. Teoría de la imprevisión. Fuerza mayor.

El principio general que rige en esta materia, es que los contratos deben ejecutase hasta su
finalización, con ello el Estado procura en forma directa o indirecta cumplir con su cometido
estatal: la satisfacción del interés general.

Es por esa razón que los sujetos intervinientes deben arbitrar todas las medidas que sean
necesarias para la solución de los inconvenientes que se puedan presentar durante la
ejecución del contrato. Esos inconvenientes o trastornos pueden traer como consecuencia la
alteración del equilibrio en la ecuación económica financiera del contrato, sobre todo cuando
el contrato no es de ejecución inmediata sino que se prolonga por algunos años.

Puede suceder que el desequilibrio haya sido provocado como consecuencia de una
medida de carácter general dictada por el Estado. En este supuesto la doctrina sostiene que
estamos en presencia del “hecho del príncipe “. El Estado ha tomado la decisión por razones
de interés público, por lo que no se trata de un incumplimiento contractual, no habiendo por
ello responsabilidad de esta naturaleza.

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La medida dispuesta ha alterado la ecuación económica financiera del contrato,
estableciéndole mayores cargas que las que tenía previstas originalmente, y modificando
también el cálculo en cuanto a la equivalencia de sus derechos con sus obligaciones.

Es por eso que tiene derecho a percibir la correspondiente indemnización para que el
equilibrio en la ecuación financiera del contrato se restablezca.

Para que prospere el pedido de reparación la empresa debe acreditar que el perjuicio es
consecuencia de una medida de carácter general dictada por el Estado, que provoca una
excesiva onerosidad sobreviniente, que es imprevista, que existe relación de causalidad entre
la decisión y la alteración de la ecuación económica financiera del contrato y el monto del
perjuicio.

En otras oportunidades, la ejecución normal del contrato se puede ver alterada por
circunstancias extraordinarias e imprevisibles posteriores a su celebración, que alteran
temporariamente la ecuación económica financiera sin hacer imposible su finalización.

En este supuesto, la empresa tiene derecho a solicitar un reajuste del contrato que
consistirá en una colaboración del Estado, sin llegar a una reparación de los daños y perjuicios
que pueda haber sufrido.

En consecuencia, la empresa para tener derecho a invocar la “teoría de la imprevisión”,


deberá acreditar que se trata de una circunstancia imprevisible, que produzca una importante
alteración a la ecuación económica financiera del contrato, que exista una relación de causa-
efecto entre el hecho aducido y la alteración producida, y además que esa alteración sea
temporaria o transitoria y no definitiva, pues de lo contrario corresponderá la rescisión del
contrato.

En otro supuesto, la ejecución normal del contrato se ve impedida por situaciones de


fuerza mayor, y esos obstáculos imposibilita la finalización del contrato, creando una situación
irreversible que trae como consecuencia el derecho, por parte del particular, a requerir la
rescisión del contrato sin verse obligado a responder por daños y perjuicios que tal extinción
anticipada pueda ocasionar.

Se diferencia de la “teoría de la imprevisión” en cuanto a que el obstáculo que ocasiona la


imposibilidad de cumplir es de carácter permanente... Es un modo anormal de finalización de
los contratos administrativos por circunstancias ajenas a las partes.

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2) Distintos procedimientos de selección del contratista. Sistema de libre selección.
Licitación publica. Licitación privada. Licitación restringida. Contratación directa. Subasta
pública. Concurso público. Concurso de precios. Concurso de proyectos integrales.

Sistema de libre elección:

Es el que permite a la Administración elegir en forma directa y discrecional a la persona


física o jurídica con la que va a contratar, sin necesidad de seguir un procedimiento
determinado.

No es lo mismo la “libre elección “que la “contratación directa “.

Licitación pública. Distintas etapas. Ventajas e inconvenientes.

Es un procedimiento de selección muy generalizado por el Estado, mediante el cual


procura contratar con la oferta más conveniente.

Digo que es un procedimiento de selección, porque está compuesto de distintas etapas,


que son las siguientes: a) Pliego de condiciones, b) Llamado a licitación, c) presentación y
apertura de las ofertas, d) Análisis comparativo de las ofertas, e) Adjudicación, f) firma del
contrato y aprobación.

a) Pliego de condiciones.

Es una norma donde se detallan: quien llama a licitación: si es el Estado Nacional, o un


ente autárquico; el objeto de la licitación; el alcance de la licitación: si es Nacional o
Internacional; el marco legal aplicable, o sea que legislación será de aplicación no solo durante
el procedimiento licitatorio, sino también durante la ejecución del contrato; las normas
interpretativas generales, definiciones a fin de que no haya dudas sobre las palabras y
expresiones que se utilizan; el cronograma previsto para las distintas etapas del proceso
licitatorio; los requisitos que debe cumplir la oferta; el plazo de mantenimiento de las ofertas;
el día y hora de presentación de las mismas; quien evaluara las ofertas; la pre adjudicación; la
adjudicación; el contrato y su aprobación.

Generalmente hay dos clases de pliegos de condiciones; uno denominado pliego de


condiciones generales, y el pliego de especificaciones técnicas, donde se detallan las
características y especies de la prestación, la calidad exigida, si los elementos o materiales a
utilizar deben ser nuevos, usados, reacondicionados, nacionales o importados, etcétera.

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El precio de los pliegos, debe ser razonable y equivalente al costo de reproducción, y
para poder participar en la licitación es imprescindible haber adquirido el pliego, pues el recibo
del pago del costo de los pliegos, deberá acompañarse en la oferta.

Las cláusulas de los pliegos, deben ser claras y precisas, porque de lo contrario pueden
ser motivo permanente de conflicto, por dar lugar a dos o más interpretaciones.

b) Llamado a licitación.

Es una invitación dirigida a todas las personas físicas o jurídicas que reúnan los
requisitos exigidos para presentarse como oferentes.

Debe darse a publicidad, no solo en el Boletín Oficial sino también en diarios de amplia
circulación nacional, y cuando la licitación sea internacional, se lo debe hacer en los países en
los que pueda haber posibles oferentes.

En la publicidad que se efectué, se deberá especificar el objeto y el alcance llamado a


licitación; quien es licitante, la aclaración de que la oferta se deba presentar en uno o dos
sobres, lugar en que podrá adquirirse el pliego; su precio, lugar, día y, hora de la presentación
de las ofertas; lugar y horario de atención de las consultas o aclaraciones que los posibles
oferentes desees formular.

c) Presentación de las ofertas.

En el día, hora y lugar fijados para la presentación de las ofertas, se procede a su


recepción, labrándose a tal fin un acta en la que se haga constar la cantidad de ofertas
presentadas.

La oferta de acuerdo a lo que se disponga en el pliego se puede presentar en un solo


sobre, se incorporan los antecedentes técnicos, empresarios, y demás requisitos que se exijan
como antecedentes, así como la propuesta económica. Puede suceder que el pliego disponga
que la oferta se hará en dos sobres, en el primero se incorporan antecedentes técnicos,
empresarios, nómina del personal que estará frente a la obra y acreditación de su idoneidad;
el segundo la propuesta económica.

En ese momento se pone fin a una etapa y comienza otra, la licitación es un


procedimiento que consta de distintos actos.

Inmediatamente, se procede a abrir el sobre, o el sobre uno en caso de presentarse


dos sobres, asentándose en el acta si se ha cumplido con los requisitos fijados.

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Las ofertas deben ser mantenidas durante el tiempo que se fije en el pliego; treinta
días, sesenta días, a partir de la fecha de presentación de los sobres. Se deberá ofrecer una
garantía de mantenimiento de oferta que será devuelta inmediatamente después de la
adjudicación.

Esa garantía debe ser constituida a favor del licitante, pudiendo ser en efectivo, en aval
bancario o póliza de seguro de caución.

d) Análisis comparativo de las ofertas.

La Comisión designada a los fines de evaluar las ofertas, tiene atribuciones y


generalmente así se especifica en los pliegos, para rechazar todas las ofertas presentadas
cuando no respondan a lo solicitado, o sea un precio excesivo y por lo tanto inconveniente
para la Administración.

Es inadmisible la que se rechaza por no ajustarse a las disposiciones del pliego o


modificarlo. Generalmente los pliegos disponen que son causales de admisibilidad de la oferta.

Es inconveniente la que se desestima porque el precio excede lo presupuestado por la


repartición.

e)- Adjudicación.

El órgano licitante decidirá la adjudicación de la licitación mediante el correspondiente


acto administrativo, el que deberá reunir todos los requisitos establecidos en la ley de
procedimiento, que hacen a su validez.

Con la adjudicación, el administrado deja de ser oferente y adquiere otro status


jurídico: el de adjudicatario deberá ofrecer otra garantía a los fines de afianzar el cumplimiento
de las obligaciones emergentes del contrato que va a suscribir con el Estado.

f)- Firma del contrato y aprobación.

Una vez que el adjudicatario haya acreditado la constitución de la garantía a favor del
Estado, la repartición licitante determina la fecha y la hora en que se suscribirá el contrato.
Posteriormente, es aprobado por decreto del Poder Ejecutivo si ha sido suscripto por un
ministro, o por ley si lo ha hecho el presidente de la Republica o el gobernador de la Provincia.

A partir de ese momento, el contrato queda perfeccionado y comienza a correr el


plazo de su vigencia.

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Inconvenientes y ventajas de la licitación publica

La licitación pública, lejos de beneficiar, perjudica al Estado y, consecuentemente, al


interés público. Entre los argumentos, puedo citar los siguientes; que es un procedimiento
largo, pues generalmente hay impugnaciones y, la decisión se toma bastante tiempo después
de publicado el llamado a licitación. Esto trae como consecuencia que la satisfacción del
interés público se ve afectada por la dilación.

Se aduce, que como los oferentes tienen experiencia y conocen de esta demora,
elevan los precios en sus ofertas para no perjudicarse.

Otro de los inconvenientes de la licitación es que los oferentes son los mismos, por lo
tanto la posibilidad de elegir al contratista por parte del estado se encuentra sumamente
limitada.

Licitación privada.

Este procedimiento es limitado y restringido, pues solo pueden ser proponentes


aquellas empresas convocadas a participar, en cuyo caso la invitación estará limitada a los
inscriptos en un registro de proveedores y contratistas del Estado.

Los oferentes deberán presentar las garantías necesarias para el mantenimiento de la


oferta, así como para la ejecución del contrato.

La norma relativa al Régimen de Contrataciones del Estado, permite acudir a la


licitación privada cuando medien razones de conveniencia y oportunidad.

Licitación restringida.

Es un procedimiento de selección en el cual solo pueden intervenir aquellas personas


físicas o jurídicas que reúnan las condiciones fijadas por la administración pública, ya sea por
su idoneidad o una determinada capacidad productiva, etcétera.

Se diferencia de la licitación pública en que los requisitos que se exigen limitan


considerablemente la posibilidad de participar en este procedimiento de selección.

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Se diferencia de la licitación privada en que los oferentes, para participar, no son
invitados.

Se debe cumplir con todas las etapas de la licitación pública y se adjudica también a la
oferta más conveniente.

Contratación directa.

Este procedimiento de excepción para seleccionar al contratante, fijado en la


normativa respectiva. El acto administrativo que decide la contratación directa debe estar
suficientemente motivado, haciendo conocer los antecedentes de hecho y de derecho tenidos
en cuenta.

La contratación directa tendrá lugar en los siguientes supuestos: cuando el monto de la


operación no exceda el límite fijado por la ley normativa de ejecución de presupuesto; cuando
en caso de urgencia manifiesta y por necesidades imperiosas no pueda esperarse que finalice
el procedimiento de licitación pública; cuando hubiera sido declarada desierta una licitación, o
no se hubiesen presentado a ella, ofertas convenientes o admisibles; cuando las obras, cosas o
servicios sean de tal naturaleza que solo puedan confiarse a artistas o especialistas de
reconocida capacidad; cuando se trate de ventas de productos perecederos o bienes
consumibles; o cuando las circunstancias exijan que deban mantenerse en secreto.

Como es una excepción al procedimiento de selección, ya que si se afirma que existe


urgencia, ella debe ser especial, particular, y para un caso determinado y real, pues de lo
contrario se estaría permitiendo marginar el procedimiento obligatorio de selección.

Subasta o remate público.

Es otro procedimiento que realiza la Administración para seleccionar al contratista, y


se utiliza como sinónimo de “remate público”, o sea la venta que se efectúa a favor de quien
haga mejores o más ventajosas proposiciones en las formas y condiciones previamente fijadas
por el Estado.

Se deberán publicar anuncios en el Boletín Oficial, y en uno o más diarios de amplia


circulación provincial o nacional, especificándose que es lo que se va a subastar, quien lo va a

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vender, el lugar donde se pueden ver los bienes en cuestión, así como el lugar, día y hora en
que se efectuará el remate.

Lo común es que existe una puja entre los que aspiran a ser propietarios del bien que
se subasta, y el martillero dará por finalizada la operación cuando considere que no existe
posibilidad de que el precio ofrecido mejore.

Concurso público.

A veces la selección del contratante se hace teniendo en cuenta su idoneidad para el


cargo que se desea cubrir.

El concurso puede ser solo de antecedentes, o de antecedentes y oposición. Además


puede ser abierto, si puede presentarse cualquier persona que reúna las condiciones
necesarias, pertenezca o no a la repartición que llama a concurso, o cerrado, si solo se pueden
presentar aquellos que ya pertenecen a esa repartición.

Los requisitos figuran en las “bases del concurso”, cuyas clausulas pueden ser
impugnadas si se advierte que son discriminatorias, antojadizas y, por lo tanto arbitrarias.

Se designa a los miembros del tribunal de concurso, cuya nómina se da a conocer con
el objeto de que puedan ser impugnados y en el supuesto de que la impugnación prospere, ya
sea porque se le ha hecho lugar, o porque se ha allanado el impugnado, pasara a integrar el
tribunal el primer suplente.

El tribunal de concurso se expide mediante dictamen, y se notifica a los que


participaron en el concurso, quienes podrán impugnarlo dentro del plazo previsto en la norma.

La autoridad competente deberá resolver las impugnaciones y proceder a la


designación de la persona que ha ganado el concurso.

Este acto administrativo deberá ser notificado al beneficiado.

Consiste en solicitar cotizaciones por escrito a tres o más posibles oferentes y la


adjudicación se realizara por lo menos entre dos propuestas concretas.

Para ser oferente y suministrar el producto que se quiere adquirir, es necesario estar
inscripto en el Registro de Proveedores del Estado, ya que este está obligado a conocer los
antecedentes de su contratante.

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Concurso de proyectos integrales.

Estaba destinada a fomentar la iniciativa privada, con el objeto de que los particulares
realizasen proyectos de obras públicas con los correspondientes estudios previos, de
rentabilidad, de inversión, y de esa forma colaborar con el Estado en la satisfacción del interés
público.

Derechos y obligaciones del contratista:

El contratista tiene derecho a que se cumpla el contrato que se ha suscripto, ya que el


contrato es ley para las partes, por lo tanto obliga y otorga derechos a la Administración y al
particular contratante.

Si la Administración demora el cumplimiento de sus obligaciones está obstaculizando


la buena ejecución del contrato y si produce daños estará obligada a repararlos.

Reitero que el principio de buena fe está presente durante toda la ejecución del
contrato, y hace a este principio la mutua colaboración para su total cumplimiento.

Es por esta razón que si la Administración no cumple con las presentaciones a su cargo,
no puede obligar al contratista a que cumpla las suyas.

El principal derecho que tiene el particular es de percibir el precio en tiempo oportuno.


Su demora desequilibra la ecuación económica financiera del contrato, y si bien el particular
tiene derecho a que se le paguen los intereses moratorios, la Administración está obligada a
cumplir puntualmente con los pagos sin esperar a ser colocada en mora.

El contratante también tiene derecho a solicitar la rescisión del contrato cuando


existen razones de fuerza mayor que impidan su ejecución.

Además podrá solicitar su rescisión del contrato, cuando la Administración obstaculice


su ejecución en forma manifiesta.

Finalmente, tiene derecho a solicitar la pertinente indemnización cuando la


Administración decida poner fin al contrato por razones de conveniencia.

Conclusión de los contratos admirativos.

Los contratos concluyen en forma normal o en forma extraordinaria.

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Entre las primeras formas normales, puedo mencionar el cumplimiento contractual, o
sea la ejecución del objeto del contrato, la realización de la obra, debiendo la Administración
dar la conformidad pertinente, y una vez realizada la obra o efectuado el suministro,
corresponderá la devolución de las garantías, cuyo análisis realizare cuando me refiera a cada
uno de estos contratos.

El contrato puede concluir por el vencimiento del plazo.

En cuanto a las extinciones extraordinarias, estas pueden ser consecuencia de


acontecimientos imprevistos.

El contrato puede extinguirse también por razones de fuerza mayor, que hacen
imposible continuar con su ejecución. En estos supuestos, el contratista deberá acreditar la
existencia de este impedimento y que no es transitorio sino definitivo.

Se puede extinguir también el contrato por razones de interés público, ya que el


Estado puede aducir que el interés tenido al contratar ha variado, y por lo tanto ya no es
necesario continuar con ese contrato. En este caso, e particular tendrá derecho a solicitar
indemnización y los rubros que la integran.

Otra causal de extinción del contrato por razones de interés público es en el supuesto
de rescate, o sea el acto administrativo mediante el cual el Estado decide poner fin al contrato.
En este caso el ex concesionario tiene derecho a solicitar la pertinente indemnización.

También se extingue el contrato mediante la caducidad, o sea el acto administrativo


por el que se aplica la máxima sanción al contratista por incumplimiento grave de sus
obligaciones.

Finalmente se ha sostenido que el contrato puede finalizar de común acuerdo por las
partes.

3) Obra pública.

En toda construcción o trabajo destinado a satisfacer el interés general, realizado por


el Estado, los que pueden ser ejecutados de distintas modalidades.

a) Obras públicas por administración: cuando son efectuados por intermedio


de los organismos técnicos estatales, adquiriendo los materiales y
empleando su personal, equipo y herramientas necesarias para tal fin.
En este supuesto los trabajos pueden ser realizados por entes estatales.

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b) Obras públicas hechas por terceros: En este caso hay dos posibilidades, y
por ellos es necesario distinguir el contrato de obra pública del contrato de
concesión de obra pública. En aquel hay dos sujetos jurídicos que se
vinculan entre sí: El estado y el contratista. En cambio en la concesión de
obra pública son tres los sujetos que participan en la relación jurídica: el
Estado o concedente, el particular que realiza la obra, que se denomina
concesionario, y el usuario que es el beneficiario de la obra.

Contrato de obra pública.

Es aquel mediante el cual una persona física o jurídica se vincula con el Estado para
demoler, conservar o construir una obra pública en las condiciones fijadas por la
Administración mediante el pago de un precio en dinero.

Además es necesario también que el trabajo se ejecute con fondos del tesoro estatal,
por lo que será necesario que tenga imputación presupuestaria o crédito legal, lo que deberá
ser visado por el organismo de control pertinente, como puede ser el Tribunal de Cuentas.

Los pliegos generales de condiciones y los de especificaciones técnicas, pueden ser


encargados a profesionales independientes de la Administración pública, a quienes se
vincularía mediante un contrato de locación de servicio.

A estos profesionales se les encarga también el asesoramiento durante todo el


procedimiento licitatorio hasta la suscripción del contrato, y a veces la labor profesional se
prorroga hasta la finalización de su contrato.

Elementos del contrato: sujetos. Objeto. Finalidad. Plazo. Precio.

Sujetos.

Uno de los sujetos es el Estado, entendiendo por tan la Nación, a la Provincia, al


Municipio o a una entidad autárquica. El otro es una persona jurídica privada, como una
empresa constructora, o una persona física.

20
El objeto.

El objeto del contrato de obra pública no solo puede ser la construcción o el


mantenimiento de un inmueble determinado; proyectos, dirección e inspección de una obra.
No pueden ser objeto del contrato de obra pública los muebles fungibles ni consumibles,
aunque si pueden serlo del contrato de suministro como veremos más adelante.

El objeto del contrato debe ajustarse a un término o plazo, y la obra se tiene que ir
ejecutando en base al plan de avance de obra presentado por el contratista y aprobado por la
Administración.

El término es trascendente, porque hay que distinguir un término inicial, que se refiere
al comienzo de obra, y uno final, relativo a la recepción provisoria de la obra. Después hay un
plazo de garantía.

El plazo de ejecución de los trabajadores se determina en cada pliego.

El objeto del contrato se debe ir ejecutando de acuerdo al plan de avance de obra y,


por lo tanto, el objeto debe estar totalmente realizado en el tiempo previsto en el pliego y el
contrato.

El contratista solo podrá utilizar los materiales que sean aprobados previamente por la
inspección de obra, a fin de que esta se ejecute con los materiales de la calidad exigida en los
pliegos.

Finalidad.

La finalidad del contrato de obra pública es la satisfacción del interés público, lo que se
logra si el trabajo se realiza en forma eficiente y con los materiales de la calidad establecida en
el pliego.

Plazo.

La obra debe ejecutarse en el plazo previamente determinado, y de conformidad con


el plan de avance de obra presentado por el contratista y aprobado por la repartición.

El cumplimiento del plazo contractual puede ser motivo de sanción.

Terminadas las obras, se deberán hacer las pruebas y ensayos que especifiquen los
pliegos de condiciones, y una vez aprobados, las obras serán recibidas provisionalmente por la

21
Administración. Se labrara acta de recepción provisional de las obras, la que estará suscripta
por el inspector de la obra y el contratista o su representante legal.

En la recepción provisoria se devolverán al contratista las garantías que otorgo al


firmar el contrato, comenzando a correr el “plazo de garantía”, que culmina con la recepción
definitiva de la obra. Se deberá labrar el acta pertinente donde se hace constar que la obra se
recibe en forma definitiva de plena conformidad.

Esta forma de finalización del contrato es la normal.

Precio.

El pago de la obra lo realizara la Administración en base a la cantidad de trabajo


ejecutado, y cuando la obra se va a realizar durante varios meses, es necesario que
mensualmente se certifique la cantidad de obra ejecutada.

El certificado es el documento que extiende la Administración y en él se hace constar la


cantidad de obras realizadas.

Este certificado de obra es el título para pagar el monto de lo ejecutado, y del importe
liquidado en cada certificado se deberá deducir un porcentaje que se destinara al fondo de
reparo.

Si los certificados no se pagan dentro del periodo fijado, devengaran intereses por
mora.

Además, tiene derecho a que se le certifique el acopio de materiales que va


incorporando a la obra, ya que corresponde que esos materiales sean pagados por la
Administración.

Sistema de contratación. Unidad de medida. Ajuste alzado. Coste y costas. Otros


sistemas.

Las leyes de obras públicas prevén distintos sistemas de contratación: de unidad de


medida, de ajuste alzado, de coste y costas, y otros sistemas que pueden considerarse de
excepción.

Registro de contratistas.

22
Las provincias, por lo general, cuentan con un registro general de contratistas en el que
cada empresa o persona física que haya contratado con el Estado, tiene un legajo personal en
el que se asienta el tipo de obras realizadas, la categoría de obras, la constancia de haber
finalizado los trabajos en tiempo y forma, si ha tenido sanciones, si ha tenido embargos, o si
alguna repartición estatal lo ha inhabilitado.

Todo esto es con el objeto de que la Administración contrate con una persona o empresa
idónea.

Figura también la capacidad de obra de cada empresa, porque a medida que va


ejecutando obras y que la empresa se va ampliando, se le va dando una mejor calificación, lo
que permitirá participar en licitaciones para la ejecución de obras de mayor envergadura.

Es por esta razón que para participar en una licitación para la realización de una obra
pública, el oferente deberá adjuntar con su propuesta, el certificado de habilitación expedido
por el Registro.

Suspensión y paralización de los trabajos.

Los trabajos se deben realizar en tiempo oportuno, o sea de conformidad al plan de


avance de obra presentado por el contratista y aprobado por la repartición.

Por ello toda demora en la terminación de los trabajos dará lugar a aplicación de
sanciones, comenzando por las multas, las que deben ser proporcionadas y adecuadas al
atraso incurrido.

Es por esa razón que si el atraso se debe a caso fortuito o fuerza mayor deberá hacerlo
conocer a la brevedad para liberarse de responsabilidad.

A veces es necesario suspender todo o partes de las obras que se estén ejecutando en
virtud de modificaciones introducidas por la Administración, o debido a dificultades materiales
imprevistas, lo que deberá comunicarse de inmediato a la Administración, quien deberá
autorizar la suspensión.

Si la Administración hace lugar al pedido de suspensión u ordena la paralización de los


trabajos, el contratista tendrá derecho a solicitar la pertinente indemnización por todos los
daños y perjuicios que la suspensión le ocasione.

Extinción del contrato.

23
El contrato se extingue, de una forma normal: por ejecución de la obra, o de una forma
extraordinaria, ya sea por imposibilidad de finalizar el trabajo por caso fortuito o fuerza mayor,
por haber variado el interés público tenido en cuenta al contratar, por la culpa de la
administración, por culpa del contratista, o de común acuerdo.

Prerrogativas de la Administración.

En el contrato de obras públicas, como en todos los contratos de la administración, el


Estado tiene una serie de prerrogativas, como es la dirección y control, ya que se debe
supervisar al contratista no solo en cuanto a la ejecución de la obra, sino también controlar
que los materiales incorporados sean aquellos que han sido aprobados y que lo responden a lo
exigido en el presupuesto de especificaciones técnicas.

Tiene derecho a supervisar también que el contratista tenga acopiada la cantidad de


materiales necesarios que aseguran la buena marcha de los trabajos, y se cumpla con el plan
de avance de obra aprobado por la repartición, con el objeto que la ejecución pueda finalizar
en los plazos establecidos en el contrato.

Tiene la atribución- deber de verificar que el contratista pague puntualmente los jornales,
y los aportes a las obras sociales, así como que trabajen los profesionales mencionados al
presentar la oferta.

Además la administración tiene potestad sancionatoria, ya que puede aplicar multas.

Otra de las prerrogativas es la modificar el contrato o principio de mutabilidad.

Finalmente, tiene atribuciones para rescindir el contrato por razones de interés público.

4) El contrato de concesión de obra pública. Concepto. Caracteres. Naturaleza Jurídica.

La concesión de obra pública es un modo de ejecución de las obras en que la


administración pública celebra un contrato con un particular para que realice un trabajo
determinado y el precio será pagado por quienes la utilicen o se beneficien con ella, a cuyo fin
se otorgará a la empresa ciertas facultades para que pueda percibir la retribución durante el
plazo fijado en el contrato.

24
Se caracteriza por ser un contrato de construcción o mantenimiento de una obra ya
existente por una empresa o por una unión de empresas, cuya remuneración no la percibirá el
concesionario del propietario.

A veces la empresa concesionaria está integrada por una empresa constructora y una
entidad financiera que se unen para la realización de la obra y su posterior explotación.

Su naturaleza jurídica es la de un contrato intuitu personae, por lo que no puede ser


transferido, salvo autorización expresa del concedente, solo puede sub contratar parte de la
obra.

Ejecución. Derechos y deberes del concesionario.

El contrato de concesión consiste en la realización de una obra pública y su posterior


explotación es necesario distinguir dos etapas. Una es la de realización de las obras, y otra es
su explotación una vez finalizada. Para la primera, se aplica la ley de obra pública en todo lo
que sea pertinente. Para la segunda, se incorporan en el pliego así como en el contrato,
disposiciones relativas a los derechos y obligaciones del concesionario.

Plazo de concesión.

El estado fija unilateralmente el plazo que le permita al concesionario amortizar el capital


invertido, cubrir los intereses y gastos de explotación, para lo cual deberá hacer un
profundo análisis económico financiero teniendo en cuenta, además, cuanto deberá pagar
el usuario o beneficiario.

La remuneración.

El concesionario debe percibir un precio que será pagado por quienes utilicen la obra,
mediante el peaje, o se beneficien con ella, mediante la contribución por mejoras.

El peaje es fijado unilateralmente por la administración.

La otra forma de retribución, es la de la contribución por mejoras.

Extinción.

El contrato se extingue, de una forma normal por el cumplimiento del plazo contractual, y
por forma anormal, por razones de caso fortuito o fuerza mayor, en cuyo caso no hay
responsabilidad para ninguna de las partes, o por razones de interés público, o de común
acuerdo, o por causas imputables al concesionario o al concedente.

25
Para estos dos últimos supuestos, será necesario que se acredite la existencia de la causa,
y el incumplidor deberá responder por todos los daños y perjuicios que su proceder haya
ocasionado al concesionario.

Por razones de interés público, se puede extinguir el contrato antes del plazo.

Excepcionalmente, las partes de común acuerdo, pueden dar por terminado el contrato
antes de la finalización del plazo contractual.

5) Contrato de suministro. Concepto. Caracteres. Semejanzas y diferencias con el


contrato de compraventa. Elementos. Ejecución. Derechos y responsabilidades de
las partes. Conclusión.

Es el contrato administrativo mediante el cual la Administración obtiene la provisión de


elementos necesarios para su desenvolvimiento, mediante el pago de una remuneración en
dinero.

A este contrato se puede llegar por regla general por licitación pública.

Presenta los siguientes caracteres:

Es un contrato bilateral o sinalagmático, ambas partes se obligan recíprocamente.

Este contrato es consensual si queda concluido en el momento en que recíprocamente han


expresado su consentimiento. Es formal cuando el derecho positivo dispone que se realice
previa licitación pública o privada.

Se diferencia del contrato de obra pública en que no es necesaria la suscripción del


contrato.

Es un contrato a título oneroso, ya que las ventajas que otorga a una de las partes le son
concedidas sobre la base de una prestación que ha hecho o prometido la otra.

Es un contrato que puede ser de ejecución instantánea, cuando se cumple con la entrega
de los elementos requeridos en una sola oportunidad.

Es un contrato principal e independiente, aunque a veces puede estar vinculado con otro.

Finalmente, es un contrato nominado, porque está expresamente mencionado y regulado


por la ley.

26
Los elementos son sujeto, objeto y fin.

Los sujetos pueden ser entes públicos estatales, o uno de ellos solamente puede ser una
persona jurídica pública estatal. El otro puede ser una persona jurídica, privada, una sociedad
del estado, una sociedad de economía mixta, etc.

Si el sujeto es un particular para poder presentar una oferta deberá estar inscripto en el
Registro de Proveedores del Estado y acompañar la constancia de tal inscripción en el sobre
con la oferta.

El Registro de Proveedores del Estado, lleva un legajo individual de cada firma, debiéndose
asentar todos los antecedentes relacionados con su actividad y participación en anteriores
licitaciones.

El objeto tiene que ser cosa mueble, fungible o no, consumible o no, y debe estar de
acuerdo con lo requerido con el Estado. Debe coincidir con las muestras presentadas por el
oferente y aprobadas por la repartición. Cuando la presentación de la muestra resulte
imposible, las normas exigen que se deba acompañar folleto descriptivo, catalogo, etc, los que
se considerarán parte integrante de la propuesta, y obligarán al oferente por lo que en ello se
especifique, siempre que no contradiga lo establecido en la propuesta.

El fin es la satisfacción del interés público en forma directa e indirecta; por lo tanto, es el
fin común a toda la contratación administrativa.

Ejecución. Derechos y obligaciones de las partes.

Este contrato, debe ejecutarse de buena fe, por lo que ambas partes deben colaborar para
lograr que finalicen de forma normal, o sea por su cumplimiento.

Esto significa, en lo que respecta al particular, que debe cumplir, ajustándose a las formas,
plazos, lugar, y demás especificaciones establecidas en el pliego.

En el contrato de suministro, como no hay suscripción del contrato, el adjudicatario


adquiere el status jurídico de contratista con la recepción de la orden de compra o la orden de
provisión, momento a partir del cual comienza a computarse el plazo contractual.

En los pliegos se especifica dentro de que termino a partir de la recepción de la orden de


compra o de provisión, debe suministrar lo que se ha obligado.

27
Vencido ese plazo sin que lo haya efectuado, automáticamente se producirá la mora del
contratista, por la que puede ser sancionado con multa o con la caducidad del contrato.

Producida la caducidad traerá como consecuencia la inhabilitación para volver a contratar


con la administración por el tiempo que se determine debiéndose comunicar esta resolución al
Registro de Proveedores del Estado para que lo asienten en el legajo personal que tiene el
proveedor.

La recepción del suministro puede ser definitiva, o puede ser provisional.

En los pliegos se establece dentro de que términos se abonarán esas facturas, y vencido
este plazo, el estado queda constituido en mora, correspondiéndole el pago de los intereses
pertinentes.

Conclusión del contrato.

Este contrato se extingue de forma normal, que es por la entrega de los insumos o
elementos adquiridos por el estado en el tiempo y en las condiciones establecidas en el pliego,
o por el vencimiento del plazo, en el supuesto de que el suministro se extienda por un tiempo
determinado.

Además están las formas excepcionales, que pueden ser por razones de caso fortuito o
fuerza mayor, por variar el interés público tenido en cuenta en el momento de la adjudicación,
por motivos imputables a la administración, por causas imputables al particular o
excepcionalmente, de común acuerdo.

Empréstito. Concepto. Naturaleza Jurídica. Caracteres. Elementos. Clases. Conclusión.

El empréstito es una forma de obtener dinero que ingresará al tesoro de la nación para
hacer frente a sus erogaciones.

El empréstito puede ser voluntario u obligatorio; en aquel tendrá naturaleza contractual, y


en éste será una requisición de dinero, por ser de carácter forzoso.

Se trata de un contrato administrativo mediante el cual el estado obtiene, en préstamo,


dinero de los particulares.

Sus principales caracteres son que se trata de un contrato bilateral y conmutativo, con
obligaciones recíprocas para ambas partes. Es oneroso, ya que el estado debe abonar un
interés por el uso de ese dinero ajeno. Es formal, no solo porque debe seguirse un

28
procedimiento especial: autorización, colocación, amortización y cancelación, sino porque
además se deben expedir documentos que son títulos que acreditan la existencia del
empréstito público. Es de tracto sucesivo, ya que el estado se obliga a restituir el dinero
adquirido en cuotas o períodos determinados. Es real, porque se perfecciona con la entrega
del dinero por parte del particular.

La doctrina clasifica al empréstito público en:

a) Internos y externos.
b) Temporarios y perpetuos.
c) A corto, mediano o largo plazo.
d) Voluntarios y forzosos.
e) Directos o indirectos.
f) Con garantía o sin garantía.

El empréstito se extingue por la amortización, pero hay quienes sostienen que también se

29
0
1.- Contrato de Función o Empleo Público. Concepto. Naturaleza Jurídica.
Requisitos e impedimentos para el ingreso a la función pública. Deberes del
agente público. Prohibiciones. Incompatibilidades. Derechos de los agentes.
Personal contratado. Régimen disciplinario. Extinción de la relación de empleo
público.

2.- Responsabilidad contractual y extracontractual del Estado. Concepto.


Diferencia y procedencia de cada una de dichas responsabilidades. Distintas
teorías. La responsabilidad del Estado por la actividad ilegítima- condiciones
para su procedencia. Responsabilidad del Estado por actividad legítima.
Concepto. Condiciones para su procedencia. Responsabilidad del Estado por la
actividad normativa. Responsabilidad del Estado por la actividad judicial.
Relación entre responsabilidad de la Administración pública y responsabilidad
de los agentes. Resarcimiento: su extensión y naturaleza jurídica. Prescripción.

BIBLIOGRAFIA:

- Lecciones de Derecho Administrativo de Julio Isidro Altamira Gigena.

1.- Concepto y Naturaleza jurídica:

El Estado para cumplir su cometido necesita del órgano “Institucional” que


debe ser competente para actuar válidamente y además del órgano “individuo”,
que es la persona física que desempeña el cargo, de acuerdo a la Constitución
Nacional. Hay diversas teorías, y la doctrina no es uniforme al respecto de la
naturaleza jurídica, pero la teoría que está en boga es la que sostiene que es
un contrato de derecho público y tiene su origen en el derecho alemán, siendo
sus principales sostenedores Jellinek y Laband, esta tesis estima de gran
importancia no sólo al acto administrativo de designación, sino también a la
manifestación de la voluntad de la persona que acepta el cargo y se
compromete a cumplir con sus obligaciones fiel y legalmente. En consecuencia
el Vinculo juris entre la Administración pública y el agente público es el
resultado de un proceso bilateral sinalagmático. Existen dos voluntades que
tienen trascendencia jurídicas; hay un acuerdo de voluntades con un mismo
objeto jurídicos y ambos se comprometen a actuar con buena fe y colaborar
para que la actividad se pueda desarrollar con eficacia, eficiencia, economicidad
y oportunidad con el objeto de satisfacer el interés general.

1
Requisitos e impedimentos para el ingreso a la función pública:

Para ingresar a la función pública es necesario cumplir con ciertos


requisitos, según lo establezca el derecho positivo vigente, por ejemplo para ser
presidente de la República Argentina o vicepresidente de la Nación es necesario
haber nacido en el territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo habiendo
nacido en países extranjeros y además reunir las calidades exigidas para ser
senador (art. 89 CN).

En cambio, para ser empleado público las normas, generalmente conocida


como Estatutos para el personal de la Administración Públicas, disponen que
son requisitos para ingresar: a) ser mayor de dieciocho años de edad b) gozar
de buena salud y aptitud psicofísica para la función a la cual se aspira ingresar
salvo caso expresamente en la legislación vigente c) poseer condiciones de
moralidad y buena conducta d) cumplir los requisitos particulares que para cada
grupo ocupacional establezca el régimen escalafonario pertinente e) no tener
pendiente proceso criminal por hecho doloso referido a la Administración
público.

Deberes del agente público:

El agente público, o sea aquel que ha ingresado a la Administración en


virtud de acto administrativo expreso emanado de autoridad competente, y que
percibe la remuneración prevista en la ley. Tiene una serie de deberes, algunos
de los cuales están expresamente establecidos en el Estatuto o resoluciones
especiales o instrucciones emanadas de autoridad competente como por
ejemplo: que todo agente tiene el deber de prestar el servicio en forma
eficiente, responsable, diligente, en el lugar y condiciones de tiempo y forma
que determinen las disposiciones reglamentarias correspondientes.

Debe observar en el servicio y fuera de él una conducta decorosa y digna


de la consideración y confianza que su estado oficial exige, estos términos son
conceptos jurídicos indeterminados que están íntimamente vinculados con la
razonabilidad y a las condiciones de tiempo y lugar.

Prohibiciones:

2
Los estatutos generalmente establecen una serie de prohibiciones a los
agentes públicos, como por ejemplo: a) Patrocinar tramites o gestiones
administrativas referentes a asuntos de terceros que se vinculen con las
actividades que ellos desarrollan. b) Dirigir, asesorar o representar a personas
físicas o jurídicas que gestionen o exploten concesiones o privilegios de la
Administración o que sean proveedores o contratistas, c) Arrogarse la
representación de la Administración para ejecutar actos o contratos que
excedieran sus atribuciones, d) Solicitar o percibir directa o indirecta
recompensas en virtud de las funciones realizadas o aceptar dádivas.

Si el agente público ignora alguna de estas prohibiciones, será considerado


falta de disciplina, deberá labrarse un sumario y establecer la sanción si lo
amerita.

Incompatibilidades:

Las normas estatutarias establecen disposiciones relativas a las


incompatibilidades y por lo general dispone que el desempeño de un empleo de
la Administración pública nacional no pueda ser ejercido con otro en la
Administración pública provincial, municipal, así como que tampoco sea posible
desempeñarse en el Poder Ejecutivo y simultáneamente en el Poder Legislativo
o en el Poder judicial.

Las incompatibilidades están dadas en virtud de tratarse de una dedicación


completa, pudiendo citar como ejemplo el del presidente de la República, etc.

Otras veces la incompatibilidad se ha establecido para evitar que una


misma persona desempeñe cargos en el orden nacional al mismo tiempo que lo
hace en el orden provincial o municipal, con el objeto de evitar la acumulación
de cargos públicos.

En otras ocasiones la incompatibilidad es de carácter moral ya que hay una


oposición efectiva con intereses de la Administración pública, como por
ejemplo: un letrado del Cuerpo de Abogados del Estado de la Nación no puede
litigar en contra del Estado Nacional.

Cualquiera de estas situaciones en que se encuentre el funcionario es causa


suficiente para apartarse de la función, y en caso de que no lo haga cuando es
emplazado, puede ser motivo para decidir su alejamiento.

Derechos de los agentes:

3
El personal tiene una serie de derechos, en primer lugar la estabilidad en
el cargo, que tiene jerarquía constitucional, y jerarquía legal porque está
establecido en todos los estatutos para el personal de la Administración pública.

Las normas generalmente definen la estabilidad como el derecho del


agente a ser incorporado definitivamente, porque el nombramiento del personal
por lo general, tiene carácter provisorio durante seis primeros mese de servicio
efectivo, a cuyo término recién la designación se convertirá en efectiva.

Hay casos que la estabilidad será condicionada, ya que no tiene derecho a


permanecer porque no se trata de empleos permanentes, sino que se trata de
personal interino para cumplir funciones en un cargo vacante, por lo que
cubierto el cargo cesa su designación.

Otro de los derechos que tiene el agente es al de la carrera administrativa,


lo que significa que puede ser promovido a las categorías superiores que se
establecen en cada agrupamiento del escalafón, siempre y cuando cumpla con
los requisitos que en cada caso se determine.

Otro derecho muy importante es el derecho al sueldo o a una retribución


justa de acuerdo a su ubicación en el respectivo escalafón.

También es un derecho el de las licencias, en virtud del cual los empleados


obtienen remuneración sin prestar servicio, una de ellas es la licencia anual, la
que puede ser igual para todos los empleados cualquiera sea su antigüedad
como los del Poder judicial o puede variar según la cantidad de años que se
tenga de antigüedad. También la licencia puede ser sanitaria que se da en
virtud del ejercicio de actividades peligrosas o insalubres, para el goce de esta
licencia es necesario que la actividad sea declarada peligrosa o insalubre, como
por ejemplo personal que trabaja en hospitales de enfermedades
infectocontagiosas. También hay licencias por accidentes que se haya
producido en el trabajo o con motivo del trabajo, otras licencias son las del
matrimonio, maternidad, por enfermedad propia o de la familia, por
fallecimiento de familiares directos, etc. En cada reglamento se fijan los
requisitos que se deben reunir para tener derecho a gozar de cada tipo de
licencia.

Los agentes permanentes tienen derecho a obtener traslado y efectuar


permutas con mutuo consentimiento de acuerdo con lo que se establezca en la
reglamentación.

Personal contratado:

4
La Administración pública tiene competencia para incorporar a cierto
personal mediante contrato, siempre y cuando sea por un plazo determinado y
realice trabajos que no puedan ser ejecutados o no convenga que sea realizado
por personal permanente dad su especialidad.

El personal contratado tiene un derecho subjetivo de carácter


administrativo a que se le respete el plazo de vigencia del contrato, por lo que
en caso de ser rescindido con anterioridad, tendrá derecho a solicitar la
reparación de todos los daños y perjuicios que esa finalización anticipada le
haya producido.

Régimen disciplinario:

La Administración pública debe apoyarse en dos pilares, el orden y la


disciplina, para funcionar en forma eficiente y eficaz y cualquier hecho u
omisión que atente contra estos principios es considerado falta la que puede
ser sancionada con las penas establecidas en el régimen disciplinario.

En cada estatuto se establece cuales son las causas para aplicar las
medidas disciplinarias, a título de ejemplo podemos mencionar algunas: a)
Apercibimiento, que es un llamado de atención. b) Suspensión, que implica la
no prestación del servicio y la pérdida de la retribución. c) Multa, es una
sanción de carácter pecuniario. d) Cesantía, es una forma de extinción del
contrato. e) Exoneración, tiene lugar cuando el hecho no sólo constituye falta
de disciplina sino además un ilícito penal.

Con relación al procedimiento fijado en los estatutos, se debe respetar


para la aplicación de la sanción el “debido proceso”, art. 18 de CN.

El procedimiento a seguir debe reunir ciertos requisitos como: a) Intervenir


en el sumario, b) Tiene posibilidad de declarar cuantas veces lo considere, c)
Derecho a una defensa técnica. d) Tiene derecho a acreditar su inocencia por
medio de pruebas. e) El instructor que labre el sumario debe ser una persona
que actúe con independencia. f) La imputación debe ser clara y precisa. g) La
resolución tiene que ser motivada.

Extinción de la relación de empleo público:

El contrato de empleo público se puede extinguir por causas normales o


extraordinarias, que se determinan por el reglamento vigente, estas pueden
ser: vencimiento del plazo contractual, por renuncia, por fallecimiento, cesantía,

5
exoneración, reducción o disminución de cargos públicos, pérdida de aptitud o
idoneidad, inhabilitación penal.

2.-Responsabilidad contractual y extracontractual del Estado. Concepto.


Diferencia y procedencia de cada una de dichas responsabilidades:

La responsabilidad del Estado puede ser contractual o extracontractual;


esta distinción depende si la responsabilidad nace con un motivo del
incumplimiento por parte del Estado de obligaciones contraídas o de lo
contrario, que este obligado a responder por hechos de las personas que están
bajo su dependencia o de las cosas de que se sirve.

Hay dos tipos de responsabilidades a su vez pueden regirse por el derecho


público o por el derecho privado, lo que depende de la índole de la cuestión
que la promueve.

El mayor problema que se ha presentado es el de la responsabilidad


extracontractual del Estado originada en la esfera del derecho público ya que la
que naciera en el campo del derecho privado no planteó mayor dificultad.

La responsabilidad del Estado por la actividad ilegítima- condiciones para su


procedencia:

Los tribunales federales como los provinciales, han establecidos como


requisito para que prospere una acción de daño y perjuicio con motivo de la
responsabilidad estatal por actividad ilícita: 1) imputación material del hecho u
omisión a un órgano estatal, sea centralizado o descentralizado. 2) la existencia
de un daño cierto en el patrimonio del accionante, 3) la relación de causalidad
entre el hecho u omisión y el perjuicio ocasionado.

Esta concepción civilista adoptada por los tribunales para responsabilizar al


Estado está fundada principalmente en la idea de sancionar un comportamiento
culposo o irregular y por lo tanto, enfocan el problema desde el autor del daño,
y por ello debe responder indemnizar.

Responsabilidad del Estado por actividad legítima. Concepto. Condiciones para


su procedencia.

6
El Estado puede ocasionar daño a los particulares por su actividad
legítima, es decir sin culpa ni falta, ni actuaciones irregulares que se le pueda
imputar, y esa actividad la ha realizado tendiente a cumplir con su cometido:
satisfacer el interés general. Hay casos en que los daños deberán ser
soportados por los particulares por existir un deber jurídico a su cargo sin tener
derecho a ser indemnizados. Pero cuando no existe ese deber jurídico del
particular a soportar el daño ya que no es general sino particular, estamos en
presencia de lo que se denomina “existencia de un sacrificio especial” el Estado
está obligado a indemnizar los daños y perjuicio que su actuaciones licitas ha
producido. En general, la doctrina y la jurisprudencia están de acuerdo en que
el fundamento de la responsabilidad estatal por su actividad lícita es el principio
de “igualdad ante las cargas públicas”.

Responsabilidad del Estado por la actividad normativa:

El Estado puede ocasionar daños a los particulares con motivo del dictado
de una ley en este supuesto es necesario que el afectado demuestre la
existencia de un daño cierto, la relación de causalidad entre la aplicación de la
ley y la producción del perjuicio, la imputabilidad del daño al Estado y la
ausencia del deber jurídico de soportar el daño. Con mayor razón, la
indemnización corresponde si existe un enriquecimiento del Estado como es el
de expropiación, cuando mediante una ley adquiere la propiedad de un bien
que pertenecía a un particular y lo incorpora al dominio público.

Otro supuesto que origina la responsabilidad estatal se da cuando


mediante una ley se prohíbe que los particulares realicen determinada actividad
porque en lo sucesivo ésta estará solo a cargo del Estado.

Todos los afectados por esta ley tienen derecho a solicitar la pertinente
indemnización con motivo del cese de la actividad.

Responsabilidad del Estado por la actividad judicial:

El Estado también es responsable con motivos de los daños que se


ocasiona los particulares por el ejercicio de la función judicial. Esta
responsabilidad estatal no libera de responsabilidad al magistrado, lo que
significa que el Estado indemnizará al afectado sin perjuicio de repetir contra el
juez responsable de esa indebida medida pronunciada.

7
Relación entre responsabilidad de la Administración pública y responsabilidad
de los agentes:

Si hay falta personal del funcionario, éste será responsable no sólo cuando
ha actuado con dolo en el servicio, o con motivo del servicio, sino también
cuando ha procedido con negligencia, con impericia. En este caso el afectado
puede iniciar juicio al Estado por la responsabilidad estatal por los actos y
omisiones de los agentes públicos en ejercicio de sus funciones a su cargo. Hay
casos en que la responsabilidad del funcionario público es clara y por lo tanto el
afectado puede accionar directamente contra él, desvinculando por completo al
Estado, pero puede también decidir accionar contra el Estado y el funcionario.

Puede suceder que el funcionario haya actuado con dolo y su actuación


nada tenga que ver con el servicio, por lo que en este caso el Estado no es
responsable y la acción debe ser dirigida directamente contra el autor del daño.

Resarcimiento: su extensión y naturaleza jurídica:

Todo daño es una lesión, un detrimento al patrimonio del perjudicado, que


debe ser reparado por aquel que lo ha provocado. Probada la existencia del
daño y quien la ha producido, así como la relación causal que debe existir entre
la acción u omisión estatal e el perjuicio sufrido corresponde al juez establecer
el quantum de la indemnización con que ha de ser reparada la víctima de
acuerdo al perjuicio que ha sufrido, ya sea en su patrimonio o en su honor. El
daño debe ser reparado en forma integral, es decir teniendo en cuenta el daño
emergente: patrimonial y moral más el lucro cesante, que corresponde al juez
fijar en cada caso.

Prescripción:

La doctrina se encuentra dividida, no así la jurisprudencia ya que la Corte


Suprema de Justicia de la Nación dispuso que eran aplicables los dos años,
jurisprudencia que se ha mantenido en forma uniforme.

8
9
0
1.- Dominio público. Concepto. Distinción entre dominio público y privado del
Estado. Elementos del dominio público. Naturaleza jurídica del dominio público.
Caracteres. Clasificación del dominio público. Bienes que integran el dominio
público. Diferentes modos de adquisición y transferencia. Afectación y
desafectación.

2.- El uso del dominio público: uso común y uso diferencial. Permiso.
Concesión. Locación. Comodato. Extinción de la dominicalidad pública.

BIBLIOGRAFIA:

- Lecciones de Derecho Administrativo de Julio Isidro Altamira Gigena.

1
1.- Dominio público. Concepto. Distinción entre dominio público y privado del
Estado.

Podemos definir al Dominio Público como el conjunto de bienes que de acuerdo al


ordenamiento jurídico pertenece al Estado y se hayan destinados al uso público en
forma directa o indirecta.

El profesor Marienhoff dice acertadamente que: “el dominio público es un


concepto jurídico; su existencia depende de la voluntad del legislador” y por ello “… una
o bien puede revestir carácter públicos en un país dado, mientras que en otro país esa
misma cosa puede constituir un bien privado”.

El Estado, para cumplir con sus cometido: promover el bienestar general, proveer
lo conducente a la prosperidad del país, al desarrollo humano y al progreso, necesita
de bienes que forman el patrimonio estatal, compuesto por aquellos que pertenecen
al dominio público y al dominio privado.

La doctrina y la jurisprudencia han otorgado importancia a estas dos clases de


dominio, por considerar que la naturaleza jurídica o el régimen jurídico de cada uno de
ellos es diferente, pues los bienes que integran el dominio público, gozan de los
caracteres de inalienabilidad e imprescriptibilidad, con todas las consecuencias que de
ello deriva, lo que no sucede con los bienes que integran el dominio privado.

Para que el bien o cosa sea considerado como dominio público es necesario que
esté afectado al uso público y la vinculación con los particulares esté regulada por del
derecho público; en cambio, pertenecen al derecho privado las normas que regulan el
dominio privado del Estado.

Podemos dar algunos ejemplo de bienes públicos entre ellos encontramos a los
mares territoriales, los mares interiores, bahías, ensenadas, puertos y ancladeros, los
ríos sus causes, las demás aguas que corren por cauces naturales y todas otras aguas
que tengan o adquieran la aptitud de satisfacer usos de interés general

Como ejemplo de bienes privados podemos mencionar a todas las tierras que
estando situadas dentro de los límites territoriales de la República carecen de otro
dueño. Las minas de oro, cobre, piedras preciosas y sustancias fósiles. Los bienes
vacantes o mostrencos, y los de personas que mueren sin tener herederos.

2
Elementos del Dominio Público:

Dentro de los elementos de Dominio Público encontramos a los elementos


Subjetivos; en este caso la doctrina se encuentra dividida y una parte de ella sostiene
que el titular es la comunidad política más precisamente el pueblo. En cambio afirman
que el titular es el Estado, o sea la Nación, La provincia, el Municipio, una entidad
Pública Estatal como la Universidad Nacional, etc. El elemento objetivo, todo lo que
puede ser objeto del derecho de propiedad puede ser objeto de dominio público es
decir todos los objetos materiales e inmateriales susceptibles de tener un valor. En
cuanto a los elementos finalista o teleológico esta dado por la consagración al uso
directo o indirecto del público o a la satisfacción del interés general, todos los bienes
que tiene el Estado están directa o indirectamente afectado al uso público. Elemento
normativo, teniendo en cuenta que el dominio público es un concepto jurídico y su
existencia depende de la voluntad del legislador, ya que es quien determina qué bien
integra el dominio público, esta es una atribución que se encuentra delegada al
gobierno federal y por lo tanto es el Congreso Nacional el competente para determinar
cuáles son los bienes del dominio públicos de acuerdo a lo establecido en el art. 75
inc12 de la Constitución Nacional. El uso de esos bienes se regula mediante normal
locales ya que es una atribución que se han reservados las Provincias.

Naturaleza jurídica del dominio público:

Hay varias teorías que se han dado acerca de la Naturaleza jurídica del derecho del
Estado sobre los bienes que integran el dominio público, Entre ellas tenemos a la que
sostiene que el dominio público es un Derecho Real Administrativo, cuyo titular es el
Estado y la finalidad es que el bien esté consagrado al uso directo o indirecto del
público, para satisfacer necesidades del interés general y es por eso que están
regulados por un régimen exorbitante distinto del derecho privado.

Caracteres:

Los caracteres jurídicos del dominio público son el de la inalienabilidad y el de la


imprescriptibilidad de los bienes, para que estos puedan cumplir con su destino que es
la satisfacción del bien común mediante el uso directo e indirecto del público. Los
bienes son inalienables porque están fuera del comercio jurídico ya que son
indisponibles en lo que respecta a las relaciones de derecho privado, pudiendo ser
motivo de comercio jurídico regido por normas del derecho público en tanto y en

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cuanto sean compatibles con su naturaleza y destino. En lo que respecta a la
imprescriptibilidad, es una consecuencia de la inalienabilidad, y consiste en la
imposibilidad jurídica de que esas cosas puedan ser objeto de prescripción adquisitiva
por parte de los particulares, se trata de bienes que están fuera del comercio y por lo
tanto nadie puede aducir posesión a los fines de la prescripción adquisitiva, e iniciar un
juicio de usucapión.

Clasificación del dominio público:

La doctrina clasifica a los bienes del dominio público teniendo en cuenta:

a) Quién es el titular del dominio, se los clasifica en bienes de la Nación, de las


Provincias, de los municipios, de los entes autárquicos institucionales.
b) En razón de su formación y origen y entonces se distingue entre el dominio
público natural: ríos y sus costas, los mares, etc. o aquellas realizadas por el
hombre como los caminos, puentes etc.
c) En razón de su composición material, que se divide en cosas materiales e
inmateriales
d) De acuerdo a su conformación física, el dominio público puede ser terrestre,
marítimo, fluvial y aéreo.
e) En cuanto a su jurisdicción se puede clasificar en nacional, provincial o
municipal.

Diferentes modos de adquisición y transferencia. Afectación y desafectación:

La afectación puede ser por ley nacional, provincial o por ordenanza, también
pueden ser por actos administrativo, siempre y cuando emane de autoridad
competente. La afectación es una declaración de voluntad del Estado, mediante la cual
un bien queda librado al uso del público ya sea en forma directa o indirecta, la
afectación es la decisión del Estado de consagrar un bien al uso de la comunidad.

La desafectación es el proceso inverso y consiste en la manifestación de la


voluntad por el cual un bien sale del dominio público para ingresar al dominio privado
del Estado, una vez desafectado puede incluso enajenarlo y ser adquirido por los
particulares. La desafectación también puede producirse por hechos de la naturaleza,
ejemplo la destrucción de un puente por un terremoto.

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2.- El uso del dominio público: uso común y uso diferencial. Permiso.
Concesión. Locación. Comodato:

El uso de un bien de dominio público puede ser común o general que es aquel
que puede hacer todo habitante de una ciudad sin necesidad de solicitar
autorización pero con la obligación de respetar las normas que regulan el uso.
En lo que respecta al uso diferencial, se distingue del uso común en que no es
impersonal y adquiere un status jurídico especial, el de ser titular de un
derecho subjetivo de carácter administrativo, se otorga a pedido de parte y con
motivo de las razones invocadas por el solicitante. Un uso diferencial es el
permiso, que se otorga a pedido de parte y que crea una situación precaria a
favor del solicitante, el que podrá ser revocado en cualquier momento por
razones de interés público sin responsabilidad para la Administración. Es
también un uso especial el que se concede mediante el contrato administrativo
de concesión de uso, en virtud del cual el concesionario se encuentra en una
situación jurídica contractual y durante su vigencia tiene un derecho subjetivo
de carácter administrativo que debe ser respetado por la Administración, caso
contrario genera responsabilidad estatal por todos los daños y perjuicios que
tal decisión revocatoria le haya producido. A veces la Administración para
otorgar el uso diferencial acude a una institución regulada por el derecho
privado como es la Locación. Como también el Estado suele acudir para
otorgar el uso diferenciado de un bien del dominio público es la figura del
comodato.

Extinción de la dominicalidad pública.

La extinción de la dominicalidad pública, se produce mediante la


desafectación que puede ser expresa o tácita, la primera es una declaración de
voluntad del Estado, mediante la cual un bien deja de permanecer al dominio
público para ingresar al dominio privado del Estado o en el de los particulares.
La desafectación puede ser mediante ley o mediante acto administrativo. La
tácita es la producción por hechos naturales o humanos. La desafectación
consiste en el cambio de la condición jurídica del bien, que deja de ser público
porque ya no está sometido al uso directo o indirecto del público y pasa a ser
privado.

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Limitaciones Administrativas a la Propiedad Privada

1.- Mera restricción administrativa. Concepto. Naturaleza Jurídica. Caracteres


jurídicos de las restricciones administrativas. Restricciones por razones de
urbanismo.

2.- Servidumbre administrativa. Concepto. Naturaleza jurídica. Caracteres.


Diferencias con las servidumbres privadas. Modos de constitución y extinción.
Régimen legal de las principales servidumbres públicas.

3.- Expropiación. Concepto. Fundamentos. Efectos de la ley con relación al


derecho de propiedad. Diferencia con otros institutos. Elementos de la
expropiación. Procedimiento expropiatorio. La expropiación irregular. La
retrocesión.

4.- Ocupación temporal. Concepto. Diferencias con otras instituciones.


Caracteres. Clases. La requisición. Concepto. Diferencias con otros institutos
jurídicos. Clases.

BIBLIOGRAFIA:

- Lecciones de Derecho Administrativo de Julio Isidro Altamira Gigena.


- Constitución Nacional.
- Código Civil y Comercial

1
Desde la época de los Romanos se dio a la propiedad las tres principales
características o caracteres, estos son: absoluto, exclusivo y perpetuo. Con el
correr de los tiempos se fueron morigerando estos caracteres, ya que la
propiedad debe cumplir una función social. El art. 14 de nuestra Constitución
Nacional reza: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes
derechos, conforme las leyes que reglamentan su ejercicio...”, por lo tanto no
hay derechos ilimitados.

El carácter exclusivo también se ve limitado, por los derechos reales sobre cosa
ajena, por ej. La servidumbre, además el carácter perpetuo puede ser
extinguido por ley, por el Estado, como puede ser en una expropiación.

Dentro del término, restricciones a la propiedad se comprenden dos esferas, el


privado y el público, es decir regidos por la ley civil y la administrativa.

El art. 1970 del C.C.C. establece que: “Normas administrativas: Las limitaciones
impuestas al dominio privado en interés público están regidas por el derecho
administrativo.

Las restricciones establecidas por normas de derecho administrativo, colocan a


los propietarios frente al poder público, se basan en que la Administración, no
debe ser entorpecida por los derechos absolutos de propiedad.

Las restricciones administrativas pueden ser impuestas por razones de


seguridad, salubridad, estéticas, urbanísticas, por razones de bienestar general,
conocida en doctrina como poder de policía.

Los caracteres de las restricciones administrativas a la propiedad privada son:

1. Generalidad: para todos los propietarios en igualdad de


condiciones.

2. Actuales: límites normales y permanentes de la propiedad.

3. Constantes: dada su razón de ser existen siempre.

4. Imprescriptibles: no se extinguen por el no uso.

5. No generan derecho a indemnización.

6. Limitadas en número y clase, pueden ser obligaciones de hacer,


de no hacer o de dejar hacer.

7. Ejecutorias: se aplican sin necesidad de la intervención de un juez.

2
El ejercicio del derecho de propiedad o el de comerciar y ejercer cualquier
industria lícita, también se encuentra limitado por normas que protegen el
patrimonio cultural, el histórico, el paisajístico, el estético, y por otras razones
que procuran el crecimiento armónico de una ciudad.

El derecho urbanístico, como nueva rama del derecho, procura establecer


patrones de habitabilidad y ocupación del suelo, (alturas de edificios, a retiros
de frente y fondo, centros de manzana, volumen edificado, etc.).

El estado interviene estableciendo límites al dominio privado, n pos del mejor


desarrollo urbano de la ciudad.

Vinculado con el derecho urbanístico, se encuentra el derecho ambiental, ya


que son materias de especial protección del estado, en virtud del art. 41 de la
C.N..

El dictado de normas relativas al urbanismo y al medio ambiente, tienen como


finalidad que la persona humana pueda vivir en un ambiente libre de factores
nocivos para la salud, procurando conservar los recursos naturales y culturales,
así como los estéticos.

Servidumbre administrativa: Es el derecho real constituido por el Estado sobre


un bien de dominio privado, o del dominio público, con el objeto de que sea
usado por una comunidad.

Para la mayor parte de la doctrina se trata de una restricción al dominio, y no


de una limitación.

Los caracteres jurídicos, han sido determinados por la doctrina y


jurisprudencia, siendo importante destacar que es un derecho real
administrativo, destinado al uso del público, siendo el titular una entida pública
nacional, provincial o municipal.

El gravamen se debe constituir sobre un bien ajeno, que puede pertenecer al


dominio público o privado del Estado, a una persona jurídica pública no estatal
o a una persona jurídica privada.

Por tratarse de un desmembramiento, el titular tiene derecho a ser resarcido.

Las servidumbres administrativas se diferencian de las privadas en que


aquellas se constituyen porque están destinadas al uso público, en cambio
éstas, lo están en beneficio de un fondo particular, y para satisfacer exigencias
privadas, además de estar sometidas por regímenes públicos y privados
respectivamente.

3
El Estado puede constituir la servidumbre por ley, del Congreso, Nacional o
Provincial; por acto administrativo; por contrato administrativo y por accesión
cuando una servidumbre civil se transforma en administrativa.

Las formas de extinción serían por ley; por expiración del plazo; por contrato,
por confusión, cuando el bien pasa a ser propiedad de la Administración titular
de la servidumbre.

Las servidumbres se encuentran regidas por diferentes normas, algunas


pertenecen al Código Civil y Comercial, como el camino de sirga, art. 1974 del
C. C. C., etc. En el Código de Minería y Aeronáutico también encontramos
normas, y en leyes especificas.

Expropiación: Es el medio en virtud del cual el Estado logra que un bien se


transfiera de un patrimonio a otro por razones de utilidad pública, previa
indemnización.

La utilidad pública debe ser calificada por ley, según la Constitución y la ley
21.499. Utilidad pública significa, satisfacción del bien común.

Los fundamentos que justifican el instituto, serían de dos aspectos: jurídico y


racional.

Para el primero se invoca la teoría del “dominio eminente” del Estado, como
consecuencia de la soberanía que posee sobre todos los bienes dentro del
territorio. Así como que cada habitante debe contribuir al sostenimiento del
Tesoro de la Nación, teniendo derecho a indemnización.

El fundamento racional esta dado en virtud de que expropiar deriva de la


superioridad del derecho público sobre el privado. Otro fundamento sería que
el Estado utiliza el instituto para “promover el bienestar general” como exige el
Preámbulo.

Con la ley se consigue la transferencia del derecho de propiedad, a favor del


Estado o de otro particular; a raíz de la ley el expropiado deja de ser titular del
bien objeto d la expropiación y se convierte en titular de un derecho a crédito.

Otro de los efectos es que tratándose de bienes registrables, una vez inscripto
no se puede disponer más de ese bien.

Se diferencia con la servidumbre en ésta sólo se pierde el uso y goce, en


cambio en la expropiación se pone fin al derecho de propiedad.

Con la ocupación temporaria, se diferencia en que ésta le importa el uso y goce


de la cosa, y con el decomiso, en que es una sanción grave por motivos de
moral, salud, seguridad pública.

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Los elementos de la expropiación son el sujeto activo, el pasivo, el objeto y la
indemnización.

Sujeto activo pueden ser las personas jurídicas públicas estatales: Nación,
Provincia, Municipio, entes autárquicos, personas jurídicas públicas no
estatales, e incluso privada, autorizadas por ley.

Sujeto pasivo, puede ser cualquier clase de persona física o jurídica, de


carácter público o probado.

Todo bien puede ser objeto de expropiación, sean inmuebles, incluso subsuelo,
muebles, semovientes, y también derechos.

La indemnización debe ser justa e íntegra, pues el expropiado no puede sufrir


perjuicio patrimonial alguno. El monto debe ser fijado y pagado en dinero en
efectivo, salvo autorización del expropiado. La C.N establece que la calificación
de utilidad pública sea fijada por ley y que el pago en dinero en efectivo de la
indemnización sea previa.

Procedimiento expropiatorio: El monto de la indemnización lo determinara el


Tribunal de Tasaciones de la Nación o el Consejo Provincial según corresponda,
y se lo pondrá a disposición del propietario del bien previa desposesión y
transferencia del bien.

El expropiado podrá retirar el monto o acudir a la vía judicial, en


disconformidad.

La expropiación irregular consiste en el menoscabo o desmembración del


derecho de propiedad sobre un bien por parte del Estado, sin la utilización de
los procedimientos legales.

En este caso el propietario del bien puede promover juicio de expropiación


invirtiéndose los roles en el proceso de expropiación.

La determinación de utilidad pública es el presupuesto constitucional y jurídico


para la expropiación, por ello cuando el Estado le da otra finalidad al bien
expropiado, la causa es falsa, o no se le de el destino en el plazo oportuno
para ello, el ex titular puede iniciar el procedimiento administrativo y judical de
retrocesión, reintegrando el monto percibido por la expropiación. Se deberá
promover ante el mismo juez de la expropiación.

La ocupación temporal es la posesión del uso y goce de ciertos bienes de


propiedad particular, por el Estado por causas de utilidad pública.

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Se trata de una limitación al derecho de propiedad, por lo que se deberá
solicitar una justa indemnización. No se extingue el derecho por lo que la
propiedad sigue perteneciendo a su titular.

Si dura más de dos años el Estado debe proceder a la expropiación, o el


propietario intimar a la devolución, quedando habilitada la expropiación
irregular.

Se diferencia con la expropiación en que sólo se transfiere el uso y goce de la


cosa, en cambio en la expropiación la propiedad. Se diferencia con la
servidumbre, en que, en ésta última la limitación es parcial, continuando el
titular usando y gozando del bien, aunque en forma parcial.

La ocupación temporal constituye una desmembración del derecho de


propiedad, que se impone por necesidad pública, por lo que debe estar
expresamente motivada.

La causa invocada debe coincidir con la ley, no pudiendo el bien tener otro
destino que el que motivo su ocupación, ni exceder del lapso necesario para
satisfacer la necesidad.

Hay dos clases de ocupación, la normal, que es aquella que se origina por una
necesidad pública determinada, requiriéndose disposición legal, y los daños
que se causen deberán ser reparados, o el monto establecerse por sentencia
judicial. La acción prescribe a los 5 años.

La ocupación anormal, es aquella que responde a una necesidad urgente e


imperiosa, dispuesta directamente por la autoridad administrativa, sin
necesidad de declaración de utilidad pública, en este caso no habrá necesidad
de indemnización alguna, salvo la de daños y perjuicios.

Requisición: Consiste en la pérdida del uso y goce del bien por un tiempo
determinado, para satisfacer el interés público debido a una grave situación
general o catástrofe.

Puede ser pérdida del uso y goce o de la propiedad, según corresponda.

Se diferencia con la expropiación en que ésta se declara sobre un bien


determinado, en cambio en la requisición, es general y sobre crisis
generalmente.

Con la servidumbre se comparte el uso y goce del bien, en cambio en esta se


pierde el mismo.

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Las requisiciones pueden ser militares, para contribuir a la defensa del país con
motivo de guerras o inminencia, o civiles, si es para solucionar otra clase de
problemas, como epidemia, terremotos, inundación, etc.

Pueden recaer sobre muebles, inmuebles o semovientes, pudiendo solicitarse la


correspondiente reparación económica, realizando el pedido en sede
administrativa o incluso acudir a la judicial.

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1.- Concepto de poder de policía y de policía. Fundamento constitucional y legal.
Límites. Materias que comprende el poder de policía. Competencia nacional, provincial
y municipal para el ejercicio. Delegación del poder de policía.

2.- Medios de policía. Normativos o formales: los reglamentos de policía. Ejecutivos: La


orden de policía. De información. La autorización o permiso. La licencia. La habilitación.

3.- Inspecciones y vigilancia. La policía preventiva. Los medios ejecutivos de coacción.


Las sanciones administrativas o penas de policía. Policía de emergencia. Actividad de
fomento.

BIBLIOGRAFIA:

 Lecciones de Derecho Administrativo de Julio Isidro Altamira Gigena.

 Constitución Nacional.

Poder de Policía

La atribución que tiene el Estado de dictar normas que reglamenten el ejercicio de los
derechos se denomina poder de policía. En cambio “la policía” es una actividad
administrativa que ejecutan las normas dictadas en ejercicio del poder de policía.

Cualquier medida que se adopte debe ser razonable, es decir proporcionada y


adecuada a las circunstancias y finalidad seguida. En consecuencia el poder de policía
es una actividad legislativa y la policía es administrativa.

1
El fundamento constitucional los encontramos en el art. 14 de la C.N. donde se
expresa: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos,
conforme a las leyes que reglamente su ejercicio...”

Esta potestad legislativa tiene dos límites, uno interno, dado por el derecho a la
intimidad del art. 19 de la C.N: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún
modo ofenda al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo
reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los Magistrados...”

El límite externo estaría dado por el art. 28 que dice: “Los principios, garantías y
derechos reconocidos en los siguientes artículos, no podrán ser alterados por leyes que
reglamente su ejercicio” Existiendo otros límites como serían no vulnerar los derechos
individuales de propiedad, libertad (art. 19 C.N.), etc.

En materia contractual rige el principio de autonomía de la voluntad, donde las partes


podían establecer de común acuerdo sus derechos y obligaciones, siendo lo único
imposible lo físicamente irrealizable o lo que atentara contra la “seguridad”,
“moralidad” y “salubridad”, que fueron consideradas como las materias que debía
reglar el poder de policía.

El ejercicio del poder de policía puede ser nacional, provincial o municipal.

De acuerdo a lo establecido por nuestra Constitución Nacional, en principio el ejercicio


del poder de policía pertenece a las provincias, la intervención estatal puede
corresponder según los casos de su competencia o cuando sea para “promover el
bienestar general”.

Según la doctrina mayoritaria, el poder de policía no puede ser delegado, a favor de


otro poder u órgano estatal, y menos en personas jurídicas públicas privadas.

Medios de policía: Para cumplir su cometido La policía, dispone distintos medios que se
pueden clasificar en:

a) normativos o formales, que consisten en dictar normas que puedan ser de carácter
general, como un reglamento o de carácter individual como una orden. Regulan las
conductas de las personas, ya sean físicas o jurídicas, y pueden regir durante un
tiempo determinado.

En los reglamentos se establecen las sanciones o penas de policía que se aplicarán en


caso de infracción, como el procedimiento a seguir previo al dictado de la resolución
sancionatoria.

b) los medios ejecutivos o de coacción, que pueden estar dadas por la obligación de
informar, por actividad preventiva mediante inspecciones y vigilancias y la actividad
coactiva por medio de la fuerza o sancionatoria.

Orden de Policía: Es una decisión tomada en ejercicio de la función de policía y que


constituye una restricción a la libertad, puede ser dirigida a una persona determinada o
a un grupo de personas, en forma verbal o través de gestos.

Las órdenes deben ser claras y precisas para que puedan ser cumplidas, no pueden ser
desproporcionadas o inadecuadas.

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De información: Las personas físicas y jurídicas se encuentran obligadas a hacer
conocer a la Administración ciertos datos personales, nacimiento, casamiento, etc. Con
respecto a la salubridad, existe la obligación que tienen los médicos de comunicar los
datos personales de sus pacientes.

Autorización o permiso: Es el acto administrativo mediante el cual una persona puede


hacer lo que está prohibido para la generalidad, por ejemplo estacionar en lugar no
permitido, o portar armas, etc.

Se trata de un acto administrativo dictado en ejercicio de facultad discrecional, en


algunos casos se otorga intuitu personae, lo que significa que no puede ser
transferido.

La doctrina utiliza estos términos: “autorización” o “permiso” en forma indistinta,


aunque el término no sea del todo correcto.

Licencia: Es el acto administrativo mediante el cual una persona puede realizar una
actividad determinada, ya que se ha cumplido con los requisitos establecidos. Se trata
de un acto administrativo dictado en ejercicio de facultades regladas, por ej. Carnet de
conducir.

Estamos en presencia de un derecho preexistente que, para su ejercicio, está


condicionado al cumplimiento de los requisitos fijados en la norma por parte del
solicitante. Con la licencia el administrado es titular de un derecho subjetivo de
carácter administrativo que sólo podrá ser revocado como sanción, vencimiento de
plazo o fallecimiento.

La Habilitación: Es el acto administrativo mediante el cual se faculta a una persona


física o jurídica a realizar actividad comercial o industrial determinada. Si el solicitante
ha satisfecho las exigencias normativas, la Administración está obligada a otorgar la
habilitación, efectuando inspecciones periódicas con el objeto de constatar el
cumplimiento de las disposiciones legales.

El titular de la habilitación tiene un derecho subjetivo que no puede ser vulnerado,


pudiendo acudir al órgano judicial para resolverlo.

Inspecciones y vigilancia: La administración, en ejercicio del poder de policía, tiene


atribuciones para realizar inspecciones con el objeto de constatar el cumplimiento de
las normas legales vigentes.

Estas normas pueden pertenecer a la policía del trabajo, sanitaria, etc. En todos los
supuestos los inspectores deberán labrar actas en las que se hará constar con que
normativa se cumple y cual se omite, lo que será motivo de iniciación de sumario.
Mediante las inspecciones la Administración realiza la policía preventiva o de
prevención.

Cuando las personas no cumplen con las normativas dictadas por la Administración,
ésta puede actuar directamente, coaccionando al cumplimiento de manera compulsiva
o por la fuerza, procurando realizar el menor daño posible y la menor restricción a la
libertad y al derecho de las personas.

Sanciones administrativas: Las personas, son directamente responsables por ejecutar


actos que no cumplan con las normas que hacen al poder de policía, o por las

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omisiones en que incurran, debiendo ser sancionadas sólo por las causas y
procedimiento fijado en la norma, debiendo respetarse el debido proceso (art. 18
C.N.).

Se debe instruir sumario, siguiendo el procedimiento, dando conocimiento al sumariado


de la imputación, para posibilitar su defensa, respetando el principio de congruencia.
Todo esto hace al derecho administrativo penal, siendo lo importante la pena que se
aplica.

La falta administrativa recibe diferentes nombres como ser: infracción, transgresión,


contravención. Es toda acción u omisión imputable a una persona física o jurídica que
constituye una violación o transgresión a una norma dictada en ejercicio del poder de
policía.

Las sanciones administrativas pueden consistir en una amonestación o apercibimiento,


haciéndole saber que en caso de cometer una nueva, su situación se agravará.

El arresto es el acto administrativo mediante el cual se ordena la privación de la


libertad al contraventor, quedando casi descartada de nuestro ordenamiento.

La multa consiste en pagar una suma de dinero, es decir una sanción de carácter
patrimonial.

El secuestro es la pérdida de la propiedad, o del uso y goce del bien por un número
determinado de días, si es transitorio.

La clausura es la suspensión de un local donde se realiza una actividad comercial o


fabril por un tiempo determinado.

La inhabilitación consiste en la imposibilidad de ejercer cierta actividad, generalmente


es accesoria a un delito.

Policía de emergencia: La intervención estatal, durante los últimos años se fue


ampliando a las materias (salubridad, seguridad y moralidad) dando paso a la
legislación de emergencia en esta materia. Dichas limitaciones muchas veces fueron
convalidadas por fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, aduciendo que la
misma no ha reconocido derechos absolutos, siempre que se cumpla con 1) Una
situación de emergencia, 2) que la ley proteja los intereses de toda la sociedad, 3) que
la moratoria sea razonable, 4) duración temporal. Los Tratados Internacionales han
adicionado un 5) información a organismos internacionales y estados partes.

En numerosos precedentes se ha declarado la inconstitucionalidad de las leyes que no


respeten los derechos individuales y esenciales de las personas (emergencia cambiaria,
corralito, etc.)

Actividad de fomento: El Estado debe orientar las actividades económicas con el objeto
de que estén al servicio del hombre y satisfagan sus necesidades espirituales y
materiales. Para ello. Elabora planes, destinados al desarrollo regional y a la
integración de la economía. Es por esa razón que dicta ciertas medidas para estimular
la eficiencia, la productividad y el desarrollo de ciertas actividades que redundan en
beneficio de la comunidad.

Mediante el fomento, se procura alentar, incentivar o sugerir la realización de ciertas


actividades de carácter económico, cultural, artístico, etc. para beneficio no sólo del

4
que se encuentra comprendido por esta decisión estatal, sino también indirectamente
por la comunidad en general.

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