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Análisis los principales problemas locales, nacionales y mundiales

Problemas escolares
actuales

Uno de los errores más comunes que aún se siguen presentando


en muchas instituciones académicas es el mal abordaje de los
problemas escolares típicos.

Frecuentemente, vemos que tanto docentes como padres de familia


intentan combatir las consecuencias y no las causas de las dificultades en la
escuela, lo cual causa un círculo vicioso en el que se culpabiliza de todo al
mal desempeño del estudiante, o a su falta de motivación intrínseca,
mientras que las condiciones que detonaron la situación se mantienen
iguales y sin cuestionamiento.

Hoy hablaremos de siete de las causas más importantes que actualmente


explican un amplio abanico de problemas de adaptación escolar y qué
impactos positivos tiene atacarlas desde su raíz, aunque ello
frecuentemente implique realizar profundos ajustes estructurales en todos
los niveles de nuestra institución.
¿Qué se entiende por problemas escolares?

Los problemas escolares son situaciones, internas o externas al estudiante,


que causan una mala adaptación a alguno o varios de los aspectos del
contexto escolar. Por ejemplo, los problemas escolares pueden expresarse
en forma de:
 Malas calificaciones o bajo aprovechamiento escolar
 Falta de motivación y/o concentración
 Problemas emocionales, como ansiedad o depresión constante
 Dificultades para socializar y llevarse bien con los compañeros
 Bullying o acoso escolar
 Conductas negativas, desafiantes o antisociales
 Deserción escolar
 Analfabetismo funcional
Es importante que aprendamos a diferenciar las expresiones o
manifestaciones de los problemas escolares de sus causas, porque
cuando no lo hacemos, corremos el riesgo de atacar la consecuencia y no la
dificultad de raíz.

Por ejemplo, si un alumno comienza a presentar problemas de


aprovechamiento, en lugar de asumir que tiene que esforzarse más,
debemos sondear qué está causando esa afectación en sus
calificaciones, porque puede tratarse de un tema de motivación que puede
resolverse con una mejor estrategia de enseñanza por parte del docente,
pero también puede ser que tenga fuertes problemas en casa o que esté
padeciendo acoso escolar de parte de sus compañeros.

En ninguno de estos casos la causa del problema recae directamente en el


esfuerzo del alumno, sino que está enfrentando situaciones adversas que
muchas veces no están en su control.

Los 7 ejemplos de problemas


escolares más comunes, ¿Qué
pasa cuando los combatimos de
raíz?

Cuando en nuestra institución académica hay una alta incidencia de


dificultades de adaptación escolar, ya sea de tipo académico o social, eso
suele ser una clara señal de que la escuela no está ofreciendo
suficiente apoyo a los alumnos.

Incluso aunque los problemas escolares sean causados por temas ajenos a
la institución, como el hecho de venir de una familia disfuncional, debemos
recordar que la escuela también es un pilar comunitario para ayudar a
los padres a ofrecer una mejor calidad de vida a sus hijos.

Esta postura de la escuela como un eje de inclusión y desarrollo social


integral gana cada vez más fuerza en América Latina, y la podemos ver
ejemplificada en reformas como la Nueva Escuela Mexicana, que le da gran
protagonismo a los padres de familia en la educación.
En conclusión: las instituciones escolares tienen una gran responsabilidad,
pero sobre todo una gran oportunidad de incidir positivamente en varios
aspectos directa o indirectamente relacionados con el aprendizaje y para
disminuir el efecto de algunas de las problemáticas más
frecuentes. Veamos siete de ellas:

1. Dificultades de aprendizaje

Se trata de condiciones intrínsecas al alumno que pueden tener una


base orgánica, por ejemplo la dislexia, la discalculia o el trastorno por
déficit de atención e hiperactividad. Se estima que este tipo de
problemas escolares afectan a uno de cada diez niños y jóvenes en
edad escolar.

Estas estadísticas son alarmantes cuando consideramos que, aunque


hasta un 10% de nuestros alumnos podría necesitar acompañamiento
especializado, en la práctica son muy pocos los docentes que cuentan
con las competencias necesarias para apoyar a alumnos con
necesidades especiales.

El simple hecho de capacitar a los maestros para que puedan identificar


alumnos con alguna condición o problema de aprendizaje, desplegar
estrategias de enseñanza adaptadas y asesorar a los padres de familia,
puede mejorar mucho el rendimiento y las oportunidades académicas
de una gran parte de la población escolar.

2. Familias disfuncionales
De acuerdo con la UNICEF, casi la mitad de niños, niñas y jóvenes en
Latinoamérica están en riesgo de que su núcleo familiar no cubra
adecuadamente sus necesidades básicas, tanto físicas como
emocionales.

Los problemas de disfunción familiar son extremadamente


comunes, al grado de que la violencia, el machismo, el abuso y la
carencia prácticamente se han normalizado en muchas regiones. Estos
se ven reflejados principalmente en problemas escolares de
aprovechamiento y de conducta, acoso y deserción escolar.

Las causas subyacentes a la disfunción familiar pueden tener que ver


con falta de educación, con adicciones, con falta de oportunidades, con
un contexto social hostil o todas las anteriores.

Como instituciones educativas, no solamente podemos ofrecer talleres


de crianza asertiva a los padres de familia, también podemos
asesorarlos en temas personales y de pareja, así como ayudarles a
conectar con programas de apoyo gubernamentales y a desplegar una
mejor participación ciudadana por el bien de toda la comunidad.

3. Falta de inclusión
La diversidad cultural, racial, sexual, religiosa, socioeconómica y
estructural, así como la discapacidad en cualquiera de sus formas o
incluso los diferentes estilos de aprendizaje, están presentes en todos
los estratos de la sociedad, tanto a nivel individual como familiar.

Sin embargo, la mayoría de los entornos escolares privilegian a los


estudiantes neurotípicos que provienen de familias nucleares y que se
adaptan a un estándar estético y heteronormado muy restrictivo,
mientras que los demás están en riesgo de rezagarse
académicamente por falta de acompañamiento adecuado, o incluso
de sufrir discriminación, tanto de sus compañeros como de la propia
institución.

Desplegar políticas genuinamente inclusivas para los estudiantes y


para sus familias, concientizando en la diversidad a todos los
implicados, disminuye sustancialmente el riesgo de acosos escolar,
depresión, ansiedad y bajo aprovechamiento escolar.

4. Baja competencia docente


Los maestros son los responsables de darle la máxima relevancia
posible al conocimiento, de tal manera que los estudiantes se sientan
realmente motivados a aprender y a desarrollar nuevas habilidades que
luego podrán utilizar a su favor en la vida real.

Para lograrlo, es necesario no solamente dominar el contenido del plan


de estudios, sino metodologías pedagógicas de alto nivel relacionadas
con la empatía, la comunicación, el control de grupo y el aprendizaje
significativo, entre muchas otras.

Cuando nuestros docentes están en capacitación y actualización


continua, nos aseguramos de que puedan detonar la motivación
intrínseca de los estudiantes, para que no dependan tanto de la
motivación extrínseca. Esto conlleva a una mejor autogestión y a un
aumento general en el desempeño académico.

5. Planes de estudio desactualizados

Si bien las estrategias de los docentes tienen un gran peso


combatiendo algunos de los problemas escolares más comunes,
obligarlos a trabajar con materiales y planes de estudio
desactualizados, que ya no presentan relevancia para los estudiantes,
ciertamente dificulta la tarea.

En muchas escuelas de América Latina siguen utilizándose planes


académicos del siglo pasado, que no toman en cuenta las nuevas
corrientes y herramientas pedagógicas, el enfoque posmoderno que
permea actualmente a las humanidades, ni objetivos de aprendizaje
centrados en las necesidades del alumno y de su comunidad.

La actualización y adaptación de los programas académicos a las


realidades de los estudiantes detona la motivación y el sentido de
agencia, y permite construir comunidades estudiantiles más
participativas en la solución de los problemas individuales, escolares y
comunitarios.

6. Rezago tecnológico

Las nuevas tecnologías se están convirtiendo en uno de los pilares más


importantes de la educación, ya que gracias a ellas podemos
enriquecer, facilitar y democratizar el aprendizaje.

Por desgracia, aún es común ver que las metodologías son


extremadamente analógicas en muchas escuelas, especialmente en
instituciones públicas que se encuentran en zonas de bajos recursos.
Por un lado, las escuelas no siempre tienen el presupuesto para invertir
en tecnología, y por otro, muchas familias no pueden costear
dispositivos digitales.

El rezago tecnológico causa una enorme brecha de aprovechamiento y


pone en riesgo a las y los estudiantes de perder muchas oportunidades,
lo cual fomenta la desmotivación y la deserción escolar.

Pareciera que no hay mucho que hacer a este respecto, sin embargo,
el rezago tecnológico puede comenzar a combatirse desde las escuelas
mediante el aprovechamiento del mínimo común denominador
tecnológico de las familias, que suele ser un dispositivo móvil con
conexión a internet intermitente.

7. Uso inadecuado de las tecnologías móviles

Si bien los celulares y las tablets pueden y deben convertirse en aliado


de primera línea para el aprendizaje, no debemos olvidar que su uso
indiscriminado, ya sea consumiendo contenido, mirando redes sociales
o utilizando aplicaciones de todo tipo, también puede representar una
amenaza y convertirse en una verdadera adicción.

Las nuevas generaciones están más distraídas que nunca por la


inmediatez de estímulos, y es cada vez más difícil mantener su
atención en clase el tiempo suficiente como para que los
conocimientos puedan permear y afianzarse.

En los casos más graves, vemos alumnos que ya son incapaces de


resistirse a la recompensa inmediata que ofrece la tecnología móvil, y
que sencillamente no se despegan de la pantalla.

No basta con controlar y monitorear el uso de estos dispositivos en la


escuela, también es importante crear conciencia entre los padres de
familia para que no permitan que la tecnología se convierta en un factor
de alienación, sino que sus hijos sepan cómo aprovecharla para su
educación y su desarrollo.

Rerefencias
1, UNESCO (2008) Eficacia escolar y factores asociados en América Latina y el Caribe.
Santiago de Chile : OREALC. Extraído de:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000163174
2, Banco Mundial (2020) La educación en América Latina enfrenta una crisis silenciosa, que
con el tiempo se volverá estridente. Extraído de:
https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2020/06/01/covid19-coronavirus-educacion-
america-latina#:~:text=Hay%20dos%20factores%20muy%20problem%C3%A1ticos,por
%20debajo%20de%20la%20media.
3, Lorente Rodríguez, M. (2019). Problemas y limitaciones de la educación en América Latina.
Un estudio comparado. Foro de Educación. Extraído de:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7137480

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