REFLEXIONES
Mi papel ¿Hay alguien que te saca de quicio? ¿Que
siempre hace algo que te irrita?
de lija
Su presencia te altera, y todo lo que dice te pone
los nervios de punta. Te fríe la sangre en cuestión
de segundos con algunos de sus comentarios. Otro
podría hacer o decir lo mismo y no te molestaría,
pero esa persona termina con tu paciencia y todas
tus virtudes cristianas.
Si somos sinceros, todos conocemos o hemos
conocido al menos una persona así. Un vecino, el
jefe, algún compañero de trabajo, la suegra o tal
vez alguien aún más cercano.
Es humillante y doloroso admitir que conozco
a alguien así. Soy idealista y no quiero otra cosa
que paz con toda la humanidad.
Entonces, ¿qué pasa? ¿Estoy condenada de por
vida a no llevarme bien con esa persona, o será
una prueba que me permita aprender algo más
profundo de mí misma?
Me hice esta pregunta: «¿A qué se deberá?»
Y caí en la cuenta de que en realidad necesito
esa fricción. Esas personas son como un papel
de lija para mí. Cuando me van a contrapelo, me
ayudan a ver mis errores, mi impaciencia, mi lado
Si quieres animarte, anima a otro. Booker T. Washington
Los anteojos de la abuela
Un niño se colocó los lentes de su abuela, y su
madre le preguntó por qué lo hacía. Respondió:
«Quiero ponerme anteojos como la abuela, porque
ella ve mucho más que otras personas.
»Ella ve si tienen hambre, están cansadas o
arrepentidas, y hasta cómo puede hacerlas felices.
Ve cómo puede arreglar muchas cosas para que
lo pasemos bien, y saber lo que querías hacer,
aunque te saliera mal. Ve cuando vas a llorar y
cómo puede hacerte reír otra vez.
R322 GP—Agosto de 2004
Relaciones humanas, actitud positiva, ayuda de Dios, amor
Reflexiones © La Familia, 2004
En Internet: www.lafamilia.org.
Cryssy E. Gambrill es misionera de La Familia en África.
Si desea recibir más lecturas motivadoras, suscríbase a Conéctate.
Escriba a la dirección aquí indicada o visite la página web www.conectate.org.
R300 GP—March 2004
Cryssy E. Gambrill
antipático, mi egoísmo. Liman mis asperezas y
acabarán por pulirlas.
No es que el otro no necesite también una
pulida, pero estoy convencida de que a ese papel
de lija se lo ha puesto en mi vida para hacerme
entender más a fondo mi verdadero yo. Mi
papel de lija saca a relucir mis defectos y me da
oportunidades de ocuparme en reemplazarlos con
cualidades positivas.
Ya no veo a ese papel de lija como a un
enemigo. He llegado a mirarlo como un monitor
o indicador de cómo me va y dónde necesito
la fricción. También me doy cuenta que si esa
persona desapareciera de mi vida, lo más probable
sería que Dios trajera otra lija para darme lecciones
de amor. ¿Quién no las necesita?
Antes comparaba mi papel de lija con una
visita al dentista. ¡Por nada del mundo querría
pasar por un suplicio semejante! Pero ahora me
alegra que me pulan y saquen brillo. La lija me
acerca más a Jesús, y Él me saca brillo y me llena
de amor.
»Un día le pregunté cómo podía ver tan bien,
y me dijo que era así como había aprendido a
ver mientras se hacía mayor. Por eso, cuando sea
mayor, yo también quiero tener unos anteojos
como los de la abuela, para ver igual de bien.»
Anónimo
El corazón tiene razones
que la razón ignora.
Blas Pascal
Topics: death, Heaven, loved ones waiting on the other side,