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El Profeta Daniel - Capítulo 5
El Profeta Daniel - Capítulo 5
Scott MacGregor
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EL PROFETA DANIEL
cargo más importante del imperio. 10 La reina, por las palabras del rey
Habiendo oído la conmoción, y de sus príncipes, entró a la sala del
apareció la reina. Probablemente banquete, y dijo: Rey, vive para siempre;
se trataba de la esposa de su padre no te turben tus pensamientos, ni
Nabónido, pues el pasaje menciona palidezca tu rostro. 11 En tu reino hay
antes que las esposas de Belsasar esta- un hombre en el cual mora el espíritu
ban presentes en el banquete. También de los dioses santos, y en los días de tu
tenía edad suficiente para acordarse padre se halló en él luz e inteligencia y
de que Daniel —que por entonces ya sabiduría, como sabiduría de los dioses;
tendría entre setenta y ochenta años—, al que el rey Nabucodonosor tu padre,
había sido bastante avezado para des- oh rey, constituyó jefe sobre todos los
cifrar un enigma así. magos, astrólogos, caldeos y adivinos,
Llamaron urgentemente a Daniel, 12 por cuanto fue hallado en él mayor
y lo llevaron ante el rey para inter- espíritu y ciencia y entendimiento,
pretar la escritura, por lo que también para interpretar sueños y descifrar
se le ofreció el tercer cargo más alto enigmas y resolver dudas; esto es, en
en el reino si lo conseguía. Daniel le Daniel, al cual el rey puso por nombre
dice al rey que no está interesado en Beltsasar. Llámese, pues, ahora a
recompensas ni ascensos, pero que Daniel, y él te dará la interpretación.
igualmente interpretará lo escrito, no
sin antes darle una dura exhortación: 13 Entonces Daniel fue traído delante
«Te has ensoberbecido contra el Señor del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres
del cielo. Hiciste traer las vasijas de Su tú aquel Daniel de los hijos de la
casa delante de ti, y tú, tus príncipes, cautividad de Judá, que mi padre trajo
tus mujeres, y tus concubinas, bebieron de Judea? 14 Yo he oído de ti que el
de ellas. Y alabaste a dioses de plata y espíritu de los dioses santos está en ti,
oro, de bronce, de hierro, de madera, y que en ti se halló luz, entendimiento
de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y mayor sabiduría. 15 Y ahora fueron
y al Dios en cuya mano está tu vida, traídos delante de mí sabios y astrólogos
y cuyos son todos tus caminos, nunca para que leyesen esta escritura y me
honraste». diesen su interpretación; pero no han
Entonces Daniel le leyó las pala- podido mostrarme la interpretación
bras: «MENE, MENE, TEKEL, del asunto. 16 Yo, pues, he oído de
UPARSIN». ti que puedes dar interpretaciones
¿Por qué no pudieron los demás y resolver dificultades. Si ahora
sabios leer algo tan claro y directo? puedes leer esta escritura y darme su
En el libro de Daniel está escrito en interpretación, serás vestido de púrpura,
arameo, lo que lleva a suponer que la y un collar de oro llevarás en tu cuello,
escritura en la pared estaba en arameo. y serás el tercer señor en el reino.
El arameo era el idioma tanto de la
corte de Babilonia como del pueblo. 17 Entonces Daniel respondió y dijo
¿Por qué tanto misterio, entonces? delante del rey: Tus dones sean para
No lo sabemos con seguridad, pero ti, y da tus recompensas a otros. 3
EL PROFETA DANIEL
astuto cambio de sonido de las vocales ha puesto fin. 27 TEKEL: Pesado has
(que no se escribían en las lenguas sido en balanza, y fuiste hallado falto.
medioorientales antiguas) tam- 28 PERES: Tu reino ha sido roto, y
bién quería decir «se consideró muy dado a los medos y a los persas. 29
liviano». Uparsin significaba que ahora Entonces mandó Belsasar vestir a
estaba dividido o fracturado. Daniel de púrpura, y poner en su
Cuando Daniel interpreta la escri- cuello un collar de oro, y proclamar
tura, lee la última palabra conjugando que él era el tercer señor del reino.
el verbo en singular, diciendo peres en
vez de uparsin. Al cambiar algunos 30 La misma noche fue muerto
sonidos vocales entre las consonantes Belsasar rey de los caldeos. 31 Y
arameas podía resultar un vocablo que Darío de Media tomó el reino,
significaba «persas». Lo que Daniel le siendo de sesenta y dos años.
decía a Belsasar era que Dios le había
quitado el reino para entregárselo a los persas.
Cumpliendo su promesa, Belsasar mandó vestir a Daniel de púrpura real y
ponerle en el cuello un collar de oro, proclamándolo tercer mandatario del reino. No
sabemos si creyó lo que dijo Daniel, pero sí sabemos que enseguida comprobó que
era verdad: aquella misma noche los persas entraron en Babilonia… y asesinaron a
Belsasar.
Según los historiadores griegos Heródoto y Jenofonte, los persas desviaron las
aguas del Éufrates, que atravesaba la ciudad, y entraron desde el cauce por debajo
de la muralla. Las crónicas babilónicas y persas cuentan que los mismos babilonios
—sobre todo los sacerdotes— abrieron las puertas de la ciudad a los persas y los
recibieron como libertadores de la tiranía de la dinastía caldea. La traducción de
una inscripción atribuida a Ciro el Grande afirma que el día de tashritu (equi-
valente a nuestro de octubre) de a.C., Gobrias, gobernador de Guti (región
al norte de Babilonia, posiblemente el Kurdistán actual), entró a Babilonia encabe-
zando el ejército persa y sin librar batalla.
¿Por qué se habrían vuelto los sacerdotes de Babilonia en contra de la dinastía?
Parece ser que Nabónido había contrariado a los sacerdotes de muchos de los diversos
dioses adorados en la región sustrayendo los ídolos de los pueblos cercanos y lleván-
dolos a Babilonia para asegurarse la protección divina de la ciudad contra sus enemi-
gos. Sin embargo, al hacerlo enfureció a los habitantes de los pueblos que se habían
quedado sin su protección. Además, los persas se habían ganado la reputación de ser
tolerantes con otros cultos y hasta participaban en los ritos religiosos de los pueblos a
los que conquistaban. En vista de eso, es posible que los sacerdotes de aquellos dioses
resolvieran que redundaría en su beneficio ponerse de parte de los persas.
O bien, al recibir noticias de que el padre de Belsasar había sido derrotado en el
norte, concluyeron que estaba acabado y prefirieron pasarse al bando ganador con la
esperanza de mantener sus cargos.
El de Octubre de aquel año, días después de que Babilonia cayera en manos
de los persas, Ciro entró en la ciudad y fue proclamado rey de Babilonia. 5
EL PROFETA DANIEL
Continuará
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