Manual para Recuperar Tu Amor Propio 2024

1 Manual para Recuperar tu amor propio – Jhovany
Sánchez
2 Manual para Recuperar tu amor propio – Jhovany Sánchez
BIENVENIDA
Sí estás aquí es porque seguramente las cosas no resultaron como quisiste, sé que
a pesar de que entregaste todo no entiendes porque las cosas salieron mal en tu
relación, por qué pese a que amaste y confiaste, te mintieron, te traicionaron y te
pagaron así. No sé decirte porque pasan algunas cosas, pero sí puedo decirte para
qué.
Creo que la vida está intentando darte una lección, intenta darte un aprendizaje que
pueda llevarte a un siguiente nivel, tal vez la vida está retirando a algunas personas
de tu viaje para que aprendas a caminar mejor, para que este momento sirva de
crecimiento para darte todo aquello que durante tanto tiempo has esperado que
otras personas te den, para que conozcas la manera de llenar los vacíos que has
buscado que llenen otros. A lo mejor es la mejor oportunidad, para que vuelvas a
ser tú.
Lo que tal vez la vida intenta decirte la vida, es que es momento de ser fuerte, de
conocerte, de continuar el viaje y no quedarte abrazando a esa piedra con la que
has tropezado tantas veces, el camino es mucho más largo que esto y solo estás
siendo preparada para algo mejor, para nuevas oportunidades, para nuevas
personas, para nuevos momentos y para nuevas formas de brillar.
Sé que en estos momentos parece que el mundo se te viene encima, que Dios tiene
algo en tu contra o que el amor es una porquería que no existe y solo sirve para
sufrir. Tienes derecho a sentirte así, a pensar que todo está mal; pero también
tienes el deber de levantarte, de salir de tu cama, de limpiar tus lágrimas y continuar,
porque la vida tiene algo más grande preparado para ti.
El día de hoy te quiero dar un regalo muy especial. Después de trabajar con miles
de chicas que pasan por nuestros programas, empecé a descubrir muchas cosas
en común, muchos patrones similares en el fracaso de sus relaciones. Así que
decidí resumir toda esta experiencia en lo que hoy es un “Manual para recuperar
tu amor propio”. Espero que lo disfrutes.

¿QUÍEN SOY YO?
¡Hola! Aunque esa pregunta suene fácil, me demoró 25 años descubrir quién era,
pero bueno esa es otra historia.
Soy Jhovany Sánchez, soy peruano y

soy especialista en amor propio y soy el
fundado de la Escuela de Coaching,
Amor Propio y Desarrollo Personal
“Encantada de Conocerme”. Tengo a
mi lado a una mujer increíble y a un
pequeñín que es mi gran maestro de
vida. (Ahora mismo tiene 4 años así qué
si eres mamá, seguro me entiendes)
Si lees esto antes del 04 de abril del

2024 aún tengo 31 años. Estoy casado
y voy descubriendo cosas increíbles
sobre el amor día a día.
Durante muchos años vi a mi madre en un matrimonio donde no había amor, donde

el miedo al qué dirán era más importante que el deseo por construir una vida nueva,
donde el miedo de no saber cómo afrontar las cosas sola, era más grande que
aguantar a una persona con la que no era feliz.
He visto a mi madre muchas veces endeudarse porque mi papá no cumplía como

debería con su familia, he visto muchas veces quitarse un pan de la boca para que
yo y mis hermanos podamos comer, la he visto muchas veces llorar y quejarse por
no vivir la vida que quería, pero a pesar de todo eso, nunca la vi tomar acción para
crear una vida mejor a la que tenía. De hecho, hasta hoy sigue con mi padre con la
idea de que, pese a todo, una mujer debe aguantar y qué si ya se casó, tiene que
ser hasta que la muerte los separé.

He visto a mi hermana repetir durante veinte años la misma historia de mi madre,
con un hombre que no la valoraba, llorando constantemente por no saber qué hacer
y con miedo de condenarse a vivir con alguien, con quien ya no era feliz.
A ella si la pude ayudar y decidió romper esa cadena que estaba arrastrando y no
condenar a su hija a también repetir la misma historia.
No te cuento más, porque no me quiero poner nostálgico, hablar de ellas dos

siempre me pone así, pero te lo cuento porque quiero que sepas por eso hago esto.
Por este motivo escribo y por eso me levanto cada mañana intentando transmitir el
mensaje de que siempre puedes volver a brillar, de que puedes empezar de nuevo
y puedes lograr todo aquello que te propones cuando realmente lo decides y te
aprendes a amar. Cuando recuperas tu amor propio todo cambia.
Desde que decidí dedicarme a acompañar mujeres en su proceso de

transformación como coach conocí miles de historias y en cada una de ellas que fui
descubriendo, comencé a ver a mi madre, a mi hermana y desde entonces sentí el
deseo de poder contribuir para que puedan transformar su vida, para que puedan
decir basta, para que aprendan a quererse, a poner límites, a perdonarse a soltar,
a dejar atrás el sentimiento de culpa, la dependencia, para que aprendan a sanar a
su niña interior, poner límites y que puedan transcender esas heridas emocionales
que tanto daño les ha hecho.
Hoy gracias a mi trabajo como Coach he ayudado a miles de mujeres a recuperar

su amor propio y mejorar su calidad de vida con mi mentoría online “Recupera tu
amor propio” dirigido a mujeres que están atravesando algún proceso de
dependencia, relaciones tóxicas, falta de límites, baja autoestima, heridas de la
infancia, una ruptura amorosa, infidelidad etc. y con la “Certificación Internacional
Encantada de Conocerme” que es una formación profesional para mujeres que
quieren convertirse en Coach de amor propio, mujeres que trabajan en ellas
mismas y se preparan para luego poder ayudar a otras mujeres a sanar y a volver
a brillar de forma profesional generando ingresos gracias a esta noble actividad.

La vida me ha bendecido mucho y hoy pongo todo mi amor para poder seguir
acompañando a miles de mujeres más, mujeres como tú que merecen una vida
mejor, que merecen sanar para liberar a sus hijos de repetir ese dolor.
Ahora me conoces un poco más y creo que ya estás lista para entrar de lleno en
este “Manual para recuperar tu amor propio” y empezar a descubrir el mundo
del amor propio y el autoconocimiento. Te espera un increíble viaje.

¿QUÉ VOY A ENCONTRAR EN ESTE MANUAL?
Este manual es un mapa de ruta para volver a brillar. ¡Ojo! no te voy a dar recetas
mágicas para atraer o retener al hombre de tus sueños, no te daré la fórmula
secreta para hacer que esa persona cambie o la receta para poder encontrar a tu
príncipe azul. Este manual busca únicamente, hacer que te encuentres a ti, que
te conozcas, que te valores, que te aceptes, que te perdones y que puedas entender
cuál es el origen de todos los resultados negativos que has atraído a tu vida.
Aquí encontrarás herramientas que te permitirán sanar, reparar y transcender esos

dolores de la infancia que hoy en tu vida te siguen lastimando, esos miedos que
sigues arrastrando, ese vacío que sigues sin poder llenar y que has buscado que
alguna otra persona llene por ti. La vida es sabia y lo único que ha buscado en todo
este tiempo es que aprendas, que crezcas, que mejores, que sepas amarte y
puedas ser feliz.
En la primera parte hablaré sobre los fundamentos del amor propio, como lo
perdemos, como nos afecta la infancia, como se crean esas heridas emocionales y
como te afectan en tu vida adulta. Te daré también algunas preguntas que te
permitirán trabajar en ti y reconocer por ti misma esas heridas para poder sanarlas.
En la segunda parte te regalaré 21 relatos que serán tus vitaminas diarias de amor
propio, son las que te permitirán recuperar la fe y descubrir lo fuerte que eres y lo
mucho que vales. He elegido mis 21 mejores relatos para regalártelos. Quiero que
te apoyen en tus ratos tristes y te acompañen cuando no quieras salir de la cama.
Serán mi forma de darte un abrazo en la distancia, un consuelo en este tiempo y
un recordatorio constante de que mereces más y solo depende de ti ir en busca de
ello.
Quiero que tú seas parte de los cientos de testimonios que tenemos dentro de la
Escuela. Si quieres conocer a algunas solo ingresa aquí: VER TESTIMONIOS

CONFÍA EN EL PROCESO
Cuando empecé a escribir cada
línea le pedí a Dios que este
manual llegará a las manos
correctas, a mujeres que
realmente lo necesitaran y que
estuvieran dispuestas a dejar
atrás todo lo malo del pasado
para poder volver a brillar. Si
hoy estás leyendo esto, es
porque alguien arriba me
escuchó.
No estás leyendo esto por

casualidad, no es parte del
azahar o magia. Si tú estás
leyendo esto es porque mis
oraciones fueron escuchadas,
porque sin importar lo que esté
pasando en tu vida en este
momento, tú tenías que estar aquí.
Solo te pido que te comprometas, que te tomes el tiempo de leer este manual con
calma y amor que si sientes el deseo interno y escuchas en tu corazón una voz
gritando que pide un cambio la escuches y te comprometas para poder iniciar un
viaje de transformación, vamos a estar inmensamente felices de poder
acompañarte y servirte.
Te quiero mucho, gracias por estar aquí. Que lo disfrutes.
Atentamente: Jhovany Sánchez

¿CÓMO USAR ESTE MANUAL?
Este manual ha sido preparado con mucho amor y por tanto quiero pedirte que lo
trates también con amor, una forma de amarlo es no leerlo como si fuera un
periódico o una revista; no lo leas en el carro mientras hay bulla o mientras revisas
las fotos de tu Facebook o ves los últimos tik tok del momento.
Sería genial que puedas agendar al menos 30 minutos al día para dedicarle a este
manual sin distracciones; como si te prepararas para una cita, que te des un baño
de agua caliente antes (o fría si te gusta más), que busques tu espacio a solas, que
tengas un cuaderno especial donde puedas tomar notas, resaltar puntos
importantes o imprimirlo para marcar lo que más te importe y que puedas sentir
todo el amor que te estoy transmitiendo.
Después de cada tema tienes preguntas, es importante que las respondas ya sea
en tu cuaderno especial o aquí mismo si es que lo imprimes.
Yo te recomiendo que después de cada tema de la parte 1 leas al menos dos relatos
de la parte 2. Esto hará que empieces a calibrar tu energía, es algo así como hacer
ejercicios y luego estirar y rehidratarte. Después de pensar quiero que vayas a leer
un relato y recargues esa autoestima. Así te sentirás mejor.
Te mando muchos abrazos a la distancia y las plasmo en cada letra que aquí vas
a encontrar. Que este manual te acompañe y sea tu punto de partida para el viaje
del desarrollo personal y el autoconocimiento.
El viaje recién empieza.

PARTE I
FUNDAMENTOS DEL AMOR PROPIO

¿QUÉ ES EL AMOR PROPIO?
Cuando empecé hace algunos años con mis primeras sesiones de coaching para
mujeres y empezaba a descubrirlas, les hice una encuesta para saber que
pensaban sobre ciertas cosas. Una de las preguntas que tenía esta encuesta era
“¿Qué es para ti el amor propio?”. Las respuestas me dejaron impresionado.
La mayoría de respuestas fueron “Quererse”, “Decirse cosas bonitas en el espejo”,

“Arreglarse y vestirse bien”, “valorarse” y cosas así, todas respuestas cliché, todas
respuestas superficiales que no explicaban lo que realmente significa amarse a sí
mismo. Entendí que había mucho trabajo por hacer.
El amor propio es más que eso que nos han enseñado de mirarnos al espejo y
decirnos cosas bonitas, es más que simplemente decir que nos queremos. El amor
propio es un estilo de vida en el cual ya has aprendido a conocerte, perdonarte,
aceptarte y transcender.
¿Conocer qué? Conocer tu interior, conocer las creencias que vienes arrastrando
desde la infancia, conocer las heridas emocionales que tiene tu niña interior,
conocer tus miedos, tus sueños, tus dolores y tus anhelos. Es conocer tu valor como
mujer, conocer tus límites y saber lo que deseas para ti. Conocer con claridad donde
te encuentras hoy y a dónde quieres llegar.
¿Perdonar qué? Perdonarte a ti por todas las cosas que has permitido y perdonar
a las personas que sientes que te han lastimado (ya entenderás más adelante que
nadie te hace daño). Cuando eres capaz de perdonarte logras soltar; te liberas de
la mochila gigante que cargas en tu espalda y te impide avanzar. Muchas veces
guardas rencor hacía alguno de tus padres por no estar en tu infancia, a alguna
pareja que sientes que te lastimó, a alguna amiga que crees que te traicionó o
alguna otra persona de quien te sentiste afectada. En otras ocasiones guardas
rencor hacia ti misma, no te perdonas el haber aceptado violencia, maltrato,
humillaciones etc y cada día te sigues lastimando emocionalmente, te sientes
insuficiente y eres incapaz de tratarte bien.
¿Aceptar qué? Aceptar que en tu vida la única responsable de todo lo que sucede
eres tú, que nadie llega a este mundo para hacerte feliz o para hacerte daño, la
gente solo hace cosas y eres tú decides cómo reaccionar ante esas cosas.

Te aceptas a ti como responsable de todo lo que sucede en tu vida y dejas de
esperar príncipes, medias naranjas, almas gemelas y te dedicas a trabajar solo en
ti. Te aceptas y no buscas cambiarte, no pretendes agradarle a todo el mundo y
comprendes que para que puedas ser feliz con alguien más, primero debes
aprender a ser feliz contigo misma.
¿Trascender qué? Trascender es aprender de cada situación que pasó en tu vida,

de lo bueno y de lo malo, aprender a vivir sin apegos entendiendo que las personas
que están en tu vida tienen algo para enseñarte y las que ya no están es porque ya
te dieron alguna lección. Cuando trasciendes ya no hay apegos, ya no te aferras,
entiendes que en la vida hay ciclos y el fin de un ciclo solo es el inicio de otro que
te lleva hacia un lugar mejor.
Ejercicio:
Responde las siguientes preguntas.
1. ¿Qué es para ti el amor propio?

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2. ¿Cómo sería tu vida si pudieras tener abundancia de amor propio?
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MI NIÑA INTERIOR
La infancia es la etapa más importante en la vida de una persona, el 80% de las

creencias se forman entre los 0-7 años y son todas las experiencias que aprendes
durante esta etapa las que determinan tu comportamiento inconsciente durante tu
adultez. Muchas veces cuando tu infancia no es la mejor; cuando no recibes amor,
cuando te sientes rechazada, cuando te sientes herida o humillada
inconscientemente tu niña se queda lastimado y es en la adultez cuando se sigue
manifestando y grita esperando ser escuchada y sanada.
A continuación, te presento algunas heridas de la infancia que pueden afectar en

tu adultez y que tal vez no conocías. Elije con cual te identificas tú.
𝟏. 𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐡𝐚𝐳𝐨.
En tu infancia no te aceptaron tal y como eras. Hoy de adulta intentas protegerte

huyendo. Cuando alguien no te acepta, te escondes, te aíslas, no quieres ver a
nadie, incluso a la gente que te quiere. Sientes que el mundo te rechaza y que no
encajas en ningún lado.
𝟐. 𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨𝐧𝐨
Tuviste padres ausentes física o emocionalmente. Hoy de adulta haces todo lo

posible para que las personas no se vayan de tu lado, incluso puedes atraer
problemas para llamar la atención de los demás. Prefieres aguantar relaciones
difíciles que ponerles fin. Sientes mucho miedo de quedarte sola.
𝟑. 𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐡𝐮𝐦𝐢𝐥𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧.
Te ridiculizaron o se avergonzaron de ti. Hoy de adulta anulas tus necesidades y te

centras en los demás. La culpa y la vergüenza que arrastras te impiden aceptarte
y cuidarte. Por eso, resulta más fácil ocuparte de los demás que de ti.
𝟒 𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧.
No cumplieron con lo que te prometieron. Hoy de adulta entras en hipervigilancia

constante. Tienes que controlar lo que ocurre a tu alrededor para anteponerte al
peligro y así evitar sorpresas. Eres muy exigente porque te da miedo que te
mientan.

𝟓 𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚
Fueron fríos y autoritarios contigo. Hoy de adulta escondes lo que sientes. Eres
muy sensible pero no lo demuestras. Te exiges mucho a ti misma porque crees que
se te aprecia por lo que haces y no por lo que eres. Te cuesta asumir compromisos
por miedo a equivocarte.
Ejercicio:
1. ¿Con cuál de estas heridas de la infancia me siento identificada?

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2. ¿Cómo será mi vida en 1,3 y 5 años sigo arrastrando esa herida?
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3. ¿Cómo sería mi vida si lograra sanar esa herida de la infancia?
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Conoce la historia de algunas de nuestras alumnas que lograron sanar sus

heridas de la infancia aquí.

LA RESPONSABILIDAD
Uno de los temas que más me gusta trabajar en los programas que brindo tanto en
“Recupera tu amor propio” como en la “Certificación Encantada de Conocerme” es
el termino de Responsabilidad. ¿Por qué me gusta? Porque así enseño a mujeres
como tú a hacerse completamente responsables de sus vidas y ¿Qué quiere decir
eso? ¿Cómo es una mujer responsable?
Una mujer responsable es una mujer ha iniciado su proceso de autoconocimiento

y desarrollo personal, ha comprendido que todos los resultados que hoy tiene en
su vida solo son producto de las decisiones que ha tomado y que ha dejado de
tomar. Te pongo un ejemplo simple, cuando una mujer no es responsable dice
cosas como “Todos los hombres son iguales”, “El amor es una porquería”, “Los
hombres no cambian, todos son infieles”, “Mi relación terminó porque ese
desgraciado me mintió” “Yo no tengo suerte en el amor” “Yo me entrego y siempre
me pagan mal”. Una mujer responsable por el contrario entiende que no todos los
hombres son iguales, sino que tú atraes la misma clase de hombres porque hay
algo que aún no decides aprender, entiendes que no eres una víctima porque te
mintió o te humilló, sino que eres corresponsable de las cosas que no funcionaron.
Cuando digo que eres tú quien atrae a ese tipo de hombres porque hay algo que
tienes que aprender de ti, recibo mucho esta pregunta: ¿Por qué atraigo hombres
infieles, si yo doy lo mejor de mí? Doy todo para hacerlo feliz.
En una sesión una de ellas me dijo: "Jhovany, es que no sé qué hago mal, si yo doy
todo por él, lo complacía en todo, hacía todo lo que él quería, si me pedía que dejará
de hablar con amigos lo hacía, si me pedía que hiciéramos algo, aunque yo no tenía
muchas ganas igual lo hacía, si me decía que mejor no fuera a un lugar no iba.
Todo el tiempo trataba de complacerlo y hacerlo feliz y aun así me engañó. No sé
porque me pasan estas cosas a mí"
Cómo siempre digo, la vida lo único que busca es que aprendas, que crezcas, que
mejores, que evoluciones y que te encuentres con tu mejor versión; y para eso te
pone personas, situaciones, relaciones que justamente te muestren aquello en lo
que debes trabajar.

¿Qué le quería enseñar la vida a ella?
"Pasas la vida cuestionándote por qué atraes personas infieles, personas que te
engañan o te mienten y no te has dado cuenta que pasas tu vida engañándote a ti
misma, siéndote infiel a ti.
Cuando te olvidas de quién eres y cambias constantemente para que te quieran,

cuando dejas de preocuparte por ti y te enfocas únicamente en la necesidad de
alguien más, cuando haces cosas que no te gustan solo para complacer, cuando
dejas de ser tú misma para ser aceptada o querida por alguien más, cuando te
olvidas de tus necesidades, cuando tu mundo se vuelve otra persona sin importar
lo que quieres tú, te estás engañando, te estás mintiendo, te estás siendo infiel."
¿Si no eres capaz de ser fiel a ti misma, cómo esperas que alguien más lo sea?
Ejercicio:
1. ¿Estás viviendo la vida que quieres o la vida que alguien más quiere para ti?
¿Por qué?
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2. ¿Qué puedes hacer para empezar a vivir la vida que tú quieres para ti?
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3. ¿Si la vida quisiera enseñarte algo con lo que te está pasando? ¿Qué sería?
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¿CÓMO ME HAGO RESPONSABLE?
Como te dije anteriormente una mujer responsable entiende que todos los
resultados que tiene hoy en su vida solo son producto de las decisiones que ha
tomado, que si ella quiere generar cambios no depende ni de sus padres, ni de su
pareja, ni de sus amigos, sino únicamente de ella. Cuando aprendes a asumir la
responsabilidad de tu vida, das un gran paso en dejar de esperar que llegue un
príncipe a hacerte feliz.
Lastimosamente no es tan fácil asumir la responsabilidad de mi vida (sino

probablemente no estarías leyendo este manual). Te voy a contar 3 actitudes que
te alejan de la responsabilidad, tres cosas que te limitan y no te permiten tomar
decisiones adecuadas para tener la vida que quieres. La queja, la culpa y la
victimización
La queja:
La queja es uno de los principales motivos por el cual las personas no logran lo que
quieren, cuando vives desde la queja, te enfocas únicamente en lo que no tienes,
en tus carencias y en tus necesidades. Te quejas por cosas sobre las cuales no
estás dispuesta a hacer nada para que puedan cambiar. Te quejas todos los días
del tráfico que hay para ir a tu trabajo, pero no estás dispuesta a cambiarte de
trabajo, te quejas de que tu jefe te recargue de trabajo o no te aumente, pero no
eres capaz de poner límites, te quejas de que tu pareja no te trata bien, pero no
eres capaz de decirle “basta” o dejarlo. Quejarte, es enfocar tu energía en algo que
no te hace bien, pero no hacer absolutamente nada para cambiarlo. (No sirve de
nada)
La culpa:
Cuando no quieres asumir tu responsabilidad lo más fácil es buscar culpables, es

señalar a otras personas para que ellos cambien, pero no eres capaz de hacer
ningún cambio tú. Culpas a tus padres de tu situación económica, pero no eres
capaz de hacer nada para salir de ahí, culpas a tu país, al gobierno, a la corrupción
de que todo está mal, pero tú no haces nada para cambiar tu realidad; culpas a tu
pareja por engañarte, por no ser más detallista, por no ser cariñoso, por engañarte,
pero eres tú quien acepta y permite que eso siga ocurriendo. No asumes tu falta de
responsabilidad, al no saber poner límites para mejorar tu relación, no educarte más

para no repetir la historia de tus padres o no hacerte cargo de tu vida para dejar de
esperar que el gobierno se haga cargo de ti. Cuando yo traslado la culpa, siento
que todos tienen que cambiar, menos yo.
Victimización:
Cuando vivo bajo la victimización veo el mundo desde la inferioridad, creo que todos
son malos, que todos me quieren hacer daño, que todos buscan lastimarme y
hacerme sentir mal y no entiendes que nadie te hace daño, nadie te lastima. Las
personas solo hacen cosas y tú decides cómo reaccionar ante ellas, puedes
aguantar, permitir o generar un cambio. Cuando eres victima siempre habrá un
motivo para justificarte y nunca habrá un motivo para cambiar. Es este mundo no
hay víctimas ni victimarios, solo personas que asumen o no su responsabilidad.
Ejercicio:
1. ¿De qué cosas te quejas en tu vida y por qué?

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2. ¿A quiénes culpas y por qué?
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3. ¿De qué te victimizas y por qué?

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Si llegaste hasta aquí tengo algo especial, las alumnas de Encantada de

Conocerme grabaron un mensaje especial para ti. Puedes verlo aquí

EL ENFOQUE
Hay una frase bastante utilizada en el coaching y en la programación

neurolingüística que explica como tu cerebro pone atención a las cosas: “Aquello
en lo que más te enfocas, se expande” y una forma fácil de demostrarlo es con este
ejemplo. Si eres madre recuerda el momento que saliste embarazada, seguramente
en más de una ocasión cuando salías a caminar en tu nuevo estado de pronto fue
como si todo el mundo se hubiera puesto de acuerdo para salir embarazada
contigo, veías cochecitos de bebé por todos lados, otras embarazadas por todos
lados, niños jugando con sus padres, ropa de bebé y todas las novedades
relacionadas a maternidad. Todo había estado siempre ahí, pero ahora recién le
prestabas atención. O quizás si no eres mamá te pasó que te esforzaste mucho en
comprar una cartera de diseñador que pensabas que era exclusiva o unos zapatos
perfectos y de pronto cuando hiciste la compra comenzaste a percibir que otras
chicas también la tenían y hasta comenzaste a sentir que gracias a ti se puso de
moda. Esto se conoce como Sistema de Activación Reticular (SAR)
Okey Jhovany, ya te entendí, pero de qué manera mi forma de enfocarme en las

cosas tiene que ver con mi amor propio. Te voy a contar tres formas de enfocarte
que afectan y limitan que puedas lograr lo que quieras en tu vida.
𝟏 𝐄𝐧𝐟𝐨𝐜𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 (𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚𝐫)
Puedes enfocar tu energía y atención sobre algo que ha ocurrido en el pasado y

sentirte mal por eso nuevamente (revivirlo); puede ser una infidelidad del pasado,
la muerte de un familiar querido, una relación que aún no superas, alguien que te
lastimó etc. Cuando sigues enfocándote en lo que ya pasó tus pensamientos dejan
de buscar alternativas para mejorar, vives constantemente lamentándote por cosas
que no puedes cambiar y dejas de pensar en nuevas opciones para salir adelante.
𝟐 𝐄𝐧𝐟𝐨𝐜𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 (𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐬

𝐧𝐚𝐝𝐚)
Puedes enfocar ahora mismo tu energía y atención sobre algo que crees que te
estás perdiendo, y sentirte mal por ello. Tener una vida con la que no te sientes
satisfecha, pero solo quejarte, culparte o victimizarte, más no hacer nada para

cambiar tu realidad. "El trabajo que tengo no me gusta" (pero no hago nada para
cambiarlo)
"La carrera que estoy estudiando no me gusta" (pero no soy capaz de dejarla
porque no quiero decepcionar a mis padres),
"La relación en la que estoy ya no me hace feliz" (pero no puedo soltarla por miedo).
Sientes que puedes tener una vida mejor que la que estás viviendo, pero no te
atreves a ir por ella.
𝟑 𝐄𝐧𝐟𝐨𝐜𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐧𝐬𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨 (𝐚𝐮𝐭𝐨𝐬𝐚𝐛𝐨𝐭𝐚𝐣𝐞)
Puedes enfocar tu atención y energía sobre algo que no ha ocurrido todavía y

sentirse mal por adelantado. Sentirte menos por creer que no has cumplido con las
normas impuestas por la sociedad, o crear juicios anticipados de personas o cosas,
o simplemente la sensación catastrófica de que todo me saldrá mal.
"Ya voy a cumplir 30 años y aún no tengo hijos y estoy soltera" (Miedo a no cumplir
con los "estándares" de la sociedad)
"Para que me voy a dar otra oportunidad, seguro me van a engañar" (Te cierras
ante nuevas posibilidades futuras, por alguna herida que no has sabido sanar)
"Para que lo voy a intentar eso si seguro que fracaso" (Profecías autocumplidas
que sabotean todos tus resultados incluso antes de comenzar a hacer algo)
Ejercicio:
1. ¿En qué aspecto te estás enfocando tú?

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2. ¿Qué estás dispuesta a hacer para cambiar esa realidad?
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3. ¿Qué pasará contigo en 1,3 y 5 años y sigues enfocándote en eso, pero no

haces nada por cambiar?
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Cuando no nos movilizamos para generar un cambio, las cosas no pasan. Nada va
a cambiar en tu vida si no tomas acción, si no te comprometes contigo misma y
decides actuar. No basta solo con pedir ayuda, no basta solo con esperar, necesitas
conocimientos nuevos y alguien que pueda acompañarte y enseñarte durante el
viaje.

SENTIDO DE VALORACIÓN
Imagina que durante toda tu vida te has dedicado a estudiar para cumplir tu sueño
de ser la mejor Diseñadora de Interiores. Estudias en la mejor universidad de tu
país, trabajas en las mejores empresas, continúas estudiando en los mejores
países y te entrenan los mejores diseñadores del mundo, ganas premios por tu
trabajo y sales en las mejores revistas del país. Después de casi 10 años de
trayectoria y experiencia intachable decides renunciar a un trabajo donde ganabas
mensualmente treinta mil dólares. Tomas la decisión de cambiar de aires, quieres
llegar a una empresa nueva y comienzas a buscar nuevamente cual sería la mejor
opción para ti.
De pronto llegas a una empresa donde te han citado y después de pasar una serie
de entrevistas con los gerentes y los altos mandos de esa nueva empresa, después
de quedarse maravillados con tu experiencia y toda tu trayectoria por fin te hacen
una oferta para que trabajes con ellos. Te ofrecen un sueldo de dos mil dólares al
mes. Sí leíste bien, dos mil dólares al menos, veintiocho mil dólares menos de lo
que ganabas en la anterior empresa. Mi pregunta es ¿Aceptarías esta oferta?
Probablemente estés pensando, “que pregunta tan estúpida” obviamente no

aceptaría, algunas tal vez estén diciendo “para mí eso sería una burla, una falta de
respeto, si tuviera toda esa trayectoria y esos estudios sería imposible aceptar una
oferta como esa. Solo podría aceptar que me paguen más de lo que estaba
ganando.” ¿Por lo dices con tanta seguridad? Sí, porque sabes lo que vales, sabes
de tu experiencia y trayectoria y no podrías aceptar menos de lo que sientes que
mereces.
Cambiemos un poco la historia, supongamos que nunca tuviste la oportunidad de

estudiar, nunca fuiste a la universidad, no te gusta leer, únicamente lograste
terminar el colegio y de ahí en adelante solo trabajar en lo que había, así que
postulas a esta empresa y para apoyar con el aseo de oficinas te quieren pagar los
mismos dos mil dólares, solo por limpiar las oficinas. Sí, seguro aceptarías feliz.

¿Qué cambió? Lo único que cambió en esta historia, fue el sentido de valoración,
en la primera historia esta mujer se sentía valiosa por toda la trayectoria y
experiencia que tenía, en la segunda esta mujer se sentía menos valiosa por no
tener estudios y se conformó con la primera oferta que le hicieron.
¿A dónde quiero llegar con todo esto? Que lo mismo pasa con el amor…
Por qué hay mujeres que aguantan infidelidades, maltratos, humillaciones, golpes,
insultos, etc. Porque su sensación propia de valoración les dice inconscientemente
que eso es lo máximo a lo que pueden aspirar, que nadie más las va a querer, que
recibir migajas de amor es mejor que no recibir nada y por eso prefieren aguantar
y conformarse. ¿Por qué hay mujeres seguras de sí mismas, que ponen límites y si
le fallan a la primera se van? Por han desarrollado un mayor sentido de valoración,
porque han aprendido a poner límites, a asumir su responsabilidad y a enfocarse
en las cosas que realmente quieren lograr.
¿De dónde proviene mi sentido de valoración?
Si en tu infancia sufriste alguna de las heridas que vimos antes, si tuviste alguna
decepción amorosa, si contantemente alguien te repitió que no servías para nada,
que eras una inútil, que eras tonta, etc. ¿Cuál crees que será tu sentido de
valoración? Es importante entender la importancia de las palabras y ser capaz de
poder cuestionar el origen y veracidad de las mismas.
Cuando recuperas tu sentido de valoración ya no te relacionas desde la necesidad

sino desde el amor, ya no te conformas con lo que crees que te tocó, sino que más
bien vas detrás de lo que mereces, de lo que quieres, de lo que sabes que te
corresponde. Cuando yo logro valorarme ya no me apego a las personas, porque
entiendo que puedo amar, pero no necesitar. En ese momento fluyes y ya no
aceptas a cualquiera en tu vida, ya no exiges que se queden o que estén detrás de
ti, cuando aprendes a valorarte entiendes que solo mereces lo mejor y trabajas
constantemente ti para seguir creciendo, para seguir aprendiendo y para seguir
atrayendo a tu vida a las personas correctas.
Cuando aprendes a valorar, no vuelves a aceptar menos de lo que mereces.

Responde las siguientes preguntas:
1. ¿Qué cosas han pasado en mi vida que han lastimado mi sentido de

valoración?
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2. ¿En qué aspectos tengo que trabajar en mí, para aumentar mi sentido de
valoración?
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AUTOEGOISMO
Uno de los principales problemas en casi todos mis programas y en todas las
mujeres que me escriben constantemente es la idea errónea del amor que
aprendieron, una idea tan limitante que es la principal causante de todas sus
decepciones amorosas y resultados negativos. Es el concepto de auto egoísmo.
Una mujer que es auto egoísta es aquella que como su mismo nombre lo dice es
egoísta consigo misma, y ¿cómo lo manifiesta? Poniendo siempre a todos como
prioridad. Cuando tu asumes esta posición (producto de tu baja valoración) crees
que tus necesidades no son tan importantes, que tus opiniones no son tan valiosas
y que lo que tienes para dar es muy poco y por ese motivo empiezas a todos por
encima de ti, te preocupas por que tu pareja sea feliz, porque tus hijos sean felices,
porque tus padres sean felices y deja de importarte lo que a ti te hace feliz.
El problema con intentar hacer feliz a todos es que cuando no lo logras te frustras
y te sientes menos; y mientras más lo intentas más te vas olvidando de ti, hasta que
llega el mundo que empiezas a perderte en el camino, y empiezas a olvidar cosas
tan sencillas como que es lo que realmente a ti te gustaba hacer o para que eres
buena, o cuales eras tus sueños; en otros casos hasta dejas tus proyectos de lado
para enfocarte en los proyectos de todos los demás.
Este comportamiento es producido por tu baja autoestima, que te hace pensar que
si no haces lo que los demás dicen te van a dejar de querer o se alejaran de ti;
también está relacionado con una falsa creencia de que el amor tiene que ser
sacrificado y por tanto soy yo quien tiene que hacer todos los sacrificios para
demostrar mi amor. Doy, doy, doy y doy y no importa sino recibo nada,
Cuando vives enfocada en hacer feliz a todos, terminas por hacerte el daño más
grande de todo. Olvidarte de ser feliz tú. Y si no eres capaz de darte amor,
atención, cariño y respeto; lastimosamente no puedes esperar que alguien más lo
haga por ti.

Responde las siguientes preguntas:
1. ¿Soy auto egoísta conmigo? ¿Por qué?
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2. ¿Qué pasará conmigo si sigo dando todo a todos menos a mí?
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3. ¿Qué es lo peor que creo que puede pasar si empiezo a enfocarme en mí?
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CREENCIAS LIMITANTES
He decidido dejar para el final lo más importante y por qué esto es lo más
importante te preguntarás, porque es aquí donde se inicia y se manifiesta todo lo
que hoy te rodea. Todos tus resultados, tus relaciones, tus decisiones, todo.
¿Qué es una creencia?
Una creencia es un pensamiento que dejó de ser cuestionable para convertirse en

una verdad que rige tu vida, se convierte en una especie de mandamiento interno
que debo seguir y que sin duda determinará como consecuencia que tipo de
sentimientos, emociones, acciones y resultados tendré.
Imagina a dos mujeres María y Rocío, ambas de 22 años, ambas enamoradas,

ambas en una relación de más de cinco años y ambas siendo víctimas de infidelidad
por parte de su pareja que la engañó con su mejor amiga. Ese momento sin duda
marca un antes y un después en la vida de ambas chicas, pero cuando tú les
preguntas acerca de lo sucedido ambas tienen distintas respuestas.
María dice que todos los hombres son unos desgraciados que el amor es una
porquería que la vida es injusta y a partir de ese momento decide cerrar las puertas
de su corazón y no volver a darse una oportunidad, de hecho, siente que perdió la
fe en el amor. Por otro lado está Rocío, que pasó por la misma situación que
también llora, también se siente devastada, pero cuando le pregunta acerca de su
futuro ella dice que no puede cerrarles las puertas al amor que no porque un hombre
le haya mentido significa que todos sean iguales, que la vida sigue siendo hermosa
porque aún tiene vida, tiene a su familia y tiene amigas que si están con ella en ese
duro momento y que aunque en estos momentos lo que está pasando le duele no
se cerrara a la oportunidad de en algún futuro conocer a otra persona.
Ahora te pregunto ¿Qué pasó? Porque si todo era igual ambas tuvieron reacciones
totalmente distintas. Esto surge producto de la programación mental que cada
una de ellas tiene. María está desarrollando creencias limitantes (pensamiento
que asumo como verdad y me limitan y me impiden alcanzar las cosas que quiero)
y Rocío por el contrario está desarrollando creencias potenciadoras
(pensamientos que asumo como verdad que me ayudan y me acercan a alcanzar
los resultados que quiero)
Después de un tiempo ¿quién crees que tendrá más opciones para volver a
encontrar el amor? Si, claramente será Rocío. Sus creencias de que una situación
no define todo su futuro, le permitirá crecer y convertirse en una mejor persona, por
el contrario, María vivirá con un caparazón, quizás cuando conozca a alguien se
vuelva más insegura, más celosa, más controladora para que así no puedan
engañarla y lo único que pasará es que alejará a todas las personas que lleguen a
su vida.
¿Ahora entiendes la importancia de poder desarrollar creencias correctas?
El 80% de las creencias que tenemos durante toda nuestra vida se forman desde
os 0-7 años, es por eso la importancia de tener una infancia saludable
emocionalmente. El otro 20% se crean en situaciones específicas con las del
ejemplo anterior y solo es producto de la interpretación que le damos a la situación.
Algunas cosas importantes que tienes que saber acerca de las creencias:
• La mayoría de nosotros no decidimos conscientemente en que creer, la
mayor parte de nuestras creencias son aprendidas de nuestro entorno
(padres, amigos, medios de comunicación, etc)

• Nuestras creencias se basan a menudo en una mala interpretación de la
realidad. (Como el ejemplo de María y Rocío, cada una interpretó una misma
situación de manera distinta)
• Una vez que adoptamos una creencia se convierte en algo así como un
mandamiento interno y nos olvidamos de cuestionarlo o que solo se trata
de una interpretación (y que pueden otras formas de interpretarlo)
• Estas creencias que adoptamos determinan nuestros pensamientos,

nuestros sentimientos y emociones, nuestras actitudes y, por último,
nuestros resultados. ¿Qué te quiero decir con eso? Que todos los
resultados que tienes hoy en tu vida, son producto de la clase de
creencias que tienes sobre las cosas.
Te cuento aquí los tipos de creencias limitantes más habituales en las mujeres y tú
me dices si te siente identificada o las has escuchado de alguien más.
Creencias Globales: Aquellas que engloban a todo un universo por una sola
experiencia. Ejemplo: “Todos los hombres son iguales”, “la gente es envidiosa”, “los
hombres no son detallistas”, “Siempre fracaso en el amor.”
Creencias de Reglas: Aquellas que provienen de un mandato social o colectivo

generalizado. Ejemplo: “Las mujeres que tienen tatuajes son mujeres de la calle”,
“si no sabes cocinar te vas a quedar soltera “; “Si no vas a la universidad nunca
serás exitosa”, “Si tienes más de 30 y no tienes hijos, fracasaste como mujer”
Creencia de habilidades: Limitas tu capacidad ante situaciones que desconoces

o para las cuales no tienes los recursos necesarios. Ejemplo: “No sirvo para hacer
postres”, “No puedo hablar en público”, “No puedo ser paciente” “No puedo tener
una pareja estable”. En realidad, no hay nada que no puedas hacer. Los únicos
motivos para no lograr algo son: No sabes cómo hacerlo, no tienes los recursos
necesarios para hacerlo o no tienes la motivación necesaria para hacerlo
La próxima vez que pienses que no puedes no digas no puedo di “no sé cómo
hacerlo” verás cómo cambia el panorama y la pregunta luego será ¿Cómo puedo
aprender a hacerlo?

Creencias de Identidad: Cuando asumes un defecto no como situación sino como
identidad, como parte de ti. (Estas creencias son las más difíciles de cambiar).
Ejemplo: No dices, “yo me impaciento en algunas situaciones”, sino dices. “Yo soy
impaciente”. No dices: “Algunas cosas me dan celos” sino “Yo soy celosa” o no
dices “Algunas cosas me molestan”, sino “Yo soy amargada” etc.
Nuestras creencias (mentalidad) son las que determinan cada resultado de nuestra
vida en todos los aspectos: Salud, dinero, amor, relaciones, diversión, desarrollo
profesional, etc.
Entender esto cambia tu vida o al menos así fue para mí. Yo había crecido bajo la
idea de que “Algunas personas nacen con estrella y otros nacen estrellados” (esa
es otra creencia) y esto era algo que repetían mucho en mi casa, lo que me hizo
creer durante mucho tiempo que todo era producto de la suerte y de donde te había
tocado nacer, es decir que tu futuro ya estaba escrito desde el momento de tu
nacimiento. Cuando entendí que las personas que lograban todo lo que querían no
eran especiales, no eran seres dotados, iluminados o bendecidos por Dios y que lo
único diferente que tenían a mí era que tenían otra mentalidad empecé a trabajar
en mi para poder pensar como ellos, para poder adoptar creencias que me hicieran
una mejor persona y hoy gracias a eso ayudo a cientos de mujeres a transformar
su mentalidad sobre sí mismas, sobre el dinero y fundamentalmente sobre el amor
propio. Cuando logras cambiar tu mentalidad sobre ti, se te abre un mundo lleno de
oportunidades y de mejores cosas, porque ya no vives la vida que crees que te
tocó, sino que empieces a construir la vida que realmente quieres para ti. Y esa es
mi misión y es por eso que hago todo lo que hago, porque creo fielmente que
mientras más personas puedan ser capaces de transformar sus creencias y su
mentalidad empezarán a ver un mundo nuevo, donde ya no haya cosas malas sino
oportunidades, bendiciones y motivos para agradecer.
¿Ahora me entiendes por qué me preocupo cuando en las encuestas me dicen que
el amor propio es solo decirse palabras bonitas al oído? El amor propio es un
trabajo interno que a muchas chicas les toma toda la vida realizarlo, porque van
aprendiendo tras cada golpe y tienes que levantarse como pueden, sin
herramientas, sin conocimientos, si ayuda. Nada que valga la pena es fácil, pero
cuando tienes los recursos adecuados puedes sin duda tener mejores resultados

en tiempo mucho más cortos. Sé que viniste aquí para que alguien te diga porque
tu relación amorosa no funcionó y te has llevado un mundo de conocimientos del
cual probablemente no estabas enterada.
El amor propio no es solo salir de tu relación amorosa sin dolor, es empezar a

ponerte como prioridad sin sentirte mal, es aprender a poner límites en tu vida y no
aceptas menos de lo que mereces, es vivir una vida sin rencores ni resentimientos
o sin la necesidad de tratar de hacer feliz a todos para poder sentirte aceptada.
Recuperar tu amor propio es empezar a construir la vida que realmente quieres
para ti y no la que se supone que tienes que tener, es un acto infinito de amor propio
hacia tus hijos porque te permite liberarlos de repetir tu historia y te preparas para
educarlos desde otra forma de ver la vida. Es por eso que amor lo que hago y pongo
todo el amor del mundo en que más mujeres puedan recuperar su amor propio para
transformar su vida, no solo porque su relación amorosa no funcionó, sino para
renacer y empezar a vivir una vida nueva, abundante y feliz.

MAPA DEL AMOR PROPIO
El amor propio no es solo quererte y mirarte al espejo para decirte cosas bonitas,
así que, si piensas que es solo eso, aquí te dejo un pequeño mapa de los aspectos
más importantes a trabajar cuando quieres recuperar tu amor propio para empezar
a transformar todos los resultados de tu vida. Cuando dominas esto, ya no hay nada
imposible para ti.
AMOR PROPIO
MENTALIDAD /
CREENCIAS
SANAR MI NIÑA SENTIDO DE ASUMIR

INTERIOR VALORACIÓN RESPONSABILDAD
• Sanar mis • Aprender a • Dejar de

heridas de la poner límites. quejarme,
infancia. • Aprender a culpar y
• Liberarme de ponerme como victimizarme.
mis padres prioridad.
• Llenar vacíos • Aprender a • Enfocarme solo
emocionales. perdonarte y en lo que
perdonar. depende de ti.

PARTE II
21 RELATOS PARA SANAR UN
CORAZÓN ROTO

Te quiero, pero debo decirte adiós ...
Duele saber que no podemos seguir juntos, que aunque el corazón me impida
abandonarte, la conciencia me acurruca en sus abrazos y consuela mi tristeza,
nos hemos vuelto diferentes y aunque me duela aceptarlo, debo decirte adiós.
Nuestros rumbos van por caminos opuestos , no deseo un dueño que gobierne
mis pasos, quiero un compañero que sea un sendero que los guie, no deseo
alguien que me investigue , necesito a alguien que confíe en mi amor, no quiero
alguien me diga cómo vestirme o con quien puedo salir, necesito un hombre que
camine de mi mano orgulloso por la mujer que tiene a su lado y quiera a mis
amigos como si fueran suyos.
Quiero un hombre que me escuche, que me cuide, que me entienda mis días
malos y me abrace sin que se lo pida. Que me sorprenda con un detalle sin que
sea nuestro aniversario.
Solo esperaba que fueras como cuando tratabas de enamorarme.
Necesito vivir esta etapa de mi vida con un hombre que me valore, que me quiera,
que confié y me apoye, no me cortes las alas que necesito volar, yo quería
hacerlo contigo, pero te has empeñado en quedarte en la tierra, atando mi rumbo
... atando mis pasos.
Duele saber que una vez más me equivoqué, que entregué el corazón a un
hombre que no lo supo valorar, una vez más fallé, una vez más me enamoré ...
Me duele tener que decirte adiós

Porque te quiero ...
Pero más me quiero a mi...

Levántate
Y está bien que tengas días malos, días en los que no quieres salir de la cama,
que prefieras pasar todo el día en pijama o que simplemente no pares de llorar
recordando algún dolor que todavía está ahí lastimando. No se trata de ser de
hierro, de aparentar que nada te duele o engañarte actuando como si todo
estuviera bien. Tienes derecho a dejar de ser fuerte de vez en cuando, a sentirte
frágil y vulnerable, a querer desaparecer y esconderte bajo tus sábanas.
El problema ocurre cuando te acostumbras, cuando te encariñas o empiezas a

sentirte “bien” en ese estado, cuando comienzas a pensar que la vida es injusta,
que tiene algo en tu contra o que nada se puede arreglar. El problema empieza
cuando no te tomas un día para luego volver a empezar sino más bien empiezas
a abandonarte, a perderte y a dejar que el dolor te absorba y te impida ver más
allá de tus cuatro paredes.
Lo que no estás viendo es que el camino es más largo que eso que hoy te
lastima, que solo has tropezado con una piedra y que aún queda mucho por
recorrer, por vivir, por aprender y crecer. No sé qué situación estás atravesando el
día de hoy, no sé de qué tamaño es tu dolor o lo difícil que creas que es salir de
ahí, pero déjame de decirte que 𝗲𝘀𝘁𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝘃𝗮 𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗿.
Estás en el mejor momento de tu vida para hacer un cambio, para reinventarte,
crecer, aprender y volver a brillar. La vida te está dando la oportunidad de tocar
fondo para darte cuenta de muchas cosas; para saber quiénes son las personas
que aún siguen a tu lado, para enseñarte una lección que puede ser un nuevo
punto de partida si decides aprenderla, para quitar de tu vida a personas que solo
están aportando dolor y para prepararte para las nuevas personas que llegarán a
acompañarte en tu viaje.
Disfruta de los días buenos y aprende de los días malos. Estás en el mejor
momento de tu vida para tomar la decisión de volver a brillar.

A la mala
Me tocó aprender a no esperar nada de nadie, a que es mejor sorprenderme por

algo que no espero, que decepcionarme por esperar más de la cuenta; aprendí a
no andar mendigando atención, a no recibir amores a medias, a dejar de buscar,
dejar de insistir, dejar de pedir; comprendí que a veces, dejar que una persona se
quede contigo puede doler más que dejarla ir y que a veces dejar ir a alguien te
puede arrancar el alma, partir en millones de pedacitos y te puede doler tanto que
nunca más vuelves a ser la misma. Entendí también que aún esos dolores por
más fuertes que parecen, también pasan, que los tiempos son distintos para cada
persona, pero que a la larga siempre sale nuevamente el sol y aunque tal vez
nunca deja de doler, aprendes a vivir con las heridas.
A la mala comprendí que no a cualquiera se le puede llamar amigo, que aún

incluso los que se sientan en tu mesa y duermen en tu cama te pueden clavar un
puñal, aún esos que les dices hermanos te pueden traicionar, que valen más dos
amigos sinceros que cien falsos a tu lado; aprendí a seleccionar mejor a quienes
me rodean, a no dar mi confianza a cualquiera, a volverme un poquito más frio, un
poco más seco, un poco más duro, un poco más cabrón.
Me tocó aprender a la mala, luego de me partieran la madre un par de veces,

luego de amar más de la cuenta, luego de no recibir lo que esperaba, luego de
que mis amigos me traicionaran, luego de compartir mis sueños y que me
desearan el mal, luego de intentar ser buena y me fallaran.
A la mala aprendí a quererme y a entender como quiero que me quieran los

demás.

Hoy échate a llorar.
No, hoy no te voy a decir que no llores, que dejes de estar deprimida o que ya no
sientas esa maldita opresión en el pecho que hace que tu corazón se estruje de
tristeza, no quiero mentirte y decir que mañana será mejor, porque las cosas no
funcionan así.
No es fácil aceptar que las personas te fallen, no es fácil confiar y que te

traicionen, que te entregues y no te valoren, que lo des todo y te decepcionen,
que tiendas la mano y te den la espalda. No es fácil intentar ser buena en este
mundo de mierda donde la gente es egoísta y piensa más en sus necesidades,
donde lo importante es ser feliz a toda costa, sin pensar en el daño que hacen a
los demás, no puedo pedirte que no tengas ganas de llorar o que trates de ser
fuerte cuando las personas que más quieres te lastiman, cuando tu mejor amiga
te falla, cuando tu pareja te engaña o alguien en tu propia familia te paga mal.
El problema no es que llores un día, una semana o un mes, porque cada persona
sana de forma diferente, los dolores no son iguales, las cicatricen no tienen el
mismo tamaño y los golpes no dejan de verse en todos los cuerpos en el mismo
tiempo, cada uno tiene su propio proceso de curación, su propio duelo, su manera
de cargar con las heridas hasta que no lastimen. Lo que si te puedo pedir es que
no te quedes sumergida en el dolor, que no dejes de creer, que no dejes de
confiar, que no dejes de dar la mano; porque aun en este mundo que parece tan
jodido; quedan personas buenas, aún hay gente que sabe brindar amistad, aún
hay otras personas que ya no quieren amores a medias y están esperando a
alguien para darlo todo, aún hay gente que tiene ganas de ser feliz.
Hoy échate a llorar

y cuando estés lista
vuelve a sonreír.

Mirar adentro
Hace algún tiempo empecé a entender cómo funciona esto y mi vida empezó a
cambiar, de hecho dio un giro de 180° y todo comenzó a ser mejor; y es que
cuando decides cambiar tú, resulta extraño ver como todo lo que te rodea va
cambiando. Después de algún tiempo decides vivir libremente, decides soltar todo
aquello que te hace daño y enfocarte en lo que realmente quieres.
Te das cuenta de que cualquiera puede tomarse una cerveza e irse de fiesta un
sábado contigo, pero muy pocos estarán ahí cuando estés abajo para darte una
mano. Sin buscarlo te das cuenta que no a cualquiera puedes llamarle amigo, que
no cualquiera puede compartir tu mesa y que no cualquiera estará ahí para
apoyarte cuando quieras crecer. A veces toca pasar un tiempo solo y darte cuenta
de que tipo de personas quieres que estén en tu vida, toca hacer limpieza y
buscar rodearte con personas mejores que tú, que tengan sueños, metas y las
mismas ganas de salir adelante.
Pasa el tiempo y comprendes que no estás para desperdiciar tu vida trabajando

en algo que no te gusta, estudiando algo que no te hace feliz, con una persona
que no te valora o con amigos que no suman nada. Dejas atrás los miedos y
empiezas a desprenderte de todo aquello a lo que antes te aferrabas y sin darte
cuenta todo mejora. Dejas de quejarte por lo que te falta y empiezas a valorar
aquello que tienes.
Llega un momento que te cansas de buscar la felicidad afuera, en los amigos, en

vestidos, zapatos o lujos y comprendes por fin que la felicidad siempre estuvo ahí,
dentro tuyo, esperando que eches un vistazo y empieces a vivir la vida que
realmente mereces
El cambio que quieres ver en el mundo empieza

por ti.

El amor es de valientes
A lo mejor y fueron las veces que te mintieron, las veces que te fallaron o las
veces que lo diste todo y no recibiste nada el motivo por el que ahora eres así,
pero ¿Cuánto tiempo más?
Ahora alejas a las personas que se te acercan, ya no aceptas invitaciones a salir,

te has vuelto más cortante, fría, distante, has puesto un muro inmenso y no dejas
que nadie ni siquiera lo intente cruzar. Y sí, a lo mejor tengas tus motivos, sientas
que nadie te entiende o desde entonces, hayas creído que siempre vas a
fracasar, pero ¿qué tan valiente eres para volver a intentarlo?
Baja un poco la guardia, deja que el tiempo haga su trabajo, pero no tampoco lo
malgastes mostrando una versión que no es la tuya, jugando a la fría, a la ruda a
la que ya no cree en nadie; reprimiendo el amor que tienes por dar, cerrándote
ante nuevas posibilidades o auto saboteando las oportunidades que la vida te
presenta.
Estamos aquí para amar, para aprender, para caer las veces que sean necesarias
y levantarnos con más fuerza, esto del amor no es para cobardes que se meten
en una burbuja para no salir dañados o que esperan que vengan a solucionarles
la vida y hacerlos feliz. Estamos aquí para amar y hay que correr riesgos, hay que
aventarse, hay que jugársela, hay que darlo todo una y otra vez aunque nos
vayamos de cara sin protección.
La vida es una gran escuela y lo único que intenta es prepararte y dejarte lista
para cuando tenga que llegar esa persona correcta, cada vez que fracasas hay un
aprendizaje, pero cada vez que te cierras solo retrasas lo bueno que está por
llegar.
El amor es para valientes, deja que sanen las heridas, descubre que es lo que
quieres para tu vida, pero no te cierres, no te niegues a intentarlo una vez más.

Tu vida puede cambiar hoy
Un día no sabes cómo, pero dejas de ser la misma. Te miras al espejo y

entiendes que algo tiene que cambiar; ya no tienes más lágrimas, ya no hay más
dolor, solo un inmenso vacío porque todavía no entiendes que le pasó a la mujer
que eras. Dejaste de usar esos tacones rojos que tanto te gustaban, dejaste de
pintarte las uñas, dejaste de salir con tus amigas y hasta de luchar por esos
sueños que querías alcanzar.
Tal vez los golpes y las decepciones te fueron haciendo un poco más chiquita, tal
vez sin darte cuenta fueron cortando tus alas y privándote de esa libertad que tan
bonito te quedaba. Hoy te miras al espejo y no te reconoces, no sabes en que
momento te perdiste, pero estás dispuesta a recuperarte.
Llega un momento en el que tienes que ser fuerte, porque ser fuerte es la única
opción, porque ya no puedes caer más hondo, porque no puedes hacerte más
daño, porque ya no estás dispuesta a seguir dejando que la corriente te lleve. Un
día despiertas y te das cuenta que lo que te separa de esa vida que tanto quieres
es simplemente tomar esa decisión que tanto tiempo has estado postergando.
Tenías miedo a la soledad y hoy te siente más sola estando con él, tenías miedo
a lo desconocido pero hace tiempo ya no sabes quién es ese que comparte tu
cama; tenías miedo al cambio y ahora entiendes que eso es lo único que puede
sacarte del pozo en el que estás, tenías miedo a un futuro incierto, pero tu
presente cada día hace más daño.
Un día vas a decir BASTA, vas a entender que mereces más, vas a sanar sola
cada una de tus heridas y vas a emprender un viaje rumbo a lo desconocido,
donde vas a poder conocerte, encontrarte y quererte como nadie supo hacerlo.
Un día vas a tomar la decisión de reencontrarte con tu mejor versión.

Y ese día puede ser hoy.

Que nadie te baje la luna
¿Cuánto tiempo más vas a pasar llorando porque te mintieron? ¿Cuánto tiempo
más vas a seguir dejando que otras personas decidan tu futuro? ¿Cuánto tiempo
más vas a seguir buscando culpables por las cosas que no puedes conseguir?
¿Cuánto tiempo vas a postergar tus sueños y seguir trabajando para cumplir el de
otros?
Muchas personas quieren cambios, aspiran a una relación amorosa estable, a

una situación económica positiva, a una vida llena de abundancia y cosas buenas;
pero no son capaces de cambiar sus conductas.
No vas a enamorarte ni ser feliz en el amor, mientras sigas pensando que todos
los hombres son iguales, que el amor está en tu contra, o que todos tiene la culpa
de las cosas que te pasen; no vas a cambiar nada en tu vida mientras sigas
esperando que todo caiga del cielo, te lamentes, te quejes y no hagas nada por
cambiar. No vas a cambiar nada mientras sigas permitiendo que te humillen, te
maltraten y te pasen por encima.
La vida no te va a dar aquello que quieres, te da siempre aquello que necesitas

para aprender, para crecer, para ser mejor persona y entender lo mucho que
vales. Mientras no aprendas, todas esas situaciones que tú llamas “negativas”
seguirán pasando en tu vida, se seguirán repitiendo, hasta que aprendas o
simplemente hasta que un día caigas tan hondo que ya no tengas más opción que
levantarte.
Es momento que asumas tu responsabilidad que dejes de esperar que todos

cambien, que te hagan feliz, que te den todo y empieces a tomar acción para
generar ese cambio que deseas en tu vida.
Cuando comprendas que en tu interior estás todas las respuestas que estás
buscando para tener esos resultados que tanto quieres, todo a tú alrededor se va
a transformar.
No necesitas que nadie te prometa la luna, te la puedes bajar solita.

Tu nueva tú ...
Hoy es un día distinto.
Te has mirado al espejo y te has visto más linda de lo normal, después de un

largo rato de auto tortura, culpándote por los errores de otros y creyéndote menos
que otras mujeres, culpando a un tal cupido por tus relaciones fallidas, hoy
amaneciste feliz, te sientes más linda, te pones tu mejor ropa y caminas por la
calle radiante.
Has dejado de pensar en otros y estás enfocada en ti, en tus proyectos, en tus
sueños, en tus metas y sin darte cuenta empiezas a encontrar una versión
mejorada de ti, una más decidida, más fuerte, más segura, más dueña de sus
emociones y menos dependiente de atenciones.
Ya no extrañas los mensajes de buenos días, ni la llamada de alguien

preguntándote cómo estás, no lo necesitas, en estos momentos no te hace falta.
No extrañas el amor porque encontraste en la soledad, una oportunidad para
reencontrarte contigo misma, con tu nueva tú, esa que tenías durmiendo, llorando
y creyéndose la peor.
Has descubierto que te gusta pintar, bailar y nadar, empiezas a hacer cosas que
antes no imaginabas, has encontrado en tu familia y amigos la compañía perfecta
para pasarla bien, para estar feliz, para seguir creciendo cada día.
Y aunque no descartas la posibilidad de volverte a enamorar hoy no te hace falta,

sola, la estás pasando increíblemente bien.

Despierta
Yo sé que no ha sido fácil, lo estás haciendo lo mejor que puedes y de eso estoy
seguro. Manejar esos sentimientos negativos o saber sobrellevar la tristeza es
complicado, sé que te sientes mal por darlo todo y no recibir lo que esperas; te
sientes tonta por confiar y luego andar llorando encerrada en tu habitación porque
te mintieron, pero quiero preguntarte algo. ¿Cuánto tiempo más?
¿Realmente es eso lo que quieres para tu vida? Vives en un estado de tristeza

permanente, construyendo una barrera gigante para intentar protegerte de las
personas que se te acercan, ocultando tus emociones, reprimiendo tus sueños y
alejándote de todas las oportunidades para no volver a lastimarte.
Y lo que quiero que entiendas es que el camino es largo, que tropezar con una
piedra no hace que todo lo que falta por recorrer sea malo, caerte una vez no
significa que te caerás en cada paso que des, lo que quiero que comprendas es
que 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐭𝐚𝐫, levantarte de esa cama y ponerte linda, mirarte al
espejo y decirte lo mucho que vales y eres capaz de lograr.
Lo más valioso de este mundo es el tiempo y tú no lo estás aprovechando, de

hecho lo estás desperdiciando en cosas que ya no puedes cambiar. No puedes
volver atrás y borrar todo lo malo que ha pasado en tu vida, pero si puedes
aprender de eso para hacer de ti una mejor persona; no vas a encontrar el motivo
de por qué a ti te mintieron, te fallaron o te lastimaron, pero si puedes entender de
qué manera eso puede sacar lo mejor de ti.
Lo que quiero que entiendas es que todo lo que necesitas para salir adelante y
construir esa vida que tanto quieres, depende solo de ti y tienes que despertar
para poder ir tras ella.

Te admiro
Admiro tu valentía y la capacidad que tienes para salir adelante siempre o al

menos para fingirlo, para sonreírle a todo el mundo, aunque te estés muriendo de
ganas de echarte a llorar o de que alguien te de un abrazo aunque no te conozca.
Admiro que te hagas la fuerte, que todos crean que eres fría, que no tienes
sentimientos; que todos aquellos que te conocen piensen que nada te afecta y te
pregunten como le haces, aunque no sepan que detrás de ese cuerpo acorazado,
hay una mujer sensible que tiene sus miedos y demonios acechándola cada
noche antes de dormir.
Te admiro porque finges que no crees en el amor y esas "cursilerías" , pero

cuando estás sola, lloras a mares con esas películas románticas que todas tus
amigas creen que odias, finges tan bien, que nunca nadie te ha visto llorar por
amor, solo tu almohada, solo ella ha sido testigo de tantas noches de llanto por un
amor fallido.
Admiro tu capacidad para mentirle a todo el mundo, pero a mí no.
No me importa si te haces la fuerte con medio mundo, yo seré ese cable a tierra
que te permita llorar y desahogarte, que te permita; frenar, respirar hondo y tomar
impulso para continuar, seré como un tubo de escape, tu escape del mundo y
también, tu burbuja privada, donde puedas ser tú, conmigo no te hagas la fuerte
que no te lo creo. Yo te voy a dar cada día ese abrazo que necesitas y que no
dejas que nadie te dé, yo te voy a dar el ánimo que le das a todo el mundo pero
que nadie te da a ti, yo te voy a dar ese aliento que no eres capaz de pedir, pero
que sé que te hace falta.
Hoy deja de ser dura, solo por hoy vuélvete frágil y vulnerable, déjate de llevar y si
quieres grita, llora y muestra esa parte de ti que nadie más ha visto, te prometo
que en cada línea te abrazaré, hasta que mañana despiertes nuevamente y
escondas una vez más tu dolor con esa sonrisa fingida.
Te admiro mujer, pero a mí no me engañas.

Empezar de nuevo
El problema cuando te hacen daño es que crees que siempre será igual, que
cualquier persona que venga luego también te mentirá, que repetirás una y otra
vez la “mala suerte” que tienes para el amor, crees que después de tu experiencia
fallida lo mejor es pensar que “todos son iguales”, volverte fría, poner un muro,
desconfiar de todos y no volver a darte una oportunidad.
Y tranquila, no te juzgo. Sé qué haces lo mejor que puedes y solo estás

intentando protegerte, porque eso de pasar largas noches llorando con tu
almohada, o sentir esa opresión en el pecho que a veces no te deja respirar no se
la deseas a nadie y es por eso que solo intentas evitarla una vez más.
Lo que me gustaría que comprendas, es que en el amor como todo en la vida,

requiere de un proceso de aprendizaje, requiere de madurez y consciencia,
requiere de sanar, conocerte, prepararte, entender, aceptar y comprender.
Lo curioso es que para muchas cosas en la vida somos capaces de intentarlo una
y otra vez hasta obtener el resultado que queremos, nos esforzamos cada día
más hasta conseguirlo; pero cuando se trata del amor siempre vamos con las
mismas armas, y ante la primera derrota no queremos volver más; cuando lo ideal
sería regresar con más ganas, con más fuerza, con más madurez, con más deseo
de darlo todo.
Dicen por ahí que la vida lo único que hace es prepararte, te enseña
constantemente hasta que estés lista para encontrar a tu compañero, el problema
es que te aferras a donde te hacen daño, pones muros para no conocer a nadie,
te vuelves fría en vez de sacar lo mejor de ti, vas buscando por la vida que llegue
alguien a llenar los vacíos que no has sabido llenar tu misma, le tienes miedo a la
soledad y no aprendes a conocerte.
El problema no es que los hombres sean malos, es simplemente que no te

conoces lo suficiente como para darte cuenta y atraer lo que realmente mereces.

Una última vez
No está mal dar segundas oportunidades, no está mal volver a intentarlo y

resistirse a querer tirar la toalla, de hecho, admiro tu valentía por tratar de
solucionar las cosas y no darte por vencida tan fácilmente.
Da siempre todo de ti, planea un viaje de último momento, prepara una cena
romántica, ten un detalle bonito cuando no estén celebrando nada, mándale un
mensaje de amor y dile que estás pensando en él.
Aunque no termines por recibir lo que estás buscando, intenta siempre dar lo
mejor de ti, porque es la única forma de hacerte fuerte, de prepararte, de estar
lista para cuando la vida ponga en tu camino a una persona que realmente valore
todos los esfuerzos que haces.
Hagas lo que hagas, hazlo por ti, para sentirte mejor, para sentirte tranquila por
haberlo intentado todo, nada te garantiza que es persona cambiará, de hecho, ni
tú ni nadie tiene el poder de cambiar a otra persona si es que ya no desea
hacerlo. Da todo de ti, pero no dejes que tus expectativas terminen por estrellarte
en la cara.
Da sin esperar recibir, pero aprende a poner límites en tu vida, aprende a no

forzar las cosas y saber cuándo debes dar un paso al costado. Que tu amor no te
lastime, que tu cariño no te duela. Cuando haya más lágrimas que sonrisas,
cuando los espacios en la cama se sientan más grandes, cuando empieces a
hacerte daño, cuando sientes que ya no recibas nada a veces toca aceptar,
aunque duela, que tal vez ahí no es.
Da siempre lo mejor de ti, pero aprende a darte cuenta, cuando tengas que decir
adiós.

Lo que no quiero de ti
No quiero que seas de esas mujeres que necesitan el amor a toda costa y buscan
a una persona que llegue a hacerlas feliz, porque aún no son capaces de
encontrar la felicidad en ellas mismas, que seas de esas que tienen que revisar el
celular y llamar veinte veces al día porque se sienten inseguras y pienses todo el
tiempo que esa persona puede encontrar algo mejor que tú, por el único hecho de
que no te se sientes bien con todo lo que puedes dar.
No quiero que seas de esas mujeres que mendigan amor, que no ponen límites y
pasan la vida conformándose con las pocas cosas que les dan, soportando gritos,
insultos, ofensas y maltratos porque confundieron al amor con la dependencia,
porque no aprendieron del amor propio y le temen a la soledad.
No quiero que seas de esas mujeres que se preocupan por el que dirán, que
pasan su vida intentando hacer feliz a todo el mundo y dejan de preocuparse por
las cosas que realmente quieren lograr, no quiero que dejes de tener sueños, de
tener metas, de tener ilusiones o que te acostumbres a vivir a la sombra de
alguien que no te permite brillar.
No quiero que te conformes, que creas que eso que tienes es todo lo que
mereces, que te resignes y nunca te cuestiones si eso que tienes es realmente lo
que quieres para tu vida. No quiero que pasen los años y te despiertes en un
hogar donde no te sientes bien, resignada con el poco amor que recibes y
pensando que la vida nunca va a cambiar.
No quiero que le temas a la soledad, porque en ella vas a poder encontrar las
herramientas que tal vez te están faltando para descubrir la mujer que realmente
eres y lo mucho que vales, no quiero que dejes de intentarlo o dejes de creer
porque alguien en algún momento te hizo daño, no quiero que pierdas la fe y las
ganas de volver a creer, de volver a confiar de volver a amar.
Lo único que realmente quiero, es que te esfuerces cada día por ser feliz.

Elige con el corazón
Elige a una persona que tenga el deseo de entregarte su corazón, que haya
aprendido a curar sus propias heridas y esté dispuesto tomar tu mano para poder
acompañarte en este viaje juntos. Alguien con quien que puedas recorrer el
camino desde el amor, donde no exista la duda ni la desconfianza. Elige un
corazón sano, que se enfoque día a día en ser una mejor persona y te empuje a ti
también a emprender tu propio vuelo.
Elige el amor por encima de la dependencia y el complemento antes que la

necesidad, un amor donde el respeto sea un pilar y la lealtad transforme cada
espacio de sus vidas. Elige a una persona que vea luz en cada espacio de tu
oscuridad y te dé un poco de su brillo cuando ya no puedas más.
Elige el lugar correcto, donde se encuentren tu paz mental con tu tranquilidad,

donde sepas que la toalla no se va a tirar a la primera, donde el miedo
desaparezca y los sueños vengan cada día, acompañados del deseo por hacerlos
realidad.
Elige siempre la belleza interior por encima de la que se ve simple vista, porque
esa es la que perdura con los años, la que el tiempo no marchita y la que te dará
los resultados más grandes.
Elige con el corazón, pero aprende a quererte tanto, que sientas que mereces un
amor así.

¿Qué estás atrayendo a tu vida?
Yo no sé todas las cosas que has pasado en tu vida, no sé cómo fueron tus
padres, no sé cómo te criaron o lo que te enseñaron sobre el amor, no sé cómo
han sido tus relaciones, las veces que te has enamorado, que lo has entregado
todo, que te han fallado o que tal vez no te correspondieron.
No sé muchas cosas de ti, no sé qué es lo primero que te fijas o lo que consideras

más importante al momento de enamorarte. Desconozco cuantas heridas tienes
en el pecho, cuantas marcas has acumulado y cuantas de ellas te siguen doliendo
hasta hoy cada vez que las recuerdas.
Lo que sí sé, es que a pesar de todo lo que te ha pasado, mereces un amor

bonito. Te mereces encontrar a alguien que te respete, que confíe y tenga todas
las ganas del mundo por ayudarte a crecer. De esos que te limitan y te critican
hasta por la ropa que usas, existen muchos; de los que te revisan el celular y te
piden que te dediques solo a las cosas de la casa, abundan; pero los que
realmente valen la pena, son aquellos que buscan tu crecimiento, aquellos que
siempre intentan hacerte brillar porque está en su esencia dar lo mejor de sí
mismos para que las cosas funcionen.
La calidad de hombres que atraes a tu vida, no es consecuencia de la mala

suerte, no es causa del destino o una obra de cupido que quiere hacerte daño. La
calidad de hombres que atraes a tu vida es consecuencia directa de lo que tú
crees que mereces, es obra del sistema de creencias que domina tu vida y te dice
que te conformes con eso porque no puedes recibir más, es producto del amor
propio que te tienes y de cómo manifiestas tus necesidades al exterior, esperando
que alguien llene el vacío que tú misma no sabes cómo llenar, es consecuencia
de las veces que fallaste y de cómo cada vez sientes que vales menos.
Cada uno acepta en su vida, el amor que siente que merece. ¿Qué estás
aceptando tú?

Sin hacer ruido
Ella era de las que daba todo, la que daba amor a manos llenas y se entregaba
en cuerpo y alma para que todo funcione, era la de los detalles, las palabras
bonitas, las canciones románticas y los mensajes al empezar el día. Cuando las
cosas se ponían feas era la primera que intentaba conversar para solucionarlo
todo, no tenía miedo a la hora de pedir disculpas y reconocer valientemente
dejando atrás su orgullo cuando cometía un error.
Nunca pasaba por su mente tirar la toalla, su mejor virtud y quizás también su
peor defecto era tener un alma noble, era pensar que cuando había amor se
podía superar todo, que bastaba con que uno pusiera un poco más de esfuerzo
para que el otro se diera cuenta y las cosas nuevamente sigan un camino de
felicidad. Creía que las discusiones eran solo pruebas que las personas que
realmente se amaban tenían que superar para consolidar una relación.
Sin darse cuenta se fue cansando, como todos cuando se dedican solo a dar y no
reciben nada, como cuando sabes que estás brillando en un lugar donde no
aprecian tu luz; sin darse cuenta cada vez enviaba menos mensajes, cada vez
dedicaba menos canciones, cada vez tenía menos detalles; las fechas empezaron
a dejar de ser tan importantes. Si no le escribían, ella ya no devolvía la llamada, sí
había una pelea se sentía cansada para conversar, cuando despertaba ya no era
su celular lo primero en ver para esperar un mensaje de él, las mariposas de su
estómago empezaron a marcharse y sin darse cuenta las fuerzas se fueron
terminando.
Cuando él se dio cuenta ya era demasiado tarde, pese a todo el ruido que ella
hizo intentando que él se diera cuenta de que la estaba perdiendo, él no escuchó.
Se confío, pensó que ella siempre estaría ahí, se acostumbró solo a recibir y cada
vez entregó menos, pensó que ella amaría siempre por los dos, que el deber era
de ella, y que todo estaba bien así.
Cuando él intentó cambiar, ya era muy tarde. Ella se había ido en silencio, sin
hacer ruido.

Recupera tu brillo
A lo mejor no te has dado cuenta, o tal vez te han hecho creer lo contrario; pero
estás aquí para brillar, estás aquí para dejar un poco de tu luz en las personas y
para alumbrar tan fuerte como lo desees. El problema, es que le diste a alguien
más la autoridad para controlar tu luz, para apagarte con una palabra y hacerte
creer que a lo mejor no vales tanto. El problema es que no terminas por creerte
todo lo que puedes lograr, porque te hicieron tanto daño que hoy tienes la
autoestima por los suelos.
El problema aún más grande, no es todo lo que te dijeron, las veces que te
fallaron o te mintieron, sino el día que tú decidiste creerles. Creerte menos,
sentirte menos, quererte menos. El problema empezó cuando le diste más
importancia a las cosas malas que te decían y escuchabas menos lo que decía tu
corazón, cuando asumiste como verdad todos los maltratos y no te atreviste a
poner un límite. Cuando empezaste a sentirte menos y tu luz se convirtió en
inseguridad.
El problema es que te volviste tan chiquita, que ahora te da miedo hasta estar
sola, y ya no quieres brillar para que nadie más te haga daño, el problema es que
lloras, que ya no crees, que desconfías y más aún, que sientes que ya no hay
solución y prefieres esconderte, antes que volver a brillar.
Y lo que yo quiero decirte es que ya es hora de levantarse, de recuperar tu

tamaño y empezar a dar lo mejor de ti, es momento de volver a brillar y regalarle
un poco de tu luz a tantas personas que también les hace falta, es momento de
comenzar de nuevo, de creer, de confiar, de sanar, es momento dejar esos
pensamientos que solo te siguen haciendo daño y es hora encontrar el
aprendizaje de todo esto, que te permita salir de eso pozo en el que estás.
Es momento de secar las lágrimas, de sonreír de nuevo y tomar la decisión de

volver a brillar.

Te lo prometo
La vida te va a recompensar por todas las lágrimas que has derramado, por todas
las noches que pasaste abrazando tu almohada y no quisiste salir de tu
habitación. Tarde o temprano todos esos llantos se convertirán en sonrisas,
porque nadie sufre por siempre y porque siempre se puede cambiar.
Te prometo que de aquí a un tiempo te vas a acordar de todo lo que te está

pasando ahora y te vas a dar cuenta que gracias a eso ahora eres más fuerte,
más valiente y las cosas empezarán a ir mejor, vas a soltar esa mochila pesada y
la vida empezará a ser más ligera; fluirás y todo seguirá su curso, dejarás de
esperar amor donde ya no lo hay y aprenderás a quererte tanto que tus sueños
dejarán de verse tan lejanos.
La vida te va a recompensar y todo cambiará, pero solo si tú decides cambiar, si

asumes tu responsabilidad y dejas de buscar culpables, si dejas de buscar
excusas, si dejas de victimizarte, si dejas atrás el rencor, el odio y el
resentimiento. Si empiezas a enfocar tu atención en las cosas que realmente
valen la pena para ti y te liberas de todos esos sentimientos que lo único que
hacen es seguirte carcomiendo por dentro.
Estás a un paso de cambiar tu vida y eres tú y únicamente tú la persona que va a

decidir qué hacer, puedes seguir enfocándote en las cosas del pasado y seguir
lastimándote por eso, puedes seguir enfocándote en cosas que aún no pasan y
hacerte daño por adelantado, puedes sentirte mal ahora por cosas que sientes
que te estás perdiendo y no estás pudiendo lograr … o puedes también enfocarte
en construir la vida que realmente quieres y sientes que mereces para ti.
La única diferencia entre las personas que logran y las que no logran los
resultados que quieren para su vida, son las decisiones que toman y las cosas en
las que deciden enfocar su energía, sus pensamientos, sus sentimientos y sus
emociones.
¿Qué decides tú?

Abrázate
Seca de una vez por todas esas lágrimas y date un abrazo de esos que estás
esperando y aún nadie ha podido darte, un abrazo tan fuerte que sea capaz de
pegar esos pedacitos que andan medio rotos. Levántate de la cama y deja de
sentir compasión por ti, deja de sentirte mal, deja de darte pena que ya fue
suficiente de tristezas y malos ratos.
Hoy parece uno de esos días donde piensas que todo está en tu contra, donde
crees que el mundo ha conspirado para hacerte sentir mal, es uno de esos días
donde odias todo lo que te rodea; pero tranquila, igual levántate y abre tu ventana,
¿ves la luna?, está brillando aún con toda la oscuridad que la rodea y te está
regalando un poco de su luz para que también tú, empieces a brillar.
¿Te dejó tu novio? ¿Te fueron infiel? ¿Jalaste una materia? ¿Te quedaste sin
trabajo? ¿Peleaste con tu mejor amiga? No sé qué es lo que te ha tenido triste
hoy y todos estos días, pero desde que desperté sentí la necesidad de escribir
para ti, para ti que llevas los ojos hinchados y la mente en otro mundo por varios
días. Ya fue suficiente.
Venga, vamos, ponte de pie, mírate al espejo y date un abrazo en nombre mío, en
nombre de todos los que te quieren y andan preocupados por verte así, con la
carita triste y llena de lágrimas, encerrada en tu cuarto con la pijama y sin ganas
de querer salir, te prometo que esto será temporal, que esto que hoy duele tanto,
pronto dejará de doler, te prometo que esa herida va a sanar, va a curar y tú
aprenderás una gran lección de todo esto que hoy parece que no tiene arreglo.
Date un abrazo por mí, por ti y junta cada pedacito roto hasta que vuelvas a ser
tú.

No lo extrañas a él
Te acostumbraste a los detalles, a los “te quiero” a los “te ves hermosa” a los
mensajes de buenos días y a sentirte indispensable en la vida de alguien.
Extrañas el vacío que dejó y que no tienes idea de cómo llenar.
Y no es que te cueste olvidarlo, porque mientras más piensas en olvidarlo más lo

recuerdas; tampoco se trata de buscarte otro hombre que te haga sentir lo mismo,
no se trata de que no haya otro como él, porque seguramente hay mejores; es
solo que aún no te das cuenta de que no lo extrañas a él. Te extrañas a ti.
Extrañas la mujer que te hacía sentir, lo mucho que sonreías con sus chistes
tontos a la forma que se aceleraba tu pecho cuando recibías un mensaje suyo.
Extrañas sentirte completa, dichosa, feliz, entusiasta y comprometida.
Le dejaste a él toda la responsabilidad de tu amor, de tu felicidad, de tu

autoestima y tus estados de ánimo y hoy esa dependencia te está pasando
factura, porque ahora que ya no está para decirte un te quiero por las noches,
parece que se acaba el mundo.
¿Olvidarlo? Solo haría que eches a perder todo el aprendizaje que él tenía que
dejar en tu vida, todo lo que tenía por enseñarte mientras estuvo contigo y todo lo
que le debes agradecer por lo mejor mujer que te hará.
No importa si pasa una semana, un mes o un año; no se trata de olvidarlo y

borrarlo de tu cabeza, no se trata de hacer que eso nunca pasó y que él nunca
existió. Se trata de aprender la lección que la vida tenía preparada para ti, se trata
de entender que ese vacío solo puedes llenarlo tú, se trata de darte cuenta que la
responsabilidad de tu felicidad no depende de nadie más y que es solo tuya.
Tú no lo extrañas a él… extrañas a la mujer que eras cuando estabas con él.

Despedida de una chica tóxica
“Vaya que ha costado trabajo entenderlo, pero dicen por ahí que mientras una no
se estrelle sigue acelerando. Creo que después de haberme chocado unas
cuantas veces ya era hora de entender algunas cosas.
Lo primero que entendí es que tenía miedo y es por eso que me aferré a ti, que si
te llamaba a cada hora no era porque te amaba mucho y quería "cuidarte", que si
te pedía una foto cada cinco minutos no es porque desconfiara de ti, que si no te
dejaba tener amigas no era porque pensara que ellas eran malas personas; tenía
poco que ver contigo y todo que ver conmigo; pero me costó mucho trabajo darme
cuenta.
Lo que quería evitar realmente era que encontraras a alguien mejor que yo
porque nunca me consideré suficiente, proyecté en ti todos mis miedos e
inseguridades, todas mis dudas y mis temores. Ahora me doy cuenta que no te
quería proteger a ti, me quería proteger a mí, no quería que te dieras cuenta de lo
poco que me valoraba y lo mucho que necesitaba que llenaras los vacíos que yo
no tenía idea de cómo llenar.
Nunca fueron tus faltas de detalles, las pocas palabras bonitas que tenías
conmigo, las veces que me humillaste o me decías que estaba loca, se trató de
mí, de mí que aceptaba eso creyendo que era mejor tener migajas que no tener
nada, fui yo quien permitió recibir todo lo que te sobraba para intentar llenar todo
lo que me faltaba.
El problema es que el miedo a la soledad me tenía loca, la vocecita en mi cabeza

diciendo que nunca iba a conseguir nada mejor, que me conformara contigo o que
después de tanto tiempo, era más fácil seguir caminando bajo tus sombras que
atreverme a buscar mi luz.

Hasta que un día sin darme cuenta toqué fondo y entendí que ya no podía caer
más, que en ese hoyo estaba sola, ya no había nadie más y por primera vez tuve
que ser fuerte, porque ser fuerte era mi única opción, ya no podía doler más, ya
no podía llorar más. Poco a poco me fui levantando, fui aprendiendo, fui regando
con mis lágrimas la tierra que quedó; poco a poco fui sanando y aunque nunca te
diste cuenta, empecé a darme a mí misma, todo lo que tanto te exigí.
Hoy soy capaz de soltarte y dejarte libre, de cortar las cadenas que me unían a ti,
hoy soy capaz de darme el amor y los detalles que durante tanto tiempo espere
de ti. Hoy puedo ser libre para empezar a escribir la historia que siempre soñé
para mí, hoy las heridas me recuerdan la lección que aprendí gracias a ti.
Mi tarea no era hacer que cambies y sanar esta relación tóxica; mi tarea era sanar
todo lo que me había seguido conectando a ti.
Gracias por todo, pero he decidido volver a brillar.”

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ
De todo corazón espero que este libro haya aportado al menos una luz de
esperanza en tu vida, mis oraciones diarias van para ti, para que vuelvas a brillar,
para que puedas ser feliz, pero sobre todo para que aprendas a amarte, porque la
relación contigo misma es la mas larga y es importante que sea buena.
Ojalá la vida me permita verte algún día o poder acompañarte como ya lo hemos
hecho con miles de mujeres. Me encantaría verte en nuestra Mentoría de Amor
Propio y poder ser parte de tu viaje.
Con cariño
Jhovany Sánchez.

Jhovany Sánchez Nogales
Encantada de Conocerme
Facebook: Encantada de Conocerme
Instagram:Encantada de Conocrme
Todos los Derechos Reservados
Diciembre 2023


Manual para Recuperar Tu Amor Propio 2024

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